- Desarrollo
- El juego
del domingo - En las
páginas del periódico "El
independiente" - Opiniones
- Más sobre el
beisbol - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La historia del
béisbol
en Cuba data de
más de 100 años. Entre las Provincias, donde se
practicó este deporte desde los inicios aparece
Sancti Spíritus. Dada la importancia de saber la historia
del Béisbol en territorios yayaberos, historiadores y
equipos municipales realizan investigaciones
al respecto. En Yaguajay, específicamente, este trabajo va
bastante adelantado, ya que se cuenta con preciados documentos al
respecto.
Se conoce hasta el momento, ya que varios de los datos así
lo afirman, que en Yaguajay se jugó el primer choque de
béisbol organizado el 25 de Diciembre de 1903 entre los
equipos Yara e Independencia.
Pero no fue solamente en la cabecera del territorio donde se
jugó desde entonces. El apasionado deporte se fue
extendiendo hasta varias localidades de la zona como Mayajigua,
que tuvo el honor de ver jugar en sus predios al Club Almendares,
Campeón Nacional de aquellos tiempos, lo que
constituyó todo un acontecer deportivo en la
época.
No es un secreto para nadie que a pesar de que ya iba naciendo
la raíz beisbolera del norte espirituano, todavía
no existía un desarrollo o
educación
deportiva, sino que en los propios peloteros y aficionados
tenía que recaer todo el aseguramiento, contrario a lo que
ocurre hoy en día en que existe la institución
deportiva con sus medios y
vías para garantizarlo.
La información la vi en un libro titulado
"El Cazador", de Raúl Luis, que trata sobre historias
sociales, políticas,
culturales y deportivas del territorio Yaguajay. En lo particular
llama la atención las crónicas aparecidas en
las páginas 101 y 103, denominadas Los Tigres se desploman
y el inmortal Urrutia. Por tanto sobre los enfrentamientos
Almendares y Los Tigres de Yaguajay los días 10 y 11 de
Octubre de 1908, es que trataremos en el presente
Artículo.
Desarrollo
Había en la zona de Mayajigua un hombre de muy
buena posición económica, llamado Crispín
Calienes, al que le gustaba mucho la pelota. Tratando de hacer
más bien una exhibición o un espectáculo,
éste hombre invitó al Club Almendares, de La
Habana, el que ese año había sido el Campeón
Nacional. Todos los gastos fueron a
su cuenta, pues además de Director de Los Tigres en esa
ocasión, fue el patrocinador del choque, que como se
conoce era solamente un aficionado, o talvez quería ganar
adeptos en la zona.
El primero de los dos juegos que se
efectuaron, fue el sábado 10 de Octubre de 1908. Los
resultados afirmaron las sospechas. "Bombín" Pedroso fue
mucho para ellos y les venció 9 a cero. Con
excepción de Pastor Urrutia, quien se
desempeñó a gran altura en el jardín
izquierdo, logrando un tubey y Tomás Loyola con infield
hit en el octavo, el resto no pudo hacer nada.
La artillería de los vencedores disparó 15
indiscutibles, incluyendo tres dobles, dos triples y un
jonrrón con las bases llenas del propio "Bombín"
Pedroso. A pesar de la derrota, Los Tigres jugaron mejor a la
defensa con un solo error y los almendaristas trece uno de ellos
imperdonable por los aficionados, como dice la crónica de
Baltasar Hernández: ganar.
El picheo de Yaguajay no aguantó ante el contrario, que
en realidad poseía una tremenda carga ofensiva. La
afición supo reconocer a los ganadores y les brindó
tremenda ovación, pero la rechifla a los locales fue
injusta.
Este resultado adverso, hizo pensar a la afición que el
desafío del domingo sería un desastre anticipado
para Los Tigres de Yaguajay.
El juego del
domingo
El juego del
domingo 11 de Octubre de mil 908 se celebró a las dos de
la tarde. Los de Almendares seleccionaron a José de la
Caridad Méndez, que en la Campaña Nacional de ese
año había ganado 14 juegos sin reveses. Aunque los
fanáticos no se hacían, la cosa no fue como se
pronosticó.
La lógica
de hacer cambios en la alineación por Los Tigres de
Yaguajay no se hizo esperar. Así procedió Calienes,
quien emparejó más la defensa y la ofensiva. Pastor
Urrutia, quien había sido uno de los destacados el
día anterior, fue el lanzador.
La ofensiva almendarista amenazó fuertemente en los
Inc. 4,7 y 9 y los Tigres lo hicieron en el séptimo y
noveno, pero la cosa no hizo cambiar el marcador, que estaba cero
a cero.
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