Queda así demostrado que cuando los cristianos
primitivos leían las profecías mesiánicas,
entendían por "Israel" no a la
nación
natural, sino al cuerpo de cristianos de todas las razas que
compartían la fe en Cristo y guardaban la misma esperanza.
De modo que el argumento de Walvoord no se sustenta en las
evidencias
bíblicas.
23. La postura pretribulacional, al contrario que el
postribulacionismo, no confunde términos generales como
elegidos y santos, que se aplican a los
salvados de todos los tiempos, con términos
específicos como iglesia y los que
están en Cristo, que se refieren a los creyentes de
este tiempo
solamente.
Walvoord intenta asumir el tema como un problema
semántico. Sin embargo, que el término de "iglesia" se
aplica al Israel antiguo se comprueba por la Septuaginta, que
emplea "iglesia" para referirse a la congregación de
Israel (ej. ?????s?? ?s?a??, 1 Crón. 13:2). La
Vulgata emplea también el término "iglesia" para
referirse a la congregación de Israel (ej.
ecclesiæ Israhel, 1 Re. 8:14).
Es por eso que autores como John Wesley, Albert Barnes,
Adam Clarke, John Gill, Matthew Henry, Jamieson, Fausset &
Brown, Isaac Newton y
muchos otros no dudan en hablar de la "iglesia judía" para
referirse al Israel del antiguo pacto.
No hay ninguna confusión aquí: el pueblo
de Dios, tanto en tiempos de Noé, como en tiempos de
Moisés y en tiempos de Pablo, es aquel que tiene la
ley de Dios
escrita en su corazón
(Jer. 31:33; Heb. 8:10). Observemos bien que Pablo demuestra que
la profecía dada por Jeremías se aplica a la
iglesia cristiana, precisamente el pueblo del nuevo
pacto. Pero Jeremías no habla de "iglesia", sino de
"la casa de Israel". ¿Cómo podría
la iglesia suscribir el nuevo pacto, si Jeremías no habla
de la iglesia sino de Israel? Sin duda el concepto de
"Israel" que Pablo tenía es muy diferente del que tiene
Walvoord.
Doctrina de la
Inminencia
24. La interpretación pretribulacional
enseña que la venida de Cristo es de por sí
inminente.
El hecho de que lo enseñe, no significa que sea
cierto. Lo que hace Walvoord aquí es una falacia del tipo
circular, petitio principii, circulus in
probando, non-sequitur: "esta doctrina es
verdadera, porque nosotros creemos en ella" (!). ¡Pero eso
que dice creer, es precisamente lo que debe probar!
Por el contario, Pablo les indica a los tesalonicenses:
"Os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan
fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis
por alguna manifestación del Espíritu, por algunas
palabras o por alguna carta presentada
como nuestra, que os haga suponer que está inminente el
Día del Señor" (2 Tes. 2:1,2, Biblia de
Jerusalén).
La segunda venida de Cristo, aunque está cerca,
no es inmediata. Es una venida mediata, pues
será precedida por otros eventos que la
anunciarán como heraldos del nuevo día. Cristo es
claro al indicar que habrá señales
previas al día del Señor y que anunciarán su
cercanía: "De la higuera aprended la parábola:
Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas,
sabéis que el verano está cerca. Así
también vosotros, cuando veáis todas estas cosas,
conoced que está cerca, a las puertas" (Mat. 24:32,33).
Antes de la llegada del verano en Judea, se observan los renuevos
en las higueras que anuncian la proximidad del estío. Del
mismo modo, antes de la llegada del día del Señor,
deben ocurrir las señales descritas en Mateo 24 y Lucas
21.
La interpretación "postribulacionista" no
desvirtúa en lo más mínimo la
cercanía de la segunda venida, simplemente reconoce que,
antes de que suceda, deben producirse las señales de los
tiempos que anunciarán la gloriosa manifestación de
nuestro Señor.
La idea de la inminencia ha llevado a muchos
evangélicos pretribulacionistas a sufrir de una verdadera
pre-pretribulación, esto es, una angustia
anterior al tiempo de angustia, ante la incertidumbre de que el
"rapto secreto" pueda estar ocurriendo en cualquier momento sin
que ellos estén preparados y deban ser "dejados
atrás". La alarma de esta paranoia se ha disparado, por
ejemplo, ante noticias de
personas desaparecidas. La escritora evangélica Emma Moore
Weston, siendo testigo de los efectos de la teoría
del "pretribulacionismo" en la comunidad
evangélica, denuncia: "Millones de cristianos sinceros han
aceptado estas ingenuas teorías
como verdad, sin saber ni dónde se originaron ni
qué propósito tenían. Han lisiado a la
iglesia y la manía de establecer fechas ha sido
desastrosa".[39]
La doctrina de la "inminencia" dice que el
arrebatamiento no será precedido de ninguna señal,
sino que será repentino y cuando nadie se lo espere. Ante
esta incertidumbre, es comprensible que los
"pretriubulacionistas" estén "preatribulados" por no saber
lo que ha de suceder, ni cuándo. No es de extrañar,
pues, que se esfuercen por establecer fechas para el "rapto
secreto", en la búsqueda de algún alivio para su
incertidumbre.
Afortunadamente, no es así con el Israel de Dios,
al que se le envían estas poderosas palabras de aliento y
esperanza:
Mas vosotros, hermanos, no
estáis en tinieblas,
para que aquel día os
sorprenda como ladrón.
Porque todos vosotros sois hijos de
luz e hijos
del día;
no somos de la noche ni de las
tinieblas.
Por tanto, no durmamos como los
demás,
sino velemos y seamos sobrios.(1
Tes. 5:4-6).
25. La exhortación de consolarse con la venida
del Señor (1 Tes. 4:18) es muy significativa en la
visión pretribulacional y especialmente contradicha por la
mayoría de los postribulacionistas.
Falso. Walvoord descontextualiza las palabras de Pablo
sin justificación. Pablo no les dice a los cristianos que
se consuelen porque han de ser raptados, sino porque sus seres
queridos han de resucitar. "Tampoco queremos, hermanos, que
ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza",
demostrando con esto que se refiere a los cristianos afligidos
por parientes fallecidos (1 Tes. 4:13). Pablo les aclara que,
aunque los incrédulos no tengan esperanza de
resurrección, no es así con los cristianos, "Porque
si creemos que Jesús murió y resucitó,
así también traerá Dios con Jesús a
los que durmieron en él", explica Pablo y, tras resumir
los eventos de la segunda venida y la resurrección, llega
a su lógica
conclusión: "Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras" (vers. 17). Dicho de otro modo: "No os
aflijáis por vuestros muertos, porque Dios los
resucitará; consolaos con estas palabras".
En ninguna parte dice Pablo que se consuelen con el
"rapto secreto".
26. La exhortación de aguardar "la
manifestación gloriosa" de Cristo (Tito 2:13) pierde su
significado si la Tribulación debe intervenir primero. En
ese caso los creyentes deben aguardar las
señales.
Falso. Pedro dice que "nosotros esperamos, según
sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva,
en los cuales mora la justicia" (2
Pe. 3:13). El hecho de que esperemos los cielos nuevos y la tierra
nueva, no significa que su cumplimiento sea inminente. Es
más, el propio dispensacionalismo también aguarda
los cielos nuevos y la tierra nueva, y sin embargo cree que
primero deben venir la gran tribulación y el milenio. De
modo que Tito 2:13 no establece ninguna "inminencia".
27. La exhortación de santificarnos en vista
del regreso del Señor tiene más significado si Su
venida es inminente (1 Juan 3:2-3).
Falso. Cristo enseña que antes de su segunda
venida vendrá la gran tribulación, y que ante esta
tribulación, los cristianos deben erguir sus cabezas y
esperar la salvación que vendrá en las nubes del
cielo. Nada de esto podría hacerse si los cristianos
hubieran de ser raptados de manera sorpresiva y trasladados al
cielo antes de la tribulación.
28. La iglesia es exhortada
uniformemente a buscar la venida del Señor, mientras que a
los creyentes en la Tribulación se les instruye a buscar
las señales.Corrección: la Biblia nos exhorta a
que busquemos las señales de la venida del Señor,
porque no sabemos el día ni la hora de esa venida.
"Así también vosotros, cuando veáis
todas estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas" (Mat. 24:33). "Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo,
sabéis por vosotros mismos que el verano está ya
cerca. Así también vosotros, cuando
veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca
el reino de Dios" (Luc. 21:29-31). Se nos manda a mirar las
señales, porque no sabemos el día y la hora de su
venida, pero las señales nos indicarán que
está cercano, a las puertas. La inminencia de la segunda
venida será cuando las señales así lo
indiquen.
Obviamente, si los cristianos están en el cielo
para el momento en que ocurren las señales, las
advertencias de Cristo pierden todo significado.
La obra del
Espíritu Santo
29. El Espíritu
Santo como reprensor, contenedor del mal, no puede ser sacado
fuera de este mundo a menos que la Iglesia, la cual el
Espíritu posee, sea transpuesta a la misma vez. La
Tribulación no puede empezar sin que esta
reprensión sea movida. (2)
(2) Abundando sobre el tema de que el Espíritu
Santo será removido de la tierra, hay que aclarar ciertos
puntos. El Espíritu Santo seguirá en la tierra,
pero no como es ahora con la Iglesia. Al ser removida la Iglesia,
lo que el Espíritu Santo hacía no lo hará
porque ya no está la Iglesia. Pero sí hay que
aclarar que estará presente, ya que guiará a los
144,000 testigos, y se menciona que ellos serán sellados
por el Espíritu. Por lo tanto, para que los testigos
puedan llevar el Evangelio, el Espíritu los guía.
(Apoc. 7:4)
¿El Espíritu Santo sacado "fuera de este
mundo"? ¿Dónde dice eso? Pablo dice que será
"quitado de en medio" (2 Tes. 2:7), es decir, puesto a un lado
para dar paso al hombre de
pecado. Sin
embargo, con mucha dificultad podrá significar eso sacarlo
"fuera de este mundo". Walvoord se ve obligado a forzar estas
palabras para que digan que el Espíritu Santo va a ser
"sacado fuera" de este mundo.
Pero obsérvese cómo Walvoord vuelve a
contradecirse: por un lado plantea que el Espíritu Santo
será "sacado fuera de este mundo", y dice que la
tribulación no podrá empezar hasta que el
Espíritu Santo sea sacado. Pero luego, en la nota 2,
corrige sus palabras y dice que en realidad "estará
presente" para guiar a los 144.000. Pero entonces,
¿cómo puede decirse que el Espíritu
será "sacado fuera de este mundo" cuando en realidad
continuará con su obra de guía aquí? No es
posible defender la doctrina del "rapto secreto" sin incurrir en
contradicciones insalvables como ésta.
30. El Espíritu Santo como retenedor debe ser
sacado fuera del mundo antes de que se revele "aquel inicuo" que
domina el período de la tribulación (2 Tes.
2:6-8)
Como vemos, la posición futurista niega que el
papado sea el anticristo, y con esto se derrumba toda la exposición
profética de los últimos tiempos: el sellamiento,
la marca de la
bestia, la lluvia tardía, el fuerte pregón, el
zarandeo, las plagas, etc.
Walvoord fracasa es este argumento, al pretender que
el hombre de
pecado todavía esté siendo retenido; y al pretender
que "quitar de en medio" significa "sacar de este mundo",
premisas ambas que no tienen el menor apoyo
bíblico.
31. Si la expresión "no vendrá sin que
antes venga la apostasía" (RV 1960) se tradujera
literalmente "antes que venga la partida", esto
mostraría claramente la necesidad de que el Rapto tenga
lugar antes del principio de la
Tribulación.
Walvoord explica que si la palabra "apostasía" de
2 Tes. 2:3 se tradujera "partida" o "alejamiento", eso
permitiría "la posibilidad de traducir 2 Tesalonicenses
2:3 a efecto de que la partida deba «venir primero»,
es decir, que el rapto de la iglesia debe ocurrir antes de que se
revele el hombre de pecado".[40]
Nuestro autor fundamenta esa "posibilidad" en el hecho
de que versiones como las de William Tyndale, Miles Coverdale y
Geneva Bible traducen "partida" o "alejamiento" en vez
de "apostasía" en 2 Tes. 2:3. Cierto que lo hacen, pero,
¿de qué alejamiento se trata? La Geneva
Bible nos lo aclara en una nota marginal: "Un alejamiento
asombroso de la mayor parte de la fe".[41] Esto es
porque el verbo "apostatar" empleado por Pablo significa
"defección de la fe, un acto de rebelión
imperdonable contra Dios y su verdad. El pecado de
apostasía resulta del abandono de la doctrina y conducta
cristianas".[42] Nunca significa "arrebatamiento"
ni mucho menos "rapto secreto".
En Hechos 21:21 se emplea la palabra "apostasía"
en su forma verbal: "Pero se les ha informado en cuanto a ti, que
enseñas a todos los judíos
que están entre los gentiles a
apostatar de Moisés, diciéndoles que no
circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres". Se detecta
inmediatamente la relación directa que tiene la
apostasía con la doctrina. Sería absurdo pretender
que se trate de un alejamiento espacial; mucho menos de un "rapto
secreto".
Jack van Impe, un dispensacionalista que cree en el
rapto secreto, reconoce que "la traducción usual (apostasía) indica
un tiempo de alejamiento de la fe (2 Tes. 2:3) y de
rebelión contra Dios (1 Tim. 4:1-3; 2 Tim.
4:1)".[43] Es por eso que algunas versiones
traducen en 2 Tes. 2:3 "la rebelión contra Dios" (Dios
Habla Hoy; Nueva Versión Internacional;
La Palabra de Dios para Todos).
Ninguno de los traductores que han vertido "partida" o
"alejamiento" ha entendido que se esté hablando del viaje
de los redimidos al cielo, sino de la apostasía, del hijo
de perdición que pervierte la doctrina cristiana con
enseñanzas falsas y prácticas paganas. Incluso John
Darby, promotor del dispensacionalismo en el siglo XIX, traduce
en su Biblia "apostasía", y en su comentario la entiende
como tal. Y Thomas Constable, otro ardiente abogado del "rapto
secreto", entiende también que se refiere a un alejamiento
doctrinal y no a un viaje secreto al
cielo.[44]
De modo que si Pablo estuviera hablando de un
"alejamiento" de la iglesia, en realidad lo que estaría
haciendo es predecir su apostasía, no su reunión
con nuestro Señor.
Así, ni siquiera traduciendo apostasía
como "partida" o "alejamiento" se gana nada en favor del
pretendido "rapto secreto".
Ningún
"intervalo" entre el Rapto y la Segunda Venida
32. De acuerdo con 2 Corintios 5:10, todos los
creyentes de este tiempo deben aparecer antes del juicio ante el
trono de Cristo en el cielo, un evento nunca mencionado en los
detallados relatos conectados con la segunda Venida de Cristo en
la tierra.
2 Cor. 5:10 no dice eso. Simplemente declara que todos
seremos juzgados ante el tribunal de Cristo, pero no establece el
momento para ello.
En cambio, 1 Pe.
4:17 sí declara que los santos serán juzgados antes
que los que no obedecen el evangelio de Dios. Sin embargo, ni en
1 Pedro ni en ninguna otra parte de la Biblia dice que esto vaya
a suceder "entre el rapto y la segunda venida".
Si tomamos en cuenta la profecía de Daniel 8:14 y
la proclamación del tercer ángel (Apoc. 7:14),
notamos de inmediato que el momento del juicio para el pueblo de
Dios comenzaría al término de los 2300 días.
Desde 1844, el pueblo adventista ha proclamado al mundo que "la
hora de su juicio ha llegado". Un juicio para la casa de Dios,
ejecutado antes del juicio para las naciones.
33. Si los veinticuatro ancianos de Apocalipsis
4:1-5:14 representan a la Iglesia como muchos comentaristas
creen, sería necesario el rapto y la recompensa de la
Iglesia antes de la Tribulación.
Sobre la identidad de
los veinticuatro ancianos, no hay un acuerdo universal como para
justificar de buenas a primera el "rapto secreto". Walvoord
vuelve a especular.
Por otra parte, leemos acerca del Cristo resucitado:
"Cuando subió a lo alto, llevó consigo a los
cautivos y dio dones a los hombres" (Ef. 4:8, NVI).
Otras versiones traducen: "llevó multitud de cautivos"
(Versión Moderna); "llevó muchos
prisioneros" (La Biblia en Lenguaje
Sencillo). Esto quiere decir que en la ascensión de
nuestro Señor fueron traspuestos muchos de los santos que
dormían, lo cual coincide con el registro del
primer evangelio: "y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos
de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de
los sepulcros, después de la resurrección de
él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos"
(Mat. 27:52,53). ¿Hemos de creer acaso que fueron
resucitados tan sólo para ser dejados y volver a morir?
¿Hemos de creer que fueron levantados en vano, que fue una
resurrección para muerte y no
para vida?
Si hemos de ser consecuentes con la lógica y el
buen sentido, concluiremos que los 24 ancianos son hombres que
antes fueron cautivos de la muerte, y
que fueron resucitados y llevados al cielo con Cristo. Con lo que
se resuelve el planteamiento de Walvoord.
34. La venida de Cristo por Su esposa debe tomar
lugar antes de la Segunda Venida a la tierra para la fiesta de
las bodas (Apoc. 19:7-10)
Falso. Apocalipsis 19 no establece ningún rapto
ni una "primera" segunda venida previa a otra "segunda" segunda
venida de Cristo. Tampoco se hace eso en ningún lugar de
la Escritura.
35. Los santos de la tribulación no son
trasladados en la segunda venida de Cristo pues siguen con
ocupaciones comunes como labrar y hacer casas, y
procrearán niños
(Isa. 65:20-25). Esto sería imposible si la
transposición tomara lugar en la Segunda Venida a la
tierra, como los pretribulacionistas
enseñan.
Por "los santos de la tribulación" Walvoord
entiende aquellos judíos y gentiles que no fueron
"raptados", pero que atraviesan la gran tribulación y
llegan al milenio. Él plantea que "Si la iglesia es
trasladada antes del periodo de tribulación, hay bastante
tiempo para una nueva generación de creyentes que lleguen
a existir de fondo judío y gentil que califiquen para la
entrada al reino milenario en la segunda venida de
Cristo".[45]
Él es claro al decir que los judíos del
milenio son "israelitas todavía en la carne, no
trasladados ni resucitados".
Pero esta conclusión no cuenta con el menor apoyo
en las Escrituras, sino que es el resultado de interpretaciones
erróneas y especulaciones sin fundamento. En el
"pretribulacionismo", un error engendra otro, y de esta manera se
construye el armatoste doctrinal del falso profeta.
Walvoord se equivoca al citar Isaías 65 para
demostrar que durante el milenio la tierra será habitada,
pues el profeta declara que eso ocurrirá
después de que sean creados "nuevos cielos y
nueva tierra" (vers. 17). Y la creación de los nuevos
cielos y tierra nueva ocurrirá después del
milenio (Apoc. 21:1), no durante la tribulación ni durante
el milenio.
Vuelve a fallar la hermenéutica
"pretribulacionista".
36. El juicio de los Gentiles después de la
Segunda Venida (Mateo 25:31-46) indica que tanto los salvados
como los no salvados están en sus cuerpos naturales. Esto
sería imposible si la transposición tomara lugar en
la Segunda Venida.
La confusión de Walvoord está en creer
que, durante el milenio, habrá gente viviendo en la
tierra. Walvoord debió probar con la Biblia que
habrá habitantes en la tierra durante el milenio, antes de
ofrecer su razón Nº 36 para creer en el "rapto
secreto".
Cuestiona Walvoord la validez del "postribulacionismo"
en razón de que:
Si la traslación toma lugar después de la
tribulación, se les plantea una pregunta muy seria a los
postribulacionistas: ¿Quiénes poblarán la
tierra durante el milenio? Las Escrituras especifican que,
durante el milenio, los santos construirán casas y
tendrán hijos y tendrán una vida normal y mortal en
la tierra. Si todos los creyentes son trasladados y todos los
creyentes llevados a muerte, no habrá nadie que pueda
poblar la tierra y cumpla las
Escrituras.[46]
Es evidente que Walvoord no leyó bien
Isaías, pues lo que allí se describe claramente
ocurrirá cuando sean creados los "nuevos cielos y nueva
tierra" (vers. 17), lo cual se ubica después del
milenio (Ap. 21:1).
Leemos en Apocalipsis 19 que los redimidos
estarán en la Nueva Jerusalén (vers. 6), mientras
que los inicuos estarán muertos (vers. 21) y no
llegarán a vivir hasta después del milenio (Apoc.
20:5). En tal razón podemos concluir que, durante los mil
años, la tierra estará completamente deshabitada y
desolada. Tal como lo describe Jeremías:
Miré a la tierra, y he aquí que estaba
asolada y vacía; y a los cielos, y no había en
ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que
temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y
no había hombre, y todas las aves del cielo
se habían ido. Miré, y he aquí el campo
fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas
delante de Jehová, delante del ardor de su ira. Porque
así dijo Jehová: Toda la tierra será
asolada; pero no la destruiré del todo (Jer.
4:23-27).
En esa tierra desolada, deshabitada, desértica,
estará Satanás sin nadie a quien poder
engañar. Estará confinado a este "abismo" durante
mil años.
Los redimidos estarán en sus cuerpos mortales
hasta el último día, y serán transformados
"en un abrir y cerrar de ojos", cuando suene la trompeta (1 Cor.
15:52). Los inicuos, por su parte, nunca dejarán de tener
sus cuerpos naturales, hasta que el fuego no deje de ellos ni
raíz ni rama. Pero todo esto ocurre, evidentemente, cuando
veamos y oigamos a Cristo venir con poder y gran
gloria.
Por otro lado, la teoría de Walvoord acerca del
rapto y la resurrección, unida a otras doctrinas como la
inmortalidad del alma y la
conciencia en la
muerte, genera situaciones escatológicas muy curiosas.
Pongamos el ejemplo de Lázaro, el hermano de María
y Marta a quien nuestro Señor resucitó. La vida de
Lázaro, si las premisas dispensacionalistas fueran
ciertas, habría de atravesar por una verdadera odisea
antes de poder alcanzar la felicidad prometida. Lázaro
nació en Betania, donde vivió con un cuerpo mortal,
padeció necesidades, se enfermó y finalmente
murió. Al morir, según la creencia
evangélica, el "alma" incorpórea de Lázaro
fue directa al cielo para encontrarse con la perfecta felicidad
junto a su Dios. Pero esta felicidad celestial duró
sólo cuatro días, pues Cristo lo resucitó,
sustrayéndolo así de la perfecta paz y felicidad
que ya había encontrado, y lo trajo de vuelta a este mundo
sórdido, con su mismo cuerpo corruptible y mortal, a
seguir padeciendo lo que ya había dejado de padecer. Tras
esta resurrección, especula Walvoord, con el tiempo
Lázaro muere por segunda vez: "Él fue restaurado a
un cuerpo mortal, y a su debido tiempo, mientras se hacía
viejo, puede presumirse que murió de muerte natural y
regresó a la tumba".[47]
Al morir de nuevo, el "alma" incorpórea de
Lázaro regresa por segunda vez al cielo, donde ha estado desde
hace dos mil años gozando nuevamente de la felicidad
inefable junto a Dios. Pero no estará así para
siempre, sino que en cualquier momento deberá ser
resucitado de nuevo y traído a la tierra antes de la gran
tribulación, cuando será revestido de un cuerpo
perfecto e inmortal. Pero una vez estrenando su cuerpo preparado
para la eternidad, esa tampoco será su estadía
definitiva en la tierra, sino que apenas durará
aquí unos segundos, pues tan pronto salga restaurado de la
tumba, será "raptado" y llevado por tercera vez al
cielo.
¿Será esa su situación definitiva
para siempre allá? "¡No!", grita el
"pretribulacionismo". Lázaro estará en el cielo
sólo siete años, mientras dure la gran
tribulación. Después de eso, deberá venir
con Cristo por tercera vez a la tierra para "disfrutar" el
milenio. Decimos "disfrutar", entre comillas, porque debemos
tomar en cuenta que la escena con que Lázaro se
encontrará en la tierra distará mucho de ser un
paraíso: el mundo entero destruido e infestado de
cadáveres putrefactos por todos los lugares; todas las
edificaciones hechas añicos; sólo restos
inservibles de lo que antes fue nuestra civilización.
Asumamos, sin embargo, que la tierra desolada y vacía se
convierte en el paraíso gracias al esmero de los
industriosos judíos, a pesar de todos los problemas que
haya para hacerlo, y que Lázaro, junto con los redimidos,
finalmente podrá disfrutar de las riquezas y exquisiteces
que el dispensacionalismo promete.
Pero si creíamos que Lázaro por fin ha
encontrado su estadía feliz y definitiva en la tierra,
Walvoord se nos adelanta para corregirnos: no se quedará
así para siempre, sino solamente durante el milenio.
Después de eso, deberá ser llevado por cuarta vez
al cielo, donde por fin podrá pasar la eternidad, ya sin
interrupciones ni sobresaltos.
¿Tienen sentido todas estas peripecias
cósmicas? ¿Puede entenderse este vaivén,
estas subidas y bajadas de la tierra al cielo y del cielo a la
tierra de alguien que a veces es persona, a veces
fantasma? Sobre todo, ¿puede sustentarse con la
Biblia?
Pero allí no acaban las dificultades
escatológicas del "pretribulacionismo". Para Walvoord, el
pasaje de Apocalipsis 6:11 resulta un dilema que, de nuevo, debe
resolver con la especulación ante la falta de evidencias
bíblicas. Walvoord lee que las almas de los
mártires reciben vestiduras blancas, y concluye que estas
almas deben de tener cuerpos físicos que puedan llevar
esas vestiduras. "El hecho de que lleven ropas casi
exigiría que tengan un cuerpo de alguna clase",
declara.[48] Para resolver el dilema, él
simplemente supone que deben tener un cuerpo. Pero aclara: "No es
el tipo de cuerpo que los cristianos tienen ahora, esto es, un
cuerpo de tierra; ni es el cuerpo de la resurrección de
carne y huesos del que
Cristo habló después de su propia
resurrección. Es un cuerpo temporal preparado para su
presencia en el cielo, pero reemplazado por su cuerpo eterno de
resurrección dado al momento del regreso de
Cristo".[49]
Así, mientras la Biblia establece que hay dos
tipos de cuerpos: el terrenal –que es corruptible y mortal,
y el celestial –que es incorruptible e inmortal (1 Cor.
15:42-53), el "pretribulacionsimo" enseña que hay un
tercer tipo de cuerpo: ¡el desechable!
37. Si la transposición tuviera lugar en
conexión con la Segunda Venida a la tierra, no
habría necesidad de separar las ovejas de las cabras en un
juicio subsiguiente, pero la separación habría
tenido lugar en el mismo acto de la transposición de los
creyentes antes de que Cristo en realidad ubique su trono en la
tierra. (Mateo 25:31)
Muy al contrario, si la traslación de los santos
tuviera lugar antes de la segunda venida, no habría
necesidad de esperar a la segunda venida para separar las ovejas
de las cabras, pues dicha separación ya habría
tenido lugar en el "rapto" preadvenimiento. Pero la
profecía es inequívoca en cuanto al momento en que
habrá de ocurrir dicha separación: "cuando el Hijo
del hombre venga en su gloria" (Mat. 25:31).
Obsérvese que el versículo 34 establece
claramente que la traslación de los santos al reino ocurre
justo cuando Cristo venga (no antes), al decirles: "Venid,
benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros
desde la fundación del mundo". ¿Qué sentido
tendría en ese momento llamar a los santos a que entren en
el reino, si ya ellos llevan varios años de estar bien
instalados allá? Así, la teoría del "rapto
secreto" se contradice nuevamente.
38. El juicio de Israel (Ezequiel 20:34-38), el cual
ocurre subsiguiente a la Segunda Venida, indica la necesidad de
reunir Israel. La separación de los salvos de los no
salvos en este juicio obviamente toma lugar en algún
momento luego de la Segunda Venida y sería innecesario si
los salvados ha sido previamente separados de los no salvos por
la transposición.
Falso. La profecía de Ezequiel 20 está
enmarcada en el retorno de Israel de la cautividad
babilónica. Como toda promesa dada a Israel, esta
profecía está condicionada a la obediencia o
desobediencia de Israel. La regeneración espiritual que
Dios deseaba llevar a cabo entre los cautivos no se
realizó, por la dureza de corazón de los
judíos. Si estos propósitos se hubieran cumplido, y
si los repatriados que volvieron con Zorobabel hubieran sido
personas de renovada vida espiritual, la historia subsiguiente de
Israel habría sido muy diferente.
Es por esa dureza de corazón de los judíos
que Jehová clama duramente: "Si no quieren obedecerme,
¡vayan y adoren a sus ídolos malolientes! Pero no
sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus
ídolos apestosos" (vers. 39, NVI). Los ancianos
que fueron a consultar a Ezequiel indudablemente estaban entre
aquellos hacedores de maldad, por la forma dura en que el profeta
se dirige a ellos (Ez. 20:32). La profecía del retorno,
pues, estaba condicionada a la obediencia del pueblo. Y aunque
finalmente Dios los libró de la cautividad, aun así
la nación
de Israel no respetó el pacto.
Así Jehová trata de explicar la cautividad
a causa de los pecados de Israel, y condiciona su
liberación en razón de su fidelidad y
obediencia.
En cuanto al paso de los israelitas bajo la vara, Adam
Clarke lo explica de la siguiente manera: "Esto alude a la
costumbre de diezmar las ovejas. La tomo de los rabinos. Las
ovejas eran todas marcadas; y el pastor se paraba delante de la
puerta del corral, donde sólo podía pasar una oveja
a la vez. Tenía en su mano una vara mojada en
bermellón; y mientras salían, las contaba una, dos,
tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve; y cuando
salía la décima, la marcaba con la vara y
decía «ésta es la décima», y era
apartada para el Señor".[50] (Comp. Lev.
27:32; Jer. 33:13).
Si lo que pretende Walvoord es relacionar Ezaquiel 20
con Mateo 25, desesperado como anda por la falta de evidencias
para su teoría, fracasa irremediablemente, porque en ambas
profecías se describen acontecimientos distintos. En
Ezequiel 20 se refiere exclusivamente a los judíos de
tiempos de Ezequiel, en tanto en Mateo 25 se incluye a todas las
naciones en el tiempo del fin. En Ezequiel 20 se mencionan
sólo ovejas, en tanto en Mateo se incluyen los cabritos.
En Ezequiel no se da ningún juicio final, pero en Mateo el
juicio final es el tema.
Walvoord descontextualiza las palabras de Ezequiel 20 y
las relaciona con el milenio, aunque lo que dice el profeta se
refiere a la cautividad babilónica y el regreso a Israel.
No hay en todo Ezequiel 20 ninguna referencia al juicio
final.
Arrebatamiento y
Segunda Venida
39. En el momento del Rapto los santos se
reúnen con Cristo en el aire, mientras
que en la Segunda Venida, Cristo regresa al Monte de los Olivos
para reunirse con los santos en la tierra.
Falso. En Zacarías 14 no dice que ese evento sea
la segunda venida. Como vemos en Zacarías 14:3, en ese
momento Jehová "peleará con las aquellas naciones".
¿Cuándo ocurrirá ese combate final?
Después del milenio, según nos lo dice
Juan:
Cuando los mil años se cumplan, Satanás
será suelto de su prisión, y saldrá a
engañar a las naciones que están en los cuatro
ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos
para la batalla; el número de los cuales es como la arena
del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el
campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios
descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el
diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y
serán atormentados día y noche por los siglos de
los siglos (Apoc. 20:8-10).
Es evidente que, si ese combate final en el que Dios
destruye definitivamente a sus enemigos ocurre después de
los mil años, no puede tratarse de la segunda venida de
Cristo.
¿Por qué el Apocalipsis no menciona a la
Jerusalén terrenal? Si en verdad hay cabida para la
restauración del Israel según la carne, ¿por
qué Juan ve a la santa ciudad, la Jerusalén que
está "arriba", y no ve la Jerusalén de abajo? Muy
sencillo: porque la vieja Jerusalén estaba destruida para
cuando Juan tiene la revelación, y no volverá a ser
restaurada. No importa qué innovaciones políticas,
religiosas o sociales imponga la actual nación
israelí: nunca volverá a ser la antigua
Jerusalén donde nuestro Señor fue
crucificado.
40. Al momento del Rapto el Monte de los Olivos no
cambia, mientras en la Segunda Venida éste se divide y se
forma un valle el este de Jerusalén (Zacarías
14:4-5).
Walvoord no ofrece evidencias bíblicas de lo que
afirma. Mientras no se ofrezcan tales evidencias, de nada sirve
hacer una afirmación como ésta, pues vale tanto
como afirmar la idea contraria sin ninguna demostración.
La profecía de Zacarías 14 se refiere al
establecimiento del reino de Dios en la tierra, lo cual ocurre
después del milenio.
41. En el Rapto los santos vivientes son
transpuestos, mientras los inicuos son traspuestos en
conexión con la segunda venida de Cristo a la
tierra.
¿Traspuestos los inicuos a
dónde? ¿Serán tomados de la tierra para ser
traspuestos a la tierra? No tiene sentido. La única
trasposición de los inicuos será al lago de fuego,
pero eso ocurrirá después del milenio, cuando
Satanás sea suelto de su "prisión" (Apoc. 20:15).
42. En el Rapto los santos van al cielo, mientras en la
Segunda Venida a la tierra los santos se mantienen en la tierra
sin transposición.
Nadie irá al cielo antes de la segunda venida,
pues la promesa de Cristo es que "vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis" (Juan 14:3).
43. En el momento del Rapto la tierra no
es enjuiciada y continúa en pecado, mientras en la Segunda
Venida el mundo es juzgado y justicia es establecida en la
tierraFalso. De nuevo faltan las pruebas de
esta declaración. La teoría del "rapto secreto"
implica que Cristo vendrá a darles la recompensa
sólo a algunos justos, en tanto dejará a los
inicuos para que hagan a sus anchas durante siete años
más, al tiempo que otros justos (los judíos)
tendrán una segunda oportunidad. Así, mientras los
santos trasladados estén felices y contentos en el cielo
recibiendo su galardón, los pobres judíos
estarán en la tierra siendo perseguidos, torturados y
descuartizados por el enemigo. Pero la segunda venida tiene como
propósito dar a cada uno conforme a sus obras, tanto a
justos como a injustos (Mat. 16:27). No dice que vendrá a
dar nuevas oportunidades a los hombres, sino a traer un veredicto
y una sentencia.
44. La traslación de la iglesia
es vista como la liberación antes del día de la
ira, mientras que la Segunda Venida es seguida por la
liberación de aquellos que han creído en Cristo
durante la Tribulación.
Walvoord y los dispensacionalistas pueden
declarar esto todas las veces que quieran, que mientras no
ofrezcan evidencias sólidas, no tendrá
ningún valor
doctrinal.
45. El Rapto es descrito como inminente,
mientras que la Segunda Venida es precedida por signos
definitivos.
Falso. El arrebatamiento ocurre para que los santos
estén con su Señor. Por lo tanto, antes de ser
librados deben ocurrir los eventos que precederán la
segunda venida.
46. La transposición de los creyentes vivos es
una verdad revelada en el Nuevo Testamento, mientras que la
Segunda Venida con sus respectivos eventos es una doctrina
prominente en ambos Testamentos.
¿Y eso en qué ayuda a la hipótesis "pretribulacionista"?
Absolutamente en nada. El Antiguo
Testamento no enseña el milenio, ni la marca de la
bestia, ni gran parte de lo que está anunciado en el
Apocalipsis. Mucho menos enseña tal idea como el "rapto
secreto". Ni en el Antiguo Testamento, ni en el Nuevo.
De lo que se trata es de demostrar razones
bíblicas que permitan corroborar la teoría del
"rapto secreto", pero tales razones todavía no
aparecen.
47. El Rapto concierne solo a los salvos, mientras la
Segunda Venida trata tanto con los salvos como con los que no lo
son.
El traslado es para los santos y el lago de fuego para
los inicuos. Nada de esto ayuda a demostrar que vaya a haber un
"rapto secreto", ni dos segundas venidas, ni dos primeras
resurrecciones, todo lo cual es absolutamente
antibíblico.
48. En el Rapto Satanás no es atado, mientras
que en la Segunda Venida Satanás es atado y enviado al
abismo.
Falso. Cuando los santos son arrebatados, los inicuos
son reducidos al polvo, y la tierra queda deshabitada. Es
entonces cuando Satanás queda "atado" por una cadena de
circunstancias: al no haber persona viva en la tierra, no tiene a
quién engañar, y queda aislado del resto del
universo
durante mil años.
49. Ninguna profecía sin cumplir está
entre la Iglesia y el Rapto, mientras que muchas señales
deben de cumplirse antes de la Segunda Venida.
Corrección: muchas señales deben de
cumplirse antes de la segunda venida, mientras que ninguna
profecía anuncia el "rapto secreto".
50. Ningún pasaje que trata con la
resurrección de los santos en la Segunda Venida menciona
la transposición de los santos vivientes al mismo
tiempo.
Traerá Dios con Jesús a los que durmieron
en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz
de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor (1 Tes.
4:14-17).
Conclusiones
La teoría del "rapto secreto" es una historieta.
Su fundamentación teórica deja importantes
vacíos epistemológicos, que los dispensacionalistas
como Walvoord se ven obligados a rellenar usando la
imaginación. En lugar de sustentarse en evidencias
bíblicas verificables, la interpretación
dispensacionalista se fundamenta principalmente en inferencias y
suposiciones, aparte de interpretaciones forzosas como la de las
expresiones "apostasía" (2 Tes. 2:3), "yo te
guardaré de" (Apocalipsis 3:10), "seremos salvos de la
ira" (Romanos 5:9) y "quitado de en medio" (2 Tes.
2:7).
Para ser una doctrina tan fundamental para los
últimos tiempos, es extraño que las Escrituras no
hayan dibujado sus facciones detalladamente, sino que el
"pretribulacionista" deba reinterpretar cada pasaje y
añadir suficientes dosis de imaginación y
especulación para poder llegar a ella.
En estas circunstancias, la única manera en que
el "pretribulacionismo" puede esbozar su escatología, es alterando el orden de los
tiempos proféticos, como cuando divide las 70 semanas de
Daniel 9; y como cuando divide de la segunda venida de Cristo en
una "primera" segunda venida y en otra "segunda" segunda venida;
y como cuando divide la primera resurrección en una "serie
de resurrecciones". Todo esto lo hace sin más evidencia
que la mera especulación, ni más fundamento que la
arbitrariedad.
Pero es, como toda falsa doctrina, una enseñanza de consecuencias terribles para
la fe y la eternidad. Al partir de premisas erróneas, sus
conclusiones llevan a otros errores que terminan por socavar las
doctrinas bíblicas.
Cuando uno lee estas fábulas
sin base bíblica, se detecta de inmediato que el fin del
enemigo es desvirtuar la doctrina para estos últimos
tiempos, a objeto de que las almas no estén apercibidas de
lo que realmente ha de acontecer. Las consecuencias de esto son
evidentemente terribles, pues ¿cómo podremos
prepararnos para lo que viene, si no sabemos lo que viene? Si
tomamos en cuenta que para el dispensacionalismo todavía
no se ha manifestado el hombre de pecado, entendemos que
Satanás intenta desviar su atención de modo que no estemos preparados
para el sellamiento, y de esta manera no podamos afrontar la gran
tribulación que se avecina.
El dispensacionalismo pervierte la profecía
bíblica tal como fue esbozada por los héroes de la
Reforma protestante. Doctrinas fundamentales como la segunda
venida visible y audible de Cristo, el remanente conformado por
la última generación de cristianos, el
arrebatamiento de los santos simultáneamente con la
segunda venida, y la identificación del papado como el
anticristo u hombre de pecado, fueron verdades defendidas
ardorosamente por los reformadores, y que hoy han sido heredadas
por la fe adventista. Los evangélicos, por su parte, han
abandonado por completo estas doctrinas genuinamente protestantes
para sustituirlas por los planteamientos futuristas del
dispensacionalismo. Ante esto, la autora Emma Moore Weston
advierte a la comunidad
evangélica:
La gente necesita saber que las principales diferencias
en las enseñanzas de la segunda venida no vienen de la
Biblia misma, sino de estas fabricaciones deliberadamente
introducidas para combatir la Reforma y causar problemas.
¡Y lo han logrado! A esta decepción se añade
que la vida de Scofield se ha guardado en secreto porque
desacreditaría, si no es que destruiría, su
enseñanza.[51]
Nada de lo que ha enseñado el dispensacionalismo
puede sustentarse con la Biblia. Nada de lo que ha prometido
consigue evidencias ni en las Escrituras ni en los hechos. En
vista de estas graves fallas, el teólogo metodista Vic
Reasoner, ha decretado la muerte del dispensacionalismo
asegurando que: "Nada podrá revitalizar la vieja
teoría y ha muerto dejando una hueste enfurecida de
expectativas proféticas y un superávit inmenso de
libros y
gráficos
obsoletos".[52]
Personalmente considero peligroso prestar
atención a doctrinas de demonios como ésta. Para
mí, querer sacar luz de las tinieblas no es más
peligroso que buscar comida en un basurero. Podrá valer
eso para quien, ante la falta de alimentos, se vea
obligado a saciar su hambre con la primera cáscara que
encuentre entre los desechos, pero no así para quienes
hemos sido bendecidos con alimento sólido (Heb.
5:14).
Datos del autor:
Giovanni Cabrera
Lugar de Nacimiento: Maracaibo, Estado Zulia (Venezuela)
Profesión: Historiador
Cargo: Profesor
Ordinario de la Universidad del
Zulia (Venezuela)
[1] OTAS The Biblicist, http://www.biblicist.org/bible/fifty.shtml.
[2] John Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 20, http://www.bible.org/page.php?page_id=5688.
[3] Walvoord, The Thessalonian Epistles, cap.
4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[4] Archibald Robertson; Alfred Plummer, A
Critical and Exegetical Commentary on the First Epistle of St
Paul to the Corinthians, p. 465, citados en Dr.
Constable’s Bible Study Notes, Sonic Light,
http://www.soniclight.com/constable/notes/pdf/1corinthians.pdf.
(Énfasis añadido).
[5] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ,
cap. 17, http://www.bible.org/page.php?page_id=5685.
[6] Ídem. (énfasis
añadido).
[7] Walvoord, Revelation,
http://www.jimandpatsanders.com/pages/Bible%20Knowledge%20Commentary/Revelation.htm.
(Énfasis añadido).
[8] Walvoord, The Revelation of Jesus Christ,
cap. 12, http://www.bible.org/page.php?page_id=5680.
(Énfasis añadido).
[9] Ídem. (Énfasis
añadido).
[10] Ibíd., cap. 13,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5681.
[11] Ibídem, cap. 17,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5675.
[12] STEM Publishing: The writings of J. N.
Darby: Notes on the Apocalypse gleaned at lectures in Geneva,
1842, p 68.
http://www.stempublishing.com/authors/darby/PROPHET/05008_13F.html.
[13] Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 13,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5681.
[14] Ron Daniels, Study Notes: Revelation
13:11-18,
http://www.rondaniel.com/library/66-Revelation/Revelation1311.html.
[15] Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 6, http://www.bible.org/page.php?page_id=5674.
[16] Ídem.
[17] Ibíd., cap. 16,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5684.
[18] Ibíd., cap. 8, The seventh seal
and the beginning of the trumpets,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5676.
[19] Walvoord, The nations in prophecy, cap.
13, Armageddon and the second coming of Christ,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5714.
[20] Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 16, The vials of the wrath of God,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5684.
[21] Ídem. (Énfasis
añadido).
[22] Walvoord, The doctrine of Millennium,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5485.
[23] Ídem.
[24] Walvoord, Millennial Series: Part 23:
Premillennialism and the Tribulation,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[25] Philip Schaff, History of the Christian
Church, vol. 1, cap. 6:39, Christian Classic Ethereal Library,
http://www.ccel.org/s/schaff/history/1_ch06.htm.
[26] Josefo, Guerras,
libro 6,
cap. 9:3, Christian Classic Ethereal Library,
http://www.ccel.org/j/josephus/works/ant-6.htm.
[27] Walvoord, Millennial Series: Part 23:
Premillennialism and the Tribulation,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[28] Walvoord, The Thessalonian Epistles,
cap. 4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[29] Walvoord, Daniel: The Key to Prophetic
Interpretation, cap. 9, Bible.org,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5660.
[30] Urías Smith, Las Profecías
de Daniel, p. 175,
http://ourworld.compuserve.com/homepages/clt4/da-d09es.htm.
[31] Walvoord, Millennial Series: Part 23:
Premillennialism and the Tribulation,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5470.
[32] Walvoord, Matthew: Thy kingdom come,
cap. 24, The Signs of the End of the Age
http://www.bible.org/page.php?page_id=5628.
[33] Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 3, http://www.bible.org/page.php?page_id=5671.
[34] Cyrus Ingersoll Scofiled, Bible
Reference Notes, en Gén. 1:28, CrossWalk.org,
http://bible.crosswalk.com/Commentaries/ScofieldReferenceNotes/srn.cgi?book=ge&chapter=001.
[35] Peoples, Glenn, El Papel de la Ley
Bíblica en el Gobierno
Contemporáneo: La Teonomía en el Diálogo Evangélico, cap. 13, "El
dispensacionalismo y la ley", Universidad de Otago, Nueva
Zelanda, 2003, http://www.contra-mundum.org/castellano/peoples/Disp_Ley.pdf.
[36] Miguel Muñoz, Avances en los
estudios del dispensacionalismo, Tegucigalpa, junio de 2003,
TodasLasNaciones.org, http://todaslasnaciones.org/recursos/manuscritos/dispensacionalismo.pdf.
[37] Ídem.
[38] Tim Warner, Progressive
Dispensationalism, en Pristine Faith Restoration Society,
http://www.pfrs.org/pd/index.html.
[39] Emma Moore Weston, Analyzing Scofield,
The Gospel Truth, http://www.gospeltruth.net/scofield.htm.
[40] Walvoord, The Rapture Question, edición revisada, 1979, Zondervan, p. 68
(Libros Google).
[41] 1560 Geneva Bible, The Digital Christian
Library, http://www.thedcl.org/bible/gb/2thess.pdf.
[42] "Apostasy", Baker's Evangelical
Dictionary of Biblical Theology, StudyLight.org,
http://www.studylight.org/dic/bed/view.cgi?number=T44.
[43] "Apostasy", Jack Van Impe's Dictionary
of Prophecy Terms, CrossWalk.com,
http://bible.crosswalk.com/Dictionaries/JVIProphecyDictionary/jvi.cgi.
[44] Thomas L. Constable, Notes on 2
Thessalonians, edición 2007, Dr.
Constable’s Bible Study Notes,
SonicLight.com,
http://www.soniclight.com/constable/notes/pdf/2thessalonians.pdf.
[45] Walvoord, Premillennialism and the
Tribulation—Part IV: Pretribulationalism
(continued) http://www.bible.org/page.php?page_id=5472.
[46] Idem.
[47] Walvoord, The Thessalonian Epistles,
cap. 4, http://www.bible.org/page.php?page_id=5583.
[48] Walvoord, The Revelation of Jesus
Christ, cap. 6, The beginning of the great day of
God’s wrath,
http://www.bible.org/page.php?page_id=5674#P812_348919.
[49] Ídem.
[50] Adam Clarke, Commentary on the Bible,
Ez. 20:37,
http://www.godrules.net/library/clarke/clarkeeze20.htm.
[51] Emma Moore Weston, Analyzing Scofield,
http://www.gospeltruth.net/scofield.htm.
[52] Vic Reasoner, The obituary of
Dispensationalism: 1830-1988, Fundamental Wesleyan Fellowship
& Press,
http://www.fwponline.cc/v9n1/v9n1reasoner.html.
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