- La
política interna y los nacionalismos - Que fue la
primera guerra mundial - Causas de
la I guerra mundial - Segunda
guerra mundial: concepto - Causas
- Desarrollo de la segunda
guerra mundial - La
U.R.S.S
Introducción
El dominio sobre las
áreas coloniales provocó conflictos
entre las potencias que se resolvían a través de
acuerdos diplomáticos, o bien de guerras que se
mantenían dentro de un mareo estrictamente local.
Además, las alianzas que se formaban duraban poco y los
países cambiaban de bando frecuentemente, según las
circunstancias. Sin embargo, las reglas de juego de la
diplomacia internacional fueron variando poco a poco. A medida
que crecían las necesidades de expansión de las
grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron
haciendo incontrolables. Por un lado, era difícil resolver
los conflictos en
un escenario que se había ampliado. Los enfrentamientos ya
no sólo podían presentarse en Europa sino
también en África,
China o el
Medio Oriente. Además, había nuevos competidores y
eran muy agresivos. Estados Unidos y
Japón
se habían convertido en grandes potencias que se
disputaban el dominio del área del Pacífico.
Alemania
aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber
llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses expansionistas
en China y África del Sur chocaban con el dominio que los
ingleses habían establecido en esas zonas. Justamente, las
posiciones irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron
las que generaron un sistema de
alianzas permanentes que puso en peligro la paz mundial. Por un
lado, se formó la Triple Alianza, que en realidad fue
sólo una alianza entre Alemania y Austria-Hungría,
pues Italia, el tercer
integrante, no tardó en apartarse. Por otro, Francia, el
Imperio ruso y Gran Bretaña se unieron en la Triple
Entente
La
política interna y los nacionalismos
La situación fue tomándose
aún más explosiva a raíz de los conflictos
internos que atravesaban muchas de las grandes potencias.
Rusia estaba
amenazada por una revolución
social, el Imperio austro-húngaro se desgarraba en luchas
entre nacionalidades que ya no podían ser controladas por
el gobierno; en
el Estado
alemán los enfrentamientos políticos paralizaban la
política
exterior. Los gobiernos parlamentarios, como los de Gran
Bretaña y Francia, debían hacer frente a los
reclamos de los trabajadores y los sectores medios que
demandaban mayores derechos políticos y
mejores condiciones de vida.
Muchos gobiernos trataron de resolver estas
crisis
sociales y políticas
llamando a todos los sectores a dejar de lado sus diferencias y a
unirse detrás de los superiores intereses nacionales.
Fomentaron un sentimiento patriótico
La escuela y el
servicio
militar obligatorio les sirvieron para estimular los sentimientos
nacionalistas a través de ceremonias diarias, como el
izamiento de la bandera. Con el mismo objetivo se
establecieron nuevas fiestas nacionales, como la que conmemora la
Revolución
Francesa, recordada los 14 de julio en Francia.
La prensa
también jugó un papel importante en todo este
proceso
exagerando las cualidades de la nación
y ridiculizando o disminuyendo las de los pueblos
extranjeros.
Pero había otro nacionalismo,
el de los pueblos dominados por naciones extranjeras y que
luchaban por su autonomía. Tal el caso de los Balcanes,
considerado el polvorín de Europa.
La mayor parte del territorio de los Balcanes
estaba dominada por los imperios turco y austro-húngaro. A
principios del
siglo XX, los Balcanes constituían una de las zonas
más explosivas de Europa. En ella chocaban distintos
intereses. Los serbios querían construir un Estado
yugoslavo que reuniera a todos los eslavos de la región.
Para ello, debían apropiarse de territorios que estaban en
poder de los
imperios austro-húngaro y turco. El imperio ruso, alejado
del Extremo Oriente tras su derrota ante los japoneses en 1901.
1905, estaba interesado en extender sus dominios hasta el
Mediterráneo. Para lograrlo, prometió su ayuda a
los serbios. Alemania, Francia e Inglaterra deseaban apropiarse
del territorio que en la zona ocupaba el imperio turco
para dominar un punto estratégico: el estrecho de los
Dardanelos, puerta esencial para la
comunicación entre el Mediterráneo y Asia central.
QUE FUE LA
PRIMERA GUERRA MUNDIAL:
El 3 de agosto de 1914 era ya un hecho la
primera guerra
mundial, el ministro británico de asuntos exteriores
Edward Grey se hallaba frente a su ventana de su despacho y
veía sobre Londres el crepúsculo, entonces
pronunció unas palabras que se han hecho famosa: "En toda
Europa se apagan ahora las luces: puede suceder que jamás
volvamos a verlas encendidas".
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