- Partido Nacional
de Honduras (PNH) - Partido Liberal
de Honduras (PLH) - Partido
Demócrata Cristiano - Partido
Innovación y Unidad - Unificación
Democrática
En 1933 Tiburcio Carías Andino, fundador del Partido
Nacional, fue nombrado presidente, pero antes de concluir su
mandato realizó varias reformas constitucionales que le
permitieron instaurar una dictadura
hasta 1948 que puso fin al desorden político que
había caracterizado la política
hondureña. Tras ser cesado, la elite militar, poseedora de
la tierra
dominó el país, se resistió a la
modernización de las estructuras
políticas, sociales y económicas, y
se plegó a los intereses estadounidenses. En 1957, el
liberal Ramón
Villeda y Morales fue elegido presidente constitucional; durante
su gobierno,
Honduras entró en el Mercado
Común Centroamericano e inició programas para la
reforma
agraria y la ampliación de la educación. Su
política provocó la desconfianza de la
oligarquía hondureña que, alarmada por el triunfo
del comunismo en
Cuba,
apoyó en 1963 un golpe de Estado
dirigido por el coronel Osvaldo López Arellano que
derrocó al liberal Villeda.
López Arellano gobernó el país desde 1965
hasta 1975. La frágil economía hondureña se
debilitó aún más durante su régimen
debido a una breve pero onerosa guerra con
El Salvador,
conocida como guerra del Fútbol;
la fuerte emigración de salvadoreños, más de
300.000, que se habían instalado en Honduras, aumentaron
el desempleo que
sufría el país. En 1974 López Arellano fue
acusado de estar implicado en un soborno de la United Brands
(sucesora de la United Fruit), por lo que las Fuerzas Armadas
apoyaron al coronel Juan Alberto Melgar Castro a dar un golpe de
Estado y tomar
el poder. Melgar
Castro inició un ambicioso programa de
reformas, pero tres años más tarde fue derrocado
por otro golpe de Estado, dirigido esta vez por el general
Policarpo Paz García.
A finales de la década de 1970 y durante 1980, el
problema principal del país fue la inestabilidad
política de sus países vecinos. El 30 de octubre de
1980 Honduras firmó en Lima un tratado de paz con El Salvador
que puso fin a once años de hostilidades. En las
elecciones celebradas en noviembre de 1981, el candidato del
Partido Liberal, Roberto Suazo Córdova, obtuvo la
presidencia y tomó posesión de su cargo en enero de
1982; sin embargo, los militares mantuvieron su influencia en la
vida política. Honduras se convirtió en la base de
operaciones
del Ejército estadounidense y de la guerrilla
antisandinista (la contra nicaragüense), que luchaban contra
el gobierno sandinista de Nicaragua.
En 1990, el conservador Rafael Leonardo Callejas fue elegido
presidente; su gobierno estuvo caracterizado por frecuentes
huelgas y enfrentamientos políticos, además el
país sufrió graves problemas
financieros. En las elecciones celebradas en noviembre de 1993,
el liberal Carlos Roberto Reina, destacado defensor de los
derechos
humanos, triunfó en los comicios. Su política
estuvo orientada a disminuir la influencia del Ejército en
la vida nacional; para ello, redujo los presupuestos
de Defensa, nombró a civiles en los altos mandos de la
policía y suprimió el servicio
militar obligatorio. En el terreno económico, mantuvo una
política de ajuste para reducir la fuerte inflación
del país.
A finales de noviembre de 1997 se celebraron elecciones
presidenciales que fueron ganadas por el candidato del Partido
Liberal, Carlos Roberto Flores. Por vez primera, los partidos de
izquierda se presentaron a unos comicios unidos bajo las siglas
del Partido de Unificación Democrática (PUD).
En septiembre de 1998, una reforma constitucional
convirtió al presidente de la República en
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Flores nombró
ministro de Defensa a un civil (Edgardo Dumas), por vez primera
en la historia
hondureña. Lo que en julio de 1999 pareció el
inicio de un golpe de Estado se convirtió en la
confirmación del poder civil sobre el militar, cuando
Flores destituyó a cuatro altos cargos castrenses para
poner fin a una crisis interna
en las Fuerzas Armadas.
El 7 de febrero de 2000, el gobierno de Flores llegó a
un compromiso con el presidente nicaragüense, Arnoldo
Alemán, para la creación de una zona de
distensión militar en el mar Caribe hasta que el Tribunal
Internacional de Justicia de
Naciones Unidas,
con sede en La Haya, realizara un dictamen sobre el litigio
territorial que enfrentaba a los dos países
centroamericanos.
Página siguiente |