Características genéticas y estructurales del virus de la Hepatitis C.
- Resumen
- Estructura y
características principales del vhc - Virología
molecular - Ciclo
replicativo del virus y sistemas de
replicación - Historia
natural - Vías de
transmisión - Pruebas de
diagnóstico - Referencias
bibliográficas
1.1 Resumen
Desde su aislamiento y caracterización en 1989
(Choo y cols., 1989), el virus de la
Hepatitis C
(VHC) ha preocupado tanto a los científicos como a los
clínicos especialistas en el tema. Las
características genéticas, y por tanto
estructurales de este virus, repercuten directamente en su
heterogenicidad, considerándose el principal agente
etiológico de la lesión inflamatoria del
hígado, que es capaz de conducir a un estado
infeccioso crónico, así como a la progresión
a cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular. Los
principales métodos de
detección son los inmunoenzimáticos donde se
determinan anticuerpos generados contra proteínas
estructurales y no estructurales, así como los de
amplificación de segmentos génicos mediante la
reacción en cadena de la polimerasa (RCP). La
implementación de estos métodos ha permitido
atenuar la infección por transfusión
sanguínea pues la principal vía de su
transmisión es la parenteral, focalizando entonces como
factores de riesgo el
traspaso de agujas infectadas, tatuajes, piercing, acupuntura, en
general todo aquello que potencialmente tenga contacto con
sangre
infectada.
1.2 Estructura y
características principales del VHC
El VHC es un virus envuelto cuya bicapa lipídica
proviene de membranas del hospedero (Fig.1a),
característica que fue demostrada por su sensibilidad a
solventes orgánicos como el cloroformo (Feinstone, 1983).
Su densidad en
gradiente de sacarosa oscila entre 1.03 a 1.20 g/mL (Prince y
cols., 1996). El virión presenta un diámetro
entre 55 y 65 nanómetros (nm) y las partículas de
la nucleocápsida, de alrededor de 33 nm. Sin embargo, el
tamaño varía según el lugar de
extracción, ya que las partículas virales obtenidas
en chimpancés y cultivos celulares son aproximadamente de
30-60 nm y 39-40 nm respectivamente (Shimizu y
cols., 1996). La cápsida proteica, de
forma icosaédrica (Fig.1b), protege al genoma, consistente
en una molécula de ácido
ribonucleico (ARN).
Figura 1. (a)
Microfotografía electrónica del VHC. (b)
Microfotografía electrónica donde se observan las
cápsidas proteicas virales y su forma icosaédrica
(imagen de
mayor resolución).
Estudios filogenéticos han agrupado al VHC dentro
de la familia
Flaviviridae tal como el virus de la fiebre amarilla,
y los Pestivirus animales tal como
el virus de la diarrea viral
bovina, debido a que porciones del precursor
proteico muestran un perfil de hidropatía similar al de
las proteínas de los virus de estas familias (Kato y
cols, 1991). Sin embargo, debido a las
diferencias notadas entre el ciclo replicativo y el comportamiento
sui generis del VHC como agente infeccioso con respecto a
los otros virus pertenecientes a esta familia, se
ubicó dentro del género
Hepacivirus (Reed y Rice, 2000).
1.3 Virología
molecular
Organización del genoma
del viral
La molécula de ARN viral es de simple cadena con
polaridad positiva, de aproximadamente 9,6 kilobases (kb), sin
embargo, este valor puede
variar dentro de los fenotipos. Dicha molécula contiene un
marco de lectura
abierto único, que codifica para una poliproteína
precursora (Fig.2a) de alrededor de 3010-3037 aminoácidos
(aa) (Grakoui y cols., 1993). Las proteínas
estructurales, las cuales forman las partículas virales,
están localizadas hacia la región amino-terminal
(N-terminal) de dicho precursor en el orden siguiente: core, E1 y
E2. Dichas proteínas están separadas de las no
estructurales por un pequeño péptido de membrana,
denominado p7 (Griffin y cols., 2005). A
continuación se encuentran las no estructurales que
están localizadas en el orden siguiente: NS2, NS3, NS4A,
NS4B, NS5A, NS5B (Takamizawa y cols., 1991).
El genoma viral está flanqueado por las regiones
no traducidas (RNTs) que se encuentran en los extremos 3´ y
5´. La región RNT del extremo 5´ (Fig.2a)
consta de 341 nucleótidos (nt) y forma estructuras
secundarias y terciarias estables. Este fragmento es muy
conservado, mostrando más de un 90 % de identidad
entre 81 aislamientos diferentes (Bukh y cols.,
1992).
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