- Definición
- Aspectos
epidemiológicos - Anatomía normal
- Diagnóstico
- Clasificación
- Tratamiento
- Anexos
- Bibliografía
Definición
Es un padecimiento frecuente en el
recién nacido (RN), sobre todo en el prematuro. Consiste
en una lesión tipo necrosis de las paredes intestinales y
frecuentemente paso de gas entre los
tejidos
lesionados, que se manifiesta como un cuadro de sepsis grave con
datos
clínicos evidentes de afectación de tubo
digestivo.
Es necesario identificarlo en etapa
temprana, pues esto mejorará la supervivencia de los
pacientes, afecta a recién
nacidos, en especial prematuros, con una incidencia y
morbimortalidad elevados. Constituye la urgencia gastrointestinal
más frecuente en las UCI neonatales. Se presenta como un
síndrome gastrointestinal y sistémico que comprende
síntomas variados y variables,
como distensión e hipersensibilidad abdominal, sangre en heces,
intolerancia a la alimentación, apnea,
letargia, y en casos avanzados acidosis, sepsis, CID y
shock.
Abarca un espectro amplio de
afectación desde la recuperación sin secuelas hasta
un cuadro grave de peritonitis y sepsis que provoca la muerte del
recién nacido. Su fisiopatogenia no está
todavía completamente aclarada. La mayoría de los
autores están de acuerdo en que la enfermedad es el
resultado final de un proceso
multifactorial en un huésped predispuesto. La vía
final es una cascada inflamatoria que se desencadena en
recién nacidos con determinados factores de riesgo y que
lleva a una necrosis de la pared intestinal. En neonatos a
término, la enfermedad se presenta tempranamente, se
localiza en el colon y el Clostridium Perfringes es cultivado con
frecuencia. (Jonguitud, 1997)
ASPECTOS
EPIDEMIOLÓGICOS
Probablemente la urgencia quirúrgica más
frecuente en las unidades de terapia intensiva neonatal, es la
enterocolitis necrotizante (ECN). Es una enfermedad a la que los
neonatos sobreviven, no se ha descrito que ocurra antes de nacer
y rara vez se observa en niños
sanos nacidos a término. La letalidad en neonatos
intervenidos quirúrgicamente por ECN es más alta
que la registrada en aquéllos intervenidos para corregir
alguna otra anomalía gastrointestinal. Su incidencia
varía según los criterios usados para su diagnóstico, pero se estima que ocurren de
1 a 3 casos por 1,000 niños nacidos vivos y su frecuencia
en menores de 1,500 g es de 1 a 5%: su frecuencia aumenta cuanto
menor es el peso del neonato y su edad de gestación.
La edad gestacional media oscila en
torno a las 31
semanas, con un peso medio al nacimiento de 1.460 g.
En cuanto al manejo de la ECN en menores de 1,500 g, hay
cierta controversia: pues no existen estudios que comparen la
colocación de drenaje peritoneal versus
laparotomía exploradora con o sin resección
intestinal.
La mayor parte de los casos de ECN se
presentan de manera esporádica. Sin embargo, surge
también en brotes epidémicos temporales y
geográficos en los cuales se encuentran
características diferentes, como mayor peso al nacimiento,
menor número de complicaciones y tasa inferior de
mortalidad.
La edad de inicio de la enfermedad y la
gravedad del cuadro tienen relación inversa con el peso y
la edad gestacional, con una mortalidad entre el 9-28% en las
series publicadas a partir de 1990. En estos últimos
años se ha asistido a una disminución de la
mortalidad por ECN, debido probablemente a una mejora general del
cuidado neonatal, al establecimiento de pautas de
alimentación estandarizadas en los RN nacidos
pretérmino y de bajo peso y a la instauración de
protocolos
diagnóstico-terapéuticos. (Fernández,
2006)
ANATOMÍA
NORMAL
EL INTESTINO GRUESO
Se dispone enmarcando a las asas del intestino delgado. En su
exterior presenta unas zonas dilatadas que se llaman haustras
cólicas. Tienen tres cintillas longitudinales formadas
por fibras musculares lisas que lo recorren. Se llaman
tenias cólicas, de las que cuelgan unas bolitas de grasa
que se llaman apéndices epicloicos.
El intestino grueso mide aproximadamente 1.5 metros de longitud;
está formado por el apéndice vermiforme, el ciego,
el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente y
el colon pélvico. La mayor parte de él
está contenida en la cavidad abdominal y el resto en la
pelvis mayor.
En conjunto, el intestino grueso sirve de marco al intestino
delgado y además, mediante la válvula ileocecal, se
relaciona directamente con él.
En general, todos los componentes del intestino
grueso son fijados firmemente a la pared dorsal de la cavidad
abdominal por el peritoneo, mediante mesos; la excepción a
esto son el apéndice vermiforme, el colon transverso y el
colon pélvico, que están totalmente recubiertos por
peritoneo y si son móviles.
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