Estudio a partir de "La Sexta Tesis sobre
Feuerbach", KARL MARX, y
"¿Qué Hacer?", LENIN.
Análisis
Materialista Dialéctico de la Realidad
Peruana
En la actualidad se ha hecho tan evidente, que no todos somos
iguales, que hasta en los medios masivos
de comunicación como la radio,
la
televisión y los diarios, se habla permanentemente de
las desigualdades sociales; sin embargo, también de manera
regular escuchamos por estos medios que los gobiernos, -cuando
hay problemas
económicos- hace llamamientos a "la buena voluntad de toda
la sociedad". No
es extraño escuchar frases como las siguientes, en los
editoriales de la gran prensa: "los
Peruanos por igual debemos dejar los odios y vivir en paz" y
cosas por el estilo. Los presidentes, se refieren a todos
nosotros como "compatriotas" y simultáneamente
después de hablar de desigualdades existentes, dicen que
lo fundamental de sus políticas
es "asegurar la igualdad de
oportunidades" prometiendo a todos durante sus gobiernos, un
"sitio igualitario".
Los seres humanos son cada vez más conscientes de que
no todos somos iguales en la sociedad, que hay profundas
diferencias y desigualdades sociales. El problema que se
plantea es ¿cómo se hace para estudiar el carácter y la naturaleza de
tales desigualdades? ¿qué peso tienen algunas en
relación con otras? ¿Cuáles son aquellas que
determinan las contradicciones fundamentales de la sociedad?
Vamos a poner un ejemplo; es cierto que hay una desigualdad
entre mujeres y hombres, porque los segundos están en
condiciones más ventajosas que las primeras; pero
ésta es una desigualdad relativa, pues están
más cerca, socialmente, una mujer que trabaja
en confecciones y un hombre que
trabaja en las minas, que aquella compañera con otra mujer
que es dueña de una cadena de almacenes
comerciales o gran accionista de un banco.
También es cierto que hay una desigualdad entre
Perú y Estados Unidos o
Francia, por
ejemplo. Pero esta es otra desigualdad relativa, pues Claudio
Pizarro y un vendedor de chupetes, por más peruanos que se
denominen, se parecen mucho a los Ford, Rockefeller o Giscard
Déstaing; también, son muy parecidos los peruanos y
los franceses que trabajan en la Renault de ambos
países.
Ahora ya tenemos un método que
nos facilita el estudio de la sociedad: debemos partir siempre,
para analizar la sociedad, de aquellas desigualdades que no sean
relativas sino absolutas. ¿Existen desigualdades
absolutas?. Sí existen y son aquellas que dividen la
sociedad de manera tajante, total, en sectores opuestos y
antagónicos; esta desigualdad está determinada
por la posesión o no de los grandes medios de producción social que divide
drásticamente la sociedad en grupos que se
denominan clases sociales. Por su carácter y
naturaleza veremos que ella determina las contradicciones
fundamentales y tienen peso decisivo sobre todas las demás
desigualdades.
La definición más famosa y más exacta, de
clase social
la ha dado Lenin (una gran iniciativa, tomo XXXI pág. 275,
Obras Completas) y es la siguiente: "las clases son grandes
grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar
que ocupa en un sistema de
producción históricamente determinado, por las
relaciones en que se encuentran frente a los medios de
producción (relaciones que las leyes fijan y
consagran), por el papel que desempeñan en la
organización social del trabajo y, por
consiguiente, por el modo y la proporción en que perciben
la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases
sociales son grupos humanos, uno de los cuales puede
apropiarse del trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en
un régimen determinado de economía social". Debido a que en
esta definición científica están combinados
muchos conceptos, para una mejor comprensión describiremos
las clases que hay en nuestra sociedad: la clase obrera
proletaria; la burguesía patronos y la clase media o
pequeña burguesía (nosotros), que en muchos
países incluye al campesinado.
Si las presentamos gráficamente podemos hacer una
pirámide como en el dibujo.
Arriba, en la parte superior y ocupando sector pequeño,
ésta la burguesía que es un sector minoritario pero
poderoso. Allí están los patronos, o si
también se prefiere, los empresarios capitalistas y
terratenientes.
En la base de la pirámide ocupando una buena parte
la superficie, sosteniendo el resto, ésta la clase obrera.
Y en la mitad, hecha un sandwich, está la clase media o
pequeña burguesía.
Esta imagen de la
pirámide la podemos aplicar también en cualquier
fábrica como Donofrio, Nestle, Coltejer, Coca-Cola,
Good Year, Sofasa, KOLA REAL O EL BANCO DE CREDITO, por ejemplo.
Allí hay, en primer lugar, una inmensa cantidad de obreros
que son los que hacen mover las máquinas y
que sólo pueden moverse de las máquinas para ir al
baño; al finalizar la jornada, terminan
cansadísimos. Luego, hay una serie señores que
caminan entre las máquinas y miran atentamente a los
obreros que trabajan; son los capataces, jefes de personal y
supervisores; son bastantes, pero muchísimos menos que los
obreros. Finalmente, estan los dueños de la
fábrica, a los que casi nadie conoce. Algunas veces los
vemos en sus Mercedes Benz y BMW; hay algunos, como Dionisio
Romero (Grupo Romero),
que llegan en helicóptero y con una docena de
guardaespaldas.
La mayor parte de los patronos burgueses actúan a
través de sociedades
anónimas, que les permiten a uno solo o a pocas
familias manejar y controlar muchas empresas, sin que
aparezcan directamente sus nombres. En el Perú todos
conocen, a los Prado, Los BreSCIA,
Los Wiese, que controlan ingenios, fábricas,
almacenes y bancos; en la
Costa y en la sierra hay familias que poseen 5 y diez mil
hectáreas de tierra, con
ganado, algodón, arroz; lo mismo se encuentra en la
selva. Estas familias controlan directa o indirectamente las
empresas y organismos importantes privados y estatales; tienen
diarios nacionales regionales, algunas universidades y colegios
de lujo, salen periódicamente al exterior de vacaciones
donde envían a estudiar a sus hijos. En Perú, ha
sido demostrado que, sólo 25 familias tienen en sus manos
la mayor parte la riqueza nacional.
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