De los pilares básicos de la política de la
Revolución
Cubana, es la educación el que
mayor importancia tiene, porque es precisamente a través
de ella que se trasmiten de forma organizada y sistemática
los conocimientos, contribuyéndose al desarrollo de
importantes hábitos, habilidades, sentimientos y valores.
La igualdad y
justicia
social que garantiza el sistema
educacional cubano, son elementos que favorecen que cada persona pueda
desarrollar sus aptitudes y capacidades a plenitud, así
como contribuir con su inteligencia a
las transformaciones educacionales que se operan, con el fin de
lograr una cultura
general e integral. La educación, como
proceso,
históricamente ha estado
encargada de la labor de preparar al hombre para la
vida, acorde con el contexto histórico social.
Las bases que sustentan este trabajo
están dadas por el triunfo de la Revolución
Cubana y sobre todo, la revolución en la educación,
en la enseñanza, en la escuela, en la
pedagogía, en el hombre
cubano donde se da continuidad a la asimilación de lo
mejor del ideal pedagógico precedente y se produce una
ruptura con las transformaciones radicales en el sistema
educacional iniciándose la Primera Revolución
Educacional con la Campaña de Alfabetización en
1961.
La educación se encuentra siempre condicionada por una
visión del mundo y del destino del hombre. La escuela ha
estado al servicio de la
cultura y de la sociedad En
este contexto, la educación latinoamericana y
caribeña presenta problemas e
insuficiencias debido a la alta pobreza y la
exclusión
social, cultural y política existente en la
región.
Cuba es la excepción de los países de América
Latina y el Caribe; a pesar de ser un país bloqueado
por más de cuatro décadas, ha podido impulsar los
programas
educacionales que consolidan el cumplimiento de su
política educacional, no obstante los cambios que se
vislumbran en otros países con los acuerdos del ALBA.
La situación de la educación en Cuba parte de
la realidad única en el escenario internacional, no existe
otro modelo
educacional en el mundo que se acerque al modelo cubano en cuanto
a equidad, sin
marginación de ningún tipo, con un nivel de
calidad
uniforme y ayuda personal para el
que más lo necesite de modo que la universalidad en el
acceso sea verdaderamente efectiva y no formal.
"La Revolución le ha dado una importancia
extraordinaria y especial a la formación
de maestros y profesores. porque en la base de todo el
esfuerzo revolucionario ha de estar la educación, ya que
la función
más importante de la Revolución es
educar"[1] pues "Educar es sembrar valores, es
desarrollar una ética, una
actitud ante
la vida. Educar es sembrar sentimientos[2]
La orientación, entendida como un elemento inherente a
la propia educación contribuye al logro de una
formación integral en la medida que aporta asesoramiento y
apoyo técnico en aquellos aspectos más
personalizadores de la educación.
La orientación es, por tanto, inseparable del conjunto
de la acción
educativa y en este sentido compete a todo el profesorado y se
desarrolla, fundamentalmente, a través de la acción
directa. No obstante se ha considerado necesario contar
también con otros recursos
especializados que colaboren con el profesorado apoyando su
actuación en este campo[3]
Los cambios y transformaciones vertiginosos que ocurren en la
actualidad sobre la base del desarrollo de las nuevas
tecnologías, la convivencia con un mundo globalizado y
neoliberal, en el que se agudizan las grandes diferencias
sociales, influyen en que se operen nuevas transformaciones en el
sistema educacional cubano.
Estas transformaciones se ejecutan en todos los niveles de
educación y se producen de manera prioritaria en el nivel
de secundaria básica.
La orientación profesional y la formación de la
vocación son una temática que ha sido estudiada e
investigada desde los inicios del siglo XX por diversos
investigadores del mundo, teniendo sus orígenes
según la bibliografía consultada en 1908 con la
creación en Boston, Estados Unidos,
del Primer Buró de Orientación
Vocacional a cargo de F. Pearsons[4]
En Cuba ha sido estudiada después del
triunfo revolucionario, a partir de la década del 70 del
siglo pasado y es abordada como política educacional en
las tesis y
resoluciones del 1er Congreso del PCC en 1975.
Existen resoluciones y circulares desde la década del
70 sobre como insertar en el proceso educativo la labor de
formación vocacional y orientación profesional y
actualmente está normado en la Resolución
Ministerial l70 / 2000 y constituye una de las direcciones
principales del Ministerio de Educación.
En la provincia de Matanzas se pone de manifiesto la
política educativa del país y se encamina al
cumplimiento de los fines trazados a partir de sus intereses en
el empleo de la
formación del modelo de hombre que se aspira.
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