- El
pensamiento estratégico - Qué es el
pensamiento estratégico individual y porque es
importante? - Los
valores estratégicos - Como
aplicar el pensamiento estratégico - El
proceso del pensamiento estratégico: pasos del
análisis - ¿Dónde
encaja el pensamiento estratégico dentro de otros
enfoques actuales? - La
estrategia - Finalidad de la
estrategia - Importancia de la
estrategia - Niveles de
estrategia desde el punto de vista administrativo - Las
políticas en el proceso de
planificación - Conclusiones
- Recomendación
- Bibliografía
Introducción
En un escenario signado por el cambio y la
transformación, las formas de pensar tradicionales basadas
en la repetición histórica, infiriendo que el
futuro es más de lo mismo, caen abruptamente ante nuevas
realidades, si pretendemos pensar tradicionalmente para encarar
las nuevas situaciones, atípicas, graves pues se refieren
a lo social, requieren de creatividad,
innovación, imaginación,
reflexión original y además de todo ello hacerlo de
una manera continua, produciendo aprendizaje de
los resultados alcanzados y capitalizando experiencia de
situaciones y escenarios análogos.
Ello no implica que el pensamiento
estratégico se constituya en una sofisticación de
altísima racionalidad y razonamiento analítico,
sino un pensamiento interactivo que desarrolla la inteligencia a
través de su práctica y que autoproduce
conocimientos para incrementar la capacidad de generar
alternativas viables para definir objetivos y
transformarlos en resultados.
Si el pensamiento tradicional procura forzar las situaciones
de la realidad para adecuarlas a los esquemas rígidos
preelaborados, el pensamiento estratégico opera a la
inversa, es decir produce esfuerzos notables por entender e
interpretar el entorno, el escenario, el espacio donde debe
desarrollar su actividad y donde están instaladas las
necesidades, en una búsqueda persistente para adaptar y
aprovechar la mejor combinación de los recursos
existentes.
La influencia del pensamiento estratégico en la
sociedad
contemporánea ha sido de una magnitud tal que
permitió crear modelos
adaptativos para suministrar un ordenamiento que al menos posea
una lógica
básica que nos permita manejarnos adecuadamente para
enfrentar situaciones ambiguas y complejas.
Dentro del pensamiento estratégico, se prioriza el
análisis de cada uno de los componentes que
conforman una situación, para potenciar las capacidades de
razonamiento acerca de cada uno y volverlos a reestructurar con
una óptica
más ventajosa.
Los fenómenos del mundo real, no siempre siguen una
tendencia lineal, más bien escasamente pueden analizarse
linealmente, por lo tanto, descomponer una situación en
sus elementos y volverlos a ensamblar constituye un ejercicio que
resulta la especialidad más destacada de un órgano
vital: el cerebro
humano.
El pensamiento estratégico contrasta fuertemente con el
pensamiento convencional cuya metodología de razonamiento se basa en la
linealidad y la repetición, pensamiento automatizado, de
respuesta previsible, que aplica una norma permanente ante
situaciones similares, contrastando con la intuición pura,
que de alguna manera es un atributo positivo y necesario en
términos del ideario del pensamiento
estratégico.
En el pensamiento estratégico se combinan elementos
múltiples y complejos pero, quizás, uno de los
aspectos más importantes es que puede ser aprendido, o sea
que invirtiendo en conocimiento
podemos transformar pensamiento tradicional en pensamiento
estratégico.
La multiplicidad de elementos sustantivos despejan azar,
golpes de suerte, casualidades exitosas cambiando el horizonte
hacia una renovación del pensamiento asentado en valores que
responden a una lógica con mayores posibilidades de
transformar objetivos en resultados.
Henry Mintzberg, un reconocido autor de las ciencias de la
Dirección, plantea muy claramente las
relaciones de complementariedad y ambigüedad entre el
pensamiento intuitivo que origina iniciativas originales
provocadas por la creatividad y la innovación y su
transformación, intermediando el razonamiento
analítico en una estrategia o
curso de acción
que va tomando forma en sus etapas de elaboración,
formulación e implementación como proceso
interno del planeamiento
estratégico.
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