Efectos del estrés y la depresión en la neurogénesis del cerebro adulto
- Introducción
- Las neuronas
- Neurogénesis en el
desarrollo humano - La
depresión: una carga creciente para la sanidad
pública - El papel
de la gliogénesis - Implicaciones
clínicas - Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El cerebro es el
órgano clave en la respuesta al estrés,
que reacciona de un modo complejo y orquestado, en consonancia
con la activación e inhibición de las estructuras
neurales que participan en los procesos
sensoriales, motores,
autonómicos, cognitivos y emocionales. Es el cerebro el
que determina finalmente qué aspectos del mundo que nos
rodea nos resultan amenazantes (pudiendo crear estrés) y
el que regula las respuestas al estrés, las cuales pueden
ser adaptativas o maladaptativas. El estrés crónico
puede producir afectación cerebral que desencadene
depresión. Entre los factores más
poderosos que conducen a la depresión se encuentran los de
estrés ambiental (ej. las situaciones laborales y
familiares, las relaciones con los vecinos) y, muy especialmente,
los acontecimientos estresantes en la vida de la persona, como el
trauma o el abuso. Dado que el desarrollo de
nuevos enfoques en el tratamiento de la depresión debe
partir de un mejor conocimiento
neurobiológico de esta patología y obtener información sobre los cambios celulares que
tienen lugar a nivel cerebral.
La depresión es un trastorno crónico,
recurrente, multifactorial, que pone en riesgo la vida
del sujeto y que está representada por una serie de
síntomas psicológicos, neuroendocrinos,
fisiológicos y del comportamiento. La cronicidad y la frecuencia de
estos síntomas determinan las características de la
patología. Los trastornos depresivos afectan a hasta un
20% de las personas en algún momento de su vida. En
atención primera, se estima que entre un
20% y un 50% de pacientes sufren de depresión pero a
menudo no se diagnostica correctamente.
Los trastornos depresivos se encuentran entre las enfermedades de mayor
prevalencia del mundo y originan problemas
socioeconómicos y de salud publica
considerables. Los enormes costes que ocasiona la
depresión representan aproximadamente el 1% del producto
interior bruto europeo (aproximadamente 100 mil millones de
Euros). La depresión afecta a más de 120 millones
de personas de todo el mundo y todo indica que irá en
aumento para convertirse, en el año 2015, en una de las
principales causas de discapacidad,
únicamente por detrás de la enfermedad
cardiovascular.
Las zonas cerebrales más afectadas por las alteraciones
asociadas a la depresión son la corteza prefrontal, la
amígdala y el hipocampo, zonas que juegan un papel crucial
en las emociones,
la memoria y
el
aprendizaje. Los cambios estructurales y funcionales que
tienen lugar como consecuencia del estrés y/o una
depresión grave son la reducción en volumen,
tamaño neuronal y densidad, junto
con alteraciones en el flujo sanguíneo cerebral y el
metabolismo de
la glucosa.
Asimismo, se ha registrado una menor densidad de las células
gliales de soporte, consideradas fundamentales en la comunicación entre las células
nerviosas, lo cual es especialmente relevante en la
disminución del volumen de la corteza prefrontal y del
hipocampo y que podría explicar algunos de los cambios
emocionales que se observan en sujetos con depresión.
LAS NEURONAS
Las neuronas son un tipo de células del sistema nervioso
cuya principal característica es la excitabilidad de su
membrana plasmática; están especializadas en la
recepción de estímulos y conducción del
impulso nervioso (en forma de potencial de acción)
entre ellas o con otros tipos celulares, como por ejemplo las
fibras musculares de la placa motora. Altamente diferenciadas, la
mayoría de las neuronas no se dividen una vez alcanzada su
madurez; no obstante, una minoría si lo hacen. Las
neuronas presentan unas características
morfológicas típicas que sustentan sus funciones: un
cuerpo celular o «pericarion», central; una o varias
prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos hacia
el soma celular, denominadas dendritas; y una prolongación
larga, denominada axón o «cilindroeje», que
conduce los impulsos desde el soma hacia otra neurona u
órgano diana.
La neurogénesis en seres adultos, ha sido descubierta
apenas en el último tercio del siglo XX. Hasta hace pocas
décadas se creía que, a diferencia de la
mayoría de las otras células del organismo, las
neuronas normales en el individuo
maduro no se regeneraban, excepto las células olfatorias.
Los nervios mielinados del sistema nervioso
periférico también tienen la posibilidad de
regenerarse a través de la utilización del
neurolema, una capa formada de los núcleos de las
células de Schwann.
NEUROGéNESIS EN EL DESARROLLO
HUMANO
La neurogénesis en el desarrollo es el proceso de
formación de las neuronas dentro de un proceso más
amplio, el de formación del sistema nervioso (SN) o
morfogénesis. En la siguiente descripción nos vamos a centrar en la
neurogénesis humana, si bien se da un proceso similar en
la mayoría de mamíferos y otros vertebrados.
FASE DE PROLIFERACIÓN CELULAR
Se denomina fase de proliferación celular a aquella en
la que las células que componen el SN (neuronas y
células gliales) se originan o nacen. De las diferentes
fases de la morfogénesis es esta la que propiamente se
puede considerar como la fase de la neurogénesis.
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