Monografias.com > Administración y Finanzas > Desarrollo Organizacional
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Cultura organizacional: nueva tendencia de la gerencia de recursos hacia la competitividad




Enviado por glador1



Partes: 1, 2

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Cultura
    Organizacional

    3. Cultura y cambio
    organizacional

    4. La Cultura y el impacto de
    la tecnología en la gestión de Recursos
    Humanos

    5.
    Conclusiones

    6.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    En la mediada que avanza el siglo XXI, varias tendencias
    económicas y demográficas están causando un
    gran impacto en la cultura
    organizacional . Estas nuevas tendencias y los cambios
    dinámicos hacen que las organizaciones y
    las instituciones
    tanto públicas, como privadas se debatan en la urgente
    necesidad de orientarse hacia los avances
    tecnológicos. Los hechos han dejado de tener
    sólo relevancia local y han pasado a tener como referencia
    el mundo. Los países y las regiones colapsan cuando los
    esquemas de referencia se tornan obsoletos y pierden validez ante
    las nuevas realidades.

    Desde la perspectiva más general, la
    globalización, la apertura económica, la
    competitividad
    son fenómenos nuevos a los que se tienen que enfrentar las
    organizaciones. En la medida que la competitividad
    sea un elemento fundamental en el éxito
    de toda organización, los gerentes o líderes
    harán más esfuerzos para alcanzar altos niveles de
    productividad
    y eficiencia.

    Las organizaciones son la expresión de una
    realidad cultural, que están llamadas a vivir en un mundo
    de permanente cambio, tanto
    en lo social como en lo económico y tecnológico, o,
    por el contrario, como cualquier organismo, encerrarse en el
    marco de sus límites
    formales. En ambos casos, esa realidad cultural refleja un marco
    de valores,
    creencias, ideas, sentimientos y voluntades de una comunidad
    institucional.

    Ciertamente, la cultura
    organizacional sirve de marco de referencia a los miembros de
    la
    organización y da las pautas acerca de cómo las
    personas deben conducirse en ésta. En muchas ocasiones la
    cultura es tan
    evidente que se puede ver la conducta de la
    gente cambia en el momento en que traspasa las puertas de
    la
    empresa.

    Desde un punto de vista general, podría decirse
    que las organizaciones comprometidas con el éxito
    están abiertas a un constante aprendizaje. Esto
    implica generar condiciones para mantener en un aprendizaje
    continuo y enmarcarlas como el activo fundamental de la
    organización.

    Hoy en día es necesario que las organizaciones
    diseñen estructuras
    más flexibles al cambio y que
    este cambio se produzca como consecuencia del aprendizaje de sus
    miembros. Esto implica generar condiciones para promover equipos
    de alto desempeño, entendiendo que el aprendizaje en
    equipo implica generar valor al
    trabajo y más adaptabilidad al cambio con una amplia
    visión hacia la innovación.

    Si bien es cierto, que han sido muchos los esfuerzos de
    transformación que han fracasado en las instituciones
    tanto públicas como privadas, no es menos cierto, que la
    falta de planificación y liderazgo en
    esas organizaciones ha generado el deterioro en sus funciones
    Guédez (1997) mantiene, entre otras cosas, una inquietud
    impostergable: ¿cómo ejercer un compromiso
    gerencial que realmente incentive el cambio y la creatividad?.
    Se pudiera hablar de dos esferas complementarias de
    acción. La primera se asocia con el ejercicio de un estilo
    en donde, además de gerenciar el trabajo,
    también se gerencia el
    cerebro y el
    corazón. Por su parte, la segunda se
    relaciona con el establecimiento de condiciones organizativas
    favorables.

    Mediante los procesos de
    transformación organizacional, algunos gerentes han
    eludido aspectos coyunturales como la cultura
    organizacional, se ha interpretado muy superficialmente el
    rol del líder
    dentro de un proceso de
    cambio, se ha ignorado lo importante y estratégico que
    constituye el hecho que: si no hay una visión compartida,
    nunca se generará la suficiente energía y
    significado que movilice a la organización y a su recurso humano en el
    proceso de
    cambio.

    El aspecto central de las organizaciones con miras al
    éxito es la calidad de sus
    líderes con plena libertad en el
    sentido de su emancipación, poseedores de un alto nivel de
    capacidades, lo cual le permite gerenciar el cambio con
    visión proactiva. Cordeiro (1996) sostiene que el
    énfasis en los costos, clientes, caos y
    competitividad, son factores sobre los cuales la gerencia de
    activos humanos
    está orientando sus decisiones y acciones en
    forma global y estratégica, de manera tal de agregar
    valor en forma
    sistemática y continua a los procesos de la
    organización.

    Los nuevos esquemas gerenciales son reflejo de la forma
    como la organización piensa y opera, exigiendo entre otros
    aspectos: un trabajador con el
    conocimiento para desarrollar y alcanzar los objetivos del
    negocio; un proceso flexible ante los cambios introducidos por la
    organización; una estructura
    plana, ágil, reducida a la mínima expresión
    que crea un ambiente de
    trabajo que satisfaga a quienes participen en la ejecución
    de los objetivos
    organizacionales; un sistema de
    recompensa basado en la efectividad del proceso donde se comparte
    el éxito y el riesgo; y un
    equipo de trabajo participativo en las acciones de la
    organización.

    Ciertamente, las organizaciones venezolanas no escapan a
    esta realidad de cambio, con la adopción
    de nuevas
    tecnologías (Calidad de
    gestión, Reingeniería
    de procesos, Benchmarking,
    Outsourcing,
    etc) han visto excelentes resultados. Tal es el caso, de la
    industria
    petrolera que compite en los mercados
    internacionales. Es mucho lo que se debe seguir aprendiendo,
    manteniéndose en una permanente búsqueda de las
    mejores prácticas para ser los mejores. Este trabajo se
    basa en una Investigación
    Documental, el análisis de problemas con
    el propósito de ampliar el conocimiento,
    en base a los aportes de las diferentes fuentes
    bibliográficas y documentales, revisadas para el desarrollo del
    mismo. Dentro del presente enfoque se consideró importante
    plantear los aspectos de mayor relevancia del contenido del
    trabajo el cual consta de tres capítulos; el Primero,
    está orientado a desarrollar la cultura organizacional, a
    partir, de la importancia de cada uno de los factores
    relacionados con la empresa
    venezolanas, el Segundo enfoca la cultura dentro de un proceso de
    cambio
    organizacional, y el Tercero, relaciona la cultura
    organizacional con la gerencia de recursos
    humanos, como estrategia
    competitiva.

    Los objetivos de esta revisión documental son los
    siguientes;
    Objetivo
    General
    Identificar la cultura organizacional como ventaja competitiva de
    la gestión
    de recursos
    humanos.
    Objetivos Específicos
    Destacar la importancia
    de la cultura organizacional en la gestión de recursos humanos
    de la organización.
    Señalar la importancia de la cultura organizacional en las
    instituciones, tanto públicas, como privadas, que
    estén dispuestas a cambiar.
    Enfocar la gestión de recursos humanos como apoyo al
    cambio estratégico.
    Plantear alternativas estratégicas a la gestión de
    recursos humanos a fin de lograr líderes con alto sentido
    de compromiso para la cultura de cambio.

    2. Cultura
    Organizacional

    El propósito del presente capítulo es
    fundamentar la investigación con la revisión
    bibliográfica, referente al tema en estudio, incluyendo la
    Importancia de la cultura organizacional, análisis de los factores de la cultura,
    visión y valores.,
    desde los diferentes enfoques tratados para el
    desarrollo del
    trabajo.

    Las organizaciones tienen una finalidad, objetivos de
    supervivencia; pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de
    crecimiento. Tienen una personalidad,
    una necesidad, un carácter y
    se las considera como micro sociedades que
    tienen sus procesos de socialización, sus normas y su
    propia historia. Todo
    esto está relacionado con la cultura.

    Al respecto Robbins (1991) plantea:

    La idea de concebir las organizaciones como culturas (en
    las cuales hay un sistema de
    significados comunes entre sus integrantes) constituye un
    fenómeno bastante reciente. Hace diez años las
    organizaciones eran, en general, consideradas simplemente como un
    medio racional el cual era utilizado para coordinar y controlar a
    un grupo de
    personas. Tenían niveles verticales, departamentos,
    relaciones de autoridad,
    etc. Pero las organizaciones son algo más que eso, como
    los individuos; pueden ser rígidas o flexibles, poco
    amistosas o serviciales, innovadoras y conservadoras…, pero una
    y otra tienen una atmósfera y carácter
    especiales que van más allá de los simples rasgos
    estructurales….Los teóricos de la organización
    han comenzado, en los últimos años, a reconocer
    esto al admitir la importante función
    que la cultura desempeña en los miembros de una
    organización (pág, 439).

    Conceptualización de la Cultura
    Organizacional

    El concepto de
    cultura es nuevo en cuanto a su aplicación a la gestión
    empresarial. Es una nueva óptica
    que permite a la gerencia comprender y mejorar las
    organizaciones. Los conceptos que a continuación se
    plantearán han logrado gran importancia, porque obedecen a
    una necesidad de comprender lo que ocurre en un entorno y
    explican por qué algunas actividades que se realizan en
    las organizaciones fallan y otras no.

    Al revisar todo lo concerniente a la cultura, se
    encontró que la mayoría de autores citados en el
    desarrollo del trabajo coinciden, cuando relacionan la cultura
    organizacional, tanto con las ciencias
    sociales como con las ciencias de la
    conducta. Al
    respecto Davis (1993) dice que "la cultura es la conducta
    convencional de una sociedad, e
    influye en todas sus acciones a pesar de que rara vez esta
    realidad penetra en sus pensamientos conscientes". El autor
    considera que la gente asume con facilidad su cultura,
    además, que ésta le da seguridad y una
    posición en cualquier entorno donde se
    encuentre.

    Por otra parte, se encontró que las definiciones
    de cultura están identificadas con los sistemas
    dinámicos de la organización, ya que los valores
    pueden ser modificados, como efecto del aprendizaje continuo de
    los individuos; además le dan importancia a los procesos
    de sensibilización al cambio como parte puntual de la
    cultura organizacional.

    Delgado (1990) sostiene que la "Cultura es como la
    configuración de una conducta aprendida, cuyos elementos
    son compartidos y trasmitidos por los miembros de una comunidad"
    (pág.1).

    En la misma línea del autor citado anteriormente
    Schein (1988) se refiere al conjunto de valores, necesidades
    expectativas, creencias, políticas
    y normas aceptadas
    y practicadas por ellas. Distingue varios niveles de cultura, a)
    supuestos básicos; b) valores o ideologías; c)
    artefactos (jergas, historias, rituales y decoración) d;
    prácticas. Los artefactos y las prácticas expresan
    los valores e
    ideologías gerenciales.

    A través del conjunto de creencias y valores
    compartidos por los miembros de la organización, la
    cultura existe a un alto nivel de abstracción y se
    caracteriza porque condicionan el comportamiento
    de la organización, haciendo racional muchas actitudes que
    unen a la gente, condicionando su modo de pensar, sentir y
    actuar.

    Charles Handy citado por González y Bellino
    (1995), plantea cuatro tipos de culturas
    organizacionales:

    Dependiendo del énfasis que le otorga a algunos
    de los siguientes elementos: poder, rol,
    tareas y personas. Basado en esto, expresa que la cultura del
    poder se
    caracteriza por ser dirigida y controlada desde un centro de
    poder ejercido por personas clave dentro de las organizaciones.
    La cultura basada en el rol es usualmente identificada con la
    burocracia y
    se sustenta en una clara y detallada descripción de las responsabilidades de
    cada puesto dentro de la organización. La cultura por
    tareas está fundamentalmente apoyada en el trabajo
    proyectos que
    realiza la organización y se orienta hacia la
    obtención de resultados específicos en tiempos
    concretos. Finalmente, la cultura centrada en las personas, como
    su nombre lo indica, está basada en los individuos que
    integran la organización (pág, 38).

    Desde otro punto de vista más general, la cultura
    se fundamenta en los valores, las creencias y los principios que
    constituyen los cimientos del sistema gerencial de una
    organización, así como también al conjunto
    de procedimientos y
    conductas gerenciales que sirven de ejemplo y refuerzan esos
    principios
    básicos.

    Pümpin y García, citado por Vergara (1989)
    definen la cultura como "..el conjunto de normas, de valores y
    formas de pensar que caracterizan el comportamiento
    del personal en todos
    los niveles de la empresa,
    así como en la propia presentación de la imagen"
    (pág, 26).

    El planteamiento anterior, se refiere a la forma como la
    cultura vive en la organización. Además demuestra
    que la cultura funciona como un sistema o proceso. Es por ello,
    que la cultura no sólo incluye valores, actitudes y
    comportamiento, sino también, las consecuencias dirigidas
    hacia esa actividad, tales como la visión, las estrategias y las
    acciones, que en conjunto funcionan como sistema
    dinámico.

    Importancia de la Cultura Organizacional

    La cultura organizacional es la médula de la
    organización que está presente en todas las
    funciones y
    acciones que realizan todos sus miembros. A tal efecto Monsalve
    (1989) considera que la cultura nace en la sociedad, se
    administra mediante los recursos que la sociedad le proporciona y
    representa un activo factor que fomenta el desenvolvimiento de
    esa sociedad.

    Otros autores añaden más características a la cultura, tal es el
    caso de Katz y Kahn (1995) cuando plantean que las investigaciones
    sobre la cultura organizacional se han basado en métodos
    cualitativos, por cuanto; es difícil evaluar la cultura de
    manera objetiva porque ésta se asienta sobre las
    suposiciones compartidas de los sujetos y se expresa a
    través del lenguaje,
    normas, historias y tradiciones de sus líderes.

    La cultura determina la forma como funciona una empresa,
    ésta se refleja en las estrategias,
    estructuras y
    sistemas. Es la
    fuente invisible donde la visión adquieren su guía
    de acción. El éxito de los proyectos de
    transformación depende del talento y de la aptitud de la
    gerencia para cambiar la cultura de la organización de
    acuerdo a las exigencias del entorno. Al respecto Deal y Kennedy
    (1985)) ven a la cultura organizacional como "la conducta
    convencional de una sociedad que comparte una serie de valores y
    creencias particulares y éstos a su vez influyen en todas
    sus acciones". Por lo tanto, la cultura por ser aprendida,
    evoluciona con nuevas experiencias, y puede ser cambiada si llega
    a entenderse la dinámica del proceso de
    aprendizaje.

    Dentro del marco conceptual, la cultura organizacional
    tiene la particularidad de manifestarse a través de
    conductas significativas de los miembros de una
    organizaciòn, las cuales facilitan el comportamiento en la
    misma y, se identifican básicamente a través de un
    conjunto de practicas gerenciales y supervisorias, como elementos
    de la dinámica organizacional . Al respecto
    Guerin (1992) sostiene que es importante conocer el tipo de
    cultura de una organización, porque los valores y las
    normas van a influir en los comportamientos de los
    individuos.

    En los diferentes enfoques sobre cultura organizacional
    se ha podido observar que hay autores interesados en ver la
    cultura como una visión general para comprender el
    comportamiento de las organizaciones, otros se han inclinado a
    conocer con profundidad el liderazgo, los
    roles, el poder de los gerentes como transmisores de la cultura
    de las organizaciones.

    Con respecto a lo anterior, resulta de interés el
    planteamiento que hace Kurt Lewin,( citado por Newstrom, 1991)
    cuando sostiene que el comportamiento individual depende de la
    interacción entre las características personales y el ambiente que
    lo rodea. Parte de ese ambiente es la cultura social, que
    proporciona amplias pistas sobre cómo se conduciría
    una persona en un
    determinado ambiente.

    Por otra parte, la originalidad de una persona se
    expresa a través del comportamiento y, la individualidad
    de las organizaciones puede expresarse en términos de la
    cultura. Hay prácticas dentro de la organizaciòn
    que reflejan que la cultura es aprendida y, por lo tanto, deben
    crearse culturas con espíritu de un aprendizaje continuo.
    Al respecto Siliceo (1995) sostiene que la capacitación continua al colectivo
    organizacional es un elemento fundamental para dar apoyo a todo
    programa
    orientado a crear y fortalecer el sentido de compromiso del
    personal,
    cambiar actitudes y construir un lenguaje
    común que facilite la
    comunicación, comprensión e integración de las personas.

    Al cultivarse una cultura en la organizaciòn
    sustentada por sus valores, se persigue que todos los integrantes
    desarrollen una identificación con los propósitos
    estratégicos de la organizaciòn y desplieguen
    conductas direccionadas a ser autocontroladas ( Schein, 1985). Es
    decir, una cultura es el modo particular de hacer las cosas en un
    entorno específico.

    Características de la Cultura

    Con respecto a las características de la cultura
    Davis (1993) plantea que las organinzaciones, al igual que las
    huellas digitales, son siempre singulares. Puntualiza que poseen
    su propia historia, comportamiento,
    proceso de comunicación, relaciones
    interpersonales, sistema de recompensa , toma de
    decisiones, filosofía y mitos que, en
    su totalidad, constituyen la cultura.

    Tanto en sus dimensiones generales como en sus
    horizontes más específicos, la cultura encarna una
    manifestación social e histórica. Además, la
    cultura se expresa en un determinado espacio y en un determinado
    lugar de los cuales recibe influencias
    (Guédez,1996).

    "La cultura determina lo que las personas involucradas
    en ella consideran correcto o incorrecto, así como sus
    preferencias en la manera de ser dirigidos" (Davis,
    1990).

    La diferencia entre las distintas filosofías
    organizacionales, hace que se considere la cultura única y
    exclusiva para cada empresa y permite
    un alto grado de cohesión entre sus miembros, siempre y
    cuando sea compartida por la mayoría.

    Los planteamientos anteriormente señalados, se
    mantienen, porque a partir de sus raíces toda
    organización construye su propia personalidad y
    su propio lenguaje. Los cuales están representados por el
    modelaje ( tácticas o estrategias) de cada uno de sus
    miembros.

    Al respecto Guiot (1992) considera que la cultura
    organizacional:

    • Permite al individuo interpretar correctamente las
      exigencias y comprender la interacción de los
      distintos individuos y de la organización. Da una idea
      de lo que se espera. Ofrece una representación
      completa de las reglas de juego sin
      las cuales no pueden obtenerse poder, posición social
      ni recompensas materiales.
    • En sentido opuesto, le permite a la
      organización aprender. Es sólo gracias a su
      cultura que la organización puede ser más que
      la suma de sus miembros. La cultura organizacional
      desempeña el papel de
      una memoria
      colectiva en la que se guarda el capital
      informático. Esta memoria le da
      significación a la experiencia de los participantes y
      orienta los esfuerzos y las estrategias de la
      organización.
    • Es a través de la cultura organizacional que
      se ilumina y se racionaliza el compromiso del individuo con
      respecto a la organización. Las organizaciones se
      crean continuamente con lo que sus miembros perciben del
      mundo y con lo que sucede dentro de la organización
      (págs,181-182).

    El análisis anterior considera la cultura, como
    una prioridad estratégica, a causa de su evolución particularmente lenta en el
    tiempo y de su
    impacto crucial sobre el éxito o el fracaso de las
    estrategias organizacionales.

    En virtud a lo señalado sobre el tema, se puede
    afirmar que la cultura es el reflejo de factores profundos de
    la
    personalidad, como los valores y las actitudes que
    evolucionan muy lentamente y, a menudo son inconscientes. En
    consecuencia, la cultura organizacional es entendida como el
    conjunto de creencias y prácticas ampliamente compartidas
    en la organización y, por tanto, tiene una influencia
    directa sobre el proceso de decisión y sobre el
    comportamiento de la organización. En última
    instancia, ofrecen incluso ideas, directrices o, como
    mínimo, interpretaciones de las ideas concernientes a lo
    que es, y a lo que debería ser el desempeño real de la
    organización.

    Para Robbins (1991):

    La cultura cumple varias funciones en el seno de una
    organización. En primer lugar, cumple la función de
    definir los límites;
    es decir, los comportamientos difieren unos de otros. Segundo,
    trasmite un sentido de identidad a
    sus miembros. Tercero, facilita la creación de un
    compromiso personal con algo más amplio que los intereses
    egoístas del individuo. Cuarto, incrementa la estabilidad
    del sistema social. La cultura es el vínculo social que
    ayuda a mantener unida a la organización al proporcionar
    normas adecuadas de los que deben hacer y decir los
    empleados…(pág. 444).

    Con base al anterior planteamiento, se puede bajar hacia
    un enfoque más concreto del
    tema. Es decir mencionar los efectos de los fenómenos
    culturales sobre la efectividad empresarial y la situación
    del individuo. Al respecto Schein (1985 )
    señala:

    "Los efectos del mal conocimiento
    de la cultura son tristemente obvios en el ámbito
    internacional. El mal conocimiento de la cultura puede ser causa
    de guerras y del
    hundimiento de sociedades,
    como cuando la presencia de subculturas sólidas provoca
    que la cultura principal pierda su capacidad centralizadora y de
    integración" (pág. 47).

    Estos planteamientos enfocan la cultura organizacional
    como una variable importante que está interrelacionada con
    el comportamiento
    organizacional y se concibe como la configuración de
    la conducta aprendida y de los resultados de dicha conducta,
    cuyos elementos se comparten y transmiten a los miembros de una
    sociedad, por otra parte, permite que los micromotivos de los
    actores (necesidades, creencias, valores, reglas,
    símbolos) entre otros, formen un macro-comportamiento
    organizacional.

    Analizando lo anterior, se puede considerar que la
    cultura organizacional contiene aspectos que están
    interrelacionados, podría entenderse que es un reflejo del
    equilibrio
    dinámico y de las relaciones armónicas de todo el
    conjunto de sub-sistemas, esto significa que en una
    organización pueden existir sub-culturas dentro de una
    misma cultura.

    Al respecto Robbins (1991) afirma que "las sub-culturas
    son propias de grandes organizaciones, las cuales reflejan
    problemas y situaciones o experiencias comunes de los
    integrantes. Estas se centran en los diferentes departamentos o
    las distintas áreas descentralizadas de la
    organizaciòn".

    Cualquier área o dependencia de la
    organización puede adoptar una sub-cultura compartida
    exclusivamente por sus miembros, éstos, a su vez
    asumirán los valores de la cultura central junto con otros
    que son propios de los trabajadores que se desempeñan en
    dichas dependencias.

    La sub-cultura proporciona un marco de referencia en que
    los miembros de la organizaciòn interpretan actividades y
    acontecimientos, difíciles de precisar por ser conductas
    individuales.

    En consecuencia, si bien es cierto, que la cultura de
    una organización es el reflejo del equilibrio
    dinámico que se produce entre los subsistemas mencionados,
    no es menos cierto, que se debe comprender el desenvolvimiento y
    alcance de esta dinámica. Lo que permite ver con
    más facilidad el comportamiento de los procesos
    organizacionales.

    Guédez (1995) plantea dos aspectos importantes
    que son:

    Los subsistemas filosóficos y actitudinales, es
    decir, que el subsistema filosófico se vincula con la
    misión,
    visión y valores de una organización, pues estos
    aspectos son responsabilidad explícita y directa de la
    alta gerencia. En efecto, son los directivos que deben asumir el
    papel de
    facilitadores para esbozar y concretar la misión,
    visión y valores. Otro subsistema, es el actitudinal,
    mantiene mucha dependencia del subsistema filosófico,
    comprende todo lo concerniente a los comportamientos,
    sentimientos, relaciones y comunicaciones, sentido de trabajo y
    responsabilidades, inclinación participativa, lealtad e
    involucración afectiva; este representa la fuente
    principal del clima
    organizacional (pág. 59).

    Por otra parte, la gerencia con un claro conocimiento de
    la misión y la visión de la empresa fomentan la
    participación del colectivo organizacional en el logro de
    los objetivos.

    La misión puede verse como el nivel de percepción
    que tenga una personalidad acerca de las respuestas
    satisfactorias que se le de acerca del objetivo
    principal, ético y trascendente de la existencia de la
    organización Denison (1991). Es decir, que equivale a la
    respuesta del para qué existe la
    organización.

    El autor citado anteriormente considera que la
    misión es la razón de ser de cualquier
    organización, pero no, es menos cierto, que la
    misión proporciona sentido y propósito, definiendo
    una función social y metas externas para una
    institución y definiendo funciones individuales con
    respecto a la función organizacional.

    El sentido de la misión requiere que las
    organizaciones se proyecten a futuro. Esta manera de pensar tiene
    un impacto sobre la conducta y permite que una
    organización configure su actual comportamiento
    contemplando un estado futuro
    deseado.

    Hablar del futuro de una organización, es hablar
    de la visión de la misma, ésta puede ser vista a
    partir de las necesidades o requerimientos futuros de la
    organización, que puedan ser utilizados para propiciar una
    percepción compartida de la necesidad del
    cambio y una descripción de la organización
    futura deseada.

    El planteamiento que hace Senge (1990) sobre las
    visiones compartidas, se basa, en alentar a los miembros de la
    organización a desarrollar y compartir sus propias
    visiones personales, y afirma que una visión no se
    comparte en realidad hasta que se relacione con las visiones
    personales de los individuos en toda la
    organización.

    Una visión exitosa generalmente está
    constituida por grupos de
    individuos comprometidos con la organización y que
    están dispuestos a proporcionar todo su potencial para el
    logro de los objetivos propuestos (Jackson,1992). Es decir, las
    culturas corporativas surgen de visiones personales y está
    arraigada en el conjunto de valores, intereses y aspiraciones de
    un individuo.

    Uno de los más grandes desafíos que
    tendrá que afrontar la gerencia consiste en traducir la
    visión en acciones y actividades de apoyo. Es importante
    identificar y delinear la forma como se va a realizar este paso
    de la teoría
    a la práctica o de la visión a la acción que
    implica un equilibrio entre la mejora del ambiente actual y
    futuro.

    Valores Organizacionales
    Los valores representan la base de evaluación
    que los miembros de una organización emplean para juzgar
    situaciones, actos, objetos y personas. Estos reflejan las metas
    reales, así como, las creencias y conceptos básicos
    de una organizaciòn y, como tales, forman la médula
    de la cultura organizacional (Denison, 1991).

    Los valores son los cimientos de cualquier cultura
    organizacional, definen el éxito en términos
    concretos para los empleados y establecen normas para la
    organizaciòn ( Deal y Kennedy, 1985). Como esencia de la
    filosofía que la empresa tenga para alcanzar el
    éxito, los valores proporcionan un sentido de dirección común para todos los
    empleados y establecen directrices para su compromiso
    diario.

    Los valores inspiran la razón de ser de cada
    Institución, las normas vienen a ser los manuales de
    instrucciones para el comportamiento de la empresa y de las
    personas Robbins (1991).

    Por lo tanto , toda organizaciòn con aspiraciones
    de excelencia debería tener comprendidos y sistematizados
    los valores y las ideas que constituyen el comportamiento
    motor de la
    empresa.

    En consecuencia, los planteamientos descritos
    anteriormente , conducen a pensar que los valores están
    explícitos en la voluntad de los fundadores de las
    empresas, en
    las actas de constitución y en la formalización
    de la misiòn y visión de las organizaciones. El
    rasgo constitutivo de valor no es sólo la creencia o la
    convicción, sino también su traducción en
    patrones de comportamiento que la organización tiene
    derecho de exigir a sus miembros. Los valores se generan de la
    cultura de la organización, por lo tanto, son acordados
    por la alta gerencia. Igualmente son exigibles y se toman en
    cuenta para la evaluación
    y el desarrollo del personal que integra la
    organización.

    Importancia de los valores

    La importancia del valor radica en que se convierte en
    un elemento motivador de las acciones y del comportamiento
    humano, define el carácter fundamental y definitivo de la
    organizaciòn, crea un sentido de identidad del
    personal con la organizaciòn (Denison, 1991).

    Por lo tanto, los valores son formulados,
    enseñados y asumidos dentro de una realidad concreta y no
    como entes absolutos en un contexto social, representando una
    opción con bases ideológicas con las bases sociales
    y culturales .

    Los valores deben ser claros, iguales compartidos y
    aceptados por todos los miembros y niveles de la
    organizaciòn, para que exista un criterio unificado que
    compacte y fortalezca los intereses de todos los miembros con la
    organizaciòn (Robbins, 1991).

    Sistema de valores

    A partir de las diferentes definiciones sobre los
    valores organizacionales planteadas por los estudiosos citados en
    la investigación, se puede considerar
    relevante lo señalado por Monsalve (1989) cuando enfoca
    este proceso desde la siguientes perspectivas: aprender el valor
    a través del pensar, reflexionar, razonar y comprender,
    enseñar el valor a través de su descripción,
    explicación, ejemplificación y transmisión y
    actuar el valor convertirlo en un hábito, entendido
    éste, como la integración del
    conocimiento.

    Aunque los valores sean abstractos, su utilidad
    organizacional se basa en su capacidad para generar y dirigir
    conductas concretas o en la factibilidad de
    su conversión en pautas, lineamientos y criterios para
    acciones y conductas, lo que determina que siempre sean
    formulados, enseñados y asumidos dentro de una realidad
    concreta de actuación, convirtiéndose en atributos
    de dignidad o perfección que debe tener cada elemento de
    lo real o de lo que se hace en el puesto o función
    .

    Valores compartidos

    En términos de valores, es importante comunicar a
    todos los miembros de la organización cual es exactamente
    el sistema de valores de la empresa, especialmente en
    períodos de cambio. Además, producir el cambio en
    la cultura de la organización, otro mecanismo importante
    es el entrenamiento
    gerencial que está explícitamente orientado a
    modificar la conducta en apoyo de los nuevos valores corporativos
    (Jackson,1992).

    La internalizaciòn de los valores
    organizacionales, implica que el individuo se identifica con la
    empresa y, es compromiso de la gerencia mantener informado al
    colectivo organizacional del quehacer diario, lo que la
    organizaciòn propone como beneficioso, correcto o
    deseable.

    Al proactivarse un valor se crean condiciones que
    permiten elegir, escoger o seleccionar los valores que la
    organizaciòn oferta y
    propone. Esto a su vez, invita a compartir un sentimiento de
    pertenencia a cada uno de sus miembros e influye en sus
    manifestaciones conductuales.

    Los valores representan pautas o referencia para la
    producción de la conducta deseada,
    conforman la toma de
    decisiones de la organizaciòn, mientras que la
    proactivaciòn por su parte, conforma la capacidad real de
    ejecución de esos resultados a través de las
    acciones concretas de los integrantes de la organizaciòn
    (Monsalve, 1989).

    Por lo anteriormente señalado, se pude discernir
    que para desarrollar una verdadera cultura organizacional, es
    necesario que la alta gerencia desarrolle una filosofía
    global que guíe la actuación de cada uno de los
    miembros de la organización.

    Las acciones de la gente se basan siempre en parte de
    las consideraciones básicas que hacen. Al respecto Der
    Erve (1990) considera que es importante que la alta gerencia
    desarrolle su propia filosofía donde incluya sus
    experiencias previas, su educación y
    antecedentes, así como, sus consideraciones básicas
    acerca de la gente y la necesidad de ganar el compromiso de los
    subordinados con base a los valores de la organización
    .

    Al estudiar cada uno de los enfoques de cultura
    organizacional, se ha podido observar que los autores citados,
    han enfatizado sobre el comportamiento de las organizaciones y,
    de las modificaciones permanentes y vertiginosas de las
    condiciones competitivas a que están sujetas las
    organizaciones.

    Por tanto, las organizaciones exitosas serán
    aquéllas que sean capaces de reconocer y desarrollar sus
    propios valores basados en su capacidad de crear valor a
    través de la creación del conocimiento y su
    expresión.

    3. Cultura y cambio
    organizacional

    Las tendencias que pautan el desenvolvimiento del mundo
    contemporáneo determinan los cambios, es decir, las nuevas
    actitudes en las empresas, tales
    como, la globalización de la economía, la conciencia
    ambientalista, la aceleración de las privatizaciones, las
    alianzas estratégicas y el avance tecnológico,
    conforman un ineludible conjunto de condiciones que afectan las
    organizaciones. La estrategia que
    mejor interpreta las respuestas ante las demandas de ese entorno
    tan complejo y cambiante se resume en competitividad.

    Naturaleza del cambio en la cultura
    organizacional

    Es propio de la naturaleza de las
    organizaciones, que ellas cambian con el tiempo y, por
    tanto, los gerentes por definición, tienen que estar
    tratando de manejar el cambio con una visión proactiva
    (Stewart, 1992) .

    De acuerdo a lo anterior, la misma supervivencia de una
    organización puede depender de la forma como adapte la
    cultura a un ambiente de rápido cambio. A partir de esta
    premisa, las organizaciones que quieren ser competitivas se
    mantienen en busca de la excelencia, a través de la
    adquisición de nuevos conocimientos que les permitan estar
    a la par del entorno y, a su vez, asumir el compromiso de conocer
    el grado de integración y diversificación de
    competencias,
    de manera que puedan, utilizar las herramientas
    que les permitan estructurar un adecuado portafolio de productos y/o
    servicios
    (Morales 1993).

    Dentro del marco descrito anteriormente, esas son
    estrategias que toda gerencia debería adoptar para el
    logro del éxito en el alcance de los objetivos
    establecidos, según las orientaciones preestablecidas por
    la visiòn de la organizaciòn.

    Implicaciones del cambio de la cultura

    El cambio de la cultura implica una modificación
    de un estado, una
    condición o situación. Es una transformación
    característica, una alteración de dimensiones o
    aspectos más o menos significativos. El panorama actual de
    las organizaciones se presenta lleno de cambios radicales y con
    un ritmo sin precedente en la historia de la
    humanidad.

    En la medida que los cambios se vuelven un factor
    permanente y acelerado, la adaptabilidad del individuo
    organizacional a tales cambios resulta cada vez más
    determinante en la supervivencia de cualquier empresa (Bennis,
    1966).

    Considerando lo anterior como una constante, la realidad
    permite concluir lo siguiente: las organizaciones se plantean
    retos y han demostrado que el presente es de quienes se adapten
    más agresivamente a las nuevas realidades, que las
    ciencias
    gerenciales modernas tienen sentido cuando se aplican
    adecuadamente, que los retos del futuro son superables cuando se
    toma conciencia del
    papel de la innovación en un entorno
    cambiante.

    A medida que las organizaciones desafían el
    cambio, será determinante que la gerencia desarrolle
    nuevas
    tecnologías en función de mejorar las destrezas
    y habilidades de los individuos. Al respecto Herrera (1997) dice
    que todo ello apunta hacia la necesidad de diseñar nuevas
    estrategias, estructuras y crear nuevas culturas; ello implica
    una revisión profunda de la actividad
    gerencial.

    La esencia de la gestión de la alta gerencia, es
    visualizar acertadamente hacia donde se deben encaminar los
    esfuerzos de una organización, y lograr moverla al menor
    costo. Sin
    embargo, hacer esto no es fácil, ya que se presentan
    imprevistos, y tantas posibilidades de limitaciones
    únicas, que resulta complejo enfrentarlas con esquemas
    rígidos- pero ejecutar el cambio con enfoques nuevos,
    sugiere que el cambio en alguna forma es un fenómeno que
    presenta un reto sin precedentes (Maraven, 1997).

    Naím (1989) considera tres ideas básicas
    acerca de la gerencia del cambio.

    Primero: consiste en la capacidad que debe tener la alta
    gerencia en manejar los cambios, ya que éstos implican
    costos, riesgos,
    ineficiencias temporales y cierta dosis de trauma y turbulencia
    en la organización. Adicionalmente, pueden obligar a la
    alta gerencia a invertir tiempo y esfuerzos y obviar otros
    asuntos claves para la empresa. Segundo: una vez que se inicia el
    cambio, este adquiere una dinámica propia e independiente
    de quien lo promueve o dirige, es decir, puede suceder que en
    algunos de los casos más exitosos de cambio, los
    resultados obtenidos sean consonos a lo planificado inicialmente.
    Aunque en algunos casos, lo planificado y lo obtenido no coincida
    por completo. Este fenómeno es motivado, entre otras
    cosas, al hecho de que una vez que se desencadena el proceso de
    cambio, ocurren una serie de eventos,
    acciones, reacciones, consecuencias y efectos que
    difícilmente, pueden ser anticipados y controlados por
    completo por quienes gerencian el cambio. Tercero: el cambio en
    una empresa es
    un proceso lento, costoso, confuso y conflictivo, que normalmente
    ocurre a través de cierta etapas más o menos
    comunes (pág. 479) .

    Por lo tanto, que no sólo es importante
    diseñar y planificar el estado
    futuro deseado, sino analizar profundamente el estado de
    transición necesario para que la organización se
    mueva hacia el objetivo deseado.

    Es importante destacar que el cambio requiere de un alto
    nivel de compromiso, inversión y dedicación al logro de
    la nueva situación; que si no se cuenta con la
    participación activa y el apoyo de quienes tienen el poder
    de toma de decisión en la empresa, es muy probable que el
    cambio no sea exitoso o quede inconcluso, lo que puede ser
    perjudicial para la organización.

    Proceso de Cambio

    Proceso de cambio y su relación con el
    éxito de las organizaciones. Tomado de la revista
    "Calidad Empresarial" por Corpoven (1997, pàg
    16).

    Por lo anterior, los cambios son producto del
    crecimiento de las organizaciones, en cuanto a los planes que
    desarrollan, por la diversificación de sus acciones,
    especialización de sus actividades, el liderazgo de sus
    direcciones y por las características del mercado donde
    actúan y compiten.

    Proceso del cambio planeado

    Las organizaciones con visión proactiva tienen la
    capacidad de percibir y entender los cambios y el efecto que
    éstos tienen sobre la conducta de los que se
    involucran

    Kurt Lewin, citado por Naím (1989) presenta un
    modelo de
    cambio en tres etapas: procesos que deben ocurrir en cada una de
    las fases para lograr el cambio en un sistema humano.

    1. Descongelamiento (invalidación), durante
      esta etapa se generan y consolidan las fuerzas a favor del
      cambio. Esta es la etapa donde la insatisfacción con
      la situación existente alcanza el nivel suficiente
      como para que se decida cambiarla. La ansiedad,
      preocupación y motivación deben ser lo suficientemente
      altos como para justificar los costos de un cambio. En esta
      etapa además se ofrecen el mayor número de
      oportunidades para reducir la resistencia al
      cambio, a través de la difusión de información que permita conocer las
      insuficiencias de la situación existente, la necesidad
      imperante de cambiarla y los rasgos de situación
      futura que se desea alcanzar. La participación suele
      ser el mejor antídoto a la resistencia organizacional.
    2. Cambio a través de la
      reestructuración cognoscitiva: se introducen las
      modificaciones planeadas, comenzando con las más
      fáciles de aceptar por parte de la
      organización, pasando luego gradualmente, a los
      cambios de mayor complejidad y alcance. Durante este
      período, el cual suele ser el más largo y
      costoso, aparecen los problemas y peligros que más
      dedicación y talento exigen de la alta
      gerencia.
    3. Nuevo congelamiento (consolidación del
      cambio), esta fase ayuda a la gerencia para que incopore su
      nuevo punto de vista, es decir, se crean las condiciones y
      garantías necesarias para asegurar que los cambios
      logrados no desaparezcan. El empuje de la alta
      gerencia

    Según el autor, el establecer cambios duraderos
    significa empezar por abrir las cerraduras o descongelar el
    sistema social actual, lo que significaría, tal vez, una
    especie de confrontación, o un proceso de
    reeducación. Además, el avance conductual, viene a
    ser una especie de cambio deseado, como en una
    reorganización. Por último, tienen que estar
    alertas y tomar medidas pertinentes que aseguren que el nuevo
    estado del comportamiento sea relativamente
    permanente.

    Proceso de cambio
    Descongelamiento
    Movimiento
    Congelamient
    Cambio planeado
    Diagnóstico
    Planificación
    Acción
    Evaluación

    Proceso de Cambio y Cambio planeado. Tomado del libro ABC del
    D.O por Audirac, Estavillo y otros. (1994).
    En este sentido, es importante señalar que el modelo
    descrito anteriormente, refleja un proceso social y las
    decisiones del grupo que lo
    determina, además, la aplicación de técnicas y
    herramientas
    para abordar las síntomas de la
    organización.

    El modelo de cambio planeado de Lippitt, Watson y
    Westley, citado por Burke (1988) amplían los tres pasos de
    Lewin a cinco fases. Según el autor el paso 1 no se haya
    aún completado cuando se dé el paso 2, y así
    sucesivamente. El modelo en referencia comprende los siguientes
    pasos:

    1. Desarrollo de la necesidad de cambio
      (descongelación de Lewin).
    2. Establecimiento de una relación de
      cambio.
    3. Trabajo para lograr el cambio (avance).
    4. Generalización y estabilización del
      cambio (recongelación)
    5. Logro de una relación terminal (pág.
      61).

    A su efecto, Antonorsi (1991) plantea que el proceso de
    cambio planificado de una organización cumple siete pasos,
    a saber:

    1. Definir los objetivos a lograr : este paso persigue
      definir claramente la misión de la
      organización.
    2. Definir el desempeño deseado es una
      forma de ver los objetivos como realidades ya
      logradas.
    3. Analizar la organización actual: este paso se
      denomina diagnóstico, permite identificar que tan
      lejos se encuentra la organización de los objetivos
      identificados y el desempeño deseado.
    4. Definir los cambios necesarios: consiste en
      -determinar los asuntos a resolver además de
      -identificar los aspectos claves, que realmente es importante
      resolver ya que la naturaleza
      limitada de recursos impide resolver todos los
      problemas
    5. Diseñar la organización futura: para lo
      cual se debe -identificar las diferentes opciones que existen
      para lograr los objetivos propuestos.
    6. Planificar los cambios organizacionales, definir la
      estrategia global del cambio, para lo cual se puede tratar de
      visualizar diferentes metas para alcanzar la situación
      futura.
    7. Ejecutar los cambio organizacionales. Una vez que los
      cambios se han identificado y planificado se deben realizar los
      siguientes pasos -definir la organización para el
      cambio. – asegurar el liderazgo para el cambio, ya que el mismo
      es imprescindible como factor de dinamización y
      conducción del cambio organizacional– asegurar la
      participación activa todas las personas que conforman la
      organización.

    Realizar seguimiento y control: no es
    posible alcanzar una exitosa ejecución de los cambios si
    éstos no son evaluados continuamente (pág., 8)
    .

    Al comparar las fases del cambio planeado presentado por
    los autores mencionados anteriormente, se ha podido encontrar que
    cada uno de ellos señala diferentes etapas, sin embargo,
    las diferencias tan sólo se encuentran en las
    denominaciones y en el énfasis; el proceso global es el
    mismo.

    En otro orden de ideas, se puede decir que el cambio se
    relaciona con la necesidad que se plantean las organizaciones
    cuando quieren estar en la cresta de la ola, es decir, para que
    las organizaciones alcancen altos niveles de rendimiento tendran
    que aprender; además, saber qué sienten y
    qué piensan las personas, con la finalidad de mejorar el
    comportamiento y así estar dispuestos a la
    adaptación de los cambios del entorno y, para hacerlo
    deben, a su vez, cambiarse a sí mismas, que equivale a
    transformarse. Ello conlleva a desarrollar en los gerentes una
    nueva aptitud para adaptarse a nuevas situaciones
    organizacionales.

    En consecuencia, Robbins (1992) considera que la alta
    gerencia tiene que ver con la
    personalidad de los trabajadores, aún cuando existen
    otras variables de
    peso que condicionan, modifican y, en ciertas manera, contribuyen
    a determinar los eventos de la
    vida diaria de la organización.

    Por otra parte, la conducta asumida por los trabajadores
    es modelada por un clima que va
    perfilando y consolidando rasgos de actuación con un
    determinado grado de permanencia. Este clima está
    integrado, por una parte, por la dinámica pasada, que
    solidifica modos de pensar y actuar; y por la dinámica
    coyuntural, que activa conductas y sentimientos y puede hasta
    "descongelar" atributos personales preestablecidos.

    "Ningún cambio cultural ocurre con facilidad y,
    menos pensar, en un cambio a corto plazo" (Stewart, 1992). Es
    elemental plantearse una necesidad de cambio partiendo de la
    premisa; de que la cultura debe cambiarse con el fin de ser
    más consecuente con las demandas competitivas del
    entorno.

    En relación al enfoque anterior, la cultura
    organizacional constituye parte fundamental, ya que ella
    está integrada a la satisfacción y bienestar
    individual y colectivo, conciliando los intereses del sistema
    para que el resultado que se obtenga sea calificado como ideal,
    en la organización.

    En este sentido, el éxito de las organizaciones
    será de aquellos gerentes que puedan manejar mejor el
    cambio; pero el manejo del cambio por lo general requiere de
    empleados comprometidos (Dessler, 1997).

    Al respecto Der Erve (1990) considera que "tratar de
    modificar la cultura de una empresa es ciertamente frustrante
    dado que la gran mayoría de personas se resisten al
    cambio, sobre todo, cuando ese cambio se propone en el lugar
    donde las personas trabajan. A pesar de, que este proceso es
    difícil hay que realizarlo".

    En consecuencia, se pueden crear programas de
    refuerzo de valores, contratar personas expertas que faciliten
    estos procesos de cambio y permitan a la organizaciòn
    alcanzar sus objetivos sin traumas.

    El cambio genera en las personas amenazas, incertidumbre
    a lo desconocido , lo cual, son fuente de ansiedad e incomodidad
    personal. Exacerba la sensación de pérdida de
    autonomía personal y control sobre los
    individuos. Todo cambio implica, al menos durante un tiempo, el
    esfuerzo adicional de tener que aprender a desenvolverse
    adecuadamente en la nueva situación, lo cual es una fuente
    adicional de trabajo y de preocupación (Landaeta y
    Amoeiro, (1996).

    Reacción de la organización ante la
    incorporación de el cambio

    Los efectos del cambio no son automáticos, ni
    necesariamente equivalentes a lo esperado. El mismo opera a
    través del cambio en las personas; ellas son las que
    controlan sus resultados. Los sentimientos y valoraciones de los
    implicados, respecto al cambio, deciden en gran medida su
    reacción.

    Aspectos interrelacionados con el cambio. Basadp en la
    información tomada de los diferentes planteamientos
    que se han enfocado a lo largo del trabajo. Diseño
    de la autora del trabajo.

    De acuerdo a lo reflejado en el gráfico, se puede
    percibir la influencia directa que genera el cambio en las
    personas afectadas.

    En consecuencia, se concibe al hombre
    organizacional como un ser que busca su desarrollo integral a
    partir del encuentro de sus tres dimensiones: intelectual,
    afectiva y social; se habla de organizaciones como el espacio
    vital que le debe posibilitar al hombre su
    desarrollo; y para que este desarrollo se dé, debe ser una
    organización con necesidad de cambio.

    Por lo antes expuesto, las organizaciones deben
    convertirse en espacios para la
    comunicación y la reflexión, producto de la
    construcción conjunta de las personas que
    la conforman. Además, considerar el cambio de cultura como
    proceso continuo de aprendizaje enmarcando al hombre como el
    centro del desarrollo de una organización.

    El proceso educativo puede ser concebido como el proceso
    de compartir una cultura y/o un conocimiento, con el que se logra
    el mantenimiento
    de la cultura existente de la organización.

    De acuerdo a lo anterior, ningún cambio puede ser
    exitoso, sin una planificación previa; además,
    determinar, sí éstos deben ser iniciados por
    quienes sienten realmente la necesidad del cambio. Es posible que
    la influencia del liderazgo, tenga sus límites,
    particularmente en las grandes empresas, donde la alta gerencia
    se encuentra muy alejada de las funciones de la gerencia a nivel
    operativo.

    Cualquiera que sea el caso, cuando la empresa
    está en proceso de cambio, las normas culturales deben
    reorientarse cambiando el sistema de gerencia, es decir, los
    múltiples procesos gerenciales, la estructura
    organizacional y el estilo gerencial que impulsa a la empresa
    (Corpoven, 1997), para visualizar mejor el cambio se presenta a
    continuación una metodología para asegurar su
    éxito.

    Organización para el Cambio. Tomado de
    la

    Revista "Calidad Empresarial" No 6, por Harrison y
    Pratt(1994)

    Traducido por Lic. Salomón Sayda

    Es evidente, que de alguna forma el cambio es un
    fenómeno nuevo que presenta un reto sin precedentes. La
    gerencia que está llamada al cambio debe cumplir un papel
    protagónico en cuanto a las transformaciones
    organizacionales, ya que, el nuevo perfil de gerencia que han
    venido asumiendo las organizaciones tiene su origen a partir de
    la introducción de nuevas tecnologías,
    en la
    globalización de los mercados, aunado
    a la creciente crisis
    económicas y sociales que tienen que afrontar las
    organizaciones.

    Tal situación ha originado nuevos retos a la alta
    gerencia; pero a su vez ha permitido liberar energía e
    iniciativas suficientes que llevarán a las organizaciones
    a ser competentes en el mundo de los negocios.

    La competitividad es una estrategia que resulta de
    combinar el espíritu empresarial con la capacidad de
    aprender continuamente (Drucker, 1986). En sentido general se
    puede decir que es una actitud y una
    aptitud. Es una actitud
    orientada hacia la visualización de oportunidades y el
    control de las amenazas. También es una aptitud que
    permite mantener e incrementar la preferencia de los clientes por los
    bienes o
    servicios que
    se ofrecen.

    En otro orden de ideas, se percibe una interdependencia
    entre gerencia y cambio: nuevamente se puede plantear que
    gerenciar es sinonimo de cambiar. Las organizaciones
    convencionales se planteaban proyectos de cambio para conseguir
    una condición de estabilidad y equilibrio. Actualmente, el
    cambio no persigue sosiego y tranquilidad; por el contrario, se
    cambia para tener una mayor capacidad de cambio. Ahora el cambio
    se interpreta como el camino natural a través del cual se
    desenvuelven las organizaciones.

    Los cambios han sido como instrumentos de
    adaptación. Casi todos impulsados por una crisis de
    misión y estrategia de las organizaciones y, por la
    necesidad de adaptarse, más que por cualquier
    intención de cambio de la organización interna
    propiamente dicha. Esta perspectiva refleja que el cambio en las
    organizaciones a veces se describe como un proceso de
    conversión de un líder o
    liderazgo que luego se trasmite a través de toda la
    empresa.

    Las premisas anteriores permiten el planteamiento de la
    tesis que el
    espíritu empresarial y el
    conocimiento son los dos factores más importantes que
    determinan el éxito de las organizaciones.

    Cambio organizacional para una mayor
    competitividad

    El nuevo escenario a que están sujetas las
    organizaciones, son los cambios apresurados que demandan alta
    flexibilidad y capacidad de adaptación a las exigencias de
    su entorno. En este sentido, deben entenderse los cambios como
    retos permanentes capaces de asegurar el fracaso o el
    éxito de una organización (Maraven,
    1997).

    En consecuencia, es de gran importancia para las
    empresas conocer el grado de madurez y disposición que se
    tenga en el momento de enfrentar los cambios. Una experiencia
    positiva está dada cuando se refleja la aceptación
    por parte de los empleados de nuevas políticas,
    actitud positiva hacia la innovación y el éxito
    alcanzado en procesos anteriores.

    Un elemento clave para la aceptación del cambio
    de cultura, es la comunicación. La transmisión de
    valores, creencias a través de procesos de
    comunicación efectivos (IESA, 1995).

    La claridad de las expectativas se relaciona con la
    apertura comunicacional en relación con el tema, en todos
    los niveles de la organización, y la información pertinente y oportuna sobre el
    proceso de cambio a implantarse.

    Para muchas organizaciones, una gerencia de cambio
    organizacional significa también pasar de una cultura
    tradicional -en la cual prevalecen estilos burocráticos,
    motivacionales y valores por el poder y la afiliación, y
    un clima de conformidad; a una cultura del desempeño,
    donde es posible aportar nuevas ideas; la gente puede asumir
    riesgos
    calculados y es incentivada a establecerse metas retadoras,
    mediante el reconocimiento del mérito y los resultados
    excelentes.

    Si se analiza el lado humano del proceso de cambio para
    adaptarse a un entorno más competitivo, se puede pensar
    que la disposición organizacional, el equipo humano y el
    proceso de implantación del cambio, exigirán
    características personales fundamentalmente orientadas a
    hacer un trabajo cada vez mejor, con estándares de
    excelencia, que permitan incrementar la productividad y
    la efectividad organizacional.

    En otras palabras, es indispensable que la gente posea
    una serie de competencias
    directamente asociadas con la excelencia en sus respectivas
    áreas de responsabilidades, para poder garantizar mayor
    competitividad.

    Por lo anteriormente exigido por las responsabilidades
    de un cargo; capacidad de influir sobre los demás, pero
    también integrar grupos y dirigir
    situaciones conflictivas, productos del
    proceso de cambio.

    Avance de la tecnología de la
    comunicación como proceso de cambio

    "El cambio es el fenómeno por medio del cual el
    futuro invade nuestras vidas, y conviene observarlo atentamente
    desde el ventajoso punto de vista de los individuos que viven,
    respiran y experimentan" (Alvin Tofler, citado por Maraven,
    1997).

    Venezuela se encuentra en medio de una revolución
    en marcha en materia de
    telecomunicaciones a nivel mundial. El avance de
    las telecomunicaciones ha sido impresionante en la
    década de los noventa, que el país se encuentra
    frente a la globalización y ante este desafío,
    cuenta con una infraestructura ultra competitiva en el sector
    petrolero. Con este panorama tan positivo, es relevante enmarcar
    la actual situación de este importante sector.

    Actualmente compiten diversas organizaciones de
    telecomunicaciones a nivel mundial y existe una nueva
    generación creciente de empresas especializadas en una
    serie de áreas, ejemplo: Internet, Servicios
    Empresariales, Correo
    Electrónico, etc. De hecho, Internet es ya un nuevo
    medio de comunicación como lo es la prensa, la radio y
    la
    televisión. Por ello, este sistema de
    comunicación ha resultado una autentica revolución
    cultural, social y política. En este
    sentido Venezuela ha
    tenido un crecimiento explosivo durante los últimos cuatro
    años.

    Al respecto, Smith (1997) considera que hoy los
    países no están separados por barreras
    arancelarias, idiomas o fronteras, sino que, por el contrario se
    unen para conformar grandes bloques
    económicos para abastecer al mercado
    global.

    En consecuencia, el área de las
    telecomunicaciones se le considera, como el mayor crecimiento, es
    importante porque a pesar de la gran recesión que sufre el
    país y de esperar que la macroeconomía se enrumbe,
    este sector pasó a formar parte de la lista de prioridades
    de los gerentes.

    Globalización dentro de los procesos de
    cambio

    La globalización es considerada como un proceso
    de cambio para aminorar los costos y desarrollar productos,
    generando mayor competitividad en los mercados extranjeros e
    internos. La globalización requiere un cambio
    dramático en el enfoque nacional de empleo,
    desarrollo y principio de gerencia.

    Al respecto Filesi (1995) dice: "en el ámbito de
    los proceso de integración en la Américas,
    además del MERCOSUR y el
    Pacto Andino,
    vale la pena mencionar, en el caso de Venezuela, el
    acuerdo de libre comercio
    con Colombia y,
    más al Norte, el Tratado Norteamericano de Libre Comercio
    (NAFTA), suscrito
    por Canadá, Estados Unidos y
    México. En
    1993, en la Cuenca del Caribe se ratifica la Asociación de
    Estados del Caribe….., cuyo objetivo es consolidar una zona de
    libre comercio
    en la Américas para el año 2005 (pág.,
    129)

    La globalización se caracteriza por uniones
    estratégicas entre los conglomerados industriales y,
    consiste en que los gerentes estén alerta al momento de
    reclutar, seleccionar gente preparada, la cual viene a ser, la
    fuerza que
    impulsa a la organización al logro de los objetivos,
    además, que aporta la iniciativa, la determinación
    y el compromiso que producen el éxito a la
    organización.

    Hoy más que nunca, las organizaciones deben ser
    generadoras de aprendizaje con la finalidad de formar y
    desarrollar capacidades que les permitan capitalizar el
    conocimiento. Esta premisa se ha convertido recientemente en
    ventaja competitiva aunado a la supervivencia de la
    organización en un entorno altamente cambiante.

    La globalización de los mercados, el aumento de
    la competitividad, el rápido y creciente desarrollo
    tecnológico, y las tendencias demográficas y
    exigencias de la fuerza
    laboral,
    obligan a las organizaciones a replantearse y reconsiderar, bajo
    nuevas perspectivas, el desarrollo
    humano .

    En el marco de tales reflexiones, encaja con
    precisión la tesis de
    Schein (1988) que sostiene- que para darse los procesos de
    cambios en los seres humanos desde los niveles individuales hasta
    los institucionales, es necesario un liderazgo que tome en cuenta
    los aspectos cognoscitivos, emocionales y conductuales que
    conlleven a la organización a una verdadera
    transformación.

    Por último, la imagen y el
    pensamiento
    del líder son esenciales para darle dirección al proceso de cambio, para lograr
    coherencia en el equipo humano y consistencia en las decisiones,
    que harán a una organización más competitiva
    en una economía de mercado, donde todos
    deberán tener las mismas oportunidades y los mismos
    riesgos.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter