- Introducción
- Resumen
- Preguntas
iniciales a la exposición - Aspecto
psicosociales en la historia - Consecuencias psicológicas de la
infertilidad - Tratamiento psicológico
INTRODUCCIÓN
Como punto de partida es necesario no considerar
la infertilidad funcional exclusivamente como una
enfermedad orgánica, y tratar de reconocer la
dimensión subjetiva de este proceso. Desde
la ciencia se
nos habla de un cuerpo igual para todos, un cuerpo
biológico, de donde la persona -el
sujeto- queda excluida. Pero es importante considerar a las
personas no sólo como cuerpos, sino como a seres humanos
complejos, con sentimientos, cada uno de los cuales da diferentes
significaciones a su sufrimiento. En este sentido, es
imprescindible tener en cuenta la historia singular de cada
sujeto como tal. En cualquier caso, tanto si la infertilidad es
funcional o «inespecífica» como si tiene una
base claramente biológica, la mujer y/o
pareja pasarán por un duelo, el de la pérdida de su
capacidad reproductiva.
La relación entre psicología e
infertilidad es un tema controvertido que ha sido abordado de
múltiples maneras. Sin embargo, hay tres interrogantes que
se plantean en las publicaciones referentes al tema. El objetivo del
siguiente trabajo es
responder estos cuestionamientos llegando así a comprender
los problemas
psicológicos que deben enfrentar las parejas ante la
problemática de la infertilidad:
¿Los problemas psicológicos producen
infertilidad?
¿La infertilidad produce problemas
psicológicos?
¿Cuál es el rol de la atención psicológica en los programas de
diagnóstico y tratamiento de la
infertilidad?
RESUMEN
Las personas con problemas de fertilidad, necesitan
ampliar su información sobre el proceso reproductivo,
conocer cuáles son las posibles causas de infertilidad y
los métodos de
diagnóstico y tratamiento disponibles en la actualidad.
Este conocimiento
les permitirá comprender la naturaleza del
problema que los afecta e iniciar un camino de
solución.
Al mismo tiempo
necesitan comprender y aceptar los difíciles sentimientos
que produce esta experiencia para desarrollar formas de aliviarse
y de resolver los problemas que normalmente surgen en esta
situación. Cuando una pareja desea tener un hijo y no lo
logra, generalmente existe algún factor biológico
que está disminuyendo las probabilidades de embarazo o
bien está impidiendo del todo que el embarazo se produzca
o se mantenga. La pareja enfrenta un problema de salud reproductiva, y a
diferencia de otros problemas de salud, éste afecta en
forma importante el proyecto de vida
familiar.
Al constatar su infertilidad, hombre y
mujer sufren las
consecuencias emocionales de ver postergada o frustrada una
aspiración central en sus vidas. La infertilidad, que
puede ser secundaria a un problema de salud, es al mismo tiempo
una experiencia psicológica difícil.
La esterilidad aparece asociada a
sentimientos de vergüenza, culpa, inadecuación,
fracaso, anormalidad y vacío. Las emociones
más comunes son: shock, negación, culpa,
búsqueda, ansiedad, desesperación, descontrol y
rabia. Es un proceso inevitable y a la vez necesario para
poder elaborar
psicológicamente la situación y superarla con el
tiempo.
PREGUNTAS
INICIALES A LA EXPOSICIÓN
¿Los problemas psicológicos pueden ser
causa de infertilidad?
¿Es posible que la infertilidad produzca
problemas psicológicos?
¿Es necesario el apoyo psicológico
durante el tratamiento de infertilidad?
ASPECTO
PSICOSOCIALES EN LA HISTORIA
Desde épocas muy antiguas, la fertilidad humana
fue un tema lleno de misterios y
tabúes que inquietó al ser humano en todas
las civilizaciones, buscando respuestas a sus diversas cuestiones
a lo largo de las épocas y conforme a los conocimientos
con los que se contaban.
De igual modo, la fertilidad fue y es, en la actualidad,
vivenciada como una "bendición", y la infertilidad como
una "maldición", generalmente irremediable: una carencia
que "no queda reducida únicamente al plano
biológico; tiene repercusiones en la vida individual, de
la pareja y en la vida social". Todo esto lo encontramos plasmado
en la literatura, en
la filosofía, en las leyes y en la
mitología de los pueblos
históricos.
Bastan unas pocas citas que dan testimonio de ello por
sí mismas:
- En el Antiguo Testamento, leemos: "Y
bendíjoles Dios, y díjoles Dios: Sed fecundos y
multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla" (Génesis,
1., 28.). "La herencia del Señor son los hijos,
recompensa del fruto de las entrañas" (Salmos, 127, 3.).
El relato de la infertilidad de Raquel, la ira de Jacob contra
ella, y el hijo que, cuando Dios se acordó de
ella, finalmente pudo gestar -ante lo cual dijo
"¡Quitado ha Dios mi oprobio!"-, patentiza el sentimiento
de amargura y frustración que la agobió, y que,
se ha dicho, sigue siendo el mismo.
- En la tragedia Ion de Eurípides, "la dicha
única" que la reina Creusa anhela "es criar hijos y que
sean buenos", aborreciendo la vida sin hijos -que son una
"riqueza" y "las flores de la fecunda juventud"- y
lamentándose "sin hijos, solitaria y doliente en su
esterilidad". - Bajo la premisa política de que "es preciso
que el esposo y la esposa se convenzan de que están
obligados, en cuanto de ellos dependa, a dar a la
república hijos bien formados de cuerpo y alma",
Platón decía que a aquellos matrimonio que,
durante el plazo de diez años, "no hayan tenido
hijos, se les
separará". - En la India, prescribían las Leyes de
Manú (IX., 81) que "la mujer estéril se
reemplazará al cabo de ocho años"; y en la
antigua China, la infertilidad de la mujer -la "esterilidad que
le impidiera dar hijos al marido"- era causa de repudio marital
(Libro de los Ritos Dadai, escrito durante la dinastía
Han del Oeste, 206 a.N.E.).de diez años, "no hayan
tenido hijos, se les separará".
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