Proposiciones teórico-conceptuales para la toma de decisiones ético-transformacionales en la organización universitaria (página 3)
Este escenario pasado marca el escenario presente,
donde ha venido evolucionando la organización. Y los
aportes de estos grandes filósofos han servido de
fundamento para entender la existencia de estilos de liderazgo contingentes para
tomar decisiones en la organización. "La teoría de la contingencia
se desarrolló con fines de análisis histórico
porque resultaba más útil que el determinismo…
<< del hombre fuerte>> para
explicar la razón de ser de ciertos acontecimientos"
(O"toole, 1996:99); ya que en la generalidad de las veces las
conductas humanas no pueden demostrarse científicamente,
porque la mayor parte de los conocimientos de las personas
están centrados en sus creencias, que en la mayoría de
las veces son subjetivas.
Sin
embargo los planteamientos mas recientes de Adam Smith, Charles Babbage y
Robert Owen, (Cita Robbins 1999) como estudiosos del contexto
organizacional han sido la clave para determinar la dirección y las fronteras
de la actividad organizacional y el liderazgo, así como en
la toma de decisiones.
Smith en 1776, formula sus planteamientos acerca de
como la división del trabajo aumentaba la productividad, cuando se
incrementan las habilidades y las destrezas de cada trabajador,
así como ahorrar el tiempo que se pierde con el
cambio de tarea y
estimular la creación de inventos y maquinas que ahorraran
mano de obra.
Owen
complementa las iniciativas de Smith en 1825, estableciendo
reglamentación de las horas de trabajo, leyes laborales para la mano de
obra infantil, educación publica, alimentación en el sitio de trabajo y
la responsabilidad con proyectos para la comunidad. Por su parte
Babbage en 1832 agrego las siguientes características, a los
planteamientos de Smith: reducir el tiempo para aprender las
funciones del puesto, reducir
los desechos de material, alcanzar altos niveles de habilidad y
propiciar el acoplamiento de las personas con la tarea.
Pero la
era clásica como expresa Robbins comenzó en 1900, con
las teorías generales de
la administración en su
mas destacados expertos entre los cuales figuran: Frederick
Taylor, Henri Fayol, Max Weber, Mary Parker Follet
y Chester Barnard; quienes pusieron en práctica las
bases de las teorías contemporáneas de la
administración.
La
ubicación en los escenarios del pasado, permite visualizar
como han sido los procesos decisionales en la
organización. Observando los distintos cambios en
tiempo y espacio, que han llevado la toma de decisiones
desde los enfoques de liderazgo contingente (centrado en tarea,
gente, situación y transacción); hacia escenarios de
acción que ya no tienen
capacidad de respuesta, a la competitividad integral y la
disipación de rangos. Este hecho, ha traído como
consecuencia que el centro de gravedad de la organización,
no esté en sus gerentes, sino en sus trabajadores. Quienes
han tenido que cambiar para asumir responsablemente la toma de
decisiones, para vivir con la organización y no para la
organización. O´Toole (1996:10) expresa que,
"…el liderazgo del cambio no depende de las circunstancias sino
más bien de las actitudes, los valores y las acciones de los
lideres."
En tal sentido a continuación se explican los cambios en
la toma de decisiones según las formas de liderazgo
contingente, en virtud de tener una visión global que
permita responder a estos tiempos de cambio, caos e incertidumbre
que le ha tocado vivir a la organización en este siglo
multicultural y globalizado; donde el conocimiento y las nuevas tecnologías de
información están
dirigiendo sus destinos.
Para una mejor comprensión de lo argumentado, y en el
entendido de dar direccionalidad a la forma, e ir construyendo un
modelo teórico que
responda a las exigencias de una investigación en la
institución universitaria centrada en el constructo,
"Toma de decisiones ético transformacionales en el
docente universitario" se puntualiza el razonamiento
siguiente:
El líder es una persona común que se
distingue de las demás sólo porque busca
sistemáticamente la innovación, entusiasma a
la gente para conseguirla y trabaja con intensidad para ponerla
en práctica. Busca el cambio, responde a él y lo
explota como una oportunidad. El líder sabe que las soluciones nunca son
definitivas, que no hay nada mas problemático que una
decisión, porque muchos de los principales problemas fueron creados por
nuestras propias soluciones.
La investigadora suscribe el párrafo anterior cuya
autoría es de Ginebra (1997:72), por cuanto en la
visión del presente estudio se exponen conceptos y
teorías sobre toma de decisiones y enfoques de liderazgo en
un contexto empresarial o de negocios, del cual, sólo
se extrae el material relevante para presentar un docente no como
superhombre, mas bien, un ser que se mueve en un ambiente donde valores y principios están regidos por
comportamientos éticos. De acuerdo con esta línea de
pensamiento, conviene el
marco teórico referencial
de trabajos en materia del liderazgo que
presentan Ramirez y Cabello (1977), Robbins (1999) y Gibson,
Iveancebich y Donnlely (2001), quienes dentro de de la
teoría del comportamiento organizacional,
identifican el liderazgo bajo los siguientes enfoques:
·
Enfoque, liderazgo centrado en la tarea para la toma de
decisiones
·
Enfoque, liderazgo centrado en la gente para la toma de
decisiones
·
Enfoque, liderazgo centrado en la situación para la toma de
decisiones
·
Enfoque, liderazgo centrado en la transacción para la
toma de decisiones
Estos cuatro pivotes de apoyo a la teoría del
liderazgo que se quiere perfilar, en combinación con la
teoría del capital intelectual o capital
mental triádico propuesta por De Gregori y Volpato (2002)
quienes, conciben el cerebro en tres bloques: cerebro
izquierdo, con su función
lógico-analítico que orienta el potencial racional;
cerebro derecho, funciones intuitivo-sintético que orienta
el potencia emocional; y cerebro
central, funciones motora-operacionales que orienta el potencial
operacional; se perfilan de gran utilidad para establecer cambios
en la toma decisiones del docente en tres de sus facetas como
académico universitario: en el aula, como evaluador y como
investigador.
a) Enfoque liderazgo centrado en la tarea para la
toma de decisiones. La concepción tradicional
de como el líder centrado en la tarea toma decisiones,
comienza con las escuelas clásicas del pensamiento gerencial
antes de 1950, representados por Weber con su descripción sociológica
de las estructuras burocráticas
que las caracterizaba. Al igual que Taylor con su enfoque de la
administración
científica de la tarea, Koontz y O"Donnel y Katz Kahn
apoyando la teoría de una administración de mando,
que conciben al hombre como un apéndice de las organizaciones.
Esta
práctica, es conocida como dirección científica
asumida bajo cuatro principios: 1) especialización en la
tarea, 2) estandarización en la ejecución de la tarea,
3) centralización en la toma
de decisiones y 4) uniformidad en la práctica. Las herramientas utilizadas para
sustentar esta teoría, fueron los estudios de tiempo y
movimiento, con el fin de
lograr una mejor productividad. Por su parte, los trabajadores
debían aprender a renunciar a su propia manera de hacer las
cosas, adaptar sus métodos de trabajo a los
nuevos estándares y acostumbrarse a recibir y obedecer
instrucciones; con objetivos claros y organizados
en forma racional y eficiente, especificando detalles en cuanto a
planear, organizar y controlar; bajo el mando de un líder
autocrático. La teoría "X" de MacGregor, lo
supone como un ser humano, que le desagrada el trabajo y hace todo lo
posible por evitarlo, desea ser dirigido, y evita
responsabilidades para no tomar decisiones.
La esencia del liderazgo bajo este enfoque, es la
influencia sobre los individuos. Por ello, el poder del docente como
líder se caracteriza, por el dominio excesivo sobre el otro
(su alumno). Sus decisiones son autocráticas sin pedir
opinión. Su autosuficiencia no le permite que otros
participen con libertad de criterio en el
cumplimiento de los objetivos, los cuales sigue de cerca para
controlar la efectividad de los alumnos y cumplir con el programa de la asignatura y los
lapsos del semestre. Por otra parte, tiene su centro en las
características de personalidad sociales e
individuales del docente líder, entre las cuales destacan
las físicas y las intelectuales, en las que se
establece una relación de superioridad que apoya la
concepción de que el líder nace con cualidades que lo
diferencian de los demás.
Los criterios que caracterizan al enfoque centrado en al
tarea, llevan al docente a ejercer su liderazgo sintiéndose
efectivo y eficiente cumpliendo con normas orientadas por su
Coeficiente Intelectual (CI) con funciones
lógico-analítico, alineadas por el potencial racional
propio del cerebro izquierdo. Tiene como eje de acción
el ejercicio del liderazgo orientado hacia la consecución
del cronograma del semestre para cumplir con los objetivos del
programa. La toma de decisiones según el gráfico
5, de un docente centrado en la tarea, conlleva a decidir
autoritariamente sin considerar la participación y
compromiso de los alumnos cuando este dicta su clase, realiza
investigación con sus alumnos o aplica alguna evaluación. Este es el
docente que se dedica como expresa Mendez (2000), a promover
"…que el subalterno o el empleado se dedique sólo a
obedecer o a cumplir una función y no a pensar", invalidando
el potencial cognitivo, así como las demás capacidades
que por naturaleza ya posee;
ignorando lo ético transformacional.
Gráfico 5
Toma de decisiones según enfoque del liderazgo
centrado en la tarea
Diseño Atencio (2003)
b) Enfoque liderazgo centrado en la gente para la toma de
decisiones. El estilo de liderazgo centrado en la tarea ha
traído muchas controversias provocando efectos negativos que
han afectado la productividad de las personas, por cuánto la
sumisión hacía el líder causa una gran dependencia
por parte de los seguidores, quienes son incapaces de tomar
decisiones. Es así, como surge en el ámbito
organizacional Elton Mayo, (Cita Robbins,
1999) quien promueve el movimiento de las relaciones humanas en la
organización, introduciendo la filosofía de que la
eficiencia y la
productividad de las personas aumenta en función del trato
que se les de, aplicando los conocimientos de la ciencia de la psicología general y la psicología social que
visualizan al hombre como ser socio-psicológico. De tal
manera que el líder se centre en las relaciones humanas,
la motivación y el entrenamiento, considerando la
necesidad de darle oportunidad a sus seguidores de que participen
en la toma de decisiones para lograr aumentar su compromiso,
satisfacción en el trabajo, crecimiento y desarrollo personal.
Por otra parte se
logró la aceptación de cambios, además de un mejor
rendimiento, eficacia y descentralización de las
decisiones. En este enfoque de liderazgo, los seguidores tienen
la oportunidad de expresar su personalidad, necesidades, deseos y
motivaciones y los líderes se identifican como
democráticos. MacGregor (Cita Robbins, 1999.) lo caracteriza
en su teoría "Y", con el supuesto de que al ser humano no le
desagrada el trabajo, sino que éste, es una fuente de
satisfacción que le permite aprender en condiciones
apropiadas, no sólo para aceptar, sino también para
asumir responsabilidad, creatividad e ingenio cuando
se toman decisiones.
El docente como líder bajo este paradigma, muestra interés por el grado
de relación, confianza y respeto para con las ideas y
sentimientos de sus alumnos, en quienes se preocupa por lograr
efectividad en su actividad académica. Enfoca su atención hacia los
aspectos humanos de los problemas del educando, así como en
la formación de grupos o equipos de trabajo,
presentándoles tareas con objetivos claros y con bibliografía identificada,
concediéndoles libertad para realizar el trabajo escrito o
de exposición, pero siempre
buscando altos rendimientos.
Elton Mayo, además de proponer las relaciones humanas,
plantea también la sociología del comportamiento para lograr
mayor productividad y calidad en la tarea, que utilizan
en la generalidad de las veces el Coeficiente Emocional (CE) con
funciones intuitivo-sintético. Las decisiones del docente
con este punto de vista siguen el esquema del gráfico 6, que
lleva al docente, a considerar al alumno en la generalidad de las
veces, desde lo ético transformacional.
Gráfica 6
Toma de decisiones según enfoque del
liderazgo centrado en la gente
Diseño Atencio (2003)
c) Enfoque liderazgo centrado en la situación
para la toma de decisiones. En este estilo los seguidores
son la clave para aceptar las condiciones del líder, si
consideran que satisface sus necesidades. Está sujeto a
fuerzas que influencian sustancialmente la forma de ejercer el
liderazgo. El psicólogo norteamericano Fred E. Fiedler (Cita
Robbins, 1999), las identifica con tres factores: 1)
relaciones personales entre el líder y los seguidores, que
abarcan aspectos como los sentimientos y el grado en que los
seguidores trabajan por o en contra del líder. 2) la
naturaleza del trabajo, por cuánto diferentes tareas
requieren varias clases de líder y 3) la fuerza relacionada con el
puesto en la organización, referida al poder que se deriva
de su posición permitiendo al líder contratar,
despedir o recompensar a sus seguidores.
Likert y sus
colaboradores de la Universidad de Michigan ubican
este líder de acuerdo con cuatro sistemas de administración,
por su parte Hersey y Blanchard (cita Robbins 1999), lo
identifica con su teoría de la madurez de los seguidores. En
tal sentido, proponen cuatro situaciones para tomar
decisiones:
1)
Decisiones donde se ordena, lo harán como el líder
diga, madurez grado 1; los seguidores son incapaces y nos
están dispuestos a tomar decisiones.
2)
Decisiones persuasivas: ¿No creen que es una buena idea?,
madurez grado 2; los seguidores son incapaces pero están
dispuestos a tomar decisiones.
3)
Decisiones participativas, ¿Qué piensan ustedes?
madurez grado 3; los seguidores son capaces y están
dispuestos a tomar decisiones.
4)
Decisiones delegativas, los seguidores toman decisiones, madurez
grado 4; el líder ve a sus seguidores como sus colaboradores
y confía decisiones importantes en sus manos.
La característica más relevante en este estilo de
liderazgo es la situación, enfocada en tres variable:
relación con la tarea (grado en que la tarea esta sometida a
procedimientos), relación
con las personas (grado de confianza y respeto) y relación
con el poder del puesto (influencia derivada de la
posición).
En una institución universitaria, el docente muchas
veces se apoya en su condición de profesional inteligente,
intuitivo y sabio; para trasmitir y ayudar al joven a construir
sus propios conocimiento. Por otra
parte, esta en la obligación de cambiar su estilo de
acuerdo con la situación particular que se le presente. Un
académico universitario en situaciones particulares como es
el caso de tener que asignar alguna actividad de evaluación,
debe recurrir al estilo situacional para modificar su conducta y adaptarse a las
circunstancias de una determinada situación o
problema.
En el contexto de una organización de educación superior el
enfoque del liderazgo centrada en la situación promueve
eficiencia en el docente, cuando éste, planifica y toma
decisiones mediante cuatro variables condicionadas por la
madurez del estudiante: mandar, persuadir, participar y delegar;
decidiendo bajo el esquema que se presenta en el gráfico 7,
que coloca los alumnos, como la clave para satisfacer las
necesidades y requerimiento del docente líder, quien,
utiliza el poder del puesto como el indicador mas importante para
decidir, poniendo en práctica su Coeficiente Intelectual
(CI) y su Coeficiente Operacional (CO). Este enfoque para
resolver, solventar o satisfacer problemas y necesidades, genera
incertidumbre en el profesor como líder,
desatendiendo en no pocas oportunidades lo ético
transformacional.
Gráfico 7
Toma de decisiones según el estilo
situacional
Diseño Atencio (2003)
e) Enfoque liderazgo centrado en la transacción para
la toma de decisiones. Los líderes transaccionales
identifican las necesidades de sus seguidores para cumplir sus
objetivos, aclaran funciones y tareas organizacionales, premian
el desempeño y toman en
cuenta las necesidades sociales de sus seguidores, trabajan
intensamente e intentan dirigir con eficiencia y eficacia. Un
docente bajo este estilo utiliza su Coeficiente Intelectual (CI)
y su Coeficiente Operacional (CO), para trabajar intensamente en
tres de sus facetas: en aula, como evaluador y como investigador,
desestimando en ciertas ocasiones lo ético
transformacional
Este intercambio
del rol del líder con sus seguidores se ha definido como
transaccional, utilizando los conceptos de orientado a los
objetivos, las recompensas y la dirección por
excepción, para aumentar el rendimiento y la
satisfacción. Muchas teorías entre ellas, los estudios
de Ohio State, modelo de Fiedler, Teoría Trayectoria – Meta
y el modelo líder participación (cita Robbins 1999),
han tenido que ver con líderes transaccionales.
Gibson,
Ivancevich y Donnely (2001) consideran, que probablemente haya
razones diferentes como un sistema de evaluación de
rendimiento poco fiable, recompensas concedidas de forma
subjetivas, escasos esfuerzos por mostrar la relación paga –
rendimiento fuera de control, que los seguidores no
perciben como significativas o importantes; que permiten
inferir que hasta que los líderes no entiendan que quieren
los seguidores, administren la recompensa a su debido tiempo e
insistan en la relación paga-rendimiento en forma mas
ecuánime y equitativa, seguirá habiendo confusión,
inseguridad y un mínimo
de impacto transaccional en la relación del
líder-seguidor.
Para
abordar la forma en que toman decisiones este tipo de líder,
el modelo de líder – participación de Vroon y Yetton
citado por Robbins (1999) plantean algunos comportamientos del
líder en situaciones diferente: 1) autocráticos, toman
decisiones solos u obteniendo información de sus seguidores,
2) consultor, comparte el problema individualmente o en grupo y toma decisiones solo y
3) grupo toma decisiones de manera conjunta con los
seguidores.
En este enfoque de liderazgo, posiblemente existan razones
de peso que llevan al docente como líder a tener una
actuación poco fiable, con relación al sistema de
evaluación sobre las recompensas concedidas en forma
arbitraria, las decisiones tomadas sin considerar los juicios
centrados en valores y el respeto por los alumnos, que
dificultan el ejercicio de un verdadero liderazgo. Por su parte,
este docente muchas veces decide bajo tres comportamientos
autocrático (toma decisiones solo u obteniendo
información), consultor (deciden compartiendo el problema
individualmente o en grupo) y grupo (toma decisiones de manera
conjunta). Este líder toma decisiones según el
gráfico 8.
Gráfico 8
Toma de decisiones según el liderazgo
transaccional
Diseño Atencio (2003)
2.4.3.- Sinopsis de categorías teóricas para la
toma de decisiones según enfoques del
liderazgo
El uso de la teoría del liderazgo para analizar el estilo
de toma de decisiones en el académico universitario, hace
presumir que en las organizaciones de educación superior
existen indicadores particulares para
determinar cambios en las decisiones según el estilo de
liderazgo del docente en sus facetas de aula, como evaluador y
como investigador. Por ello, son la clave para inquirir en el
docente como líder universitario las tendencias de al toma
decisiones según el estilo para liderizar; cuya síntesis se presenta en el
cuadro 2.
De esta manera, es posible conocer a través de estos
indicadores como se toman decisiones en una organización
universitaria, para proponer que sus docente lideres consideren
el liderazgo como una de las vías mas expeditas para asumir
transformaciones en estos tiempos de turbulencia e incertidumbre,
donde los cambios están a la orden del día y lo que
tiene que cambiar, cambiara. Tomar decisiones entonces, requiere
algo más que el uso del cerebro izquierdo racional, lineal y
mecanicista. El argumento principal secundado por los
críticos y estudiosos en la materia, es combinar el
coeficiente intelectual (CI) cerebro izquierdo, con el
coeficiente emocional (CE) cerebro derecho y el coeficiente
operacional (CO) cerebro central; para lograr decisiones
ético transformacionales que consideren beneficios tangibles
e intangibles, porque las decisiones afectan positiva o
negativamente dependiendo del beneficio que se persiga.
Sin
embargo hasta el problema más simple como expresa Durmond
(1992), genera un complejo proceso de pasos, que deben
seguirse sistemáticamente por los responsables de la toma de
decisión en la búsqueda de soluciones eficaces. Por
ello, la racionalidad limitada que no es mas que simplificar los
seis pasos del proceso clásico de la toma de decisiones
(identifica el problema, clarifica y ordena, genera opciones,
compara las opciones y elige la opción) en cuanto a: hacer
manejable el problema, concentrarse en pocas opciones y decidir
con base a conjeturas inteligente en el logro de una toma de
decisiones efectivas.
Cuadro 2
Sinopsis de indicadores sobre toma de decisiones
según los enfoques de liderazgo
Enfoque de liderazgo para decidir |
Actuación del Líder y Seguidor |
Filosofía de Liderazgo |
Filosofía para la Toma de Decisiones |
Expertos o Investigadores que apoyan |
Centrado en la tarea. |
Líder ordena. Seguidores obedecen. |
Filosofía del mando con estructuras | -Centralizada. -Líder con poder excesivo. -Teoría "X". | -Weber -Taylor y Gilbreth.
|
Centrado en la gente. |
Líder se interesa por los seguidores. Seguidores siguen complacidos al líder. |
Mayor satisfacción, rendimiento y | -Participativas. -Grupales e individuales por consenso. -Teoría "Y". | -Elton Mayo. -Firtz Roethlisberge Fayol |
Centrado en la situación. |
Líder se adapta a las situaciones. Seguidores apoyan al líder. | - - - | Decisiones de acuerdo a las situaciones.
| -Fiedler. -Liker. -Hersey y Blanchard. -Blake y Mouton. |
Centrado en al transacción. |
Líderes y seguidores se influyen entre sí |
Interés porque los seguidores cumplan sus |
Decisiones de acuerdo al intercambio entre el rol del | -Fiedler. -Vroon y Yetton. -Ohio State. -Robert House. |
Acopio Atencio (2000)
2.4.4.- Grandes tendencias y fuerzas para decisiones
ético transformacionales
Los estilos de liderazgo explicados y analizados, tienen la
particularidad de seguir procedimientos en los procesos
decisionales para determinar cambios en la toma de decisiones con
la participación de los siguientes indicadores: estilo de
liderazgo, actuación del líder, filosofía del
liderazgo para decidir, y expertos que apoyan uno u otro estilo
de liderazgo (centrado en la tarea, centrado en la gente,
centrado en la situación y centrado en la transacción)
para reconocer cambios en la toma de decisiones en una
organización.
Las variables indicadas se pueden combinar con aspectos tan
disímiles como la creatividad, la intuición, la
inteligencia emocional, la
inteligencia intelectual, la
inteligencia operacional, la ética y sobre todo un gran
respeto por la libertad hacia la condición humana; con la
finalidad de tomar decisiones mas eficaces, eficientes y
humanizadas. Por ello, las grandes tendencias y fuerzas de
cambio hacia el siglo XXI propuestas por Siliceo, Casares y
González (2000), expresadas en el grafico 9; se presentan de
gran significación para la toma de decisiones ético
transformacionales del docente líder universitario.
Para entender las tendencias del nuevo liderazgo en la
institución universitaria, es necesario conducir las
energías y fuerzas de transformación mediante un
desarrollo consciente y
sólido de un verdadero sistema de valores que dirija las
emergentes tecnologías de la información y la comunicación. Estas
tendencias como describe Alvin Toffer (Siliceo et al, 2000:10.),
"son como olas que inician influyendo en la cultura social y poco a poco
con mayor fuerza la pervaden y la modifican totalmente. Las
tendencias son directrices y resultados finales". En ellas, se
exponen los procesos que están en camino hacia los cambios
trascendentes en la organización universitaria.
Gráfico 9
Grandes tendencias y fuerzas ético
transformacionales
Diseño Atencio (2004)
Como se ha podido dilucidar, el fenómeno liderazgo, en
las organizaciones entre ellas las de educación superior, se
encuentra interconectado con los procesos de decisión del
profesor universitario. Es por ello, que una teoría sobre
liderazgo en la generalidad de las veces comparte elementos
comunes con la toma de decisiones tales como: una
manifestación singular de poder (coercitivo, legitimo,
recompensa, natural y de experto), conceptos propios para
entender al individuo (principios, metas,
valores, cultura), explica la acción social y la conducta
individual y por ultimo, todos los estilo estudiados comparte
como característica esencial la presencia de un líder
que fue primero seguidor.
Es indiscutible entonces, que toda decisión en una
institución universitaria, relacione directamente al docente
con su hacer, y lo compromete con un mundo en
transformación, donde el rescate de valores trascendentes y
el liderazgo centrado en valores y en la ética del
ser, deben ir de la mano para tomar decisiones
gratificantes y vivificantes, con un abismal respeto por la
libertad y la dignidad del ser humano, para
lograr acuerdos apoyados en el saber de convivencia.
Desde esta óptica el liderazgo del
profesor universitario en su actividad académica sea esta
docencia, investigación o
evaluación entre otras, debe asumir sus decisiones desde una
perspectiva ética y responsable, teniendo como eje de
acción los valores, opiniones opuestas, juicios de valor, principios y creencias,
que no sólo requiere de información, sino considerar su
hacer y su quehacer, respetándose a sí mismo y al otro
(su alumno, seguidor o cualquier persona que dependa de él).
Como aspiración ideal para realizar su proyecto de vida con una misión y visión, capaz
de propiciar cambios transformacionales, en un intento por
rehabilitar su acción pedagógica sacando a la luz, valores olvidados.
Ahora bien, la práctica del liderazgo en una
organización universitaria debido a las eventualidades del
contexto tales como exigencia en el tiempo para cumplir los
objetivos de la asignatura, en la generalidad de las veces se
torna individualista, llevando al docente a utilizar
básicamente la ética de la dependencia y
deontológico para cumplir normas preestablecidas, de espalda
al ser humano. Santana (2000) señala, que las acciones del
ser humano obviamente no siempre se inspiran en la racionalidad y
en la dependencia, en virtud de que la libertad que aquel tiene
para decidir, lo lleva a optar por la vía que mejor se
adapte a su forma de pensar y sentir, a sus metas y
circunstancias; sumado al hecho de que cuando las personas
deciden, se someten a procesos complejos cargados de
incertidumbre, ambigüedad, indeterminación y
duda.
Por ello, la intuición, la futurización, la
creatividad, los sentimientos, las corazonadas y el respeto del
ser humano, generan una toma de decisiones centrada en un
liderazgo más efectivo y transformacional capaz de
transformar al docente, a su alumno y la propia
organización, desde una dimensión ético
transformacional. En este sentido, la conveniencia de abordar una
teoría dimensional abonada y apuntalada por las dimensiones
del ser humano que aprende, siente, dice, decide y hace; a partir
de la ética de la convivencia mediante el dialogo y la palabra.
2.4.5.- Teoría dimensional de sustento a la toma de
decisiones ético transformacionales
Para una mejor comprensión del nuevo significado
que se le quiere atribuir a la toma de decisiones, se presentan a
continuación las categorías de análisis sobre un
marco teórico centrado en las dimensiones trascendentes de
la persona desde su condición humana. De esta manera, se
aborda la óptica de algunos especialistas tales como:
Eugenio Trias (2000), Peter Ricardo (1996 y 2002) y Pierre
Aubenque (1999), principalmente; quienes tocan muy de cerca al
hombre desde la ética y la condición humana; y cuyos
pensamientos teóricos son el cimiento para desarrollar el
constructo: " toma de decisiones ético
transformacionales".
Este constructo o nuevo epistéme teórico, se centra
en la visión de interpretar al hombre como
tomador de decisiones desde la ética del limite y la
condición humana, contextualizado en las organizaciones de
educación superior, centros por excelencia de la sociedad del conocimiento, de
la información, de lo científico y lo
tecnológico.
La complejidad, la evolución y
circulación de un cúmulo de actividades de la comunidad
universitaria, sugiere la necesidad de determinar un nuevo
paradigma para la toma de decisiones en esta tipología
de organizaciones. De manera que la toma de decisiones del
docente líder universitario desde una dimensión
ético transformacional se pueda proponer a partir de la
propia esencia del ser humano en su contexto existencial,
internalizado mediante valores e ideales compartidos con el
mundo exterior. Donde la personalidad, la
espiritualidad y por ende todos aquellos valores que van mas
allá de lo material, intervengan con un papel fundamental en
la transformación universitaria, a partir de las decisiones
que tomen sus docentes libre y
responsablemente; capaces de compartir mas allá del mundo
exterior que lo rodea, su proyecto de vida.
Cabe destacar que de los miembros que integran la comunidad
universitaria, son sus docentes como lideres y modelos a seguir por sus
alumnos, a quienes les corresponde asumir la toma de decisiones
con una nueva perspectiva por encima de la racionalidad
normativa. El decidir en todo caso, como actividad cotidiana en
la comunidad universitaria debe considerar los criterios de
respeto a la naturaleza del hombre, su hacer, su quehacer, su
ser, su convivir; como vectores de direccionalidad
responsables de promover transformaciones profundas en el ser
humano, asociadas con valores ético-trascendentes entre los
cuales resaltan: la verdad, la unidad, la belleza, el bien, la
justicia, la tolerancia, la responsabilidad y
la solidaridad.
En el nivel de la teoría, Trias (2000:12 y 16), uno de
los investigadores sobre esta temática permite inferir que
la complejidad que caracteriza la vida del hombre, solo puede ser
entendida siempre y cuando éste se acoja a su condición
humana limitada y fronteriza, es decir, "obra de tal manera que
ajustes tu máxima de conducta, o de acción, a tu propia
condición humana de habitante de la frontera"; de tal imperativo,
es necesario tener presente, que el límite es siempre
un concepto resbaladizo y de doble
filo. A su ética del limite o de razón fronteriza,
Trias, propone una reflexión sobre la propia condición
humana que permite esclarecer "eso que somos", ya que en
última instancia la gran pregunta filosófica es la que
parece condensar todas las demás: "¿Qué es el
hombre?"
Infiriendo sobre ese pensamiento, la condición de
límite y de frontera, entonces, constituiría parte
integral del hombre desde la perspectiva de esta
investigación; de tal manera que sea el sustento de los
procesos decisionales del docente en el contexto de
una instituciones de
educación superior.
A este respecto, el estilo del discurso en este trabajo se
centra en presentar un tejido reflexivo de ideas que sustenten un
nuevo paradigma para "El Constructo toma de decisiones
ético transformacionales" , el cual se asienta
en siete dimensiones:
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
lógica.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
condición humana.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
prudencia.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
imperfecta.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
ética del limite.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
valores.
· Toma de
decisiones ético transformacionales en dimensión
liderazgo transformacional.
a) Toma de decisiones ético transformacionales
en dimensión lógica. Desde esta dimensión se
percibe a la institución universitaria como centro de
producción y
construcción del
conocimiento; espacios donde las decisiones de sus actores
generalmente están influenciadas por la parte lógica
presente en todo ser humano. Utilizado en la generalidad de las
veces, su coeficiente intelectual identificado con el cerebro
izquierdo, para plantear decisiones racionales, mecanicistas;
guiadas por el deber ser de lo que constituye las normativas
institucionales, que en la mayoría de los casos hace
inflexible los procesos decisionales. La dimensión
lógica para decisiones ético transformacionales,
se toma como punto de partida para incoar el razonamiento del
presente constructo, en virtud de la fuerza que tiene sobre los
actores de los centros universitarios, el intelecto
lógico.
En este particular, las concepciones teóricas asumidas
sobre esta temática, permitirá en este documento,
presentar el nuevo significado que se le quiere atribuir a las
decisiones que se tomen en la institución universitaria,
agregando el componente sobre ética del limite y
condición humana, a la toma de decisiones del docente como
líder académico universitario; quien asumirá la
responsabilidad de promover la nueva significación sobre
toma de decisiones. Ya que, objetos y hechos carecerían de
significado por sí sólo.
El significado en los procesos decisionales pudiera decirse,
se organiza en función de los principios y creencias
presentes en el docente y en el resto de las personas que
integran la comunidad universitaria. Porque cada persona
tiene su propia interpretación del
mundo, razón por la cual, la condición de límite
no hay que perderla de vista para no invadir los espacios
del otro y comprenderlo con relación a su mundo. Trias
(2000:12) manifiesta "comprender eso que somos a
través de la idea de límite. Somos los límites del mundo"; por
consiguiente, el quehacer diario de un docente, de su
convivencia; beneficia o perjudica al otro dependiendo de la
percepción de su
entorno y de su propio yo interior.
Desde esta perspectiva, el hombre en su propio
horizonte casi siempre andará en la búsqueda de la
verdad para sus decisiones éticas, una verdad que es posible
observar como una triple verdad: verdad Dios, verdad hombre y
verdad mundo. En el escenario universitario, el pensar en la
antropología de lo
limitado marca frontera para situar al hombre a infinita
distancia de lo prehumano y del misterio de lo suprahumano; como
al igual que en lo físico y metafísico o
teológico. Según este autor, con "nuestras
emociones, pasiones y usos
lingüísticos, dotamos de sentido y significación
al mundo de vida en que habitamos" (Trias, 2000:12 y 13).
Debido a la importancia significativa que tiene la
dimensión lógica para la toma de decisiones desde la
ética y la condición humana en el contexto
organizacional, se han seleccionado los siguientes autores que
abordan esta temática:
Etkin (1993:20) por ejemplo, define la toma de decisiones
éticas como una actitud mental que se
desarrolla al mover una organización del estado actual de la
situación, a un estado previsto. La acción de tomar
decisiones involucra un proceso de comunicación identificado
con el tipo de negociación que mejor
respuesta ofrezca, originando una relación de compromiso
para las partes involucradas en el proceso,… una dimensión
lógica para llegar a decisiones éticas debe considera
en todo caso, que el decidir es una acción netamente del ser
humano, y en este particular, el uso práctico de la
razón se abrirá en experiencia.
Para seguir discurriendo sobre la dimensión lógica
Gelatt (1998:1 y 6) expresa, que tomar decisiones requiere de
tácticas para el orden y el caos, haciendo uso de la
flexibilidad y el equilibrio para estar a tono
con los cambios propios de un futuro incierto, …. a fin de
mantener una conducta correcta… necesitamos los conocimientos y
actitudes para manejar tanto el orden como el caos.
El autor propone para la toma de decisiones el proceso del dos
por cuatro, esto es:
dos actitudes y cuatro factores, las actitudes están
representadas por: aceptar como incierto el pasado, el presente y
el futuro, y ser positivo acerca de la incertidumbre; por su
parte los factores se identifican con: lo que desea, lo que sabe,
lo que cree y lo que hace. Combinando las actitudes con los
factores, logra cuatro principios que caracterizan a una persona
tomando decisiones. Estos son: concentrarse y ser flexible en lo
que se quiere; informarse y tener cautela con su
información; ser objetivo y optimista acerca de
lo que cree, y por ultimo, ser práctico e
imaginativo.
Desde una dimensión lógica el autor abre una ventana
hacia la toma de decisiones éticas, tratando de buscar la
integridad de una persona, puesto que según Trias (2000:35)
"la ética se inspira nuclearmente en lo que somos".
Robbins (1999:118 y 119), expone un criterio suficientemente
aceptado sobre la toma de decisiones. Señala que en toda
decisión está presente lo ético, aplicando tres
razonamientos: 1) el utilitarismo, las decisiones proporcionan
bienestar, 2) los derechos, toda decisión está
sujeta a códigos éticos y 3) la justicia, el decidir
amerita imponer reglas justa e imparciales. Cada uno de estos
tres criterios tiene sus ventajas y sus desventajas: el
utilitarismo, promueve la eficiencia y la productividad, a costa
de los derechos de la persona; el uso de los derechos protege al
individuo, pero crea un ambiente de trabajo rígido, y por
ultimo, la justicia, protege los intereses de las minorías,
alentando un sentido de distinción entre los trabajadores.
El enfoque Robbins, también admite un tratamiento desde la
óptica del límite y de la condición humana, pues,
si se reconocen los valores que generalmente se identifican con
la actividad académica, el tomar decisiones en los centros
universitarios se convertiría en un ejercicio ético
transformacional.
De estos planteamientos surge la imperiosa necesidad de darle
un giro a la forma con que deciden los docentes universitario,
combinando lo racional, con lo intuitivo y hasta con lo
operativo. En otras palabras, significa combinar coeficiente
intelectual-cerebro izquierdo (CI-CI), coeficiente
emocional-cerebro derecho (CE-CD) y coeficiente
operacional-cerebro central (CO-CC). En el gráfico 10,
se presenta este equilibrio para una toma de decisiones
éticas, en una dimensión lógica.
Gráfico 10
Toma de decisiones ética en una dimensión
lógica.
Diseño: Atencio 2003
Sin embargo, como en la práctica no es fácil
presenciar tal equilibrio, es necesario plantearse varios
escenarios, como lo propone De Gregori y Volpato (2003) en su
teoría cibernética social y
proporcionalismo que conforman el capital mental triádico
del cerebro en una persona decidiendo: 1) cuando la tendencia es
a utilizar el coeficiente intelectual-cerebro izquierdo. En este
caso, la persona decide con funciones
mecánicas-analíticas, desde el deber ser, utilizando
normas. 2) La persona decidiendo con el coeficiente
emocional-cerebro derecho, centrado en el ser, su decidir se deja
guiar por lo intuitivo-sintético y 3) La persona que decide
con funciones intempestivo-operativo, utilizando su coeficiente
operacional-cerebro central sin razonar y considerar las
consecuencias de la decisión.
Discurriendo sobre la imperfección del ser,
¿cómo saber tomar una decisión ética?, Chopra
(1996:117 y 118) responde tal interrogante que sirve de guía
a quienes se interesan por el tema, él autor señala
que; "se siente paz y consuelo y ninguna resistencia de parte del universo. El cuerpo experimenta
una sensación de tranquilidad, te sientes bien. Y cuando
escoges el camino equivocado, también lo sientes en forma de
malestar físico".
La necesidad entonces, de
reconciliar la esencia del ser humano con las decisiones desde la
dimensión lógica en la organización universitaria,
hace presumir que las acciones del profesor, obviamente no
siempre se inspiran en la racionalidad y la dependencia; en
virtud de que la libertad que éste tiene para decidir, lo
lleva a optar por escoger, aquella que responda con asertividad a su forma de
pensar y sentir, a sus metas y circunstancias. A esto, se suma el
hecho que cuando una persona decide, se somete a procesos
complejos, cargados de incertidumbre, ambigüedad,
indeterminación y duda. Por ello, la intuición, la
creatividad, los sentimientos, las corazonadas y el respeto al
ser humano; serian los iconos que orientaren la toma de
decisiones éticas desde una dimensión lógica.
b) Toma de decisiones ético transformacionales
en dimensión condición humana. La dimensión
condición humana para la toma de decisiones ético
transformacionales desde la realidad del hombre en su comunidad
universitaria, podría ser explicada a través de la
comprensión de aspectos filosóficos, debido a que el
ser humano instruido y educado es menos propenso a hacerse
prisionero de las opiniones de los demás. En la mente del
hombre sabio, la existencia propia del "ser" clarifica y
reflexiona acerca de sus propias capacidades, dando sentido y
significación a los símbolos para decidir.
Hecho que se manifiesta mediante la exposición y
expresión en figuras y formas de comunicación. De esta
manera, el símbolo, es aquel concepto como expresa Trias
(2000:13 y 14), que permite "abrir la razón fronteriza a la
experiencia… También a través de símbolos
tenemos la posibilidad de formalizar y configurar aspectos de
nuestro mundo de vida".
La ética como filosofía del saber y actuar,
reconcilia lo etéreo con la condición humana para
discernir y explicar la toma de decisiones, confiriéndole
irradiación de
valores a fin de darle forma y aliento al contenido, por
ser una de las actividades de mayor cotidianidad, que ejecuta el
hombre desde el inicio de cada amanecer.
Se tiene plena conciencia de que lo que se
quiere trasmitir, no es fácil escribirlo, trasmitirlo y
practicarlo; sin embargo, el interés por el tema "Propuesta
ético Transformacional para la Toma de Decisiones en la
Institución Universitaria", impulsan a sobrepasar y entender
los espacios fronterizos invisibles que aclaran las ideas del ser
humano, para combinar la praxis con lo
trascendente.
Apremia entonces, la creación de una base conceptual para
construir un nuevo conocimiento dirigido a rescatar la
dimensión condición humana para la toma de decisiones
ético transformacionales, que ofrezca repuestas en el logro
de una conciencia que permita distinguir cuándo se está
perjudicando o cuándo se está actuando
equilibradamente. Demostrando sensibilidad, ponderación y
sobre todo un profundo respeto por la libertad de criterios y
opiniones contrarias, activando el diálogo para acordar la
decisión que beneficie a las partes involucradas.
No es una novedad que para hacerle frente a situaciones como
las señaladas, las organizaciones deberán asirse a los
cambios paradigmáticos, como bien propone Drucker
(1994:67-68), quien plantea
como salida a la crisis, la gestión del cambio,
implementando cuatro prácticas sistemáticas: mejora
continua de todo lo que hace, aprender a innovar en forma
sistemática, tener capacidad para tomar decisiones aceptando
el respeto por las diferencias y actualizar los
conocimientos cada cuatro o cinco años".
La autora coincide con el pensamiento del autor, por ello, se
aborda el tema de la condición humana, la
innovación, el respeto y la actualización de los
conocimientos, como ejes para la actuación del docente en el
ambiente universitario.
Siguiendo con esta misma línea de pensamiento,
Guédez (2001:34-35) recoge el ideal para las organizaciones
en el presente milenio:
Sabemos que la historia de la humanidad se ha apoyado sobre
recursos distintos para impulsar
la sobrevivencia de la especie durante los diferentes
períodos de la historia. Se han conocido la ola
agrícola, la industrial, la tecnológica, la del
conocimiento y ahora se asoma la ola ética… la ética
surge así como el eje de conductas individuales necesarias
para que las organizaciones, los países, las subregiones y
el mundo asuman el compromiso de sobrevivir, de convivir y de
vivir.
En este sentido una convivencia entre las personas para actuar
éticamente, significa fortalecer en función del dialogo
desde la razón, el juicio y el concepto, la forma como
el hombre toma decisiones. El abordaje filosófico de
la ética del limite en la propuesta teórica de Trias
(2000) sobre la condición humana, es una salida que pudriera
plantearse a la organización universitaria para impulsar el
fortalecimiento y crecimiento de un ser humano
limítrofe y fronterizo, consciente de que no es un ser
racional para creerse un ser perfecto.
Desde los escenarios de acción del hombre como tomador de
decisiones, debe tenerse siempre presente que su condición
humana es limitada, no obstante tiene la capacidad de abrirse a
la experiencia para elegir la mejor decisión desde el ser de
convivencia, regido por el dialogo, las disidencias, las
opiniones opuestas, los juicios de valor y el respeto a la
libertad individual del otro. Una libertad como expresa
Gómez (2000:30) que debe ser producto del respeto, sin que
haya para ello ninguna causa o razón, sino porque el hombre
desde lo mas intimo de su ser toma la decisión de respetarse
y respetar al otro. En palabras del autor: "cuando te respeto
porque simplemente yo decido respetarte, me ubico en el plano
humano, en el de la ética".
Esta transformación ética en una organización
de educación superior, tiene como prioridad, implementar
mecanismos para que su comunidad universitaria vea en la
condición humana el fin, para obrar decidiendo
con transparencia y coherencia entre lo que piensa, lo que dice,
lo que siente y la decisión que finalmente tome. Es decir,
deberá actuar con prudencia y sabiduría del
corazón desde las propias
fronteras del hombre como signo de identidad e
identificación ante su entorno inmediato, ante el
país y ante el mundo.
c)Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión prudencia. Buscar un nuevo arte para vivir, sin el
protagonismo y el heroísmo al momento de la toma de
decisiones, debe ser una práctica fundamental de la
comunidad universitaria desde su condición humana como
actores principales de su organización, por cuanto la
eficacia en sus metas estarían directamente relacionadas con
la discrecionalidad y la prudencia que son virtudes consideradas
por Aristóteles, como
indispensables para el buen juicio del hombre como tomador de
decisiones. Con pensamiento similar, Balaguer (1977) expresa que
el sabio del corazón será llamado prudente, considerado
no como pusilánime y falta de audacia, si no como el
hábito de actuar bien, clarificar el fin y buscar los
medios para alcanzarlos.
El docente universitario, sin ufanarse, puede lucir sus
cualidades, atributos, dotes y talentos en sus diferentes
escenarios académicos; dejándole a terceros las
opiniones calificativas que a bien tengan sobre su persona.
Al cultivar la virtud de la prudencia, el docente se hace
más audaz en el buen sentido de la palabra y menos insensato
en su diario actuar. Desde esta visión, el ser prudente no
significa el no equivocarse, sino más bien, rectificar
cuando comete algún error; asumiendo con responsabilidad el
riesgo por la decisión
tomada.
Santo Tomas de Aquino (Citado por Balaguer 1977) señala
que los tres actos más importantes de la sabiduría son:
pedir consejo, juzgar y decidir rectamente. El cultivo de
estas actitudes, encuentra en la virtud de la prudencia el
fundamento clave para reconocer las propias limitaciones del ser
humano.
Si bien es cierto que actuar con sabiduría, implica un
salto cualitativo en las decisiones prudentes que se tomen, hay
que considerar que ésta virtud, no es nada fácil de
asimilar por el hombre, debido al beneficio material que casi
siempre busca en todo lo que hace. Por ello, el considerar las
opiniones opuestas, el desafío de conocer la propia
identidad y conocer la identidad del otro; representan esos
limites que muchas veces no se deben dejar pasar por alto, en
bien del hombre y de su organización. Condición que lo
lleva a retrasar la decisión, hasta completar todos los
elementos de juicios que permitan para cada situación que le
presente el contexto inmediato y la propia naturaleza; controlar
los grados de duda, así como minimizar los índices de
discrepancia.
Aubenque (1999) haciendo una de las exposiciones más
sugerentes y atractivas sobre la ética de
Aristoteles, expresa que la prudencia es la síntesis de
todas las virtudes, es el buen juicio, el arte de la medida y de
la oportunidad en el obrar; implica valor, templanza, justicia y
sabiduría práctica. El decidir éticamente en una
dimensión prudente se entiende entonces, como la forma de
poner fronteras para que el ser humano no actúe
desde la contingencia, la precariedad y la imprebisivilidad; de
allí la importancia de medir su forma de comportarse,
enfrentarse al azar y aceptar el riesgo de equivocarse.
Es como darle una respuesta a los limites de la razón,
que en no pocas oportunidades agobia al docente para cumplir con
las normas preestablecidas por la organización; que sin
ignorar la existencia humana confía en el poder de la
inteligencia del conocimiento y de la acción para decidir
con discrecionalidad, como la esencia significativa que le
permite, ser ponderado y comedido, antes de emitir un
juicio o tomar decisiones que en la generalidad de las
veces influencian a las personas positiva o negativamente. El
autor enfoca hacia los limites de la razón, asumidos por
Aristóteles; que sin ignorar los aspectos trágicos de
existencia humana, confía en el poder del conocimiento y de
la acción para superarlo.
De esta manera sumir con éxito y ética las
decisiones que se tomen en la institución educativa, depende
en gran parte de que sus educadores y sus educandos sean
prudentes, ponderados y discretos; sean objetivos, sin dejarse
llevar por el apasionamiento, inclinando la balanza hacia la
conveniencia de una u otra parte. Porque como señala Guedez
(2001:23) "…no somos libres para elegir lo que nos pasa,
sino libres para responder a lo nos pasa… todas las
conductas éticas son lucrativas, mientras que todas las
conductas antiéticas son empobrecedoras".
El significado de una práctica ética para decidir
con prudencia, conlleva entonces, al cultivo de la paz y la
comprensión con un profundo respeto por la dignidad de
todos los que comparten el diario quehacer de la comunidad
universitaria, entre ellos sus docente y alumnos; quienes son los
que mayores interrelaciones positivas deben tener, para que su
actividad académica sea del disfrute por construir nuevos
conocimientos y elevar el nivel de formación
humano-espiritual del estudiante.
Significa por otra parte, fomentar escenarios de acción
en el ambiente universitario para decidir mediante acuerdos,
considerando la pluralidad, la diversidad, el respeto y la
innovación; para contribuir, a hacer mas humano, al propio
ser humano, promoviendo un verdadero compromiso personal, profesional y
organizacional.
La prudencia en las decisiones éticas que a bien tenga
asumir la comunidad universitaria, en la cual, sus docentes como
conductores y formadores de aquel joven que un día espera
ser un profesional exitoso, pero sobre todo un ser humano capaz
de contribuir con el desarrollo de su familia, su comunidad; se
propone, como la dimensión que orienta la adjunción
ideal para la toma de decisiones ético transformacionales,
teniendo presente que quienes deben asumir esta gran
responsabilidad, son seres humanos imperfectos, que buscan la
excelencia, superando los obstáculos que forman parte de su
diario quehacer académico.
d)Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión imperfecta. Los errores que pudiera cometer el
hombre no son impedimento para lograr la excelencia, la
superación y el éxito; no deben ser tampoco
predisposiciones para fallar de nuevo, dejando que estos dominen
su voluntad. En este dilema, lógicamente él, casi
siempre esta en búsqueda de la perfección para decidir
y actuar buscando ser exitoso y excelente en todo lo que se
propone. Es por ello, que la perfección como expresa Peter
(2002:15), influencia la vida de las personas de una manera
silenciosa e imperceptible, " la expresión alcanzar la
perfección… no es una aspiración sana. La
búsqueda de la perfección no ayuda a las personas a
vivir, a amar, a sonreír, a gozar, a perdonar. No ayuda ni
siquiera sufrir."
Las acotaciones que hace el autor son como para mover el
piso de cualquier docente universitario que busca ser modelo
perfecto a seguir por su alumno; ya que como ser humano, en la
generalidad de las veces está en proceso de realización
y de transformación mediante cursos de perfeccionamiento y
crecimiento personal; para no fallar, o no equivocarse; pero
sobre todo para realizar mejor su actividad académica. La
búsqueda de la perfección no significa el no
equivocares o no tener fracasos, pero para asumirlos sin
fomentar comportamientos pobres de escasa calidad; Peter
(2002:15) propone la Terapia de la
Imperfección como respuesta que esclarece y devuelve al
académico " su verdad, concibiéndolo como un ser, que
tiene que cargar con el peso de sus limites."
En la búsqueda de un contexto donde poder reflexionar
acerca de la terapia de la imperfección; la institución
universitaria es el ambiente propicio, ya que sus
profesores en la generalidad de las veces quieren vivir con un
estilo de vida que los lleva a
arreglar la realidad y a tener bajo control sus sentimientos; y
se enfrenta en no pocas oportunidades con situaciones
esencialmente limitadas, con sus defectos, con la incertidumbre y
la complejidad en que viven estas casas de estudio; donde lo que
tiene que fallar, fallara; el concepto de la
perfección se vuelve cada vez mas vacío.
Etimológicamente, perfección según Peter (2000:19
y 20) significa:
aquello a lo cual nada falta… la noción de
perfección se convirtió en la medida de lo ideal y de
lo real en todos los aspectos. Todo quedo plasmado por la idea de
perfección… a través de este concepto la mente puede
absorber funciones fundamentales como por ejemplo, esclarecer los
aspectos formales de la problemática del ser.
Pero la búsqueda de la perfección se enfrenta con
una realidad esencialmente limitada y una existencia
inevitablemente defectuosa, generando una actitud y una conducta
de choque con la realidad y la vida misma. Un docente que tienda
al perfeccionismo, está en la búsqueda de convertir el
desorden de la vida al orden que le dictan sus propios procesos
mentales; formulando frases como: si fuera perfecto, si fuera
estimado, si tuviera éxito, si fuera aceptado, si fuera
amado, si fuera profesionalmente exitoso. Esta dinámica producto de la
imaginación, casi siempre esta cargada de desconfianza y
fragilidad hacia la "fragilidad de la condición humana"
(Peter, 2002:40). Esta es una de las razones, que llevan al autor
a proponer el concepto de imperfección, identificado con
todo aquello que la razón lógica percibe como
inadecuado, deforme, limitado, finito o incompleto.
La realidad asumida con estos argumentos, coloca la toma de
decisiones del docente universitario en una línea clara de
distinción y separación entre la tendencia a la
excelencia como aspiración sana y legitima de quien quiere
desarrollarse, ser competitivo y productivo utilizando sus
propias potencialidades; y la perfección que tiene una
actitud neurótica, de fondo narcisista, que lo lleva al
autodesprecio cuando se equivoca. Desde esta óptica el
perfeccionismo es visto con una concepción antagónica a
la excelencia, manifiesto en un problema de vectorialidad, es una
confusión de fondo; caracterizada por la imposibilidad de
comprender que se pueden tomar decisiones erradas. Es como si la
persona desviara o moviera el vector de su vida en dirección
contraria a su propia naturaleza, signada de incertidumbre
y cambio.
Pero ¿de qué manera el académico
universitario puede superar la complejidad y el caos de la
realidad reconociendo que es un ser imperfecto para afrontarlo?
¿De qué manera puede hacer que emerja a la superficie
su yo como ser humano capaz de autoconocerse y conocer al otro
(su alumno)?. Como perfeccionista que se mueve hacía
si mismo, hacia su propio "yo", ignorando su razón
fronteriza y limítrofe para interactuar con el contexto, no
podría; sin embargo si observa a su alrededor, para
encontrar su yo interior y el y el tú del otro, el grupo,
las cosas, los acontecimientos, el pasado, el presente, el
futuro, las deficiencias, el ideal y el valor, la alegría,
el sufrimiento, el deber por convicción, el amor, la muerte y su Dios; es un buen
síntoma de la proyección de sus sentimientos e
intuición. Peter (2000:7) en la Terapia de la
Imperfección propone:
… las implicaciones filosóficas y las proyecciones
ético-espirituales… sus raíces y al mismo tiempo su
apertura… alude a una determinada visión del hombre
concebido como ser limitado, por otra, se reconocen las
exigencias ético-espirituales que derivan de esa misma
concepción… como en una parte de un conjunto mas amplio
que abraza diversos niveles de reflexión, cada uno con su
propia función, pero integrados por el concepto del limite
en una única totalidad unitaria.
El reconocimiento de que el docente es un ser humano asido
a la imperfección, es un primer paso para no hacer
resistencia a los límites y debilidades que lo embargan. De
allí, la necesidad de considerar en las decisiones que tome,
las potencialidades taxativas de la sabiduría del
corazón y la prudencia para el éxito y la excelencia.
Esta dimensión de lo imperfecto, obliga a poner frente a
frente, al hombre con sus propias fronteras y sus limites; en el
pensar, en el sentir, en decir, en el decidir y en el hacer; para
no invadir los espacios del otro.
e)Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión ética del limite. La dimensión
ética del límite como adjunción ideal para tomar
decisiones en la organización universitaria, representa
reconocer en el cuadro de docentes de la institución, los
limites que éste tiene, por su propia condición humana;
para lograr el engranaje de las fuerzas internas y externas que
afectan su cohesión para la toma de decisiones. El limite es
la primera reflexión que se imponer el hombre al momento de
decidir, bajo dos aspectos: como dato por la información
recibida y como experiencia en el dinamismo de la propia
acción, que casi siempre influye negativa o positivamente en
el otro. Trias (2000:21) expone el limite como una filosofía
"… es el ser mismo. Y es también el determinante
radical del concepto de inteligencia o razón que puede
formarse."
Esta exaltación del hombre como un ser
ontológicamente limitado, es su razón fronteriza que
lucha entre dos realidades que lo convierten en una "ser"
dinámico dentro de su existencia, sellada por el limite en
el conocer, comunicar, entender, amar y perdonar; haciendo uso de
sus propias facultades, actuaciones y potencialidades limitadas
por sus imperfecciones. Pero como muy bien lo expresa el autor,
es también "…Asunción onto-lógica de ser
y razón limítrofe es, justamente, la que hace
posible la viabilidad de un uso práctico, o ético, de
esa misma razón." (op. cit.)
La ética del límite como dimensión para decidir
éticamente en una organización de educación
superior, desde la óptica expresada por este autor,
representa en un docente, estar consciente de sus propias
capacidades humanas y limitadas para asumir aquellos valores que
hacen a la persona más humanitaria, más solidaria, mas
tolerante, más justa, más transparente, más
sensible con el otro; en fin significa elegir, compartir,
amar, intercambiar y admitir equivocaciones. En resumen, para
obrar decidiendo de tal manera que ajuste su máxima conducta
a su propia condición de habitante de la tierra, puesto que es la
forma más firme y veraz de vivir la felicidad que todo
hombre desea, como una de las aspiraciones más dignas del
ser humano, la de vivir a plenitud. Un significado que le trae un
mayor compromiso, porque vivir en plenitud no es sólo vivir
satisfecho, sino estar a punto de desbordar los limites de la
propia existencia.
Todo límite se explica en el hecho que siempre es una
invitación a ser traspasado, transgredido o revocado. "Pero
el límite es, también, una incitación a la
superación, al exceso… se producen siempre importantes
fenómenos… todo pierde su identidad pura y dura de
carácter originario,
agreste o natural" (Trias, 2002:17). La noción de
límite en razón del reconocimiento de la propia
condición humana, ofrece una oportunidad mística y
sensible en la que se desarrolla y tiene prosperidad espiritual y
material el hombre. El límite es entonces la condición
fronteriza por medio de la cual se hace posible la vida en
convivencia.
La expresión "ser-en-el-limite" que plantea el autor,
es la síntesis de lo corpóreo y lo espiritual, que
representa la verdadera medida de las cosas. "Y esa
condición determina la relación con todos los
demás sujetos libres y personales" (op. cit:97). Esto
significa, que el hombre es un ser relacional que se abre desde
dentro hacia fuera, entendiendo así, el porqué la toma
de decisiones está cargada de un alto componente emocional y
es en la sabiduría del corazón que éste,
trasciende su propia finitud, poniendo límites a su
comportamiento, conoce lo limitado y lo impulsa a trascender en
el mundo hacia la excelencia para tomar decisiones consistentes,
vivificantes y eficaces.
Es por ello, que abordar al docente en su institución
universitaria significa ubicarlo como un ser en proceso de
realización proyectado por su propia razón. De esta
manera mantiene en la generalidad de las veces un constante
movimiento de fuga y huida de lo ordinario, tratando siempre de
buscar decisiones perfectibles alejándose de sus
límites para volar hacia la cima. En este vuelo, lo humano
muchas veces tiene sabor a desolación, pero también a
expectativas, sin embargo, en el límite de su propia
condición humana es capaz de obtener el gozo que le brinda
la felicidad para disfrutar la decisión tomada con justicia
y verdad respetando la dignidad del ser. Motivo por el cual,
responde a una profunda necesidad de racionalizar la indigencia
producida por el límite. El habitante del límite es
como plantea Trias, (op. cit:109);
… aquel ser que, en razón de sus modos de
responder a la proposición ética, va adaptando y
armonizando su conducta a aquel lugar que constituye y que
determina y define su propia condición y naturaleza. Tal
lugar es el límite. El sujeto, en la medida misma en que se
adapta a ese lugar, respondiendo del <<ser>>
que se le ofrece a través de la proposición ética,
se constituye como <<habitante del
límite>>.
En la dimensión ética del límite para tomar
decisiones desde la eticidad de sus actores en la
institución universitaria, entre ellas sus docentes,
podrían encontrar respuestas a sus acciones, desencadenando
verdaderos cambios desde esa fuerza interior espiritual que el
ser humano tiene para saber lo que puede y lo que debe hacer, y
lo que conduce inminentemente a lo que quiere hacer, en bien
propio y de su alumno con quien comparte el diario quehacer
institucional.
Esta nueva concepción de ética para decidir,
fomenta valores que interactúan con los hechos y
circunstancias de la vida, para conformar el sistema de valores y
significado; desde la propia esencia del hombre en acción;
su ser espiritual y su ser corpóreo en un plano existencial,
definidos por sus limites en le pensar, el entender, el conocer y
el actuar.
f)Toma de decisiones ético transformacionales en
dimensión valores. La dimensión de los valores
permite al académico universitario actuar con una conciencia
ética, para ver e interpretar la realidad desde una
visión para decidir más trascendente; impregnada de
verdad, bien, unidad, belleza, tolerancia, solidaridad y
justicia, demarcando los limites que dan luces para iluminar el
camino, advirtiendo si es necesario parar, retroceder, dar
preferencia o detenerse. Los valores se manifiestan con la
dimensión comunitaria de la persona y su significado
responde a la dimensión ética. Una ética que se
atenga según Trias (2000:35) "a las condiciones de su
posible realización a través de la acción… que
el ser humano permita".
La unión entre la dimensión valores y la
ética, admite asumir con propiedad cualquier
decisión, por cuanto la influencia de un valor transformado
en significado desde la dimensión ética del
límite, provoca ajustes en los procesos racionales,
intuitivos e impulsivos; para adecuar el sistema mental a las
situaciones de cambio e incertidumbre que se presenten al docente
en su comunidad universitaria, mediante un sistema de valores
compartidos que conduzcan hacia el camino de una toma de
decisiones ético transformacional.
Pero es innegable, que un incontable número de veces
los procesos racionales e impulsivos, dominan sobre los
intuitivos. Es por ello, que un educador del nivel superior, pero
que también es una persona, se deba plantear en la
generalidad de las veces valores trascendentes relacionados con
la dignidad de la persona humana para activar el diálogo y
los acuerdos que le permita decidir sobre la opción que
mejor responda con prudencia y sabiduría del corazón
.
En este dilema aparece la dimensión ética del
límite y la dimensión imperfecta desde la propia
condición humana limítrofe y fronteriza, en medio de la
cual se encuentra la razón que hace funcionar la idea de lo
lógico, y la intuición que hace funcionar la idea de lo
individual, para orientar el curso de las decisiones desde la
propia esencia del hombre. Trias (2000:146) muestra dentro de su
teoría del limite como frontera del hombre que;
La libertad del sabio consiste en la adecuación de su
voluntad a ese <<orden del mundo>> gobernado por
su razón inmanente, o por ese lógos que es el
pensamiento interno del espíritu (pneúma), y del
que deriva su expresión verbal <<proferida>> (y
el conjunto de aconteceres a los que ésta pueda referirse).
Tal espíritu no es ajeno ni trascendental al mundo, sino que
lo gobierna desde dentro de modo
<<hegemónico>>.
La intuición descubre entonces una cierta
transparencia, apertura y utilidad para abordar aquellas
decisiones turbulentas, asimétricas y en permanente
desequilibrio con la vida; mientras que la razón percibe el
ideal de una vida en positivo, mediante una conducta
simétrica, equilibrada y armoniosa que no admita errores,
obstáculos e imperfecciones. Se trata de elegir entre vicio
y virtud, entre el bien y el mal; expresados a través de
valores considerados como deseables y como camino para orientar
la toma de decisiones.
Los valores producen un efecto poderoso, sí se aceptan
amplia y genuinamente en la organización de educación
superior, mejoran la calidad y precisión del quehacer
universitario, así como la capacidad de la
administración para evaluar a sus alumnos y los proyectos
que realiza a partir de una esencia institucional. En este
particular, el docente comprometido se identifica más
intensamente con su actividad académica cuando conoce y
siente que será tratado con justicia e igualdad, en caso de que sus
planes fracasen, y premiado cuando decide con creatividad,
independencia,
innovación, compromiso y autorrealización. Su finalidad
es buscar el éxito personal y organizacional, a través
de su motivadora inspiración. Gestionada por medio del
respeto, dignidad, vocación, flexibilidad, empatía,
colaboración, cooperación, creatividad,
innovación, diversión, visión y confianza.
En un
análisis antropológico de los valores, Siliceo, Casares
y González (2000) expresan que estos representan, normas e
ideales de comportamiento sobre los que descansa una cultura como
modo de vida integrado. Orientan y le dan significación a la
visión y a la misión de un grupo
identificado por principios, creencias, actitudes,
comportamientos, roles, entre otros. En ellos, consciente o
inconscientemente se refleja la generación presente y el
modo como desea vivir, respecto a la realización humana del
grupo y de los individuos. Los valores desde esta
óptica:
Son aquellas concepciones prácticas (y normativas)
heredadas o, si es el caso, innovadas por generaciones presentes,
en las cuales la sabiduría colectiva descubre que se juegan
los aspectos más fundamentales de su sobrevivencia física y de su desarrollo humano, de su
seguridad presente y de su
voluntad de trascender al tiempo mediante sus sucesores… Los
valores sólo identifican y reproducen actitudes y
concepciones que se encuentran en los cimientos mismos de la
dinámica cultural y de la vida social. (Siliceo et al, 2000:
51)
Por otra parte, una vez que el hombre establece cuál es
el fin que desea perseguir en su vida, como explica Cortina
(1996), se puede determinar entonces el estilo de
conciencia y su conducta, que conjuntamente con los valores
permitan alcanzar metas intermedias y finales, para orientar
comportamientos conscientes.
Considerando que el centro de esta investigación es la de
formular una propuesta centrada en la figura del docente como
líder constructor de su eticidad, y de todos aquellos
valores que lo conducen al respeto hacia la dignidad humana, para
trascender hacia el liderazgo transformacional; se proponen como
valores para el constructo toma de decisiones ético
transformacional, aquellos que se asemejan con el individuo, en
su ser personal y libre, deseable en sí mismo. Nicolas
(1996), los identifica como trascendentes y los concentra en
cuatro categorías: verdad, bien, belleza y unidad. A
continuación se presenta en análisis de cada uno en sus
particularidades, adaptándolas a la identidad del
académico universitario.
Verdad. La verdad esta en el espíritu del
hombre, incluso es una obra de su espíritu, pero no es un
simple producto cultural; porque si las ideas, los pensamientos,
la doctrina, los principios y las creencias del hombre pueden ser
verdaderas, no lo son por obra de su decreto libre, de su
voluntad, ni tampoco por decisión de una sociedad cultural.
La verdad no es una forma de ver, es una conformidad del
espíritu del hombre con la realidad material que requiere
del hombre que la comprenda, se necesita que su espíritu se
apodere de su sentido inteligible. La verdad es el bien de la
inteligencia humana universal. Por eso es un valor que se ha de
concebir como trascendente para el docente líder
universitario tomador de decisiones ético
transformacionales; ya que no es ni temporal, ni cultural; es
universal y real. No es tampoco una singularidad fugitiva como la
opinión, ni una quimera como las que fabrica la
imaginación, es como expresa Nicolas, (1996:60):
… bien y alimento de la inteligencia espiritual y libre, que
ha sabido arrancar ese tesoro a la realidad sensible.
Numerosa verdad: tantos sentidos que liberar de lo
real, por obra de tantos espíritus humanos y tantas
disciplinas intelectuales.
Lo verdadero es el fin trascendental de mi inteligencia. Tengo
que buscarlo igual en medio de las dificultades de su conquista que en los gozos que
procura tanto si al final lo consigo como si fracaso.
La verdad por ser esencia que encierra su propio significado,
es muy difícil de conseguir, por ello, la necesidad que
tiene de asirse al espíritu del hombre desde su ser interno,
con la humildad del espíritu ante lo verdadero, el servicio del espíritu a
lo verdadero y el bien espiritual de la verdad.
Bien. El bien es todo aquello que ofrece ayuda,
aliento, da placer y felicidad. Sin embargo el bien trascendente,
es universal y real, dando respuesta a la libertad del
espíritu humano, quien podrá discernir que
todo el orden natural, todo el terreno cultural, toda la vida
humana de relaciones intimas y personales, están cargadas de
bien.
El bien responde a lo que el hombre es, espiritual y libre,
que aspira al bien trascendente. ¿Pero cómo es un
hombre fuente de bien? Poniendo en práctica dos limite: el
primero es lo que se conoce como la necesidad natural o de otro
tipo, considerada como una constricción. El segundo, es la
voluntad divina, filtrada a través del enorme prisma de la
existencia del individuo, identificado con la conciencia. Nicolas
(1996:62) explica, que hablar muy de cerca de la conciencia no es
sólo " la obligación moral, o la ley natural de Dios,… La ley
moral en nuestra conciencia bajo al forma de deber es tan natural
como el deseo de los bienes naturales."
A partir de estas concepciones sobre el bien, visto como un
valor trascendente, se llega a la firme convicción de que la
ley moral, es decir el bien, le pide en la generalidad de las
veces al ser humano, que posponga el disfrute de los bienes
materiales y culturales, a ese
bien espiritual que es el ser del hombre. Esto en
definitiva, llevaría al hombre a construir una vida llena de
felicidad, de dignidad, de valores y de satisfacciones.
Belleza. Este valor, ofrece dificultad para ser
asimilado por el hombre en el mundo, debido que no es como el
bien, que hay que cumplirlo, o que hay que utilizarlo aunque solo
sea para gozar de él; se trata de un bien deseable de mirar,
de ver. Es un sentimiento que hace surgir un gozo desinteresado,
se trata de amor a los valores, amor a las
personas. Se trata de un valor de contemplación hacia el
espectáculo de la naturaleza, hacia el rostro del otro
(el prójimo) y hacia el propio cuerpo humano. En todo caso al
ser la belleza un sentimiento desinteresado, es también una
forma de amor. Es una mirada, es esa mirada que constituye un
acto de amor, ese amor se contenta con ser una mirada. Se trata,
por tanto de contemplación. La belleza, es lo que queda por
saborear y por ver en el ser, independientemente de los
demás valores que siempre es posible buscar y encontrar.
De allí, que la pureza y elevación de este valor
trascendente para el hombre debe estar liberado de los problemas
intelectuales y morales, liberado de las constricciones
naturales, de las necesidades físicas, liberado del imperio
de los deseo del disfrute. Así, la belleza natural, lo mismo
que la belleza de las obras de arte, remite al ser humano la
belleza como valor trascendente: toda realidad rica, dada
gratuitamente a la conciencia, para ser solamente contemplada.
Nicolas (1996:65) se hace la siguiente interrogante:
¿Eclipsa la belleza el valor de la verdad y el valor del
bien? No, desde luego; incluso, en cierto modo, eso dos valores
se manifiestan más allá de ella: el misterioso
autor de todo ser, así como el artista, llena forzosamente
su obra de esos otros bienes y nosotros podemos, a veces debemos,
buscarlos en ella. Pero la belleza es otra cosa y no pide mas que
ser contemplada.
La belleza como valor trascendente en todo caso, se puede
gozar de ella en todas partes y crearla en todas partes. Lo mismo
que el bien, lo mismo que la verdad, la belleza tratara siempre
según la medida, de buscar los medios para encontrar el
ideal transformacional del ser humano en la figura del docente
líder universitario.
Unidad. Es menester que los valores sean
convergentes y que estén unidos, puesto que son los valores
del ser, uno y diverso, y son por otra parte
valores-visión-misión del ideal fundamental de la
persona, puesto que están por encima de su diversidad
cultural y remiten a la única causa del ser, el respeto por
la dignidad de la persona humana. Pues bien, el ser, es la unidad
mas profunda conocida como identidad del ser. De allí, surge
el principio de la identidad que explica la ley natural de
la armonía y la unidad de todos los seres. La unidad
acompaña a todo cuanto existe, o por lo menos debería
acompañarlo, porque donde la unidad falta surge el
desorden, desintegración, descomposición,
destrucción, conflicto, odio, entre otras
desuniones propias que afecta la unidad.
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