Reportaje
Se trata de uno de los delitos de
lesa humanidad más frecuentes del mundo y un problema de
salud
pública.
A pesar de la cantidad de leyes, decretos,
reglamentos y conferencias que a nivel mundial se han realizado
para disminuir la cantidad de denuncias que diariamente reciben
las autoridades encargadas de controlar el caso, la violencia
contra la mujer se
incrementa tanto, que hoy en día se habla de ella como un
problema de salud pública.
Venezuela no escapa de esta cruda realidad, pues los casos
reflejados en las cifras que manejan la mayoría de las
instituciones
encargadas de estudiar la violencia
intrafamiliar, son pocos en relación al alto
porcentaje que aún siendo víctimas no se atreven a
denunciar.
Y es que el machismo desde siempre ha sido un fenómeno
inculcado desde el nacimiento, donde pintan al hombre
(varón) como el mandamás o el cabeza de familia, dejando
a un lado a la mujer y
educándola para servir a su pareja, a pesar de que
éstas han demostrado que pueden llegar mucho más
lejos.
Sin embargo una de las causas de la violencia contra la mujer
es cuando éstas deciden desafiar a su pareja,
quizás por sentirse agobiadas, o simplemente porque no
aguantan otra humillación. Situación que enfurece
al hombre sintiéndose con el derecho de maltratarla
psicológica y hasta físicamente.
Es por esto que el machismo es señalado como principal
detonante de la violencia contra las féminas, ya que la
mayoría de los victimarios tienen una especie de cinta en
su mente que los hace pensar que la mujer es para lavar la ropa,
y el hombre es
el que sale a la calle para traer el alimento al hogar.
Los hombres al ser desafiados por su pareja incurren en lo que
los especialistas denominan maltrato por negligencia, es decir
que les suprimen el sustento alimenticio tanto a la mujer, como a
los niños.
Figura 1: Las víctimas sufren en silencio.
En el caso específico de la capital del
estado
Bolívar, Ciudad Bolívar se
observó una prevalencia de 391 casos durante el año
2007 y el primer trimestre del 2008, es decir un considerable
aumento de mujeres maltratadas, tomando en cuenta que la
violencia además de física, altera los
nervios convirtiéndola en psicológica.
La mayoría de los casos de violencia presentados en
esta ciudad son atendidos en la consulta externa del Centro de
Salud Mental,
Comandancia de la Policía y Fiscalía del Ministerio Público, por
lo general presentan maltratos por partes de sus parejas, siendo
el de tipo físico el de mayor incidencia, aún
cuando se puede inferir posibles maltratos de tipo
psicológico y hasta sexual.
Una de las víctimas que se atrevió a contar su
relato fue Xiomara Pérez, ella explicó que fueron
muchas las veces que fue maltratada, "una vez me golpeó
muy fuerte, la mayoría de las veces en el oído, la
espalda y piernas".
Ante esta situación la médica psiquiatra Yolirma
Vaccaro, especialista del Centro de Salud Mental de Ciudad
Bolívar, manifestó que en su experiencia
profesional ha reconocido que la violencia de mayor incidencia es
la de tipo física, la cual va acompañada con
maltrato psicológico, cuestionamientos, acusaciones y
hostigamientos, que son indicadores de
la violencia que se evidencia en el hogar.
Otro aspecto que se suma a la violencia contra la mujer es la
obligación sexual, muchas de las pacientes tratadas por
esta experta en salud, señalan que luego que se dan las
golpizas son obligadas a mantener relaciones
sexuales con el agresor.
De generación en
generación
Es importante reflejar que en la mayoría de los casos
de violencia existen hijos de por medio, estos presencian la
cantidad de actuaciones producto de la
violencia, tal es el caso de insultos, gritos, golpes, es decir
que de no ser corregidos a tiempo se
podría hablar de una conducta repetida
que puede ser asumida en un futuro por las víctimas
indirecta (hijos).
De acuerdo al criterio de la doctora Vaccaro, los
orígenes de la violencia son múltiples, primero es
producto de antecedentes de maltrato; segundo falta de afecto en
su formación personal; tercero
incapacidad para establecer relaciones afectivas por negociación y cuarto por miedo. Todos estos
elementos constituyen un factor de riesgo en cuanto
es un ciclo que se repite continuamente de generación en
generación.
Figura 2: Lamentablemente los niños son víctima
de la agresión familiar.
La explicación de Vaccaro se evidencia con el
testimonio de otra de las víctimas consultadas, Nelly
Álvarez, quien soportó insultos y golpes por no
contar con estabilidad económica. "Los niños
estaban viviendo un terror dentro de esas cuatro paredes en que
vivíamos, ya estaban siendo involucrados en las peleas, y
más de una vez salieron golpeados, cuando me intentaban
defender de su padre".
Violencia
omnipresente
Por otra parte, la psiquiatra manifestó que no
sólo se da una violencia contra la mujer en el hogar, pues
la sociedad ha
diseñado formas específicas de maltratar a las
mujeres, "en el campo laboral se le
solicita exagerados requisitos que le impiden desarrollarse como
personas, a su juicio el examen de embarazo es un
elemento contrario a la naturaleza de
ser de la mujer, pues la principal misión de
la mujer en el mundo es ser madre".
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