- Introducción
- Antecedentes
de la imprenta - Las
miniaturas - ¿Qué es el
papiro? - Otros
métodos de reproducción impresa - Desde Roma
hasta Gutenberg - Desde
Gutenberg hasta 1945 - La
importancia de Gutenberg - Biografía.
Gutenberg, Johann (1400 – 1468) - La
expansión y el desarrollo del invento - Tipos
móviles - Tendencias
modernas de la imprenta - Desde 1945
hasta hoy. La revolución de la
preimpresión - Offset
- Impresión en
relieve - Procesos de
impresión electrónica - Conclusión
INTRODUCCIÓN
La utilización de las piedras para sellar quizá
sea la forma más antigua conocida de impresión. De
uso común en la antigüedad en Babilonia y otros
muchos pueblos, como sustituto de la firma y como símbolo
religioso, los artefactos estaban formados por sellos y tampones
para imprimir sobre arcilla, o por piedras con dibujos
tallados o grabados en la superficie. La piedra, engastada a
menudo en un anillo, se coloreaba con pigmento o barro y se
prensaba contra una superficie elástica y dúctil a
fin de conseguir su impresión.
La evolución de la imprenta desde
el método
sencillo del tampón hasta el proceso de
imprimir en prensa parece que
se produjo de forma independiente en diferentes épocas y
en distintos lugares del mundo. Los libros que se
copiaban a mano con tinta aplicada con pluma o pincel constituyen
una característica notable de las civilizaciones egipcia,
griega y romana.
Estos manuscritos también se confeccionaban en los
monasterios medievales y tenían gran valor. En la
antigua Roma, los
editores de libros comerciales lanzaron ediciones de hasta 5.000
ejemplares de ciertos manuscritos coloreados, como los epigramas
del poeta romano Marcial. Las tareas de copia corrían a
cargo de esclavos ilustrados.
Ya en el siglo II los chinos habían desarrollado e
implantado con carácter general el arte de imprimir
textos. Igual que con muchos inventos, no era
del todo novedoso, ya que la impresión de dibujos e
imágenes sobre tejidos le sacaba
al menos un siglo de ventaja en China a la
impresión de palabras.
Dos factores importantes que influyeron favorablemente en el
desarrollo de
la imprenta en China fueron la invención del papel en 105
y la difusión de la religión budista en
China. Los materiales de
escritura
comunes del antiguo mundo occidental, el papiro y el pergamino,
no resultaban apropiados para imprimir. El papiro era demasiado
frágil como superficie de impresión y el pergamino,
un tejido fino extraído de la piel de
animales
recién desollados, resultaba un material caro. El papel,
por el contrario, es bastante resistente y económico. La
práctica budista de confeccionar copias de las oraciones y
los textos sagrados favorecieron los métodos
mecánicos de reproducción.
Los primeros ejemplos conocidos de impresión china,
producidos antes de 200, se obtuvieron basándose en letras
e imágenes talladas en relieve en
bloques de madera. En 972
se imprimieron de esta forma los Tripitaka, los escritos sagrados
budistas que constan de más de 130.000 páginas. Un
inventor chino de esta época pasó de los bloques de
madera al concepto de la
impresión mediante tipos móviles, es decir,
caracteres sueltos dispuestos en fila, igual que en las técnicas
actuales. Sin embargo, dado que el idioma chino exige entre 2.000
y 40.000 caracteres diferentes, los antiguos chinos no
consideraron útil dicha técnica, y abandonaron el
invento. Los tipos móviles, fundidos en moldes, fueron
inventados independientemente por los coreanos en el siglo XIV,
pero también los consideraron menos útiles que la
impresión tradicional con el uso de los bloques.
La primera fundición de tipos móviles de metal
se realizó en Europa hacia
mediados del siglo XV; se imprimía sobre papel con una
prensa. El invento no parece guardar relación alguna con
otros anteriores del Extremo Oriente: ambas técnicas se
diferencian mucho en cuanto a los detalles. Mientras que los
impresores orientales utilizaban tintas solubles en agua, los
occidentales emplearon desde un principio tintas diluidas en
aceites. En Oriente, las impresiones se conseguían
sencillamente oprimiendo el papel con un trozo de madera contra
el bloque entintado. Los primeros impresores occidentales en el
valle del Rin utilizaban prensas mecánicas de madera cuyo
diseño
recordaba el de las prensas de vino. Los impresores orientales
que utilizaron tipos móviles los mantenían unidos
con barro o con varillas a través de los tipos.
Los impresores occidentales desarrollaron una técnica
de fundición de tipos de tal precisión que se
mantenían unidos por simple presión
aplicada a los extremos del soporte de la página. Con este
sistema,
cualquier letra que sobresaliera una fracción de
milímetro sobre las demás, podía hacer que
las letras de su alrededor quedaran sin imprimir. El desarrollo
de un método que permitiera fundir letras con dimensiones
precisas constituye la contribución principal del invento
occidental.
Los fundamentos de la imprenta ya habían sido
utilizados por los artesanos textiles europeos para estampar los
tejidos, al menos un siglo antes de que se inventase la
impresión sobre papel. El arte de la fabricación de
papel, que llegó a Occidente durante el siglo XII, se
extendió por toda Europa durante los siglos XIII y XIV.
Hacia mediados del siglo XV, ya existía papel en grandes
cantidades. Durante el renacimiento,
el auge de una clase media
próspera e ilustrada aumentó la demanda de
materiales escritos. La figura de Martín Lutero y de la
Reforma, así como las subsiguientes guerras
religiosas, dependían en gran medida de la prensa y del
flujo continuo de impresos.
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