- Resumen
- Introducción
- Algunas definiciones
de género - Psicoanálisis,
género y la división sexual del
trabajo - Bibliografía
Resumen
El presente trabajo
comprende una revisión teórica y
epistemológica, así como reflexiones y conceptos
que resultan indispensables para comprender cómo se sucede
el fenómeno de construcción de la subjetividad, como marco
contextual para el estudio de las identidades tanto de la
organización como de los actores organizacionales. Es
objetivo de
este trabajo exponer la complejidad teórica de género que
coadyuve al investigador en la adecuada interpretación de sus resultados. La
motivación para desarrollar este trabajo surge
precisamente porque género representa un reto
teórico y semántico para investigadores y
estudiosos de diversas disciplinas, que no provienen precisamente
de la sociología o la psicología, como es
el caso del autor, que en tanto egresado de las áreas
económicas y administrativas, enfrenta a la organización como campo y objetivo de
estudio desde una perspectiva cualitativa.
Introducción
La noción y concepto de
identidad
organizacional fue adaptado de la sociología y la
psicología y llevado al campo de los estudios
organizacionales por Stuart Albert y David Whetten en 1985
(Hatch, 2004), a partir de la publicación del
artículo "Organizational Identity"[1]. De acuerdo a este trabajo, los
autores describen la identidad organizacional como el
fenómeno social que surge en el momento en que un miembro
de la organización se pregunta ¿quiénes
somos? Al planteamiento de Albert y Wheten es posible adicionar
que también un actor organizacional puede preguntar
¿Qué es lo que queremos ser? ¿Qué
pudimos haber sido? ¿Qué deseamos ser y hacer de
nuestra organización? Es claro que la noción de
identidad se involucra con la noción espacio temporal, y
que solo puede hacer referencia a lo que es único y que
distinguible entre unas y otras organizaciones,
es decir, su identidad.
La identidad organizacional es una construcción
definicional del yo colectivo que sintetiza las
características centrales, identificables y fortalecidas
de la propia organización, a partir de las cuáles
se le puede referenciar, es decir, el cómo es percibida
por sus clientes,
integrantes y dirigentes[2]. En efecto, un imaginario de una realidad
subjetivamente percibida y socialmente construida (Berger, 2006)
pero la pregunta fundamental es: ¿Cómo se construye
o se conforma este yo colectivo? Y a partir de esta pregunta
¿Es necesario estudiar las identidades individuales para
alcanzar el
conocimiento de la identidad organizacional? Nuestra
respuesta es afirmativa y la construcción del presente
trabajo obedece a esta premisa.
Las organizaciones son entidades sociales complejas,
dinámicas y únicas que constituyen el punto
de encuentro de identidades diversas y múltiples, es
decir, la arena en donde convergen e interactúan
identidades individuales, sujetos diferenciados por una identidad
que ha sido construida socialmente a partir de un proceso
único de identificaciones, es decir, subjetividad. En este
sentido, se considera entonces que la identidad es el resultado
de constitución de la subjetividad (Serret,
2001), y para los efectos de este trabajo la identidad
organizacional, además de representación que se
construye en el imaginario, también debe entenderse como
la síntesis
de los comportamientos humanos en una organización,
expresados estos en la cotidianeidad de la actividad funcional y
pragmática, sin duda, uno de los campos más
prolíficos en cuanto a construcción de teorías
y el desarrollo de
nuevos paradigmas
(Hassard, 1995), pero es necesario también, explorar los
fenómenos organizacionales a la luz de nuevos
enfoques y perspectivas que permitan explicar de manera
más amplia e integral los fenómenos
organizacionales.
Siendo así que la diversidad de enfoques y
aproximaciones que han surgido, no hacen sino enfrentar a los
sociólogos, a los psicólogos y a los
antropólogos sociales, con los investigadores
organizacionales de otras disciplinas, principalmente de las
ciencias de
la
administración, del management y de la gestión, sin que ninguna de las partes
reconozca que aún cuando existen paradigmas que pudieran
parecer antagónicos, la realidad es que cada día es
más evidente la necesidad de incorporar en la
investigación, categorías de análisis que posibiliten una
aproximación más verídica y fundamentada a
la realidad organizacional. Bajo esta consideración,
nuestra propuesta incide y converge con quienes han apostado por
el estudio de las organizaciones a partir de sus actores.
Tarea que supone e implica una alta complejidad en el
análisis de la realidad organizacional, a partir del
estudio de sus necesidades, medios y
fines, metas y visiones siempre, subjetivamente percibidas por
los sujetos. Concepción que descansa además sobre
un doble principio: Primero, que las prácticas sociales
son condicionadas por las estructuras;
y, Segundo, que las estructuras organizacionales no pueden
existir sino por el pragmatismo
funcional. Dicotomía que deviene en ambigüedad.
Ambigüedad que se materializa en una unidad de estudio
indisoluble que son las organizaciones y en donde las acciones y las
prácticas de los sujetos se encuentran también
determinadas por las estructuras del universo en el
que se desempeñan ambos: organización y
sujeto.
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