Los discursos
pueden o no enfatizar la argumentación, la decisión
responderá a lo que decida el orador para desarrollar su
argumentación. Por el contrario, en el discurso
científico predomina el rigor lógico de la
demostración antes que la persuasión.
De acuerdo con Perelman, se denomina "Teoría de la
Argumentación" al estudio de las estructuras
formales en el arte de
argumentar como proceso
comunicacional. La Teoría
de la Argumentación, basada en el estudio del acto de
argumentar tiene por objeto explicar como se argumenta en los
auditorios complejos y para explicarlo acude a una lógica
distinta a la formal, estamos hablando de la lógica
proposicional que tiene su propia ética y
sus categorías para determinarla como toda una
explicación del acto de seducir, sustentar y probar un
punto de vista.
Por fortuna la retórica sofistica y gesticulativa, a
caído en desuso con el desarrollo de
las nuevas
tecnologías y los medios masivos
de comunicación. Sin embargo, hay quienes
aún en el campo jurídico o administrativo insisten
en los viejos modelos de
grandilocuencia. Es increíble que aún se insista en
algunos ambientes universitarios en los viejos esquemas de la
charlatanería, la verborrea adornada pero sin profundidad
de pensamiento.
Perelman explica en El imperio retórico, que
su propósito es rescatar la "antigua
retórica" la de los griegos para diferenciarla de la
"retórica clásica" que redujo la
retórica aristotélica al formalismo del estudio de
las figuras literarias, a aspectos preceptivos para adornar el
discurso utilizando giros que convierten la retórica en
simple teoría de la composición. Su objetivo
por lo tanto es volver al sentido primigenio que tuvo en la
antigüedad: arte de disuadir y / o persuadir con razones. En
otras palabras pensar en voz alta con la fuerza de los
argumentos en procura de llegar a los acuerdos con el otro o con
los otros.
Leyendo a Aristóteles en el Organon, Perelman,
distingue tres campos de la teoría de la lógica del
discurso: a) teoría de la argumentación, b)
teoría de la elocuencia y c) teoría de la
composición. También distingue, dos tipos de
razonamientos: los analíticos, utilizados en la
lógica formal y los dialécticos, que tratan de
establecer acuerdos sobre los valores
que son objeto de controversia. Con referencia en lo anterior,
Perelman reivindica la importancia de la razonabilidad en la
toma de
decisiones y explica que las leyes de la
retórica y de la dialéctica son universales.
De esta manera Perelman y la señora Olbrechts-Tyteca
retoman la definición de Aristóteles, que admite
que los juicios analíticos parten de premisas
indiscutiblemente verdaderas que concluyen o conducen a
inferencias validas. Por eso, estos juicios son de utilidad en la
lógica formal y las ciencias de la
naturaleza.
Por el contrario, los razonamientos dialécticos, no se
dirigen a establecer demostración alguna desde el punto de
vista científico, sino guiar las deliberaciones y
controversias, porque su principal objetivo es persuadir,
disuadir, convencer, mediante el uso del discurso o criticar
tesis
opuestas, al tiempo que se
defienden las propias por medio de razones validas para el
interlocutor.
Las ciencias exactas se sustentan inexorablemente en la
demostración, las humanas tienen como propósito
esencial persuadir. Por eso la demostración se dirige a un
auditorio universal, mientras que la persuasión a
auditorios particulares. Por supuesto, uno no puede pretender
convencer por vía discursiva a todo el mundo, pero si se
puede lograr la adhesión o acuerdos mínimos sobre
temas particulares que son por naturaleza discutible.
Podríamos decir entonces, que Perelman y
Olbrechts-Tyteca establecen claras diferencias entre
argumentar y demostrar, dos verbos, no son
sinónimos y mucho menos el uno inclusor del otro. La
demostración es un medio de prueba que se utiliza para
establecer la verdad en las ciencias exactas: la física, la química, la biología, la matemática. La argumentación en
cambio es una
acción
dialógica que permite la adhesión a la tesis que se
propone mediante razones validas sin que medie una
demostración fáctica.
Podemos concluir entonces que fueron las nuevas circunstancias
políticas y sociales del siglo XX, como la
ampliación de la democracia,
la
comunicación , la información dentro del nuevo proceso de
globalización de la sociedad
capitalista la que genera la necesidad histórica de
reivindicar la retórica antigua, el arte de persuadir y de
convencer. Los nuevos tiempos requiere de nuevos acuerdos y de
argumentos sólidos de parte de los líderes en
cualquier profesión y no simples halagos para adular, como
ocurría con los sofistas del mundo antiguo argumentar
falazmente cualquier tipo de situación.
Para argumentar se es necesario estar de acuerdo por lo
menos en algo: tener un lenguaje
común, apreciar el consentimiento del interlocutor y su
concurso mental; se requiere cierta modestia de parte de quien
argumenta y tener conciencia de
que, si bien su propósito es persuadir, puede producirse
el efecto contrario, ser persuadido- en transacción
argumentativa".
En síntesis, la Nueva Retórica
surgió de la preocupación por la búsqueda de
una lógica de los juicios de valor,
iniciada en 1947. Pero Perelman llega a una conclusión
inesperada, que no había una lógica
específica de los juicios sino que todos los campos donde
existe la ley de la
contradicción se discute, se delibera recurriendo a
técnicas de la argumentación.
Perelman propone, que a la hora de argumentar hay que tener
presente que "La misión del
filósofo, es la de ser vocero de la razón, ser
defensor de los valores
universales supuestamente válidos para todos los hombres"
y que persuadir a alguien es convencerlo de que nuestra
opinión es mejor que la suya y por lo tanto debe
emplazarla. En sus escritos recomienda:
La teoría de la argumentación se construye
en un ambiente filosófico. La filosofía es un
intento racional -aunque no científico-, por resolver
problemas inmaduros. Es decir, problemas para los cuales no
existe un método estándar reconocido por una
comunidad de especialistas. La argumentación es un
intento por producir determinados efectos en el
público, en la audiencia o en un auditorio.Para que la teoría de la argumentación sea
teoría razonablemente aceptada, requiere definir un
concepto clave, que es el concepto de fuerza de un argumento
o fuerza de una argumentación.La teoría de la argumentación, nos pide
"tratar a todos los seres de la misma categoría, de
manera semejante".Se denomina "Teoría de la Argumentación" al
estudio de las estructuras formales en el arte de argumentar
como proceso comunicacional en el cual se da primacía
de la razón práctica, por encima de la
razón instrumental.Los argumentos se deben expresar mediante proposiciones.
Por eso La argumentación se formula en lenguaje de la
lógica informal, la demostración lógica
fundamentalmente en el lenguaje de la formalidad
científica.La argumentación conduce de manera inexorable a
acuerdos, la lógica a la verdad irrefutable a
través de la prueba.
Tesis: "La fuerza de un argumento depende de la
adhesión de los auditores a las premisas de la
argumentación, de la pertinencia de éstas, de las
relaciones próximas o lejanas que ellas puedan tener con
la tesis defendida; también está en función de
las objeciones que podrían oponérsele , de la
manera como se podrían refutarlas. Perelman
TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN. Es entendida
como una teoría general del discurso persuasivo, que busca
influenciar a una o muchas personas e inclusive a un auditorio
universal. Elementos de la argumentación: el orador, el
auditorio y el discurso.
TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN. Los tres
tipos de argumentos o técnicas argumentativas
reseñados por perelman son: los cuasi
lógicos, llamados así porque tienen una
apariencia demostrativa se asemejan a los argumentos formales;
los basados en la estructura de
lo real, y las disociaciones filosóficas.
Teoría de
la argumentación
Para argumentar se requiere de acuerdos por lo menos en
algo: Tener un lenguaje común, apreciar el
consentimiento del interlocutor y que su curso mental requiera de
cierta modestia por parte de quien argumenta y tener conciencia
de que sí bien el propósito es persuadir el efecto
puede ser contrario. Perelman distingue tres géneros de
discursos:
EPIDICTICO: Se utiliza en las ceremonias, por eso
está ligado a las grandes circunstancias de la vida. En
este género de
discurso el orador alaba o crítica
según sea el caso, su discurso está relacionado con
lo estético, lo bello o lo feo. Es un verdadero
espectáculo, hace referencia al presente y un fuerte
impacto en lo emocional.
DELIBERATIVO: Se utiliza para aconsejar o
desaconsejar a un auditorio. El orador concluye realizando
recomendaciones en lo referente a lo más útil.
Son discursos exhortativos, tiene como referencia el pasado y
una fuerte intención política se intenta
impactar la conciencia del auditorio.FORENSE: Se utiliza para acusar o defender. El
propósito es establecer lo justo o injusto de una
situación. Se le denomina discurso judicial retoma el
pasado hace alusión al presente y tiene fuertes
implicaciones en el futuro por eso casi siempre es
prospectivo.
INFRAORDINADA. Retórica antigua o arte de
persuadir con la razón. La retórica de
Aristóteles presuponía tres momentos: la
invención, disposición y la elocución o
acción.
INFRAORDINADA. La retórica clásica
estudia los tropos, las figuras literarias del discurso, las
técnicas para embellecerlo y poetizarlo.
INFRAORDINADA. El dominio por
excelencia de la argumentación, de la dialéctica y
de la retórica, es aquel en el que intervienen
valores.
SUPRAORDINADA. La teoría de la
argumentación es la disciplina del
pensamiento lógico informal que estudia las
técnicas del discurso que permiten acrecentar o producir
la adhesión de un auditorio a las tesis presentadas por un
orador. Una de las tesis de Perelman: "Si no hay paz no hay
derecho".
DISCURSO LÓGICO. Constructor mental que organiza
de manera coherente y lógica las creencias y modos de
interpretar la realidad.
Conceptos y
nociones básicas de la
argumentación
La argumentación es un tipo de discurso
expositivo que tiene como finalidad defender con razones o
argumentos una tesis, es decir, una idea que se quiere probar; o
sustentar una hipótesis. Es también el arte de
organizar juicios para persuadir o disuadir a un auditorio; la
Teoría de la argumentación es considerada
una disciplina que estudia las diferentes técnicas
discursivas que permiten acrecentar o disuadir a una, o muchas
personas sobre la tesis que propone un orador o escritor.
Argumentar señala Wittgestein, es un juego del
lenguaje y del pensamiento, es decir, una práctica
lingüística sometida a reglas, que se
produce en un contexto comunicativo mediante el cual pretendemos
dar razones ante los demás o ante nosotros. Las razones
que presentamos para justificar un hecho o dicho de otra manera,
pretende tener validez intersubjetiva o susceptible de
crítica y precisamente a través de ella para llegar
a cuerdos comunicativos.
Argumentar es también, un "acto de habla", que
puede ser complejo y requiere por lo menos de dos actos, uno que
funciona como tesis y el otro que opera como argumento o premisa
para una conclusión. Un argumento por el contrario es un
micro "acto de habla", por lo tanto es menos complejo y su
propósito es ilustrar, sustentar, justificar, aclarar,
explicar. Cuando un argumento es incorrecto o sus razones son
insuficientes, irrelevantes, apresuradas o dudosas estamos frente
a una falacia. La falacia no es un error
epistemológico, es un argumento deformado, pero al fin y
al cabo argumento, que muchas veces es utilizado adrede.
Los sujetos capaces de lenguaje y de acción deben estar
en condiciones no sólo de comprender, interpretar,
analizar, sino también de argumentar según sus
necesidades de acción y de comunicación.
Argumentar bien, significa expresar con claridad,
coherencia, precisión y pertinencia las ideas para que los
demás comprendan y acepten nuestra tesis. Se aprende a
argumentar bien ejercitando la lógica informal, el
diálogo
y el debate
abierto.
LA ARGUMENTACIÓN, CONSTA DE TRES
MOMENTOS O ETAPAS FUNDAMENTALES:
Introducción de la idea que se pretende
defender,El desarrollo o argumentación global y
La conclusión, en la que se confirma la tesis.
La oratoria
es una práctica argumental a pesar del énfasis en
el conjunto de técnicas vocales que se emplean con el fin
de lograr expresar de manera elocuente las ideas. De hecho el
recurso más importante de la oratoria es la
vocalización, consiste en el énfasis en la
pronunciación y fluidez en la expresión. La
argumentación en cambio, es lo dicho, lo enunciado
conforme a una lógica del pensamiento e independientemente
del medio físico o la técnica vocal.
Sin duda, un buen registro de voz,
el uso apropiado del léxico, respectando las reglas
sintácticas, pronunciando correctamente, haciendo
inflexiones de voz o entonaciones apropiadas nos permiten
presentar las ideas cualquiera que estas sean como si en verdad
fueran importantes y seguramente termina siendo una magnifica
fuente de apoyo a la hora de convencer. Pero en el mundo moderno,
en la era de la
globalización cuando ya no hay gurus del conocimiento
por este se ha democratizado no es determinante la
vocalización sino la razón.
La Elocuencia es la Facultad de hablar o escribir de
modo eficaz, para deleitar, conmover o persuadir. Eficacia para
persuadir o conmover que tienen las palabras, los gestos, los
ademanes y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a
entender algo con viveza. Teniendo como referencia estas
definiciones podemos inferir que la elocuencia es una facultad
que poseen no todas las personas, por lo tanto, no es
pensable pretender que todos lo seamos, tal pretensión es
una mera utopía.
Sin embargo, todos podemos convertirnos en buenos
argumentadores si expresamos con claridad y sobre todo, si
estudiamos las reglas de la lógica discursiva; en
otras palabras, argumentamos en forma convincente cuando
utilizamos las razones apropiadas para expresar y sustentar
nuestras opiniones fuertes. Es decir cuando hacemos buen uso de
las operaciones del
intelecto como las nociones, los conceptos, las proposiciones,
las categorías y las tesis. Y por supuesto de las herramientas
intelectuales
como la deducción, la inducción, el análisis, la inferencia, la síntesis,
la analogía y la predicción.
La argumentación es razonamiento, inferencia y
esencialmente el propósito es convencer, hacer cambiar de
ideas, actitudes,
acciones,
decisiones de un interlocutor. Ella fue cultivada en la
antigüedad por los griegos, Cicerón, Marco Tulio,
refinó el arte de la composición, la ironía,
la inventiva y la argumentación en sus discursos
políticos, lo que le proporcionó la
admiración no sólo de sus contemporáneos
sino también de los intelectuales clásicos modernos
que estudian sus tratados y sus
cartas; siendo
los Sofistas los más grandes exponentes, del arte de
argumentar, aunque su error fue su desprecio por la verdad. De
ahí las demoledoras críticas de Sócrates,
Platón
y Aristóteles, quienes también fueron brillantes en
el arte de argumentar.
EN TODO PROCESO ARGUMENTATIVO OPERAN TRES
ACCIONES:
La interpretativa que consiste en comprender el sentido de un
texto o un
discurso;
La propositiva o acción crítica y creativa
La argumentativa propiamente dicha o capacidad de sustentar
una idea mayor.
Estas acciones son expresadas a través del razonamiento
analógico, basado en la comparación; el
razonamiento deductivo que se expresa, sacando conclusiones
particulares de hechos o situaciones globales; el razonamiento
inductivo que fluye de los hechos concretos hasta constituir
situaciones generales, el razonamiento silogístico o
razonamiento deductivo de la lógica proposicional.
La argumentación, tiene que organizar las razones a
favor o en contra del problema o tesis que se defiende. Pero no
es el propósito del acto de argumentar realizar
demostraciones e decir, estamos frente a dos categorías
diferentes aunque no la una incluye a la otra.
Cuando argumentamos, proferimos un conjunto de expresiones
lingüísticas conectadas en forma lógica, de
tal forma entre ellas hay una coherencia. Argumentar es,
entonces, un conjunto de razones, de proposiciones utilizadas en
un proceso comunicativo, llamadas premisas, que justifican o
apoyan otra, llamada conclusión, que se deduce, de
algún modo, de aquella. Toda argumentación supone
un grupo de
razones ordenadas en donde la conclusión se infiere de
unas premisas y el nexo que hay entre éstas y aquellas se
denominan inferencia.
Sin duda la competencia
argumental es fundamental para alcanzar la paz en un país
como el nuestro azotado por la violencia,
infectado de intolerancia, como resultado de la intolerancia
ideológica y politiquería, todos nuestros conflictos no
pueden ser resueltos a punta de bala.
El uso de la argumentación es múltiple,
atraviesa todas las esferas de la vida en una sociedad
democrática. Argumenta el político, el vendedor
para promocionar sus artículos, el jurista para ganar un
pleito, líder
para conseguir seguidores, el científico para defender sus
hipótesis, el profesor para
convencer a los jóvenes de la importancia de ser agentes
de una revolución
cultural y moral, el
padre de familia para
persuadir a su hijo de la importancia de la formación en
la universidad,
etc.
Desde luego, para tener éxito
en cualquier actividad que requiera del buen uso del discurso o
del debate, hay que leer mucho, comprender e interpretar los
textos. Argumentar es una actividad imprescindible a la hora de
presentar los resultados de un trabajo de
investigación. En todos los casos una buena
sustentación se aprende leyendo esencialmente a los
grandes clásicos de la ciencia, la
filosofía, la política, la economía, el derecho. Porque estos son unos
verdaderos tratados de lógica humanista.
En el ámbito universitario convencer a un jurado
calificador de una monografía, una tesis o un trabajo de
indagación resulta fácil si se ha entrenado en la
competencia argumentativa. Polemizar con un docente, discutir sus
tesis deja de ser una situación de miedo y por el
contrario se convierte en una valiosa oportunidad para
demostrarle al profesor que el "alumno" también tiene
luz propia y
disentir con él deja de ser un problema peligroso sino un
ejercicio de racionalidad práctica.
Convencer es el fundamento de la argumentación y se
logra por medio de la deducción o la inferencia, de
esta manera se consigue explicar unos conocimientos por medio de
otros, de tal manera que las tesis son comprobadas racionalmente
con fundamento en afirmaciones o negaciones, falseadas o
verificadas. Por eso, Tanto a Kant, como a
Popper, les preocupó el tema de la argumentación,
el buen uso de ella y recomendaron, que sí queremos
conformar una sociedad razonable es necesario que aprendamos a
distinguir con claridad lo que es un conocimiento
científico, es decir razonado y no el producto de
las simples creencias y convicciones personales, políticas
o religiosas impuestas sin ningún fundamento.
Razonar es un proceso mental que permite relacionar ideas o
juicios. Siempre que partimos de dos premisas o afirmaciones que
determinan una conclusión tenemos entonces una inferencia
o deducción. La conclusión puede presentarse al
comienzo, en la mitad o al final del texto. En todos los casos
las premisas son el punto de partida de la inferencia y el
fundamento para la conclusión.
El razonamiento es un proceso lógico que conduce al
conocimiento verdadero a través de razonamientos
válidos regidos por normas. Un
razonamiento es analógico cuando se basa en la
comparación y la relación existente entre los
elementos; el razonamiento deductivo, contrario al inductivo,
implica extender a casos particulares las situaciones contenidas
en un razonamiento general.
La
argumentación jurídica
El razonamiento juri´dico es de alguna manera un
razonamiento de tipo de´bil pero que a partir de un proceso
argumentativo va transforma´ndose y perdiendo
paulatinamente este carácter de debilidad, asumiendo por el
contrario fijeza. Ese proceso, tal como hemos adelantado, era el
que los griegos llamaban endoxal, y sus premisas
endo´jicas.
Como autorizada doctrina ha significado, la nocio´n de
endoxa -como preferimos nombrar- resulta ser una pieza capital dentro
de la diale´ctica, como asi´ tambie´n de la
reto´rica, y se alude con ella tanto a la naturaleza
particular que tienen las premisas con las cuales el razonamiento
judicial pra´ctico prudencial se conjuga, como igualmente a
la manera en que las mismas premisas son utilizadas.
Para comprender en mejor modo lo indicado acerca de la
teori´a de la argumentacio´n, nos permitimos efectuar
un breve esquema anali´tico de algunas cuestiones que luego
nos ahorren explicaciones, con la salvedad también de que
no estando este trabajo dirigido a especialistas en los temas de
lingüística o gramática, sino fundamentalmente a abogados
-litigantes o magistrados- que puedan con dichos datos
teóricos mejor cumplir la funcio´n que
profesionalmente realizan, es que debemos conocer con
algu´n grado de claridad, la nocio´n y diferencia
entre diale´ctica y retórica, entre otras cosas.
Y aunque parezca obvio, corresponde también decir que
dicho sesgo no priva al estudio ensayado del cara´cter
pedagógico que tambie´n queremos efectuar, como
pieza de especulación doctrinaria abierta a la misma
confrontación ius filosófica respectiva.
La
dialéctica
La dialéctica se define pues como el arte de argumentar
sobre toda cosa, dialogando a partir de lo probable; es decir que
la nombrada cuestio´n no seri´a otra cosa que la
posibilidad efectiva de que aquellas premisas que por su misma
naturaleza son de´biles puedan pasar a tener un status de
mayor firmeza y aceptacio´n en un determinado auditorio.
Como a la vez, si tal gestio´n no es cumplida
adecuadamente, la primitiva debilidad incrementara´ en
forma notable su fragilidad, y por lo tanto negativamente, hasta
llegar a un punto en que la tesis carecerá de cualquier
tipo de valor o asignacio´n de sentido para el auditorio
concreto de
que se trate, y con ello, en el mejor de los casos, la gestión
del rector sera´ considerada redundante, y en el mas grave,
y tambie´n ti´pico, irrelevante.
La
retórica
Tiene una profunda vinculacio´n con la
diale´ctica, y por lo tanto se encuentra inserta en la
teori´a de la argumentacio´n en general y no resulta
extran~a o ajena al a´mbito de lo juri´dico-judicial.
Bien se puede decir que la primera es la forma cienti´fica
que asume la segunda cuando es ejercida delante de ciertos y
precisos auditorios, tales como los tribunales o asambleas
políticas;
El fin de la reto´rica es el persuadir a dichos
auditorios, lo cual a la vez se cumple mediante la
argumentacio´n.
Si la diale´ctica es el arte de argumentar, la
retórica precisamente sera´ ese ejercicio de la
argumentacio´n; es el ejercicio argumentativo ante un
auditorio determinado. Mediante ella se procederá a
efectuar la selección
de los argumentos que mejor colaboren a la credibilidad de la
tesis en punto. Por otro lado, cabe agregar que su objeto
material es lo que resulta verosi´mil, y no aquello que
inmediatamente es verdadero; por lo tanto, se muestra
tambie´n su aproximacio´n a la diale´ctica,
aunque se diferencia de ella en funcio´n de que en vez de
trabajar con la forma silogi´stica propia, pues utiliza del
entimema, que en definitiva no es otra cosa que un tipo de
silogismo abreviado y por el cual moviliza en gran modo las
pasiones.
Táctica y
estrategia
Hemos sostenido, que a argumentación es una actividad
social y necesaria en la vida de todo individuo.
Todos necesitan de los procesos
argumentativos. Se argumenta para proponer o defender tesis. Ella
es un principio de convivencia por cuanto permite dirimir
conflictos
personales y colectivos. La injusticia hace su aparición
cuando se agota toda opción argumentativa y humanista.
En resumen de las tácticas y estrategias que
se presentan a continuación, están estrechamente
relacionadas con la tesis central que hemos defendido a lo largo
de este escrito. Se trata de divulgar que la argumentación
es un factor determinante en los procesos de la
investigación formativa y de hacer saber que si el
profesional no despliega en forma simultanea las habilidades que
apuntan a desarrollar la competencia argumentativa, como una de
la propedéutica fundamental, todo intento por formar
investigadores será vano.
Se sugiere, por lo tanto, la introducción paulatina de técnicas y
estrategias de trabajo argumentativo en las cátedras, a
fin de potenciar la competencia argumentativa: el pensamiento
crítico y creativo. En ese sentido la practica del
seminario, el
foro y el debate son medios
importantes para el ejercicio de la argumentación.
Sugerencias para
lograr una excelente argumentación
Tener siempre un esquema cuando argumente, nunca pase de
un punto a otro.Formule una introducción breve y luego, exponga sus
argumentos uno a uno.Rebata las objeciones con argumentos.
No afirme más de lo que no está en capacidad
de probar.Distinga las premisas de las conclusiones.
Evite el lenguaje emotivista y la sensiblería.
Realice un estudio previo del tipo de auditorio y adecue,
su lenguaje de tal forma que se logre el propósito:
convencer.Determine los objetivos, la justificación y la
metodología que va a seguir.Utilice esquemas coherentes y emplee, siempre que hable,
un tono de voz grave con una velocidad media.Si tiene que leer, hágalo, pero sólo
utilizando frases y párrafos cortos.Dedique la última parte de su intervención a
cerrar, resaltando su tesis o hipótesis.
Conclusión
La importancia de una buena argumentación, había
sido ignorada por mí, después de estas
indagaciones, entendí que de nada nos sirve ser buenos
investigadores, si al final no somos capaces de defender las
tesis, las hipótesis, en el mismo ámbito en que la
hemos propuesto. Considero que una sola palabra lo resume todo,
la antesala de una buena investigación la constituye la
argumentación.
Es por medio del diálogo, la acción
comunicativa, la argumentación y el humanismo,
como se lograran los acuerdos básicos que harán
posible la construcción de una nueva sociedad,
fundamentada en la justicia
social y el progreso económico. Por lo tanto, debemos
asumir, que el salto al futuro, sólo es posible
argumentando, investigando y reconociendo las dificultades de
nuestro contexto sociocultural.
Es preciso centrar la atención en las diferentes dimensiones del
ser humano, y una de ellas es la formación en la
competencia argumental. Esto significa desarrollar las competencias
comunicativas a través de la acción
argumentativa, interpretativa y la prepositiva, para que los
alumnos estén en capacidad no sólo de comprender
sino también de defender sus ideas y puntos de vista con
éxito.
Al momento de realizar las investigaciones
de lugar, para el desarrollo de este trabajo, me encontré
con una cita de Platón,
que decía: "Hallabanse dos querellantes en disputa, ante
la imposibilidad de lograr un acuerdo deciden acudir donde los
jueces. He aquí que su situación se ve modificada,
ya no importa quien tenga la razón, los jueces se la
otorgaran al que mejor argumente".
Cito este párrafo, para que podamos aterrizar y
entender la importancia de una buena argumentación en
cualquier momento de nuestras vidas.
Bibliografía
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Editorial Leyer, 2001.
Aristóteles. Ética Nicomaquea. Ediciones
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Méndez, A, Carlos E. Guía para elaborar
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2001.
Consultas en paginas de Internet
http://es.wikipedia.org/wiki/Argumentacion
http://mimosa.pntic.mec.es/ajuan3/lengua/argument.htm
http://www.materialesdelengua.org/LENGUA/argumentacion.htm
Autor:
Lic. Ysabel Dalali Jiménez y
Jiménez
Licenciada en Mercadotecnia
y Estudiante de la Carrera de Derecho del 8vo. Cuatrimestre
Santo Domingo, Republica Dominicana
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