El aporte de los medios masivos de comunicación a la creación de un imaginario social (página 3)
En la apelación presentada esta semana, Arietto
enumera una serie de notorios agujeros en la acusación
contra Brian:
– Hay un testigo que dice que en el robo participó
un tal Brian, alias El Negro. Nadie lo llama así en el
barrio.
– Ese mismo testigo señala una dirección, Crovara No 5600, tira 21, casa
324. Pero Brian no vive allí. En esa casa habita Jonathan,
quien sí aparece muy involucrado en el robo y fue
reconocido por todos los integrantes de la familia
Barrenechea.
– Pese a que el supuesto testigo se equivoca en el apodo y
en la dirección, se apuntó a Brian. Al momento de
su detención, no había ningún elemento en su
contra.
– En los procedimientos se
allana la vivienda de otro menor, El Boliviano. Este
señala a Brian. Sin embargo, en su propia casa se
encontraron 40 municiones intactas calibre 45 y entre otros hay
por lo menos tres de la marca Federal y
seis de la marca CBC, que coinciden con las usadas en el robo a
la familia
Barrenechea.
– Todos los vecinos del barrio cuentan que El Boliviano era
parte de la banda que robó en casa del ingeniero, pese a
lo cual no lo investigaron, no peritaron los proyectiles y le
creyeron la acusación contra Brian.
– Hay varios testigos que mencionan a un joven, Chuna,
Chunita o Chuma. Incluso figura en un parte policial. Sin
embargo, su vivienda nunca fue allanada. La defensora de Brian se
pregunta: ¿quién lo protege?
– La Policía Científica hizo un detallado
relevamiento de las huellas digitales encontradas en la casa de
los Barrenechea. Ninguna coincide con las de Brian.
– La defensora Arietto se pregunta cómo es posible
que, de entrada, se haya convalidado una supuesta
confesión de Brian después que lo tuvieron atado a
un palo durante 48 horas y fue golpeado.
– La mucama de los Barrenechea fue la única que
reconoció a Brian, pero el trámite resulta
sugestivo. Por un lado, en su declaración, la
doméstica describe a una persona
completamente diferente. Y, para redondear la maniobra, cuando se
hace la rueda de presos, junto a Brian se puso a personas mucho
mayores que él, que carecían de claritos. Parece
que todo fue hecho para que lo marquen.
– La misma mucama señala a Brian pero dice que
tenía el pelo más largo. El reconocimiento se hizo
una semana después del hecho, un período tan breve
que es imposible que le haya crecido el pelo de esa
manera.
– Todo el resto de la familia Barrenechea reconoce a
Jonathan, que tiene claritos, y no a Brian. La única que
en ese peculiar trámite señaló a Brian fue
la mucama.
– La familia del ingeniero sostiene que a su domicilio
entró un menor con claritos y uno de cabello oscuro.
Jonathan tiene claritos y Brian también, por lo cual
está claro que él, Brian, no fue el
acompañante de Jonathan en el robo.
– Es más, todos los testimonios señalan al
alias Kitu como el morocho que entró a la casa de los
Barrenechea. El otro participante, según los testimonios
es el tal Chuma o Chumita.
– El propio Jonathan cuenta que Kitu vestía de buzo
o remera negra y pantalón largo crema, idéntica
ropa descripta por la mucama cuando atestiguó sobre los
asaltantes.
– Según los Barrenechea en el robo participaron tres
jóvenes. Hay actualmente dos prófugos -Kitu y
Chuma-, que siguen viviendo en sus casas y nadie busca en serio.
Y hay dos detenidos, Jonathan y Brian. Parece obvio que sobra
uno, es decir que hay un inocente detenido.
– Jonathan admite que el tal Kitu tendría un dedo de
su mano lastimado por haberle rozado una bala en casa de los
Barrenechea.
El juez de Menores de San Isidro, Fernando Ribeiro
Cardadeiro, aceptó excluir una supuesta confesión
de Brian obtenida después de tenerlo dos días
completos atado a un palo y luego de darle varios cachetazos. Sin
embargo, no aceptó un elemento clave, el testimonio de dos
vecinas que señalaron que aquella mañana Brian
estaba durmiendo en la misma pieza que su madre a la hora del
asalto. Una de las vecinas cuenta que todas las mañanas al
volver de trabajar pasa por la casa de Fabiana a tomar mate. Ella
testifica que Brian dormía en la cucheta de arriba y la
madre en la cama grande. No había actividad en la casa
porque debido al paro de
maestros, Brian no iba a clase. Otra
vecina relata que fue a pedir un nebulizador y detalla
exactamente lo mismo, que Brian estaba en la cucheta. Es conocido
que las docentes de
Brian, Nelly Baldano y Lauro Romero, salieron en defensa del
chico y señalaron que se trata de uno de los mejores
alumnos de la escuela. Los
apóstoles de la mano dura señalaron que
tenía antecedentes, lo que se comprobó que era
falso. Que en su casa se encontraron armas,
también resultó falso.
Pese a todas las evidencias,
Brian terminó en el instituto de menores de Pablo
Nogués y estaba allí cuando Jonathan y otros dos
jóvenes protagonizaron una sonada fuga. Brian se
quedó ahí. Aún está ahí
esperando que, esta semana, la Cámara de Apelaciones de
San Isidro resuelva si puede o no recuperar la libertad y
volver al colegio.".
Tal como puede apreciarse en este artículo, existe una
identificación pública de quienes hubieran sido los
verdaderos responsables de este hecho. Y en la causa aparecen
señalados desde el primer día de la
investigación, es decir, desde el 22 de octubre de
2008, dos días antes de que Brian hubiera sido detenido.
Esta más que claro que esos apodos prefirieron ser
olvidados por el sistema punitivo
en cuanto se hicieron de la detención de quien hubiera
podido cumplir el papel de "asesino".
Lamentablemente, el sistema penal, cayó en una trampa
debido a un error imprevisible: Que los docentes salieran a
defender públicamente a un villero.
En la nota periodística realizada por Tomás
Eliaschev y públicada el 31 de octubre
apareció por primera vez una
señalización del asesino. Demás está
decir que para ese entonces, se desconocía que esos
nombres ya existían en la investigación policial.
"Un rumor corre por el barrio: en realidad, la
policía pretendía detener a un joven de Ciudad
Evita apodado "Kitu"."
Cada vez, con más fuerza, estos
apodos han ido ganando luz, y aunque los
personajes en cuestión continúan libres y los
asaltos en San Isidro continúan a la orden del día,
y a pesar de que algunos medios, por
alguna razón desconocida han decidido mantenerlos ocultos,
sus nombres ya no son anónimos.
La edición
impresa de Perfil del día 23 de noviembre publica un
informe detallado
incluyendo los identikits.
"a un mes del crimen en Acassuso
Difunden los identikits de los delincuentes que asesinaron
al ingeniero Barrenechea"
Los principales sospechosos están identificados,
pero hasta el momento, no pudieron ser detenidos. Se trata de dos
jóvenes que se siguen moviendo como antes en la villa
Puerta de Hierro y que
protagonizaron varios robos más. Cristian, apodado
"Quitu", sería el cabecilla del grupo. Hace
diez días atacó a balazos a su primo cuando supo
que lo había delatado.
Busqueda. Quitu tendría 18
años y sería el que mató al ingeniero y
baleó a su hijo. Izq.: otro miembro de la banda, cuyo
identikit se armó en base a los datos que
aportó la mucama de las víctimas."
"Cristian Molina, alias "Quitu", y un menor apodado "Chuna"
serían los cabecillas de la banda que asesinó al
ingeniero Ricardo Barrenechea en su casa de Acassuso. Para la
Justicia, los
pibes que dispararon a quemarropa cuando la víctima los
insultó. Los mismos que la Policía busca sin
demasiado éxito
desde hace más de un mes, pese a que están
identificados en la causa y los identikits -a los que tuvo acceso
PERFIL- tienen un margen de error muy bajo."
"Insultarlo o mirarlo mal es lo peor que se le puede hacer
al Quitu. Es un chico de 18 años, muy paranoico, adicto a
la pasta base desde los once años, que tira a matar porque
tiene alma de
asesino", reconoce un vecino de la villa La Central, donde
supuestamente vive el presunto tirador.
"Los vecinos de la zona dijeron que Quitu estaría
oculto en una casa de la Villa 500, en Ciudad Evita, y Chuna, en
Rafael Castillo".
"Según los vecinos, el acusado se mueve por la villa
Puerta de Hierro con total impunidad.
Sabe que la Policía lo está buscando, pero
él no se muestra demasiado
preocupado. En el barrio cuentan que siguió de cerca uno
de los operativos que realizó la Policía. Pero un
vecino lo reconoció y automáticamente llamó
al 911. Quitu se enteró y le advirtió: "Antes de ir
en cana me mato, pero antes te mato a vos"."
"Por su parte, fuentes de la
DDI de San Isidro reconocieron que "han realizado cuatro
allanamientos en las villas Puerta de Hierro, San Petersburgo y
Villegas". "Trabajamos con información y todo el tiempo hay
gente nuestra en el lugar porque los sospechosos están
identificados", reconoció un jefe policial consultado por
PERFIL.
Mientras tanto, los vecinos del barrio siguen con miedo y
sin hablar. Cuentan que Chuna y Quitu "se mueven con autos
importados, compran barato y siguen robando". Pero desde que
murió el ingeniero, Quitu se cuida un poco más.
"Antes tenía cuatro motos, pero ahora usa solo una.
Tenemos temor porque cuando se encuentra en una situación
extrema, dispara", coinciden."
Existe para la interpretación de la labor
periodística, una teoría
originada en el trabajos de Walter Lippmann en Public Opinion,
que empezaba con un capítulo titulado «The World
Outside and the Pictures in Our Heads» [El mundo afuera y
las imágenes
en nuestras mentes]. Es la teoría llamada de la
agenda-setting que postula que los medios de
comunicación de masas tienen una gran influencia sobre
el público al determinar qué historias poseen
interés
informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El
punto central de esta teoría es la capacidad de los
mass media para graduar la importancia de la
información que se va a difundir, dándole un orden
de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una
determinada conciencia sobre
la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de
la agenda.
Más claramente, la teoría del "establecimiento
de la agenda" dice que la agenda mediática, conformada por
las noticias que
difunden los medios informativos cotidianamente y a las que
confieren mayor o menor relevancia, influye en la agenda del
público.
Es decir, que los temas que son relevantes para los medios se
convierten en temas importantes para el público. La
teoría de la agenda-setting es el resultado
experimental de una tesis que, a
manera de metáfora, planteó Cohen: los medios
(informativos) pueden no acertar al decirnos cómo pensar
sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen sobre
qué pensar.
Existen dos niveles dentro de la agenda setting, que
corresponden a dos etapas de investigación bien
desarrolladas.
El primer nivel se concentra en los temas: Su hipótesis es que los medios nos dicen sobre
qué pensar.
El segundo nivel investiga sobre los aspectos o atributos en
los cuales enfatizan los periodistas al informar sobre los
hechos: su hipótesis es que los medios nos dicen
qué pensar.
Los medios informativos son una fuente fundamental de conocimiento y
opinión. Lo que sabemos del mundo se basa sobre todo en lo
que los medios deciden decirnos. Más
específicamente, el resultado de esta visión
mediada del mundo es que elementos sobresalientes de la agenda de
los medios se vuelven sobresalientes en el imaginario social.
Para comprender como se trataban las noticias entrevistamos a
los periodistas Tomás Eliaschev y Erica Sanchez. Nos
explican que las noticias, en general, son elegidas por los
periodistas, pero la decisión de publicarla o no, depende
del editor.
No obstante, todos los medios tienen políticas
editoriales que hacen que se sigan determinadas
ideologías. Ningún medio es inocente porque todos
apuntan a determinados sectores ideológicos. Sin embargo,
hay tanta variedad de información que el consumidor puede
elegir que leer, de acuerdo a sus propias opiniones.
No obstante consideran que los medios de comunicación masiva, además de
informar suelen ser muy útiles en el reclamo de justicia
por disponer de una capacidad de divulgación que termina
poniendo en evidencia muchisimas cuestiones sociales. Al
respecto, decía Erica, para explicar la extensa vigencia
de la noticia, que el caso de Brian había dejado de ser un
caso policial para convertirse en una cuestión política porque
ponía en la mesa de debate un
montón de cuestiones que se habían mantenido
ocultas.
La presión de
los docentes, lenta pero segura, ha comenzado a lograr que las
cosas se acomoden. Y es que en ese aspecto, ellos tienen una
ardua experiencia. ¿O acaso alguien ignora que son
especialistas en invertir a largo plazo?
Los maestros comenzaron a enseñar, pero esta vez, los
contenidos impartidos han sido el compromiso social, la responsabilidad, la seriedad y la eficiencia.
Ayudaron a descubrir, para que con nuestros propios sentidos
podamos quitar el velo que oculta a la verdad y conozcamos. Como
siempre, mostraron las verdades y las mentiras para que quienes
los escuchan puedan discernir. Y como es natural, luego que han
enseñado han salido a evaluar y a exigir. Y si aún
algo no ha sido aprendido, volverán a machacar sobre el
tema, hasta que todos aprendan. Porque de eso, ellos saben mucho.
Ese es su trabajo.
Y parece que lentamente, algunas cosas comenzaron a
acomodarse. Algunos miembros del poder debieron
guardar rápidamente la carta marcada
y barajar de nuevo.
Y ellos, los maestros, están controlando el juego como
cuando éramos niños,
y no dudarán en poner en penitencia a quien pretenda hacer
trampa, porque su mayor inversión reside, en construir una sociedad para
la paz y el bien de todos.
Y como saben lo que hacen, no se han quedado solos. Muchos
otros maestros salieron en su apoyo, tal es el caso, del SUTEBA y
la CTA, que decidieron poner manos a la obra en medio de un
desfile de guardapolvos blancos, y así lo anuncian.
"El Suteba, sindicato de
maestros perteneciente a la CTA, resolvió lanzar una
campaña de defensa de Brian. La consigna es: "A Brian se
lo pretende imputar por ser pobre, niño y vivir en un
barrio humilde". Se reclama su libertad y que en los barrios, las
fuerzas de seguridad y la
Justicia actúen de acuerdo con la ley."
Página 12 (24/11/2008)
TODOS POR BRIAN
JORNADA SOLIDARIA EN LA MATANZA
VENÍ, PARA QUE LOS
ÚNICOS PRIVILEGIADOS SEAN EFECTIVAMENTE LOS
NIÑOS
PARA BRIAN Y PARA TODOS LOS PIBES RECLAMAMOS
:
IRRESTRICTO CUMPLIMIENTO DE LA LEY
EFECTIVA PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN DE DERECHOS
NOS CONCENTRAMOS EN:
I. Arieta y Av. Juan Manuel de Rosas a las 17.00
hs.
MARCHAMOS con murgas hasta
la Plaza de San Justo.
Acto y desfile murguero.
HOY, TODOS POR NUESTROS PIBES
HOY TODOS POR BRIAN.
CTA LA MATANZA
Y detrás de los maestros llegaron Organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, ciudadanos comunes y
algunos políticos.
Y ahora ya no son los maestros, ahora ya son un
MONTÓN DE GENTE.
ANEXO
METODOLÓGICO
Revista Veintitres
La vida de Brian
Sonrisa. Brian, a los 12, con su diploma de egresado. Siempre fue
un buen alumno.
30-10-2008 / Tiene 16 años y está detenido
por la muerte del
ingeniero. De alumno ejemplar a sospechoso de un crimen infame.
Un recorrido por la villa Puerta de Hierro que permite entender
cómo las víctimas sociales pueden convertirse en
victimarios.
Por Tomás Eliaschev
En la villa Puerta de Hierro no hay Halloween. En
lugar de historias de aparecidos y calabazas caladas con luces en
su interior, hay policías que tumban las puertas de los
ranchos haciendo su caza de brujas. Y meten miedo, más que
los fantasmas. Los
chicos no andan pidiendo caramelos. Si uno no es del lugar, tal
vez le reclamen "una monedita", con más o menos amabilidad
según la hora, la actitud y la
suerte. A veces sobrevuela un helicóptero policial y
algunos se divierten mirándolo. Cuando entra la
Bonaerense, mejor meterse dentro de las casas. En las vías
del tren, uno de los límites
del barrio, se puede ver a chicos extremadamente flacos, con la
mirada vacía, a la expectativa de conseguir "algo" para
seguir fumando paco. "Los pibes se están muriendo como
moscas y nadie hace nada", dice Gisela, una militante social de
la zona.
En estos días, el barrio está conmocionado, como
comprobó una serie de recorridas hecha por
Veintitrés. Un chico al que muchos vecinos vieron crecer
fue detenido en sus narices, acusado de un crimen infame: el
asesinato de un hombre
indefenso, en su propia casa, después de haber amenazado a
su familia, lo es.
En los pasillos de Puerta de Hierro no pueden creer que Brian
B., de 16 años, haya participado en el asesinato.
Sus amigos y vecinos juran que es inocente. En los potreros y en
las canchas, extrañan su gambeta. En la escuela, desde el
portero hasta la directora, pasando por sus compañeros,
afirman que es muy buen alumno, candidato a ser abanderado a fin
de año. Pero Brian es uno de los tres detenidos por el
homicidio de
Ricardo Barrenechea, que sacudió el debate sobre la
"inseguridad".
Fue señalado, según los investigadores, en una
rueda de reconocimiento, como uno de los delincuentes que el 21
de octubre a las 6.30 entraron a la casa del ingeniero en San
Isidro, robaron joyas y dinero y
balearon a su hijo. Habrían encontrado en su poder un mapa
de la zona y fotos en su
celular en las que aparece con un arma en la mano. "No es
ningún perejil", dicen en la fiscalía de San Isidro, y agregan que tiene
antecedentes penales en un juzgado de menores de La Matanza.
Además, siempre según la versión oficial,
Brian habría declarado que estuvo en la casa de
Perú al 700 esa madrugada. Consultado por
Veintitrés, el defensor oficial Gualberto Bastrochi no
negó ni confirmó la confesión del menor.
La vida de Brian es la historia de uno más
de los 8 millones de menores de18 años que, en la
Argentina, viven en la pobreza y la
marginalidad.
Tres de cada diez chicos como él, según datos de
Unicef, creen que no van a vivir más allá de los
veintipico. Brian se crió en este escenario.
En el corazón de
la villa hay un descampado con un par de autos incendiados y
pibes aconsumiendo a toda hora. La misma escena, en las
vías del tren. Al barrio le dicen "farmacity" o
"pacolandia". Está en una de las zonas más
calientes del partido de La Matanza. Del otro lado del Camino de
Cintura (conocido también como "la segunda General Paz")
es tierra de
nadie, afirman muchos.
Grupos de
perros sueltos
yendo de acá para allá son una parte permanente del
paisaje. Si se recorren los pasillos a la tarde, se ven cientos
de niños volviendo del colegio con sus blancos delantales,
jóvenes y no tan jóvenes llegando del trabajo y
señoras sentadas en las puertas de su casa tomando mate o
tereré.
-¿De qué canal son? -pregunta un vecino-. Pongan
que el pibe es un perejil, no tiene nada que ver con el crimen
del ingeniero. Lo engancharon porque es de la villa. La
policía necesita atrapar a alguien y la gente tiene mucho
prejuicio con
los que vivimos acá.
Un rumor corre por el barrio: en realidad, la policía
pretendía detener a un joven de Ciudad Evita apodado
"Kitu".
Brian nació el 25 de julio de 1992. Salvo de los cuatro a
los ocho años, cuando su familia se mudó al barrio
El Talita de González Catán, siempre vivió
en Puerta de Hierro, de Isidro Casanova, partido de La Matanza.
Tiene dos hermanas más grandes y tres hermanos menores. La
mayor, Mayra, de 20, vive con su hija a unas pocas casas de
él. Con la que le sigue, Leyla, de 17, comparte amistades.
Sergio, de 14, y Alan, de 11, son tan futboleros como Brian. El
más pequeño, César, de 3, anda con su
chupete y una gomera. Extraña mucho a Brian, que lo suele
cuidar. Un patrullero de la Bonaerense pasa por la avenida
Crovara, uno de los límites de la villa. En brazos de su
mamá, Fabiana Romero -que a sus 36 años tiene un
embarazo de 4
meses-, el chico señala y balbucea: "Patrullero igual al
que llevó a Brian".
En los parlantes del barrio no sólo suena cumbia: como en
muchos de los barrios populares, el reggaetón se fue
expandiendo hasta las villas del oeste del conurbano. A Brian le
gusta esta mezcla de hip hop, reggae y otros ritmos
caribeños: escucha a Daddy Yankee y Tego Calderón,
pero sus favoritos son Wisin & Yandel, el dúo
puertorriqueño que estuvo a fines de septiembre en el Luna
Park. Brian ni soñó con ir a verlos: los 50 pesos
de la entrada más barata le resultaban prohibitivos.
Pero la verdadera pasión de Brian es el fútbol.
Fanático de Boca (su ídolo máximo es Diego
Armando Maradona), no para de jugar en cada momento libre que
tiene. Durante la semana, por las mañanas, antes de entrar
al colegio, juega partiditos con sus vecinos o contra los chicos
del barrio 17 de Marzo, ubicado del otro lado de la vía.
Sus amigos son unánimes: Brian juega muy bien a la pelota.
"El martes jugamos contra los del 17 y nos ganaron 12 a 8. Es que
faltaba Brian, que es el que más corre", se lamenta un
chico de doce años con una remera de la selección
y claritos rubios en su cabellera.
Los domingos, Brian se calza la diez con los colores de San
Lorenzo, los que usa el Güemes Juniors de Ciudad Evita, un
barrio que, visto desde el cielo, copia el perfil de la
"abanderada de los humildes". Al ras del suelo, sin
embargo, nadie parece acordarse de ellos.
El Puerta de Hierro no es demasiado grande. El nombre viene de un
portón ferroviario en una de las puntas de la villa y
también recuerda el lugar de exilio de Juan Domingo
Perón
en la época en la que las tierras fueron ocupadas. Aguas
servidas, basura que nadie
recoge y ausencia total de espacios verdes son parte del
paisaje.
Una capilla, un comedor piquetero, un puñado de iglesias
evangélicas y una biblioteca
popular realizan a pulmón trabajo social.
Sobran las enfermedades: la tuberculosis y
los problemas
cutáneos causados por los arroyos tóxicos. El
barrio es un triángulo comprendido por las vías del
Ferrocarril Belgrano, la avenida Crovara y la calle Colonia.
Atrás hay tres cementerios: el de Villegas, el
Islámico y el Armenio. La muerte, al
alcance de la mano. No hay cifras actualizadas, pero los vecinos
calculan que en el barrio viven alrededor de 8.000 personas.
Como a casi todos los chicos de su edad, a Brian le gusta ir al
cíber o ver películas en la casa de algún
amigo que tenga reproductor de DVD.
Elizabeth, encargada del locutorio La City, cuenta: "Es un chico
muy respetuoso, jamás tuve ningún problema".
También se divierte con Tinelli. En varias oportunidades,
Brian fue hasta la Feria de Mataderos a reírse con los
chistes de
Luís Alberto "El Chileno" Flores.
Pero la noche anterior al asesinato, afirma su mamá, Brian
ni salió de la casa: "No lo dejo ni salir ni a bailar".
Como todos los adolescentes
del barrio, varias veces quiso ir a La Base, una disco de San
Justo. Pero su madre nunca se lo permitió.
A Brian lo detuvieron el viernes 24, a la una de la
mañana, cuando estaba por bañarse. "Entraron y
rompieron todo." Los tres pequeños ambientes de la casa
todavía muestran los rastros de los destrozos: durante el
allanamiento, los policías arruinaron su viejo placard y
tajearon sus raídos sillones. "Apenas dejaron que se ponga
un pantalón largo, porque estaba en shorts -sigue-. Se lo
llevaron descalzo. Nadie me explicó por qué lo
detenían", recuerda la mamá del muchacho, de
enormes ojos celestes. "Es un chico buenísimo, no se
merece esto, no entiendo por qué se lo llevaron", dice,
sin aguantar las lágrimas.
Y Brian tampoco para de llorar. "Mamá, los policías
me recagaron a trompadas, yo no hice nada", le dijo por teléfono desde el Centro de
Recepción de Menores Pablo Nogués, donde
está detenido y pasó una semana sin ver a su
familia.
Brian tenía proyectos para su
futuro. "De chico, quería ser médico, pero
últimamente decía que iba a ser policía.
Quería estudiar en la Escuela de Oficiales Ramón
Falcón de la Federal. Después de la paliza que le
dieron debe haber cambiado de idea", cuenta Fabiana.
La única "mancha" en la vida de Brian que admite
sucedió hace dos meses. "Estaba con algunos amigos,
jugando con un perro y un hombre los terminó acusando de
robo. él no hizo nada, pero se agarran de eso para
involucrarlo en el crimen del ingeniero", dice.
Cuando Brian fue detenido por el asesinato del ingeniero, algunos
medios de comunicación dijeron que tenía 18
años. "Las maestras nos indignamos: eso es mentira, tiene
dieciséis. Y todos los chicos nos dicen que es inocente",
cuenta Laura Romero, preceptora de la Escuela 141, que comparte
edificio con la 162, a pocos metros de la villa. A su lado
está Nelly Baldano, la docente que envió una
carta abierta
a los medios criticándolos por buscar a "un asesino" y no
"al asesino". Baldano conoce a Brian y a tres de sus hermanos,
que van a esa escuela: "Todos comen en el comedor, son chicos que
se portan muy bien", dijo.
Brian, lo cuentan sus maestros y se ve en las carpetas que su
madre muestra con orgullo, es un alumno que suele sacarse nueve o
diez, sobre todo en matemática
y en plástica. En los últimos días estaba
entusiasmado, pintando un mural con motivos gauchescos para
decorar la escuela, donde se realizará una peña
folclórica.
Fabiana está angustiadísima: tiene a su hijo
detenido, cuatro más que mantener y uno por venir. Su
vivienda está en malas condiciones. "Cuando llueve, cae
más agua adentro
que afuera", se resigna la mujer. Un
tirante sostiene el techo, que parece a punto de caerse.
Será difícil reparar los daños que
provocó el allanamiento: la mujer es empleada
doméstica por horas, vendedora ambulante ocasional de
productos para
limpieza y "beneficiaria" de un plan Familias de
275 pesos mensuales. Su ex marido, que vive en Ciudad Evita y
realiza changas de albañilería, le pasa dinero para los
alimentos de
sus hijos. Aun así, cuesta llegar a fin de mes.
"A mi hijo lo detuvieron porque creen que sólo por vivir
en la villa es delincuente y drogadicto. Y eso no es así.
Voy a ir a donde haga falta, a la tele, a todas partes. Con los
vecinos que conocen a mi hijo desde que es chico pensamos en
cortar Crovara para que venga la prensa y le
podamos decir a todo el mundo que mi hijo es inocente",
anuncia.
En 1990, la Argentina ratificó su adhesión a la
Convención de los Derechos del
Niño, que plantea que el Estado debe
garantizar educación, salud, vivienda y una vida
digna a todos los menores. No se cumple. Y eso los convierte en
víctimas. En Puerta de Hierro, como en tantos otros
rincones olvidados del país, estos derechos son papel
mojado. Los vecinos de la villa no quieren que la sociedad
sólo se acuerde de su existencia por hechos policiales. Y
piden que no se olviden de ellos. Buscan que la vida le gane la
batalla a la muerte.
Adolescentes con prisión preventiva
DOS PROCESAMIENTOS POR EL ASESINATO DEL INGENIERO
Los chicos detenidos por el crimen del ingeniero Ricardo
Barrenechea quedaron procesados con prisión preventiva, al
ser considerados por la Justicia coautores de asesinato para
ocultar el robo que estaban concretando en la casa de la
víctima. La medida fue dispuesta por el juez de menores de
San Isidro, Fernando Ribeiro Cardadeiro, al considerar que la
declaración que había prestado apenas detenido el
joven conocido como Brian no fue tomada bajo tormentos
policiales.
La abogada María Cecilia Arieto, defensora del chico,
sostuvo que no podía confirmar el procesamiento porque no
había sido notificada y se mostró sorprendida de
que la decisión del magistrado se hubiera dictado "con tan
pocos elementos". El juez firmó una resolución de
más de 70 carillas, en donde repasó los detalles y
las pruebas que
llevaron a los investigadores a detener a Brian y a otro
adolescente por considerar que participaron de un raid delictivo
en la mañana del pasado 21 de octubre.
Una semana después del crimen, la policía
arrestó en una villa del Partido de La Matanza a los dos
jóvenes (de 15 y 17 años) que ahora quedaron
procesados por el homicidio. Sin embargo, la familia y los
maestros del chico de 15 años denunciaron que no
había tenido nada que ver con el homicidio. Arieto
argumentó que "la principal prueba contra Brian es el
reconocimiento que hizo la mucama de la familia Barrenechea. Pero
ni la viuda lo pudo identificar. La principal confusión es
que Brian como Jonathan y otro chico prófugo tenían
reflejos (en el pelo). Y la mujer está convencida de que
uno de los delincuentes era rubio (con reflejos) y otro morocho.
A Jonathan se lo identificó, pero aclaró que Brian
no podía ser porque el otro delincuente era morocho".
Además, la abogada sostuvo que "acá hay dos
prófugos, y somos los primeros que queremos que se
esclarezca el crimen, no sólo porque creemos en la
inocencia de Brian sino porque sabemos que el asesino está
suelto".
Pese a que la defensa ya anunció que apelará, lo
cierto es que si el procesamiento se mantiene los imputados
podrían llegar a juicio oral antes y ser sentenciados. El
delito de
homicidio "criminis causa" impone las penas más duras.
Sábado, 15 de noviembre de
2008
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-115082-2008-11-15.html
Acusados de coautores del crimen del ingeniero
Prisión preventiva para los menores
15.11.2008
Los dos chicos detenidos por el crimen del ingeniero Ricardo
Barrenechea quedaron procesados ayer, al ser considerados por la
Justicia coautores del asesinato para ocultar el robo que estaban
concretando en su casa.
Trascendió que el juez firmó una resolución
de más de 70 carillas, en donde repasó los detalles
y las pruebas que llevaron a los investigadores a detener a B. y
a otro adolescente identificado como J. por considerar que
participaron de un raid delictivo en la mañana del 21 de
octubre.
B. tiene dos reconocimientos positivos de la familia Barrenechea
y fue identificado por la mucama, el mapa de San Isidro doblado
en la zona y testigos de Puerta de Hierro, que lo señalan
como implicado, y la declaración de "Chirola", de 18
años. J. también tiene cuatro reconocimientos
positivos de la familia y de la mucama. La defensa anunció
que apelará. Pero si el procesamiento se mantiene, los
imputados llegarán a juicio oral para ser sentenciados. Y
aunque el delito de homicidio criminis causa impone las penas
más duras del Código
Penal, hay planteos ante la CIDH porque los menores no pueden ser
condenados a perpetuidad.
http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=15438
SON BRIAN Y JONATHAN, LOS CHICOS DE LA VILLA "PUERTA DE
HIERRO", DE LA MATANZA
Procesan a dos adolescentes de 16 años por el
asesinato del ingeniero Barrenechea
Sábado 15
Noviembre 2008
Los acusan de robo y homicidio, pero no determinaron
quién le disparó a la víctima.
Por: Horacio Aizpeolea
OTROS TIEMPOS. EL INGENIERO RICARDO BARRENECHEA
Y SU ESPOSA, DURANTE UNAS VACACIONES EN BARILOCHE.
foto = new Galeria( document.images["Foto"], Array('/diario/2008/11/15/thumb/1722923-1.jpg'), document.getElementById("FotoEpigrafe"), Array('OTROS TIEMPOS. EL INGENIERO RICARDO BARRENECHEA Y SU ESPOSA, DURANTE UNAS VACACIONES EN BARILOCHE.'), document.getElementById("vinculoFoto"), Array('989373'), document.getElementById("numeroFoto") ); foto.setFoto(0);
A menos de un mes del homicidio del ingeniero
Ricardo Barrenechea (46), la Justicia de Menores de San Isidro
procesó ayer a dos adolescentes de 16 años como
coautores del crimen, ocurrido la mañana del martes el 21
de octubre durante un asalto a la casa de la víctima, en
la localidad de Acassuso. En la misma resolución, el juez
Fernando Ribeiro Cardadeiro les dictó la prisión
preventiva.
De esta manera, los menores Brian y Jonathan -quien se
había fugado y fue recapturado- quedaron acusados por los
delitos de
robo doblemente calificado (por el uso de armas y por haber sido
cometido en "poblado y en banda") y homicidio "criminis causa".
Esta última es una de las figuras más graves del
Código Penal: se castiga con prisión perpetua y
significa que quien mató lo hizo para eliminar testigos y
ocultar así otro delito (en este caso, el robo) para
lograr la impunidad. En la resolución del juez se ubica a
ambos adolescentes dentro de la casa pero no se aclara
cuál disparó.
"Todavía no fuimos notificados oficialmente, pero ni bien
nos llegue la cédula, apelaremos", aseguró a
Clarín la abogada de Brian, Florencia Arrietto,
quien sostiene que su defendido fue torturado por la
Policía para que se declarara culpable. Por lo pronto, la
defensora logró que esa confesión quedara
relativizada ya que le fue tomada al chico como mayor y no como
menor. Sin embargo, el juez le dio mucho valor a los
reconocimientos hechos por los testigos.
Según trascendió la semana pasada, Brian fue
reconocido por la empleada domestica de los Barrenechea como el
adolescente que dentro de la casa le dijo "vamos, subí",
para llevarla a la planta alta. "Pero dos de los hijos del
ingeniero no lo reconocieron y el otro, Tomás, (que
resultó herido) y la esposa, tampoco", agregó
Arrietto.
En cuanto a Jonathan, su situación es distinta: la
empleada domestica no lo reconoció pero sí lo hizo
toda la familia Barrenechea.
Actualmente, Brian está alojado en un instituto de
Pablo Nogués. Hasta el lunes compartía encierro con
Jonathan pero éste se fugó y tras su recaptura
terminó en el instituto Almafuerte, de La Plata.
Tras escapar, Jonathan se escondió en la casa de un
tío, en Pontevedra. Allí fue a buscarlo la
Policía luego de que su padre le revelara al
capitán Claudio Vega (de la comisaría de su
barrio) dónde estaba.
A partir de la resolución del juez Ribeiro Cardadeiro,
ahora queda abierto el camino de las apelaciones. Si la
Cámara confirma su resolución, el destino de Brian
y Jonathan seguirá el rumbo que marca la ley de Menores
(22.278).
De acuerdo a esta ley, los menores de entre 16 y 17 años
que cometen delitos graves sólo pueden ser juzgados luego
de cumplir los 18 años. El juez -luego de un periodo
tutelar en el que se los evalúa- puede declarar prescripta
la acción
contra ellos, dictarles una pena en suspenso o condenarlos con la
escala
correspondiente a la "tentativa" del delito por el que se los
halle culpables. Otra posibilidad, aunque inconstitucional, es
que se los condene como si fueran mayores (ya ocurrió en
casos anteriores, donde se dictaron perpetuas).
En el caso de Jonathan y Brian, al estar procesados por
homicidio "criminis causa" la pena por la tentativa podría
ser de entre 15 y 20 años. Pero si la Cámara cambia
la calificación a "homicidio en ocasión de robo"
(más lógica,
dado que sí dejaron testigos) ésta podría ir
(como tentativa) desde dos años y medio a doce años
y medio.
La causa, de todos modos, no termina con ellos. La Policía
busca a otros dos adolescentes (uno tiene 18 años)
apodados "Kitu" y "Chuna". Todos son de la villa Puerta de Hierro
(ver La supuesta…)
Además en la Justicia ordinaria de San Isidro hay una
causa, a cargo del fiscal Gustavo Garbus, en la que está
detenido un joven de 18 años. Este no fue reconocido por
los Barrenechea pero sí por una de las víctimas de
los dos robos que cometió la banda tras el crimen.
http://www.clarin.com/diario/2008/11/15/policiales/g-01803262.htm
La supuesta confesión de Jonathan
Sábado 15
Noviembre 2008
"Los policías me ataron a una columna y con una
manguera me pegaban en todo el cuerpo. Al mismo tiempo me
amenazaban con violarme. Entonces no me quedó otra que
decir que yo había participado en el asalto y el crimen".
La frase es de Brian (16), uno de los dos procesados por
el crimen del ingeniero Ricardo Barrenechea. Se la dijo a sus
familiares y maestros que fueron a visitarlo al instituto de
menores donde está detenido.
A pedido de la defensa del chico, el juez de la causa
resolvió excluir como elemento de cargo esa
confesión. Pero otras pruebas lo complicaron.
Según contó el chico, en la mañana del
crimen él estaba durmiendo en su casa (en la villa Puerta
de Hierro, en La Matanza) y no había ido al colegio porque
había paro de maestros. Además, declaró que
se enteró del violento asalto porque ese mismo día
Jonathan fue a verlo y se lo confesó.
"Estábamos adentro de casa con 'Kitu' y 'Chuna' (dos
jóvenes que están prófugos) y en un momento
'Kitu' se empezó a pelear con el tipo (el ingeniero).
Entonces 'Kitu' empezó a gritarle a 'Chuna': 'Tirale,
tirale'. 'Chuna' apuntó y disparó dos tiros. Una
bala le pegó en la mano a 'Kitu'. La otra, al tipo en la
pierna", le contó Jonathan a Brian, según este
último.
Ambos iban a la Escuela 161, que está a metros de la villa
Puerta de Hierro. Las maestras contaron a Clarín que Brian
no se drogaba y además era un "muy buen alumno". Sin
embargo, no opinan lo mismo de Jonathan: "Terminó el
primario el año pasado. Lo anotamos para que vuelva este
año, pero nunca apareció. Vivía en la
calle", recordó una preceptora.
En el barrio cuentan también que Jonathan fumaba paco y
que la mamá de Brian le daba de comer en su casa.
http://www.clarin.com/diario/2008/11/15/policiales/g-01803262.htm
Pagina
12- 24/11/2008 La defensa de uno de los chicos
detenidos por la muerte de Barrenechea apeló a la
Cámara
Cómo resolver un caso sin
investigar
Según los defensores de Brian, la
detención del chico acusado de participar en el asalto y
crimen del ingeniero fue resuelta sin pruebas. Aseguran que no se
investiga a los verdaderos culpables, que no es cierto que
tuviera armas en su casa. La Cámara debe decidir.
Ninguna de las huellas digitales relevadas en la casa de
Barrenechea coincide con las de Brian.
Por Raúl Kollmann
Un testigo de identidad
reservada dice que quien participó del asalto a la casa
del ingeniero Daniel Barrenechea es un tal Brian, alias El Negro.
En su barrio, la Villa Puerta de Hierro, nadie le dice Negro a
Brian. La familia del ingeniero afirma que los asaltantes fueron
un menor con claritos en el pelo y otro de pelo muy negro. El
detenido Jonathan, reconocido por los Barrenechea, tiene
claritos. Brian también los tiene. Eso significa que no
fue el segundo participante del asalto. Un testigo de identidad
reservada acusó a Brian y señaló su casa.
Pero cuando la policía entró a la vivienda del
testigo encontró numerosas municiones, algunas de ellas de
la misma marca y calibre que los utilizados en el asesinato del
ingeniero. Sin embargo, nada se hizo contra ese testigo y, en
cambio,
creyeron sus dichos y detuvieron a Brian. Las irregularidades del
proceso contra
el joven y notable alumno del ESB 141 de La Matanza, defendido
por sus maestras y vecinos, son numerosísimas.
Esta semana se decidiría su suerte: la Cámara de
Apelaciones de San Isidro debe resolver si queda privado de la
libertad, imputado de participar en el robo que terminó en
el asesinato del ingeniero Ricardo Barrenechea, o si se lo deja
en libertad porque -como opinan todos los que lo conocen- no
tiene relación alguna con el delito.
El Suteba, sindicato de maestros perteneciente a la CTA,
resolvió lanzar una campaña de defensa de Brian. La
consigna es: "A Brian se lo pretende imputar por ser pobre,
niño y vivir en un barrio humilde". Se reclama su libertad
y que en los barrios, las fuerzas de seguridad y la Justicia
actúen de acuerdo con la ley.
La abogada defensora de Brian, Florencia Arietto,
presentó un largo escrito fundamentando por qué el
chico no tuvo relación alguna con el robo en casa de los
Barrenechea, señalando las irregularidades del proceso y
mencionando con precisión quienes actuaron en el robo.
Esos jóvenes mencionados -dice Arietto- se ufanan en
Puerta de Hierro de haber participado del asalto y esta semana,
uno de los sospechosos, apodado Kitu, llegó al colmo de
amenazar a la madre de Brian. El gobernador Daniel Scioli y el
ministro de Seguridad Carlos Stornelli resolvieron personalmente
ponerle una custodia a Fabiana.
En la apelación presentada esta semana, Arietto enumera
una serie de notorios agujeros en la acusación contra
Brian:
– Hay un testigo que dice que en el robo participó un
tal Brian, alias El Negro. Nadie lo llama así en el
barrio.
– Ese mismo testigo señala una dirección,
Crovara No 5600, tira 21, casa 324. Pero Brian no vive
allí. En esa casa habita Jonathan, quien sí aparece
muy involucrado en el robo y fue reconocido por todos los
integrantes de la familia Barrenechea.
– Pese a que el supuesto testigo se equivoca en el apodo y en
la dirección, se apuntó a Brian. Al momento de su
detención, no había ningún elemento en su
contra.
– En los procedimientos se allana la vivienda de otro menor,
El Boliviano. Este señala a Brian. Sin embargo, en su
propia casa se encontraron 40 municiones intactas calibre 45 y
entre otros hay por lo menos tres de la marca Federal y seis de
la marca CBC, que coinciden con las usadas en el robo a la
familia Barrenechea.
– Todos los vecinos del barrio cuentan que El Boliviano era
parte de la banda que robó en casa del ingeniero, pese a
lo cual no lo investigaron, no peritaron los proyectiles y le
creyeron la acusación contra Brian.
– Hay varios testigos que mencionan a un joven, Chuna, Chunita
o Chuma. Incluso figura en un parte policial. Sin embargo, su
vivienda nunca fue allanada. La defensora de Brian se pregunta:
¿quién lo protege?
– La Policía Científica hizo un detallado
relevamiento de las huellas digitales encontradas en la casa de
los Barrenechea. Ninguna coincide con las de Brian.
– La defensora Arietto se pregunta cómo es posible que,
de entrada, se haya convalidado una supuesta confesión de
Brian después que lo tuvieron atado a un palo durante 48
horas y fue golpeado.
– La mucama de los Barrenechea fue la única que
reconoció a Brian, pero el trámite resulta
sugestivo. Por un lado, en su declaración, la
doméstica describe a una persona completamente diferente.
Y, para redondear la maniobra, cuando se hace la rueda de presos,
junto a Brian se puso a personas mucho mayores que él, que
carecían de claritos. Parece que todo fue hecho para que
lo marquen.
– La misma mucama señala a Brian pero dice que
tenía el pelo más largo. El reconocimiento se hizo
una semana después del hecho, un período tan breve
que es imposible que le haya crecido el pelo de esa manera.
– Todo el resto de la familia Barrenechea reconoce a Jonathan,
que tiene claritos, y no a Brian. La única que en ese
peculiar trámite señaló a Brian fue la
mucama.
– La familia del ingeniero sostiene que a su domicilio
entró un menor con claritos y uno de cabello oscuro.
Jonathan tiene claritos y Brian también, por lo cual
está claro que él, Brian, no fue el
acompañante de Jonathan en el robo.
– Es más, todos los testimonios señalan al alias
Kitu como el morocho que entró a la casa de los
Barrenechea. El otro participante, según los testimonios
es el tal Chuma o Chumita.
– El propio Jonathan cuenta que Kitu vestía de buzo o
remera negra y pantalón largo crema, idéntica ropa
descripta por la mucama cuando atestiguó sobre los
asaltantes.
– Según los Barrenechea en el robo participaron tres
jóvenes. Hay actualmente dos prófugos -Kitu y
Chuma-, que siguen viviendo en sus casas y nadie busca en serio.
Y hay dos detenidos, Jonathan y Brian. Parece obvio que sobra
uno, es decir que hay un inocente detenido.
– Jonathan admite que el tal Kitu tendría un dedo de su
mano lastimado por haberle rozado una bala en casa de los
Barrenechea.
El juez de Menores de San Isidro, Fernando Ribeiro Cardadeiro,
aceptó excluir una supuesta confesión de Brian
obtenida después de tenerlo dos días completos
atado a un palo y luego de darle varios cachetazos. Sin embargo,
no aceptó un elemento clave, el testimonio de dos vecinas
que señalaron que aquella mañana Brian estaba
durmiendo en la misma pieza que su madre a la hora del asalto.
Una de las vecinas cuenta que todas las mañanas al volver
de trabajar pasa por la casa de Fabiana a tomar mate. Ella
testifica que Brian dormía en la cucheta de arriba y la
madre en la cama grande. No había actividad en la casa
porque debido al paro de maestros, Brian no iba a clase.
Otra vecina relata que fue a pedir un nebulizador y detalla
exactamente lo mismo, que Brian estaba en la cucheta. Es conocido
que las docentes de Brian, Nelly Baldano y Lauro Romero, salieron
en defensa del chico y señalaron que se trata de uno de
los mejores alumnos de la escuela. Los apóstoles de la
mano dura señalaron que tenía antecedentes, lo que
se comprobó que era falso. Que en su casa se encontraron
armas, también resultó falso.
Pese a todas las evidencias, Brian terminó en el
instituto de menores de Pablo Nogués y estaba allí
cuando Jonathan y otros dos jóvenes protagonizaron una
sonada fuga. Brian se quedó ahí. Aún
está ahí esperando que, esta semana, la
Cámara de Apelaciones de San Isidro resuelva si puede o no
recuperar la libertad y volver al colegio.
Perfil.com
Edición Impresa
Domingo 23 de Noviembre de 2008
Año III Nº 0315
Buenos Aires,
Argentina
A un mes del crimen en Acassuso
Difunden los identikits de los
delincuentes que asesinaron al ingeniero Barrenechea
Los principales sospechosos están identificados, pero
hasta el momento, no pudieron ser detenidos. Se trata de dos
jóvenes que se siguen moviendo como antes en la villa
Puerta de Hierro y que protagonizaron varios robos más.
Cristian, apodado "Quitu", sería el cabecilla del grupo.
Hace diez días atacó a balazos a su primo cuando
supo que lo había delatado.
Por Erica Sanchez.
Busqueda. Quitu tendría 18
años y sería el que mató al ingeniero y
baleó a su hijo. Izq.: otro miembro de la banda, cuyo
identikit se armó en base a los datos que aportó la
mucama de las víctimas.
Crecieron en un ambiente
hostil, rodeados de armas, drogas,
violencia y
miseria. Sin demasiadas alternativas, y siguiendo el legado de
algún delincuente con "chapa", hicieron "carrera" en el
mundo del delito. Cristian Molina, alias "Quitu", y un menor
apodado "Chuna" serían los cabecillas de la banda que
asesinó al ingeniero Ricardo Barrenechea en su casa de
Acassuso. Para la Justicia, los pibes que dispararon a quemarropa
cuando la víctima los insultó. Los mismos que la
Policía busca sin demasiado éxito desde hace
más de un mes, pese a que están identificados en la
causa y los identikits -a los que tuvo acceso PERFIL- tienen un
margen de error muy bajo.
"Insultarlo o mirarlo mal es lo peor que se le puede hacer al
Quitu. Es un chico de 18 años, muy paranoico, adicto a la
pasta base desde los once años, que tira a matar porque
tiene alma de asesino", reconoce un vecino de la villa La
Central, donde supuestamente vive el presunto tirador.
Otra persona, que también por miedo prefirió
preservar su identidad, agregó: "Ahora se fugó,
pero siempre pasa por el barrio para amenazar. Sabemos que es el
líder
de la banda que mató al ingeniero. Lo peor es que te
amenaza. Es una persona violenta. Te mata, no tiene vueltas para
disparar, y lo peor de todo es que muchas veces mata porque
sí. Se siente impune y tiene alma de líder. La
semana pasada pasó por la villa Puerta de Hierro a toda
velocidad en
un Mini Cooper blanco, y el jueves en un Volkswagen Cross Fox,
desde donde amenazó a la madre de B.", el chico de 16
años que está detenido y supuestamente formaba
parte del mismo grupo que el 21 de octubre pasado entró a
robar a la casa de la familia Barrenechea.
"A la noche vengo y te liquido a vos y a toda tu familia por
haberme delatado", cuentan en el barrio que le dijo a la
mujer.
Fabiana Romero se asustó. Y su reclamo llegó a
oídos del gobernador de la provincia de Buenos Aires,
Daniel Scioli, quien inmediatamente se puso a disposición
para protegerla y brindarle apoyo para que pueda abandonar la
villa.
Los vecinos de la zona dijeron que Quitu estaría oculto
en una casa de la Villa 500, en Ciudad Evita, y Chuna, en Rafael
Castillo.
Tirador. Fuentes policiales confirmaron que hace diez
días Quitu baleó a su primo y a su tío
cuando supo que ellos contaron que él había sido
uno de los delincuentes que asaltó al ingeniero.
Según los vecinos, el acusado se mueve por la villa
Puerta de Hierro con total impunidad. Sabe que la Policía
lo está buscando, pero él no se muestra demasiado
preocupado. En el barrio cuentan que siguió de cerca uno
de los operativos que realizó la Policía. Pero un
vecino lo reconoció y automáticamente llamó
al 911. Quitu se enteró y le advirtió: "Antes de ir
en cana me mato, pero antes te mato a vos".
Las pruebas. J., el otro menor que está detenido en la
causa, mencionó a Quitu y Chuna en el pormenorizado relato
que hizo acerca del robo.
"Chuna, Quitu y un tal Pecas fueron a la casa del ingeniero.
Estaban vestidos con ropa deportiva. Quitu llegó ese
día con el dedo lastimado; todos ingresaron a una pieza, y
después de media hora salieron y le empezaron a contar a
la madre de Quitu, de nombre Patricia, lo que había
pasado. Escuché que Quitu le decía a la madre que
le había rozado un tiro y le dijo: "Este gil, en vez de
tirarle al chabón, me tiró a mí",
refiriéndose a Chuna. Me parece que lo mató porque
le tiró un montón de tiros y el chabón
cayó y el hijo también." J. también
declaró que "el Quitu es medio loco". "Se droga y lo he
visto armado algunas veces", reconoció.
Por su parte, fuentes de la DDI de San Isidro reconocieron que
"han realizado cuatro allanamientos en las villas Puerta de
Hierro, San Petersburgo y Villegas". "Trabajamos con
información y todo el tiempo hay gente nuestra en el lugar
porque los sospechosos están identificados",
reconoció un jefe policial consultado por PERFIL.
Mientras tanto, los vecinos del barrio siguen con miedo y sin
hablar. Cuentan que Chuna y Quitu "se mueven con autos
importados, compran barato y siguen robando". Pero desde que
murió el ingeniero, Quitu se cuida un poco mas. "Antes
tenía cuatro motos, pero ahora usa solo una. Tenemos temor
porque cuando se encuentra en una situación extrema,
dispara", coinciden.
La mucama se hizo humo
Mary Estela Vera es una mujer de nacionalidad
paraguaya que trabajaba como empleada doméstica en la casa
del ingeniero Barrenechea. La última vez que fue citada a
declarar no apareció. En ella los investigadores del caso
sembraron algunas sospechas, ya que en su relato aparecen puntos
que no terminan de quedar claros.
El día del crimen la mujer reconoció haber
escuchado un ruido de
llaves, mientras que la versión oficial indica que los
delincuentes habrían violado la cerradura entrando con una
tarjeta. ¿Los asesinos tenían una copia o ella no
dice la verdad?
Otro punto que también llama la atención es que Vera hacía dos meses
que trabajaba en la casa y nunca dijo dónde vivía,
ya que primero se domicilió en Flores y luego en Quilmes.
Además, al momento del hecho no se mostró shockeada
como el resto de la familia y, según su
declaración, la esposa del ingeniero le ordenó,
mientras la Policía trabajaba y recogía pruebas,
que limpiara la sangre de la
escalera. Sangre que no sólo era del ingeniero. Ella lo
hizo pero la duda radica en si la limpió por cuenta propia
o por orden de la dueña de casa.
Diario Perfil (1/11/08)
Presionado por los intendentes
En un momento caliente, Scioli dice que
no puede sentirse conforme "mientras haya delitos y
muertes"
Con la inimputabilidad de los menores de nuevo en escena,
el gobernador sostiene que es "absolutamente
exigente" con el tema de la inseguridad.
Daniel Scioli, gobernador de la provincia de
Buenos Aires | Foto: Cedoc
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, admitió hoy
que no puede sentirse "conforme" con la política de
seguridad de su administración "mientras haya delitos y
muertes", y reconoció que el "gran esfuerzo" que realizan
las autoridades del área y de la Policía provincial
" no cumple con las expectativas que
tiene la ciudadanía", según declaró a
la agencia DyN.
"Yo no puedo responder con
estadísticas ni diciendo que estoy conforme
cuando han matado a una persona hace dos días en Florencio
Varela o los otros episodios que son de conocimiento
público", aceptó, pero defendió la tarea
"titánica" que realizan el ministro de Seguridad, Carlos
Stornelli, y el jefe de la Policía bonaerense, Daniel
Salcedo, en la lucha contra la violencia.
En declaraciones a radio Del Plata,
Scioli insistió en que no se puede declarar "conforme con
la política de seguridad mientras haya delitos, muertes y
la situación que generan (estos episodios)" y
remarcó que frente a esta problemática es "
absolutamente exigente".
La política bonaerense está ahora dividida por el
debate en torno de la
inimputabilidad de los menores, cuyo precursor es el intendente
de San Isidro, Gustavo Posse y al que Scioli se sumó
dividiendo las aguas en el
oficialismo.
10/11/08
SIN LUGAR PARA CUESTIONAMIENTOS
Scioli echó a la funcionaria que
criticó su idea de bajar la edad de
imputabilidad
Martha Arriola, subsecretaria en Desarrollo
Social, osó marcar sus diferencias con la
política contra la inseguridad y pagó
un caro precio.
Martha Arriola, la funcionaria que se
animó a cuestionar su política contra la
inseguridad. | Foto: Cedoc
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, echó a Martha
Arriola, la funcionaria del ministerio de Desarrollo
Social que lanzó duras
críticas contra la política oficial de Minoridad y
que llegó a calificar de "catastrófica" la
situación del área.
Voceros oficiales de la cartera confirmaron a la agencia de
noticias DyN que la subsecretaria de
Niñez y Adolescencia
de ese ministerio "ya no forma parte del equipo de trabajo desde
el viernes, día en se decidió su
separación del cargo".
"No estaba conforme con la política oficial con
respecto a temas de minoridad, que no sólo tienen que ver
con los proyectos de baja en la edad de imputabilidad", fue la
explicación oficial que trazó el Gobierno de
Scioli, que intentó desvincular el tema a las duras
declaraciones de la funcionario en torno al polémico
proyecto
bonaerense.
¿Cuales fueron las declaraciones que
hicieron que Arriolla sea despedida? Además
de criticar sin tapujos los desempeños de los
ministros de Seguridad, Carlos Stornelli, y de Salud, Claudio
Zin, la ahora ex funcionaria se animó a
decir que "la inseguridad que vivimos no se resuelve
criminalizando a los chicos". También había pedido
"dictar la emergencia en materia de
niñez y adolescencia, y crear un ente autárquico
que dependa directamente del gobernador, además de
triplicar el presupuesto del
área".
"Por esas y otras declaraciones formuladas en privado y que
llegaron a oídos del gobernador, es que se decidió
el viernes pasado su separación", explicaron voceros
oficiales. En rigor, detallaron, la separación de Arriola
se había decidido el viernes, "aunque se postergó
por unos días para mantenerla a resguardo y tratar de
tener una salida decorosa".
Desde el gabinete de Scioli explicaron que las las
palabras de Arriola publicadas hoy por los diarios, "no
hacen más que confirmar la situación por la que se
decidió separarla", negando que su despido responda al
hecho de haber hecho pública su crítica
al gobernador bonaerense
10/11/08
La "sensación de inseguridad"
Escapó el presunto asesino del
ingeniero Barrenechea
Lo habían alojado "con las mayores medidas
de seguridad" en un instituto de Menores en Pablo
Nogués. Amplio operativo para tratar de recapturarlo.
El ingeniero Barrenechea fue asesinado a sangre
fría en su casa. | Foto: Cedoc
Un adolescente de 16 años, sospechoso del crimen del
ingeniero Ricardo Barrenechea, se fugó hoy de un instituto
de menores de la localidad bonaerense de Pablo Nogués
(partido de Malvinas
Argentinas) donde estaba alojado, informaron fuentes del caso.
Se trata del adolescente identificado por cuatro
familiares de Barrenechea como el supuesto responsable de haber
asesinado al ingeniero de 48 años hace 20
días, cuando un grupo de asaltantes
ingresó a robar en su vivienda de la localidad de
Acassuso, partido de San Isidro.
A raíz de la fuga las máximas autoridades de la
Policía Bonaerense se reunieron esta noche y ordenaron
desplegar un amplio operativo para recapturar al sospechoso.
Según informó el Ministerio de Desarrollo Social
bonaerense, del que depende el instituto donde estaba alojado el
acusado, el hecho ocurrió alrededor de las 17
cuando el sospechoso huyó del lugar junto con otros dos
menores con causas penales de la Justicia de Morón, luego
de romper unas rejas.
El adolescente fue derivado a ese instituto por orden
del titular del juzgado de Menores 1 de San Isidro, Fernando
Manuel Ribeiro Cardadeiro, quien había dispuesto
concentrar las mayores medidas de seguridad dada la peligrosidad
del sospechoso.
Tras enterarse de la fuga, el magistrado se comunicó
inmediatamente con el titular de la Delegación
Departamental de Investigaciones
(DDI) de San Isidro, el comisionado Carlos Figueroa, para
solicitarle la implementación de un dispositivo que
permita atrapar al imputado.
El director del Instituto, a su vez, realizó la denuncia
policial y avisó a los jueces de las causas en las que
estaban involucrados los tres menores. Mientras, el ministro de
Desarrollo Social, Daniel Arroyo, ordenó "que
se inicie una investigación sumaria interna y se sigan los
procedimientos de rigor para cumplir con las actuaciones
administrativas correspondientes" para determinar
responsabilidades, se informó oficialmente.
El adolescente había sido detenido el 4 de noviembre
pasado durante un gigantesco operativo montado en la villa
"Puerta de Hierro" en el partido de La Matanza, con la
participación de unos 300 efectivos de la Policía
Bonaerense. El hecho en que participó ocurrió el 21
de octubre último, cuando los asaltantes ingresaron a la
vivienda del ingeniero, situada en la calle Perú al 700 de
Acassuso, luego de saltar la reja de entrada.
Una vez en el interior sorprendieron a Barrenechea, quien se
encontraba con su esposa, sus cuatro hijos y la empleada
doméstica.
Pese a que el ingeniero les dio una importante suma de dinero,
los ladrones no se conformaron y reclamaron más, hasta que
antes de irse le efectuaron cinco disparos que le provocaron la
muerte e hirieron a uno de sus hijos, un adolescente de 17
años.
La banda había llegado al lugar en un desvencijado Renault
12 sin papeles que había comprado por 500 pesos.
Además, en ese mismo lapso cometió otros cuatro
asaltos en la zona.
La fuga de estos adolescentes se da justo en momentos en que
levantó temperatura el
debate por los menores que cometen delitos, al punto que el
gobernador bonaerense,
Daniel Scioli, desplazó a una funcionaria que no estaba de
acuerdo con su postura. La funcionaria echada fue la
subsecretaria de Niñez y Adolescencia del Ministerio de
Desarrollo Social, Martha Arriola, quien cuestionó el
proyecto oficial de baja de la edad para imputar a los menores y
criticó una presunta falta de recursos del
área donde actuaba.
9/11/08
La policía no los dejó acercar a la Quinta
Presidencial
Reclamaron en Olivos por mayor
seguridad
Hubo una columna liderada por Castells
y se le sumaron vecinos de la zona. Se
quejaron de la "indiferencia" del
gobierno de Cristina frente a crímenes y asaltos.
Dos mujeres en el reclamo de esta tarde frente
a Olivos. | Foto: DYN
Unas 300 personas se concentraron esta tarde frente a la
Quinta de Olivos para reclamarle a la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner la aplicación de
medidas de seguridad contra el delito en el
conurbano bonaerense.
Uno grupo llegó liderado por el piquetero
Raúl Castells, rodeado por
manifestantes que exhibían carteles de protesta no
sólo por la inseguridad, sino también por demandas
sociales. Junto a ellos ellos, un grupo de vecinos de la zona se
sumó con carteles vinculados especificamente a la
inseguridad en la zona norte. Sin embargo, ni unmos ni otros
pudieron llegar hasta la puerta de entrada de la quinta, debido a
un vallado colocado por la policía.
"Crishtina (sic), la inseguridad nos deja en
bolas", rezaba una leyenda pintada en la bandera
más grande que llevaron habitantes de la zona y de otras
localidades donde se registraron víctimas de delitos.
En la convocatoria, los manifestantes aseguraron que la marcha no
tendría "fines políticos ni banderas
partidarias", pero criticaron la supuesta
"indeferencia del gobierno nacional"
frente a crímenes y asaltos.
Semanas atrás, los vecinos agrupados en una denominada
"mesa de enlace Mejor Seguridad"
presentaron un petitorio en la Casa Rosada en el que pidieron a
la presidenta Fernández de Kirchner que implemente
políticas públicas para reducir los delitos.
Las movilizaciones por mayor vigilancia se iniciaron luego de que
el 14 de octubre, en la localidad de Acassuso, una banda
integrada en su mayoría por jóvenes asesinó
al ingeniero Ricardo Barrenechea e hirió a uno de sus
hijos durante un robo.
Infobae 23/11/08
Una diputada quiso cobijar al menor asesino del ingeniero pero
no la dejaron
Se trata de la funcionaria nacional del Frente para la
Victoria, Claudia Bernazza. La Justicia
rechazó su solicitud para tener a cargo al
joven de 16 años implicado en el asesinato de
Barrenechea
La diputada nacional del Frente para la victoria, Claudia
Bernazza, le pidió formalmente a la Justicia para que la
autoricen a resguardar en su casa al menor de 16 años que
esta acusado por el crimen de Barrenechea.
"La iniciativa tomada junto a mi esposo, Enrique Spinetta,
tiene que ver con generar un gesto para resolver una
situación muy concreta y generar un gesto frente a la
Justicia, para mostrar que existen alternativas frente al
encierro en los institutos de menores", argumentó la
funcionaria ante un semanario.
De todas maneras, la Justicia denegó ese pedido, aunque
Bernazza y su marido anunciaron que apelarán la medida
porque quieren resguardar al adolescente y colaborar con
él y su familia.
"Hay una amplia red de espacios alternativos
para chicos con causas penales y problemas serios. En nuestra
casa (el adolescente) podría fortalecerse, seguir
estudiando y estar en contacto permanente con su familia",
dijeron Bernazza y su marido.
11/11/08
Las Madres de Plaza de Mayo marchan para que no bajen la edad
de imputabilidad
Se movilizan a la Casa de la Provincia de Buenos Aires.
Rechazan que los menores acusados de asesinatos, violaciones y
robos a mano armada sean juzgados como mayores.
Participá de la encuesta de
Infobae.com
Alrededor de un centenar de personas, con niños
portando globos, protestaba este mediodía frente a la Casa
de la Provincia de Buenos Aires, en contra del proyecto del
gobernador Daniel Scioli de bajar la edad de imputabilidad de los
menores.
También participan de la
manifestación frente a Callao 235 activistas de
organizaciones sociales, entre ellos, las Abuelas de Plaza de
Mayo, y partidos de izquierda.
La movilización de las Madres se contrapone al pedido
de miles de vecinos, abogados y especialistas en derecho que
exigen bajar la edad de responsabilidad penal de menores,
en momentos en que existe un incremento de hechos delictivos
donde participan.
Hace un par de semanas, vecinos de San Isidro realizaron
una marcha hasta la sede comunal para pedir mayor seguridad
y bajar la edad de imputabilidad de los menores. El pedido
fue respaldado por el intendente de esa localidad, Gustavo
Posse, y hasta por el gobernador Daniel Scioli.
Este último envió un proyecto a
la Legislatura
provincial y al Congreso Nacional para que puedan ser penados los
mayores de 16 años que participan o son autores de delitos
graves.
El malestar llegó a un punto
cúlmine tras el terrible asesinato del ingeniero
Ricardo Barrenechea, en su vivienda de Acassuso. Una banda
de adolescentes ingresó a su hogar y baleó
a él y a un hijo, que debió ser
internado.
Tras el homicio, los jóvenes delincuentes
continuaron con un raid delictivo por el barrio. Justamente,
uno de ellos –sindicado como el autor material del crimen- fue
recapturado esta madrugada, luego de que huyera del instituto
donde había sido enviado por un juez de menores.
Temiendo que vuelva a intentar escapar, un fiscal lo
envió a un instituto de máxima seguridad, donde
hay alojados unos 40 internos por robo calificado y
homicidio.
Por su parte, Hebe de Bonafini admitió que se dio un
incremento de los hechos violentos que involucran a menores, pero
lo justificó en que "muchas veces la única
solución de un chico es la droga, y la droga vuelve loca a
la gente".
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