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UN ENSAYO SOBRE LA CRISIS CAPITALISTA




Enviado por exotica_0397



    La crisis, la
    eterna crisis capitalista. Hace ya más de un siglo que
    Marx
    dejó claramente asentado que la causa de las bancarrotas
    capitalistas es la sobreproducción de las
    mercancías, dada la necesidad del productor de amasar una
    gran ganancia vendiendo cientos, miles y hasta millones de
    artículos, debido a que, individualmente, cada producto
    reporta una ínfima ganancia pues la plusvalía
    generada es mucho menor cada vez. Esto, por la tendencia del
    capitalista de aumentar considerablemente el capital
    constante en relación al capital
    variable, o sea, la llamada composición orgánica
    del capital (la razón establecida entre el capital
    constante, con respecto al variable), es mayor con el tiempo (por
    ejemplo, si tenemos una composición orgánica de
    100,000:1, significará que por cada dólar invertido
    en mano de obra, se invierten 100,000 dólares en
    instrumentos de trabajo). Por tanto, como el capital variable es
    el único que produce plusvalía y en vista de que su
    participación en el proceso de
    trabajo es cada día menor, la obtención de la
    ganancia es más difícil con el tiempo,
    además de que la llamada tasa de ganancia tiende a
    disminuir. Hoy en día, la mayor parte de los procesos
    industriales ubican la ganancia en alrededor de un 10%, cuando
    mucho, del capital invertido. Esa es la razón por la que
    se deben vender millones de mercancías día con
    día, para que la pequeña ganancia individual por
    unidad sea compensada con la ganancia en volumen, o en
    términos marxistas, la masa de ganancia.

    Hasta aquí no habría ningún
    inconveniente, pues, por ejemplo, los miles de autos que
    produce la Ford a diario, simplemente, tendrían que
    venderse y ¡asunto arreglado!, la Ford se llevaría a
    casa los miles de dólares de ganancia que le
    reportarían las ventas de esos
    autos. Pero
    las cosas no suceden siempre así o, por lo menos, no en
    tiempos de crisis. Lo que sucede es que las expectativas de
    ventas de la
    Ford no corresponden a los posibles compradores, pues la
    sobreproducción provoca que se fabrique muchísimo
    más de lo que la sociedad en su
    conjunto demanda,
    así que, entonces, si se fabrican 10,000 autos diarios,
    puede ser que sólo existan 8,000 compradores, y luego
    7,000, 6,000 y así, sucesivamente, hasta que el consumo sea
    casi marginal, en tanto que la Ford sigue produciendo 10,000
    autos por día. ¿Qué sucede? Pues justamente
    como lo señalaba Marx: viene una
    crisis de sobreproducción, debido a la cual, la Ford
    tendrá forzosamente que disminuir su capacidad productiva,
    además de que buscará formas de disminuir el
    precio de sus
    autos para que puedan seguirse vendiendo. Lo primero lo realiza a
    costa de despedir a personal y
    sobreexplotando al que queda, es decir, en términos
    administrativos, lo optimiza, al igual que sus recursos, y esto
    se busca que contribuya, además, a lo segundo, o sea, a la
    disminución en el precio. Aunque
    en lo tocante a éste, lo que más ha dado resultado
    es establecer una parte del proceso o todo
    en una zona salarial más baja, lo cual comenzó a
    realizarse a principios de los
    60’s en forma más generalizada, mediante la
    creación de las maquiladoras: Latinoamérica, Asia,
    África, principalmente, han servido, desde entonces, como
    sitios en los cuales, en general, se ensamblan productos,
    autos, por ejemplo, es decir, se encargan de los procesos que
    los sistemas de banda
    o fordistas han simplificado a tal grado que cualquier persona, incluso
    sin experiencia, con tal de que sepa leer las instrucciones de
    una máquina, puede operar, con lo que las empresas matrices
    obtienen un considerable ahorro en
    salarios, porque
    no es lo mismo que la Ford pague en EU, por ensamblar sus autos,
    un promedio de 80 dólares diarios, que haciéndolo
    en México, en
    donde en promedio pagará entre 3 y 5 dólares por
    día, lo cual, haciendo cálculos, puede aumentar en
    uno o dos puntos porcentuales su tasa de ganancia.

    Esto de las zonas salariales más bajas
    contribuyó a la creación de los llamados nuevos
    países industrializados, así como del mito de que
    era posible que dichos países se desarrollaran y
    alcanzaran, inclusive, niveles de crecimiento y riqueza
    equivalentes a los de los desarrollados. Nada más alejado
    de la realidad. Caso concreto,
    México, en
    donde la crisis es prácticamente una constante, alternando
    con brevísimos periodos de supuesto crecimiento, que no lo
    son tal, sino más bien debidos a la infusión de
    inversiones
    extranjeras, la mayor parte de ellas en los procesos
    especulativos, y a que, supuestamente, aumentan nuestras exportaciones, lo
    cual no es así, sino que disminuyen nuestras importaciones,
    porque no podemos comprar mucho del exterior y
    prácticamente vendemos lo mismo, pero a la hora de hacer
    balances, aparece que estamos vendiendo más. Esto es
    paradójico en el sentido de que para que estemos
    bien económicamente no debemos comprar mucho, pero
    surge entonces el problema, de acuerdo con los economistas
    oficiales (de EU, sobre todo), de que para crecer
    necesitamos del exterior, aumentar nuestras importaciones y
    con ello de nuevo comienzan los problemas pues
    compramos tanto que a la hora del balance, tenemos
    déficits y es cuando otra vez enfilamos directamente a la
    crisis. Obviamente, eso obedece a lo que mencioné en
    relación a los nuevos países industrializados, que
    para industrializarse requieren de la infraestructura
    industrial de los países desarrollados; por ejemplo, para
    hacer unas pinzas que digan Hecho en México, el
    supuesto fabricante tendrá que valerse de hornos de
    fundición, de máquinas
    de moldeado, troquelado, etc., que provendrán de EU,
    Inglaterra,
    Francia,
    Japón,
    Italia,
    Canadá, Alemania… en
    fin, de los países realmente industrializados,
    así que aunque las pinzas se consideran fabricadas
    aquí, en realidad solamente serán maquiladas
    aquí
    . Y claro, si las pinzas se exportan se
    dirá que eso es bueno porque se generan divisas. Sin
    embargo, tan desventajosa es esta situación, la de
    nuestra industria, tan
    altamente dependiente del exterior, que, en general, por un
    dólar de productos
    industriales exportados, se deben importar tres dólares de
    bienes de
    producción, o sea, de máquinas
    del extranjero.
    Esto quiere decir que nuestra infraestructura
    industrial es sumamente deficiente y deficitaria, así que
    no atrae absolutamente ningún beneficio para el
    país en términos económicos, y ya no
    digamos, en términos tecnológicos. El sentido
    común recomendaría cambiar totalmente el esquema de
    crecimiento, realizando, por ejemplo, aquellas actividades que
    verdaderamente estén dentro de nuestra capacidad y nos
    convengan, tal es el caso de las agroindustrias, las
    artesanías, las acuaindustrias… no tiene caso ensamblar
    BMW’s si en lugar de ganar divisas, por un lado, vamos a
    perderlas y, por otro, si con ello sólo un ínfimo
    porcentaje de la población (la más rica, por
    supuesto, aquélla que está entre los 100
    millonarios del país, cuyas empresas valen el
    55% del PIB –La
    Jornada
    , 27 de abril de 1998), se beneficia. Pero, claro, que
    debe haber un beneficiario con toda esta "política
    económica". En primer lugar, el capitalismo en
    su conjunto, pues eso significa consumo de
    mercancías.
    En segundo lugar, al inducir el mito de la
    industrialización en los países
    subdesarrollados, los desarrollados, les podrán vender las
    máquinas para fabricar las pinzas y
    engañarlos con que sólo así podrán
    desarrollarse, además de prestarles capitales
    excedentes que solamente de esta forma pueden colocarse de nuevo
    en el circuito de la producción, para que generen ganancias, es
    decir que se puedan valorar, pasando a convertirse en capitales
    parásitos o como se les conoce en la jerga
    económica, capitales financieros
    . Así que
    cuando México no compra a EU, aunque salga bien en sus
    balances -o sea, que tenga superávit-, "no
    estará creciendo". Por tanto, tiene que empezar a
    comprarle mucho a esa nación
    para que así crezca, produzca mucho, aunque a la
    hora de los balances salga mal -o sea, tenga tremendos
    déficits. Como se ve, la situación es, a
    todas luces, perjudicial para México y benéfica
    para EU. Este problema es el que existe en el resto de los
    países llamados en vías de desarrollo
    (developping countries, o economías emergentes,
    como tan amablemente las llama el FMI), por lo que
    no es posible hablar de los milagros económicos.
    Primero Latinoamérica, después África
    y recientemente (1997) Asia, las
    políticas de crecimiento
    sostenido han mostrado su rotundo fracaso. El caso de los
    famosos Tigres Asiáticos -Corea, Malasia,
    Tailandia, Indonesia, Singapur, Taiwan, Hong Kong, Japón-,
    evidencia el desplome total de un modelo de
    supuesto desarrollo.
    Dichos países, especialmente Corea, Malasia, Tailandia e
    Indonesia, fueron empleados, primeramente, como maquiladores
    masivos. Luego, en cuanto el gobierno, en
    conjunción con las élites locales, estuvo en
    condiciones de desarrollar industrias nacionales
    -favorecidas éstas por situaciones coyunturales, tales
    como la relativa recuperación del consumo
    mundial y relativa afluencia de los 80’s y principios de los
    90’s, de las que México también fue
    partícipe, sobretodo de los EU, país que gracias a
    esa estrategia de
    inducción industrial, ha acumulado y acumula hoy
    día el mayor capital del mundo
    , y al que, en
    consecuencia, se le ve como uno de los mayores consumidores
    potenciales-, se presentó la condición descrita
    para México. Y así, tanto maquilando para las
    transnacionales, como fabricando (como
    señalé, con máquinas extranjeras) millones
    de productos que por su bajo precio se convirtieron en baratijas,
    se inundó el mundo con ellos, se creó una
    sobreproducción que superó al consumo, a pesar de
    ser tan baratos, generándose la crisis. Los tales
    tigres, entonces, disminuyen sus producciones o las
    suspenden y de ahí vienen las escaladas de problemas,
    siendo el principal el de que, como nunca trabajaron con
    capitales propios, sino prestados y muchos de los equipos eran
    incluso a crédito, les están quedando mal a
    los fabricantes que les fiaron las máquinas y a los
    banqueros de los países desarrollados que les prestaron
    el dinero
    (Japón, por ejemplo) con el que supuestamente iban a
    desarrollarse
    y como ahora la economía está
    tan globalizada, o sea, la ganancia de las corporaciones y
    los bancos
    multinacionales y la riqueza de los países matrices
    depende muchísimo de sus negocios en el
    resto del mundo, se provoca un tremendo desajuste financiero y
    económico, que, de acuerdo con mis conjeturas, está
    a punto de provocar una crisis capitalista mucho mayor a todas
    las anteriores y que, a la larga, pudiera significar el principio
    del fin del sistema
    capitalista, por propio peso, es decir, no mediante
    factores sociales de rechazo consciente, sino como producto de la
    catarsis a la que dicha crisis conducirá.

    Apoyaré mi tesis con los
    datos
    siguientes, extraídos de la revista TIME,
    y otras publicaciones, de distintas fechas.

    En cuanto a los ex-tigres, estos son algunos de
    los problemas que enfrentan debido a la crisis:

    INDONESIA. Existe el descontento generalizado entre la
    población, desempleo
    creciente y una tremenda agudización de la pobreza. Los
    bancos tienen
    problemas de liquidez. Los costos para
    reestructurar la decadente economía serán
    enormes. El llamado "capitalismo de
    la realeza" -porque en este caso se dice que Suharto y su
    familia
    controlaban casi todos los sectores económicos- es
    endémico. Aquí veríamos un buen ejemplo de
    cómo la ingenuidad, aunada a la corrupción
    local, pretenden crear economías que crezcan y se
    desarrollen permanentemente, algo como lo que en su tiempo
    intentó hacer Porfirio Díaz. La ayuda, que
    no podría prestarla otro más que el FMI, es de
    $43,000 millones de dólares, pero dicha ayuda en
    realidad está destinada a pagarle a los banqueros y a las
    corporaciones que le prestaron a Indonesia; podría decirse
    que el FMI es un fondo de capital constituido principalmente por
    los países más ricos para ayudarse en
    tiempos de contingencia, sobre todo a los que les va mal. El
    panorama es negro, pues lo peor está aún por venir
    para Indonesia, con la inflación saltando a un 100%, menor
    valor de la
    rupia y una profunda recesión que podría agrandar
    los problemas
    sociales.

    MALASIA. Tasas de
    interés elevadas, lo que ocasiona fallas en las
    industrias; las
    exportaciones
    están desplomándose y la demanda
    interna es pequeña. Escasean los fondos para revitalizar
    el agonizante sistema bancario
    y el sector corporativo. Se observa aquí lo que se
    indicó: la falta de capitales propios ahonda la crisis. En
    este país, el FMI no ha organizado un fondo de ayuda,
    seguramente porque no quiere someterse a sus draconianas reglas,
    ni quiere reestructurar su economía (como recientemente
    expresó su primer ministro). Hay una tendencia a rescatar
    industrias
    deficientes y a adoptar una política
    monetaria aún más holgada. La economía
    se contraerá más en 1998.

    TAILANDIA. No cuenta con un plan firme para
    reestructurar su deuda. Las instituciones
    financieras tienen poco capital, aunque se han llevado a cabo
    algunas reformas (reformas que, por supuesto, deben favorecer al
    capital extranjero y no al país). Se vislumbra una fuerte
    recesión económica. Como aquí sí
    están haciendo reformas, el FMI les prestará
    $17,200 millones de dólares. La economía no
    podrá recuperarse sino hasta el año que entra, por
    lo menos, lo que generará tensiones políticas;
    el baht (la moneda nacional) estará sometido a fuertes
    presiones.

    COREA DEL SUR. Los problemas en el sector bancario se
    agravan. Existe el peligro de colapsos corporativos,
    además de que el gobierno dio
    marcha atrás en sus promesas de reformas debido a
    problemas económicos y políticos. Aquí vemos
    como los gobiernos, con tal de mantenerse en el poder, a veces
    se atreven a desafiar las reglas impuestas por los amos. El FMI
    está dando una ayuda por $57,000 millones de
    dólares. A pesar de cumplir con las draconianas medidas,
    no puede decirse si lo peor ya pasó. La economía
    podría contraerse hasta en un 5% en este año, lo
    cual significaría que ni compraría tanto, ni
    pediría mucho prestado y ni pagaría sus deudas
    (malo para los países ricos).

    HONG KONG. Las tasas de interés se
    han elevado para defender la moneda (claro, porque al ofrecer
    intereses bancarios más elevados, se pretende desalentar a
    los inversionistas a que saquen su dinero del
    país y se provoque la fuga de divisas). El mercado de
    bienes
    raíces se está debilitando (por supuesto, puesto
    que en la crisis, lo que menos interesa es comprar casas o
    edificios). Los bancos se enfrentarán con más
    problemas en el futuro. El FMI no está ayudando en este
    caso. Este país enfrentará serios retos si quiere
    mantener su divisa a la misma paridad que con el dólar
    (pues si se devaluara, los capitales golondrinos se
    irían del país). La economía crecerá
    cuando mucho 2%, además de que un mercado de bienes
    raíces débil, pone en peligro el mercado
    accionario.

    SINGAPUR. Las exportaciones están disminuyendo,
    además de que la sobredependencia en las manufacturas ha
    dañado la economía. El problema con el llamado
    riesgo del
    crédito
    hará que las tasas de
    interés se eleven aún más. El FMI
    tampoco le presta. Prácticamente no habrá
    crecimiento este año (o sea, no habrá negocios, ni
    ganancia). La divisa y el mercado accionario bajarán
    (porque si las empresas no venden, no pueden pagar las ganancias
    prometidas por sus acciones, como
    expliqué arriba. Los precios de las
    propiedades continuarán bajando (claro, pues no hay
    demanda y sí una sobreoferta).

    JAPÓN. Como se ve, hasta la que hace poco se
    consideraba como una de las economías más fuertes,
    robustas y milagrosas del mundo, capaz de desafiar las leyes marxistas
    del capitalismo, se encuentra en crisis, y estas son algunas de
    sus manifestaciones: demanda interna débil, así
    como exportaciones en descenso. Por ejemplo, en mayo los pedidos
    externos de máquinas-herramienta, tan necesarias para los
    procesos de fabricación, sobre todo de los países
    sin tecnología, fueron 16% menores que para
    hace dos años, en tanto que para el consumo interno
    japonés disminuyó en 30% la demanda de dichas
    máquinas-herramienta. La producción de autos
    disminuyó en 20%. Y estas disminuciones son graves, pues
    si consideramos que la ganancia industrial es de cuando mucho un
    10%, si 20% de la producción no se vende, se tendrá
    una pérdida de 10%, descapitalizándose de esa
    manera las industrias y si esa tendencia no se revierte, es
    decir, si no aumenta el consumo, muchas, las más
    débiles, quebrarán. Para alentar el consumo se
    busca deflacionar los precios, o
    sea, disminuirlos, aunque se sacrifique parte o toda la ganancia
    e incluso que ni siquiera se recuperen los costos; esta es
    una medida desesperada del capitalismo para alentar la demanda.
    Los bancos, estos sí con capitales propios, están
    amarrados con los préstamos malos ($620,000 millones de
    dólares -TIME, agosto 24, 1998) que seguramente les
    hicieron a los otros países asiáticos pobres para
    que con eso les compraran máquinas a Japón para
    fabricar y exportar sus baratijas. La economía tiene el
    enorme peso de una deuda. El FMI tampoco le ha prestado. El
    gobierno ha ofrecido un paquete de estímulos que
    significarán un pequeño alivio a la
    economía. Aún así, el desempleo se
    mantendrá alto dado que las compañías
    japonesas, en su búsqueda por optimizar los recursos,
    disminuir sus precios y maximizar sus ganancias, están
    reestructurando, lo que significa despedir obreros y
    sobreexplotar a los ya existentes, así como seguir
    buscando zonas salariales más bajas, aunque éstas
    se encuentren en crisis, y que conste que en Japón siempre
    existió una cultura de la
    lealtad: si una persona era
    contratada la primera vez por una compañía,
    ésta tenía la obligación de mantenerle el
    empleo de por
    vida (TIME, 25 de mayo, 1998).

    En el caso particular de Indonesia, puede verse el
    control que los
    países desarrollados tratan de ejercer en cuanto a la
    limitación tecnológica. Bacharuddin Jusuf Habibie,
    el protegé de Suharto, quien sustituyó a
    éste en la presidencia, luego de las presiones sociales
    (lo cual, además, no implicará un cambio real en
    la política
    pues Habibie posee varias empresas que trabajan en
    conjunción con las empresas estatales indonesas,
    éstas, a su vez, casi todas, de los parientes de Suharto,
    por lo que todo queda "entre familia"),
    durante sus cargos anteriores pugnó porque su país
    se industrializara por la vía rápida,
    alardeando que se había rebasado la etapa de las empresas
    que ocupan a personal
    descalificado y que, en cambio, se
    había pasado directamente a las empresas altamente
    tecnificadas, en las cuales, el personal ocupado debe de ser muy
    calificado (TIME, 1 de junio). Este es un error bastante
    generalizado entre los países subdesarrollados, el hecho
    de pensar que porque, por ejemplo, fabriquen microprocesadores
    con tecnología de punta, ya se van a
    desarrollar y a tecnificar, lo cual es absolutamente falso pues,
    en el caso de que, supongamos, México se decidiera a
    fabricar microprocesadores
    marca
    "Cuauhtémoc", con características similares en capacidad de
    procesamiento y memoria a los de
    INTEL, como no se tiene la tecnología propia para
    fabricarlos, se tendrían que comprar maquinaria y equipo
    para tal fin. Si, como se supuso, se quisiera fabricarlos a la
    altura de los de INTEL, entonces, se recurriría a dicha
    empresa para
    comprar, en caso de que aceptara, su asesoría y su equipo,
    lo cual de seguro
    haría, más aún si estuviera por descontinuar
    la producción de los microprocesadores que México
    quisiera fabricar, para así deshacerse de su equipo
    obsoleto. Tal vez, Intel podría convenir la venta de
    tecnología de punta, pero bajo ciertas condiciones, por
    ejemplo, solamente en su etapa final, es decir, no divulgando sus
    secretos industriales, pues no es lo mismo saber cómo se
    opera una máquina a conocer a fondo los principios
    científicos y técnicos de su diseño
    y funcionamiento,
    o sea, su invención; y
    aquí se debe señalar, de acuerdo con Marx, que para
    llegar al nivel tecnológico de Intel, se ha recorrido todo
    un cúmulo de obligadas transformaciones en los
    instrumentos de trabajo de varios años, por lo menos 50,
    que no se pueden realizar de la noche a la mañana: se
    debió inventar primero el transistor,
    así como las máquinas para hacerlo, luego, las
    tabletas transistorizadas y las máquinas para hacerlas;
    luego, los circuitos y
    las máquinas para hacerlos… y así. Se debe dejar
    en claro que el desarrollo no se logra sabiendo como operar
    las máquinas hechas con tecnología de punta, sino
    sólo conociendo los principios teóricos,
    científicos y técnicos que posibilitaron su
    invención.
    Y en lo del avance tecnológico es en
    el cual los países desarrollados están bastante
    distantes de los subdesarrollados y, por lo mismo, no les
    interesa que éstos desarrollen su propia
    tecnología, pues eso significaría menos consumo de
    sus bienes de producción, o sea, sus máquinas y
    equipos. Sucede, entonces, lo que ya se planteó arriba,
    que, retomando el ejemplo, INTEL permitiría que
    México fabricara microprocesadores sólo porque ello
    le reportaría a dicha empresa la
    venta de equipo
    para hacerlo, no porque con ello México se vaya a
    desarrollar o vaya a superar a INTEL en la fabricación de
    microprocesadores. De todos modos, los microprocesadores
    mexicanos estarían en desventaja, en primer lugar, en
    cuanto al precio, pues al tener que comprar muy cara la
    tecnología para hacerlos, ello se traduciría en un
    precio más alto en relación con los de INTEL, en
    segundo lugar, como se supuso, pudiera ser que la
    tecnología comprada estuviera por descontinuarse y,
    así, los microprocesadores mexicanos resultarían ya
    obsoletos y caros, además, en relación con los
    nuevos que lanzaría INTEL. ¿Qué
    resultaría de todo esto?: un fracaso total, tanto
    económica como tecnológicamente. Lo único
    real sería tener que pagar la pesada carga
    económica que resultaría de ese fiasco, cuyo
    beneficio directo sería para INTEL y para los bancos que
    se hubieran encargado de proporcionar el "apoyo financiero" para
    dicha aventura. Esto es lo que debió haber ocurrido
    también en Indonesia, aparte de lo señalado antes y
    por ello la altísima deuda que tiene con los banqueros de
    los países ricos. Esto no es exclusivo de Indonesia, sino
    de todos los países subdesarrollados, cuyos gobiernos, en
    sus afanes y sueños desarrollistas, piensan que el camino
    descrito los llevará a la salida. Baste citar, como
    ejemplo, que en México, en 1967 se adquirió
    completa la fábrica alemana de autos "Borgward", entre el
    gobierno y algunos particulares (empresarios regiomontanos). Se
    pensó que así podríamos fabricar
    totalmente nuestros propios carros. La fábrica se
    vendió porque se hallaba en problemas financieros,
    quebrada, y la tecnología con que fabricaba sus autos, ya
    no era tan competitiva para el mercado europeo. El resultado de
    esta aventura fue que luego de dos años de
    producción en México de autos que resultaron muy
    caros (mientras un automóvil Renault-10 costaba en 1969
    12,000 pesos, un auto Borgward costaba 28,000 pesos, aduciendo la
    diferencia a que era más grande y más lujoso) y con
    infinidad de problemas mecánicos, la fábrica, que
    aquí se llamo FAMASA (Fábrica mexicana de
    automotores S. A.), cerró, y las deudas contraídas
    pasaron a abultar la ya por entonces abultada deuda externa.
    Años antes, en 1955, la fábrica estadounidense de
    autos Kaiser-Fraser, en sus intentos por revertir una severa
    crisis económica vendió las líneas de
    producción de su modelo
    "Manhattan" a Argentina, en
    donde, luego de una efímera existencia, la empresa
    cerró definitivamente.

    Volviendo a lo de Indonesia, de plano, el FMI
    condicionó su "ayuda financiera" a que el gobierno
    suspendiera su patrocinio de $2,000 millones de dólares
    (mdd) para el desarrollo de
    un avión indonés, impulsado a base de
    hélice, el N-250(TIME, 1 de junio). Vemos aquí
    cómo, por un lado e independientemente de que el proyecto
    esté financiado por el gobierno, hay oposición a
    que los países subdesarrollados creen tecnología
    propia, aunque ésta sea atrasada, y cómo, por otro,
    hay una tendencia de los países subdesarrollados a
    desarrollar tecnología propia que resulta obsoleta, como
    lo mostraría el hecho de desarrollar un avión de
    hélice, siendo que se antojaría más
    práctico y avanzado un avión de propulsión.
    En el caso citado, a pesar de que la tecnología
    aeronáutica que se pretende desarrollar es atrasada, hay
    oposición de los países desarrollados, a
    través del FMI, que, como se señaló, es el
    encargado de vigilar los intereses económicos de los
    países ricos.

    Pasaré, ahora, a analizar otro aspecto que
    evidencia, también, la crisis económica y los
    niveles a los que han llegado gobiernos, corporaciones y
    banqueros del llamado "primer mundo", en su afán por
    superarla. Es el caso de los instrumentos financieros bancarios
    llamados derivativos. Para comprender mejor este concepto,
    necesitamos tener en mente lo que Marx llamó el capital
    financiero, mencionado antes, que es aquél capital
    excedente, producto de la acumulación capitalista, cuando
    ésta llega a niveles en los cuales el capital acumulado no
    puede ser colocado en la esfera de la producción, es
    decir, no se puede valorizar, lo que significa que no
    rinde ganancia. Así, sin invertirse, tanto capital resulta
    oneroso para el capitalista pues no le reporta ningún
    beneficio, no crece y por tanto, aquél debe hallar una
    forma de obtener un rendimiento de su capital, pues de lo
    contrario, el tenerlo parado le significarán gastos -por
    almacenamiento,
    por ejemplo- o que disminuya en valor por
    efectos inflacionarios. Lo más fácil será
    prestarlo a quien, como sea, pueda ponerlo a trabajar,
    beneficiándose éste y beneficiando al capitalista
    dueño de ese capital. Lenin llamaba a estos capitales
    parásitos, pues la ganancia que reportan se obtiene
    mediante una acción puramente especulativa, que consiste
    simplemente en prestarlos, cobrando un interés
    por hacerlo. Como señalaba Marx, esto ocurre cuando las
    grandes corporaciones amasan tanto capital que no pueden
    invertirlo más en su propia producción pues ya no
    les resultaría práctico, así que mejor
    prestarlo a quien lo necesite, pero que pueda devolverlo con todo
    y los intereses cobrados. Estos préstamos se hacen a
    través de los bancos, muchos de los cuales fueron fundados
    por los grandes monopolios mediante divisiones a las que llaman
    "financieras" o de "capital". En la actualidad, tanto las
    corporaciones, como los bancos -fundados o no por ellas- de los
    países ricos cuentan con enormes excedentes de capital que
    simplemente se pone a circular como capital especulativo, siendo
    uno de los causantes del agravamiento de la crisis. Como se
    expuso antes, una de las características de las crisis
    económicas de los países subdesarrollados, tales
    como los ex-Tigres Asiáticos es la enorme deuda
    contraída con los banqueros multinacionales, los cuales,
    les prestaron dinero para
    que "pudieran industrializarse", pero por la crisis, ya no pueden
    pagar y es cuando el FMI entra en acción, pues los
    supuestos paquetes financieros de "rescate", en realidad sirven
    para rescatar a los banqueros que les prestaron a dichos
    países y que al menos les interesa recuperar lo prestado,
    sin intereses. Eso sucedió cuando en la última y
    actual crisis mexicana, detonada en diciembre de 1994, el FMI nos
    concedió un "rescate financiero" de 57,000 millones de
    dólares, los cuales sólo fueron a dar a las manos
    de los banqueros a quienes, por dicha crisis, no se les pudo
    regresar su dinero, mucho menos, sus intereses. Este tipo de
    capitales es sumamente perjudicial, pues sólo permanecen
    unos cuantos meses, para obtener intereses y se van del
    país que los acogió. Aquí se les llama
    "capitales golondrinos", pues al igual que las golondrinas,
    sólo permanecen un corto tiempo y se alejan, detonando o
    agravando en muchos casos con sus acciones las
    tremendas crisis que en los países pobres se traducen en
    salida de capitales, devaluación y todo lo que se ha apuntado
    ya. Se calcula que en el mundo existen entre 500,000 y 600,000
    millones de dólares de capitales especulativos.

    Dicho capital financiero, en su afán por obtener
    la máxima ganancia especulativa posible, ha
    diseñado una serie de instrumentos "financieros" para tal
    fin. Las llamadas bolsas de valores existentes en cada
    país no son más que centros de especulación
    a los cuales acuden todos aquellos deseosos de obtener un
    rendimiento de sus capitales mediante la especulación, o
    sea, el parasitismo. Por ejemplo, cuando una empresa se
    considera suficientemente importante, puede cotizar en la
    bolsa
    , es decir, puede emitir acciones, que son
    documentos que
    amparan una parte de lo que vale. Así, si la empresa vale
    $100 mdd, puede colocar, digamos $25 mdd en acciones en un
    millón de acciones, así que cada una costará
    25 dólares. Pero la importancia de la empresa no para
    ahí, sino que debe de ser tal, que haya compradores
    interesados en adquirir sus acciones a cambio de que
    después de cierto tiempo la empresa les bonifique no
    sólo su dinero, sino un buen rendimiento. La
    empresa puede emplear esa liquidez en lo que desee, desde
    expandir su producción, hasta ponerla a trabajar, ella
    misma, especulativamente. Y esto de la especulación
    está tan extendido últimamente que, principalmente
    en EU, existe toda una cultura de la especulación
    gracias a la cual cualquier persona, incluso adolescentes,
    que posea algo de dinero busca la manera de ponerlo a "trabajar"
    para obtener el máximo beneficio posible. Existen
    corredores de bolsa que ofrecen sus servicios
    especulativos para obtener la mejor opción, o sea, las
    mejores empresas cuyas acciones den el rendimiento más
    alto, pero poco a poco sus conocimientos están dejando de
    ser exclusivos, pues existen ya periódicos, revistas,
    programas de
    cómputo, conectores al INTERNET, que "permiten" que
    hasta un lego en finanzas tome
    sus propias decisiones de cómo invertir su dinero,
    es decir, se está implantando toda una cultura de la
    especulación debido a la cual, para un adolescente
    estadounidense es más importante sacarle provecho a sus
    mil dólares ahorrados que si las selvas se están
    talando. Más adelante retomaré este
    tema.

    Volviendo a los derivativos (los cuales deben su
    nombre al hecho de que eran instrumentos de especulación
    cuyos riesgos se
    derivaban de acuerdo con el número de inversiones
    que se hacía en ellos, es decir, a mayores inversiones,
    mayores riesgos y, lo
    contrario), se trata de instrumentos especulativos de alto
    riesgo, es
    decir, pueden tanto rendir muy buenos intereses, como perder
    incluso la totalidad del capital invertido en ellos. Normalmente,
    la gente trata de que sus inversiones sean de bajo riesgo
    y muchos de los instrumentos financieros, tales como los bonos
    gubernamentales garantizan un rendimiento mínimo, pero
    considerado muy bajo por muchos, así que se han
    diseñado documentos tales
    como los derivativos que pueden rendir una cuantiosa
    ganancia en cuestión de meses o días, pero a un
    alto riesgo, de perder incluso, como se señaló,
    todo el capital. Por causa de los derivativos, el banco inglés
    Barings Bank perdió $1,000 mdd en 1995 cuando uno de sus
    ejecutivos, Nick Leeson fue colocando en el transcurso de algunos
    meses distintas cantidades, lo cual ocasionó la quiebra del
    banco.

    En situación similar se halla el J. P. Morgan, el
    quinto banco en los EU, cuando varias compañías de
    Corea del Sur, al estallar la crisis, se negaron a cumplir sus
    contratos en
    derivativos, por lo que Morgan perdió $500 mdd. En este
    caso, dichos derivativos fueron en forma de "préstamos
    especiales" a los que se carga una alta tasa de
    interés, de tal forma que el banco obtenga mucho
    más ganancia en un menor tiempo. Lo mismo sucedió
    con el Chase Manhattan, uno de los mayores prestadores de los EU.
    Sus documentos "malos", invertidos principalmente en derivativos,
    le reportaron $243 mdd en pérdidas. A fines del año
    pasado, dicho banco estaba arriesgando a causa de los derivativos
    asiáticos un total de $3,000 mdd, y eso si otros
    derivativos invertidos en otras regiones no le fallan. Los
    derivativos malos del Bankers Trust brincaron de cero a $330 mdd
    en un año, casi todos invertidos en Indonesia y Tailandia.
    Este banco tiene un total de $5,000 mdd de derivativos
    asiáticos en riesgo. El Banco Imperial de Canadá
    tiene invertidos en derivativos un total de $1,000 mdd,
    considerados por debajo del "nivel de inversión", es decir, son riesgosos. Todo
    en conjunto totaliza para los banqueros estadounidenses la
    cantidad de ¡$10 billones de dólares!
    ($10,000,000,000,000) en contratos de los
    llamados derivativos. Imagínese si, a causa de los
    problemas descritos arriba, todos estos contratos fallan, las
    consecuencias, desde el punto de vista del capitalismo,
    serían desastrosas, pues seguramente muchos de los bancos,
    inclusive, quebrarían. Aquí se debe señalar
    algo muy importante: que los Estados Unidos,
    justamente al ser uno de los países con más
    concentración de capitales a nivel mundial por los motivos
    ya expuestos, es el único que puede darse el lujo de haber
    invertido una cifra tan impresionante como la anterior entre el
    resto de los países, sobretodo subdesarrollados,
    ávidos de capital durante la época del "boom", con
    tal de obtener el mayor beneficio posible; sin embargo, las
    consecuencias de tanta codicia serán un brutal
    desequilibrio financiero y económico para su
    economía, pues tantos capitales parásitos
    prestados, no solamente no se valorizarán, sino que muchos
    se perderán. Esto, en términos reales,
    significará una recesión, pues esos países
    ni devolverán los préstamos a los banqueros, ni,
    mucho menos, consumirán productos de las corporaciones e
    industrias estadounidenses. Muchos de tales préstamos se
    hicieron a clientes
    asiáticos y según un analista banquero, "quien
    piense que no habrá más pérdidas a causa de
    los derivativos contratados en Asia, está totalmente
    equivocado". Los derivativos ofrecen doble riesgo: uno es el
    riesgo de mercado, según el cual, el inversionista pierde
    porque sus predicciones no fueron las correctas, como en el caso
    de Asia. Este riesgo es, teóricamente, ilimitado, pues no
    se resolverá hasta no resolverse la crisis, factor que,
    como vimos, es menos real cada vez. El otro riesgo es el llamado
    riesgo de crédito; en éste, el contratante del
    crédito no paga. Y, justamente, los dos riesgos combinados
    son los que provocan que estas obligaciones
    crediticias no se estén cumpliendo, pues si un país
    no vende, no recuperará su inversión y, mucho menos, pagará.
    Los banqueros estadounidenses lo ven sólo como un problema
    de riesgo crediticio, pero no se aplican a analizar que el riesgo
    de mercado detona al riesgo de crédito. Esta limitada
    visión mostraría la tendencia de los economistas
    modernos de querer reducir todo a problemas financieros, sin ver
    que estos se generan justamente de los problemas estructurales
    del capitalismo – la sobreproducción, insisto. Inclusive,
    se menciona actualmente entre los países desarrollados
    -principalmente EU-, que los altos niveles de corrupción
    existentes en los países tercermundistas, son los
    causantes de su atraso y pobreza. Se
    emplean como argumento para decirlo, dos factores: la "ayuda"
    financiera (préstamos, para decirlo llanamente, sin
    adjetivos pomposos) concedida por los países ricos a
    los pobres, y sus inversiones en éstos
    . Ya discutimos
    que las inversiones de las naciones industrializadas de
    ninguna forma son en beneficio de las naciones subdesarrolladas;
    en cuanto a lo de la "ayuda financiera" es, en primer lugar, una
    manera distinta de llamarle a los préstamos bancarios, los
    cuales buscarán un rendimiento, aún cuando se
    manejen tasas de interés bajas. Son el tipo de
    préstamos que hacen el Banco Mundial,
    el FMI o el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), encaminados
    a supuestos proyectos de
    desarrollo nacional, pero que, en realidad, conllevan beneficios
    a terceros. Tomemos como ejemplo, el caso de la presa china en
    construcción "Tres Gargantas", proyecto en el
    cual el Banco Mundial
    ha invertido. A decir de muchos chinos, principalmente
    campesinos, dicha presa sólo los perjudicará, pues
    tierras muy fértiles quedarán inundadas para
    siempre, aparte de los desequilibrios ecológicos y
    climáticos que dicho proyecto tan gigantesco
    acarreará. La cortina medirá 180 m de altura y 2
    km. de longitud, almacenando agua a lo
    largo de 600 km. e inundando 78,000 km. cuadrados de tierras de
    cultivo. Se desplazarán a 1.3 millones de personas hacia
    tierras más altas (TIME, 29 de junio). Es claro, por los
    datos
    anteriores, que en la mira no es prioritario el desarrollo de
    China como
    nación,
    ni de sus habitantes, sino ante todo, el beneficio de las
    corporaciones multinacionales que han visto en China un lugar con
    enormes potencialidades en recursos
    naturales y humanos desde hace unos años y que lo
    seguirá siendo en el futuro. Como resultado, operan
    ahí cientos de maquiladoras que aprovechan recursos y mano
    de obra barata. De continuar esta tendencia, China
    necesitará tremendas cantidades de energía
    eléctrica para poner en funcionamiento a tanta
    industria y
    por eso requiere de una presa tan descomunal, calculada su
    terminación para el año 2003. Si con estos magnos
    proyectos,
    además, resulta beneficiada, la población china,
    adelante, considerarán las corporaciones y el Banco
    Mundial, pues eso significaría mayor consumo porque buena
    parte de la producción se vendería también
    en China, un gran alivio en las épocas en que, por la
    crisis -como la actual -, bajaran las exportaciones. A esto le
    apuesta también el gobierno Chino, a que con una política de
    inversión masiva externa, se van a resolver todos sus
    problemas. Aquí, sucederá tarde o temprano el
    efecto sufrido por los ex-Tigres, sólo que el
    restrictivo control
    político interno por parte del gobierno, así
    como el hecho de que China no se acoge plenamente a los
    organismos financieros globales ni a sus reglas, retardará
    los efectos. Tómese el caso de Hong Kong, que ahora ya
    pertenece a China, pero que por haber sido colonia inglesa,
    está totalmente ligado a la economía global y ha
    resentido fuertemente los efectos de la crisis. Sin embargo,
    China, por su carácter
    de estado
    renegado ha resistido. Se han cerrado varias empresas, sobretodo
    estatales, pero los trabajadores son "pensionados". Aunque las
    "pensiones" son míseras, contribuyen también en
    algo a contener la crisis, pues la gente no se queda sin dinero
    totalmente. Sin embargo, considero que el "experimento chino", el
    cual a fin de cuentas, se liga
    cada vez más y más al capitalismo y a la
    globalización y a sus consecuencias, pronto se
    colapsará y sus trágicos resultados no se
    harán esperar. De hecho, hay ya indicadores de
    que está desacelerando su economía debido a los
    factores descritos, es decir, principalmente por la
    sobreproducción y la consecuente caída de las
    ventas (El Financiero, 17 de agosto, 1998). Pues bien, retomando
    lo anterior, se dice que en China hay "mucha corrupción" y
    que, por ejemplo, la presa citada, se está encareciendo
    mucho por tal motivo y que esto retrasará el desarrollo
    chino. La corrupción, se afirma, es la causante de que los
    países pobres sigan en el atraso y no crezcan
    económicamente. Pero, supongamos, que la "ayuda
    financiera" se destinara plenamente a los proyectos para los que
    se prestó; consideremos la presa china, que todo el dinero
    "financiado" se destine a su construcción y no a sobornos para
    funcionarios por parte de empresas constructoras o de equipos y
    materiales
    electromecánicos. Si todo sale bien, se concluirá
    en el tiempo estimado. Con tanta energía disponible,
    llegarán a China muchas más maquiladoras de las que
    ya tiene, sobreproducirán, nadie comprará tantas
    cosas y… se activará irremediablemente la crisis. A mi
    manera de ver, el control de la corrupción que se intenta
    realizar sólo retrasa a la crisis y a sus efectos, pero no
    la evita. Se dice que no es justo que unos cuantos funcionarios
    se enriquezcan, pero creo que más bien es que ello no
    permite el enriquecimiento de las corporaciones ni de los
    banqueros del llamado primer mundo, pues las fortunas amasadas
    por esos funcionarios corruptos estancan el consumo, es
    decir, no es lo mismo que una sola persona posea un millón
    de dólares y que se compre una vez al mes un
    pantalón de diez dólares, a que ese millón
    se reparta entre 100,000 personas, de a diez dólares por
    cada una, y que con esos diez dólares cada quien se compre
    un pantalón. Pero de todos modos, si no tienen más
    dinero, ya no podrán seguirse comprando los pantalones que
    las empresas continuarán fabricando, animadas por ese
    "boom" de consumidores y entonces la crisis
    comenzará.

    Volviendo a los derivativos, el problema, además,
    es que los bancos estadounidenses están muy ligados a la
    Comisión de Seguros y
    Cambios, a la cual deben dar una especie de encaje legal
    (es decir, una parte de sus intereses), lo cual
    desencadenaría una reacción en cadena
    económica. Según Charles Peabody, analista de
    Mitchell Securities, señala que, analistas como él,
    se están enfrentando por primera vez a los problemas
    generados por los derivativos y considera que es apenas la punta
    del iceberg. Aunque, como siempre, los banqueros minimizan las
    observaciones de los analistas, pues resulta que 25 bancos de los
    más importantes, tienen $350,000 millones de
    dólares de crédito en derivativos y apenas $250,000
    millones de liquidez por si llegaran aquéllos a fallar,
    pero, como se ve, ésta liquidez no alcanzaría a
    cubrir las pérdidas, algo bastante malo para dichas
    instituciones,
    porque su capital (en realidad, no sólo su capital, sino
    el de los ahorradores e inversionistas) ni se valorizaría
    y además se perdería. Claro que pocos creen que la
    crisis asiática pondría en peligro tal cantidad de
    créditos en derivativos, pero sí se
    esperan duros golpes. Desde luego que sucederán, pues,
    como señalé, tanta globalización ha creado un sistema
    económico sumamente sensible, que se asemeja a una
    maquinaria en la cual, si una pieza falla, falla todo. Los
    banqueros están confiados porque el año pasado
    sólo se perdieron $125 mdd, pero claro que la
    crisis asiática apenas comenzaba. La pregunta pertinente
    aquí sería: ¿por qué razón,
    los banqueros se arriesgan a invertir en derivativos?
    Sencillamente porque, como se señala arriba, en tiempos de
    crisis no se hacen demasiados préstamos, sobre todo de los
    aplicados a las industrias -o sea, para las llamadas
    inversiones productivas-, pues ante la caída del
    consumo por la sobreproducción, son pocas las industrias
    que continúan fabricando, aunque en menor escala y, mucho
    menos, surgen nuevas, pues más bien, la mayoría
    cierra sus operaciones,
    así que los banqueros tienen pocos clientes a
    quienes prestarles y por eso deciden aumentar sus inversiones
    especulativas, a través de los derivativos. Si pensaran
    más, concluirían que son operaciones
    bastante riesgosas, pues si por la crisis tienen pocos clientes
    directos, también aquélla afectará a los
    clientes indirectos o a aquéllos que aceptan
    préstamos bajo condiciones leoninas, de los que no
    podrán pagar ni los intereses (Sería interesante
    que se formara una organización de países deudores para
    que en conjunto presionaran a las corporaciones y banqueros
    globales y forzarlos a, en algunos casos, condonar deudas y, en
    otros, bajar los intereses y los adeudos). Pero, confiados en los
    derivativos, los banqueros pretendieron hacer los grandes
    negocios. Estos instrumentos se basan en complejos modelos
    matemáticos que ahora, gracias a las computadoras,
    pueden calcularse. Se apoyan, a su vez, en el comportamiento
    económico pasado, pero como todo modelo matemático
    puro, no toman en cuenta problemas tales como las insurrecciones
    sociales o las quiebras económicas. Justamente, esos eran
    el tipo de instrumentos crediticios que varios banqueros y
    sociedades
    especulativas tenían contratados en México antes de
    enero de 1994, fecha en que el EZLN se levantó y esto
    contribuyó a la caída de las expectativas de los
    especuladores, resultando en que ni a pesar del "rescate
    económico", recuperaron ni siquiera sus capitales
    completos. Estos derivativos son tan populares actualmente, que
    pasaron de ser casi cero a principios de los setentas, a
    más de ¡$25,000,000,000,000 de dólares en la
    actualidad, lo cual excede el monto de las economías de
    EU, Europa y
    Japón juntas! Esto nos daría idea de los niveles
    alcanzados, por un lado, de concentración de la riqueza
    (Cien transnacionales controlan la quinta parte del capital
    mundial, cuyos activos ascienden
    a un billón, 700,000 mdd –La Jornada, 22 de septiembre,
    1997)
    y, por otro, de la crisis capitalista, pues como Marx
    señalaba, la expansión de las actividades
    especulativas señala que el proceso productivo está
    en receso. Es decir, pocos siguen produciendo, principalmente las
    corporaciones monopolistas y oligopolistas tanto directamente,
    como a través de sus maquiladoras y unos cuantos medianos
    y pequeños productores, necesarios dentro del proceso
    productivo, sobre todo en las actividades más bajas de la
    economía o las menos rentables; en éstas,
    entrarían las industrias que señalamos arriba, de
    los países subdesarrollados, las cuales producen baratijas
    (como el caso de China) o componentes baratos que ayudan a las
    corporaciones a bajar sus precios de producción. El resto
    de las actividades económicas son especulativas
    (comerciantes y banqueros), pues generan más ganancia que
    dentro de la fabricación. Los bancos se han convertido en
    una especie de apostadores. Como señala Richard Thomson,
    ex-banquero, autor del libro
    Ruleta Apocalíptica: El Letal Mundo de los
    Derivativos
    , "los derivativos han convertido a los mercados
    financieros en un casino internacional con alta
    tecnología que funciona las 24 horas". Algunos bancos han
    sufrido los daños ya, como le sucedió al Banco
    Unión de Suiza, el cual perdió $250 millones el
    año pasado, razón por la que ahora depende de la
    Corporación Banco Suizo. En el caso de EU, el banco de
    mayor riesgo es el J. P. Morgan, el cual tiene un total de
    crédito de derivativos en riesgo por la tremenda cantidad
    de ¡$116,000 millones de dólares!, y si una
    décima parte de esa cantidad no se le pagara, o sea
    $11,600 millones, la liquidez de dicho banco sería
    borrada. Esto es muestra de que,
    como dicen por allá, la presa se empieza a cuartear.
    Aunque el año pasado fue, en general, aún muy bueno
    para la banca
    estadounidense, las ganancias del Morgan cayeron 7%, a
    solamente $1,460 millones de dólares. Este banco
    declaró que el año pasado poseía $659
    millones en obligaciones
    bancarias malas, de las cuales, el 90% eran derivativos
    asiáticos cuyos deudores fallaron en cumplir. Entre los
    incumplidos están, nada casual, tres empresas sudcoreanas,
    encabezadas por Seguros SK, las
    cuales se rehusaron a pagar a principios del año $490
    millones que el Morgan clama que le deben. En este caso, Seguros
    SK estableció un contrato de canje
    de divisas con el Morgan, a principios de 1997, pidiendo
    prestados dólares y cambiándolos por bahts (la
    divisa tailandesa), pero por la mencionada crisis de los
    ex-tigres asiáticos, Tailandia devaluó su moneda de
    25 a 48 bahts por dólar, por lo cual, las empresas
    coreanas no pudieron pagar nuevamente el préstamo del
    Morgan. Terminaron demandando al banco, alegando que "no fueron
    convenientemente avisadas" de los riesgos asociados con los
    derivativos. Esto es bastante cómico, pues como a los
    especuladores coreanos les fue mal, ahora ellos se quejan del
    especulador estadounidense, alegando, absurdamente, que no
    estaban "al tanto de los riesgos de los derivativos".
    Deberían estar más al tanto de la falta de lógica
    del sistema capitalista la cual genera la crisis, por la que,
    aún ellos, los especuladores, sufren sus efectos. Esta
    situación ha colocado a la división bursátil
    del banco en riesgo de venta. De todos modos, sus gerentes,
    minimizan el riesgo. Otro banco en riesgo es el Chase Manhattan,
    con un total de ¡$7.6 billones de dólares
    (7,600,000,000,000) en derivativos! Nótese el tremendo
    capital concentrado por un sólo banco si se compara con el
    PIB mexicano
    de $500,000,000,000 de dólares, o sea, ¡más
    de 14 veces nuestro producto bruto! Sus créditos en derivativos en riesgo montan
    $81,900 mdd, cuatro veces la liquidez de los accionistas. El otro
    banco es el Bank Trust, quien ya le quedó mal a la
    compañía Procter & Gamble, uno de sus
    accionistas, con $150 mdd en un trato no cumplido a causa de los
    derivativos que a su vez le fallaron a ese banco, los cuales se
    calculan en alrededor de $5,000 millones. De todos modos, a pesar
    de los riesgos, los banqueros los asumen, pues si sus apuestas
    fallan, el FMI va al rescate de los países incumplidores,
    como señalamos antes, y "les presta" a esos países
    para que les paguen (como dije, el FMI usa el dinero de otros
    banqueros para pagarles a los banqueros en desgracia). A fin de
    cuentas, lo que
    pierden esos banqueros y las corporaciones es dinero mal habido,
    producto de la apropiación del trabajo y la riqueza social
    por lo que, dicho llanamente, no pierden sino que devuelven lo
    hurtado.

    En la siguiente tabla se muestran las cantidades
    invertidas en derivativos y los que están en riesgo de
    algunos de los principales bancos de los EU (tomado de TIME, 25
    de mayo):

    TABLA 1

    Banco Derivativos en millones Derivativos en
    riesgo Porcentaje de riesgo
    . de dólares a fines de 1997 a fines de 1997 en
    relación al valor del
    . banco

    Chase Manhattan $7,615,000 $82,000 482%
    Morgan Guaranty $6,143,000 $116,300 1114%
    Citibank $3,024,000 $51,000 297%
    Bankers Trust $2,128,000 $38,500 642%
    NationsBank $1,695,000 $10,400 58%
    Bank of America $1,593,000 $21,800 116%
    First N. B., Chicago $1,249,000 $12,400 275%
    Republic N. B. of N.Y. $271,000 $6,000 183%
    Bank of New
    York
    $205,000 $2,500 50%
    BankBoston $146,000 $1,500 34%

    Justamente, la situación de debilidad de los
    bancos, así como de las corporaciones, los está
    llevando a fusionarse (merging), para tratar de resistir los
    embates de la crisis, así como garantizarse a
    través de los monopolios el reducido consumo. Se han
    fusionado, por ejemplo, industrias farmacéuticas,
    telefónicas, automotrices y ya los bancos, se están
    fusionando. En abril, comenzaron en EU, los arreglos de fusión
    entre el banco Citicorp y el grupo
    financiero Travelers Group para, supuestamente, tener más
    fuerza y
    ofrecer una variedad de servicios. En
    la tabla dos, están las características de cada
    grupo ( Tomado
    de TIME, 20 de abril):

    TABLA 2

    CITICORP TRAVELERS GROUP
    Propietario y Director Ejecutivo: Propietario y Director
    Ejecutivo:
    John Reed Sanford Weill
    Utilidades: $3,600 mdd Utilidades: $3,100 mdd
    Ingresos en
    1997:$21,600 mdd Idem: $27,100 mdd
    Activos: $311,000
    millones Activos: $387,000 mdd
    Empleados: 93,700 Empleados: 68,900
    Citicorp es el segundo más Esta empresa fue comprada
    grande banco en los EU y el por la empresa de Weill,
    más grande emisor de tarjetas Primerica, en 1993. Sus
    de crédito en el mundo. Provee subsidiarias incluyen
    de servicios bancarios a 50 Salomon Smith Barney
    millones de ahorradores Holdings Inc. (servicios
    pequeños y a corporaciones bursátiles,
    inversión
    y tiene más de 3000 oficinas bancaria, financiamiento);
    en 98 países. crédito comercial
    (préstamos
    . a consumidores); Primerica
    . Financial Services; Travelers
    . Bank (tarjetas de
    crédito);
    . Travelers Life & Annuity

    Como puede observarse, entre los dos bancos, tienen un
    total de activos de $698,000 millones de dólares.
    Justamente esas tremendas concentraciones de capital son a las
    que me refiero arriba, en tanto que se constituyen como
    obstáculos al sistema mismo, pues al concentrar tanta
    riqueza, se evita el consumo del resto de la sociedad, ya que
    es dinero inactivo. Por ello, dichos bancos, como
    señalé, no sólo contribuyen a crear las
    crisis, sino que la agrandan, pues sus actividades especulativas,
    tales como los derivativos, presionan al resto del capitalismo,
    especialmente al menos fuerte o al subdesarrollado, cuando le
    presta dinero, y le exige su devolución, más los
    intereses, aún cuando esas empresas, por la
    sobreproducción y la competencia, no
    vendan bien e, incluso, quiebren. Las actividades de estas dos
    corporaciones, son meramente especulativas. Entre las dos, tienen
    contemplado ofrecer, en paquete, toda clase de servicios
    bancarios y financieros para que, quienes acudan a ellos, puedan
    arreglar cuanto necesiten: cuentas de ahorros y cheques,
    tarjetas de crédito, hipotecas, financiamiento
    de bonos y acciones,
    compra de divisas, manejo de capitales, seguros de casas, autos y
    vida, préstamos comerciales, valores…
    nada productivo, simple especulación, que en la actual
    crisis, es más lucrativa que la fabricación. De
    acuerdo a sus utilidades, en relación a sus ingresos del
    año pasado, tendrían una tasa de ganancia (Utilidad entre
    ingreso), de 16.66%, Citicorp, y de 11.43%, Travelers Group. Tal
    vez porque la tasa de ganancia de Citicorp sea más de 5%
    mayor que la de Travelers, este grupo haya buscado la fusión. De
    todos modos, las ganancias de cada grupo, superan a la ganancia
    industrial, que en promedio es de 10% o menor. Esa es la
    razón por la que se prefiere especular. Como
    señalé, la tendencia a fusionarse o a la compra de
    compañías por otras, se ha acentuado en esta
    época de crisis. Por ejemplo, en 1997, en Estados Unidos,
    dichas fusiones o
    compras, tuvieron
    un valor neto de $800,000 mdd, totalizando 10,000 operaciones.
    Tan sólo en el sector financiero, tuvieron un valor de
    $200,000 mdd entre un total de casi 2,000 operaciones. Es decir,
    que las compañías y corporaciones más
    fuertes se preparan así para enfrentar la presente y las
    futuras crisis. Sólo los más fuertes
    sobrevivirán; esto es paradójico, pues el
    capitalismo fue concebido como un sistema económico de
    libre competencia, en
    el cual existen varios empresarios. Sin embargo, la fiera
    competencia, los está reduciendo a unos cuantos. En el
    caso de la fusión anterior, y de seguir así la
    tendencia, se llegaría a la situación de que unos
    pocos banqueros operaran en el mundo y establecieran a su libre
    albedrío sus propias reglas.

    Citicorp tiene varios negocios en Asia y eso, de
    seguro,
    será un serio problema cuando sus clientes se nieguen o no
    puedan pagarle sus préstamos o sus operaciones con
    derivativos. Y no es la primera vez que tendrá problemas,
    pues a principios de los ochentas, Citicorp casi quiebra por
    una serie de malos préstamos en Latinoamérica: por
    lo visto, no aprendió la lección y lo mismo le va a
    ocurrir en Asia, así que, después de todo, puede
    ser no tan buen negocio la fusión de Travelers con
    Citicorp. Además, muchas veces, ni los grandes monopolios
    pueden resistir las crisis capitalistas sobretodo cuando la
    tecnología que en principio controlan, se generaliza.
    Así sucedió con Apple, la compañía
    que creó las primeras computadoras
    personales en 1977, así como el sistema
    operativo; ahora esa tecnología está muy
    generalizada por tantas empresas de todas partes del mundo que se
    dedican a fabricarlas, lo cual ha ocasionado que Apple estuviera
    a punto de quebrar, pero fue "rescatada" por Bill Gates,
    dueño de Microsoft, a
    condición de que Apple haga compatibles sus computadoras y
    sus programas con el
    Windows de
    Gates. Lo mismo le sucedió a IBM, quien también
    casi quiebra hace unos años, cuando comenzó a
    perder exclusividad en sus supercomputadoras (estaciones de
    trabajo), pues otras compañías empezaron a
    fabricarlas también una vez que la tecnología se
    generaliza o diseñaron modelos mucho
    más económicos y con una capacidad de
    cómputo casi similar. IBM debió rediseñar
    sus estaciones de trabajo para hacerlas más chicas y menos
    costosas, además de diversificarse, no sólo
    fabricando computadoras, sino ofreciendo servicios de
    "asesoría" a empresas para que se "modernicen", es decir,
    incorporen la computación en sus procesos de trabajo. Por
    esas causas, dichas corporaciones comienzan a desintegrarse.
    Ahí están los casos, por ejemplo, de General Motors
    (empresa que, por cierto, nos puede dar una idea del poder
    económico tanto a nivel mundial, como dentro de los EU, ya
    que en los dos meses de huelga de
    junio y julio de este año, la economía de ese
    país ha disminuido 0.5%, cantidad impresionante para una
    sola corporación), de Coca-Cola(esta empresa
    también presenta dificultades actualmente, ya que el 80%
    de sus ganancias provienen de mercados
    extranjeros y debido a la crisis las ventas están
    bajando-TIME, 24 de agosto,1998-. Es un buen ejemplo del grado de
    influencia y poder mundial de las corporaciones estadounidenses,
    y también de que en tiempos difíciles, ni refrescos
    compra la gente), de AT&T, entre otros, en los cuales, tales
    compañías tuvieron que vender o cerrar muchas de
    sus divisiones, tanto por la baja en el consumo, como porque, de
    todos modos, sus cerrados monopolios no pudieron garantizar que
    realmente no hubiera otros competidores. Estos competidores,
    simplemente copian sus tecnologías, las "piratean" y
    aprovechan parte del escaso mercado. No todos los monopolios son
    vulnerables, sobretodo aquéllos que fabrican
    tecnología de punta, pero sí, algunos,
    principalmente aquéllos que se especializan en la
    fabricación de productos más generalizados. Por
    ejemplo, General Motors comenzó a tener problemas porque
    hay varias fábricas de autos en muchos países y,
    digamos, que la fabricación automotriz es una
    tecnología generalizada hasta cierto punto, así
    como los avances en la fabricación de vehículos.
    Gran parte de la fabricación se realiza mediante robots,
    estadounidenses o japoneses, por ejemplo, y eso permite la
    generalización de los procesos industriales automotrices.
    Pero si tomamos a Microsoft, es
    un monopolio
    prácticamente inexpugnable, tanto por sus softwares tan
    avanzados, como por sus desleales prácticas comerciales
    (exige que en su sistema Windows 98, se
    integre el navegador Explorer en lugar del Netscape). Incluso,
    prácticamente tiene la exclusividad para dotar a China de
    Internet, en
    donde el gobierno considera que a través de ese medio se
    podría aumentar la competitividad, es decir, no pretendería
    usarlo tanto como un canal de comunicación, sino como un medio
    económico de entrenamiento,
    según declara Thomas Lin, gerente
    distribuidor de Microsoft establecido en Beijing (TIME, 11 de
    mayo).

    Volviendo a los bancos, ha habido más fusiones: el 13
    de abril se fusionaron el Banc One y el First Chicago NBD Corp.,
    en una operación que valdrá $30,000 millones. En
    esa fecha, se fusionaron también el NationsBank y el
    BankAmerica, ambos con créditos malos en derivativos (ver
    tabla 1). Su fusión totalizará una operación
    por $60,000 millones de dólares. Tal vez se deba para
    contrarrestar los efectos negativos de los créditos malos
    debidos a los derivativos asiáticos. Están
    desarrollando la llamada teoría
    del "Gran Banco". De hecho, el director ejecutivo del Banc One ha
    dicho alguna vez que en el futuro la actividad bancaria
    estaría controlada por cinco o seis grandes bancos. En la
    jerga bancaria a esto se le llama el "efecto Godzilla", en el
    cual, el tamaño sí importa. Además de buscar
    mayor poder con estos monopolios, los bancos están
    tratando también de conjuntar y controlar al resto de los
    servicios financieros (hipotecas, liquidez, ahorros,
    préstamos, etc.). Sería algo así como el
    caso de los supermercados que tratan de abarcar el mayor
    número posible de productos para eliminar a los
    pequeños comerciantes. Por otro lado, los bancos
    están desarrollando la idea del llamado "dinero
    electrónico" (electronic cash), usando como
    justificación que con ese instrumento se "agilizan" las
    operaciones y transacciones económicas. Ya no habrá
    necesidad, dicen, de cargar absolutamente nada de efectivo, pues
    todo podrá pagarse mediante unas llamadas "tarjetas
    inteligentes" . MasterCard, por ejemplo, ha invertido millones en
    el desarrollo de un sistema de dinero electrónico llamado
    Mondex. Las tarjetas inteligentes Mondex tienen pequeños
    microcircuitos que pueden almacenar además de
    dólares electrónicos, otras cinco divisas, un
    historial médico abreviado del usuario (en caso de que
    sufriera algún problema de salud) y también una
    llave "personalizada" que podrá abrir desde la casa hasta
    la oficina. Claro
    que esta tarjeta servirá sólo en caso de que el
    usuario deposite dinero real en dicha institución,
    es decir, el dinero electrónico tiene que ser
    ganado
    . En esto sí, nada de que ese dinero sea
    gratuito. Desde luego que puede suceder que alguien muy
    hábil en la computación, logre burlar las computadoras
    de MasterCard y se adjudique un millón de dólares o
    que, por puro "terrorismo
    electrónico", introduzca un virus que
    destruya toda la información electrónica… sería el final del
    dinero electrónico. De cualquier forma, esto del dinero
    electrónico es una forma de agilizar lo que Marx llamaba
    la circulación da las mercancías, pues si
    todo se puede comprar a través de tarjetas
    electrónicas, sin necesidad de efectivo, desde cualquier
    parte del mundo, sería bastante ventajoso para los
    fabricantes, quienes recibirían el dinero primero y
    posteriormente entregarían el producto (ya en EU, se
    están generalizando las ventas por Internet, que a decir
    de las empresas que los usan, son muy efectivas).
    Podrían, incluso, especular con ese dinero. Los mismos
    bancos o instituciones que expidieran dichas tarjetas a cambio de
    efectivo especularían con el dinero de los usuarios
    aún más que en la actualidad si llegara una
    época en la cual el uso de ese dinero fuera obligatorio.
    Así, eso constituiría un ahorro
    también para el gobierno, pues ya no gastaría en la
    emisión de dinero (billetes, por ejemplo, que resulta en
    un gasto considerable), además, dicen los banqueros, de
    que se rompería su monopolio en
    la emisión de dinero, pues cada banco emitiría su
    propio dinero electrónico y de que ofrecería
    a cambio tasas de interés más atractivas
    (esto sería como regresar a la edad media,
    durante la cual había diferentes tipos de dinero, pues
    eran varios los bancos emisores). Sin embargo, aquí surge
    un grave problema para los bancos: que este tipo de operaciones
    con dinero electrónico pueden ser desempañadas
    directamente por las compañías diseñadoras
    de los programas gracias a los cuales es posible realizarlas, y
    en esto Microsoft de Bill Gates es
    un adversario de peligro, pues ha desarrollado programas como
    Microsoft Money y Microsoft Investor, disponibles a través
    de Internet y mediante los cuales, la mayoría de las
    transacciones financieras y bancarias a nivel mundial se llevan a
    cabo. Muchos temen que ello, junto con el dinero
    electrónico, pudiera ocasionar que la gente ya no
    necesitara de los bancos para sus operaciones monetarias y que
    solamente pagando un cargo a Microsoft pudieran, por ejemplo,
    almacenar su dinero, conseguir crédito, hacer sus compras,
    etcétera. Eso ha llevado a los banqueros a afianzar la
    idea de que no sólo necesitan crecer en tamaño,
    sino también crecer en tecnología, ir a la par de
    los adelantos en informática y en computadoras. Observamos,
    de nuevo, como el capitalismo se va tendiendo sus propias
    trampas, sus callejones sin salida, al entablar los propios
    capitalistas batallas entre sí por la supremacía
    mundial, por concentrar la mayor cantidad de riqueza posible,
    aún entre sectores tan distintos. Eso ha hecho Bill Gates,
    por ejemplo, al controlar casi el 100% de los programas de las
    computadoras en el mundo y tal vez quiera hacer lo mismo en
    cuanto a la llamada "banca electrónica", desplazando a los bancos para
    quedarse con el negocio él solo. En fin, aún con
    tales riesgos, se trata de popularizar la idea del dinero
    electrónico, generalizando el uso de las ya mencionadas
    tarjetas inteligentes que pueden almacenar, como
    señalé, el dinero guardado en el banco, las
    tarjetas de crédito, las tarjetas de débito,
    credenciales, seguro y hasta los datos más importantes de
    la vida del usuario. Esto se antoja, también, como
    tendiente a controlar totalmente a la gente, no sólo a
    través de una tarjeta de identidad,
    como ya se hace en varios países, sino a través de
    su dinero, lo que compre, lo que perciba, sus seguros… en fin,
    un control total. Por otro lado, se incurre en el riesgo de que,
    dada la altísima interdependencia que se crearía
    con un sistema tan integrado, este sea bastante vulnerable.
    Bastaría con que algún "terrorista
    electrónico" introdujera un virus
    electrónico, el cual, por tanta y tan acelerada
    interconectividad, se esparciría muy rápido, antes
    de que se le pudiera controlar, y, así, las "fortunas
    electrónicas" o los pequeños ahorros
    "electrónicos" se perderían. Claro que los
    banqueros dicen que sus equipos "son muy seguros". Pero baste
    recordar que hace unos años, medio Estados Unidos se
    quedó incomunicado telefónicamente al fallar el
    sistema central de cómputo de AT&T…

    De cualquier manera, según varios expertos, los
    bancos que se están fusionando, no están
    precisamente bajando sus precios, sino que al contrario, han
    encarecido sus servicios. Es justamente lo que logran los
    monopolios: al ser prácticamente los únicos
    oferentes de tal servicio o
    producto, pueden manejar sus precios a su libre albedrío.
    Por ejemplo, en Estados Unidos, la banca ha tenido seis
    años continuos de ganancias récord, gracias a las
    masivas fusiones y a la integración de alta tecnología. En
    1997, las ganancias netas fueron de ¡$59,600 millones de
    dólares!, 13% más altas que las de 1996. Y esto lo
    lograron menos bancos, pero más grandes en tamaño.
    De acuerdo con la Federal Deposit Insurance Corporation, en 1997
    tuvieron lugar 599 fusiones bancarias, reduciendo el
    número de bancos a 9,143, de 14,000 que había hace
    10 años, es decir, se tiende mayormente hacia el
    monopolio. Sus servicios son más caros. Por ejemplo, los
    cargos que no provienen de los intereses, tales como los cheques
    rebotados, los cheques certificados, las cuotas por cajeros de
    otros bancos, etc., constituyen la tercera parte de sus
    ganancias, o sea $18,500 millones de dólares.
    También se vio que los clientes pagaban 15% más por
    mantener una cuenta de cheques en un banco grande, que en uno
    pequeño. El que existan pocos bancos, grandes en
    tamaño, lo único que significa para la gente es que
    existan pocas opciones para elegir y que, además, los
    servicios sean más caros. Alardean de que tienen la mejor
    tecnología, pero ésta se cobra: cobran por todo,
    desde el cargo por conseguir efectivo en los cajeros, hasta por
    efectuar operaciones telefónicamente o por Internet. Esto,
    según un analista, crea una des-economía de
    escala, que
    les cuesta a los clientes más, es decir, cuesta cada vez
    más ahorrar. Esto es claro, pues el banco, ante todo, no
    busca el beneficio del cliente, sino el
    suyo propio. Lo vemos cuando tenemos una cuenta de plazo fijo, el
    interés pagado es bajísimo, pero sucede todo lo
    contrario, cuando pedimos un préstamo bancario. Los
    intereses son altísimos, y resulta peor si dejamos de
    pagarlos, pues la cuenta puede resultar impagable. Como ya
    señalé, cuando los bancos están en crisis o
    descapitalizándose, quien paga los daños es
    justamente la sociedad. Los bancos, al igual que el resto de los
    capitalistas, contribuyen a desvalorizar a la sociedad, a
    empobrecerla.

    Como datos adicionales, en la siguiente tabla se
    muestran, en primer lugar, los bancos mayores de los EU, y,
    después, los mayores del mundo, lo cual dará una
    idea de los tremendos capitales que concentran unas cuantas
    instituciones:

    Los Bancos Más grandes: De EU Del
    mundo

    Banco Activos Banco Activos
    . (millones de dólares) (millones de
    dólares)
    Citicorp-Travelers $697,500 mdd Citicorp-Travelers $697,500
    mdd
    NationsBank-BankAmerica $572,200 mdd Bank of
    Tokyo-Mitsubisshi $648,200 mdd
    Chase Manhattan Corp. $365,600 mdd Swiss Bank-UBS $595,300
    mdd
    J. P. Morgan & Co. $262,200 mdd Deutsche Bank $575,100
    mdd
    Banc One-First Chicago $230,000
    mdd NationsBank-BankAmerica $572,200 mdd

    Como puede verse, a nivel mundial, el Citicorp-Travelers
    ocupa el primer lugar en tamaño y activos, y el
    NationsBank-BankAmerica, el quinto, lo cual demuestra que la
    mayor concentración de capitales, está en los
    Estados Unidos, a través de los mecanismos que revisamos
    anteriormente, y por eso todos los productores del mundo ven a
    ese país como uno de los mayores consumidores potenciales.
    Aún así, los empresarios, banqueros y
    políticos estadounidenses se quejan y alegan que el resto
    del mundo "debe diversificar más su economía y
    comprarle más a su país". Justo esta
    cuestión es lo que dio pie a la creación del
    concepto
    "globalización", con el fin de que,
    principalmente EU, pudiera ampliar su campo de acción
    industrial y financiero de una forma "natural", es decir, no es
    lo mismo hablar de corporaciones transnacionales, que de
    corporaciones globales; el término
    transnacional es más agresivo, pues denota
    dominación más allá de las fronteras
    nacionales; fue un término acuñado en los
    60’s y 70’s, a raíz de la preponderancia en
    las ciencias
    económicas y sociales en Latinoamérica de
    teóricos marxistas. Por desgracia, en años
    recientes, se ha impuesto cada vez
    más y más el punto de vista oficialista, es decir,
    del capitalismo, de las empresas, las corporaciones, que han
    divulgado ciertos vocablos, como lo de "global", para ocultar
    tras ese velo de inocuidad, sus verdaderas intenciones, las
    cuales, como hemos venido señalando, son la de crear un
    mundo sumamente enlazado, para que sus grandes negocios no se
    enfrenten con obstáculos ni fronteras de ninguna clase
    (Sin embargo, como señaló correctamente el
    sociólogo francés Alan Tourene en una reciente
    conferencia,
    en realidad, la globalización está desintegrando
    más y más a las bases del sistema capitalista al
    eliminar los factores que lo posibilitan, tales como consumidores
    y mercados
    fuertes
    ). Además, señalan que ni el marxismo, ni
    sus leyes, son ya
    válidos, apoyándose en la caída de la
    ex-URSS, país que ni era socialista, ni era marxista. Todo
    esto es absurdo, simple producto de la ignorancia, de la
    enajenación, de la manipulación y del
    establecimiento de patrones de consumo, de comportamiento
    y funcionamiento social cuya única finalidad es la de
    mantener la estabilidad política, a nivel mundial,
    así como el orden social más idóneo al
    sistema capitalista y a su eterna búsqueda de ganancias.
    Este ensayo
    también tiene la finalidad de demostrar la vigencia del
    marxismo y sus
    leyes económicas, las cuales dejan ver claramente como el
    capitalismo se crea sus propias crisis y tiende a su
    auto-extinción

    Cuestiones aparte, y retomando el problema de los
    bancos, todo esto ha creado una "cultura por hacer rendir al
    máximo mi dinero", principalmente en Estados Unidos, en
    donde es más importante sacar el máximo
    interés posible a los ahorros, que si los bosques se
    están quemando o si los alimentos
    serán suficientes en el futuro. Ya de por sí, en
    ese país se ha establecido esa "pasión por la
    especulación", aunque muchas veces se salga perdiendo.
    Como se dice "comprar caro, vender barato", refiriéndose a
    la idea de que los inversionistas compran acciones sobrevaluadas
    de empresas que aparentemente funcionan bien y repentinamente el
    precio cae y frenéticamente se ponen a venderlas a precios
    mucho más bajos que a como se adquirieron. Por supuesto,
    que el alza y baja de los precios, no sólo se debe a la
    buena o mala eficiencia de
    una empresa,
    sino al trabajo de la especulación. Y, en este sentido,
    personajes como George Soros, han hecho grandes fortunas simple y
    llanamente por la especulación. Lo peor es que se les toma
    como modelos, héroes a quienes se debe imitar. Por
    ejemplo, Soros, con una fortuna estimada en $22,000 millones de
    dólares (hasta antes de la devaluación del rublo), es experto en
    comprar acciones baratísimas de empresas que operan mal, o
    sea, que no venden. Después, al mantener una falsa demanda
    debido a las grandes compras de acciones de dicha empresa, Soros
    logra subir las acciones; una vez alcanzado un límite
    máximo, el señor empieza a venderlas. Con ese
    movimiento
    obtiene grandes ganancias por las diferencias de precios. Lo que
    no se imaginan los ilusos compradores es que los precios de las
    acciones que adquirieron no amparan a una empresa "eficiente" y
    pronto bajarán en cascada, pues la demanda fue artificial
    -creada por Soros-, y en tropel, presas del pánico,
    comenzarán a vender, creando una sobreoferta de acciones
    de una mala empresa, a precios bajísimos, significando
    esto una "gran pérdida de sus capitales". Es claro que en
    esto de la especulación, también se cumple que a
    mayor capital, mayor poder especulativo: sólo los
    más fuertes sobreviven y los pequeños "ilusos",
    perderán toda su fortuna. Aún así, "todos
    quieren ganar". Tradicionalmente la llamada "actividad
    bursátil" era realizada por los corredores de
    bolsa
    , quienes aconsejaban a los inversionistas en
    dónde y cómo obtener más "rendimientos" por
    su dinero. Sin embargo, últimamente, gracias a la
    "tecnología computacional", casi cualquiera que posea una
    computadora y
    conexión a Internet puede convertirse en "su propio
    corredor". Como señalé, esto se está
    generalizando en EU. El online trading, o sea, la
    venta-compra accionaria a través del Internet, se realiza
    mediante programas especializados, con los cuales se enlazan con
    compañías conocidas como corredores de bolsa
    electrónicos
    (e-brokers). Cualquier persona,
    aún sin tener experiencia, puede enlazarse con los
    corredores electrónicos, y ponerse a elegir las mejores
    "opciones" para sacar el máximo posible de rendimiento.
    Por ejemplo, Ardavan Arianpour de San Diego California,
    invirtió $1,000 dólares mediante este sistema y los
    convirtió en $5,000. Dice Arianpour: "Me gusta investigar
    como hacer dinero", quien sólo cuenta con 18 años
    de vida. Podemos ver como, desde jóvenes, a la gente se le
    inculca la cultura del individualismo y del materialismo,
    convirtiendo a cuestiones tales como la especulación, en
    formas cotidianas de vida. Y así como el estudiante de
    bachillerato, existen millones de estadounidenses que a diario
    buscan "hacer rendir " su dinero mediante la especulación
    electrónica. De acuerdo con la firma especulativa Piper
    Jaffray, la compra-venta accionaria mediante el Internet
    podría ascender a un 30% de los 227 millones de
    operaciones especulativas proyectadas para este año, o
    sea, unos 66 millones. Existen más de 60 empresas
    corredoras en el Internet, muchas de ellas subsidiarias de
    corredoras tradicionales, tales como Charles Schwab y Fidelity
    Investments, empresas consideradas como las más
    importantes en el ramo especulativo. Justamente, Fidelity
    tenía varias inversiones de ese tipo en México
    antes de la devaluación. Otras compañías han
    surgido exclusivamente por el Internet, como E*Trade y Datek
    Online. Curiosamente, las acciones pertenecientes a estas
    empresas han sido también muy demandadas
    últimamente. Esto no podría ser de otra forma en
    EU, país en donde a causa de la especulación, los
    "inversionistas" estan pendientísimos qué tipo de
    empresas y cuáles son las más exitosas. En el caso
    de E*Trade, sus acciones subieron desde $11 dólares a un
    máximo de $47 (precio, desde luego, inflado) para ubicarse
    más o menos en $20 dólares. Es decir, estas
    empresas especulativas desatan un juego dentro
    del mismo juego, en
    actividades totalmente improductivas (Habría que
    considerar qué pasará cuando en un futuro no
    lejano, sin alimentos, sin
    bosques, sin agua,
    qué harán todos los especuladores, quienes con
    tanto dinero encima, no puedan comprar nada para saciar su
    hambre). La ganancia de dichas empresas radica en las comisiones
    que cobran por poner a especular el dinero de los inversionistas,
    las cuales bajaron de un promedio de $34.65 dólares a
    $15.95. Comparando con los $50 dólares que cobra un
    corredor tradicional, esas tarifas se consideran una ganga.
    Algunas empresas cobran menos de $10 dólares y otras, como
    Web Street
    Securities no hacen cargo en el caso de que se compren un
    mínimo de 1000 acciones de NASDAQ, empresa especulativa
    también. Y, bueno, sobra decir, que todas esas "ganancias"
    se obtienen, y no están desligadas, como ya se
    señaló, de los mecanismos que rigen la
    economía capitalista a nivel mundial, es decir, de su
    control y manejo por parte de las corporaciones comerciales,
    industriales y financieras transnacionales. De puras comisiones,
    todos esos negocios ganaron $700 millones de dólares en
    1997 (el triple de lo ganado antes) y excederán $900
    millones de dólares este año. Se espera que el
    número de cuentas sea superior a los 18 millones en el
    2002. Actualmente, hay poco más de 8.4 millones de
    usuarios del Internet que especulan, cada uno con más de
    $100,000 dólares en inversiones, lo cual nos daría
    ¡$840,000 millones de dólares que buscan
    afanosamente un rendimiento! Obviamente, que contribuyen a
    aumentar la presión
    económica mundial, por los mecanismos comentados arriba, y
    a ahondar la crisis. Tal vez la siguiente analogía sea
    ilustrativa: supongamos que viviéramos en un sistema en el
    cual fuera importante poseer cucharas de metal, y que
    también existiera un enorme cazo lleno de sopa. Entonces,
    la gente emplearía las cucharas para comer la sopa del
    cazo, digamos, una cucharada diaria. Nadie pasaría hambre
    y mortificaciones, pues tendrían asegurada su
    ración diaria de alimento. Consideremos ahora, que, debido
    al egoísmo y al individualismo, la gente no se conformara
    ya con su cucharada de sopa al día, pero que no pudiera
    romper la regla. Tratarían, entonces, de evadirla, sin
    rebasar su cucharada diaria. ¿Cómo?, pues variando
    el tamaño de la cuchara. Comenzarían por quitarles
    por la fuerza a los
    más débiles sus cucharas para fundirlas y hacerse
    ellos cucharas más y más grandes. Cada vez
    habría menos poseedores de cucharas y más y
    más gente sin cucharas. En su afán por obtener la
    mayor cantidad posible de sopa, los que aún tuvieran
    cucharas las harían más y más grandes,
    robándoselas entre ellos mismos, para ir y sacar su
    cantidad de sopa, aunque no se la comieran. La sopa del cazo
    iría disminuyendo hasta agotarse, pues estaría en
    las pocas gigantescas cucharas de los más egoístas,
    aunque no se la comieran. La gente sin cucharas se moriría
    de hambre. Y como los "dueños" de la sopa no se la
    podrían comer en un plazo razonable, ésta se
    echaría a perder y también ellos morirían,
    es decir, si la sopa habiendo estado dentro
    del caso hubiera durado la vida de todos, monopolizada ni
    siquiera sirvió para cubrir la vida de los
    acaparadores
    para los que, finalmente, tanta avaricia y
    egoísmo de nada habrían valido. Es así como
    funciona el sistema capitalista, con tanto acaparador de la
    riqueza, que día a día está buscando
    cómo hacer más y más dinero. Volviendo a la
    especulación, como señalé, tiene sus
    problemas, pues muchas de las acciones comercializadas no valen
    en realidad el precio al que se adquirieron, y a la hora de
    venderlas, los ingenuos que pensaron en hacerse ricos, pierden
    todo o parte de su dinero. Esto sucedió en el llamado crac
    bursátil de 1929, cuando debido a la crisis
    económica mundial, por la falta de ventas, la mayor parte
    de las empresas estadounidenses quebraron y, con ellas, sus
    acciones, descapitalizando no sólo a otros capitalistas,
    sino a extensos sectores sociales, quienes perdieron sus
    pequeños capitales a causa de su materialista deseo de
    "enriquecerse fácilmente". Se supone que la
    Comisión Nacional de Valores de los
    EU (U.S. Securities and Exchange Commission) advierte de los
    peligros inherentes de la "actividad bursátil", pero
    siempre es mayor la tentación por hacer dinero, que el
    riesgo. Además, la especulación vía
    Internet, aparentemente reduce dicho riesgo, debido a que el
    inversionista puede cambiar en cuestión de horas o
    minutos su inversión, de tal manera que puede realizar
    varias operaciones por día, ganando por lo menos algunos
    centavos de diferencia. Sin embargo, los corredores profesionales
    aseguran que mediante ese mecanismo, dichas personas se pierden
    la oportunidad de que su dinero alcance rendimientos mayores al
    no permitir que sus inversiones "maduren". Y para que los
    inversionistas electrónicos tomen buenas
    decisiones, varias empresas ofrecen datos de referencia, tales
    como razones precio-ganancia, así como la "popularidad"
    que ciertas acciones tienen entre los "grandes inversionistas".
    En este sentido, Daniel Kadlec, analista financiero y
    económico, señala que si los ejecutivos más
    altos dentro de una empresa comienzan a vender sus propias
    acciones que posean de dicha empresa (que, generalmente, se les
    incluyen como parte de los altísimos sueldos que perciben
    por administrar a la compañía), es señal de
    que algo anda mal y de que el resto de los inversionistas deben
    considerar pronto en vender sus acciones de esa
    compañía también.

    Y desde luego que ser una compañía
    corredora electrónica cuesta; sobre todo, tener muchos
    clientes y retenerlos además. Ameritrade gastó $25
    mdd para agregar 50,000 clientes más, con lo que el total
    asciende a más de 200,000, pero por cada uno gastó
    en promedio $500 dólares, siendo que el corredor
    tradicional gasta en promedio $300 dólares, lo cual, como
    en toda actividad especulativa, significaría que
    Ameritrade tiene más gastos y menos
    ganancia. Es lo que se considera como el "sacrificio de una parte
    de la ganancia", con tal de vender más y más. Sin
    embargo Charles Schwab es una de las compañías
    más exitosas, a pesar de que cobra una comisión de
    $29.95 dólares, debido a que, como corredora tradicional,
    ha logrado ofrecer a sus 5 millones de cuentabientes en sus
    servicios normales el acceso a todos los servicios que
    proporciona vía Internet, los cuales incluyen corredores
    que dan servicio por
    ese medio todo el día, soporte técnico, así
    como un "supermercado financiero" que ofrece 1,500 fondos
    mutualistas diferentes (estos son las "sociedades
    financieras" que le ofrecen a la gente el manejo de sus pensiones
    y retiros, justamente como las llamadas Afores, que recientemente
    y por la fuerza se implantaron en México, precisamente
    para capitalizar a los bancos, más que para "beneficiar" a
    los pensionados). Existe una guerra entre
    las compañías por hacerse de clientes. Por ejemplo,
    E*Trade, que maneja más de 400,000 cuentas y activos con
    valor de $10,200 millones de dólares ofrece OptionsLink,
    servicio mediante el cual, las empresas contratantes pueden
    manejar las acciones que les proporcionan a sus empleados, es
    decir, por ejemplo si Ford como parte del salario de sus
    empleados les da acciones, con OptionsLink puede ver cómo
    ellos puedan obtener el mayor rendimiento. Otras, como Datek,
    ofrecen realizar transacciones en un máximo de un minuto o
    la devolución de la comisión si no es así.
    Gracias a esta "rapidez", esta empresa de sólo dos
    años maneja 80,000 cuentas y es el corredor
    electrónico de mayor crecimiento en todo este
    frenesí especulativo que, considero, está llegando
    a niveles demenciales. La especulación electrónica
    es uno de los canales más buscados en el Internet. America
    Online, principal oferente de Internet en EU, declara que incluso
    supera a las noticias, los juegos y el
    entretenimiento. Esta compañía sirve de enlace para
    9 corredurías electrónicas, las que son solicitadas
    por 5 millones de suscriptores diariamente, quienes revisan 80
    millones de cifras accionarias, generándose además
    13 millones de gráficas financieras por mes. En fin, en
    este "paraíso especulativo" esas empresas son las
    principales beneficiadas, tanto, que hasta se están
    aliando para hacer frente a la demanda de tantos millones de
    individuos deseando hacerse ricos en el menor tiempo posible. Se
    prevé que pronto será el fin de los corredores
    tradicionales, conforme más y más gente se vuelva
    "experta" gracias, se dice, a la Red. En la siguiente tabla
    se muestran algunas de las principales corredurías
    electrónicas, su participación en el mercado
    accionario, así como la comisión cobrada: (TIME, 11
    de mayo)

    EMPRESA
    PARTICIPACIÓN(%) COMISIÓN(dls.)
    Charles Schwab 30 $29.95
    E*Trade 14 $14.95
    Waterhouse Securities 8 $12.00
    Datek Online 8 $9.99
    Fidelity Investments 7 $19.95
    DLJ Direct 5 $20.00
    Quick & Reilly 5 $14.95
    Ameritrade 5 $8.00
    Discover Brokerage Direct 4 $14.95

    Desde luego, que el paraíso especulador no puede
    durar indefinidamente. El índice Dow Jones, el principal
    indicador en Wall Street, a partir del 17 de julio de este
    año (1998) comenzó a perder puntos, un total de 740
    a mediados de agosto (TIME, agosto 17, 1998), es decir, un 8%
    aproximadamente, que al decir de varios economistas se debe a la
    crisis asiática. Como se señala arriba, la
    especulación no florece de la nada y llega el momento en
    que los prestamistas no pueden seguir exprimiendo más a
    sus deudores, ni las empresas pueden seguir ofreciendo "grandes
    ganancias" si sus ventas caen. Como dije, la especulación
    sólo profundiza la crisis, pues las pocas ganancias y
    capitales generados quedan acaparados por unos cuantos. En este
    caso, Estados Unidos y su "cultura especuladora" son, en gran
    parte, causantes de la actual crisis. En lo que va de los
    90’s se han inyectado ¡$9,000,000,000,000 (nueve
    billones de dólares)! en las llamadas carteras de
    inversión
    , y podemos pensar el nivel de
    ganancias que tantísimo dinero ha generado.
    Considerando un conservador rendimiento anual de 20% en promedio
    (generado por los diferentes medios de
    especulación, tanto dentro de los EU, como fuera), las
    ganancias ascenderían a $1,800,000,000,000 (1.8 billones
    de dólares) al año, cifra que evidentemente
    descapitaliza y desvaloriza a otros sectores, empobreciendo
    más al conjunto de la sociedad que no puede
    especular
    , gracias a la cual, es posible la
    especulación. Todas esas brutales ganancias son empleadas
    por los estadounidenses en alimentar su característico
    compulsivo consumo, el cual ha ascendido de un promedio mensual
    de ¡$5,500,000 millones de dólares (5.5 billones de
    dólares) en junio de 1997 a $5,800,000 millones de
    dólares en junio de 1998 (5.8 billones de dólares)!
    (TIME, agosto 17, 1998). Y, según los analistas, esta
    tendencia ha ayudado a sostener la prosperidad. Claro, es un
    círculo vicioso: las personas compran acciones de las
    empresas que funcionan bien, o sea, que venden. Éstas
    venden porque podríamos decir que nos hallamos en un
    ciclo de renovación de las mercancías viejas o
    desgastadas
    . Entonces, proporcionan buenos
    rendimientos
    a quienes compran sus acciones. Con esos
    rendimientos, la gente se dedica a comprar, aumentando las ventas
    de las empresas. Es decir, las ganancias que las empresas
    entregan a sus inversionistas, les son devueltas por
    éstos al comprarles
    . No necesariamente alguien que
    posea acciones de Ford, empleará sus ganancias para
    comprar un auto de esa marca, sino de
    otra, digamos de General Motors, pero alguien que posea acciones
    de esta empresa, tal vez adquiera un auto de Ford, es decir, se
    establece así una estructura de
    conveniencia mutua en la cual, los más beneficiados son
    las empresas. Aparentemente, este es un mecanismo empleado para
    revertir las declinantes ganancias industriales, pues las
    empresas recuperan con creces lo que otorgan por el pago de
    intereses de sus acciones. No podría ser de otra forma: si
    las empresas venden sus acciones es, generalmente, para hacer un
    buen negocio. A esto, los economistas lo llaman el "efecto
    riqueza" (wealth effect), pues la gente cuando se siente
    rica compra mucho, y cuando se siente pobre, restringe su
    consumo. Precisamente la caída del 8% del Dow Jones
    podría revertir este proceso de aparente prosperidad
    consumista, ya que un colapso en la actividad
    bursátil significaría que mucha gente
    detendría abruptamente su consumo. Actualmente, gran parte
    del consumo se debe exclusivamente a las ganancias especulativas:
    la gente compra autos o casas sin necesidad de tocar el
    principal. En especial, los pensionados realizan su
    consumo exclusivamente con los rendimientos que obtienen de sus
    inversiones en los fondos mutualistas. Tan importante es la
    inversión accionaria en EU, que 43% de los adultos poseen
    acciones, porcentaje que supera a todos los anteriores.
    Más de un tercio del consumo del año pasado se
    debió al "efecto riqueza", es decir, a las ganancias
    especulativas. Los economistas calculan que los inversionistas
    gastan 4 centavos de cada dólar ganado en el mercado
    accionario. Como en los últimos tres años, a pesar
    de la reciente baja, Wall Street ha reportado ganancias
    récord (debidas a que, como señalé arriba,
    hasta antes de la actual crisis, iniciada por la debacle
    asiática, las cosas iban muy bien), todo mundo
    busca invertir en acciones y, como han obtenido buenos
    rendimientos
    , el llamado índice de confianza del
    consumidor (el
    cual indica el nivel de propensión al consumo, es decir,
    entre más bajo, menos consumo y viceversa) es muy alto y
    por eso compran tanto. Los rendimientos especulativos superan los
    salarios de la
    mayoría, sobre todo de los pensionados, cuyas acciones han
    duplicado su valor, en tanto que sus pensiones aumentan
    lentamente. Como ya vimos, es más conveniente para las
    propias compañías vender sus acciones y "dar
    intereses", ya que así venden mucho más que si
    aumentan los salarios, pues al hacerlo, aumentan sus costos, y
    esto sí les afecta, porque los precios de sus
    productos subirán y venderán menos. De hecho, el
    salario obrero en
    EU, después de tres décadas de estancamiento,
    apenas si ha comenzado a subir, principalmente porque la alta
    productividad
    de los trabajadores (o sea, que están entre los más
    explotados del mundo), genera mayor ganancia por cada uno,
    así que los empleadores pueden darse el "lujo" de pagarle
    un poco más de salario, sobre todo porque en este
    momento de aparente prosperidad, con buenas ventas, buscan
    retener a sus mejores trabajadores. La huelga en
    General Motors, se debe justamente a que la empresa ha despedido
    a muchos trabajadores y descargado en menos obreros muchas
    más tareas, por lo cual se les somete a mayores tensiones
    y cargas de trabajo. Esta situación de bajos salarios
    permite comprender también el frenesí especulador,
    pero, repito, a quienes primero beneficia es a las empresas, pues
    lo emplean como una forma de frenar lo más posible la
    crisis. De todos modos, esta situación no durará
    mucho, pues la prosperidad de las empresas no depende sólo
    de sus ventas internas, las cuales en cierto momento,
    comenzarán a declinar cuando la sobreproducción
    supere al más compulsivo de los consumismos, sino de las
    externas, que, como señalamos, ya iniciaron su
    caída con la crisis asiática. De hecho, por tal
    crisis, muchos de los rendimientos accionarios de las
    corporaciones han disminuido, pues sus ganancias han disminuido,
    por las bajas ventas. Desde las industrias químicas, hasta
    las aerospaciales se han visto afectadas y considero que lo peor
    apenas comienza, pues EU no está aislado de ese proceso
    globalizador que sus mismas corporaciones y bancos han
    promovido. El sólo consumo interno ni es eterno, ni
    será su salvación. De hecho, muchos economistas no
    garantizan que no vaya a haber una nueva recesión el
    próximo año en EU y considero que sí se
    dará y que, precisamente, la especulación la
    detonará y profundizará aún más. En
    estos días (agosto 28), las pruebas de que
    la crisis se recrudece están a la vista, sobre todo porque
    ya el deterioro de la economía rusa está muy
    avanzado también, pues, además de la baja en el
    consumo, la quiebra de muchas empresas estatales, la
    descapitalización bancaria, el rublo se devaluó, y
    con ello las esperanzas de mantener su consumo de importaciones,
    tanto de Asia, como de los Estados Unidos (La Jornada 28 de
    agosto, 1998). Desde 1996 a la fecha, el rublo pasó de
    4.76 por dólar a 11.1 por la reciente devaluación
    (La subida de precios es brutal: el costo del vodka
    es 97% más alto, los cigarros, 131%, la carne es 85%
    más cara y la leche 60%
    -TIME, septiembre 21, 1998). Con una deuda de más de
    $150,000 millones de dólares y un esquema económico
    altamente especulativo, debido a que, como en los EU, todo mundo
    quiere invertir en la bolsa y, por si no fuera poco, altos
    niveles de criminalidad evidenciados por una creciente mafia
    organizada que influye y controla la política y la
    economía, la actual Federación Rusa es un caso
    interesante de cómo el capitalismo en su afán
    integracionista-globalizador, destruyó un sistema
    político, que aún con sus imperfecciones,
    logró consolidar ciertas peculiaridades económicas,
    tales como un eficiente sistema de salud, dotación de
    casas-habitación, sistema de pensiones, un sistema
    educativo de alto nivel, entre otras, que la población
    madura y anciana extraña actualmente, en
    comparación con la salvaje economía de
    "sálvese quien pueda", en la cual, se reproducen las
    clásicas endémicas anomalías de la sociedad
    capitalista: ejércitos de pobres, altísimo
    desempleo, cierres de fábricas, quiebras, un puñado
    de super-potentados, enriquecidos súbitamente por la
    corrupción y la especulación, que están
    bastante ligados a la clase política, y en realidad
    sólo se preocupan por llenarse los bolsillos y no por el
    bienestar de su país. El diputado federal estadounidense
    Bernie Sanders señala que la terapia de choque aplicada
    por el FMI a Rusia desde 1992, lo único que ha logrado es
    que para 1995 ese país disminuyera su producto interno
    bruto (es decir, todo lo que se produce, vende y compra en un
    año) en 42% y su producción industrial en un 46%,
    "mucho más que la economía estadounidense en la
    Gran Depresión
    de 1929" (Solidaridad Iberoamericana, julio de 1998). O
    sea, que se cortó casi la mitad de la actividad
    económica rusa interna, y es evidente que dicha
    caída la aprovecharon las corporaciones y los bancos
    multinacionales y por eso ahora están tan preocupados por
    su devaluación y por la pesada carga financiera de tantos
    préstamos que le han hecho los bancos extranjeros (debe
    $71,000 millones dólares en bonos gubernamentales que
    pronto se vencerán y que ni por dónde se ve que
    podrá pagar el gobierno). La laxitud de las leyes rusas
    agrava aún más la situación, pues con tal de
    que los inversionistas inviertan sus capitales en ese
    país, los impuestos
    aplicados a las ganancias, tanto industriales, como
    especulativas, son bajísimas, o no se cobra ningún
    impuesto
    (especialmente a los especuladores). Por otro lado,
    también el problema radica en que más del 70% de la
    industria rusa está dedicada a la producción
    bélica. Actualmente con el llamado fin de la guerra
    fría, el consumo gubernamental de armas es casi
    nulo y sus exportaciones no son suficientes para que las
    fábricas se justifiquen (desafortunadamente para Rusia
    no hay muchas guerras). Se ha tratado de convertir algunas
    a la producción civil, pero este proceso es
    costosísimo y se lleva años (Por ejemplo, al final
    de la segunda guerra
    mundial, una buena parte de las fábricas en EU que se
    habían dedicado a la fabricación de armas, se
    llevaron varios años y a un costo tremendo en
    el proceso de reconversión a la fabricación civil),
    así que gran parte de los bienes, tanto de consumo, como
    de producción, se tienen que importar. Esto coloca a ese
    país en una tremenda desventaja con respecto, por ejemplo
    a EU o a Europa
    occidental, pero a estos les conviene porque es un excelente
    mercado de más de 250 millones de personas. Por eso, la
    devaluación del rublo se temió tanto, pues eso
    implica una brutal baja de las importaciones rusas y otro nuevo
    descalabro al capitalismo mundial, en crisis ya por la previa
    baja en el consumo, como señalamos arriba, debido a la
    crisis asiática (incluso los especuladores salieron
    perdiendo: George Soros, con una fortuna personal estimada en
    $22,000 millones de dólares, perdió $2,000 millones
    debido a la devaluación del rublo-TIME,7de
    septiembre,1998). Si bien la estrategia Reagan
    para desarticular en todos los sentidos a la
    ex-URSS le funcionó perfectamente al capitalismo por unos
    años, éste es inexorable en cuanto a la
    expansión de la crisis y el empobrecimiento de sociedades
    y países enteros. Lo malo es que ya no quedan más
    "URSS" para reactivar de nueva cuenta el consumo. A principios de
    junio el gobierno ruso puso en venta una de sus mayores empresas
    petroleras, Rosneft, en $2,100 millones de dólares
    (siguiendo el "consejo" del FMI de que las ventas de empresas
    públicas bajarán el monto de la deuda
    externa,
    lo cual es una total y absoluta mentira, pues la
    deuda externa no disminuye y, más bien, crece más
    cada mes), pero no hubo postores (TIME, 8 de junio, 1998). Esto
    es entendible, pues nadie estará interesado en comprar
    empresas petroleras extractivas ahora que los precios del crudo
    se están desplomando debido, principalmente, a la baja en
    la producción industrial mundial. Aparte de armas, Rusia
    no tiene muchas manufacturas que exportar, y buena parte de sus
    ventas son de materias primas como el
    petróleo. Pero ahora que éste se está
    desplomando en su precio, el país obtendrá menos
    divisas y menos podrá comprar. No sólo del petróleo,
    sino los precios de todas las materias primas están
    bajando: soya, algodón, metales,
    combustibles, alimentos (La Jornada, 28 de agosto, 1998), pues al
    no haber consumo, no hay producción y la demanda de
    aquéllos baja. La situación en el caso concreto del
    petróleo
    es tan mala que la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y la
    estadounidense Texaco se "unirán" -según sus
    ejecutivos no se están fusionando- para explotar
    conjuntamente sus refinerías y gasolineras en Europa, con
    el fin de ahorrar gastos, debido a que los precios del
    petróleo han caído a casi la mitad, así que
    las ganancias son escasas; de esa forma, eliminarían la
    dura competencia entre sus gasolineras y compartirían sus
    marcas (La
    Jornada, 4 de septiembre, 1998). Sólo así,
    fusionándose, las empresas pueden aguantar un poco
    más la crisis, pues comparten, más que las
    ganancias, las pérdidas. Existen rumores de que la British
    Petroleum y Amoco se fusionarán, lo cual es bastante
    posible dadas las actuales críticas circunstancias. La
    devaluación del rublo, del renminbi, el yen japonés
    y de otras muchas monedas con respecto al dólar es una
    gran desgracia para EU, pues todos esos países
    tratarán de venderle más, tanto materias primas,
    como su sobreproducción manufacturera, pero le
    comprarán mucho menos. En otras palabras, la
    política de globalización promovida por las
    corporaciones y bancos estadounidenses para auto-favorecerse, se
    está revirtiendo en su contra
    , ya que por las
    condiciones descritas anteriormente, en lugar de que EU le venda
    al mundo, el mundo está vendiéndole a aquél,
    lo cual constituye una posición bastante
    incómoda, de
    acuerdo con la dinámica capitalista de vender y
    vender.

    Mientras eso sucede, todos quieren sacar partido de la
    especulación y ahora hasta los artistas ofrecen "bonos", a
    cambio de liquidez, dejando en garantía las
    regalías por las ventas de su material artístico
    (discos, videos, películas, etc.). El primero en entrar a
    este esquema de "préstamos prendarios" fue David Bowie,
    ayudado por David Pullman, experto en ese tipo de inversiones.
    Bowie pidió prestados $55 millones de dólares,
    emitiendo como garantía "bonos Bowie", que pagarán
    tanto el capital invertido en ellos, así como los
    intereses en base a las regalías obtenidas por las ventas
    de su actividad artística. Otros artistas están
    siguiendo su ejemplo: Tupac Shakur, Kim Carnes, Heart, Patti
    Smith, Joan Jett, Rod Stewart y Pat Benatar. Pullman incluso
    está en tratos con los herederos de John Steinbeck, para
    emitir bonos de este tipo a cambio de liquidez. Desde luego que
    este señor se lleva un buen porcentaje de los rendimientos
    obtenidos. Este tipo de especulación cae en lo que se
    llama "préstamos en garantía", que monta $200,000
    millones de dólares anuales y que se inició cuando
    años atrás, los prestamistas que prestaban en base
    a hipotecas, emitían bonos amparando todas las hipotecas
    en su poder y hacían los pagos de intereses de esos bonos
    por los pagos que a ellos les hacían los deudores.
    Así, los prestamistas, mediante ese sistema, recuperaban
    el dinero prestado antes del plazo estipulado y podían
    prestarlo de nuevo, tantas veces como quisieran… ¡doble,
    triple negocio! Los artistas como Bowie, digamos que
    hipotecarían sus regalías. Es como si
    pidieran prestado ahora para pagar en el futuro en base a sus
    ganancias artísticas. Pero esto no ofrece mucha seguridad a quien
    compre dichos bonos, pues si las regalías no rinden como
    él esperaba, entonces perderá. Como puede
    verse, es exactamente el mismo mecanismo que regula las acciones
    de las empresas: en este caso, el artista es su propia
    mercancía
    . Justo sucede lo que decía Marx, que
    en el sistema capitalista, absolutamente todo, tiende a
    mercantilizarse. Los artistas tienen la ventaja de que si
    sus regalías son mayores a las esperadas, pueden recomprar
    sus bonos, es decir, pagar el préstamo pedido, y no perder
    más dinero. De nueva cuenta, notamos que, ante todo,
    está el beneficio individual.

    Tal vez porque el nivel de especulación haya
    llegado a niveles intolerables, dentro de los propios banqueros
    se busque establecer mecanismos para "regularla". En Inglaterra se
    acaba de crear la Autoridad de
    Servicios Financieros (FSA), que sería algo así
    como un cuerpo gubernamental que vigilaría y
    regularía las operaciones financieras, de tal forma que,
    ni se concentraran demasiados capitales especulativos en un
    país, ni se alejaran tanto de otro (TIME, 27 de julio,
    1998). Según esto, la vigilancia la haría
    empleando, por un lado, la misma tecnología
    electrónica que permite realizar las operaciones
    especulativas tan rápidamente y, por otro, aplicando leyes
    más severas, reglas únicas para poder invertir
    especulativamente. No creo que la FSA logre hacer mucho. Yo
    sugeriría, si realmente se deseara resolver el problema,
    que se aplicase a los especuladores un impuesto de un 50% como
    mínimo para desalentar más ese tipo de
    inversión, y que fuera el propio gobierno quien dispusiera
    de esos fondos. Pero como ni por asomo se tocaría a un
    negocio cuya ganancia, como señalé antes, es mayor,
    más rentable y rápida que la generada por la
    industria, a tal grado que las propias corporaciones industriales
    tienen sus divisiones "financieras", es decir especulativas, el
    problema seguirá y con él, el agravamiento de la
    crisis.

    La especulación se debe, como se
    señaló, a la baja ganancia en la producción.
    Una de las maneras de contrarrestar dicha situación es
    creando alianzas o fusiones, tal como sucede con los bancos y el
    resto de las corporaciones. Revisaremos el caso de la industria
    automotriz. Ésta, en la actualidad, ha alcanzado niveles
    de saturación muy altos, debidos tanto a la
    sobreproducción (se fabrican 65 millones de autos por
    año, es decir, un auto cada dos segundos en promedio), la
    fuerte competencia entre las industrias automotrices, así
    como el bajo consumo debido a la crisis. Por dichas razones, se
    están estableciendo alianzas entre los grandes fabricantes
    o algunos están adquiriendo a otras empresas, con tal de
    reducir o eliminar competidores. Los principales países
    productores de autos son Estados Unidos, Inglaterra, Francia,
    Alemania,
    Suecia, Italia,
    Japón, Corea del Sur (los autos fabricados por los,
    anteriormente, países del bloque socialista, han sido
    absorbidos por los grandes fabricantes de los países
    enumerados o su producción es marginal, local, como en el
    caso de Rusia. China también tiene una limitada
    producción de vehículos nacionales de la marca
    Jiefang) y actualmente se están llevando convenios de
    fusiones y compras con tal de seguir en la aguerrida competencia
    por un mercado cada vez más y más reducido. Como
    señalé antes, el automóvil es una
    mercancía que en lugar de irse abaratando relativamente
    con el tiempo y colocarse al alcance de más consumidores,
    ha seguido el camino contrario, pues tantas especificaciones en
    cuanto a motores
    "más limpios", así como los aditamentos de lujo,
    los vuelven más costosos y sólo dirigidos a un
    reducido mercado, que continúa disminuyendo. Por ejemplo,
    Toyota recientemente ha lanzado al mercado el auto Prius, un
    modelo híbrido, pues trabaja a base de electricidad y
    gasolina, sobrebautizado como "Eco". En la publicidad del
    auto (TIME, noviembre 1997), se dice "El precio de venta
    será sólo un poco más alto que el
    precio de los autos convencionales de características
    similares", pero se justifica en el sentido de que los ahorros de
    combustible "permitirán recuperar la diferencia de precio
    durante la vida del vehículo en los países en
    donde la gasolina es cara". Pero la justificación
    en cuanto al precio caro del combustible, es débil
    (aún en Japón, en donde el precio de la gasolina es
    el triple que en EU), pues en la actualidad, la tendencia es a la
    baja, por lo menos en los países desarrollados, ya que los
    precios internacionales de petróleo tienden a desplomarse,
    y, en consecuencia, las importaciones, así que el precio
    de la gasolina tiende a reducirse y, por otra parte, el mantenimiento
    de ese auto (que funciona con un motor de gasolina
    y otro eléctrico que opera a base de baterías de
    níquel y metal que se recargan con el primero),
    saldrá a la larga más caro, ya que sus componentes
    son más sofisticados y pertenecen a uno de los primeros
    modelos de ese tipo. Estos adelantos tecnológicos,
    que implican un precio mayor, soportarían la tesis
    propuesta de que entre más avances, mayor precio. Por otro
    lado, el auto se acompaña de los "refinamientos de lujo y
    confort", lo cual, obviamente, incrementa su precio. Takehisa
    Yaegashi, ejecutivo de Toyota, dice que para que el auto sea
    competitivo, no sólo en Japón, sino en el mundo
    "los costos de
    producción deben de bajar y esto se logrará con
    las economías de escala, cuando los volúmenes de
    fabricación crezcan". Pero este principio, de "a mayor
    demanda, menor precio", como se ve, no se cumple, ni tampoco es
    factible que dicho auto tenga gran demanda por tanta competencia
    (otras empresas ya ensayan sus propios autos híbridos), y
    por la crisis. Por tanto, la competencia es mayor, ya que las
    empresas tratan de abarcar el mayor mercado posible para sus
    productos. Como no es posible seguir haciéndolo
    aisladamente, están fusionándose. La más
    reciente fusión se realizó entre Chrysler (EU),
    hasta ahora el sexto fabricante automotriz del mundo y
    Daimler-Benz (Alemania), el número 15. Así, la
    nueva compañía, bautizada como Daimler-Chrysler
    Akteingesellschaft, ocupará el quinto lugar de
    producción mundial de autos, tendrá un valor
    combinado de $40,000 millones de dólares, generará
    ¡130,000 millones de dólares en ventas anuales! (una
    cuarta parte del Producto Interno
    Bruto de México) y empleará más de
    400,000 personas. De esta forma, las dos compañías
    esperan aumentar sus ventas, así como la reducción
    en los costos de
    producción, ahorrando, por ejemplo, en investigación o diseño
    de vehículos, ya que se evitarán duplicidades, es
    decir, si antes de la fusión, las dos
    compañías trabajaban cada una en el concepto de
    motores
    más eficientes, ahora, después de la fusión,
    entre las dos lo harán, ahorrando dinero. Esto
    redundaría en un menor precio de fabricación de
    vehículos y, en consecuencia, en mayor competitividad. Aquí podemos observar que
    ni siquiera los consorcios, con todo su poder, pueden continuar
    compitiendo entre sí, y llega el momento en que buscan
    aliarse y compartir el cada vez más reducido mercado. Otra
    de las fusiones, fue la compra del prestigiado fabricante
    inglés
    de autos de lujo Rolls-Royce por parte de la alemana Volkswagen
    en $713 millones de dólares (poco dinero, considerando que
    el Rolls-Royce es uno de los carros más lujosos y costosos
    del mundo). La compañía británica enfrenta
    serios problemas financieros, lo cual sería señal
    de que incluso el mercado de autos de lujo está bastante
    deprimido, mala noticia para la industria en general, que lo
    considera como el más importante (la mayor parte de los
    modelos tienden a ser de lujo o de superlujo y cada vez son menos
    los considerados "estándar"). Ford (EU), está
    considerando aumentar su participación en Kia Motors
    Corp., la empresa sudcoreana número 2, que actualmente
    tiene problemas financieros y que se declaró en quiebra en
    julio de 1997 (ya dijimos que esto es consecuencia de la
    saturación mundial, producto de la sobreproducción
    asiática de mercancías baratas, junto con la del
    resto del mundo, y que por tal razón los famosos tigres,
    dejaron de serlo). La empresa alemana Audi (productora
    también de autos de lujo), está considerando la
    compra de la italiana Lamborghini. Y también se rumora de
    una fusión entre VW (Alemania) y Renault (Francia). Claro
    que los economistas oficiales a esto lo llaman "el triunfo de la
    economía global", siendo que en realidad se trata de
    dramáticas acciones que toma el capitalismo en su
    afán por sobrevivir. Las únicas que no se
    están fusionando, son las empresas japonesas, que
    prefieren tratar de avanzar en la reducción de costos para
    que sus autos sean más competitivos (en esto, creo que se
    está llegando al máximo y los costos pronto no se
    podrán reducir más, excepto a costa de reducir
    más la ya de por sí reducida ganancia). Hasta
    ahora, las empresas automotrices trataron de competir a
    través del precio, ofreciendo autos "más
    económicos". Por esa razón, establecieron muchas de
    sus plantas en los
    países subdesarrollados, para reducir costos de mano de
    obra y de materias primas, pero ni siquiera así se logra
    contrarrestar la tendencia decreciente de la ganancia, ni
    aumentar el consumo. Por otro lado, esto de los autos me parece
    ilustrativo para mostrar que a los fabricantes no les interesa
    que el mundo se llene de sus máquinas que contaminan el
    ambiente y
    consumen el 70% de los recursos mundiales, además de que
    abarcan directa o indirectamente al 65 % de la industria mundial,
    para su fabricación. Su sueño es que los casi seis
    mil millones de habitantes del planeta poseyeran un auto y por
    eso producen uno cada dos segundos actualmente. Pero si existiera
    tal cantidad de vehículos funcionando todos al mismo
    tiempo, el oxígeno
    se terminaría en un día. Esa excesiva
    sobreproducción de vehículos se debe a que, como se
    dijo antes, la ganancia por unidad es bajísima y se debe
    de compensar con tremendos volúmenes de ventas. La idea de
    una gigantesca empresa automotriz ya se le había ocurrido
    antes al señor Lee Iacocca, quien salvó de la
    quiebra a Chrysler durante los años negros de 1979 a 1981.
    Según él, la empresa se llamaría Global
    Motors, que sería una alianza entre Chrysler y VW (o Fiat
    o Renault), en tanto que la ya desaparecida empresa American
    Motors se encargaría de fabricar camiones y
    vehículos utilitarios. Global Motors sería el
    contrapeso de General Motors y Ford, empresas que ya por entonces
    tenían una gran reputación a nivel mundial. Iacocca
    predecía que habría 12 grandes empresas y esa
    parece ser la tendencia con tantas fusiones. En 1980 operaban
    más de 30 compañías automotrices. Han ido
    desapareciendo desde entonces a consecuencia de la fuerte
    competencia. Por ejemplo, American Motors dejó de existir
    en 1986. Y ya desde antes, los 40’s, 50’s,
    60’s, han dejado de existir fábricas de autos debido
    a su falta de competitividad en un mercado cada vez más
    cerrado. Los fabricantes más fuertes están tratando
    de fusionarse o de comprar a otras empresas. Ford Motor Co. (EU),
    además de su participación en Kia, posee Jaguar
    PLC
    (Inglaterra) y un tercio de Mazda (Japón) y está
    considerando una alianza con la coreana Samsung Motors Inc.
    General Motors, por ahora el mayor fabricante de autos en el
    mundo, posee la alemana Adam Opel AG, la inglesa Vauxhall Motor
    Cars Ltd., la australiana Holden, 50% de la sueca Saab Automobile
    AB y una tercera parte de la japonesa Isuzu. Además, opera
    una sociedad con la japonesa Suzuki Motor Corp. para la
    fabricación de autos en Canadá, así como una
    planta ensambladora con la japonesa Toyota establecida en
    California llamada NUMMI. Particularmente, empresas japonesas
    como Toyota tratan de competir por medio del mejoramiento de sus
    sistemas de
    producción, reduciendo al máximo posible los
    tiempos de fabricación. Emplea mucho el llamado "trabajo en
    equipo", que reune a los gerentes de áreas tan
    diferentes tales como ingeniería, diseño, ventas y
    mantenimiento,
    además de que ha reducido el tiempo que le lleva concebir
    un nuevo vehículo, desde el concepto hasta la
    fabricación a un máximo de dos años y medio.
    Este método es
    el que pretende adoptar Daimler-Chrysler, con tal de que le
    permita consolidarse a nivel mundial, junto con Toyota, Ford y
    GM. Supuestamente, las dos compañías sacarán
    partido de sus características individuales para aumentar
    sus ventas. Por ejemplo, Chrysler depende bastante del mercado
    norteamericano (EU, Canadá, México y
    Centroamérica) y a través de Daimler, puede
    extender su dominio en
    más países del mundo, en tanto que Daimler, a
    través de Chrysler, puede masificar su línea
    Mercedes (o sea, abaratarlo). Por otro lado, las
    compañías, al unirse, gastarán menos en
    investigación, reduciendo considerablemente
    los $7,000 millones de dólares que combinadamente erogaban
    cada año. También bajarán sus costos por
    compra de materias primas, así como por concepto de las
    partes en común que pueden usar sus respectivos modelos,
    es decir, un encendido electrónico podría ser usado
    indistintamente. En este sentido, no están haciendo otra
    cosa fuera de lo que Marx denominaba "el ahorro en los gastos de
    producción", que se logran, por ejemplo, comprando en
    mayor volumen, o
    empleando piezas que puedan usarse en varias operaciones. Se
    ahorrarán también en el diseño de sus autos
    combinando lo mejor y evitarán repeticiones. Antes de la
    unión, por ejemplo, Daimler desarrollaba una minivan;
    ahora, alguna de Chrysler, simplemente, se puede rediseñar
    ligeramente, con lo que también se ahorrará dinero.
    Por otro lado, a Daimler le llevaba años el diseño
    y la fabricación de un nuevo modelo (como en el caso de el
    vehículo utilitario M-Class), en tanto que Chrysler lo
    hace mucho más rápido y puede enseñarle como
    realizarlo. Aquí también se ve que la tendencia es
    a absorber el mercado de vehículos de lujo, el mercado
    más importante, ya que Chrysler presentó a
    principio de año el Chronos, un auto de superlujo,
    de línea europea, y motor en V de ¡10
    cilindros! Claro, con el
    petróleo barato, no se podía esperar otra cosa
    más que la vuelta de los motores excesivamente
    consumidores de gasolina (a pesar de todos los adelantos de
    supuestas reducciones de emisiones). Para producir ese modelo tan
    costoso, Chrysler, limitada de capital, necesita a Daimler, con
    capital en exceso. Pero con el mercado de lujo en decremento,
    quién sabe si dicho auto finalmente tenga suficiente
    demanda para arriesgarse a producirlo. Creo que es la ceguera
    capitalista de pensar que sólo con sacar a la venta un
    artículo de superlujo, por ese sólo hecho, se va a
    vender como pan caliente. Lo único, según los
    presidentes de las compañías, en donde no
    ahorrarán, será en los salarios, pero esto ya lo
    han logrado, pues ambas han establecido gran parte de sus
    operaciones en los países subdesarrollados, pagando diez
    veces menos que en sus propios países y seguramente
    seguirán con esa tendencia. En esto, de seguro se
    referían a los trabajadores estadounidenses y alemanes,
    éstos, con salarios más elevados y sobre los que, a
    la larga, habría más presiones. Incluso, muchas de
    las operaciones se podrían mover a EU, en donde los
    salarios son menores. Pueden, también, recortar personal
    (downzising), para evitar operaciones repetidas. Por otro lado,
    desde el punto de vista laboral, estas
    alianzas quizá materializarían aquél viejo
    sueño del "Manifiesto Comunista" de internacionalizar los
    sindicatos, ya
    que podrían establecerse alianzas entre los trabajadores
    de los países en donde éstas empresas operaran. Sin
    embargo, existen ciertas diferencias entre las dos
    compañías: Chrysler es más práctica
    en el sentido de que trata de maximizar al máximo las
    ganancia. No así Daimler, que no repara en costos, con tal
    de que sus vehículos sean "muy seguros" (ahora esto es
    dudoso, pues recuérdese que fue en uno de sus lujosos
    Mercedes SL en el que se mataron Lady D y su futuro).
    Aquí, es interesante la siguiente comparación en
    cuanto a la tasa de ganancia, puesto que Daimler, como muchas
    empresas alemanas, obtiene apenas un 2%. VW obtiene 1.2%
    solamente, ambas bajísimas, lo que explicaría, por
    un lado la necesidad de sobreproducir más y más
    autos cada vez para que el volumen masivo de ventas compense la
    reducida utilidad. Por
    otro lado, mostraría que las empresas alemanas, con una
    fuerza de trabajo más cara, obtienen menos ganancias y son
    menos competitivas. Este es un fuerte problema para el
    capitalismo europeo, no sólo el alemán, y
    actualmente, a como dé lugar, se busca reducir los
    salarios, para que las empresas sean "más competitivas".
    Pero, por fortuna, la reacción de los trabajadores no se
    ha hecho esperar y las huelgas y manifestaciones cada que el
    gobierno intenta, junto con las empresas, reducir los salarios,
    están a la orden del día, y hasta la fecha no se ha
    logrado. Estas tasas de ganancia tan reducidas son la prueba.
    Otro factor que encarece los costos industriales es que debido al
    sistema de seguridad
    social que, por ejemplo, otorga altas pensiones o excelentes
    servicios médicos a los trabajadores (por ejemplo, en
    Francia, una mujer trabajadora
    que se case y se embarace, puede decidir ya no seguir trabajando
    y el estado
    deberá pensionarla de por vida), el gobierno cobra
    impuestos "muy
    elevados" a las empresas (así debería hacerse en
    todas partes). Esta situación, según los
    empresarios, desincentiva la producción industrial y el
    establecimiento de empresas tanto nacionales, como extranjeras.
    Justamente una buena parte de lo que se persigue con la llamada
    "Unificación Europea", es ir reduciendo tanto los
    impuestos, como los salarios, en forma muy velada y discreta,
    para que el capitalismo europeo resulte más
    competitivo
    . En cuanto a la ganancia que percibe Chrysler es
    de 6.5%, sobretodo porque sus salarios son más bajos y ha
    logrado también reducir tiempos de fabricación. De
    todos modos, también es una baja ganancia, que obliga a
    vender masivamente. Ya señalé que esta
    situación se debe a la cada vez menor participación
    de la fuerza de trabajo, único factor en el proceso
    industrial que genera la plusvalía, la fuente de la
    ganancia. El año pasado, Chrysler obtuvo una ganancia neta
    de $2,800 millones de dólares, vendiendo 2.88 millones de
    autos, es decir, apenas $972.22 dólares por cada auto, de
    un costo promedio de $14,957.26 dólares ($43,076 millones
    de dólares en ventas dividido entre 2.88 millones de
    autos), siendo la ganancia, como se señaló, de
    6.5%. En el caso de Daimler, ganó $1780 millones de
    dólares, vendiendo 1.13 millones de unidades, o sea,
    $1575.22 por cada auto, de un costo promedio de $78,761.06
    ($89,000 millones de dólares en ventas dividido entre 1.13
    millones de autos), o sea, 2% de ganancia. Al analizar estas
    cantidades se aprecia que aunque para Daimler, la ganancia por
    vehículo es menor porcentualmente, convertida en dinero,
    es superior a la ganancia de Chrysler por unidad, aunque para
    esta empresa, porcentualmente, la ganancia sea mayor. Lo cual
    permite a Daimler que vendiendo 1.75 millones de vehículos
    menos que Chrysler, casi 60% menos, obtenga un beneficio
    económico equivalente al 63% de lo ganado por Chrysler,
    mucho más de la mitad. Si Daimler vendiera el mismo
    número de vehículos que Chrysler, o sea, 2.88
    millones, a $1575.22 dólares por ganancia de cada uno,
    obtendría $4,536.63 mdd netos de ganancia, es decir, se
    gana mucho más vendiendo autos de superlujo, que autos
    convencionales y de ahí el interés de Chrysler de
    asociarse con Daimler para fabricar vehículos de ese tipo,
    tal como el mencionado Chronos, el vehículo conceptual de
    superlujo que Chrysler desea desarrollar, pero que no posee el
    capital suficiente para hacerlo.

    Ahora, en cuanto a la plusvalía, en el caso de
    Chrysler, la nómina
    es de 121,000 trabajadores, lo que significa que cada uno produjo
    un valor agregado (plusvalía) de $23,140.49 dólares
    (la ganancia anual dividida entre los trabajadores), y para
    Daimler, cuya nómina
    es de 300,000 trabajadores, cada uno produjo un valor agregado de
    $5,933.33, es decir, son más explotados los trabajadores
    de Chrysler y por eso esa empresa obtiene una mayor ganancia
    porcentual (plusvalía), pues gasta menos en salarios de
    obreros, ocupa menos y los exprime más. Si esto se puede
    aplicar en Daimler y fabricando autos de lujo, la ganancia
    porcentual aumentará (plusvalía), así como
    la ganancia en dinero. Por algo se realizan las fusiones, por los
    mutuos beneficios que se generan; en este caso se combina la
    fabricación de autos de lujo de Daimler que, como se ve,
    generan mayor ganancia en dinero, con la mayor "eficiencia" de
    Chrysler para exprimir al máximo al obrero empleado y
    aumentar la ganancia en dinero vendiendo esos autos, pues
    considerando el precio promedio de $78,761.06 dólares por
    auto de lujo, y una ganancia de 6.5% que obtiene Chrysler
    (plusvalía), la ganancia en dinero sería de
    $5,119.46 dólares por unidad y si se produjeran los 2.88
    millones anuales que actualmente produce Chrysler, la ganancia
    neta anual sería de ¡$14,744 millones de
    dólares!, 526% más para Chrysler y 828 % más
    para Daimler, 322% combinadamente, muy buen negocio. Falta ver
    que esos autos de lujo encuentren compradores.

    Todas esas diferencias, pudieran hacer que el futuro
    consorcio Daimler-Chrysler no funcione. Además, de todos
    modos, en un mercado tan saturado y en medio de la crisis, no se
    asegura que más modelos de autos, aún producto de
    una fusión estadounidense-alemana, se vendan. Creo que con
    el tiempo, ni los monopolios sobrevivirán y ni la gente,
    si aquéllos siguen fabricando indiscriminadamente
    vehículos de combustión interna que pronto
    acabarán con el oxígeno
    de la atmósfera y a cambio la llenarán con
    monóxido de carbono y
    otros gases.

    En la siguiente tabla se resumen las fusiones y/o
    compras que se llevan a efecto entre empresas automotrices (TIME,
    18 de mayo):

    NOMBRE PAÍSES EN QUE OPERA VENTAS
    MUNDIALES (%)
    Daimler-Chrysler Daimler-Benz opera en 87 países, en tanto
    7.4
    que Chrysler en 140.
    GM/Opel/Saab General Motors es el mayor exportador de 16.2
    vehículos de los EU, y mantiene presencia
    en más de 150 países.
    Ford/Mazda/Jaguar Ford/Jaguar opera en más de 200
    países, 12.9
    en tanto que Mazda en 130.
    VW/Audi/Rolls-Royce VW está en 21 países, en tanto
    que Rolls- 7.9
    Royce vende principalmente en Europa,
    Norteamérica y Asia.
    Toyota Es el tercer fabricante más grande de autos 9
    del mundo, y vende en 160 países

    Como se ve, Toyota es el tercer gigante automotriz, y se
    considera el mejor fabricante de vehículos (a pesar de lo
    cual no ha salvado a Japón de la crisis en que se
    encuentra, porque, claro, los capitalistas velan por sus
    intereses, no por los de su país de origen). Por otro
    lado, las "cartas fuertes"
    de los consorcios enlistados para asegurar el mercado son
    exclusivamente autos de lujo, los cuales son, en el mismo orden,
    los siguientes:

    Jeep Wrangler, Mercedes SLK
    Saab 9-3, Chevrolet Camaro
    Ford Taurus, Jaguar XK8
    VW Beetle, Rolls-Royce Silver Seraph
    Toyota Camry, Lexus LS 300

    Así pues, en la mira de los actuales fabricantes
    no está el "democratizar el automóvil", como casi a
    principios de siglo declaró Henry Ford, cuando
    comenzó a producir en serie su famoso Ford modelo "T" (
    que pasó de un precio de $950 dólares a
    ¡$290! en el transcurso de dos años), sino
    convertirlo de nueva cuenta en el "juguete de los ricos", como
    declarara en 1906 el presidente estadounidense Woodrow Wilson,
    quien, por cierto, decía que "nada mejor para la
    proliferación de las ideas socialistas de entonces que el
    lujo que representaba el poseer un auto". Creo que ahora sucede
    lo mismo, pues el auto, sobre todo el de lujo, se está
    convirtiendo más y más en símbolo de
    opulencia y poder, exacerbando hasta el límite las
    contradicciones sociales. Dicho poder, se puede comprobar
    revisando las listas de ventas de autos de lujo para los primeros
    siete meses de 1997 en México (La Jornada, 18 de
    agosto de 1997):

    Honda 2,870
    BMW 885
    Mercedes Benz 565
    Audi 63
    Porsche 8
    Total 4,391

    ¡Más de cuatro mil autos de superlujo! Es
    decir, hemos llegado a una situación tan fetichista, que
    ya no sólo importa que el auto sea un último
    modelo, sino que además sea de lujo o de superlujo. Esto
    da lugar entonces a situaciones aberrantes en el sentido del
    prestigio económico, como forma de vida impuesta por el
    sistema. Por ejemplo, un narcotraficante o un gángster, a
    pesar de su actividad, a todas luces ilícita,
    irónicamente sería, de acuerdo a los cánones
    consumistas, un sujeto funcional , ya que es quien
    podría adquirir, digamos, autos de lujo, relojes costosos,
    joyas, aviones, residencias, tecnología electrónica
    y armamentista de punta, o sea, sería un buen
    consumidor
    y al circular en la calle dentro de su BMW o su
    Mercedes, la gente dirá: "ese es un
    hombre de
    éxito".
    Es, precisamente, a lo que me refería en cuanto al
    símbolo de poder económico que representa el auto
    en la actualidad. Igualmente, una "carcacha", de esas que
    circulan todas despintadas y cayéndose la
    carrocería, identifican a su dueño como "un
    perdedor", "un pobre diablo que no la ha hecho", aunque se
    trate de alguien valioso, como un investigador o un escritor
    famoso. Desgraciadamente, este sistema valora mucho más el
    éxito
    material, muy por encima del intelectual o del espiritual. Y es
    la idea que comparte la mayoría de la sociedad, por la
    única que lucha… todo lo demás, no
    importa, no deja dinero. Y por esta situación, la
    del enriquecimiento material, el conductor del pesero, no
    perdona 10 centavos, el dueño de la tortillería da
    kilos de 900 gramos, el carnicero vende carne de caballo como de
    res, el policía se la pasa "muerde y muerde" todo el
    día en lugar de vigilar el orden, el empleado
    público no agiliza los trámites sin una
    "gratificación"… y, en general, todo mundo o casi todo,
    espera ser recompensado hasta por saludarnos.

    Bien, siguiendo con el análisis de las fusiones o grandes
    monopolios, veremos ahora un caso particular en el cual,
    justamente la situación de monopolio complica bastante el
    proceso de trabajo, así como los tiempos de entrega y
    distribución. Me refiero a la industria
    aeronáutica, particularmente a la compañía
    Boeing (TIME, 13 de julio). Este es un caso en que sólo
    existen dos fabricantes de jets comerciales para surtir a un
    total de 450 líneas aéreas en todo el mundo, cuyas
    compras de aviones montan $65,000 millones de dólares
    anualmente. La otra compañía es el consorcio
    europeo Airbus (formado entre Inglaterra y Francia,
    principalmente). En el caso de Boeing, como decía, tanto
    la complejidad de fabricación en sí misma,
    así como la presión
    por cumplir con un súbito incremento de la demanda de
    jets, ha ocasionado que se provoque a sí misma mayores
    tropiezos. Al no poder cumplir con las entregas de aviones, tuvo
    su primera pérdida desde hace 50 años por $178
    millones de dólares en 1997 y una baja de 90% en sus
    ganancias durante el primer cuatrimestre de 1998. El problema se
    originó porque, gracias a la bonanza
    económica
    existente hasta antes de la caída de
    los ex-tigres, tratada arriba, las compañías
    aéreas asiáticas ordenaron decenas de aviones -y no
    sólo éstas, sino otras aerolíneas-, los
    cuales, para poder cumplir la entrega, Boeing se vio obligada a
    reestructurarse y a aumentar precipitadamente la compra de las
    partes que se necesitan para fabricar cada avión de las
    que la mitad de ellas le son surtidas por proveedores en
    60 países. Estos, seguramente tomados también por
    sorpresa por la intempestiva demanda, tampoco pudieron aumentar
    de tajo su producción. La consecuencia fue no haber podido
    cumplir con los pedidos a tiempo. Y es que la fabricación
    de un avión es sumamente complicada y laboriosa. Lo malo
    para esa compañía es que cuando ya está en
    camino de reestructurarse, viene la crisis asiática y se
    le caen los contratos. Según la empresa, la cual tiene
    pensado construir 550 jets para 1998, a consecuencia de dicha
    crisis, puede perder unos 90 pedidos, que costarían unos
    $10,000 millones de dólares, durante los próximos
    cinco años, o sea, $111.11 millones de dólares por
    unidad. Es lo malo de no tener una visión a futuro, como
    hemos dicho antes, de no prever que los llamados "milagros
    económicos" (sea asiático, mexicano, chino, etc.),
    no son permanentes y sólo duran mientras las condiciones
    coyunturales que los posibilitaron se mantengan. Tal vez, en unos
    años, hubiera un resurgimiento, pero según
    transcurre el tiempo y con las contradicciones capitalistas cada
    vez más acentuadas, aquél será mucho
    más breve y nunca al nivel anterior. Una prueba de ello es
    que, por ejemplo, en EU, el consumo en la actualidad no se
    compara al de los años 70’s, es menor, y eso que
    entonces, en la mayor parte de las familias, solamente trabajaba
    el hombre. En
    la actualidad, trabajan tanto el hombre,
    como la mujer y ni
    así logran gozar del confort que, comparativamente,
    existía en aquéllos años (TIME, 5 de febrero
    de 1996). Inclusive aquí mismo, en México, lo
    vemos, por el hecho de que en la mayoría de las familias
    de la "clase media" (que es ya, más bien, pobre), digamos,
    trabaja no sólo el padre, sino la madre y hasta los hijos
    para medio cubrir las necesidades elementales, ya no comprar auto
    nuevo o comprar casa, sino para malcomer o pagar trabajosamente
    la renta. Así pues, eso es justo lo que le sucedió
    a Boeing, no prever que el "milagro asiático" no
    duraría para siempre. De todos modos "espera" que los
    problemas se resuelvan pronto y continúa con su proceso de
    reestructuración para aumentar la velocidad de
    fabricación de aviones, que era de 3.5 a 4 unidades
    mensuales, a 14, y así, hasta llegar a ¡21 aviones!,
    lo cual, según los ejecutivos, es titánico. La
    fabricación de cada avión es muy compleja y
    tardada. Lo componen un total de ¡6 millones de piezas!,
    las cuales deben irse armando en perfecto orden, pues de lo
    contrario, cuando una tarea se debe deshacer si la previa se
    olvidó o no hubo personal que la hiciera, los costos se
    elevan demasiado, así como los tiempos de entrega.
    Además, entre los cambios del proceso, Boeing
    eliminó la llamada "fabricación al gusto del
    cliente",
    situación por la cual se ofrece el 747, por ejemplo, con
    38 tablillas de anotaciones diferentes para el piloto o 109 tonos
    distintos de blanco. Y, claro, esto obstaculiza bastante su
    fabricación. En el nuevo modelo de avión, el
    llamado Next-Generation 737, considerado como el modelo que
    más rápidamente se ha vendido, ha habido cambios
    sustanciales para tratar de reducir tanto los tiempos de entrega,
    como los costos y, en consecuencia, el precio de venta. De todos
    modos, dado que la reestructuración ha sido lenta y ardua,
    Boeing ha tenido que asumir una pérdida de $437 millones
    de dólares por concepto de pago de tiempo extra,
    así como de entregas fuera de tiempo. Incluso, tuvo que
    cambiar una pieza del motor de un distribuidor por estar
    defectuosa en 23 de los NG 737. Todos estos problemas se
    antojarían absurdos si tomamos en cuenta que Boeing
    inventó la era del jet. Ha construido no menos del 55% de
    los jets que circulan hoy en día y si a eso sumamos la
    compra que efectuó el año pasado de la
    compañía McDonnell Douglas, en $16,300 millones de
    dólares, el porcentaje sube a 77%, pues los aviones
    construidos bajo esta última marca pasarían a ser
    de su propiedad.
    Como señalé, eso no garantiza que la
    compañía no tenga problemas. Además, en este
    caso, se trataría de un cuasimonopolio cuya actividad es
    vital para la aviación ya que si cerrara, la otra
    compañía, Airbus, no se daría a basto en la
    fabricación de aviones comerciales. Así pues,
    aunque tenga tantos problemas y la ganancia obtenida sea reducida
    -alrededor de 5% por cada avión-, se trata de un caso en
    que sus funciones no
    son prescindibles
    . Muy probablemente si se viera en aprietos
    económicos, el gobierno la rescataría sin lugar a
    dudas, costara lo que costara, apelando a una "causa de utilidad
    pública", e incluso la subsidiaría mientras la
    empresa hallara la forma de obtener nuevamente ganancias. De
    todos modos, Airbus es un fuerte competidor, y la forma de vencer
    es a través de los precios. Boeing tiene como cometido
    reducirlos disminuyendo en un 25% el costo de fabricación.
    Esto lo inició diseñando el cuerpo del modelo 777
    totalmente por computadora,
    eliminando así infinidad de dibujos y
    bocetos. También redujo las opciones de venta, algo
    así como lo que hacen los fabricantes de autos al ofrecer
    sólo transmisión manual o
    automática. Cuando los pedidos aumentaron tan
    súbitamente, así sucedió con los problemas:
    por ejemplo, muchos trabajos no se hacían a tiempo, a
    causa de que los empleos llamados "viajeros", no tenían
    las piezas disponibles en el momento oportuno. La consecuencia
    era que muchas operaciones debían deshacerse y eso
    encarecía a los "viajeros" hasta cinco veces más
    que si se hubieran ejecutado en el orden correcto. De plano, la
    empresa detuvo las líneas de armado de sus modelos 737 y
    747 casi durante un mes en octubre de 1997. Obviamente, las
    dimensiones de una fábrica de jets comerciales son
    descomunales. La planta en donde se fabrica el 747 se desplanta
    en un área de 5096 hectáreas, es decir, 50.96
    kilómetros cuadrados (equivalentes a un cuadrado de 7.14
    km. por lado) y tiene una altura de 35 metros (un edificio de
    casi 15 pisos), lo cual lo coloca como el mayor edificio del
    mundo por volumen. Se está implantando un programa que
    consolida todos los inventarios del
    material existente. Así, tanto ingenieros, como
    mecánicos y trabajadores que necesiten algo pueden hacerlo
    con sólo relampaguear una luz. Y
    también, se ha adoptado el sistema japonés que
    entrega partes y herramientas
    únicamente cuando son requeridas. En una planta de partes
    de 46,000 metros cuadrados ubicada en Auburn, Washington, equipos
    de ensamblaje construyen todo, desde partes para alas, hasta las
    puertas del tren de aterrizaje, en células
    aisladas (algo así como la fábrica brasileña
    Resende de VW que fabrica camiones y que también trabaja
    bajo el mismo sistema – TIME, 11 de noviembre, 1996), las cuales
    sustituyen a los tradicionales sistemas de banda
    que van de pared a pared. Así que Boeing, con todo lo
    anterior, espera ganar el mercado ofreciendo precios más
    competitivos y bajos que los ofrecidos por Airbus. Es decir,
    más que ofrecer productos muy novedosos, lo que trata de
    hacer es fabricar más eficientemente para reducir el
    precio final y ser más competitiva. Airbus apuesta
    más al desarrollo de aviones más veloces y de mayor
    capacidad, tal como el A3XX, un sujerjumbo mayor que el
    747 y que pueda cargar de 555 hasta casi 1000 pasajeros, que
    desarrolla en combinación con 20 aerolíneas y
    espera gastar $9,000 millones de dólares en su desarrollo.
    La compañía asegura tenerlo listo para el 2004. Sin
    embargo, Boeing dice que basta con sus modelos de alcance medio,
    los 767 y los 777. En fin, cualquiera que sea el resultado,
    pienso que en el futuro las dos compañías no
    tendrán otro remedio que compartirse un mercado que cada
    vez se restringe más y más, al profundizarse la
    crisis, pues la gente, antes que volar, necesita comer. No veo,
    además, por qué desarrollar aviones con mayor
    capacidad, como quiere hacer Airbus, pues serán más
    costosos y, así, la recuperación de la
    inversión realizada en su compra será muy larga,
    pues no habrá tantos pasajeros. En EU, varias
    compañías aéreas están en problemas
    por la fuerte competencia entre ellas por el pasaje y algunas
    hasta han dejado de operar. Recuérdese que eso
    sucedió en México, hace años cuando el
    famosísimo jet Concorde dejo de operar su vuelo
    México-París directo por falta de pasaje. Pero,
    como señalé, las empresas y corporaciones no
    visualizan el futuro.

    A pesar de todos los problemas implícitos en le
    monopolio, éste vuelve a ser una esperanza para la
    sobrevivencia del capitalismo. Parecería un juego, porque,
    cuando así les conviene, las compañías se
    fusionan y cuando dicha fusión las pone en peligro se
    vuelven a desintegrar en sus partes originales. Un ejemplo de
    esta situación son las compañías
    telefónicas en EU. Por razones legales, hace años
    la compañía telefónica Bell Telephone fue
    desintegrada por la ley antitrust,
    sobre todo porque, se dijo, su monopolio se oponía a la
    libre empresa en ese país. Se convirtió en varias
    compañías de menor tamaño que se nombraron
    como las "Baby Bells". Hace poco, en la primera semana de agosto
    del presente año (1998), Bell Atlantic, que sirve
    más o menos a unos 40 millones de clientes en 13 estados,
    y su valor se calcula en $70,000 millones de dólares,
    concibió un plan para
    fusionarse con GTE, compañía que sirve a unos 21
    millones de clientes muy bien dispersos, cuyo valor se estima en
    $52,000 millones de dólares. También por esas
    fechas, AT&T anunció una fusión con British
    Telecom. Estas fusiones las realizan para enfrentar, tanto la
    fuerte competencia entre ellas, como la tecnológica, de
    compañías que no son telefónicas, puesto que
    ahora la gente se puede comunicar a través del Internet,
    en donde la función de
    las telefónicas es meramente de enlace entre dos
    computadoras y se cobra como llamada local, perdiéndose el
    gran negocio de las llamadas de larga distancia. Incluso, algunas
    compañías, tales como International Discount
    Telecommunications, ofrecen telefonía por Internet mediante aparatos
    telefónicos comunes, que está teniendo gran
    aceptación, a través del llamado "Protocolo
    Internet", en donde una llamada se establece mediante una
    combinación de sistemas análogos y sistemas
    digitales: una llamada es realizada por un teléfono normal, cuyo mensaje es
    transmitido eléctricamente hasta la estación
    telefónica local, la cual también puede aceptar
    faxes u otros datos. Esta estación la traslada hasta un
    procesador de
    "Protocolo
    Internet", el cual digitaliza la llamada y la maneja como
    información computarizada digitalizada, es
    decir, se valdría del sistema digital que el Internet
    emplea para trasladar la información. Después, la
    llamada llega hasta otro procesador de
    "Protocolo Internet", cercano al destino, el cual convierte la
    llamada nuevamente a formato análogo, manda la
    señal a la estación telefónica local y
    ésta, finalmente, al destinatario. Este método de
    telefonía combinada es más barato
    que el convencional y permite, además, mandar otra
    información, tal como imágenes,
    faxes, etc. Este tipo de telefonía, aunque emplea
    tecnología comunicacional tipo Internet, no emplea al
    Internet mismo, sino redes privadas super-veloces
    de computadoras llamadas ruteadoras (routers) que conducen la
    información más eficiente y más
    económicamente. De esta forma, se están
    desarrollando nuevas compañías que ya no tienen que
    invertir tanto dinero, sino que pueden emplear los sistemas
    existentes de otras que no emplean totalmente su capacidad
    instalada y pueden rentarlas (En México ya se empieza a
    brindar el servicio telefónico por "protocolo internet",
    conocido comercialmente por bypass. Por ejemplo, la
    compañía estadounidense Latelco ofrece a llamadas
    de larga distancia a EU a una tarifa máxima de diez
    centavos de dólar por minuto, cuando que, mediante
    telefonía convencional, el mínimo es de tres
    dólares. Los clientes interesados sólo deben
    conectarse a través del Internet con el servidor de dicha
    compañía, localizado en Nueva Jersey, inscribir un
    número de tarjeta de crédito y cargar el programa que se
    ofrece para tal fin- La Jornada, 27 de julio de 1998). Así
    que aunque las grandes telefónicas se sigan fusionando no
    podrán evitar la cascada de empresas que, empleando la
    telefonía combinada, ofrezcan servicios más baratos
    y eficientes. Se prevé que en el futuro, la gente
    simplemente se suscribirá a cualquiera de esas
    compañías, pagará una cuota mensual y
    podrá hablar todo lo que desee. Esto es un duro golpe para
    los gigantes telefónicos, ya que irán perdiendo
    clientes y, además, se verán presionados por la
    guerra de
    precios bajos que vendrán, pues en un mundo cada vez
    más deprimido económicamente, la gente
    escogerá el servicio comunicacional más barato.
    Ahora, por ejemplo, la gente que puede, prefiere mandar un
    correo
    electrónico que efectuar una llamada de larga
    distancia. Y por dichas razones, las telefónicas se
    están fusionando, para ver si con sus fusiones pueden
    bajar sus precios y mantener las suscripciones de sus
    consumidores. Vemos aquí como el avance tecnológico
    tan aclamado en nuestros días pone en peligro
    también al mismo capitalismo que se vale de él para
    hacer negocios, pues muchas empresas, aunque sean en un momento
    dado fuertes monopolios, pueden ser desplazadas por
    tecnologías que las pueden convertir en obsoletas de la
    noche a la mañana, algo así como lo que
    señalábamos antes (pag. 19 y 20) con respecto a los
    bancos, en el sentido de que las operaciones bancarias a
    través del Internet podrían en un futuro volver sus
    funciones
    anacrónicas y que éstas podrían ser
    manejadas por los BiIl Gates del mañana. Por tal motivo,
    también, las empresas telefónicas transnacionales
    están tratando de expandir su influencia en otros
    países, comprando sus telefónicas, tal como
    sucedió en México con Telmex, de la cual
    Telefónica de España
    compró parte o que una porción de la
    telefonía de larga distancia se concesionó a varias
    compañías, casi todas estadounidenses o como en
    Brasil, en
    donde recientemente, el gobierno, de forma arbitraria, y a pesar
    de las protestas populares, decidió vender Telebrás
    en $19,000 millones de dólares, que se pagarán
    entre las doce compañías que la compraron. El 70%
    del dinero será desembolsado por compañías
    de España,
    Portugal, Italia, Canadá y EU. El gobierno de Cardoso
    pretextó que la compañía daba un
    pésimo servicio y que los solicitantes de nuevas
    líneas tenían que esperar mucho tiempo para
    obtenerlas y que en lista existen 15 millones de personas, muchas
    de las cuales pagan de $1,000 a $7,000 dólares "por debajo
    de la mesa" para obtener su teléfono. Problemas técnicos aparte,
    esto lo que hace es aumentar aún más la dependencia
    de ese país del capital y de la tecnología de las
    corporaciones extranjeras, así como reavivar los lazos
    neocolonialistas que Latinoamérica y todo el mundo
    subdesarrollado siguen adoleciendo en la actualidad por parte de
    las llamadas potencias económicas. En la siguiente tabla
    (TIME,agosto 10, 1998), se muestra como
    quedó repartida Telebrás:

    NUEVA EMPRESA MATRIZ INVERSIÓN (mdd)

    Telesp Telefónica de
    España $5,000
    Tele Centro Sul Banco Opportunity, Telecom Italia $1,700
    Tele Norte Leste Andrade Gutiérrez, firma constructora
    bras $2,900
    Embratel MCI $2,300
    Tele Norte Celular Telesistema Internacional $ 163
    Telesudeste Celular Telefónica de España,
    Iberdrola $1,200
    Tele Centro Oeste Celular Splice do Brasil $
    382
    Telemig Celular Telesistema Internacional $ 657
    Tele Celular Sul Telecom Italia, Globo, Banco Bradesco $
    608
    Tele Nordeste Celular Telecom Italia, Globo, Banco Bradesco $
    573
    Tele Leste Celular Telefónica de España,
    Iberdrola $ 373
    Telesp Celular Portugal Telecom $3,100

    Las dos compañías que más pagaron,
    tanto por la telefonía usual, como la celular, fueron
    Portugal Telecom y la Telefónica de España, quienes
    invirtieron $8,100 millones de dólares. Por lo visto,
    España quiere hacerle la competencia a EU en esto de la
    telefonía, pues también posee, por ejemplo,
    acciones en Telmex. Por otro lado, para desgracia de EU,
    sólo una de sus compañías fue aceptada, MCI,
    quien, como se observa, se encargará de Embratel, que
    será la compañía de larga distancia. Esto
    sugeriría una nueva composición de fuerzas
    corporativas que tratan de dejar fuera de los grandes negocios,
    por lo menos en Latinoamérica y en algunas actividades, a
    las poderosas compañías estadounidenses, quienes
    tendrán que buscar en otro lugar "oportunidades de hacer
    dinero". Por otro lado, se aprecia que en todos los países
    subdesarrollados siempre existirán los ricos empresarios
    "nacionales", ligados al capital extranjero; en este caso se
    trata de Andrade Gutiérrez, firma que se dedica a la
    construcción, lo cual nada tiene que ver con la
    telefonía. Es justo el caso de Carlos Slim, copropietario
    de Telmex, quien, entre otros grandes negocios, es dueño
    de la cadena Sanborns. Es decir, los grandes negocios sólo
    los hacen los grandes empresarios, quienes abarcan empresas muy
    diferentes entre sí, sin aparente lógica.
    Y, en sentido estricto, no existe ninguna lógica, pues
    cualquier actividad que rinda una buena ganancia será bien
    recibida. Vaya que estos negocios en donde se invierten millones
    de dólares, en general, compensan con creces dicha
    inversión. Supongamos que cada línea nueva cueste,
    conservadoramente hablando, $300 dólares (en los cuales,
    evidentemente, se cargarán todos los gastos de
    modernización de equipo y líneas). Si existen 15
    millones de personas, por el momento, solicitando líneas,
    esto implicará una entrada inicial de $4,500 millones de
    dólares. Ahora, supongamos una renta mensual promedio de
    $50 dólares, también conservadora, lo que
    daría $750 millones por mes. En un año, las
    empresas ganarían por renta $9,000 millones de
    dólares, es decir, en dos años de rentas casi
    recuperarían su inversión inicial de $19,000
    millones de dólares. Si a las rentas sumamos el costo de
    la línea, tendremos $22,500 millones de dólares, o
    sea, se recupera la inversión y ya se generan ganancias.
    Sobra decir todos los millones que de ahí en adelante las
    empresas se embolsarán.

    Como señalamos, uno de los objetivos del
    sistema de consumo en que vivimos es la rápida venta de
    las mercancías, o lo que Marx denominaba la
    "circulación mercantilista", pues sólo así,
    la plusvalía, es decir, el trabajo no
    pagado, puede transformarse en ganancia monetaria. Para ello, se
    vale tanto de los medios, como
    de la tecnología disponible. Uno de los medios que
    últimamente se está empleando bastante para vender,
    es el llamado Internet, esa red computarizada mundial
    que posibilita la interconexión entre sí de
    computadoras en todo el planeta, desarrollada a partir de los
    70’s, durante la guerra
    fría, cuando los EU establecieron un sistema que
    ligaba a las computadoras de sus instituciones gubernamentales
    entre sí en caso de que, por un ataque nuclear de la URSS,
    se interrumpieran las comunicaciones
    telefónicas normales. El peligro pasó, pero ese
    sistema se mantuvo y creció tanto, que debieron surgir
    compañías tales como Netscape, Yahoo o Excite, las
    cuales crearon métodos
    para ordenar y clasificar la información que antes se
    suministraba dentro de la red anárquica y
    desordenadamente. Eso les valió a esas empresas,
    además de prestigio, muchísimo dinero, gracias al
    cual, sus dueños ya están en las listas de
    millonarios. Por ejemplo, los fundadores de Yahoo, los
    señores David Filo, de 32 años, y Jerry Yang, de
    29, poseen respectivamente, $1,060 y $1,030 millones de
    dólares de fortuna personal. Por cierto, que estas
    personas, dentro de la cultura estadounidense del llamado
    "éxito corporativo", son unos triunfadores, tal
    como Bill Gates, es decir, aquéllos que, según los
    cánones capitalistas actuales, son los grandes
    héroes
    . Otros ganadores, dentro del Internet,
    son el señor Joe Kraus, de 26 años y el
    señor George Bell, de 41, dueños de Excite, cada
    uno con apenas $28.4 y $19.4 millones de dólares
    respectivamente de fortuna personal. Como decía, dichas
    empresas lo que han hecho es sistematizar y ordenar la
    información, de tal manera que ahora, por ejemplo, si
    queremos hallar información sobre, digamos, Oliver Stone,
    en el Internet, empleamos el Netscape, el Yahoo o el Excite y
    obtendremos todas las fuentes
    existentes con datos de ese director estadounidense. Al principio
    se consideró al Internet como un medio exclusivamente de
    información y de comunicación entre los usuarios. Pero poco
    tiempo transcurrió para que el capitalismo viera en
    él, también, una eficaz manera para anunciar y
    vender productos. Y, así, ahora, cada que se accionan los
    exploradores -como se les nombra a los programas de
    búsqueda mencionados-, aparecen acompañados de
    publicidad y de
    "sitios" específicos en donde podamos comprar desde un
    libro hasta un
    carro (TIME, 20 de julio, 1998). Ya vimos antes que el Internet
    se está usando más y más para efectuar
    operaciones bancarias y financieras (especulativas -pag. 19 y pag
    22-24). Pues también se está empleando como un
    excelente vendedor, a decir de muchos. Existen ya varios
    sitios que ofrecen todo, desde un traje sastre usado,
    hasta autos nuevos. Al abrir, por ejemplo el Netscape
    Navigator
    , de inmediato salen anuncios publicitarios y
    cuando se busca un sitio en particular, también salen
    anuncios relacionados con dicho sitio. Aquí, quienes
    ganan, en primer lugar, son los servidores como,
    por ejemplo, Yahoo, compañía a la que acuden 115
    millones de surfeadores del Internet a diario, ya que es
    la que cobra por colocar los anuncios o las páginas de las
    personas que ofrecen información o venta de servicios o
    mercancías. Así como los supermercados
    revolucionaron la cultura consumista, así, según
    los especialistas, el Internet la revolucionará de nuevo.
    Según el grupo analista Gartner, el consumo vía
    Internet esta año será de $6,100 millones de
    dólares y para el año 2000, dicho consumo se
    elevará a $20,000 mdd, un incremento del 233%, si todo
    sale bien
    . Incluso, señala que el consumo entre las
    compañías se hace cada vez más y más
    por ese medio. Por ejemplo, Boeing compra todas sus computadoras
    a Dell así. En la actualidad, según el grupo
    Gartner, las transacciones entre empresas a través del
    Internet montarán este año $15,600 millones de
    dólares y para el 2000, $175,000 millones. Esto
    simplemente indicaría que el Internet es sólo una
    forma de ahorrar dinero, pues no es lo mismo acudir a una empresa
    de computadoras que esté en otro estado, por ejemplo, con
    los gastos que la presencia física implican, a
    revisar su catálogo y hacer el pedido a través del
    Internet. De todos modos, creo que las expectativas son demasiado
    optimistas, como si no hubiera crisis económica, ni fuera
    a haberla en el futuro, pues el Internet, por sí solo,
    no es factor que revierta o que evite las crisis
    capitalistas.
    Aún contando con ese medio, el
    capitalismo no podrá superar su permanente tendencia a las
    crisis. En todo caso, el comercio por
    Internet puede suavizar un poco el problema, ayudando a
    bajar un poco los precios ( y eso sólo en algunos
    artículos, pues en otros, el precio sube). De todos modos,
    este comercio
    apenas si alcanza el 1% de la economía total de EU, que es
    de $8,500,000 millones de dólares (8.5 billones de
    dólares) al año; específicamente, el consumo
    al menudeo es de sólo 0.2% del total, así que en
    cifras, no contribuye en mucho a aliviar los crecientes problemas
    del capitalismo, pero de todos modos varios comerciantes lo
    están empleando, con bastante éxito. Por ejemplo,
    el señor Jeff Bezos, fundador de amazon.com,
    compañía dedicada a la venta de libros, hizo
    su actual fortuna ofreciendo el servicio de conseguir cualquier
    libro, por muy raro que sea, con sólo teclear el tema y
    las características en su sitio. Y claro, como en todas
    las épocas en que un avance tecnológico marca un
    hito, quienes favorecen al Internet, amenazan que aquél
    que no se internetice corre el riesgo de obsolecer. Sin
    embargo, a mi modo de ver, no se trata más que de una
    nueva trampa consumista, en el sentido de que la
    modernidad se reflejará en el uso del Internet, y
    todo lo que ello conlleva: tener computadora, fax-modem,
    línea telefónica, conexión a Internet, en
    suma, más consumo, sobre todo de computadoras, chips,
    procesadores,
    programas de cómputo, faxes, uso de servidores… es
    decir, quienes se beneficiarán directamente son los
    diseñadores de software -Bill Gates, en primer
    lugar, dueño de Microsoft-, los fabricantes de chips y
    procesadores
    (Andrew Grove, dueño de Intel) y de computadoras -IBM,
    Apple, Acer, etc. Veo al Internet, más que como una
    necesidad para la gente, como una para el desfalleciente sistema
    económico, el cual de esa forma podría, como
    señalé, no precisamente aumentar el consumo, pues
    éste no depende del Internet, pero sí lograr
    ciertos ahorros en la circulación de las
    mercancías. De acuerdo con la agencia ActivMedia, que
    encuestó 2,000 negocios en el Internet, 46% son
    redituables, en tanto que 30 % esperan lograrlo en los siguientes
    dos años. Para algunas firmas, gracias al Internet, sus
    precios son más competitivos, o sea, más bajos. Es
    el caso de la compañía de computadoras Dell, quien
    vende $5 millones de dólares de computadoras al día
    a través de su sitio, y que afirma que debido a ese
    medio, sus precios son 6% más bajos que los de sus
    competidores. En fin, tan efectiva ha sido la campaña de
    que para modernizarse, se necesita tener Internet, que la
    compañía Yahoo que mencionamos arriba, en la
    actualidad ocupa para sus instalaciones y servidores un
    área de 9,300 metros cuadrados, es decir, equivalente a un
    cuadrado de 100 metros por lado para poder dar servicio a los 115
    millones de los modernizados que a diario la ocupan. Es
    tanto su éxito, que sus acciones están, por el
    momento, entre las más cotizadas. Según Jupiter
    Communications, el siguiente es el perfil del comprador por
    Internet (en EU):

    Edad Promedio 33 años
    Ingreso anual promedio $59,000 dólares
    Solteros 59%
    Casados 41%
    Tienen niños
    menores de 18 años 34%
    Poseen preparatoria 57%
    Poseen profesional 30%

    Como se observa, quienes más consumen, son los
    más jóvenes, en quienes la cultura del consumismo
    está más acentuada.

    El número estimado de compradores de 1995 al
    2002, en millones, de acuerdo también con Jupiter
    Communications es:

    1995 3
    1996 6
    1997 10
    1998 16
    1999 23
    2000 33
    2001 45
    2002 61

    Como puede observarse, el proceso de
    internetización está creciendo muy aprisa,
    más de 40% cada año, excelente negocio para todos
    los Bill Gates

    En cuanto a los ingresos de los comerciantes por
    Internet, de 1996 al 2002, en millones de dólares, la
    misma empresa señala:

    1. $700
    2. $2,000
    3. $6,000
    4. $11,000
    5. $17,000
    6. $27,000
    7. $41,000

    Es decir, según las predicciones, habría
    un aumento de las ventas de ¡5757% con respecto a 1996 para
    el 2002! Un considerable aumento del consumo.

    El desglose de ingresos por industrias, según
    Jupiter Communications, en millones de dólares, es el
    siguiente:

    Viajes $2,091
    Venta de computadoras $1,816
    Abarrotes $ 270
    Regalos/flores $ 219
    Libros $
    216
    Programas de cómputo $ 173
    Boletos $ 127
    Música
    $ 81
    Ropa $ 71

    Como se ve, la ganadora son los viajes, muchos
    de los cuales son de placer, que trae al tema a la industria del
    ocio, que más adelante trataré.

    Los sitios más buscados, según Media
    Metrix, son los siguientes:

    Sitio Actividad
    bluemountainarts.com tarjetas
    amazon.com libros
    cnet.com software
    columbiahouse.com música
    ebay.com subastas
    cdnow.com música
    barnesandnoble.com libros
    hotfiles.com software
    netmarket.com mercado
    musicblvd.com música

    Se puede ver que las mercancías más
    buscadas son pequeñas tanto en precio, como en
    tamaño, así que dudo que, por ejemplo, la venta de
    autos, o de electrodomésticos, vaya a prosperar mucho en
    el Internet.

    Por último, las razones por las cuales la gente
    es renuente a comprar mediante el Internet, son las siguientes,
    según World Research:

    Miedo a los saboteadores 21%
    Falta de productos 16%
    Imposibilidad de ver los productos 15%
    Deben revelar información personal 13%
    Sitio pobremente diseñado 8%
    Reputación de las compañías 6%
    Miedo de perder dinero o mercancías 6%

    Otros de los felices héroes corporativos del
    Internet
    , son los siguientes:

    Nombre Compañía Fortuna personal
    (mdd)
    Jeff Bezos, 34 años Amazon.com, venta de
    libros $1,970
    Steve Case, 39 años AOL, proveedora de Internet $253
    . con 12 millones de suscriptores
    Christos Cotsakos, 49 años E*Trade, corredor $40
    . electrónico (mencionado arriba)

    Jason Olim, 28 años y Cdnow, venta de
    álbumes $65.6
    Mattew Olim, 28 años musicales $65.6
    (gemelos)

    Se realizó una investigación para medir la
    efectividad de la venta por el Internet, en especial qué
    tan baratos resultaron los productos vendidos. Y así, se
    halló que los libros, perfumes y vinos, son más
    baratos, en tanto que boletos de avión y autos
    están en el mismo precio. En cuanto a los discos, son
    más caros por Internet debido los gastos de entrega. Pero
    en cuanto a la efectividad del Internet, los libros y los boletos
    de avión se están vendiendo cada vez más por
    ese medio, puesto que los libros son más baratos y pueden
    consultarse, y las agencias de viaje ofrecen, además de
    los boletos, opciones vacacionales y mucha información
    referente a hoteles,
    restaurantes y lugares de interés. Los discos tienen una
    mediana demanda, porque la gente aún prefiere ir
    directamente a las tiendas de discos, pues, por ejemplo, es mucho
    más fácil escuchar los discos ahí que por el
    Internet, el cual se lleva varios minutos para cargar los demos.
    Los perfumes se siguen comprando directamente, ya que por el
    Internet no pueden olerse. Los carros también se compran
    más en las agencias, porque no es igual verlos en vivo que
    a través de la pantalla. Lo mismo sucede con los vinos,
    los cuales no pueden catarse. En fin, no todo es tan ideal como
    parece en el comercio internetizado.

    El sistema capitalista busca no sólo acelerar la
    circulación de sus mercancías, como ya vimos que
    hace con el Internet, sino mercantilizar todo cuanto pueda, en
    sus afanes por superar la crisis. Así, muchas de las
    labores que hasta hacía poco se realizaban como parte de
    las labores domésticas, tales como la limpieza, el lavado
    y planchado de ropa, la cocina, entre otras, han sufrido un
    proceso de mercantilización que las aleja cada vez
    más del ámbito familiar para convertirlas en
    lucrativos negocios: tintorerías, lavanderías
    automáticas, empresas de limpieza, empresas de alimentación…
    muchos de ellos, verdaderos emporios económicos. Como
    siempre, en Estados Unidos, centro del capitalismo mundial, es
    donde más se han desarrollado estas corporaciones
    "domésticas". Veamos concretamente el caso de la llamada
    industria de la comida tipo casera (Home-meal replacement, HMR)
    que ha tenido un gran desarrollo en ese país.

    Debido a que, como señalamos arriba, el
    capitalismo es más voraz en su apropiación de la
    riqueza social, el poder adquisitivo es cada día menor,
    así que tanto el hombre, como
    la mujer, incluso
    en EU, deben trabajar, sobre todo porque se deben crear
    más consumidores. A partir de los años 30’s,
    se inició un proceso de incorporación de la
    mujer en las
    actividades económicas remuneradas, principalmente en la
    industria, más cuando en las épocas de
    expansión previa y posterior a la segunda guerra
    mundial, escaseaban los obreros. De esa forma, la mujer
    aumentó no sólo la cantidad de trabajadores
    disponibles, sino que, además, resultó, por su
    condición de subyugada en la sociedad machista, mucho
    más barata, además de abaratar, en general, a la
    fuerza de trabajo. Podríamos decir que si ahora trabajan
    tanto el hombre, como la mujer es porque sus salarios conjuntos
    representan el nivel salarial del hombre de los años
    60’s y 70’s, que generalmente era el único que
    trabajaba. Es decir, el salario se ha reducido tanto con la
    incursión de la mujer, que por eso ahora deben de trabajar
    los dos. Si el plan del capitalismo era, en un principio,
    aumentar el consumo al doble, ahora incluso es menor que el
    correspondiente a esas décadas, a pesar del trabajo de
    hombres y mujeres. Así pues, hoy en día, la mujer
    debe de trabajar no para aumentar el consumo familiar, sino
    para que su salario sea complementario al del hombre.
    Sin
    embargo, ni aún así la mayor parte de la
    población logra satisfacer por lo menos sus necesidades
    básicas. En Estados Unidos, el salario de la mujer
    representa el 70% del de los hombres, además de que se
    vive del crédito, pues los consumidores dispararon las
    deudas de sus tarjetas de crédito a $400,000 millones de
    dólares en 1996 (TIME, febrero 5, 1996). Por esta
    situación, el trabajo
    doméstico, tal como barrer, trapear, sacudir, limpiar,
    tendido de camas, lavado y planchado, debe ponerse a cargo de
    otras personas (trabajadoras domésticas o empresas de
    limpieza, tintorerías, lavanderías), en tanto que
    el cocinado de alimentos se ha venido sustituyendo con la llamada
    fast food (hamburguesas, pizzas, sandwiches, sopas
    instantáneas, comida chatarra) y más recientemente
    con la llamada comida tipo casera (Home-meal replacement).
    Este tipo de comida ha hecho que el "placer de cocinar" se haya
    convertido en el "placer de no cocinar". Quienes idearon esta
    industria, que en la actualidad asciende a la increíble
    cantidad (sólo en EU) de $100,000 millones de
    dólares al año (más de la quinta parte de
    nuestro producto interno bruto), se apoyaron en la idea de que
    los consumidores, aunque no puedan cocinar, prefieren adquirir
    comida elaborada con "sabor casero", a seguir comprando comida
    industrializada. En EU, se gastan anualmente ¡$691,000
    millones de dólares en comida!, de acuerdo con
    estimaciones del grupo NDP, y de esa cantidad, el 46% se
    destinó a comprar comida hecha fuera, en la que se ubica
    la casera (TIME, 1 de junio, 1998). Entre las principales
    empresas dedicas a la venta de comida casera están
    Foodini’s Fresh Meal Market, EatZi’s, Boston Market,
    Piggly Wiggly, Gelson’s Marketts, Wolfgang Puck’s to
    go, Uprop’s y otras, que, sin que sea sorprendente, ejercen
    una fuerte competencia entre ellas. Algunas, como A&P, que
    antes era tienda de abarrotes, ofrecen menús de comida
    casera a través del Internet, que puede ser ordenada de
    una de sus 700 sucursales y entregada en unos cuantos minutos.
    Los restauranteros también han desarrollado un sistema de
    entrega a domicilio muy rápido. La expansión de
    todos estos negocios, como señalé, se debe a la
    falta de tiempo: en 1987, 43% de todos los alimentos
    incluían al menos un platillo cocinado desde el principio,
    en tanto que en la actualidad, ese porcentaje se ha reducido a
    38%, lo cual significa que cocinar, más que una necesidad,
    se ha convertido en un "hobby" de fines de semana. Ya desde el
    siglo pasado, en 1879, se hizo el primer intento "para aliviar a
    las amas de casa del tedio de cocinar". Heinz, creó y
    comercializó la salsa catsup preparada del mismo nombre y
    fue quien ideó la frase anterior. Tiempo después,
    en 1953, Ray Kroc creó los restaurantes Golden Arches, que
    después habrían de convertirse en McDonald’s.
    Por el mismo año, una técnica en alimentos de
    Swanson, Betty Cronin, creó un programa televisivo llamado
    "TV Dinner", cuyo propósito era orientar a las amas de
    casa para reducir el tiempo culinario, que en ese entonces era en
    promedio de dos horas. Actualmente, el tiempo culinario se ha
    reducido a 15 minutos en promedio, lo cual sería
    indicativo de la exigencia del capitalismo de reducir no
    sólo los tiempos de producción, sino también
    el tiempo que los trabajadores se toman fuera de las empresas, es
    decir, se busca que estén lo más posible en el
    trabajo, para que, por un lado, rindan más mediante, por
    ejemplo, horas extras, turnos dobles y, por otro, para que con el
    ligero incremento salarial resultante consuman más.
    Esto beneficia al capitalismo en general, entre quien se incluye,
    desde luego, a los fabricantes de comida tipo casero.
    Además, estas empresas con toda seguridad han
    tratado ellas mismas de reducir el tiempo de cocinado de sus
    platillos, pues aquí se aplica el mismo principio de todo
    el capitalismo: a menor tiempo de producción, menor
    precio, más ventas y más ganancia. Por lo pronto, y
    a pesar de la crisis mundial, les va bien, sobre todo porque su
    "especialidad", hacer comida, abarca una necesidad fundamental:
    la gente podrá prescindir de comprarse carro nuevo o una
    supercomputadora, pero no puede dejar de comer, y menos ahora que
    "está tan ocupada". Si algunas empresas no están
    funcionando muy bien, es porque han querido expandirse demasiado
    y además porque ofrecen un menú bastante variado.
    Tanta variedad, desde luego, aumenta los costos y no se asegura
    que la gente se coma todo, como en el caso de Boston Market, que
    tuvo pérdidas el año pasado por $224 millones de
    dólares de un total de $379 millones de dólares en
    ventas. En este caso se sigue el típico esquema de que la
    diversificación de un producto, es decir, que se ofrezca
    con distintas características y presentaciones (tal como
    en el caso de los autos, de los cuales se ofrecen distintos
    modelos y de estos distintas características),
    asegurará su compra. En mercadotecnia
    esto se designa como "preferencias consumidoras", pero en
    épocas de crisis, como se comprueba actualmente, esto
    tampoco funciona y el consumo tiende a desplomarse. En el caso de
    la comida, seguramente los consumidores buscan platillos caseros
    económicos, no tan elaborados, como ensaladas, guisos de
    carnes, postres y no aquéllos de la "alta cocina
    gastronómica". Por otro lado, como señalé,
    también la fuerte competencia entre ellas, afecta a dichas
    compañías, pues inclusive los supermercados ofrecen
    alimentos caseros y, además, cómodos lugares para
    comerlos, los cuales absorbieron 22% de los consumidores. Existe
    un prototipo en funcionamiento en Hartsfield, Ohio, a cargo de
    Piggly Wiggly, en donde los clientes pueden dejar a sus hijos al
    cuidado de un centro infantil, vigilarlos mientras hacen sus
    compras a través de monitores
    colocados en los pasillos, adquirir comida tradicional o algo
    rápido, tomar lecciones de cocina en la escuela del
    supermercado, sacar dinero del banco de la tienda (genial idea,
    incluso ya implantada aquí, pues así los clientes
    no pueden quejarse de no tener dinero para comprar), recoger su
    ropa de la tintorería y mandar un fax desde el
    centro de negocios… ¡todo en uno!, tal como va siendo la
    tendencia capitalista de abarcar el mayor número de
    negocios posibles para abarcar al mayor número de clientes
    que se pueda. En esto de la comida preparada entran incluso las
    bolsas de "ensaladas", que no son más que lechuga o col
    rayadas, y cuyas ventas en los EU ascienden a $2,000 millones de
    dólares, así que mejor yo recomendaría a
    toda esa gente que venciera su flojera, y compraran sus propias
    verduras y las cortaran ellos mismos. Con todo y la competencia,
    la ganancia obtenida por estos empresarios de la cocina es, en
    general, más alta que el resto de la industria.
    EatZi’s, por ejemplo, obtiene de 12 al 15% de ganancias. En
    promedio, por cada metro cuadrado de sus instalaciones vende
    $16,140 dólares, en tanto que los comercios de abarrotes
    tradicionales sólo venden $2,200 dólares y obtienen
    una magra ganancia del 2 al 3% y por eso es que muchos de esos
    están ofreciendo también comida preparada. Esto
    demuestra, como siempre se ha considerado, que la venta de comida
    es un "buen negocio", ya que es mucho más caro adquirirla
    hecha. Y existe tanta confianza en que cada vez menos
    estadounidenses puedan preparar sus alimentos y deban
    comprarlos hechos
    , que incluso una empresa, Personal Chef
    Association, alquila chefs mujeres quienes preparan
    alimentos que cuestan entre $7 y $8 dólares por persona, y
    que cuando los comensales llegan a casa requieren sólo de
    una rápida calentada en el horno de 15 minutos. Incluso
    cenas tan tradicionales como la navideña, son compradas,
    cada vez más ya, previamente preparadas. De todos modos,
    tal vez ahora que la crisis empieza poco a poco a manifestarse en
    ese país, comenzando con la alarmante caída del Dow
    Jones, la gente de nuevo piense en que sea mejor preparar sus
    alimentos en casa y ahorrarse así buen dinero. En
    México, es poco probable que ese tipo de empresas se
    desarrolle, porque, en primer lugar, está todavía
    más afianzada la cultura culinaria y, en segundo, a partir
    del recrudecimiento de la crisis, la gente prefiere más
    preparar sus propios alimentos, que comer en restaurantes o
    comprar comida preparada, debido a que resulta más barato
    cocinar en casa. Algunos centros comerciales, así como las
    llamadas supercocinas, venden comida casera, pero es en
    pequeña escala, nunca tan extendida, ni tan desarrollada,
    como en el caso de las empresas estadounidenses
    especializadas.

    Todo en el capitalismo tiende a mercantilizarse, pues,
    como señalamos antes, cualquier actividad que permita
    obtener una ganancia será abordada por aquél. Lo
    vimos con la comida. Ahora analizaremos la llamada industria
    del ocio
    . En Estados Unidos, sobre todo, se han desarrollado
    varias corporaciones cuya finalidad principal es la del
    entretenimiento. Ahí tenemos, por ejemplo, Walt
    Disney,
    con sus parques de diversión y sus
    películas, Steven Spielberg con su Dream
    Work’s
    , Hollywood, Las Vegas con sus casinos… no
    podía ser de otra manera, pues en ese país, el
    capitalismo ha alcanzado las máximas expresiones de su
    tendencia a la mercantilización. La industria del ocio
    saca partido de aquellos con dinero excedente como para
    invertirlo en puro placer; su única ganancia
    será su diversión a raudales. Por lo mismo,
    las empresas dedicadas al entretenimiento no reparan en costos
    con tal de justificar los precios que sólo los estratos
    pertenecientes a los sectores de la llamada clase media alta para
    arriba (un 25% de la población) pueden pagar. Veremos
    concretamente el caso de los cruceros, esos grandes barcos
    equipados a todo lujo en los cuales se ofrecen viajes de
    placer, no precisamente hacia otros destinos, sino a bordo del
    mismo crucero. Ya desde el famoso Titanic se
    ofrecía a los pasajeros de la clase de lujo comodidades
    tales como comidas exóticas, salones de juego,
    áreas de cubierta exclusiva, salones de descanso, con tal
    que su viaje fuera lo más placentero posible. Gracias a
    las ganancias obtenidas por la especulación, cinco
    millones de estadounidenses el año pasado contrataron
    cruceros, es decir, un incremento diez veces superior al de hace
    dos décadas, para pasar sus vacaciones. Anteriormente,
    dichos viajes se consideraban exclusivos de los privilegiados,
    pero a través de publicidad y de la férrea
    competencia entre las compañías se ha podido
    masificarlos. Aún así, sólo de clase
    media alta para arriba (el sector poblacional que percibe
    ingresos de $60,000 dólares o más anualmente), como
    señalé, pueden darse el lujo de contratar cruceros,
    pues el precio diario promedio de los servicios es de $200
    dólares, es decir, 2000 pesos, bastante alto para nuestros
    deprimidos salarios mexicanos; por cierto, hace años, la
    compañía Princess quiso implantar esa costumbre en
    México, pero por la baja demanda no tuvo mucho
    éxito, así que se retiró. Pero en Estados
    Unidos, Princes, junto con Carnival y Royal Caribbean, son
    consideradas las tres grandes de los cruceros, acaparando el 73%
    del mercado norteamericano. Los destinos más demandados
    son hacia el Caribe, 50% del total de las reservaciones. Esas
    empresas, en su afán por acaparar el mercado han estado
    comprado a otras empresas o, por la fuerte competencia, las han
    llevado a la quiebra. No podía ser de otro modo: sean
    industrias, bancos, empresas del ocio, siempre se tiende a la
    monopolización del mercado, como la fórmula del
    éxito
    , pero como ya lo hemos tratado arriba, esto no
    es garantía, sobre todo con la crisis que estamos pasando
    y que ya comienza a afectar a ese país, particularmente en
    las ganancias especulativas, que tienden a disminuir al disminuir
    el índice Dow Jones. Pero, por lo pronto, Princess
    y las otras están aprovechando lo que queda del
    boom y están haciendo los grandes negocios. Para
    empezar, el tamaño de los barcos es cada vez más
    gigantesco, pues con tanto dinero, las compañías
    están ordenando la construcción de grandes
    embarcaciones, cuyo costo total será de $10,000 millones
    de dólares (casi lo que pagamos de intereses de la deuda
    externa al año). Dichos barcos incrementarán el
    número de camarotes al doble. Entre ellos están el
    Grand Princess, de $450 millones de dólares, con capacidad
    para 2,600 pasajeros, perteneciente a Princess. Su peso total es
    de 109,353 toneladas (el Titanic pesaba sólo 46,328
    toneladas), contará con quince cubiertas, tres auditorios
    y el casino flotante más grande del mundo (es decir,
    industria del ocio dentro de la misma industria del ocio). Walt
    Disney no se puede quedar atrás -obvio, la competencia- y
    está botando dos embarcaciones de $370 millones de
    dólares cada una, con capacidad para 1,760 pasajeros por
    barco, que ofrecerán excursiones familiares de tres o
    cuatro días como parte de paquetes de vacaciones de Disney
    World. Sobre todo, Disney se dirige hacia el mercado de los
    adolescentes,
    y con tanto dinero y experiencia, será una fuerte
    competencia para las otras compañías -como en todos
    los negocios en donde Walt Disney se mete, termina por acaparar
    una buena parte del mercado. De todos modos, lo de viajar en
    crucero, según las compañías, no está
    todavía tan extendido, ya que solamente 8% de la
    población de Norteamérica (Canadá y EU) lo
    hacen. Esto seguramente se debe a que los sectores más
    abundantes son los de nivel medio hacia bajo. En 1993,
    sólo el 25.2% de todas las familias disfrutaban ingresos
    de $60,000 dólares o más. La proporción de
    familias ganando $20,000 dólares o menos se
    incrementó casi en la misma medida, desde 1970, de 20.3% a
    24.5%. La amplia clase media se contrajo, también desde
    1970, de 59.1% de todas las familias a 50.3%, es decir, se
    está encogiendo, y junto con la clase baja,
    constituirían el 74.8% de la población (TIME,
    febrero 5, 1996). Por lo cual, como señalé,
    sólo aquellas familias con ingresos mayores a $60,000
    dólares podrían pagar un paquete familiar en un
    crucero de, digamos, $1,000 dólares por persona en las
    vacaciones de verano o de diciembre (si fueran cuatro de familia,
    pagarían $4,000 dólares, suponiendo $200
    dólares diarios durante cinco días por persona).
    Aún así, las compañías esperan
    que la demanda crezca de 9 a 10% anual -lo cual dudo bastante.
    Por lo mismo, Royal Caribbean gastará $2,800 millones de
    dólares de aquí al 2002 para agregar 7 nuevos
    cruceros a su flota de 16. Carnival posee 42 barcos en siete
    líneas separadas, las cuales proveen desde "escapadas" de
    tres días a Miami, hasta cruceros de lujo de 98
    días al exorbitante costo de $137,000 dólares por
    persona. De todos modos y a pesar de los lujos ofrecidos, las
    compañías han buscado reducir al máximo sus
    costos para aumentar sus ganancias, que en la actualidad
    ascienden a 27% de la inversión, es decir, es muy buen
    negocio, si lo comparamos con la ganancia media industrial, de
    10% en promedio, o la bancaria, de 15 (TIME, 18 de mayo, 1998).
    Así que tanto lujo, vale la pena para las
    compañías (es como con los autos de lujo, como
    señalé arriba, que son mejor negocio que los autos
    económicos). Se planea incluso construir un barco que
    servirá de casa permanente para sus pasajeros. Esta
    embarcación, llamado World of ResidenSea (el mundo
    de las residencias marinas), tendrá 286 condominios y
    estará terminado en el 2001 (si es que llegamos). El
    creador del proyecto, el señor Knut Kloster, exgerente de
    las líneas Norwegian Cruise y Royal Viking, ha vendido ya
    65 unidades, las cuales llegan a costar hasta $6.6 millones (en
    estas tonterías desperdician los ricos la riqueza social
    que acaparan)

    Y es tanto el afán de las compañías
    de cruceros por atraer clientes, que una sociedad
    estadounidense-suiza construirá una réplica exacta
    del Titanic, para aquéllos deseosos de revivir el
    tiempo (aunque no la tragedia, supongo, pues el nuevo
    Titanic se dice que contará con suficientes botes
    salvavidas) y de sentirse Leonardos di Caprios.

    Como ya hemos mencionado en los temas tratados arriba,
    el capitalismo ha desarrollado la idea de globalidad
    exclusivamente para cuidar sus intereses, siendo el principal de
    ellos la obtención de ganancia y no es solamente por la
    apropiación de dicha ganancia que el capitalismo empobrece
    más y más a la sociedad, sino, como señalaba
    Marx, por la apropiación del producto social, o sea, todo
    lo que los hombres fabrican en conjunto y que finalmente queda en
    las manos de unos cuantos.
    Y ni siquiera aquello que se
    fabrica sirve para el beneficio de todos, sino que se sirven de
    ello unos cuantos, por ejemplo, un auto de lujo, un reloj de oro,
    un jet ejecutivo… se forza a una gran parte de la sociedad a
    consumir sus energías y a gastar los recursos
    naturales en beneficio de una, cada vez más
    pequeña, fracción de gente rica. Por ejemplo, los
    trabajadores que fabrican un BMW o un Cartier o un jet ejecutivo
    de la Boeing, bien podrían emplear ese tiempo para
    fabricar los productos que realmente necesitaran, tales como sus
    casas, su ropa, sus muebles, etc., pero tienen que servir a sus
    respectivos jefes, recibiendo salarios de hambre, en detrimento
    de su propio nivel de vida. Por eso, insisto, el capitalismo
    empobrece no solamente por la acumulación de dinero -pues
    esto, la acumulación de dinero, es una consecuencia, y
    como vimos antes, a través de la especulación ha
    alcanzado sus niveles más brutales de codicia-, sino por
    la acumulación de la riqueza y del producto social,
    obligando a los hombres a trabajar y a emplear su patrimonio
    haciendo cosas que para nada los benefician. En este sentido,
    como señalé, todo se encamina a lo mismo, a
    beneficiar al sistema económico. Así, la
    educación moderna, no podía tampoco
    apartarse de dicho lineamiento. En la actualidad, la
    institución escolar, no cumple su cometido de
    enseñar al educando, sino que, más bien, lo
    habilita en algún oficio o técnica para que pueda
    desempeñarse dentro de una fábrica
    . Así
    como se habla de la optimización de las materias primas
    -materiales
    más baratos- y de mejores instrumentos de trabajo
    -máquinas computarizadas que produzcan más-,
    también, de acuerdo con el sistema capitalista, se
    requiere de una fuerza de trabajo más calificada,
    más apta, más eficiente
    , pero también
    más barata y más reducida, es decir, que se pueda
    explotar mucho más a un menor número de obreros, y
    que se les pague un salario bastante reducido. Esto de
    optimizar a la fuerza de trabajo se inició desde
    que Ford creara su sistema de fabricación en banda, pero
    es en la actualidad que dicha optimización ha
    llegado a niveles intolerables; debido a eso, al obrero se le
    somete a intensas sobrecargas físicas como consecuencia de
    las tareas repetitivas. La reciente huelga en General Motors, en
    la planta principal en la que se desarrollan las máquinas
    para la construcción de los autos, se debe a las forzadas
    jornadas a las que los obreros son sometidos con tal de rendir
    más
    , lo que ha llevado al trabajador estadounidense a
    ser uno de los más eficientes, o sea, más
    explotados
    del mundo. Sin embargo, no les bastan a las
    corporaciones los ahorros que han logrado, así que
    necesitan buscar en otros países fuerza de trabajo
    igualmente capacitada, pero mucho más barata. Esta
    situación ha llevado a una escalada, sobre todo en
    Latinoamérica, de la creación de las llamadas
    escuelas tecnológicas, en donde los alumnos son
    habilitados
    en oficios y especialidades industriales, luego
    de lo cual, pueden ser considerados obreros calificados o
    semi-calificados.
    Particularmente, se ha puesto gran
    énfasis en la llamada alfabetización, que la
    gente sepa leer, y se mide el desarrollo de un país de
    acuerdo con el porcentaje de la población alfabetizada.
    Esto, en realidad, es un modo bastante eficientista de
    medir el desarrollo de un país, así como su nivel
    educativo, pues el que todos sepan leer, no garantiza que su
    nivel ni la calidad de su
    vida suban automáticamente, tal y como pregonaban las
    viejas ideas funcionalistas de que una mejor educación garantizaba
    un mayor bienestar (Esto lo promovía la famosa tesis de
    El Capital Humano, según la cual, invertir en
    la
    educación de una persona, era como si se invirtiera en
    una empresa que, en el futuro, no sólo amortizaría
    la inversión, sino que generaría grandes
    ganancias
    ). En México, por ejemplo, actualmente, ni
    siquiera poseer una carrera universitaria garantiza tener, ya no
    digamos, un buen empleo, sino,
    por lo menos, conseguir uno. Ni egresando de una universidad
    privada se puede pensar en conseguir empleo fácilmente
    debido a que, como se ha señalado, la tendencia del
    capitalismo es emplear cada vez a menos gente y explotarla mucho
    más (Aumenta el desempleo entre egresados de escuelas
    privadas,
    La Jornada, 3 de enero de 1995). Por tanto, es
    evidente que la educación actual no busca como
    cometido el beneficio directo de quien es educado o,
    más correctamente, habilitado, sino el beneficio de
    las empresas que contratarán, no tanto a los egresados de
    las universidades, sino a los futuros obreros calificados
    egresados de las escuelas tecnológicas
    . De esa forma,
    las empresas no pierden el tiempo entrenando en sus propias
    instalaciones a los futuros obreros, lo que implica
    gastos que incidirían en el precio final del producto
    fabricado
    , pues al contratar a egresados, por ejemplo del
    Conalep, éstos ya están preparados en tareas muy
    especializadas y con un mínimo de orientación,
    estarán listos para trabajar, ganando cuando mucho dos
    salarios mínimos, abaratando así el precio final de
    producción
    ("El número de empleos generados en
    los primeros seis meses del año sumó 488,085, de
    los cuales 60% son eventuales y en su mayoría se ubican en
    el rubro de la ‘precarización salarial’ con
    ingresos promedio de 1.5 salarios mínimos", El Financiero,
    17 de agosto de 1998). Esta eficiente habilitación de
    futuros obreros se tiende a generalizar en todos los sectores
    educativos y ya, también, las universidades contribuyen
    con su dotación de obreros calificados o, cuando
    más, de supervisores de dichos obreros y de
    administradores que eficientizen el empleo de los recursos
    productivos
    . En México, la llamada ANUIES
    (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
    Educación
    Superior) ha impuesto, muy arbitrariamente, un supuesto
    "examen de calidad
    profesional", el cual "tendrá el propósito de medir
    los conocimientos, habilidades y destreza que requiere un joven
    para el ejercicio de su profesión". Este examen
    (bastante difícil de pasar, según se dice), que
    será un requisito adicional a los ya abultados
    trámites de titulación, se comenzó a aplicar
    -no por casualidad- en carreras más directamente
    relacionadas con las industrias, tales como contaduría,
    administración, turismo, administración de empresas
    turísticas, ciencias
    farmacéuticas, entre otras, y ya empresas como ICA
    (Ingenieros Civiles Asociados), lo exigen, como una prueba de
    que la persona contratada cumpla con los niveles de eficiencia
    requeridos
    (La Jornada, 19 de noviembre de 1997). Entre
    más puntuación obtenga el examinado, más
    eficiente se le considerará
    , acentuándose
    así el modelo habilitador, que no educativo, del
    eficientismo, el cual valora más una simple
    calificación -un diez-, aunque se haya obtenido copiando,
    que un verdadero conocimiento
    aplicado concientemente a nuestra realidad
    . Todo esto, la
    habilitación, como señalé arriba,
    responde a la
    globalización, al neoliberalismo. En la Cumbre Internacional de
    Educación,
    se estableció que "la aplicación de las
    políticas neoliberales ha llevado a diseñar modelos
    educativos en función de
    las necesidades del aparato productivo y no del pensamiento
    ".
    Se coincidió también en "que la política
    neoliberal ocasiona que la educación sea
    considerada un servicio, no un derecho, y que las reformas
    educativas recientes constituyen el ámbito ideal para
    formar la mano de obra que demanda el mercado, porque la nueva
    organización del trabajo se basa en la
    productividad.
    " Justamente lo señalado:
    que se busca exprimir al máximo a los obreros.
    También se estableció que "la educación se
    convierte en una empresa en la que el director (de escuela) asume el
    rol gerencial, los padres de familia desaparecen y los alumnos
    son trabajadores que se preparan para responder a las necesidades
    del mercado"
    . De hecho, esto es claro cuando vemos
    cómo el actual rector de la UNAM, el
    tecnócrata Barnés de Castro, más que rector,
    parece administrador de
    esa institución (copiando, por supuesto, el papel
    zedillista, de que, más que presidente, parece simple
    administrador
    del país). También se dijo que los actuales
    programas se consideran obsoletos, mas no porque no
    cumplan su objetivo de
    educar, sino que no están acordes con la eficiencia
    industrial requerida
    . Se señaló también
    que en Latinoamérica, existe un proceso de
    privatización de la educación superior, ya
    que 54% de ésta es administrada por instituciones privadas
    (La Jornada, 12 de febrero de 1997). Es lo que sucede en
    México, en donde, año con año, se reduce la
    matrícula para los aspirantes a nivel medio superior y
    superior y se les da como alternativa a quienes no pasan los
    exámenes de admisión que estudien, con medias
    becas
    , en escuelas privadas, en donde predomina el
    espíritu empresarial y por el sólo hecho de pagar
    puntualmente sus colegiaturas, los estudiantes pueden
    darse por aprobados. De todos modos, sean escuelas
    públicas o privadas, el fin es el mismo: adiestrar a
    los estudiantes en las habilidades manuales y
    administrativas para eficientar al máximo la
    producción industrial y que ello redunde en la
    reducción de los precios de fabricación para poder
    así alentar el consumo y salir de la crisis.
    En
    conclusión, la educación moderna no educa, sino
    que habilita,
    perdiendo, así, su carácter
    universal y concientizador, lo cual, le conviene tanto al sistema
    capitalista, como a los gobiernos contuberniados, que así
    controlan más fácilmente a la población para
    su propio beneficio. En todos los países de la
    región, las evidencias tienden a mostrar la tendencia
    habilitadora de la educación. Inclusive, el Banco
    de Desarrollo Interamericano maneja los mayores niveles
    educativos, no en términos de mayor cultura, sino en
    términos de mayor crecimiento económico.
    Así, señala que con cada año adicional que
    se eleve en promedio el nivel educativo, se
    añadirá un punto porcentual promedio al crecimiento
    económico
    (pero, como ya vimos, el que la
    economía crezca, depende de que haya o no ganancias, es
    decir, que las corporaciones vendan todo lo
    sobreproducido
    , así que más educación no
    es sinónimo de crecimiento
    económico). Claro, esto lo establece porque entre
    más población tenga, digamos, como mínimo la
    primaria, habrá más que sepan leer y podrán
    emplearse en las maquiladoras en donde no se requiere más
    que saber leer las instrucciones de las máquinas para
    apretar los botones y jalar las palancas para hacerlas funcionar.
    En Costa Rica,
    por ejemplo, el inglés es obligatorio (como en
    México, para que así, las maquiladoras
    estadounidenses no tengan problema con el idioma), debido a que
    puede considerarse un satélite de EU y el estado ha
    establecido escuelas técnicas
    en donde se enseñan técnicas
    productivas y electrónicas de punta, evidentemente con la
    finalidad de formar obreros maquileros. Gracias a esto, Intel
    (Integrated Electronics), la corporación estadounidense
    líder
    en la fabricación de chips, comenzará a
    construir un complejo de $200 millones de dólares para
    probar y empacar sus productos, cerca de San José, lo cual
    dará trabajo a 3,500 personas, que ganarán salarios
    por encima del mínimo. Desde luego que la
    compañía puso en claro que "la bien educada
    fuerza de trabajo de
    Costa Rica fue esencial para tomar la
    decisión de establecer la planta" (TIME, 20 de abril,
    1998). Así que, de acuerdo con las normas actuales,
    la consecuencia más importante derivada del analfabetismo
    en un país no es ya el bajo nivel cultural, sino la
    desocupación y el bajo nivel
    económico de la población ante su imposibilidad de
    integrarse a trabajar como obreros semi o calificados en las
    maquiladoras de las corporaciones transnacionales, como si esos
    factores, bajo nivel económico y desocupación, dependieran y se resolvieran
    entrando a trabajar como obrero a una maquiladora,
    algo
    totalmente falso y fuera de la realidad, pues si esa fuera la
    intención del capitalismo, es decir, crear empleos y
    aumentar el nivel de vida, por principio de cuentas, no se
    establecería en ese país para ahorrarse gastos.
    Brasil, según estos criterios
    eficientistas-económicos, tiene grandes problemas
    educativos
    , ya que el promedio de escolaridad es de cuatro
    años y los maestros sólo cursan 11 años de
    escuela, dado lo cual resultan muy deficientes, pero
    qué se puede esperar de ellos si la mayoría apenas
    si perciben salarios de $20 dólares mensuales (200 pesos);
    este miserable salario no puede alentarlos a que den
    más de sí
    (es tal y como sucede en
    México, en donde, una frase muy recurrente entre la
    docencia es "el gobierno hace como que me paga, y yo hago como
    que trabajo"). Además, si se pone más
    énfasis en que la gente aprenda a leer, con que los
    mentores sepan leer ellos mismos y tengan idea de cómo
    enseñar a leer
    , es más que suficiente. Sus
    bajos salarios pueden reflejar el desinterés del propio
    estado de que los alumnos aprendan y sepan más,
    pues si a lo más que podrán aspirar es a trabajar
    de obreros, es suficiente enseñarles a leer y escribir.
    Ese desinterés y negligencia en la educación,
    provoca que en ese país 17% de los alumnos de los niveles
    elementales reprueben con frecuencia y les tome 11 años
    terminar 8 anos de la escuela (TIME, 20 de abril, 1998).
    Éstos pueden considerarse como "los casos perdidos", hacia
    los cuales, el estado adoptará una actitud
    cínica, prefiriendo conservarlos en la escuela, reprobando
    y perdiendo el tiempo, que en la calle, como chavos banda,
    delincuentes o, en el peor de los casos, como guerrilleros.
    Igualmente, podemos considerar que esa actitud
    cínica se aplica en todas partes, como en México,
    en donde hay un profundo desinterés de parte del gobierno
    de aumentar el presupuesto a la
    educación para que verdaderamente se eduque a la
    gente
    , sobre todo en las universidades públicas: el
    bajo nivel académico al que han caído no posibilita
    a los egresados más que a aspirar a puestos
    administrativos o productivos de poca monta en las empresas, si
    es que egresan y si no lo logran, la escuela es un mero
    distractor, un pasatiempo, una forma de "mantenerlos
    quietecitos". Otra cosa que se está haciendo en Brasil es
    buscar que las empresas funden o ayuden a financiar escuelas
    técnicas. Esto se está difundiendo mucho en
    Latinoamérica (en México existen convenios entre
    universidades e institutos tecnológicos y empresas
    industriales para que los alumnos realicen prácticas en
    las instalaciones de éstas
    ). En ese país,
    existen ya 50 corporaciones que sostienen fundaciones, o sea,
    escuelas técnicas. Desde luego que esto no lo hacen
    desinteresadamente, sino que es una manera segura de formar sus
    propios trabajadores, sin que deban pagarles ningún
    salario. Al contrario, muchos de los gastos, tales como
    prácticas o visitas, corren por cuenta de los estudiantes,
    lo que disminuye los gastos para las fundaciones.
    Además, así, las empresas no tendrán que
    preocuparse del bajo nivel educativo, pues sus propias
    escuelas les garantizarán un seguro abasto de mano de obra
    habilitada para sus necesidades específicas. Por
    ejemplo, Natura, corporación fabricante de
    cosméticos, ha donado más de $3 millones de
    dólares durante el año pasado como fondos de
    adiestramiento
    para las escuelas públicas.
    Específicamente lo ha hecho en la escuela que está
    junto a sus instalaciones, la escuela Matilde Maria Cremm, la
    cual, por lo visto, ha tenido que modificar tanto sus programas
    de estudio, así como elevar el nivel técnico
    de sus maestros, a cambio de los fondos. No es
    difícil imaginar todas las cláusulas y condiciones
    impuestas por Natura a la escuela a cambio de su dinero, entre
    las cuales está la de mandar a 60 de sus más
    descalificados trabajadores para que terminen su primaria y de
    paso aprender todas las manualidades que se les
    enseñarán
    (TIME, abril 20, 1998).
    Desgraciadamente, esta tendencia de la educación como
    habilitadora, no como educadora, se refuerza con
    las declaraciones de los propios gobernantes de la región,
    como la de Eduardo Frei, presidente chileno, quien en un
    artículo, a propósito de la reunión de los
    países americanos que se efectuó en abril, en
    Santiago, escribió: "Nosotros lanzaremos una ambiciosa
    iniciativa educadora
    para asegurarnos que la fuerza de
    trabajo de (Latino) América
    tenga las habilidades necesarias para ganar los empleos y sea
    el combustible impulsor del crecimiento del próximo
    milenio."
    (TIME, abril 20, 1998, s.n.). Todo sea, pues, en
    bien del capitalismo
    .

    Bien, he llegado a la parte final de este ensayo, el
    cual, espero, haya dejado más o menos claras las causas de
    la crisis capitalista y por qué cada vez se agrava
    más. Me gustaría proponer una alternativa
    económica que, aunque parezca utópica en muchos
    sentidos, creo que podría significar una solución
    si es que la humanidad quiere sobrevivir, digamos, otro siglo,
    por lo menos, pues así como vamos, no pienso que duremos
    más de 10 años.

    Se tendría que comenzar por hacer una lista de
    las necesidades más indispensables, sin las cuales la
    sociedad ya no puede vivir
    . La vieja enumeración de
    los requisitos humanos para llevar una existencia digna,
    transmitida por tradición oral lo resume: casa, comida,
    vestido, calor,
    luz, recreación, salud. Deberá convocarse
    a todos los sectores sociales y hacerles entender que a partir de
    este momento histórico, la utilización de los
    recursos naturales y humanos debe de aplicarse a producir lo que
    verdaderamente haga falta y que no pueden ya desperdiciarse para
    hacer cosas que solamente beneficien a una reducidísima
    porción de la humanidad. En consecuencia, los lujos
    innecesarios quedarán fuera de la consideración

    de la lista (nada de autos de lujo, joyas, plumas de oro,
    residencias estilo Beverly Hills, con alberca,
    galgódromo, etc.). En segundo lugar, para producir lo
    realmente necesario, se recurrirá a las
    tecnologías que, desde el punto de vista ecológico,
    sean más limpias
    . Existe, por ejemplo, un motor para
    autos que funciona a base de aire comprimido,
    que incluso exhala aire más
    limpio que el inhalado (el inventor es un ingeniero
    francés, el señor Guy Negre -TIME, 23 de marzo,
    1998), pero ningún fabricante de vehículos se
    interesa por el proyecto de manufacturarlo comercialmente porque
    le es más barato y redituable seguir fabricando autos de
    combustión interna, ligados, desde luego, a
    los intereses petroleros que no consentirían que sus
    ganancias se vinieran abajo al emplear un carro que funcionara
    con aire
    . Así que se requiere eliminar el criterio
    de la ganancia primero, la necesidad, después. De
    esta forma, se podrían adoptar avances
    tecnológicos que contribuyan a racionalizar el
    empleo de los recursos naturales
    (minerales,
    energéticos, agua, bosques, tierras, etc.) y que sean
    lo más ecológicos que pueda lograrse
    (o sea,
    que no destruyan ni contaminen. Se deberá de poner
    énfasis en el desarrollo de tecnologías
    energéticas que aprovechen al máximo la luz solar,
    los vientos y el oleaje). Tendríamos que especificar
    modelos ecológicos, tales como transportes
    ecológicos
    (que no contaminaran en ninguna forma: ni
    en sus emisiones, ni por los mecanismos generadores de su
    propulsión y que contaran con más capacidad de
    carga y más espacio), casas ecológicas,
    energéticos ecológicos (sol, viento, oleaje,
    biocombustibles -metanol, por ejemplo)… como ya no
    privaría el criterio de la ganancia primero,
    sería factible hablar de un desarrollo
    ecológico
    (pues el capitalismo salvaje, si algo posee,
    es que es totalmente anti-ecológico). Una vez definido lo
    anterior, tendríamos que recurrir a uno de los recursos
    más abundantes que poseemos: la humanidad, los más
    de 5,000 millones de personas que vivimos en este planeta. En el
    sistema que propongo, como la ganancia no sería ya lo
    importante, sino la necesidad, todos tendríamos que
    trabajar para nuestro propio beneficio. Por tanto, a cada
    quién, se le cuestionaría cuál de las
    tareas necesarias socialmente le gustaría
    desempeñar en función de su capacidad y
    habilidades
    . Habiendo tantos humanos, todos podrían
    y tendrían que trabajar, ya que sería para el
    beneficio de todos,
    así que el tiempo que
    dedicarían a la tarea asignada sería muy
    pequeño
    , digamos una hora, pudiendo emplear el resto
    como quisieran. Tal vez ni siquiera sería necesario
    trabajar todos los días. A cambio de su trabajo
    socialmente necesario
    (permítaseme parafrasear a
    Marx), cada quien recibiría todo lo indispensable para
    que su vida fuera digna, decorosa y humana
    . No se
    pagaría un salario de hambre, que cada vez alcanza para
    menos, sino que se entregarían los satisfactores
    necesarios para la existencia, elaborados conjuntamente por la
    sociedad
    . En principio, incluso, las tareas podrían
    efectuarse por países o regiones: aquéllos
    países en los que se pudiera fabricar transportes, lo
    harían; otros, fabricarían materiales para las
    casas; otros, harían equipos médicos, otros,
    cultivarían y criarían animales
    domésticos y así. Es decir, habría una
    especie de división por países de las labores
    necesarias que la gente nativa se encargaría de elaborar.
    Con el tiempo, gente de otros países se iría
    incorporando a las tareas y así, hasta lograr un equilibrio
    laboral, que
    permitiera trabajar a todos lo menos posible. Podríamos
    pensar, incluso, de que después de cierto tiempo, las
    fronteras desaparecerían y habría una sola
    nacionalidad: la terrícola, ya que considero que una forma
    de atraso social es que existan tantos países y tantos
    idiomas, independientemente de las tradiciones culturales de cada
    quien, que podrían conservarse, siempre y cuando, no
    afectaran el funcionamiento del sistema propuesto. Como se ve,
    habría necesidad de aplicar cierto nivel de autoridad, que
    no autoritarismo, pero dicha autoridad sería una
    autoridad racional, emanada de la necesidad del bienestar
    común
    . Sobre todo, se tendría que aplicar a los
    grupos
    más reacios a aceptar el nuevo modelo
    (capitalistas, gobiernos, mandos militares, etc.) Además,
    por fuerza, se modificarían los modelos actuales de
    gobierno, pero esto sería una consecuencia
    implícita del cambio de modelo económico, pues,
    como se ve, éste no sería centralizado, ni
    concentrador, sino que sería determinado
    socialmente
    . Dicha forma de gobierno -necesaria, pues como
    somos tantos, no podemos hablar de una sociedad
    anárquica-, tendría que ser más extendida y
    diversificada, y daría especial importancia a las labores
    de administración y asignación social de las
    tareas
    : en dónde hay exceso de gente trabajando, en
    dónde hace falta, qué hace falta, cómo debe
    producirse, qué avances
    tecnológicos existen, cuáles hacen falta, etc.
    Como se ve, esta propuesta, (aunque se le pueda considerar
    utópica), equilibraría la disponibilidad de
    recursos naturales y humanos existentes, tanto con las
    necesidades sociales indispensables, como con las
    necesidades de preservación de nuestro maltrecho planeta,
    de cuya salvación, finalmente, depende nuestra
    salvación.

    Por lo pronto, y si es que alcanzamos el nivel de
    racionalidad y de lógica, así como de
    eliminación del egoísmo y ambición que nos
    caracterizan, para la adopción
    de un modelo económico como el propuesto, la sociedad debe
    poner frenos al capitalismo. Debemos regresar a los llamados
    modelos keynesianos, mediante los cuales, el estado
    debe de invertir en proyectos sociales prioritarios
    (obras públicas, vivienda, educación, salud,
    agricultura,
    agroindutrias, acuaindustrias… ¡tómese nota de las
    sociedades antiguas, como los mexicas, que lograron combinar
    crecimiento
    económico con necesidades sociales y ecología!), pero
    verificando que los recursos empleados no vayan a parar a los
    bolsillos de los gobernantes a través de organismos
    sociales de vigilancia,
    evitándose, así, las
    prácticas corruptas tan típicas de la
    intervención estatal. Evidentemente esto implica modificar
    las actuales formas de
    gobierno por otras más diversificadas, con una mayor
    participación de la sociedad, es decir, no pensar ya en
    un sólo presidente
    , sino en una autoridad social,
    algo así como un concejo social, cuya opinión y
    sugerencias en beneficio de la sociedad fueran de adopción
    obligatoria.
    Además, se deben establecer métodos
    que restrinjan la acumulación capitalista, tales
    como los impuestos elevados a las ganancias, especialmente a las
    de los capitales especulativos, que, como vimos, son los que han
    contribuido a profundizar aún más la actual crisis
    económica. Debe también exigirse la
    adopción de tecnologías de fabricación
    más limpias,
    y la racionalidad en la
    producción, es decir, no sobreproducir.
    Es decir, se
    deben anteponer los intereses sociales a los de los
    capitalistas
    .

    El primer ministro de Malasia, el señor Mahathir
    Mohamad, escribió recientemente, a propósito de la
    quiebra económica de Malasia : "A pesar de la crisis y del
    caos reinante en Asia, se nos continúa diciendo que el
    único sistema económico permitido es el de los
    libres mercados capitalistas, el de la
    globalización. Todo mundo debe aceptar este sistema o
    arriesgarse a ser calificado de hereje y que se le
    castigue
    . Ni siquiera la más mínima
    modificación es permitida. El que el libre mercado,
    desregulado, incontenible, haya destruido las economías de
    regiones y países por completo, no importa. Lo
    único que realmente interesa es que el sistema siga, sin
    cambios. (…) Algunos, tímidamente, ya están
    criticando al Fondo Monetario
    Internacional, a los especuladores, al capitalismo
    transnacional, al discutido auto-asignado derecho del capitalismo
    para disciplinar a los gobiernos elegidos. ¿Acaso
    tenemos que esperar 300 años, como le llevaron al mundo
    antiguo para ver la inefectividad de la Inquisición, para
    que veamos la inefectividad del sistema de libre mercado?
    El daño hecho es ya enorme. Llevará
    décadas de trabajo reponer las economías.
    ¿Debemos perder más tiempo?
    Malasia no puede
    esperar. Malasia ha elegido convertirse en un paria, si ustedes
    así lo piensan. Nuestra petición para que la
    comunidad
    global regule y ordene el mercado ha pasado desapercibida. Si la
    comunidad
    internacional no puede cambiar, entonces Malasia debe echar a
    andar su propia reforma. Tal vez fallemos, puede ser, pero
    haremos todo cuanto esté a nuestro alcance para triunfar,
    aunque todas las fuerzas de los ricos y de los poderosos se
    alinien en nuestra contra. Si Dios quiere, nosotros triunfaremos"
    (TIME, 21 de septiembre, 1998) Ojalá que muchos
    gobernantes comenzaran por tener al menos la valentía para
    hacer declaraciones como las anteriores.

    Es evidente que, como vimos en este ensayo, actualmente
    son tan entreguistas los gobiernos de todo el mundo al
    capitalismo, que ni las simples medidas sugeridas se
    adoptarán, pero si no se hace, y se opta por continuar
    en la senda del capitalismo salvaje
    (no sólo del
    capitalismo salvaje, es decir, el neoliberalismo, como lo advierte el premier
    malasio, sino del capitalismo en general) y de nuestras
    materializadas, ambiciosas y egoístas prácticas,
    nuestro paso por este planeta concluirá en unos pocos
    años.

     

     

    Autor:

    Adán Salgado

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