La orientación vocacional y la formación profesional del estudiante de Ingeniería Agropecuaria
La orientación
vocacional y la formación profesional del estudiante
de Ingeniería Agropecuaria en la Sede
Universitaria Municipal de Guisa
Resumen
El trabajo recoge
un estudio de investigación, realizado en la Carrera de
Ingeniería Agropecuaria de la Sede Universitaria Municipal
(SUM) de Guisa, a partir del análisis de las deficiencias que se
están confrontando los estudiantes en la
orientación vocacional y la formación del
profesional, no respondiendo a la demanda social
en cuanto a la cantidad y calidad, y nivel
de actualización
científico-tecnológica.
En sentido general, recomendamos un sistema de
acciones a
desarrollar por la carrera, el cual incluye tres etapas: Etapa de
orientación vocacional y formación profesional,
etapa de familiarización y la etapa formativa, para
resolver las deficiencias y elevar la calidad de la
formación de los profesionales de la carrera de
Ingeniería Agropecuaria y Agrónoma, que se forman
en nuestra SUM en condiciones de universalización y no
satisfacen las necesidades de nuestro montañoso y
agropecuario municipio y contribuir al desarrollo
local.
Palabras Claves: Orientación vocacional,
formación profesional, Carrera Ingeniería
Agropecuaria, acciones, etapas, estudiantes, desarrollo
local.
Introducción
La escuela
constituye la célula
fundamental del proceso
docente educativo, donde se desarrolla la orientación
vocacional y formación profesional por medio de las
actividades docentes y
extradocentes, en correspondencia con el nivel de educación. Las Sedes
Universitarias Municipales como parte de la infraestructura de
los centros de Educación
Superior constituyen escuelas, en la que los maestros, que
son fundamentalmente los propios profesionales del territorio
tenemos en nuestras manos, la concreción de este
propósito en las carreras que se definen en
correspondencia con las necesidades, y con los intereses que se
establezcan para los estudiantes procedentes de los Programas de la
Revolución. El caso que nos ocupa es la
orientación vocacional y la formación profesional
de los estudiantes de la carrera de Ingeniería
Agropecuaria de la SUM Guisa, que por las características
de ser un municipio montañoso, inmensamente
agrícola, necesita de estos profesionales, y nos
encontramos ante la disyuntiva de falta de orientación
vocacional y formación profesional.
Desde que se crearon las SUM, la Educación
Superior, con un notable esfuerzo del Estado,
facilitó que todos los egresados del Curso de
Superación Integral para Jóvenes (CSIJ) tuvieran la
garantía de una plaza al concluir sus estudios. De forma
paralela —según fuentes del
MES— se incrementó sensiblemente la oferta de
carreras, lo que representó 10 veces más plazas en
los últimos diez años (de 20 mil en 1998 a 200 mil
en el 2007). No solo se ha producido un salto cuantitativo, sino
que todo el sistema de acceso se hizo más sencillo,
flexible y directo. Criterio expresado por Hilda Ruiz
Echeverría, ingeniera química, y en la
actualidad asesora en el MES.
Sin embargo —pese a estos avances—, en el
último período se acentuó la tendencia al
decrecimiento de la
motivación en un grupo de
especialidades de vital importancia para la economía del país.
Por lo general las carreras menos solicitadas, son las
de Ingeniería en Agronomía y Agropecuaria entre
otras por la falta de motivación
de los estudiantes hacia estas carreras. Podemos contribuir a
revertir la situación actual, pero el problema es
complejo, porque en su centro se encuentran las motivaciones de
los estudiantes, en las cuales influyen tanto la actividad
concreta de formación vocacional, como el contexto social,
y ahí está nuestra misión,
como afirmara el doctor Pedro Horruitiner Silva, Director de
Formación de Profesionales en el MES, cuando dijo:"Por eso
el sistema de influencias en el alumno ayuda a que él
comprenda que el ser humano puede tener disímiles
vocaciones; lo importante es descubrirlas, orientarlas,
guiarlas". Añadió que esto es esencial y
enfatizó en que toda la sociedad debe
participar en tal estrategia
(la familia, el
MINED, las entidades empleadoras), para poder
satisfacer las demandas principales que tiene nuestra sociedad,
por ejemplo de maestros, agrónomos, veterinarios, sin los
cuales no puede haber desarrollo.
Enfatizó además que la supuesta
vocación del estudiante es muy superficial. Cuando entra a
la carrera puede darse cuenta de que no era lo que él
pensaba; porque resulta difícil comprender una
especialidad desde afuera, por lo que debemos lograr que el
alumno perciba cuál es el alcance de lo que piensa
estudiar, qué hace un determinado profesional
—dijo—, para lo cual es fundamental la
orientación. No solo que los docentes vayan a las aulas,
sino también los muchachos que se preparan en las
diferentes especialidades, pues así la
comunicación se logra mejor.Un criterio de gran
importancia a tener en cuenta para el logro del objetivo del
presente trabajo coincide con el expresado por María
Isabel González Vergara, del MES, quien concibe la
orientación profesional como un proceso multifactorial,
donde además de los padres, la familia y las
instituciones
de educación, resultan fundamentales los organismos de
la
administración central del Estado
(OACE).
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