El proceso de
competencia va
ahogando a millones de empresas,
concentrando y centralizando la producción para aprovechar economías
a escala. Esa es la
única forma de fructificar los recursos
técnicos para aumentar los beneficios, abaratar los
salarios e
incrementar la tasa de ganancia o variable decisión.
La burguesía lucha por anárquicamente
desarrollar la tecnología que le permitirá producir
con menores costos (aumentado el tiempo de trabajo excedente
expoliado por el patrón) y empobrecer
relativamente a la clase obrera, al abaratar los medios
de subsistencias que ellos mismos producen y que perciben como
salarios cada vez más reducidos y insuficientes para
adquirir todo lo que ellos mismo producen.
Cada vez más el poder económico y su
institucionalización (las organizaciones políticas
de la burguesía) dominan el planeta y deciden por millones
su destino. Atilio Boron comenta que a escala planetaria, 200
corporaciones reciben ingresos mayores al de todos los
países del mundo salvo los 9 de mayores ingresos.
La feroz competencia entre mega corporaciones y otras de menor
ralea impulsa a la (SOBRE)producción, desesperada y
absolutamente disociada de las necesidades sociales pertinentes a
la humanidad.
Por este mecanismo de concentración se reduce la
cantidad de trabajadores ocupados, lo que constriñe la
demanda efectiva de los bienes y servicios que una franja obrera
produce y que otra más pequeña puede consumir, en
detrimento de millones de obreros expulsados al Ejército
Industrial de Reserva donde su depauperación,
servirá al sistema para el sostenimiento de bajos salarios
y aumentará la competitividad entre obreros para mendigar
empleos de condiciones laborales infamantes.
Con ello, se profundiza una brecha inmensa entre lo
técnicamente factible de producir y lo efectivamente
consumido.
Como los consumos productivos (en maquinarias o bienes para
crear otros bienes) no pueden adquirirse sin el desarrollo del
consumo individual el sistema empieza a sobreacumular.
La sobreproducción (de los bienes que poseen mayor
valor) se hace mayormente manifiesta, y como decía
Fourier, la pobreza surge de la riqueza. Así, millones de
mercancías pululan en los anaqueles intentando cristalizar
la plusvalía (savia vital del sistema) que conllevan y que
difícilmente podrán materializar y que
expulsará a los burgueses menos "competitivos",
dilapidando inmensas fortunas producidas por la clase obrera.
Ese recalentamiento se observa en anaqueles inicialmente
repletos que no pueden renovarse de mercancías viejas, en
mal estado et. Ello implica la paralización del
crédito, el arreciar de las bancarrotas, el desempleo y la
miseria acrecentada.
Es de por sí evidente que dialécticamente
coexisten en el sistema
contratendencias que frenan o amortiguan la evolución de estas bases funcionales,
según períodos históricos de auge o
retroceso de la lucha de clases. Sin embargo, la realidad nos
muestra que a
medida que se desarrolla el sistema, agudiza todas sus
contradicciones y se muestra más reaccionario y
salvaje.
¿Cómo combaten sus causantes la
crisis? ¿Por qué nos
engañan?
Puede preocuparnos que el virus tenga
problemas para
reproducirse o podemos pensar, más bien, que el virus es
precisamente nuestro problema.
Santiago Alba Rico
Sucintamente se pudieran plantear 4 escenarios básicos
de lucha:
1. El plano ideológico: Mientras en la
realidad, los trabajadores son echados a la calle en
millones, las empresas quiebran en el miles, la
inflación se dispara y hace imposible la subsistencia,
la Burguesía con sus órganos
propagandísticos se dedica a explicitar subidas y
bajadas de entre el 1% y el 4% de la bolsa y "revelar" que
Nothern Rocks de Inglaterra quebró por la "avaricia y
maldad" de sus dueños (lo que muestra la imbecilidad y
mistificación ilimitada de ese "análisis").
Encubrir la crisis, y hacerla ver como un episodio externo al
sistema es un éxito de la burguesía que repiten
aquellos que se dicen socialistas y sólo corean con
golpes de moral los manuales de los gringos neoliberales y
keynesianos (que son casi idénticos).2. El plano económico: Las ayudas secretas y
públicas de los gobiernos que groseramente sobrepasan
el billón (millón de millones) de
dólares y se manifiestan en Nacionalizaciones
fraudulentas y los 700 mil millones de dólares
emitidos sin ningún respaldo por EE.UU., son formas de
aligerar la inmensa destrucción de fuerzas productivas
y posterior concentración y centralización de
capital que hará más grandes a los burgueses de
mayor capital y desaparecerá a franjas enormes de
pequeño burguesía y burguesía de poco
capital. Conllevando a que éstas arrecien la
explotación más cruenta (e incluso fuera de la
legalidad burguesa) contra los trabajadores que por el atraso
de las maquinarias de sus pequeños patrones,
deben compensar con más cantidades de trabajo y en
peores condiciones.3. La burguesía ya está implantando
incluso en los países centrales del capitalismo: la
extensión de la jornada de trabajo a 65 horas, la
precarización del empleo como políticas
económicas que radicalizará el capital para
abaratar los salarios, hambrear a la clase obrera y
someterla, con el fin de salvar la tasa de ganancia y
reflotar el sistema.4. El plano militar. La represión brutal que
se está desarrollando en estos instantes es
sólo un muestra de lo que se viene. La fascista ley
retorno contra la inmigración en Europa, las vueltas
de la cuarta flota en América y la perspectiva de que
los países más industrializados irán a
la guerra para salvar a sus burguesías decadentes (al
igual que lo hicieron en la segunda guerra mundial para salir
de la depresión de los 30) es el cuadro que se
avecina.
¿Qué hacemos
ahora?
Me voy de regreso a mis combates,
Porque es vieja costumbre en
mí
Escribir el último verso del
poema
En las barricadas heroicas del
pueblo
Víctor Valera Mora
Es lógico entender que la solución no viene del
plano individual, amerita de una sólida organización revolucionaria que desarrollo un
programa claro
y drástico, para un problema de tal magnitud. El necesario
desarrollo de la subjetividad revolucionaria que habla el
compañero Luciano Vasapollos puede acrecentar las
esperanzas de una salida donde los genocidas perezcan como
clase
social.
Los "salvatajes" burgueses son realizados con capital
ficticio, sin respaldo, proveniente de préstamos de
préstamos de otros préstamos que jamás se
van a pagar. Es decir, los vencimientos prontos de las deudas, la
Próxima crisis de las
tarjetas de
créditos y los consumos artificialmente
financiados van a implosionar con mucha mayor fuerza que la
crisis de las hipotecas.
Ante ello, no queda más que la lucha por develar la
gravedad de la crisis, porqué nos afecta tan gravemente,
entender que no existen salidas capitalistas a la misma, que no
hay retorno a la socialdemocracia populista, y que la única
vía que existe es la destrucción del sistema que
hace aguas en las crisis ecológicas, energéticas,
éticas, alimenticia, cultural que juntas se arrullan en el
cuadro sistémico de la crisis.
Ahora más que nunca amerita la radicalización de
nuestras posturas en defensa de la clase trabajadora y por la
construcción de la alternativa a la
barbarie: el socialismo
científico. Cerremos la anacrónica caja de Pandora
llamada capitalismo
(en todas sus variantes)
Autor:
Manuel Sutherland
Asociación Latinoamericana de Economía Marxista (ALEM)
(Ccs. 23/01/2009)
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