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El Código de Ética del maestro cubano (página 2)



Partes: 1, 2

Las relaciones del maestro, los alumnos y la familia con
el personal de apoyo
de la institución escolar, los que también ejercen
una influencia educativa, y debe ser justipreciado sus
contribuciones desde el trabajo que
realizan de higienización, alimentación,
transportación, entre otros oficios y profesiones que
confluyen en un centro educacional.

Las relaciones del maestro con la familia, con una
comunicación orientadora y educativa, de
respeto e
influencia moral, son
esenciales para la labor conjunta del sistema de
influencias educativas, y que se extienden hacia las relaciones
del maestro con los factores de la comunidad, a
partir de las potencialidades histórico, culturales que
esta brinda para la educación
integral.

Aunque alumnos y maestros tienen objetivos
comunes que los unen, unos el de ser educados y otros el de
educar, existen constantes choques de intereses, que generan
conflictos y
dilemas morales para profesores y alumnos, ya que por diferentes
causas o razones (que deben ser indagadas por los propios
maestros), los alumnos manifiestan cierto rechazo a las
influencias educativas de los adultos, fenómeno que
expresan de diferentes formas, con cierto retraimiento en clases,
desinterés, indisciplina, falta de atención etc., por lo que el maestro debe
buscar con los recursos de la
profesión, que pasa por la actividad científico
investigativa, las soluciones
adecuadas a los diferentes choques y problemas que
se le presentan, en lo que la valoración moral de la
profesión con un sentido crítico y
autocrítico contribuye a movilizar al maestro en la
búsqueda de las salidas más adecuadas a los mismos,
es decir en correspondencia con los valores y
las normas
éticas de su función
social, para lo cual debe apelar a la paciencia, saber reprimir
los sentimientos indeseados, las reacciones negativas, de
violencia,
buscar la solución verdaderamente educativa y estimulante.
En ocasiones es factible la consulta o decisión colegiada
con otros colegas, lo cual es una práctica usual sobre
todo si se trata de profesores pocos experimentados.

  • 4. La labor pedagógica es un tipo de
    trabajo de
    naturaleza
    intelectual, ideológica, que se mueve en la esfera de
    los conocimientos científicos, los sistemas
    teóricos, la ideología y la cultura en
    general, lo cual representa un riesgo
    siempre presente, de que el maestro se aleje en su labor
    educativa de la vida cotidiana, de la práctica y sus
    significaciones, es decir de cumplir a cabalidad con el
    principio de la integración de la teoría y la práctica y de
    preparar para la vida a sus alumnos, por otra parte, esto
    puede ser una premisa que puede contribuir a generar rasgos
    negativos en la
    personalidad del maestro como el de la autosuficiencia,
    al considerar que es el que "más sabe" y subvalorar la
    personalidad de sus alumnos e incluso de sus
    colegas. La moral
    es un elemento autorregulador importante ante estos u otros
    riesgos
    que se presentan en el trabajo pedagógico.

  • 5. Aunque la labor pedagógica se
    organiza y se orienta en y a través del colectivo de
    maestros, esta se ejecuta y se realiza a partir de la
    actividad y responsabilidad individual de cada maestro que
    conforman el colectivo pedagógico en lo que se da la
    correlación de la responsabilidad individual y
    colectiva, el maestro es el encargado de organizar, dirigir,
    orientar y ejecutar el proceso
    pedagógico. Esto no significa que cada maestro "tenga
    su propio librito", que lo aisle o aleje de los objetivos
    educativos comunes de su colectivo y de la sociedad,
    que se contraponga a la labor de otros maestros o a la
    importancia de las diferentes áreas del conocimiento presentes en el currículum
    institucional. Por otra parte, esta característica, es
    la razón por la cual el maestro debe estar consciente
    de que los controladores principales de la calidad de su
    labor educativa, de su profesionalidad son sus propios
    estudiantes, estos son sus observadores cotidianos. Por ello
    la moral de la profesión le indica que debe ser el
    primer interesado en autoevaluarse en este sentido y buscar
    de forma adecuada la información al respecto, incluyendo las
    opiniones críticas que puedan tener los propios
    estudiantes, para mejorar su labor.

Estos entre otros rasgos hacen que la moral profesional
tenga una función vital muy activa en la
orientación, regulación y valoración de la
labor cotidiana y la vida personal de los maestros, por estar
presente en toda la actividad pedagógica y la vida de la
sociedad en general.

¿Cuál es
el ideal de educador que requiere la sociedad socialista
cubana?

Un importante lugar dentro del código
de ética
lo tiene el tema del Ideal,

cuando hablamos del ideal de educador, hablamos de una
formulación teórica, ideal, de carácter ideológico y cultural, del
tipo de maestro o profesor que
requiere nuestra sociedad en estos tiempos. Ese modelo tiene
que estar en correspondencia con el contenido del sistema social
socialista de la Revolución
cubana (ideal social), y con el ideal del tipo de
personalidad a que se aspira (ideal humano). Sin embargo, entre
el ideal y el modelo existen diferencias, el ideal es más
general y abstracto, el modelo está más cerca del
deber ser y del ser de la profesión.

Al hablar del modelo del educador, no podemos mirar solo
hacia el ideal de maestro que aspira a tener la sociedad en un
largo plazo, proyectado en otros niveles del desarrollo a
alcanzar, es necesario tener en cuenta los modelos
paradigmáticos de maestros o profesores del presente, e
incluso de la generación actual del magisterio
revolucionario cubano.

Para este propósito, la Ética
Pedagógica en nuestra sociedad aporta los principios
morales
de la profesión que orientan el proceso de
concreción de los valores y
cualidades morales que no se deben dejar de tener en cuenta en la
proyección del modelo del egresado de las carreras
pedagógicas y en el ideal de educador que desea y aspira a
sociedad.

En la formulación de estos principios se ha
tenido en cuenta el pensamiento
pedagógico de José Martí y
de Fidel Castro,
de este último se tiene en cuenta su intervención
del 7/7/81, donde expresa la imagen social del
maestro cubano, concretada en el Deber Ser de la profesión
del educador, su encargo y función social, el que nos
orienta para la precisión de las normas morales de las
relaciones, comunicación y modos de actuación en
los desempeños, así como los valores y cualidades
morales de la personalidad del educador.

Principios
morales de la profesión

  • Fidelidad a la causa de la patria socialista de
    la Revolución cubana y del
    internacionalismo en la labor
    pedagógica.

"El pueblo más feliz es el que tenga mejor
educado a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y
en la dirección de los sentimientos. Un pueblo
instruido ama al trabajo y sabe sacar provecho de él. Un
pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico
que otro lleno de vicios y se defenderá mejor de otro
ataque". ("Educación popular",
O. C. T. 19, página 375).

"Educar es depositar en cada hombre toda la
obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen
del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo
al nivel de su tiempo, para
que flotre sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con
lo que no prdrá salir a flote; es preparar al hombre para
la vida" (Escuela de
electricidad,
O. C. T. 8, página 282).

"En la escuela es el maestro, es el profesor quien
concreta los lineamientos trazados por el Partido en la medida en
que sepa dar cumplimiento a los planes de estudio, programas,
indicaciones metodológicas y documentos
normativos.

El Educador debe ser, además, un activista de la
política
revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra
ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones
políticas. Debe ser, por tanto, un ejemplo
de revolucionario, comenzando por el requisito de ser un buen
profesor, un trabajador disciplinado, un profesional con
espíritu de superación, un luchador incansable
contra todo lo mal hecho y un abanderado de la exigencia".
(Castro, F. 1981).

"La eficiencia
externa se expresa en graduados capaces de continuar
adecuadamente sus estudios, de integrarse al proceso productivo o
a los servicios con
plena capacidad y conciencia de su
responsabilidad laboral y social;
en su preparación científica y en su
formación ideológica; es decir, en su capacidad y
en su disposición de servir a la Patria donde sea
necesario en cumplimiento de sus deberes con ella y con el
principio del internacionalismo proletario."

  • Actitud consciente y responsable ante el trabajo
    pedagógico.

"Edúquese en el hábito de la
investigación, en el roce de los hombres y en el
ejercicio constante de la palabra, a los ciudadanos de una
república que vendrá a tierra cuando
falten a sus hijos esas virtudes." ("Bronson Alcote, el
platoniano", O.C. T. 13, página 189).

"… la primera libertad, base
de todas, es la de lamente: el profesor no ha de ser un molde
donde los alumnos echan la inteligencia y
el carácter, para salir con sus lobanillos y jorobas, sino
un guía honrado, que enseña de buena fe lo que hay
que ver, y explica su pro lo mismo que el de sus enemigos, para
que se le fortalezca el carácter de hombre al alumno, que
es la flor que no se ha de secar en el armario de las
universidades." ("En los Estados Unidos",
O.C.T. 12, página 348).

"El educador no debe sentirse nunca satisfecho con sus
conocimientos. Debe ser un autodidacta que perfecciones
permanentemente su método de
estudio, de indagación, de investigación. Tiene que ser entusiasta y
dedicado trabajador de la cultura.

La auto preparación es la base de la cultura del
profesor."

"La auto preparación tendrá calidad si
existe el espíritu de superación, si se es exigente
consigo mismo, si se está inconforme con los conocimientos
que posee. La inquietud intelectual de un profesor es cualidad
inherente de su profesión.

En la medida en que un educador esté mejor
preparado, en la medida en que demuestre su saber, su dominio de la
materia, la
solidez de sus conocimientos, así será respetado
por sus alumnos y despertará en ellos el interés
por el estudio, por la profundización en los
conocimientos."

"… Hay que educar en todos los lugares en que nos
encontremos. Y esa vía de educación permanente
tiene que ser el ejemplo, en la escuela, en el lugar de
residencia, en las actividades sociales, el maestro tiene que ser
un ciudadano ejemplar que todos respeten y admiren."

"La ejemplaridad se demuestra en la puntualidad,
disciplina,
calidad de la clase,
cumplimiento de las normas, asistencia al trabajo productivo, en
las relaciones con los alumnos y con los compañeros, en su
higiene
personal y en la exigencia para consigo mismo y para con los
demás."

"La vinculación de la palabra con la acción,
de las convicciones con la conducta son la
base del prestigio moral del educador.

El maestro está obligado, ante todo, a plantearse
ante sí altos requerimientos morales, ya que no se puede
exigir a los demás lo que él mismo no practica.
Solo puede educar el que es ejemplo."

"En las escuelas secundarias básicas e institutos
preuniversitarios, se debe continuar perfeccionando el trabajo de
formación vocacional y orientación profesional para
que los jóvenes selecciones cada vez mejor sus estudios de
acuerdo con sus aptitudes e intereses personales y sociales, y en
cuanto a los estudios de maestros y profesores garantizar
que…ingresen jóvenes conscientes de la
significación de esta hermosa
profesión."

  • Colectivismo pedagógico
    (correlación de lo individual y lo social en el
    trabajo del maestro).

"Al venir a la tierra,
todo hombre tirar derecho a que se le eduque, y después,
en pago, el deber de contribuir a la educación de los
demás." ("Educación popular", O. C. T. 19,
página 375).

"La elevada formación ideológica,
científica y pedagógica, la asistencia y
puntualidad, el cumplimiento de la misión
docente educativa, la participación activa en las tareas
revolucionarias y las relaciones que se establecen con los
alumnos sobre la base del respeto mutuo, son factores que
posibilitan el prestigio y la autoridad que
deben caracterizar la labor diaria del maestro.

El colectivo de profesores de una escuela tiene que
servir de modelo moral para el colectivo de alumnos. La
autosuficiencia, la pedantería y la vanidad son
manifestaciones de la ideología pequeño burguesa,
que nuestra juventud
rechaza. Nuestros educadores tienen que ser ejemplos de la moral
del socialismo y
combatir resueltamente toda desviación que no esté
acorde con los nuevos valores creados por la
Revolución."

"En las condiciones de la revolución
científico – técnica contemporánea no
concebimos al maestro con métodos
artesanales del trabajo, lo concebimos como un activo
investigador, como una personalidad capaz de orientarse
independientemente, como un intelectual revolucionario que toma
partido ante los problemas y plantea soluciones desde el punto de
vista de la ciencia y
de nuestros intereses de clase. Todo ello requiere de mucho
estudio, de un alto nivel ideológico, de un alto nivel de
los conocimientos y del desarrollo de habilidades
profesionales.

Ustedes forman parte de la nueva generación de
educadores cubanos, son los depositarios de las mejores
tradiciones del magisterio cubano. Conocer esas tradiciones es un
deber histórico, y trabajar por estar a la altura de
ellas, un compromiso moral.

Hay que saber aprender de los profesores que llevan
años laborando; hay que tomar de ellos lo mejor, el
resumen de las de las mejores experiencias. Pero hay que pensar
con carácter creador, hay que tener desarrollado el
espíritu autocrítico sobre su propio
trabajo."

Los maestros de más experiencia tienen una
importante misión en la formación de los más
jóvenes tanto en formación como de los
recién graduados; los claustros, los colectivos docentes,
deben constituir una influencia positiva en la educación
de los graduados…

  • Humanismo pedagógico, principio rector de
    la labor pedagógica, penetra e integra los restantes
    principios.

"La enseñanza, ¿quién no lo
sabe?, es ante todo una obra de infinito amor."
("Función de la enseñanza". O. C. T. 11,
página 82)

"… para ser maestro de otros es necesario saber
servir." ("Mario Fortuna", O.C.T. 28,
página127)

"He aquí, pues, lo que han de llevar los maestros
por los campos. No sólo explicaciones agrícolas e
instrumentos mecánicos; sino la ternura, que hace tanta
falta y tanto bien a los hombres." ("Maestros ambulantes", O.C.T.
8, página 289.)

"Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura,
en la utilidad de la
virtud y en ti." ("Ismaelillo", O.C.T 16, página
18).

"El profesor es uno de los principales auxiliares que
tiene el Partido para la formación de la personalidad
comunista de las nuevas generaciones.

Por el carácter político de su trabajo y
en virtud de la influencia que ejerce en sus alumnos con su
ejemplo personal, del profesor se exigen determinados requisitos
indispensables en su tarea educativa. De ahí que la
sociedad espere de ustedes que sean:

  • Profesores que sistemáticamente formen en sus
    alumnos los conceptos científicos sobre la naturaleza
    y la sociedad. De hecho, profesores estudiosos, capaces de
    desarrollar eficientemente los planes y programas de
    estudios, para los cual deben prepararse consecuentemente, y
    poner especial atención a la preparación
    metodológica programada.

  • Profesores organizados que contribuyan junto al
    director y colectivo pedagógico al logro de una
    eficiente organización escolar, estrictos
    cumplidores de las normas y disposiciones establecidas, y que
    con su ejemplo contribuyan a formar jóvenes
    responsables, conscientes de sus deberes.

  • Profesores que en su labor como educadores, formen
    en sus alumnos hábitos de estudios, de trabajo, de
    educación formal, correctas relaciones entre
    compañeros sobre la base de los principios de la moral
    de nuestra sociedad, que desarrollen sentimientos humanos,
    solidarios, de respeto a la propiedad
    social y personal, que estén aptos para vivir en la
    sociedad que construimos y luchar contra toda conducta
    indeseable.

  • Profesores con un gran espíritu de justeza y
    honestidad, que luchen permanentemente por
    desarrollar en sus alumnos el interés pos saber, el
    afán por hacerse cada vez más útiles a
    la colectividad, y que sus resultados docentes pongan de
    manifiesto los logros que alcanzan en este
    sentido.

  • Profesores que destierren toda forma de
    manifestación de fraude
    académico, que eleven el valor
    moral de las pruebas o
    exámenes y combatan el más mínimo
    vestigio de conducta que desvirtúe su pureza y
    rectitud.

  • Profesores que trabajen en la formación
    comunista de nuestros educandos, que combatan toda
    manifestación de individualismo, egoísmo e
    inmodestia y todo lo que constituya una desviación
    ideológica.

  • Profesores que formen a nuestra juventud en las
    más puras tradiciones de la clase obrera.

  • En fin un profesor que en su tarea diaria
    esté consciente de la responsabilidad que la sociedad
    le ha situado al conferirle lo más preciado de ella,
    la joven generación" (Castro, Fidel, 1981).

Estos principios se expresan de una forma concreta en
los valores que integran la profesionalidad
pedagógica:

  • Profundo humanismo
    martiano y marxista, revelado en el amor a
    los niños y jóvenes y adultos, en
    una palabra, al ser humano, concretado por medio de un trato
    y comunicación afectuosa, orientadora y siempre
    respetuosa de la dignidad
    personal de sus educandos. Creer en el mejoramiento
    humano.

  • Amor a la profesión, expresado en la
    dignidad, consideración y autoestima
    profesional, honor y orgullo pedagógico,
    abnegación y entrega.

  • Espíritu revolucionario, transformador,
    creativo y optimismo pedagógico, creer en las fuerzas
    racionales, afectivas y morales, confiar en las
    potencialidades infinitas del crecimiento personal y
    humano.

  • Consciente cumplidor de sus deberes y
    responsabilidades pedagógicas, luchador incansable por
    el perfeccionamiento constante y la excelencia de su
    trabajo.

  • Exigente y justo.

  • Honesto, modesto y sencillo.

  • Portador de un prestigio moral como base de la
    autoridad pedagógica ante sus alumnos, sus colegas, la
    familia y la sociedad como un todo.

En el Instituto Superior Pedagógico Enrique
José Varona, la Cátedra de Ética y el
claustro de profesores en diferentes Facultades, ha experimentado
procesos
participativos de construcción de códigos de
ética de la profesión en grupos de
jóvenes que se forman como educadores en la
combinación del principio del vínculo del estudio y
el trabajo con resultados favorables y de una forma atractiva
acercar a los jóvenes a estos conocimientos.

NOTA: En la selección
de los textos martianos colaboraron las Licenciadas Alba L.
Versón González y Norma Pie Maclean.

Bibliografía
básica

Castro Ruz Fidel. Discurso el 7
de julio de 1981.

Chacón Arteaga Nancy y colectivo,
Dimensión ética de la Educación Cubana,
Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba
2002.

Martí Pérez José. ObrasCompletas
Editorial CienciasSociales, la Habana Cuba 1975.

 

 

 

 

Por:

Dra. C. Nancy Chacón
Arteaga

Partes: 1, 2
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