El desarrollo de
la democracia
(Parte I) -Artículo de Opinión
Si asumimos que la democracia es fundamental para la
resolución de los problemas de
la sociedad y que
cuanto más desarrollada esté mayor probabilidad
de mejorar las condiciones de vida de la mayor parte de la
población, lo siguiente que se nos plantea
es cómo puede mejorarse. El desarrollo de la democracia es
actualmente uno de los grandes retos de la humanidad para su
propia subsistencia.
Si admitimos que la democracia es en definitiva
una forma de convivencia para resolver nuestros conflictos de
manera pacífica, justa y eficaz, cada vez resulta
más evidente que las "democracias" actuales tienen
mucho que mejorar para conseguirlo. La democracia se basa
fundamentalmente en el diálogo,
en el respeto, en la
participación del conjunto de la población en la
toma de
decisiones (el poder del
pueblo) con el objetivo
fundamental de la convivencia pacífica y justa. La
democracia proporciona una METODOLOGÍA para encontrar
soluciones a
los problemas de una sociedad, independientemente de
cuáles sean dichas soluciones. Dicha metodología se basa principalmente en el
libre debate y en la
posterior aprobación mayoritaria (del pueblo o de sus
representantes) de las soluciones a implementar. En este sentido
la democracia es la verdadera herramienta de
transformación social. El fin último de la
democracia es la garantía de los derechos humanos (cuya
referencia legislativa es sin duda la Declaración
Universal de los Derechos Humanos
de la ONU).
La idea que subyace en el fondo tras el concepto de
democracia es la "distribución igualitaria" del poder entre
todos los ciudadanos, la idea de que el poder emana del pueblo
porque cada uno de sus individuos tiene el mismo "peso" en las
decisiones a tomar por el conjunto, todos los ciudadanos tienen
"igualdad" de
voto, aun siendo distintos. La igualdad es una de
las bases fundamentales de la democracia y debe estar presente en
todos sus aspectos. Uno de los grandes problemas de fondo de
las democracias actuales es que esa igualdad existente a la hora
de emitir el voto (a la hora de ejercer el poder, a la hora de
decidir) no existe a la hora de su "preparación" (a la
hora de crear las condiciones necesarias previas para que el
ejercicio del poder se haga de acuerdo con unos requisitos
adecuados mínimos para todos los ciudadanos, para que el
ejercicio del poder se ejerza de forma correcta y responsable por
todos). Aunque todos los ciudadanos tengan igual "peso" para
decidir, no tienen todos los mismos conocimientos ni aptitudes
para hacerlo correctamente. No es lo mismo un voto inconsciente
que uno consciente (aunque el resultado "político" sea el
mismo). No tiene la misma capacidad de decisión una
persona bien
formada o bien informada (con una buena capacidad para elegir
entre las opciones posibles), que una persona que apenas sabe
leer o escribir (y por tanto más fácilmente
manipulable). Es necesario extender la democracia a todas las
facetas de la vida social, es necesario extender la igualdad para
que la democracia cobre
verdadero sentido, sin tampoco pretender una igualdad
absoluta, por otro lado imposible y antinatural. La
cultura y la educación juegan aquí un
papel fundamental (a medio y largo plazo). Por consiguiente, la
democracia tiene MUCHO "camino" por delante que recorrer.
Otra idea que subyace tras el concepto de democracia es
por supuesto la libertad. La democracia aspira a fijar un
marco de convivencia basado en las libertades. Obviamente, la
libertad nunca
es absoluta (en ningún caso, siempre estamos condicionados
por factores externos o internos a nosotros que nos condicionan,
nunca podemos hacer lo que queramos al cien por cien), pero
además, la convivencia impone límites
imprescindibles. La libertad de uno acaba donde empieza la de
otro. Por otro lado, los distintos tipos de libertades
interrelacionan unos con otros. Si falla un tipo de libertad,
entonces fallan otras libertades.
Por ejemplo, la falta de libertad de
expresión de unos (de "emitir" ideas) afecta a la
libertad de pensamiento de
otros (de "recibir" ideas, lo que pensamos viene determinado,
entre otras cosas, por las ideas que podemos llegar a conocer,
nunca el pensamiento "parte de cero"). No puedo pensar libremente
(o me costará mucho más) si no puedo acceder
libremente a todo tipo de ideas (si éstas no "circulan"
por la sociedad, si no existe libertad de expresión) para
formar mi pensamiento. Y no sirve de nada tener libertad de
pensamiento si luego no tengo libertad de expresión, si
luego no puedo plantear mis ideas públicamente para que
sean conocidas y por tanto haya alguna posibilidad de que se
lleven a la práctica. La libertad de pensamiento y la
libertad de expresión están indisolublemente
unidas, son como la "gallina y el huevo" (¿Cuál
es la gallina y cuál el huevo?). Teniendo en cuenta estas
limitaciones, una sociedad democrática aspira a
maximizar TODAS las libertades, especialmente la libertad de
expresión y la libertad de pensamiento, éstas
últimas son dos libertades "fundamentales" a las que debe
poder acceder (en igualdad de condiciones) el conjunto de la
sociedad. Desde este punto de vista, la democracia también
tiene MUCHO "camino" por delante que recorrer.
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