- Resumen de
la obra - La
introducción - La
acusación - La
explicación del porqué se le acusa - Su
interpretación del Oráculo de Delfos - La
refutación de los cargos - La
autoaniquilación - La
aceptación - El
señalamiento de la pena - La
profecía
Resumen de la
obra
Inicia la obra, escrita por Platón,
entre el 393 y 389 a.C[1]con la autodefensa que
Sócrates
se hace ante el pueblo de Atenas, diciendo: "No sé,
atenienses, no sé.."[2]. Estas palabras que
serán precisamente, el inicio del final de su vida,
constituyen el centro de su filosofía: "sólo sé que
no se nada". Aunque en estas primeras líneas se
refiere a que él no sabe cuál es la
impresión que ha causado la acusación en las mentes
de sus juzgadores, luego de la lectura de
la totalidad de la Apología, queda claro, que ya él
lo suponía[3]
La obra se puede dividir en las siguientes partes:
1. Primera parte
a. La introducción
b. La acusación
c. La explicación del porqué se le
acusad. Su interpretación del Oráculo de
Delfose. La refutación de los cargos
f. La autoaniquilación: decir la verdad
2. Segunda parte
a. La aceptación
b. El señalamiento de la pena
3. Tercera parte:
a. La profecía
PRIMERA PARTE:
a- La
introducción:
Sócrates empieza por dejar en claro que es mentira lo que
sus acusadores han dicho de él y que en su defensa,
él si se ajustará, como siempre, a la verdad. Lanza
además, una daga con la punta anestesiada a algunos de los
atenienses que lo juzgarán, pues cuando les solicita que
lo disculpen, por no defenderse con el lenguaje de
los tribunales, pues sólo conoce el lenguaje que
acostumbra a usar en las plazas públicas, donde
"muchos de vosotros me habéis
oído[4]les está diciendo que de
condenarlo, deberían de condenarse ellos también,
por haberlo seguido en sus discursos.
Deja la impresión que Sócrates ya intuye el
desenlace de este juicio.[5]
Acto seguido, describe cómo será el desarrollo de
su defensa:
Responder a las primeras acusaciones falsas.
Responder a sus primeros acusadores
Responder a las acusaciones más recientes.
Hace esta diferencia, porque indica que sus detractores lo
acusan desde hace mucho tiempo
atrás (él tiene 70 años para ese
momento[6]y que estas acusaciones han calado hondo
en las mentes de otros, de tal forma, que tiene en su contra, no
solo a quienes lo calumnian desde siempre, sino además a
los que han sido persuadidos y a su vez han persuadido a otros de
que Sócrates no cree que haya dioses.
b- La
acusación
Menciona a sus acusadores: Melito, Anito y Licón, que
representan a los poetas, artífices y políticos y a
los oradores, respectivamente. Luego, lee su acusación:
"Sócrates es culpable de tratar de penetrar, con
curiosidad impía, los secretos de la tierra y
del cielo, de hacer de una mala una buena causa y de
enseñar a otros cosas semejantes."[7]
Más adelante leerá: "Sócrates es
culpable de corromper a los jóvenes, de no reconocer a los
dioses del Estado y de
introducir nuevas divinidades.[8]"
c- La
explicación del porqué se le
acusa
Sócrates, dialogando con sus juzgadores, en un franco
monólogo, les dice, como hablando en voz alta:
¿De donde vienen esas calumnias que se han difundido
contra ti? Y responde: viene de cierta sabiduría que
hay en mí, aunque mas adelante dice que no la tiene.
Explica que Cherefón, su amigo de la infancia, un
día fue a Delfos, preguntó al oráculo si
había en el mundo un hombre
más sabio que Sócrates y la Pita respondió
que no.
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