- El nenúfar y el
árbol - Un
remanente de Israel
volverá a Sión - La
lectura
inversa de Montesquieu - El
Cristianismo
mesiánico - Definición de
algunas expresiones corrientes en este libro - Breve
reseña sobre la división del reino
davídico en "dos casas" reinantes - Desde el destierro
de Israel, y el exilio de Judá, a la
restauración del reino davídico al final de los
días - El
anuncio del Reino a los " Hijos de Israel" y todas las
naciones - El
retorno del remanente y la ira venidera - "Ensancha el sitio de
tu tienda" - "Id antes a
las ovejas perdidas de la casa de Israel" - La
restauración del tabernáculo de David y el
Evangelio del Reino - "Mandaré y
haré que la Casa de Israel sea zarandeada entre todas
las naciones"
" He aquí, yo os
envío á Elías el profeta,
antes que venga el día de
YaHVéH
grande y terrible.
El convertirá el
corazón
de los padres
á los hijos,
y el corazón de los hijos á
los padres:
no sea que yo venga, y con
destrucción
hiera la tierra"
.
Malaquías 4:5-6
***
nenúfar
árbol
(dibujo
celta)
LAS FUERTES RAÍCES DEL
EVANGELIO
1) El nenúfar y el
árbol
¿Es el evangelio relevante para interpretar los hechos
que conmueven hoy a la humanidad? ¿Hay alguna
relación entre la fe cristiana – la fe bíblica – y
la historia de las
naciones? ¿Nos dice algo sobre su desenlace final?
¿Es una guía confiable para nuestros
días?
Hoy es común pensar que la fe cristiana es algo
que pertenece al plano de lo íntimo, a nuestra
privada relación con Dios, y que existen herramientas
propias para el análisis de la historia que no los recintos
acotados en donde se mueve nuestra fe, la fe de la
cristiandad. Y las preguntas no se refieren
solo al análisis histórico del impacto que tuvo la
predicación del evangelio en las naciones.
Este anuncio de que vendría un Reino que
cerraría el devenir de las naciones, formulado con
urgencia y vinculado a un mensaje de salvación
personal que
pronto tomo mas relevancia que el anuncio del Reino,
comenzó en la tercera década de
nuestra era, en Jerusalem, e impactó a todas las
naciones de la tierra
cambiando definitivamente el mundo dividiéndolo en
dos eras: A.C .y D.C. . ¡Vaya si fue un hecho
histórico trascendente! Pero por grande que esto
haya sido y sigue siéndolo nos referimos a si hay
algo anterior a esto y que lo incluye que muestra un fluir
persistente en el seno de la historia. Nos preguntamos si
hay un plan " macro" que
abarque milenios y que nos permita percibir un pulso constante.
Si hay un Propósito actuando en ella destinado a alcanzar
algún fin. ¿Estamos a la deriva, presos de
nuestras propias doctrinas políticas,
económicas, sociales y culturales, de encuentros y
desencuentros, o existe un Puerto Seguro para la atribulada
nave que hoy nos zarandea?
Según la forma mas corriente de exponer la fe
cristiana, aún en las " iglesias de Cristo" , lo que
llamamos sintéticamente evangelio fue un mensaje que
vino inicialmente dirigido a los judíos
– palabra que suponemos sinónimo de " israelitas"
- y que anuncia la manifestación de "
su" Mesías en la historia. Pero como los judíos lo
rechazaron, entonces el anuncio del Mesías prometido a
ISRAEL se " redirigió" y vino a ser anunciado
a los " gentiles"
.
Esto quiere decir que un haz concentrado de
profecías que todos los cristianos declaramos divinamente
inspiradas – y por tanto infalibles -
dirigidas con precisión y detalle a la
descendencia de Abraham, erró el blanco. Y
algunas hebras de ese haz – unas si pero otras
no - finalmente fueron a iluminar a aquellos
que " no eran Su pueblo" . Si esta enorme incongruencia fuera
verdad pondría en riesgo la
integridad del relato bíblico. En el nos encontramos en la
primera parte con un Dios que hace un solemne Pacto con un pueblo
que él saca con señales
y portentos de Egipto para
convertirlo en pueblo electo. A este pueblo liberado por
su " brazo extendido" de una penosa esclavitud Le
dicta de Su propia mano leyes y estatutos
en los cuales – entre otras cosas importantes - les
ordena su separación de las naciones. Luego hay un
intermedio de unos 400 años y cuando el relato
se reanuda c0n la manifestación de Dios hecho carne
– Jesús – y un sacrificio de expiación que
conmueve los siglos este Le vuelve la espalda a Su pueblo dejando
aparentemente truncas centenas de
profecías que se nos dice que debemos "
reinterpretar" como dirigidas a aquellos que no eran Su
pueblo en el A.T.. ¿Podemos confiar que un
Dios que parece ser tan débil en hacer cumplir Su
Propósito con Su propio pueblo? ¿Pueden
Sus Palabras una guía segura para interpretar la
historia?
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