- Cuestiones
Preliminares - El Principio de
Razonabilidad en la Ley Administrativa
Elementos para consolidar un adecuado principio de
razonabilidad
El Principio de razonabilidad en la ejecución forzosa de
las decisiones administrativas
Cuestiones
Preliminares
La curiosa condena que ha ordenado un juez de
Estados Unidos ha llamado la
atención a todo el mundo.
Debía dictar sentencia contra unos adolescentes que escuchaban
música a volumen muy elevado sin tener en
cuenta al vecindario, y se ha decantado por un castigo de lo
más innovador. El magistrado no ha prohibido a los
jóvenes escuchar música, sino que ha decidido 'pagarles
con su misma moneda'. Según la resolución, les obliga a
oír, a volumen muy elevado, música que no les gusta. En
concreto, una hora al día
de canciones seleccionadas por el juez con el objetivo de enseñarles
modales. Al parecer, los casos de ruidosos están
disminuyendo, y es que los jóvenes se lo piensan antes de
poner a prueba sus altavoces. Para estos raperos algo
escandalosos, Barry Manilow o la sintonía de un programa de televisión para niños son el
castigo.[1]
Ello, nos lleva a reflexionar sobre su utilidad en el campo del Derecho Público; sus
implicancias y posibles adecuaciones a nuestro ordenamiento
administrativo. Lo primero que nos viene a la mente, tras conocer
las circunstancias del del
juez es la conocida Ley del Talión, cuya
formulación bíblica, resulta dentro de nuestro actual
modo de conceptualizar el Estado de Derecho, como terrible;
toda vez que la mencionada ley se resume en el versículo
bíblico de Exodo en donde se establece:
"…Mas si hubiera muerte, entonces pagarás
vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie
por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por
golpe".
Por otro lado, el séptimo arte en su manifestación
escénica que evoca en parte la sentencia del juez americano,
está constituida por la película "A Clockwork
Orange", que es una novela de Anthony Burgess,
publicada en 1962 y adaptada por Stanley Kubrick en la
película homónima aparecida en 1971. Se la considera
parte de la tradición de las novelas distópicas
británicas. El argumento de dicho film, evoca a Alex, el
protagonista del libro, un malchico
(adolescente, en lengua nadsat) que lidera un
grupo de amigos
(drugos), vestidos con tongos, bototos, narices falsas y
un pijama blanco, con los que pasa el tiempo dedicándose a la
ultraviolencia y al consumo de drogas. Asimismo cometen
robos, violaciones o asaltos ocasionales para financiar su
estilo de vida. La pasión
de Alex es la música clásica, de Ludwig van Beethoven.
Su vida transcurre entre su habitación llena de objetos
robados, el sexo compulsivo y su pandilla.
Posteriormente capturado por la policía es encarcelado en
una prisión brutal y, después de haber sido inculpado
por asesinato, es sometido al tratamiento Ludovico. En dicho
tratamiento Alex es inyectado con supuestas vitaminas, que en realidad son
vomitivos. El objeto del tratamiento es que mientras el paciente
esta bajo el influjo de los vomitivos, sea "bombardeado" con
imágenes violentas de
violación, asesinato o guerra, a fin de por medio de
un refloejo pavloviano, relacione dichos actos con sensaciones
repulsivas en su cerebro. El punto más fuerte
e importante que hace efectivo el tratamiento en Alex es
relacionar el proceso de asociación con
música del "divino, divino" Ludwig van Beethoven.
Sin llegar a dichos extremos, lo real es que el
ordenamiento jurídico constituye entre otros una respuesta
mediática a los problemas que se suscitan en
la realidad, sin embargo generalmente las sanciones
administrativas no cumplen su meta disuasoria o de ejemplaridad,
por lo que la idea de un castigo ejemplar podría tener su
juego en el plano
administrativo, pero no respecto del común funcionario sino
en relación a la generalidad de las autoridades
públicas y usuarios infractores.
El Principio de Razonabilidad en
la Ley Administrativa
Teniendo en cuenta la rex judicatia comentada
preliminarmente, la ley del Talión se ajustaría
exquisitamente al principio de proporcionalidad que generalmente
se utiliza en el campo penal, sin embargo repugna el concepto propio de justicia y del principio
administrativo de razonabilidad, dentro del plano ideal de un
estado de
Derecho.
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