- Resumen
- Introducción
proceso de
extensión universitaria- La
dimensión ambiental del proceso de extensión
universitaria - Acciones
para ambientalizar el proceso de extensión - Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
RESUMEN
La problemática ambiental se ha convertido en una de las
principales preocupaciones del hombre
moderno, la humanidad y el planeta en que vive están
inmersos en una crisis
civilizatoria que posee un insoslayable y grave carácter ambiental, esta crisis es
esencialmente cultural.
La
educación en su sentido mas amplio es la inversión mas rentable a largo plazo para
desarrollar sentimientos, actitudes y
valores,
necesarios para lograr una conciliación entre
medio ambiente
y desarrollo, la
Universidad como
institución social, debe desempeñar un importante
papel ante el nuevo paradigma del
desarrollo
sustentable, logrando la ambientalización de todos sus
procesos
formativos.
Al
aplicar una entrevista
grupal a una muestra de la
comunidad
intra y extra universitaria, se pudo constatar un deficiente
desarrollo de una cultura medio
ambiental. Se analizaron las características y componentes
externos e internos del proceso de extensión
universitaria, desde el punto de vista pedagógico, lo que
nos evidenció las potencialidades que brinda este proceso
para la formación de una cultura ambiental en la
comunidad.
Teniendo en cuenta estas potencialidades, se fundamentó la
dimensión ambiental del proceso de extensión
universitaria, introduciendo en cada uno de sus componentes la
problemática ambiental, se diseñó un
sistema de
acciones con
sus correspondientes tareas, con vistas a materializar la
ambientalización de este proceso, teniendo en cuenta las
características propias de nuestra sede.
Este
sistema de acciones fue puesto en práctica durante el
desarrollo del curso escolar 2004 – 2005, logrando incidir de
manera positiva en la formación de una cultura ambiental
en la comunidad.
Introducción
No caben dudas que
la problemática ambiental se ha convertido en una de las
principales preocupaciones para el hombre
moderno, el problema de la degradación ambiental y el
ritmo que, tanto a nivel nacional como global, sigue el
agotamiento de los recursos
naturales y la exclusión y polarización social,
son tal vez los desafíos de mayor magnitud que
deberá enfrentar el país y el planeta durante las
primeras décadas del siglo XXI. Se acelera el deterioro de
la capa de ozono,
los cambios climáticos provocados por el efecto
invernadero causado por la
contaminación de las aguas y el aire, la
degradación de los suelos, la
deforestación y la pérdida de la
diversidad, son problemas
ambientales globales que afectan a todo el planeta y en los que
nuestro país también esta inmerso. A pesar de esto
no todos reconocen que hacer y como hacer para mejorar la
calidad
ambiental y muchos continúan manifestando una actitud hostil
e irresponsable ante el manejo de los recursos
naturales. La globalización y el neoliberalismo
que hoy afecta a todos, con una filosofía de poder y
consumismo, en nada tiende a compatibilizar con las necesidades
del hombre y los limitados recursos del planeta, manifestando una
actitud cada vez más irracional.
"En la actualidad la Humanidad
asiste a la crisis de la era del desarrollismo industrial, dado
el acusado declive que muestran sus efectos sobre los sistemas
sustentadores de la vida en el Planeta y sobre la propia
subsistencia del ser humano. Resulta evidente reconocer que la
tecnología
y la eficiencia
económica comienzan a rendirse ante las respuestas y
reacciones de los sistemas biofísicos, a su
transformación desmedida, y al hecho de que no se
respeta la lógica
propia de las leyes de la
Naturaleza"
(Jiménez Herrero, 1995).
Como contrapartida a esta
situación surge el nuevo paradigma del desarrollo
sostenible, que persigue la elevación de la calidad de
vida del ser humano como objeto y sujeto del desarrollo, por
medio del progreso económico equitativo, sobre la base de
métodos de
producción y patrones de consumo, que
mantengan el equilibrio
ecológico y garanticen la calidad de vida de las
generaciones futuras. A este modelo le
resultan inherentes: la posible única opción viable
para salvaguardar a la Humanidad, la adopción
de una nueva ética
humana para con la naturaleza, un motivo de solidaridad
inter-generacional, una teoría
humanista y progresista, el sentido de responsabilidad por salvar las condiciones que
sustentan la vida en el planeta, un móvil para la paz y la
estabilidad mundial, una alternativa sensata a los modelos
existentes de desarrollo y la
globalización de la solidaridad ambiental.
La educación en su
sentido más amplio es la inversión más
rentable a largo plazo, para desarrollar sentimientos, actitudes
y valores necesarios para lograr la conciliación
más inteligente entre medio ambiente y
desarrollo y así elevar la calidad de vida. Es
imprescindible lograr la incorporación cada vez mas
presencial, del discurso
ambiental en el Sistema Educacional para todos los tipos y
niveles. La educación en nuestro país ha
consolidado paulatinamente la Internalización de la
educación
ambiental en las tareas curriculares que se realizan, todas
con un fuerte contenido comunitario, a partir del principio de
descentralización de la política educacional
cubana y el análisis crítico del tratamiento
pedagógico del concepto de
desarrollo sostenible en las diferentes asignaturas
escolares.
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