La otra noche Jerónimo estuvo muy inquieto
{quizá por la influencia de "la gripe"} y casi "ni
pegó el ojo" -o sea, no durmió bien- y
además, nos platicaba que tuvo un sueño
extraño pues "se le apareció"
Napoleón { sí, el
mismísimo Napoleón Bonaparte } y
fueron en un rápido viaje hasta París
mientras dialogaban sobre diversos temas.
Ya saben ustedes que en los sueños se pasa de una cosa
a otra sin ninguna lógica
ni referencia, y se confunden épocas, personajes y
eventos que
tal vez en la vida real nunca tuvieron relación o hasta
nunca ocurrieron, pero los sueños son una expresión
muy "libre" de conceptos, pensamientos, e ideas de la más
diversa naturaleza que
se presentan, se entremezclan y hasta se confunden entre
sí, sin guardar una proporción o relación
que tenga algo que ver con "la lógica".
Jerónimo no ha sido un "fanático" de
Napoleón, aunque tampoco es un detractor o enemigo,
ha tratado de ser "ecuánime" y objetivo, sin
prejuzgar, ya que este personaje reúne
características contradictorias que le sitúan en un
lugar destacado en la Historia de Francia y
la Historia Universal… sin embargo, al ir
conociendo -por libros,
artículos y demás- datos, eventos y
circunstancias en los que Napoleón fue
protagonista o participó,, poco a poco ha ido
"construyendo" un concepto -o una
idea- sobre este hombre en el
que destaca la magnitud de algunos de sus hechos y la
"sabiduría" de muchos de sus pensamientos… magnitud
ensombrecida y hasta oscurecida por su arrogancia y
ambición y porque muchos "logros" fueron obtenidos por
medio de la guerra..
Jerónimo, opina que solamente puede ser
considerado en su valor como ser
humano, con las cualidades y defectos que esto conlleva y que en
Napoleón fueron muy evidentes, pero, por sobre
todo, debe situarse en "su" época y no
verlo con los ojos del Siglo XXI.
Al mencionarse que la Torre Eiffel ahora es
considerada como el símbolo de París y uno
de los "emblemas" de Francia, el rostro de
Napoleón se ensombrece un poco y comenta con un
dejo de tristeza que él pensaría en El
Arco del Triunfo como símbolo de
París más que en una "moderna" construcción posterior a sus tiempos y que
por supuesto no conoció en vida..
Napoleón comenta a Jerónimo que
hace poco tiempo estuvo
paseando por París y aunque algunas personas "se le
quedaban viendo" ninguno lo "reconoció" lo que
resultó muy agradable y diferente a lo que ocurría
en sus días cuando tenía contacto con la
gente……..nostálgicamente remarca lo
agradable que es poder pasear
por la actual ciudad sin verse asediado por la muchedumbre y sin
tener que llevar guardias y
protección……..solamente después de su
muerte
recobró algunas de sus características como
persona y ya
se ha "reconciliado" con los cambios que ha habido desde "sus
tiempos".
Ahora, puede recorrer las calles -en sus "jeans"- con
tranquilidad y darse cuenta de lo "grande" que los franceses lo
consideran……hasta estuvo en Internet "checando" algo de
lo que se publica o se ha publicado sobre su persona y sus actos
como militar y como gobernante.
Jerónimo le indica que -según sabe-
Napoleón es, ha sido y será, el personaje
histórico que mas atención ha recibido de "todo el
mundo" : historiadores, escritores, artistas, cineastas y hasta
científicos y que el "publico en general" lo considera
Emperador hasta la fecha…..y por muchos años
por venir…..eso "le agrada" y esboza su
característica "media-sonrisa".
Comentando sobre sus orígenes en Córcega,
Ajaccio más precisamente, dice que en realidad fue
una "suerte"para él que Francia hubiera
comprado Córcega a Venecia escaso un
año antes de su nacimiento y que aunque en su infancia su
padre Charles Bonaparte era nacionalista a
ultranza y simpatizante de Pasquale di Paoli
{líder
guerrillero que luchó en contra de la anexión a
Francia}, pronto, en 1778 Charles fue nombrado
Representante de Córcega ante la Corte de
Louis XVI por lo que dejó a sus hijos al
cuidado de su madre, Marie Leticia Ramollino
y modificó sus puntos de vista "nacionalistas".
En este entorno, a cargo de su madre, el joven
Napoleón y sus hermanos crecieron en un
ambiente de
euforia por lo francés que los fue contagiando hasta que
"lo francés" fue adoptado como propio.
De hecho su nombre original era Nabolione o
Nabulione di Buonaparte (en corso) lo que no fue muy bien
visto en algunos círculos sociales { el di
antepuesto al apellido representaba una ascendencia de "mediana
nobleza"} y por algunas desconocidas y oscuras razones
Charles decidió "afrancesar"el nombre familiar
modificándolo a Napoleón Bonaparte
como fue conocido posteriormente……el primer registro oficial
ya con ese nombre data del 28 de marzo de 1796.
Página siguiente |