Monografias.com > Uncategorized
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La codicia de los mercados (el virus mutante) ? Parte II (página 11)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15

Sólo una hipótesis

Por eso, aún confían en que hay tiempo para
detener la tendencia. Según Carmignac, "no estamos en la
crisis del 29
ni en el Japón
de los 90 porque conocemos las medidas que hay que adoptar, como
bajadas de tipos, recapitalización bancaria,
garantía a depósitos y a préstamos
interbancarios y revisión de la regulación". De
hecho, esperan que estas medidas, junto al impulso del gasto
público en EEUU tras las elecciones y la respuesta
procedente de algunas potencias emergentes como China, que
están reactivando su consumo
interno, salven la situación y serenen los mercados

Prevenir, mejor que curar

De hecho, los expertos dudan de que, con estas herramientas
de lucha, la vertiginosa tendencia de caída de los
precios sea de
largo plazo. Sobre todo, con las medidas de heterodoxia monetaria
en forma de inyecciones de liquidez, subastas o cambio de
colaterales aceptados que, gestionadas adecuadamente,
evitarán su llegada. "Ni hubo estanflación en
verano ni llegará la deflación ahora", dicen.
Más aún, en Renta 4 aseguran que "el escenario no
es tanto deflacionista como de moderación de presiones
inflacionistas", lo que podría verse de forma positiva,
pues libera poder
adquisitivo y relaja las tensiones.

Eficacia limitada

También ayudarán los recortes de tipos,
aunque tienen eficacia
limitada, puesto que no es posible dejarlos por debajo de cero.
De hecho, el BCE se vio obligado a rectificar su decisión
de subirlos, desde el 4% al 4,25% hace apenas tres meses. La
autoridad
europea acabó dando marcha atrás, rebajando los
tipos hasta el 3,75%, recortes que podría acentuar la
semana que viene, al igual que hizo el miércoles la Fed,
que dejó el precio del
dinero en el
1%…

El fin del mundo

Si la deflación llega "será el fin del
mundo", comentó Edouard Carmignac, máximo
responsable de la gestora que lleva su nombre, en un reciente
acto en Madrid. Y es
que "comporta muchos más riesgos que
ventajas y es incluso más nociva que la inflación",
añade Natalia Aguirre, de Renta 4. Una situación
así es peligrosa porque desincentiva el consumo y hace
caer la demanda, pues
los potenciales compradores piensan que los precios caerán
más en el futuro.

"La primera consecuencia es que se retrasan las
decisiones de consumo e inversión", explica la experta. Más
aún, con el abaratamiento de sus productos, las
compañías se ven obligadas a recortar costes para
proteger sus márgenes, lo que repercute en los
trabajadores -que se enfrentan a mayores despidos y a una
disminución de su capacidad adquisitiva- y en el resto de
oferentes, que se ven obligados a bajar precios para ser
competitivos, lo que exacerba la tendencia.

Para colmo, la situación incrementa el valor de la
deuda en términos reales en un contexto de fuerte
apalancamiento. Así, la deflación termina
alimentándose a sí misma y formando un
círculo vicioso de parón económico del que
es muy complicado escapar.

Monografias.com

– La lupa: "Helicopter Ben" resucita la idea de lanzar
dinero desde las alturas

Ben Bernanke está haciendo honor a su apodo.
Desde hace varios meses, el presidente de la Reserva Federal ha
dejado de lado las preocupaciones inflacionistas para centrarse
en combatir la recesión y la deflación. Con sus
bajadas de tipos de interés
hasta situar las tasas en términos reales negativos y sus
continuas inyecciones de liquidez en el sistema
financiero, Helicopter Ben está abaratando el precio
del dinero. Es su forma de interpretar las lecciones del
economista  Milton Friedman, que describió
cómo escapar a la deflación tirando dinero desde un
helicóptero para dar liquidez inmediata a individuos y
empresas. Y es
que el jefe de la autoridad monetaria se ha declarado admirador
de este autor hasta afirmar que "el Gobierno tiene
una fantástica tecnología llamada
imprenta que
le permite crear tantos dólares como quiera para reducir
el valor de la moneda, aumentar el gasto y la inflación".
La cuestión es si su fórmula dará resultados
sin provocar burbujas.

– El consumidor
estadounidense no puede más: deja de comprar y "mata" a la
economía

(El Economista – 31/10/08)

El consumidor estadounidense, de voracidad insaciable
para engullir bienes propios
y de otros países, ha encajado tantos golpes que
dejó de comprar, lo que ha hundido al país en la
recesión. La contracción del Producto
Interior Bruto (PIB) del 0,3
en el tercer trimestre confirma lo que el ciudadano de a pie ya
sabía desde hace algún tiempo: que la economía ha dado un giro brusco hacia
abajo. La economía de EEUU
podría contraerse en el cuarto trimestre, según
Janet Yellen.

El cambio fundamental ha sido el comportamiento
de los consumidores. En el segundo trimestre habían
seguido con el gasto, gracias a los cheques de 600
dólares que recibieron la mayoría de ellos. Algunas
tiendas hicieron ofertas especiales para convencerles de comprar
una televisión
más grande o un automóvil nuevo, y suficientes
picaron para que el PIB se expandiera un 2,8% en ese
período.

Pero la realidad pasó factura unos
meses después. Los ingresos
personales de los estadounidenses bajaron en el tercer trimestre
un 8,7%, la mayor caída desde que se inició el
registro en
1947. "El consumidor estadounidense está bajo mucha, mucha
presión
actualmente", señaló Nouriel Roubini, profesor de
Economía de la Universidad de
Nueva York, en una audiencia en el Congreso en la que
instó a la Legislatura a
aprobar un segundo paquete de estímulo fiscal.

Han perdido valor sus inversiones en
bolsa, sus planes de pensiones y su vivienda, más de un
16% en un año en las principales ciudades. Al mismo
tiempo, el desempleo
está en alza y también el nivel de endeudamiento.
No es una sorpresa, por tanto, que la confianza de los
consumidores haya caído a su menor nivel desde que
comenzó ese índice hace más de 40
años.

En el tercer trimestre los consumidores se pararon a
pensar si verdaderamente necesitaban otra camisa o si
podían aplazar la compra de una cámara digital. El
consumo -que representa el 70% del PIB de Estados Unidos,
más que en otros países- cayó en ese
período un 3,1%, la primera disminución desde la
recesión de 1991.

Nueva etapa

Para algunos analistas, este es el fin de un tiempo en
el que los estadounidenses vivieron por encima de sus
posibilidades, cuando compraron casas que no se podían
permitir con créditos fáciles. "El nivel de deuda
en relación a los ingresos y a los activos es el
mayor en la historia" de Estados Unidos,
dijo a EFE Charles McMillian, presidente de la consultora MBG
Information. Él cree que los estadounidenses
irremediablemente tendrán que ahorrar más. En
parte, no tendrán otra opción.

La restricción extraordinaria del crédito
a nivel internacional, tras la quiebra del
banco de
inversión Lehman Brothers en septiembre, ha secado las
fuentes de
financiación al consumo en Estados Unidos. Esa
circunstancia se reflejará en los resultados del PIB de
octubre a diciembre. La contracción del 0,3% en el tercer
trimestre fue mejor que la caída del 0,5% anticipada por
los analistas, gracias al aumento del gasto del Gobierno, las
exportaciones y
los inventarios.

El Gobierno continuará con la cartera abierta,
porque se elevará la factura de las ayudas a los
desempleados, entre otros factores. Además, está la
posibilidad de un segundo paquete de estímulo, que hoy
recomendó en la audiencia en el Congreso Simon Johnson, ex
economista jefe del Fondo Monetario
Internacional (FMI), quien
estimó que debería ascender a 450.000 millones de
dólares.

Al mismo tiempo, las exportaciones se verán
perjudicadas por la debilidad de la demanda en el resto del mundo
y por un dólar que se ha revalorizado de forma
drástica en las últimas semanas, lo que encarece
los productos estadounidenses. El otro punto de luz en el
informe del
Gobierno, el aumento de los inventarios, es engañoso,
según los analistas, dado que las empresas probablemente
acumularon más productos en el tercer trimestre porque
fueron incapaces de vender los bienes encargados.

Las señales, por tanto, no son
halagüeñas. La mayoría de los expertos
prevé que la recesión durará cuatro
trimestres y será más dura que en las
últimas décadas.

 

– Se buscan "cortos" (El Confidencial –
31/10/08)

(Por Rubén J. Lapetra)

Debate interesante, fundamental, de la última
ronda de reflexiones sobre la crisis: los shorts, cortos, o el
mundo de invertir esperando ganancia con la caída del
valor en lo que se invierte. Paradojas financieras y preguntas
por doquier. "Los mismos que se aprovechan, en tiempos alcistas,
de los beneficios que de ella se derivan, son ahora los que se
lamentan de los quebrantos que le causan"…

Pero, ¿es legítimo invertir así?
¿es ético? ¿cuál es el objetivo de
ponerse bajista? ¿se puede considerar un accionista, o
socio, a alguien que quiere que vayan mal las cosas? Es como si
deja entrar en su casa a alguien que lo único que
está buscando es robarle la cartera en cuanto le quite el
ojo de encima. Es el punto de vista de una empresa. Para
el accionista que invierte en el futuro de una organización, con la esperanza de una
revalorización y compartir sus beneficios, es
probablemente otro robo. Quizá pueda parecer hasta ingenuo
a estas alturas plantearse estas cuestiones -o populista- lo que
quieran.

De las siete acepciones del diccionario de
la RAE, ninguna de ellas se corresponde con lo que hablamos:
timidez, pequeño tamaño o escasez de
talento es a lo que se corresponde esa cortez. Pero en los
mercados, ser corto significa ponerse bajista y es algo tan
sofisticado y guay porque no todo el mundo, ni mucho menos, lo
hace. Quizá por desconocimiento, quizá por riesgo excesivo o
porque operar bajista no está al alcance de todos. El caso
es que los cortos han hecho mucho daño en
esta crisis. Muchísimo. Pero a todos. Incluso a quienes
tanto los han usado. Como si de un boomerang se tratase,
está de vuelta. Como en todo periodo de exuberancia han
cruzado el límite del rol benigno de dar liquidez y
contrapartida en bolsa.

¿Y si los cortos encendieron la mecha del
pánico
de los depósitos?

Tanto que Chris Cox, rector de la Securities Exchange
Comission (SEC), tuvo que restringir este verano este tipo de
inversiones por el efecto perverso que generaban. Rumores sin
confirmar sobre falta de liquidez en Bear Stearns provocaron la
caída del histórico banco en marzo, algo de lo que
se quejó amargamente Alan Schwartz, su último
consejero delegado. Y en Lehman, tres cuartos de lo mismo, como
también denunció su presidente Richard Fuld. La SEC
no ha sido la única. Al supervisor de bolsa de EEUU le
siguieron en septiembre otras agencias como la FSA
británica o las CNMVs europeas agrupadas en torno a CESR. El
punto de mira lo pusieron en las ventas al
descubierto, naked shorts, que consisten básicamente en
vender acciones sin
tenerlas. Prohibido. Y vigilancia sobre el resto de operativas
bajistas, especialmente, en el sector financiero.

Pero los bancos y
aseguradoras se han llevado la palma. Los cinco grandes bancos de
inversión del mundo, que agrupan la mayoría de las
operaciones en
contado, futuros, al alza o a la baja -más del 90% hasta
antes de la crisis, según algunas estimaciones-. Cuando el
cliente de una de
cualquiera de estas entidades, y tiene allí depositados
sus ahorros, ve como cae en bolsa a plomo, tranquilo no se va a
quedar. El pánico con los depósitos de semanas
atrás se ha encendido, precisamente, en las operativas en
corto que tumbaban cotizaciones, machacaban valores y los
exprimían hasta dejar algunos esqueletos cotizando.
Objetivo, hundir con ventas masivas de acciones. A ver quien se
atreve a llevarles la contraria y comprar títulos de forma
masiva. Obviamente, nadie.

Sólo hay que observar para ver como las
cotizaciones de los bancos estadounidenses que han caído
sufrían abusos salvajes de estos inversores. Y ahí
pudo empezar uno de los círculos viciosos de esta crisis:
depositante incómodo que retira su depósito en
busca de refugio. En España, el
caso más reciente es el de la entidad holandesa ING, con
más de 1,5 millones de clientes en
nuestro país. Comenzó a caer en bolsa a plomo – y
cuatro de cada tres clientes, sin exagerar, se preguntaban si su
dinero estaba seguro. La
entidad estaba sana, como explicó su responsable en
España, César González Bueno. Pero dio
igual. Muchos se fueron. Como dijo esta semana Rami Aboukhair,
directivo de su rival iBanesto, siete de cada diez nuevos
clientes de la entidad procedieron de ING.

Efecto boomerang y el monstruo virtual

¿Cuál es el riesgo de los cortos o shorts?
"Primero hundiendo los valores,
como ha ocurrido con un elevado número de ellos en los
últimos meses. En sentido contrario, baste recordar la
ilógica reacción de la cotización de las
acciones de Metrovacesa una vez finalizada la última OPA a
83,21â,¬ la acción.
La cotización alcanzó los 116 â,¬. En el
caso de recompra forzosa o forzada por el mercado, las
carreras de los inversores vendidos en descubierto pueden ser tan
disparatadas como intensas", advertía Jesús
Sánchez Quiñones en su columna en septiembre.
Premonitorio. Esta semana hemos asistido a una de esas
situaciones de mercado de tierra
trágame. Es el caso de Volkswagen en el que han
caído varios hedge funds con pérdidas millonarias,
no tanto porque vendiesen al descubierto, sino porque estaban tan
apalancados (invertidos a crédito) que el cierre del
capital por
parte de Porsche les ha crujido.

Lo de ser short no está tan de moda. La mayor
parte de operaciones bajistas se realiza a día de ayer, y
probablemente de hoy, a través de derivados financieros:
CFDs, futuros, opciones, warrants… De hecho, en el mercado se
justifica las recientes subidas bursátiles, tan violentas
como las caídas, en las ejecuciones, ventas forzadas y
cierre de cortos, que implica la recompra de títulos en
mercado para cubrir las posiciones. En Volskwagen han llegado a
comprar a 1.000 euros la acción, un 400% por encima de los
niveles de hace una semana. Un inciso: Porsche, claro, ha jugado
también, pero en contra del mercado. Ahora, para aliviar
la situación, va a vender el 5% a un precio jugoso -unos
11.000 millones de euros valía ayer- con el que
prácticamente va a financiar la toma de control de
Volkswagen.

El caso de Don Pedro, que pueden leer en el diario
mexicano El Sol, ilustra
de manera sencilla las buenas prácticas en el uso de los
derivados financieros. Empresario que
cubre el riesgo de la compra de una máquina con un seguro
de cambio. No especula, como si lo hacen cientos de inversores de
todo el mundo que con muy poco dinero multiplican su capacidad
financiera, su apalancamiento, hasta sobrepasar lo razonable.
Cuando muchos de estos brazos de inversión dopados han
hecho lo mismo han terminado por hundir cientos de valores, no
sin razón en algunos casos, pero de manera artificial. Los
derivados son, lo siguen siendo, el mayor peligro con el que se
enfrenta la economía. Realmente pueden convertirse en
armas de
destrucción masiva y generar pérdidas destructoras.
No hay que irse a bancos extranjeros. Miren de reojo a lo que
pasó en Gaesco no hace demasiado tiempo.

Como explicaba Stephen Roach, de Morgan Stanley, hasta
las propias autoridades "se han sorprendido" del tamaño de
la burbuja de mercados no regulados y de derivados. Recintos OTC
(Over the counter) donde no se sabe qué pasa.
¿Transparencia? ¿Regulación? Un factor
común a varias crisis financieras (1929, 1987) son las
'bombas de
relojería' financiera, como algunos han denominado a los
vehículos de inversión altamente apalancados que
terminaron por caer a las primeras de cambio de las condiciones
de restricción del crédito. Los famosos trust
financieros de los años 20 -híbridos entre fondos y
holding financiero- supusieron una gran lección para los
mercados y las autoridades económicas. Funcionaban y
actuaban con base en el endeudamiento, el crédito y la
revalorización de los activos en los que
invertían.

Conforme la crisis fue avanzando fueron cayendo por las
ventas forzadas de participaciones y ejecuciones de las
garantías en las que apoyaban sus inversiones. Lo mismo
está ocurriendo con los derivados. Son muchos los expertos
que han alertado sobre determinadas figuras de fondos de capital
riesgo y los hedge funds, principales usuarios de la "palanca
inversora". El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean
Claude Trichet, alertó antes del verano de 2007 -ya tienen
otro Roubini- sobre la formación de un inquietante
triángulo de vulnerabilidad que configuraban este tipo de
fondos junto a los productos estructurados de inversión
(SIV). A toro pasado, el tiempo le da la razón. A veces es
mejor no tenerla.

– Las bolsas viajan a través del túnel del
tiempo de la deuda (Expansión – 2/11/08)

(Por Enrique Calatrava)

Cae la bolsa, suben el yen y el dólar, baja el
precio del crudo, Islandia queda al borde de la bancarrota….
¿Qué pasa en los mercados
financieros? El proceso de
desendeudamiento de inversores especulativos como los hedge fund
explica algunas de estas reacciones.

Se parezca o no a la Gran Depresión
de 1929, seguro que se harán muchas tesis
doctorales de esta crisis, que ha derrumbado mitos, como la
desaparición de los ciclos económicos. Las bolsas
se encuentran en pleno viaje al pasado a través de un
túnel del tiempo forzado por el sobreendeudamiento de los
inversores y empresas.

Mientras los mercados sufren los embates del
desapalancamiento "reducción de los niveles de deuda",
algunas de las primeras lecciones de la tormenta están
comenzando a emerger:

1- Los hedge fund huyen, y su infalibilidad como
brillantes gestores ha quedado en entredicho en tiempos de
crisis. Estos inversores están sufriendo reembolsos
masivos de sus partícipes, lo que les lleva a vender
acciones adquiridas con deuda, empujando a la baja el mercado.
Más que pánico, es este proceso de
desapalancamiento el que explica los desplomes bursátiles
violentos vividos en las últimas semanas. Algo que tiene
muy poco que ver con las valoraciones reales de las
compañías, como explica Jesús
Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4.
Según sostiene George Magnus, analista jefe de UBS, nadie
conoce aún las repercusiones de este proceso.

2- Bajan las materias primas. Ante la falta de nuevo
crédito, muchos inversores institucionales han deshecho
posiciones allí donde han podido para hacer frente a las
pérdidas en los mercados de renta fija y variable. El
resultado ha sido una caída del precio del crudo (desde
casi 150 a cerca de 60 dólares en menos de cuatro meses).
A ello también ha contribuido el miedo a una
recesión global, que reduciría el consumo de
energía.

3- Sube el yen. Acaba el carry trade nipón. La
crisis crediticia va camino de convertirse en una crisis de
divisas. La
japonesa se erigió en una de las monedas favoritas para
endeudarse, aprovechando los menores tipos de interés del
país, y luego invertir en divisas con tipos de
interés más elevados.

4- Se desploman las monedas de países emergentes
(Brasil, México).
Tanto las bolsas como las monedas de países del
área latinoamericana han caído en las
últimas semanas, arrastradas por la repatriación de
capitales desde países emergentes a EEUU.

5- El dólar vuelve a ser moneda refugio. Pese a
las teorías
sobre un nuevo orden económico multipolar, donde Estados
Unidos quede desplazado como primera potencia mundial,
el billete verde ha vuelto a actuar como valor refugio frente a
otras monedas. A ello han contribuido algunas previsiones, como
que Europa
sufrirá aún más que EEUU en esta
crisis.

6- Países a punto de la bancarrota, como
Islandia. Tres bancos del país, que representan más
del 90% de su sistema
financiero, incurrieron en una carrera sin freno para crecer
fuera de las fronteras de este pequeño país de
300.000 habitantes. Su gran (casi única) palanca: un
diferencial de tipos de interés con la eurozona que les
permitió endeudarse más barato para invertir en su
país, y financiar el desarrollo y
consumo interior. La restricción de crédito
llegó en pleno auge especulativo, los bancos, cuyos
activos vencían a largo plazo pero sus compromisos eran a
corto, no pudieron hacer frente a sus pagos. La consecuencia: un
país en bancarrota.

7- Manda más un ordenador que un gestor. Los
modelos de
valoración de activos a riesgo han motivado ventas
automáticas, a medida que las alertas han ido saltando en
los ordenadores de bancos y gestores de fondos. Esto ha impedido
que se liquidaran posiciones de forma ordenada y, en los
últimos quince días, el sistema ha estado cerca
del colapso.

8- El miedo es libre. Por mucha sofisticación que
adquirió el sistema, muchos de los modelos empleados (VAR,
Mark- to-market) se han mostrado ineficaces en entornos de
pánico vendedor y elevada volatilidad. Los modelos de
valoración de activos (VAR o Value at risk) empleados por
hedge fund y los bancos que les prestan dinero sirven para medir
sus pérdidas tolerables sobre una cartera de activos.
Estos modelos obligan a aportar nuevas garantías cuando
las carteras que han comprado con endeudamiento caen por debajo
de un determinado precio. Si no pueden, están obligados a
liquidar las posiciones para mantener un determinado ratio entre
patrimonio y
capital.

9- ¡Vivan las posiciones cortas! Harbinger,
Griffin y otros fondos buitre, más recientes en su
creación y menos endeudados, están haciendo su
agosto, al tomar títulos prestados para venderlos y
recomprarlos cuando bajan, ganando la diferencia. La caída
de las cotizaciones se ha convertido en un terreno abonado para
estos fondos, a los que la FED y el Gobierno británico han
tratado de poner freno para detener la sangría
bursátil.

10- No hay "decoupling". La posible desconexión
entre el crecimiento de países ricos y emergentes en
tiempos de recesión ha quedado en agua de
borrajas. Algunos países con fuertes fondos soberanos
fruto del petróleo,
como Kuwait, han pasado de presentarse voluntarios para salvar
emblemas de Wall Street a anunciar planes de ayuda para su
sistema bancario. China ya ha advertido de que crecerá
menos, y lo mismo ocurrirá con otros países
emergentes.

– Tribuna: Laboratorio de
ideas Jeffrey D. Sachs – Auge, estallido y recuperación de
la economía (El País – 2/11/08)

Esta crisis económica mundial pasará a la
historia como la locura de Greenspan. Es una crisis fabricada por
el Consejo de Dirección de la Reserva Federal
estadounidense durante la época de vacas gordas y
liberalización financiera que abarca desde mediados de la
década de 1990 hasta hoy.

Esta política de dinero
fácil, respaldada por reguladores que no regulaban,
produjo unas burbujas inmobiliarias y de créditos al
consumo sin precedentes en Estados Unidos y otros países,
principalmente los que compartían la orientación
política estadounidense. Ahora la burbuja ha reventado, y
estas economías llevan camino de entrar en una pronunciada
recesión.

El origen de la crisis ha sido la fuerte subida de los
precios de la vivienda y de las acciones bursátiles, que
estaban muy alejados de los parámetros históricos.
Greenspan alimentó dos burbujas: la de Internet en 1998-2001 y la
posterior burbuja inmobiliaria que ahora está estallando.
En ambos casos, el aumento del precio de los activos llevó
a las familias estadounidenses a pensar que se habían
vuelto mucho más ricas, y las tentaba a aumentar
enormemente su endeudamiento y su gasto, para comprar viviendas,
coches y otros bienes de consumo duraderos.

Los mercados financieros se mostraban ansiosos por
prestar a estas familias, en parte porque los mercados
crediticios estaban liberalizados, lo cual invitaba a conceder
préstamos de manera temeraria. Gracias al auge de los
precios de la vivienda y del mercado de
valores, la riqueza neta de las familias estadounidenses
aumentó en torno a los 15 billones de euros en el periodo
comprendido entre 1996 y 2006. El aumento del consumo basado en
esta riqueza hizo a su vez que el precio de las viviendas
aumentara todavía más, lo cual animó a
familias y a prestamistas a inflar la burbuja otro poquito
más.

Todo esto se ha venido abajo. Los precios de la vivienda
alcanzaban su punto máximo en 2006 y los precios
bursátiles en 2007. Con el estallido de estas burbujas, la
riqueza teórica de puede que ocho billones, o incluso
hasta doce billones, desaparecerá.

Ahora están sucediendo varias cosas complejas a
la vez. En primer lugar, las familias están recortando
drásticamente el consumo, porque tienen la
sensación de ser -y son- mucho más pobres que hace
un año. En segundo lugar, varias instituciones
fuertemente endeudadas, como Bear Stearns y Lehman Brothers, han
quebrado, provocando otras pérdidas de riqueza (de los
accionistas y acreedores de estas instituciones en bancarrota) y
una mayor pérdida del crédito que antes
proporcionaban estas empresas.

En tercer lugar, los bancos comerciales también
han salido perdiendo y mucho con estos tratos, lo cual les ha
privado de buena parte de su capital. A medida que su capital
desciende, también lo hacen sus futuros préstamos.
Y en cuarto y último lugar, la quiebra de Lehman Brothers
y el que la gigante de los seguros AIG
estuviese a punto de declararse en bancarrota desencadenaron un
pánico financiero, por culpa del cual ni siquiera las
empresas solventes eran capaces de obtener préstamos
bancarios a corto plazo o vender instrumentos negociables a corto
plazo.

El reto que se les plantea a los políticos es
restaurar suficientemente la confianza de modo que las empresas
puedan nuevamente obtener crédito a corto plazo para pagar
sus nóminas y
financiar sus inventarios. El siguiente desafío
será impulsar la restauración del capital bancario
a fin de que los bancos comerciales reanuden sus créditos
para inversiones a más largo plazo.

Pero estas medidas, por urgentes que sean, no
impedirán la recesión en Estados Unidos y otros
países golpeados por la crisis. Es improbable que el
mercado bursátil y el inmobiliario se recuperen pronto. A
consecuencia de ello, las familias son más pobres y
recortarán drásticamente su gasto, lo cual hace que
la recesión sea inevitable a corto plazo.

Estados Unidos será el más golpeado, pero
otros países que han experimentado una expansión (y
ahora una depresión) de sus sectores inmobiliario y de
consumo -en especial Reino Unido, Irlanda, Australia,
Canadá y España- también se verán
afectados. Islandia, que privatizó y liberalizó sus
bancos hace pocos años, afronta ahora una quiebra a
escala nacional,
porque sus bancos no podrán pagar a los acreedores
extranjeros con los que están fuertemente endeudados. No
es una coincidencia que, con la excepción de
España, todos estos países se adhiriesen
explícitamente a la filosofía estadounidense del "libre
mercado" y no regulasen suficientemente sus sistemas
financieros.

Pero por mucho que sufran las economías
liberalizadas al estilo anglosajón, nada de esto tiene que
causar por fuerza un
desastre mundial. No veo razón alguna para una
depresión mundial, y ni siquiera para una recesión
mundial. Sí, EEUU experimentará un descenso de
renta y un agudo aumento del desempleo, lo cual hará que
disminuyan las exportaciones del resto del mundo a Estados
Unidos. Pero muchas otras partes del planeta seguirán
creciendo. Muchas economías grandes, como China, Alemania,
Japón y Arabia Saudí, tienen muchos excedentes de
exportación, y por lo tanto han estado
prestando al resto del mundo (en especial a Estados Unidos) en
lugar de endeudarse.

Estos países están bien provistos de
dinero, y no se ven lastrados por el estallido de una burbuja
inmobiliaria. Aunque sus familias han sufrido hasta cierto punto
por causa de la caída de los precios bursátiles, no
sólo pueden continuar creciendo, sino que también
pueden aumentar su demanda interna para compensar el descenso de
las exportaciones a Estados Unidos. Ahora deberían
recortar los impuestos,
facilitar las condiciones de crédito nacionales y aumentar
las inversiones públicas en carreteras, energía
eléctrica y vivienda protegida. Tienen suficientes
reservas de divisas extranjeras para evitar el riesgo de
inestabilidad financiera como consecuencia del aumento de su
gasto interno, siempre que lo hagan con prudencia.

En lo que respecta a Estados Unidos, el actual
sufrimiento innegable de millones de personas, que se
agravará el próximo año con el repunte del
desempleo, es una oportunidad para replantearse el modelo
económico adoptado desde que Ronald Reagan llegó a
la presidencia en 1981. La bajada de impuestos y la
liberalización generaron un consumo excesivo que
parecía bueno mientras duró, pero también
dieron pie a una enorme desigualdad de rentas, una clase
desfavorecida muy amplia, un fuerte endeudamiento exterior, el
abandono de los problemas
medioambientales y de las infraestructuras, y ahora un enorme
caos financiero. Ha llegado el momento de diseñar una
nueva estrategia
económica, o sea, un nuevo New Deal.

(Jeffrey D. Sachs es catedrático de
Economía y director del Instituto de la Tierra de
la Universidad de Columbia. (c) Project Syndicate,
2008)

– Tribuna: Primer plano Paul Krugman: El remolino que no
para de agrandarse (El País – 2/11/08)

Los datos
económicos rara vez inspiran pensamientos poéticos.
Pero mientras contemplaba el conjunto de cifras más
reciente, me di cuenta de que me pasaba por la mente William
Butler Yeats: "Girando y girando en el remolino que no para de
agrandarse / El halcón no oye al halconero; / Las cosas se
desmoronan; el centro no se sostiene".

En este caso, el remolino que no para de agrandarse
serían los bucles de retroalimentación (adiós a la
poesía)
que hacen que la crisis financiera se descontrole todavía
más. El desdichado halconero sería, supongo, Henry
Paulson, el secretario del Tesoro.Y el remolino sigue
agrandándose de formas nuevas y terroríficas.
Mientras Paulson y sus homólogos de otros países
tomaban medidas para rescatar a los bancos, nuevos desastres se
acumulaban en otros frentes.

Algunos de estos desastres ya se preveían
más o menos. Los economistas ya venían
preguntándose desde hace tiempo por qué los fondos
de cobertura no se veían afectados por la
carnicería financiera. Ya no tienen que
preguntárselo por más tiempo: los inversores
están retirando su dinero de estos fondos, obligando a sus
gestores a obtener efectivo vendiendo acciones y otros activos a
precio de saldo.

Sin embargo, lo realmente escandaloso es el modo en el
que la crisis se está extendiendo a los mercados
emergentes, a países como Rusia, Corea
del Sur y Brasil.

Estos países se vieron afectados de lleno por la
anterior crisis financiera mundial, a finales de la década
de 1990 (que en aquel momento parecía algo terrible, pero
fue como pasar un día en la playa comparado con la que se
nos ha echado encima ahora). Estos países respondieron a
la experiencia acumulando enormes reservas de dólares y
euros, que supuestamente debían protegerlos en caso de
futura necesidad. Y parece que fue ayer cuando todo el mundo
hablaba del "desacople", la supuesta capacidad de las nuevas
economías de mercado para seguir creciendo aunque Estados
Unidos entrase en recesión. "El desacople no es un
mito",
aseguraba The Economist a sus lectores en marzo. "De hecho, puede
que incluso salve a la economía
mundial".

Eso era entonces. Ahora los mercados incipientes
están en un buen apuro. De hecho, dice Stephen Jen,
principal economista de divisas de Morgan Stanley, el "aterrizaje
forzoso" de los nuevos mercados podría convertirse en el
"segundo epicentro" de la crisis mundial (los mercados
financieros estadounidenses fueron el primero).

¿Qué ha ocurrido? En la década de
1990, los gobiernos de los mercados emergentes eran vulnerables
porque se habían acostumbrado a pedir prestado en el
extranjero; cuando los dólares dejaron de afluir, se
vieron empujados al borde del abismo. Desde entonces, han tenido
cuidado de endeudarse principalmente en los mercados nacionales,
al tiempo que acumulaban enormes reservas de dólares. Pero
toda su cautela no ha servido para nada porque el sector privado
ha hecho caso omiso del riesgo.

En Rusia, por ejemplo, los bancos y las grandes empresas
corrieron a pedir prestado en el extranjero, porque los tipos de
interés en dólares eran más bajos que en
rublos. Así que, mientras el Estado ruso
acumulaba una impresionante reserva de moneda extranjera, las
empresas y los bancos rusos acumulaban una deuda externa
igualmente impresionante. Ahora les han cortado las líneas
de crédito, y su situación es
desesperada.

Es innecesario decir que los problemas actuales en el
sistema bancario y los nuevos problemas de los fondos de
cobertura y de los nuevos mercados se refuerzan mutuamente. Las
malas noticias
engendran malas noticias, y el círculo de dolor sigue
agradándose.

Mientras tanto, los políticos estadounidenses
siguen mostrándose reacios a hacer lo que hay que hacer
para controlar la crisis. Fue una buena noticia que Paulson
accediese por fin a inyectar capital en el sistema bancario a
cambio de la propiedad
parcial. Pero la semana pasada Joe Nocera, de The Times,
señalaba un fallo esencial del plan del Tesoro
estadounidense para rescatar a los bancos: no contiene
garantías contra la posibilidad de que los bancos
sencillamente se guarden el dinero. "A
diferencia del Gobierno británico, que ha acondicionado
las inyecciones de capital a la concesión de
créditos, a nuestro Gobierno parece que le da miedo hacer
cualquier cosa que no sea rogar". Y cómo no, parece que
los bancos se están dedicando a acumular
dinero.

Hoy están pasando cosas raras en lo que respecta
al mercado hipotecario. Yo creía que lo que el Gobierno
federal pretendía con la absorción de las agencias
de préstamo Fannie Mae y Freddie Mac era eliminar los
temores acerca de su solvencia y de ese modo bajar los tipos
hipotecarios. Pero algunos altos cargos insisten en negar que la
deuda de Fannie y Freddie esté respaldada por "toda la fe
y el crédito" de la Administración
Pública estadounidense y, en consecuencia, los
mercados siguen tratando la deuda de las agencias como un activo
arriesgado, lo cual hace subir los tipos de interés en un
momento en el que deberían estar bajando.

Lo que ocurre, sospecho, es que la ideología antiestatal del Gobierno de Bush
sigue impidiendo que se tomen medidas efectivas. Los
acontecimientos han obligado a Paulson a nacionalizar
parcialmente el sistema financiero, pero él se niega a
usar el poder que conlleva esa propiedad.

Sean cuales sean los motivos para que persista la
debilidad en la política, es evidente que la
situación sigue sin estar controlada. Todo se está
yendo a pique.

(Paul Krugman es profesor de Economía en la
Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía 2008.
© 2008 New York Times Service.)

– Fuga de capital deja las bolsas globales
por el piso (The Wall Street Journal – 3/11/08)

(Por Joanna Slater)

Si está entre los inversionistas dispuestos a
comprar, hay una gran abundancia de ofertas en las diferentes
bolsas del mundo. Al cierre de uno de los peores meses de la
historia bursátil, las acciones se están vendiendo
a precios de ganga. Eso significa que los inversionistas
están esperando malas noticias en lo que se refiere a los
resultados de las empresas. Pero también puede significar
que quedan muy pocas sorpresas que conmocionen a los
inversionistas.

En todo el mundo, los precios de las acciones han
caído a niveles más o menos equivalentes a los que
prevalecieron durante los años 70, según Citigroup.
Hasta el jueves, las bolsas del mundo estaban negociando acciones
a aproximadamente 10,3 veces sus ganancias por acción
durante los 12 meses anteriores, un nivel incluso más bajo
que el promedio de 11,4 veces registrado en los años
70.

Esos precios de liquidación son especialmente
pronunciados en los mercados emergentes. La semana pasada, los
inversionistas arrastraron las acciones en estos mercados a
niveles casi tan bajos como los registrados en el peor momento de
la crisis asiática a fines de los años 90, de
acuerdo con un informe de Merrill Lynch.

En India, las
acciones que en septiembre se negociaban a 25 veces sus ganancias
de los últimos 12 meses, ahora se transan a apenas 10
veces, de acuerdo con datos de Citigroup y MSCI. Las acciones de
empresas chinas abiertas a los inversionistas extranjeros
declinaron de un promedio de 27 veces sus ganancias a nueve
veces. Y en Rusia, las acciones descendieron de un promedio de 13
veces sus ganancias anuales a 4,4 veces.

Recientemente, los mercados recibieron un empujón
tras una serie de recortes de tasas de
interés en todo el mundo, además de las nuevas
medidas implementadas por la Reserva Federal de Estados Unidos
para proveer liquidez en dólares a los principales
mercados emergentes. Pero dicho impulso no ha sido suficiente
para compensar las enormes pérdidas de las últimas
semanas. Para recuperarse de sus declives, las acciones de
mercados emergentes, por ejemplo, necesitarían duplicar
sus precios en dólares para volver al nivel de la primera
semana de septiembre.

"Todo se ve barato", dice Ronald Frashure, codirector de
inversión de Acadian Asset Management en Boston. Eso, si
"el mundo no se hunde en algo parecido a la Gran
Depresión, y creemos que la probabilidad
de que eso ocurra es remota". Frashure dice que está
especialmente interesado en acciones de Corea del Sur,
Taiwán y Brasil, donde las bolsas han sido castigadas en
semanas recientes. Su firma también tiene a Japón
en su punto de mira: el 27 de octubre, el promedio Nikkei de 225
acciones tocó su nivel más bajo en 26
años.

Los bajos precios de las acciones japonesas reflejan el
pesimismo de los inversionistas respecto a las probables penurias
económicas que Japón tendrá que enfrentar y
los efectos negativos del fortalecimiento del yen sobre las
exportaciones. Las acciones japonesas se están negociando
a un promedio de 11,5 veces sus ganancias de los últimos
doce meces, según estimados basados en el índice
MSCI Japan. Durante los años 90, las acciones japonesas se
negociaban a un promedio de 80 veces sus ganancias
anuales.

La principal razón por la que las acciones
están tan baratas es porque los inversionistas esperan un
declive agudo en las ganancias de las empresas. En un informe
reciente, analistas de Citigroup notaron que en otras recesiones
globales a principios de los
años 90 y 2000, el rendimiento bursátil mundial
cayó a cerca de 8% desde máximos que oscilan entre
13% a 14%. Eso indica que las ganancias de las empresas en todo
el mundo podrían caer entre 40% y 50%, dicen los
analistas, y 10 puntos porcentuales de ese declive ya se han
completado.

"Las noticias sobre los resultados corporativos
serán malas, pero parece que los mercados ya las
contabilizaron", dice Hasan Tevfik, un estratega de inversiones
bursátiles de Citigroup en Londres. "Un inversionista de
largo plazo que tiene condiciones de resistir la volatilidad,
debería estar pensando seriamente en colocar dinero en las
bolsas".

Otra ventaja: en algunas regiones del mundo, los
dividendos que las acciones pagan como porcentaje de sus precios
actuales son más altos que los rendimientos de los
bonos del
gobierno. En Europa, por ejemplo, el rendimiento estimado de los
dividendos que las acciones están pagando este año
es de 5,2%, mientras que la tasa básica de interés
del banco Central Europeo está en 3,75%.

Monografias.com

– Más transparencia para los derivados de
crédito (Cinco Días – 5/11/08)

(Por Cristina de la Sota)

Los derivados de crédito, un mercado que mueve
unos 50 billones de dólares, se han convertido en uno de
los focos de tensión de la crisis actual. La quiebra de
Lehman Brothers hizo saltar las alarmas al resaltar sus
deficiencias a la hora de cubrir los riesgos de contrapartida. La
mayoría de contratos se
negocian de forma privada (over the counter en inglés)
y los reguladores trabajan para aumentar la transparencia con la
creación de entidades de contrapartida central.

Los derivados de crédito (CDS en inglés)
permiten a un inversor protegerse contra el riesgo de impago de
una compañía. Funcionan de manera similar a los
seguros ya que permiten cubrir el 100% de una inversión en
bonos de una compañía mediante el pago de una
prima.

Los problemas llegan si a la hora de la verdad aquellos
que vendían estos productos, en este caso bancos de
inversión, son incapaces de hacer frente a esos pagos. Un
problema que puede llegar a generar un riesgo sistémico
debido al enorme tamaño de este mercado. De hecho, los
días de mayor volatilidad en los mercados en octubre se
produjeron precisamente alrededor del 6, 10 y 23 de octubre,
coincidiendo con la liquidación de CDS de Frannie Mae y
Freddie Mac, Lehman Brothers y Washington Mutual.

Las autoridades han movido ficha y esta semana el BCE se
ha sumado a las iniciativas emprendidas por la Reserva Federal y
la Comisión Europea al mostrar su apoyo a la
creación de entidades de contrapartida central para los
CDS. Éstas canalizarían las operaciones,
interponiéndose entre el comprador y el vendedor,
garantizando así la liquidez del sistema. "Es positivo. Da
estabilidad y en caso de quiebra el riesgo está más
diversificado. Es muy sano y más transparente", dice Juan
Ramón
Caridad, de Atlas Capital. "Además, la iniciativa puede
provocar que los inversores comiencen a comprar
protección. Es un mercado saludable porque permite
cubrirse de un riesgo de impago y eso puede liberar fondos y
provocar que se vuelva a prestar con normalidad",
añade.

Reducir el riesgo de contrapartida, aumentar la
transparencia y liberar activos utilizados ahora como
garantía para los contratos privados son algunos de los
objetivos de
la lucha actual. Los esfuerzos están más avanzados
en EE UU donde hay cuatro grupos
interesados en crear un sistema de liquidación para CDS.
En concreto
Intercontinental Exchange, CME, Liffe y Eurex. En Europa el BCE
ha hablado con Deutsche Börse y LCH.Clearnet esta
semana.

La presión de los reguladores empieza a surtir
efecto. The Depository Trust & Clearing Corporation, la
cámara de compensación y liquidación
estadounidense que da servicio a
más de 3,5 millones de activos en EEUU y 110 otros
países, se comprometió ayer a publicar en su
web detalles
sobre los 1.000 CDS más importantes.

Al cierre de esta edición
aún se desconocían los datos, que ayudarán a
dar una mejor indicación sobre las apuestas de impago del
mercado. La falta de transparencia de este mercado ha generado
críticas y los partícipes de la industria
aseguran que la publicación de datos mostrará que
se han exagerado los riesgos asociados a este mercado. Hasta
ahora la información se remitía a un informe
bianual del BIS y otro del International Swaps and Derivatives
Association.

– El fracaso de un modelo matemático de riesgo
estuvo detrás de la debacle de AIG (The Wall Street
Journal – 5/11/08)

(Por Carrick Mollenkamp, Serena Ng, Liam Pleven y
Randall Smith)

Gary Gorton, un profesor de finanzas y
amante del jazz de 57 años, está surgiendo como un
sorpresivo protagonista del casi colapso de American
International Group Inc. (AIG). Gorton, profesor de la Escuela de
Administración de la Universidad de Yale,
es conocido por sus influyentes trabajos académicos, que
han sido citados en discursos del
presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke.
Pero también tiene un trabajo de
tiempo parcial: concebir modelos utilizados por la gigantesca
aseguradora para evaluar el riesgo de más de US$ 400.000
millones en transacciones diabólicamente complicadas,
llamadas seguros contra la cesación de pagos.

AIG empleaba esos modelos para ayudar a descifrar
cuáles de esos contratos eran confiables. La empresa, sin
embargo, no anticipó cómo las fuerzas del mercado y
los términos de los contratos que no estaban contemplados
en los modelos convertirían a los instrumentos, en el
corto plazo, en cuantiosos pasivos financieros. AIG no le
encargó a Gorton que evaluara tales amenazas y
sabía que sus modelos no las tomaban en cuenta. Esos
riesgos le han costado a AIG decenas de miles de millones de
dólares y empujaron al gobierno a rescatar a la
aseguradora en septiembre.

La crisis financiera global está repleta de
historias de venerables firmas financieras que no se protegieron
contra lo inesperado. En el caso de AIG, al igual que el de
muchas otras firmas, los horrores financieros se escondían
en el enorme mercado para seguros contra la cesación de
pagos en todo tipo de deudas. Es probable que las turbulencias en
AIG generen escepticismo sobre los complicados sistemas
computacionales de los que muchos gigantes financieros dependen
para minimizar su riesgo.

Monografias.com

En diciembre último, durante una reunión
con inversionistas, Martin Sullivan, en aquel entonces presidente
ejecutivo de AIG, les dijo a los que estaban preocupados por la
exposición a los seguros contra la
cesación de pagos que los modelos ayudaban a otorgarle a
AIG "un nivel de comodidad muy alto". Durante la reunión,
Gorton explicó que "ninguna transacción es
aprobada" por el jefe de la unidad de productos financieros de
AIG "si no está basada en un modelo que
construimos".

Ahora, una investigación criminal federal en
Washington analiza si los ejecutivos de AIG engañaron a
los inversionistas durante esa reunión y si algún
ejecutivo engañó al auditor externo a fines del
año pasado. La propia AIG se ha visto obligada a colocar
unos US$ 50.000 millones en garantías para sus socios,
principalmente para compensar los agudos declives en el valor de
instrumentos financieros que aseguró a través de
los seguros contra cesación de pagos. Esos pagos han
seguido aumentando tras el rescate, generando la posibilidad de
que el gobierno inyecte más dinero de los contribuyentes
en AIG.

Este recuento de los errores en la gestión
de riesgo de AIG se basa en más de 20 entrevistas
con ejecutivos actuales y pasados de la empresa, sus
socios y otras personas con conocimiento
directo, al igual que en documentos
internos de AIG, declaraciones ante las autoridades y testimonios
al Congreso. Gorton, quien sigue siendo un consultor pagado de
AIG, dijo que las preguntas sobre su rol deberían ser
dirigidas a AIG. Sullivan prefirió no comentar.

Las operaciones de seguros contra la cesación de
pagos eran responsabilidad de AIG Financial Products Corp.,
la filial con oficinas en Londres y Wilton, Connecticut. En
esencia, AIG vendió seguros sobre miles de millones de
dólares de valores de deuda respaldados por toda clase de
instrumentos, desde préstamos a empresas a créditos
hipotecarios de alto riesgo, o subprime, hasta préstamos
automotrices y cuentas por
cobrar de tarjetas de
crédito. Les prometió a los compradores de estos
seguros que si los valores de deuda entraban en cesación
de pagos, AIG los compensaría. Los ejecutivos de AIG, no
Gorton, decidieron cuáles seguros vender y a qué
precio.

Los seguros dejan a AIG expuesta a tres tipos de
complicaciones. Si los valores de deuda entran en cesación
de pagos, AIG tiene que pagar. Pero también hay otros dos
riesgos. Los compradores de los seguros -las "contrapartes" de
AIG o socios en los acuerdos- suelen tener el derecho de reclamar
compensaciones por parte de AIG si los instrumentos asegurados
disminuyen de valor, o si se rebaja la calificación de
riesgo de la propia AIG. Además, AIG está obligada
a dar cuenta de los contratos en sus libros en base
a los precios actuales de mercado. Si esos valores caen, AIG debe
asumir rebajas contables.

Los modelos de Gorton utilizaron montones de datos
históricos para determinar la probabilidad de
una cesación de pagos y es posible que su trabajo resulte
acertado en ese aspecto. Pero como AIG sabía de antemano,
sus modelos no intentaban evaluar el riesgo de futuros pedidos de
garantía o rebajas contables, lo que ha devastado a las
finanzas de AIG.

Monografias.com

El problema para AIG es que no aplicó modelos
efectivos para valorar los seguros y los riesgos asociados a las
garantías hasta el segundo semestre de 2007, mucho
después de que los seguros hubieran sido vendidos, indican
documentos de AIG y presentaciones a los inversionistas. La firma
quedó expuesta a pedidos de garantías
potencialmente grandes porque había accedido a asegurar
mucha deuda sin protegerse adecuadamente a través de
coberturas.

La crisis de crédito vapuleó a los
mercados de deuda, desatando nuevas negociaciones entre AIG y sus
socios acerca de cuántas garantías adicionales
debería asumir AIG. Goldman Sachs Group Inc., por ejemplo,
ha obtenido entre US$ 8.000 millones y US$ 9.000 millones,
cubriendo virtualmente toda su exposición a AIG, la mayor
parte antes de que el gobierno se involucrara.

Este tipo de pagos continuó después del
rescate gubernamental. AIG ya ha recibido US$ 83.500 millones de
la Reserva Federal, un poco más de dos tercios de los US$
123.000 millones que tiene a su disposición.
Además, las afiliadas de AIG obtuvieron hace poco hasta
US$ 21.000 millones por parte del gobierno en préstamos a
corto plazo.

Gran parte de los US$ 83.500 millones se ha usado para
cumplir con las obligaciones
financieras de la filial de productos financieros. En caso de que
la crisis en los mercados lleve a que los precios de muchos
activos continúen cayendo, el gobierno podría tener
que inyectar más dinero para ayudar a AIG a mantenerse a
flote. Si el gobierno deja a la aseguradora librada a su suerte,
podría volver a causar la conmoción en los mercados
que las autoridades han luchado por contener.

En 1987, AIG lanzó su unidad de productos
financieros a cargo de Howard Sosin, un experto en matemáticas y ex ejecutivo de Drexel
Burnham Lambert. Entre las contrataciones que realizó, se
encontraba Joseph Cassano, un ex colega en Drexel. Después
que Sosin dejó la empresa, Gorton se unió a AIG
como consultor a fines de los años 90. Luego, Cassano se
hizo cargo de la unidad.

Gorton reunió vastas cantidades de
información y construyó modelos para pronosticar
pérdidas en grupos de activos como créditos
hipotecarios y bonos de deuda corporativa. Al hablar ante
inversionistas en diciembre último, Cassano le dio el
crédito a Gorton por "desarrollar la intuición" en
la que él y otro alto ejecutivo "se han respaldado en gran
parte para la construcción de los modelos que hemos hecho
y el negocio que hemos creado".

AIG comenzó a vender seguros contra la
cesación de pagos alrededor de 1988. El trabajo de
Gorton "ayudó a convencer a Cassano de que estas cosas
eran oro puro, que
si alguien te pagaba para tomar estos riesgos, era dinero gratis"
porque AIG nunca tendría que hacer pagos para cubrir
incumplimientos reales, según un ex alto ejecutivo de la
unidad. Sin embargo, el trabajo de Gorton no abordó las
potenciales rebajas contables ni pagos de garantía a las
contrapartes.

AIG se convirtió en uno de los mayores vendedores
de protección contra la cesación de pagos,
según un informe reciente de Moody's Investor Service.
Durante años, el negocio fue extremadamente lucrativo. En
un reporte de 2006 ante la Comisión de Bolsa y Valores de
EE.UU. (SEC), AIG informó que la posibilidad de hacer un
pago ligado a estos instrumentos que ahora causan estragos era
más que "remota, incluso en escenarios del mercado en
severa recesión".

Durante una mañana lluviosa la semana pasada,
Gorton analizó brevemente con sus estudiantes de Yale
cómo las dificultades que enfrenta el mundo financiero lo
han dejado perplejo. Alrededor de unos 30 estudiantes escucharon
cómo Gorton se lamentaba por la forma en que los problemas
en un sector hicieron que los inversionistas cuestionaran el
valor en todos los sectores. "No parece haber una razón
fundamental que lo motive", dijo Gorton.

– El mito del capital riesgo se derrumba: es la
última víctima del desapalancamiento global (El
Economista – 7/11/08)

(Por Ainhoa Jiménez)

El capital riesgo (mucho mejor definido por la
expresión inglesa private equity, es decir, acciones de
empresas no cotizadas) ha sido la mejor inversión de los
últimos años con mucha diferencia sobre la bolsa e
incluso sobre la vivienda. Pero ahora la crisis le está
afectando mucho más que a otras inversiones, con el
añadido para los inversores de su iliquidez.

El paradigma de
la caída del mito es Blackstone, que ayer anunció
pérdidas de 340,3 millones en el trimestre y una fuerte
rebaja de la valoración de las inversiones que tiene en
cartera. Y no sólo eso, sino que los ingresos fueron
negativos de -160,3 millones de dólares por la citada
rebaja del valor de su cartera de capital riesgo, activos
inmobiliarios, e inversiones alternativas. Algo que demuestra
que, pese a que la industria lo niega, estos fondos son tan
vulnerables como las empresas a una profunda crisis
económica como la actual. El valor, que salió a
bolsa el año pasado, cayó ayer el 11% y ha perdido
dos tercios de su capitalización este
año.

Precisamente, esa salida a bolsa es la piedra angular de
la historia. La opv de Blackstone fue la clásica
señal de un techo para el capital riesgo (y las bolsas):
el dinero inteligente, los socios, vendían, y el dinero
tonto, el público, compraba, resume un experto en el
sector.

Estos conglomerados se benefician de grandes ventajas
fiscales porque las empresas de su cartera son consideradas
inversiones, pero eso no es lo que Blackstone contaba a los
inversores en la opv. Por el contrario, afirmaba que sus
"rentabilidades superiores" logradas durante muchos años
se habían conseguido en todo tipo de entornos
económicos y bursátiles. Es decir, esta industria
aseguraba tener algún tipo de fórmula secreta para
hacer que las empresas valieran más. El personaje de
Richard Gere en Pretty Woman aportó el glamour que
necesitaba esa idea.

Pero ahora resulta que no era cierta. "Después de
verse obligado a amortizar el valor de esas empresas hasta el
punto de generar ingresos negativos, esa receta era más un
mito que otra cosa", concluía ayer un comentario en
MarketWatch. El capital riesgo se ha basado en cambiar deuda (con
su coste) por capital (con su rentabilidad)
para apalancarse y mejorar la rentabilidad del capital (ROE)
manteniendo un bajo coste del capital. Pero si sube el coste de
capital, como en la actual crisis financiera, y baja el ROE, el
modelo se derrumba y estos fondos se convierten en las
últimas víctimas del desapalancamiento global que
están acometiendo bancos, aseguradoras, hedge funds e
inversores particulares.

Ahora bien, hay un rayo de esperanza: el asesoramiento.
Esta división lo hizo mucho mejor en el tercer trimestre
que el resto, con un aumento de los ingresos del 91% hasta 160,7
millones. Blackstone ganó más mandatos de clientes
que buscaban asesoramiento en fusiones y
adquisiciones, así como en casos de quiebra, impago y
reestructuración de la deuda (las famosas
refinanciaciones).

Asimismo, la empresa asegura que tiene una buena
posición de capital y de liquidez, con 1.300 millones en
cash y otros 1.290 millones invertidos en los fondos
líquidos de la firma, frente a una deuda a corto plazo de
845 millones. Es decir, que no va a quebrar
mañana.

– Mal augurio del FMI a países ricos (BBCMundo –
7/11/08)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió
que las economías del mundo desarrollado se
encogerán el próximo año por primera vez
desde la Segunda Guerra
Mundial. El anuncio coincide con un drástico recorte
en las tasas de interés decidido por varios bancos
centrales de Europa.

El FMI revisó su pronóstico para 2009 y
ahora prevé un crecimiento global de apenas 2% – una
recesión mundial de acuerdo a algunas definiciones,
señala el corresponsal de asuntos económicos de la
BBC, Andrew Walker. Para el mundo en desarrollo también
predice una contracción generalizada. La reducción
más pronunciada para el total del año será
la de Gran Bretaña con 1,3% de crecimiento.

El organismo multilateral exhortó a los gobiernos
a que adopten políticas
impositivas y de gasto para estimular sus economías.
También aconsejó el recorte de las tasas de
interés en la medida de lo posible.

Poco antes de que se publicara el pronóstico los
bancos centrales de la eurozona, Gran Bretaña y Suiza
hicieron precisamente eso. El Banco de Inglaterra
aplicó un sorprendente recorte de 1 y medio puntos
porcentuales a las tasas de interés británicas para
quedar en 3%, el nivel más bajo desde 1955. Según
el editor de economía de la BBC, el tamaño del
recorte, el más dramático desde 1981, es una
señal de que el Banco piensa que el Reino Unido se dirige
hacia una recesión.

Los bancos hipotecarios están ahora bajo
presión para beneficiar a los prestatarios y el ministro
de Finanzas de Gran Bretaña, Alistair Darling,
pidió que así lo hicieran. "Es esencial que los
bancos pasen los beneficios de los bajos intereses a las personas
y las empresas", expresó Darling. "Deben entender que es
su deber ayudar a sus clientes".

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) redujo la
tasa de la eurozona por medio punto para quedar en 3,25% ante las
persistentes señales de una desaceleración. El
presidente de esa institución, Jean-Claude Trichet no
descartó más recortes en el futuro. Trichet
comentó que los niveles de incertidumbre a raíz de
la crisis de los mercados continuaban "extraordinariamente altos
con desafíos excepcionales por venir". Al mismo tiempo,
Suiza también aplicó un recorte de medio punto
porcentual, el segundo de este año y Dinamarca
siguió el ejemplo…

– El primer año del Supercrash hundirá en
la recesión a las economías del G15 (Libertad
Digital – 7/11/08)

(Por M. Lamas)

El FMI alerta de una recesión mundial. El PIB de
las economías más ricas del planeta (G7), presentan
ya tasas negativas. El 90% de los países más
influyentes (G8) avanzan hacia la recesión. De hecho, los
números rojos amenazan a 12 de las 15 economías
más ricas del planeta (G15), a excepción de China,
India y Rusia.

La crisis financiera se está trasladando a la
economía real. Los países más influyentes
del mundo (G8), a excepción de China, avanzan hacia la
recesión económica.

Este riesgo ya se ha materializado y, hoy por hoy, es
una realidad. Los países del G7, al que pertenecen las
economías más ricas del planeta (Japón,
EEUU, Alemania, Reino Unido, Canadá, Italia y Francia),
están al borde de la recesión, puesto que ya han
presentado tasas de crecimiento negativas en, al menos, un
trimestre. Y todos los datos indican que volverán a
registrar PIB negativo en el siguiente.

 

Monografias.com

 

Tras algo más de un año desde el estallido
de la crisis financiera, el 100% países miembros del G7
acaban de sufrir la primera contracción del PIB. Ahora,
los números rojos amenazan a los países del
G-15.

Monografias.com

A excepción de China, las 10 principales
economías del planeta han sufrido una contracción
de su riqueza nacional, o lo harán en breve (a finales de
2008 o principios de 2009). Brasil y Canadá serán
los siguientes.

La economía brasileña creció un
1,6% en el segundo trimestre del año respecto al trimestre
anterior, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Sin embargo, la
desaceleración se acentúa de forma
creciente.

Por su parte, el Banco Central de Canadá
reconocía en su último informe de coyuntura que la
economía real del país está al borde de la
recesión y que la ansiada recuperación se
hará esperar. El pasado abril, dicho organismo
preveía un avance del PIB del 1,8%. Sin embargo, ha
reducido tales estimaciones drásticamente, hasta el 0,6%
interanual. Mientras, para el primer trimestre del 2009 ya
prevé un crecimiento nulo.

Asimismo, la economía de Corea de Sur
también se está contrayendo debido a la
caída de las exportaciones, y los últimos datos
macroeconómicos avanzan que el decrecimiento se
acabará extendiendo a Australia y
México.

De hecho, el Gobierno de Corea del Sur acaba de anunciar
la creación de un plan de 33 billones de won (20.303
millones de euros) para impulsar el crecimiento
económico hasta el 4% en 2009, crear 200.000 empleos y
de esta forma evitar la recesión el próximo
año, informa The Korea Times.

El plan, que supone un importe igual al 3,7% del PIB del
país, se basa en la expectativa de una caída de la
inflación hasta en torno a un 3% en el año
próximo, con un superávit en el balance por cuenta
corriente del país asiático de 5.000 millones de
dólares (3.893 millones de euros) frente a los 10.000
millones de dólares (7.785 millones de euros) de
déficit de este año.

El paquete, que contempla un gasto adicional de 11
billones de won (6.769 millones de euros) para impulsar proyectos de
infraestructuras públicas, así como 3 billones de
won (1.846 millones de euros) en forma de recortes en los
impuestos, llega después del plan de 19 billones de won
(11.692 millones de euros) anunciado el mes pasado.

A pesar de los estímulos fiscales, los institutos
extranjeros predicen que la cuarta economía
asiática crecerá por debajo del 4% el
próximo año debido al estancamiento del consumo
doméstico y la caída de las exportaciones. Sin
embargo, los analistas consultados por LD avanzan que el PIB de
Corea del Sur también registrará números
rojos.

De este modo, del grupo formado
por los 15 países más ricos del mundo (G15), tan
sólo se salvarían por el momento de sufrir una
caída del PIB las economías de Rusia, India y
China. Pese a todo, el gigante chino crecerá en 2008 por
debajo del 10% por primera vez desde 2002, tal y como
avanzó LD.

En este sentido, algunos analistas no descartan graves
problemas económicos para el gigante asiático en
breve, ya que un crecimiento del PIB inferior al 8% interanual se
traducirá en importantes tensiones financieras y
económicas.

Así, China también está estudiando
un proyecto para
estimular su crecimiento económico en los próximos
años, mediante la inversión masiva de recursos en obras
de infraestructura y otras. Es decir, gasto público,
informa el
periódico China Daily.

El Ministerio de Transporte
está considerando un plan para invertir unos 730.000
millones de dólares en nuevas carreteras y obras
portuarias para llevar a cabo en los próximos tres a cinco
años, según el servicio China Business
News.

– El comercio
internacional sufrirá una contracción en 2009,
según el Banco Mundial
(Expansión – 9/11/08)

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha
dicho que en 2009 habrá una "retracción del
comercio", una
situación que no ocurre desde hace 27 años y que
impactará especialmente en los países
emergentes.

Después de participar del primer día de
debates de la reunión de ministros y presidentes de bancos
centrales del G-20 que se celebra en Sao Paulo, el presidente del
Banco Mundial (BM), Robert Zoellick señaló en una
rueda de prensa que "los
países en desarrollo están siendo impactados por
una situación poco común". "Hay una impresionante
retracción" del comercio, la peor en los últimos 27
años, anotó, por lo que el BM pretende liberar
1.500 millones de dólares en los próximos
días.

La caída del comercio y la disminución del
crédito no serán las únicas consecuencias de
la crisis, pues "el proceso de ajuste (que tendrán que
hacer los gobiernos) significará reducción de
empleos en muchos países", vaticinó. Además,
también destacó que el encuentro de Sao Paulo,
previo a la cumbre presidencial del G-20 en Washington,
"permitirá establecer un sistema multilateral más
fuerte".

Las conclusiones de la reunión de Sao Paulo, que
terminará mañana, serán presentadas en la
cumbre del G-20 que se celebrará la próxima semana
en Washington que, en su opinión, estará ante un
"desafío histórico".

Al referirse a los debates, manifestó: "sentamos
bases para la cumbre del 15 de noviembre, con buenas ideas sobre
la mesa". La modernización de las estructuras
del sistema financiero internacional ha sido defendida por los
principales emergentes del mundo, que reclaman una mayor
participación de las naciones en desarrollo en las
decisiones sobre un nuevo orden económico.

Brasil, Rusia, India y China, que forman el grupo de los
llamados Bric, encabezan, junto con México y
Sudáfrica, los reclamos por una mayor participación
de los emergentes en ese proceso.

"Necesitamos modernizar los sistemas multilaterales para
incluir voces de
países importantes, como Brasil", comentó al
respecto Zoellick. El funcionario también destacó
la propuesta brasileña de aprovechar la actual coyuntura
para reanudar las negociaciones de la Ronda de Doha de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), que
fracasaron en julio pasado.

Zoellick defendió, además, una
ampliación del G-7, pues consideró que "es
importante cierta flexibilidad en el sistema económico
global". "Enfrentamos desafíos históricos, pues ya
pasamos por una crisis en los combustibles, una crisis de los
alimentos y
ahora estamos frente a una crisis financiera de proporciones
globales", anotó

El G-20 está formado por los países del
G-7 (EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido,
Italia y Francia), además de Arabia Saudí,
Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India,
Indonesia, México, Rusia, Sudáfrica y
Turquía, más la Unión
Europea (UE) como bloque.

– Tribuna: Joseph E. Stiglitz – El siguiente Bretton
Woods (El País – 9/11/08)

El mundo está cayendo en una grave
desaceleración mundial, probablemente la peor del
último cuarto de siglo, quizá incluso la peor desde
la Gran Depresión de 1929. Una crisis que, en más
de un sentido, es made in USA, fabricada en Estados
Unidos.

Estados Unidos exportó sus hipotecas
tóxicas al resto del mundo en forma de títulos
respaldados por activos. Exportó su filosofía
desreguladora del mercado libre, algo que ahora hasta Alan
Greenspan, su sumo sacerdote, admite que fue un error.
Exportó su cultura de
irresponsabilidad empresarial y la opaca práctica de las
opciones de compra de acciones, que fomentan esa mala contabilidad
que, al igual que ocurrió en los escándalos de
Enron y Worldcom hace unos pocos años, tan importante ha
sido en este descalabro. Como colofón, EEUU ha exportado
su desaceleración económica.

La Administración de Bush ha acabado haciendo
lo que todos los economistas le instaban a hacer: inyectar
más liquidez en los bancos. Sin embargo, como siempre, el
problema está en los detalles, y puede que el secretario
del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, haya logrado incluso
echar por tierra esta buena idea, ya que parece haber concebido
una recapitalización bancaria que no va a producir la
reactivación del crédito, algo que no sería
nada bueno para la economía.

Más importancia tiene aún que las
condiciones impuestas por Paulson a los bancos estadounidenses
receptores de capital sean mucho peores que las dictadas por el
primer ministro británico Gordon Brown (por no hablar de
las que consiguió Warren Buffett cuando proporcionó
mucho menos dinero a Goldman Sachs, el banco de inversión
más sólido de EEUU). Los precios de las acciones
demuestran que, para los inversores, éste ha sido un
acuerdo excelente.

Una de las razones para preocuparse por el mal acuerdo
que se ha ofrecido a los contribuyentes estadounidenses es la
deuda nacional que se nos viene encima. Antes incluso de esta
crisis financiera, estaba previsto que el endeudamiento de EEUU
pasara de 5,7 billones de dólares en 2001 a más de
9 billones este año. Por sí sola, la deuda del
presente año se acercará al medio billón, y
la del año próximo, al acentuarse la
desaceleración en Estados Unidos, será
todavía mayor. El país necesita un gran paquete de
medidas de estímulo. Pero los conservadores fiscales de
Wall Street (sí, los mismos que nos han conducido a este
bajón) ahora pedirán que se modere el
déficit (lo cual nos recuerda a Andrew Mellon en la Gran
Depresión de 1929).

Podemos decir que la crisis se ha extendido a los
mercados emergentes y a los países menos desarrollados.
Por curioso que parezca, Estados Unidos, pese a todos sus
problemas, sigue considerándose el lugar más seguro
para depositar el dinero. Supongo que no es muy sorprendente, ya
que, con todo, el aval del Gobierno de EEUU tiene más
credibilidad que el de un país del Tercer
Mundo.

Mientras Estados Unidos rebaña los ahorros del
mundo para solucionar sus problemas, las primas de riesgo se
disparan y, por todas partes, la renta, el comercio y los precios
de las materias primas se hunden. Los países en
vías de desarrollo van a pasarlo mal. Probablemente
algunos vayan a sufrir más que otros: los que ya antes de
que arreciara la crisis tenían un considerable
déficit comercial, los que debían refinanciar una
deuda nacional y los que mantenían vínculos
comerciales estrechos con Estados Unidos. Los países que,
como China, no han liberalizado del todo su mercado financiero y
de capital, se congratularán de no haber cedido ante
Paulson y el Tesoro estadounidense, que les conminaban a
hacerlo.

Muchos están pidiendo ayuda ya al Fondo Monetario
Internacional (FMI). Lo que se teme es que, al menos en ciertos
casos, el FMI retome sus antiguas y fallidas recetas, basadas en
una contracción fiscal y monetaria que no hará
más que incrementar la injusticia en el mundo. Aunque los
países desarrollados apliquen políticas
estabilizadoras anticíclicas, los que están en
vías de desarrollo se verán obligados a tomar otras
de carácter desestabilizador que
alejarán el capital cuando más lo
necesitan.

Hace diez años, en la época de la crisis
asiática, se habló mucho de la necesidad de
reformar la arquitectura
financiera mundial. Es evidente que se hizo poco, demasiado poco.
En esa época, muchos pensaban que lo que de verdad
buscaban esos nobles llamamientos era impedir una
auténtica reforma: los que se habían beneficiado
del sistema anterior sabían que la crisis pasaría
y, con ella, las demandas de reforma. No podemos permitir que eso
vuelva a ocurrir.

Quizá estemos de nuevo ante una situación
como la de Bretton Woods. Las antiguas instituciones han
reconocido que la reforma es necesaria, pero se mueven tan lentas
como los glaciares. No hicieron nada por impedir la crisis actual
y preocupa que no sean capaces de reaccionar eficazmente ahora
que arrecia.

Tuvieron que pasar 15 años y una guerra mundial
para que el mundo se reuniera a abordar las debilidades del
sistema financiero común que contribuyó a la Gran
Depresión de 1929. Esperemos que en esta ocasión no
nos cueste tanto tiempo, ya que, dado el grado de
interdependencia global, simplemente los costes serían
demasiado elevados.

Sin embargo, mientras que el antiguo Bretton Woods lo
dominaron Estados Unidos y Gran Bretaña, el panorama
global actual es notablemente distinto. De igual manera, las
antiguas instituciones de Bretton Woods acabaron
definiéndose a partir de un conjunto de doctrinas
económicas que ahora se han revelado fallidas, no
sólo en los países en vías de desarrollo,
sino en el propio núcleo del capitalismo.
La inminente cumbre mundial, para conducir realmente a la
creación de un orden financiero más estable y
equitativo, deberá enfrentarse a estas nuevas
realidades.

(Joseph E. Stiglitz, catedrático de
Economía de la Universidad de Columbia y premio Nobel de
Economía en 2001, es coautor, junto a Linda Bilmes, de The
three trillion dollar war: the true costs of the Iraq conflict.
© Project Syndicate, 2008)

– Más que nunca, Wall Street marca el paso de
las bolsas (Negocios
10/11/08)

Cada día, la negociación en los mercados globales se
inicia en Asia y los
países de la costa del Pacífico. Pero más
que nunca es en Wall Street donde se originan los vientos que han
sacudido las acciones en todo del mundo en los últimos
meses. "Los ojos de los mercados globales están puestos en
Estados Unidos", dice Ramin Toloui, un gestor de Pacific
Investment Management en Newport Beach, California.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter