Los espacios son para el lector; son los mejores amigos del
lector, pues lo hacen partícipe imprescindible de la
creación literaria
El hecho de que el público se aparte progresivamente
del acto de leer me motiva a buscar nuevas formas de atraer su
atención
"Interprosa" es el resultado de uno de esos intentos
En cierto sentido deja en los espacios lo que el barroco viola
con rellenos
El uso del asterisco sirve para establecer grupos de ideas
afines que serán captadas con mayor facilidad y
precisión
Es posible que el gusto europeo, inclinado a la densidad,
encuentre en este modo expresivo una forma demasiado "discreta"
de exponer en un supuesto atentado contra la "continuidad"
Es posible también que los que gustan del barroco
encuentren este modo expresivo demasiado conciso y sin lugar para
el ornamento
Lo identifiquen con una especie de neoclasicismo
en extremo sobrio
Podría haber algo de todo eso y más; incluso
algunas veces se ha con-fundido "Interprosa" con una especie de
poema en prosa
No es ésa la intención
Aunque debo admitir que puede haber algunos párrafos
que convocan la interacción de ambos; después de
todo lo que escribo intenta ser literatura campo en el que
los límites
expresivos se hacen difusos
La verdad es que cualquiera que sea la imagen que
proyecta, me siento muy cómodo utilizando esta forma
Debo agradecer a esos seres que tienen la biblioteca
dividida entre el escritorio y el cerebro; a esos
grandes eruditos como
José Ferrater Mora
L Geymonat
M.A Dynnik
W. Dilthey
Roberto Paoli
Ellos sistematizan y sintetizan la historia de la filosofía, para que no-sotros tengamos un
lugar cálido, fiel y feliz
Un lugar al que podamos acudir en busca del dato requerido
¡Qué sería de nosotros sin ellos?
Una eterna iniciativa en potencia
El Acertijo de la Biblioteca de
Babel
Yo que soy el que ahora está cantando
Seré mañana el misterioso, el
muerto
El morador de un mágico y desierto
Orbe sin antes ni después ni cuando
(«Los Enigmas»)
Creo que el siguiente párrafo podría encerrar
uno de los pilares fundamentales que sostienen el pensamiento y
la estética borgeana
En mis cuentos yo
siempre he mezclado la metafísica
y los dogmas con el hecho apócrifo, la farsa con la
realidad, ¡sin contar que he bromeado siempre un poco! Yo
le digo: a las ideas filosóficas y religiosas las estimo
por su valor
estético. Nunca pretendí entenderlas del todo. No
lo creo posible además (Citado por Pedro Ramírez en
«Tiempo y
Narración», pg. 25)
La unidad de la ética y la
estética es uno de los lemas más importantes de mi
concepción a cerca del arte y de la
filosofía
Por eso es que la afirmación de que una idea
filosófica pudiera ser es-timada sólo por su valor
estético causa en mí un asombro que me obliga a
indagar con sigilo
La Biblioteca de Babel me parece un buen comienzo
para la indagación y, la cita, un motivo para el regodeo
reiterado con un trozo de venerable literatura
«…universo que se
compone de un número indefinido, y tal vez in-finito, de
galerías hexagonales con pozos de ventilación en el
me-dio cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier
hexágono, se ven los pisos inferiores y superiores:
interminablemente. La distribución de las galerías es
invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado,
cubren todos los lados menos dos (…) Una de las caras libres
da a un angosto zaguán, que des-emboca en una
galería, idéntica a la primera y a todas. A
izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes
minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer
las necesidades finales. Por ahí pasa la escalera espiral,
que se abisma y se eleva hacia lo re-moto. En el zaguán
hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias.
Los hombres suelen inferir de ese espejo que la biblioteca no es
infinita; si lo fuera realmente ¿a qué esa
duplicación ilusoria?) (…) he peregrinado en busca de un
libro, acaso
el catálogo de catálogos; ahora que mis ojos casi
no pueden descifrar lo que escribo, me preparo a morir a unas
pocas leguas del hexágono en que nací. Muerto, no
faltarán manos piadosas que me tiren por la baranda; mi
sepultura será el aire insondable;
mi cuerpo se hundirá largamente y se corromperá y
disolverá en el viento engendrado por la caída, que
es infinita. Yo afirmo que la Biblioteca es interminable. Los
idealistas arguyen que las salas hexagonales son una forma
necesaria del espacio absoluto»
Hermosa descripción
Apoteósica realmente
Por el detalle engañosamente realista (una de las fases
surrealistas en su pretendido detallismo de lo real, en una
descripción de fantasía)
Por la soberanía de un estilo que se autoreproduce
en una serie de olas, cada una obligatoriamente trayendo la otra
en constante exigencia de euritmia formal y emocional
Por el lenguaje;
por la majestad de su desarrollo
sintético; por la imaginación poderosa ¡por
tantas cosas!
Pero este virtuosismo descriptivo es también una cripta
que guarda una de las varias ideas estéticas que Borges tiene del
infinito
Tratar de decodificarla es un desafío de irresistible
atracción
*
La impresión que proyecta la descripción borgeana de que hay bloques
hexagonales de infinitos recintos (pisos) motiva esta
indagación
Afirmamos que si bien el número de recintos en los
bloques sería idealmente infinito, el total de bloques
hexagonales solo sumaría dos
En cada ámbito hexagonal sólo cuatro muros
hospedan anaqueles, lo que significa que dos muros del
hexágono no están cubiertos
Sólo uno de las caras libres da al angosto
zaguán que desemboca en otro recinto, de lo que se puede
deducir que si únicamente uno de los muros libres da al
angosto zaguán existirán sólo dos recintos
en forma de bloques
Los dos recintos se llamarán A y el
B, en cada uno habrá pisos, cada uno de los
cuales tendrán un muro común los que a su vez,
estarán interconectados por un zaguán
Al salir del piso Ai de cualquier galería, se
tomará el zaguán que conecta con el piso
Bi correspondiente
(Como los hexágonos tienen varios pisos, cada
subíndice "i" sirve para identificar el piso en el que nos
encontramos
Si nos referimos al piso No. 8, del hexágono
A, lo identificaremos como el piso A8, que
estará conectado al piso B8 por el zaguán
respectivo esta conexión se haría siempre en
sentido horizontal)
En este punto es preciso preguntarse: ¿por qué
Borges deja un muro libre en cada piso, muro sin salida, el que
no se prolonga en zaguanes?
Intuyo que si el muro libre que no cumple con ninguna tarea
tuviera su respectivo zaguán acoplador el número de
bloques hexagonales sí podría presumir de ser un
intento formal de infinitud
Lo sería, por que cada recinto de cada bloque
estaría conectado por un zaguán a un recinto
posterior y por otro, a uno anterior
De esta manera pretenderían formar una cadena,
tendiente al infinito, de bloques hexagonales y el universo
babeliano, sería un ferrocarril
Ese ferrocarril estaría conformado por vagones en
prismas rectos hexagonales, cada uno con un número
indefinido de pisos
Cada piso conectado a sus homólogos anteriores y
posteriores de los otros prismas, por los respectivos
zaguanes
Esta imagen tendría una variante
Si el zaguán del primer vagón conectara con el
muro del último, el convoy ferroviario formaría un
círculo y el número de vagones sería
finito
Pero la mano no viene así
Tal como lo pone Borges, si el segundo muro libre tuviera un
zaguán en cada caso, éste no acoplaría un
recinto con otro: abriría puertas al vacío
Borges deja un muro libre de anaqueles, de zaguanes y de
finalidades y con ello, una incógnita cuya solución
es una tarea de variadas facetas
La que intuyo tiene una luz que alumbra
en mi pared proyectando las sombras vivas de un cuadro
inquietante:
La sobrevivencia del muro libre de anaqueles y sin salida a
ningún zaguán conectador en cada piso, es la clave
de la idea de infinitud de J.L: la coexistencia ideal de lo
finito con lo infinito
Con esta conclusión preliminar cargamos nuestra honda y
lanzamos nuestra primera piedra deductiva: la idea de infinitud
de Borges sería estática
cuantitativa
Estaría dada por el número supuestamente
infinito de pisos que tendría cada bloque hexagonal hacia
"arriba" y hacia "abajo", tal como lo atestigua su testimonio
adelantado:
mi cuerpo se hundirá largamente y se
corromperá y disolverá en el viento engendrado por
la caída, que es infinita
Ahora bien; esa supuesta infinitud del número de pisos
coexistiría con la presencia finita de sólo dos
prismas hexagonales que son los que encerrarían el
espacio, para el número supuestamente in-finito de pisos
(infinitos sólo hacia "arriba" y hacia "abajo")
Esta coexistencia de infinitud-finitud es congruente con la
idea de infinitud que nos ofrece el número de puntos
existentes en una recta
A pesar de que el segmento de recta es limitado, el
número de puntos ideales que la conforman, sería
infinito como sería infinito el número de pisos
ideales que existen en sólo dos hexágonos de
las galerías de la Biblioteca
*
Pero esta concepción de la unidad infinito-finito
sería ideal, sería una unidad existente sólo
en el mundo de la idea y no de la realidad objetiva puesto que
tomaría en cuenta a cada piso como un punto ideal
idéntico a sí mismo en todo momento
Más aún; los concebiría como puntos
inmateriales estáticos, a la manera de los prototipos de
Platón
Puntos sin cambios cualitativos, cambios que en la vida real,
al ser los generadores de continuas transformaciones son
también los que otorgan a lo finito la condición
dialéctica de infinitud
*
Claro está que en este orden de cosas no
podríamos pedir a Borges-idealista, la
justificación de una concepción materialista
Al fin y al cabo él nunca ha presumido de
dialéctico y más bien ha re-saltado sin tapujos sus
preferencias por las concepciones idealistas
y subjetivas de la filosofía, como lo muestra el total
de su obra, en la que priman, como favoritos, filósofos del idealismo
más genuino:
Parménides, Plotino, Berkeley, Schopenhauer
Nietzsche..
*
Con este bagaje de gran aventura estaríamos listos para
delinear el primer plano de la arquitectura de
la Biblioteca de Babel
Pero esta deducción tiene un gran pero: da por cierto
algo que es falso: supone con Borges que el número de los
pisos es infinito, aunque no es
Esta afirmación es tan importante que debe quedar
plasmada en nuestro mundo especulativo con la misma
convicción con que Descartes
pensaba que pensaba
*
El desmoronamiento de la idea de infinitud se inicia nada
menos que con otra sentencia borgeana
El número de símbolos ortográficos utilizados en
la redacción de los libros que
ocupan la Biblioteca es veinticinco (coma, punto, espacio y
veintidós letras del alfabeto)
Así, para sus propósitos, Borges escoge
veintidós letras de nuestro abecedario, más el
punto, la coma y el espacio
La reducción de las letras de nuestro abecedario real
parecería implicar que Borges sólo se habría
fijado en los fonemas y no en los grafemas
Ahora bien, según Borges, las permutaciones de los
veintidós signos permitirán expresar todo lo que se
dijo se dice y se dirá
Borges dice que todo lo conocido, lo acontecido y lo que
tendrá que conocerse está incluido en los
anaqueles
Todo esto por obra y gracia de las permutaciones de esos 22
símbolos
Pero el número aproximado de palabras de
veintidós letras sería el factorial de 22; es
decir, el producto de 22
x 21 x..x 10…….x 3 x 2 x 1 enunciado que los matemáticos abreviarían con el
símbolo 22! y cuyo resultado sería escandalosamente
grande
*
La pregunta que quedaría pendiente sería:
¿bastaría este número de palabras para
expresar todo lo que es, ha sido y será?
Mi respuesta es No; puesto que las permutaciones
seleccionarían sólo las palabras resultantes de
alguna permutación de sólo 22 letras
Para que las permutaciones expresen todo lo conocido y
acontecido más todo lo que se conocerá y
acontecerá es preciso complementar el método
Mi propuesta sería la siguiente: con Borges, incluir
las letras, los puntos, las comas y los espacios; así
tendríamos 25 elementos originales
Luego procederíamos a calcular el número de
permutaciones de las 22 letras y los 3 símbolos
("Factorial de 25", en el lenguaje
matemático)
Esto nos daría el total posible de palabras de 25
elementos que podrían formarse cuando se permutan 25
elementos
Después estimaríamos las ordenaciones de 25
elementos tomados de 24 en 24 ("Variaciones", para los
matemáticos)
Con ello obtendríamos el número posible de
palabras de 24 elementos cuando el total de letras es de 25
A continuación, estimaríamos las ordenaciones de
25 elementos tomados de 23 en 23 para conseguir el total posible
de palabras de 23 elementos
Así sucesivamente, calcularíamos las
ordenaciones de 25 letras tomadas de 25 en 22; de 25 en 21; de 25
en 20; de 25 en 19,…., de 25 en 1
Al final tendríamos el conjunto de palabras posibles
conformadas de 25, 24, 23..1; el conjunto de palabras divididas
en las siguientes series:
el subconjunto posible de palabras de 25 letras primero
el subconjunto posible de palabras de 24 letras luego
el subconjunto posible de palabras de 23 letras
después
Autor:
Una vez que hayamos conseguido todos estos resultados
tendremos 25 arreglos de palabras de Ni letras cada uno
No nos olvidemos que estamos tomando en cuenta los espacios,
el punto y la coma, de tal manera que las palabras estarán
debidamente separadas
Inmediatamente nos daremos cuenta que la existencia de cada
arreglo de palabras de Ni letras por separado no nos
serviría de mucho
Por eso lo procederíamos a multiplicar cada uno de
dichos arreglos con todos y cada uno de los restantes
veintiuno
Con esto tendríamos un arsenal cuya combinación
total permitiría en principio llegar a estructurar la
Biblioteca
Al igual que al método
borgeano, a éste también debemos agregarle las
ordenaciones por repetición de cada letra
La ventaja de este procedimiento
estaría en que reduciría significativamente el
número de palabras sin sentido, las que sin embargo
estarían incluidas en las permutaciones originales de
Borges
Pero los dos procedimientos
tendrían algo en común: por una parte, ambos
demostrarían que la Biblioteca no podría ser
infinita
En efecto, al ser el número de símbolos finito,
el número de permutaciones y variaciones matemáticas sería muy grande, pero
finito también
La Biblioteca de Babel sería forzosamente finita
La única manera de entrever una biblioteca infinita
sería recurriendo a un número infinito de
símbolos literarios, algo que nadie pretende hacer
La segunda limitación fue proporcionada por Mario
Blacutt Jr. el mismo que había acabado de salir de
bachiller cuando yo revisaba este ensayo
Dijo que ambos métodos
adolecían de otro defecto común: no demostraban que
la Biblioteca pudiera expresar todo lo que se "conoció
conoce y conocerá" debido, por ejemplo, a que la siguiente
frase:
"la ley de la
oferta y la
demanda"
podría no estar disponible en un número suficiente
de veces a las requeridas para expresar "todo"
Para expresar "todo" esta frase seguramente tendría que
ser utilizada muchas veces, no solamente una, en el inmenso
cúmulo de volúmenes
Por lo menos, podemos decir intuitivamente, que la frase
será requerida en muchas oportunidades
Pero, de acuerdo a la tesis
borgeana, la frase en cuestión será formada una
sola vez por efecto de las permutaciones
En nuestra alternativa habría la posibilidad de
expresarlas muchas veces, pero no necesariamente las
suficientes
Habrá un sobrante de exposiciones que no podrán
ser formuladas precisamente por la falta de esta frase y todas
las demás en igual situación
Si generalizamos esta conclusión a todas las frases y
oraciones, saltará a la vista la insuficiencia del
método de permutaciones para decirlo "todo"
En síntesis:
la Biblioteca de Babel, tal como la vislumbra Borges no es
infinita y no puede decir "todo"
*
Ahora podemos prefiguarar una arquitectura de la
Biblioteca:
Dos inmensos edificios, A y B estructurados por
un número finito de pisos hexagonales. Los edificios
estarían unidos entre sí por tantas pasarelas
rectas (zaguanes) como pisos hubiera y cada uno tendría su
espacio central abierto pero finito («pozos de
ventilación») alrededor de cada uno de los cuales
bordearían las respectivas escaleras que llevarían
de un piso a otro. Estos pozos de ventilación se
prolongarían de arriba hacia abajo y permitirían
ver desde cualquier piso cualquier otro, inclusive del mismo
edificio; también estarían limitados en ambos
extremos por el vacío cósmico. Cada piso de cada
edificio estaría conformado por seis muros
(«hexagonales»), de los cuales cuatro
cobijarían anaqueles de libros y dos quedarían
libres. De estos dos, uno conectaría al zaguán,
«la pasarela», que lo acoplaría con su piso
homólogo del otro edificio y uno quedaría libre de
anaqueles y de tareas de conexión
Así pues, el cuerpo de Borges, al que manos piadosas
arrojarían por la baranda de los pozos de
ventilación, sería disuelto no en la infinitud sino
en la gran extensión aunque finita, de la biblioteca o en
el vacío al que desemboca el pozo de ventilación
por el que sería arrojado
Establecido el hecho de que la Biblioteca no es infinita ni
tiene la capacidad de decirlo "todo" nos corresponde ahora
analizar otra afirmación borgeana con relación a la
misma Biblioteca
No hay en la vasta biblioteca dos libros idénticos
(…) la biblioteca es total y sus anaqueles registran todas las
posibles combinaciones de los veinticinco símbolos
ortográficos (…) o sea todo lo que es dable expresar
en todos los idiomas
Ya vimos que la Biblioteca Borgeana no puede expresarlo
"todo", con menos razón podrá hacerlo en todos los
idiomas
Nuestro abecedario deriva del romano, el que a su vez parece
que proviene del griego; ahora bien: el chino y el japonés
y otros idiomas similares expresan la idea por medio de otros
caracteres que nada tienen en común con los que conforman
el abecedario occidental
Nuestras 22 letras y tres símbolos nunca podrán
reemplazar los caracteres extraños. aunque nuestra
propuesta sí
Mario Blacutt Jr. toma en cuenta lo que nosotros
habíamos desechado: las letras repetidas una infinidad de
veces
Por ejemplo, la repetición AAA correspondería a
un símbolo chino, mientras que la AAAA
representaría otro símbolo chino
La repetición BB correspondería a un signo
árabe y la BBBB a otro
A esto añado de mi cosecha, las combinaciones de
palabras que no tendrían sentido en nuestro idioma; v.g:
apr, mkrei; fjmxa.
Cada combinación que no tiene significado en nuestro
idioma representaría una palabra o símbolo de
cualquier otro idioma
De manera tal que las repeticiones de letras, que Mario
Blacutt Jr. introduce y las palabras sin significado en nuestro
idioma sería las que permitirían lo que Borges no
puede lograr en sus permutaciones de 22 letras: expresar todo en
todos los idiomas
*
Pero el humor borgeano se hace cada vez menos sutil:
a medida que tomamos este asunto más y más en
serio Borges parece tomarlo más y más a la
chacota
Un ejemplo
Inmediatamente después de lo referente a todos los
idiomas, dice:
La Biblioteca incluye todas las estructuras
verbales, todas las variaciones que permiten los veinticinco
signos ortográficos
con lo que nos da una señal de que sabe que sólo
hay 25 elementos y que por lo tanto la pretensión inicial
de infinitud es sólo un dardo juguetón
A veces pienso que La Biblioteca fue escrita con el
único objetivo de
encontrar una íntima satisfacción adelantada ante
nuestros aprestos nuestra seriedad y nuestra zozobra, en
decodificarla
*
Antes de ingresar en la recta final de este ensayo debo
atender a dos asuntitos que reclaman insistentemente nuestra
atención
El primero nos obliga a detenernos algunos minutos sobre el
uso del hexágono en la estructura de
la Biblioteca
¿Los usó porque le brindaba la mejor manera de
ubicar los anaqueles?
¿Tal vez por su estética?
¿Es una simple coincidencia?
¿O quizá el transmisor de otra broma… o de
otro enigma?
Cualquiera que haya sido su intención, desde el enigma
hasta la tomadura adelantadamente festejada de pelo no podemos
correr el riesgo de dejar
este ángulo de La Biblioteca a merced de los estantes
Recordemos que el hexagrama está compuesto por la
superposición de dos triángulos equiláteros uno con el
vértice hacia arriba y el otro con el suyo hacia abajo
Se lo ha considerado tradicionalmente como símbolo de
la interpenetración del mundo visible y del invisible
En el hinduismo, como se sabe, es el símbolo de la
unión entre el linga,
y por otra, el yoni
(el primero, simbolizador a su vez de la fuerza
creadora divina y masculina, tal vez el eje del mundo, los
hindúes nunca han sido un modelo de
feminismo el
segundo, como símbolo del seno materno y de la fuerza
alumbradora)
El linga estaría representado por el triángulo
con el vértice hacia arriba y el yoni, como soporte del
primero, con el vértice hacia abajo
Si unimos los vértices de esta superposición,
que son los vértices del hexagrama, por medio de rectas,
tendremos un hexágono regular
O también una rutilante Estrella de David
Este sería el modelo escogido por Borges como elemento
constitutivo fundamental de su universo infinito
¿Enigma o broma borgiana?
*
Y ahora a la recta final; los comentarios que hace J.L de la
Biblioteca convocan otra vez a la humillación
Después de anular la teoría
de quienes juzgan que la Biblioteca sería limitada,
recapacita a los que la consideran sin límites, puesto
que
olvidan que los tiene el número posible de
libros
Con esta afirmación se adelanta a todo este trabajo
concebido para tratar de demostrar que en efecto que la
Biblioteca no es infinita
En este aspecto, su utilización de los signos de
indicio, artefacto retórico infame en la mayoría de
los casos, se hace socarrona en el de Borges
Por medio de ellos nos lleva primero a la falsa
impresión de que defiende la tesis de la infinitud de la
Biblioteca para decirnos después que no, que el
número de libros tiene un límite
*
Pero nosotros no seríamos quienes somos si no
supiéramos con quien nos estamos metiendo o si
abandonáramos el camino sólo por temor a las
piedritas juguetonas con que trata de mostrarnos su euforia
Por eso seguimos para afirmar que lo que nos llama la atención, no es el hecho de que el
número de libros sea limitado después de todo sino
su coexistencia con la supuesta ilimitación de los
corredores, escaleras y hexágonos
De inmediato nos preguntamos:
Si el número de libros es limitado, y es precisamente
el número de libros el que establece el tamaño de
la infraestructura bibliotecaria, entonces:
¿Cómo es posible prefigurar un número
ilimitado de corredores, tal como él sostiene en
principio, para un número limitado de libros?
¿Por qué razón sería necesario
hacer finito el uno e infinito el otro?
Este es otro de los acertijos que Borges nos deja en "La
Biblioteca"
Seguramente habrá muchas interpretaciones sobre el
particular
En cuanto a mí creo que el juego de
Borges consiste en este caso en anteponer dos clases de infinito:
la primera, que podría ser expresada por una serie de
n elementos a los que siempre sería posible
aumentar uno y hacer n + 1
Este concepto
sería el aplicado a los corredores, escaleras y
hexágonos
La otra versión se referiría al significado de
"infinito" como "indefinido"
En este sentido, sería indefinido por ejemplo, el
número de átomos que contiene un adobe debido a la
imposibilidad de contarlos uno por uno
Bajo este concepto es que se tomaría el número
de libros que siendo muy grande no podría sin embargo ser
objeto de sistemas
contables
De este modo, podría pensarse en la coexistencia del
número infinito de corredores y escaleras con el
número indefinido de libros
Esa especie de concubinato
conceptual mixto sería pensable si es que, como en este
caso, no fuera posible saber cuántos libros habría
realmente
La idea de indefinitud y de infinitud tendría vida
propia en una mezcla dada por la indeterminación de
ambos
*
Pero algo queda: la idea borgeana de un infinito
cuantitativo
Tal el número inacabable de los corredores
Esta idea cuantitativa del infinito no toma en cuenta la
diversidad ilimitada de las conexiones reales en el mundo
objetivo de la materia
Proyecta solamente el tamaño, digamos la
representación mental de un riel de ferrocarril hasta
distancias "infinitas"
y con ello llega al concepto de infinitud puramente ideal
Es de esa concepción de infinitud que han surgido
incongruencias como la siguiente: la mitad de un riel infinito
¿será finita o infinita?
Así se desvirtuaría la noción fundamental
de infinitud que incluye el estado
perpetuo de transformación de la materia
Yo participo de la idea de que si bien lo finito es toda
porción de materia
limitada en el tiempo-espacio no es menos cierto que cada objeto
concreto es
inagotable en su perpetua capacidad de transformación
interna
De ahí que, al igual que los dialécticos
materialistas, concibo lo finito como continente de lo infinito y
a éste último como una categoría
filosófica conformado por una diversidad y cantidad
inagotables de objetos finitos
Sobre este particular, me gustaría transcribir un
párrafo de un cuento que
escribí hace años en el que se toca el tema
Por supuesto que el tópico fue inspirado por algunas de
las varias inquisiciones que Borges hace sobre el tiempo
Por eso es que he tratado de darle a la forma inclusive un
leve matiz borgeano
******
La coexistencia de conceptos tan opuestos uno del otro,
como son los referidos a lo finito y a lo infinito, tiene
también su lugar en el mundo matemático
Veamos; si definimos lo finito como algo que tiene
límite, entonces un círculo trazado en un papel es
finito con relación a la página puesto que se halla
limitado por ésta
También es cierto que el número de puntos
ideales que lo conforman es infinito, tal como lo quiso poner
Zenón al hablar de la distancia
Esta contradicción quizá nos permita
actualizar nuestro concepto de "Infinito": no tiene principio ni
fin (como los puntos del círculo) pero
puede estar limitado por algo y en realidad siempre lo
está
El asunto se complica si algún cerebro inquisidor
determina que hay un infinito como número y que
también lo hay como tamaño
En ese caso, no se podría comparar el "infinito"
correspondiente al número de puntos del círculo con
el "tamaño infinito del universo"
Concedido
Pero concedamos también que el universo si es
infinito en extensión, también lo será por
el número de átomos que lo componen
Y como no es posible hablar de un número infinito
que sea mayor o menor que otro número infinito será
preciso aceptar que no hay diferencia entre el infinito en
extensión y el infinito en número
Esta contradicción se debe a que la
extensión y el número son conceptos relativos, en
tanto que el infinito es un concepto absoluto y por lo tanto, si
bien puede coexistir con la extensión y el número
puede también prescindir de ellos
Este párrafo es un intento de mostrar a un Borges en
plena acción
tratando de hacer uno solo el concepto del infinito espacial de
su universo con el infinito cuantitativo del número de
átomos de un círculo trazado con lápiz en
una hoja de papel
El resultado forzoso vendría después de unir
idealmente las categorías de lo absoluto y lo relativo a
la aseveración de que "el infinito puede coexistir con la
extensión y el número pero también puede
prescindir de ellos"
Esta sería otra expresión de su idealismo:
concebir un infinito ideal, que prescinda de los objetos materiales
(tiempo-espacio)
En este punto hay una inserción eléctrica que
recorre por las vértebras:
¿Y si el Infinito borgeano fuera el Infinito del
Ser Total en su Voluntad de Ser expresado por el
azar?
*
De todo lo expuesto podemos aventurar una interpretación: el universo de Borges es
una entelequia mental producto de una separación de la
unidad tiempo-espacio
La pregunta es: ¿Por qué se obstinaría
Borges en separar la unidad tiempo-espacio? habría dos
intentos de respuesta:
La separación le permitiría desbrozar preparar y
fertilizar el terreno para construir su mundo más querido
y añorado: el que se autorecicla en el Eterno Retorno
Por otra parte, la separación del tiempo y espacio le
permitiría atribuir al primero la calidad de ser
eterno e infinito atribución que como vimos, niega
decididamente al segundo
De este modo podrá imaginarse un ser eterno, perfecto e
increado en el tiempo; creador a su vez de un espacio material
imperfecto y finito
Ese es para mí el acertijo de la Biblioteca: la
frenética búsqueda de algún dios por un
agnóstico
Los mundos creados por Borges podrán quizá
flotar en el vacío
Sus ensayos no
Tal vez Borges no se preocupe explícitamente de la
discriminación de los negros o de la
miseria del indio, pero sus lucubraciones acerca de la
perplejidad del ser humano ante un mundo aún no conocido
por la Intuición, lo hacen un escritor de gran contenido
de gran capacidad creativa y no un escritor vacío como
afirmarían los grandes utilitaristas
Los utilitaristas verían la literatura sólo y
sólo como un instrumento de denuncia explícita que
confunden al poema o al relato con el más utilitarista de
los panfletos
La idea de la continua transformación de la materia, de
que todo es todo, de los constantes procesos
dinámicos de cambio siempre
vigentes y, con ello, la representación de la infinitud y
de la eternidad, es algo que me ha fascinado en el campo de la
cosmología y en el de la especulación
He tratado de plasmar este asombro en los siguientes versos,
como una declaración vívida de que la infinitud no
es ningún fantasma
El poema tiene, por la propia textura del asunto, referentes
objetivos
Ojala que los metatextuales así lo entiendan
Por otra parte está en mi credo literario
que el Poema, con la Intuición en plena libertad, es
además de otras cosas que es
el medio expresivo natural de la filosofía
Parménides, Leucipo, Goethe y tantos otros nos lo han
mostrado ya en sus magníficas obras, las que muestran al
filósofo y al poeta en unión
Que crea y expresa, que devela las relaciones del Ser
con el Cosmos y la que rasga el velo que cubre los Estados
Puros del Ser
En Tiempo de Orbe
Urbes urdientes urden
otras y otras urbes urdientes
en la Urbe espléndida del Orbe
La mirada, trémula cuando sola
se suma a los otros trémulos
en calmo desafío al gran macro
luego de fraguarse inmensa
para ser de lejos colmada
en el núcleo del núcleo nucleado
Es que el encargo del pensamiento
es conocer el por qué, de dónde, desde
cuándo
a dónde, cómo y para quién
Recóndito fotón de dos caras
El palpitar de una idea
cobijado en el pálpito de un alma
Lo inmenso bulle congruente
Los lapsos fluyen en los espacios
La ubicuidad es antes, después y al mismo tiempo
Hoy ayer y mañana, en dionisíaca-serena
danza
nunca circuyen la eterna fogata
El mundo no cabe donde cabe
Ser todo y ser parte es ser sin fronteras
entre el punto y la raya
El trino de una lágrima sobre la carta
nostálgica
El arpegio en la onda de agua
son en el fondo del aura
trino de onda de agua
arpegio de lágrima
volcán, mesón, suspiro
en el total del mundo
flor, canto, rumbo y destino
Lo grande es desde aquí hasta allá
también sin espejo alucinante
esto
ahora
aquello
después
no nacido ayer
no muerto mañana
Lo pequeño no es pequeño
es lo profundo dentro de profundos
que no son sepulcros
Un segundo partido
en el millón de un millón
revolotea hacia adentro
y alumbra en fulgor infinito
lo desde siempre
lo hasta jamás
Sin embargo:
Caminante hay caminos
denso-brumo-límpidos
van de dónde en dónde
a cualquier parte
Caminante de las flores
un grano de polen nos lleva
por la estela del láser
Caminante de los lirios
hay un Orbe pleno de Orbes
en cada corola que se abre
Anexo
I
En el próximo capítulo habrá una
síntesis del pensamiento filosófico acerca del
infinito
Pero me gustaría utilizar este último tramo para
citar a A. Fraenkel quien fue el primero en plantear la
posibilidad de hacer una Biblioteca de Babel
Imaginemos, dice: un sistema de mil
signos que sean suficientes para todas las consonantes y vocales
en diferentes alfabetos
también para los numerales
signos de puntuación
espacios entre expresiones y entre líneas, etc.
Estos signos podrán servir como materia prima
para escribir cualquier libro; supongamos ahora, prosigue que
todo libro contiene un millón de signos
(Lo cual hace posible componer un libro cualquiera de menor
extensión dejando el resto a los espacios en blanco)
Sobre esta base consideremos el conjunto de todos los libros
posibles
Puesto que todo libro de la colección manifiesta una
cierta distribución de los mil signos en un millón
de lugares hay solamente un número finito de tales
distribuciones: exactamente mil elevado a la potencia de un
millón
Por tanto, a pesar de que el conjunto de libros en
cuestión contiene únicamente una cantidad finita de
libros hay entre éstos todos los libros que se han
escrito,
se escriben
se escribirán
y podrían escribirse en el futuro
(incluyendo combinaciones de signos sin sentido
que serían en gran mayoría)
El conjunto de los libros seguirá empero, siendo
finito
*
Fraenkel hace la cosa mucho más difícil: no usa
22 sino 1,000 símbolos
Para empezar, observamos que el factorial de 1000 (1000!) es
nada menos que 1000 x 999 x 998 x 997 x…………….x 3 x 2 x
1
cifra desesperadamente grande
Como los mil signos englobarían a todos los que se
utilizan en todos los idiomas, la cantidad de palabras sin
sentido se multiplicaría increíblemente puesto que
incluiría la posibilidad de mezclar signos del chino con
los del hebreo y éstos juntos y por separado con los del
árabe los que se juntarían con los del……
La interpretación de Borges hace más elegante la
propuesta, al reducir los signos a 25, incluyendo espacio coma y
punto
Por otra parte, la analiza desde la percepción
filosófico-literaria, no sólo desde la
filosófica, de un modo realmente admirable
*
Queda lo principal
"La Biblioteca de Babel" no es una salutación al
vacío es una gran edificación dentro de la
especulación filosófico-literaria en el mejor de
los sentidos
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