Introducción
El Estado Trujillo, siendo de una
región andina es muy interesante en cuanto a su cultura, historia y turismo. En la propia Capital del
estado son dignos de mención el Monumento al Armisticio
y el de la Virgen de la Paz, a éste que queda al sur de la
ciudad hay que visitarlo para contemplar su altura y belleza y la
Virgen, parece que estuviera bendiciendo a la ciudad. Por ese
mismo camino se puede seguir hasta San Lázaro y Santiago,
ambos muy interesantes y bonitos y donde se puede comer muy bien.
De allí y si se tiene vehículo con tracción a las
cuatro ruedas se puede proseguir a uno de los pueblos más
bello de los Andes, el de La Quebrada, con sus calles pintadas
cada una con un color diferente. Otro pueblo
espectacular, que bien merece una visita, es Jajó.
En Betijoque queda el Parque Esteban Valera y La
Abejita, que tiene un hermoso mirador de donde se divisa el lago
de Maracaibo. Boconó
es la ciudad más hermosa del estado y posee el Mirador
Natural de Las Lomas y allí cerca en la quebrada de
Boconó se puede practicar la pesca de la trucha. Otra
visita obligada para los devotos del Dr. José Gregorio
Hernández es ir a su pueblo natal, Isnotú que tiene un
museo y una capilla.
Reseña
histórica
Trujillo fue fundada entre marzo y abril
del año 1558, por el capitán Diego García de
Paredes, con este nombre en recuerdo de su pueblo natal Trujillo,
ubicado en la Extremadura española. Éste partió a
finales de 1557 de El Tocuyo, con el fin de conquistar la
provincia de Cuicas. El primer asentamiento lo realizó en el
valle de los Escuques, con el nombre de Nueva Trujillo y
recibió el título de teniente gobernador. No obstante,
en septiembre de 1559 fue removido de su cargo por discrepancias
con el nuevo gobernador, y la ciudad fue llamada Mirabel. Para
noviembre, García de Paredes recuperó su cargo gracias
a Pablo Collado, quien había sido nombrado gobernador.
Así, la ciudad obtuvo otro nombre: Trujillo de
Collado.
De esta forma, Trujillo fue trasladada
geográficamente once veces y cambiada de nombre en nueve
oportunidades: Trujillo de Salamanca, Trujillo de Medellín y
Trujillo de Pampán, fueron algunas de las denominaciones que
recibió la capital del estado. No fue
hasta el 27 de octubre de 1570, cuando fue reubicada
definitivamente en el valle de los Mucas, a orillas del río
Castán y la quebrada de Los Cedros, con el nombre de
Trujillo de Nuestra Señora de la Paz.
Se le llama "Ciudad Portátil" por la
cantidad de mudanzas de las que fue objeto, desde el momento de
su fundación.
Los indios cuicas fueron los primeros
pobladores de estas tierras. Se trataba de una tribu sedentaria,
hacendosa y muy avanzada culturalmente. Trabajaban en telares de
algodón, y producían
cerámica. En 1575 fue
vencida la última resistencia indígena, al
mando del cacique Pitijai. A partir de ese momento, los
aborígenes fueron recogidos en encomiendas y asentamientos,
formando primitivos latifundios.
Desde sus inicios, Trujillo adquiere gran
importancia económica. Por una parte, exportaba cueros,
cordobanes, alfombras, trigo y fruta hacia Las Antillas. Por otro
lado, constituía una ciudad de tránsito desde los
llanos hasta los puertos del estado Zulia, para transportar
tabaco y cacao. Este estado ha
sido escenario de varios momentos cumbres de la historia de Venezuela. El 15
de junio de 1813 Simón
Bolívar proclama el Decreto de Guerra a Muerte; en 1820 se firma entre
Pablo Morillo y el Libertador el Tratado de Armisticio y de
Regularización de la Guerra; y se promueve la
liberación de Maracaibo de manos de los españoles.
Paulatinamente, se establece una pugna ideológica entre los
conservadores, liderados por Juan Bautista Araujo desde
Jajó, y los liberales, con el general Rafael González
Pacheco desde el pueblo de Santiago. Araujo permanece en el
poder hasta su muerte en 1898,
mucho después de finalizada la Guerra Federal.
Para ese entonces, la sociedad trujillana estaba
conformada por familias mestizas de origen campesino, inmigrantes en su
mayoría italianos, terratenientes y comerciantes.
En la era gomecista, este pueblo fue cuna de algunos de
los personajes que rodearon a
Juan Vicente Gómez, como Enrique Urdaneta Maya
y Victorino Márquez Bustillos. Además, estableció
el servicio militar de Las
Sagradas para reprimir las insurrecciones y eliminar con torturas
las ansias de libertad.
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