Manuel se encontraba en el supermercado, en sus manos tenia un
frasco de pastillas leía las instrucciones con
detenimiento le habla a su doctor para preguntarle los riesgos que
podía tener, este le contesta conozco estas pastillas,
pero por tu edad ¿hay, que tomarse una cada semana? Y nada
más puedes tomarte una copa de vino y puedes funcionar
como un muchacho.
En ese momento una señora muy distinguida, pasa a un
lado y con su carrito golpea a la pierna de Manuel, este voltea a
ver a la señora, esta solamente le dice disculpe: Manuel
seguía viendo el frasco de pastillas la señora se
detiene le pregunta ¿tú eres Manuel? El le responde
nervioso, y pone las pastillas en el carrito que la señora
llevaba.
El reacciona y se le queda viendo, ella hace lo mismo,
¿pasa un momento los dos solamente se miraban? Ella vuelve
a tomar la iniciativa, ¿dime algo? ¿Tú eres
Angélica? Estas igual de hermosa, gracias por el cumplido
y tu eres Manuel ¿verdad? Así es le dice el, ella
lo nota muy nervioso ¿Qué te pasa? Es que hacia
muchos años que no te veía ella solamente lo ve y
le sonríe de una forma picaresca al salir del supermercado
coinciden Angélica le habla y le pregunta ¿te
casaste?, Si responde Manuel, tengo dos hijos y seis nietos
algunos son profesionistas, me case muy joven ¿y tu te
casaste Angélica? Si responde ella y también me
case joven tengo cuatro hijos y doce nietos el le dice por haber
tenido cuatro hijos estas hermosa, ella vuelve a corresponder con
una mirada y una sonrisa picaresca ella se despide.
Manuel solamente la miraba solamente antes de subir a su auto
ella voltea? Y nota que Manuel la seguía mirando ella toma
la iniciativa y le dice si no tienes otra cosa que hacer
invítame un café
aquí, en frente hay un restaurante, el reacciona y le dice
con mucho gusto te lo invito, bueno tómame del brazo
¿le decía ella? Y ¿pórtate como un
caballero? El le toma el brazo y la aprieta ella vuelve a
corresponder con la sonrisa: estando en el restaurante
Angélica se sienta de tal modo que lucia sus piernas
Manuel se da cuenta y se sonroja ella se fija en la
reacción de el, Angélica le pregunta, dime que ha
sido de tu vida, Manuel.
Estaba distraído ¿viéndole las piernas?
Ella lo nota y vuelve a sonreír con picardía,
Manuel, ¿le contesta nervioso? Si, si, mira yo soy doctor
me especialice en ginecología. ¿Aquí
adelante por la avenida hay un edificio azul? Ahí tengo mi
consultorio es el numero ochenta y mi teléfono, ¿el se lo anota en una
servilleta? Ella guarda la servilleta en su bolsa, bueno
platícame de una experiencia, le contesta, creo que
ninguna vale la pena,
¿Escúchame Manuel yo tengo una experiencia?
¿Recuerdas cuando éramos jóvenes? e ibas en
bicicleta a verme al rancho donde yo vivía Manuel
solamente la veía y escuchaba ella vuelve a insistir le
toma la mano Manuel le dice con voz entrecortada, dejemos eso? Ya
somos abuelos platícame de tu esposo, el es ingeniero,
casi no vive con nosotros por su trabajo
constantemente, tiene que viajar al extranjero,
Tres de mis hijos viven en el extranjero nada mas una hija
vive aquí y cuando tiene tiempo, nos
reunimos en su casa a comer con su esposo y mis nietos,
Angélica se despide le dice ¿yo vengo seguido?
Manuel la veía detenidamente y murmuraba por tener cuatro
hijos aun tiene un cuerpo hermoso Angélica le dice,
¿recuerda Manuel cuando nos conocimos?,
¿Fue un día ocho? Me regalaste un ramo de
flores, también un día ocho, ¿el primer beso
que nos dimos también fue un día ocho? Tu
consultorio también empieza con un ocho y nos volvimos a
ver después de cuarenta años y también
estamos a ocho, Manuel ¿le pregunta por que me dices todo
esto? Ella solamente lo ve y le sonríe de una forma
picaresca y se despide, Manuel la mira que se sube a su auto se
queda pensando y vuelve a repetir ¿Angélica por que
me habrá dicho todo esto? No me lo explico como era
costumbre Manuel pasa todos los días a su consultorio y al
pasar frente al restaurante y el supermercado voltea para ver si
estaba el auto de Angélica habían pasado dos
días,
Manuel se encontraba en su consultorio suena el
teléfono y por el interfon su secretaria le dice, doctor
le habla la señora Angélica ¿le contesta
nervioso? Dime que se te ofrece, te quería decir que el
otro día que nos vimos en el supermercado, ¿no te
diste cuenta y pusiste el frasco de pastillas que tenias en las
manos?
El le dice Angélica de cuales pastillas me estas
hablando? Bueno Manuel no te pongas nervioso, ¿yo por
curiosidad le pregunte a mi doctor? Para que servían
¿escúchame Angélica? Para que sirven
únicamente hable para decirte que yo tengo el frasco de
pastillas, y te las voy a llevar a tu consultorio te felicito por
pensar de esa forma, Manuel le dice por favor tiralas a la
basura, bueno
como tu quieras, Angélica se despide, cuelga el
teléfono Manuel hace lo mismo y se queda pensando
¿Por qué me habrá dicho de las pastillas? Y
por que las deje en su carrito, al otro día desayunaba con
su señora y hacia muchos planes, el ve el reloj y le dice
ya me voy por que se me hizo tarde, Iba a su consultorio y al
pasar por el supermercado se acordó que no tenia
café, se detiene, oye que le hablan, se fija que es
Angélica, iba muy arreglada, el le dice, estas muy
hermosa, espérame en lo que compro un frasco de
café y te invito al restaurante, ella le dice, ¿No
tienes algo más importante que hacer? Manuel sin pensarlo
le dice: lo más importante eres tú, salen los dos
del súper, Se encontraban en el restaurante, Manuel le
dice perdóname, por lo que te dije, ella le sonríe
por demás picaresca, me dijiste que el frasco de pastillas
lo tirara a la basura
¿eso te dije? compre otro ¿si las quieres tomar me
dices?, los dos no dicen nada, se quedan viendo, ella le dice
Manuel si las quieres tomar me puedes hablar por teléfono
para que me digas como te sientes:
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