La supervisión en trabajo social. Reflexiones para quienes ejercen supervisión de campo
- Palabras previas
- Papel de la supervisora en Trabajo
Social - Aspecto pedagógico de la
supervisión - Aspecto
administrativo de la supervisión - Características
del supervisor(a) en Trabajo Social - Conclusiones
- Bibliografía
1. PALABRAS
PREVIAS
El tema de la supervisión en trabajo social, si bien es
reconocido como inherente a la formación profesional desde
el nivel académico, continua siendo un campo no muy
explorado a nivel de quienes ejercen esta función.
Como docentes de la Escuela de Trabajo Social de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos queremos con este
documento brindar elementos de reflexión a quienes vienen
ejerciendo el importante papel de supervisor (a) de
prácticas preprofesionales en los diversos espacios desde
donde se ejerce el trabajo social.
Mucha de la formación que como profesionales recibimos
no se circunscribe únicamente al conocimiento
teórico adquirido en las aulas universitarias sino en
nuestros trabajos de campo, más conocido como
prácticas preprofesionales.
El tipo y calidad de orientación recibida en las
prácticas de parte de las(os) supervisoras(es) de campo
marca la acción profesional futura.
Es menester enfatizar que la separación que
existe entre la Universidad y los espacios donde se ejerce la
acción profesional, es la misma distancia que hay entre la
teoría y la práctica, asumiendo que una se nutre de
la otra y se retroalimentan. Por lo tanto, no se trata de
priorizar una sobre la otra sino de darle a cada una su exacto
papel en la formación profesional de las(os)
estudiantes.
No pretendemos tener la última palabra en materia de
supervisión en Trabajo Social porque como
acción de aprendizaje orientado hacia personas está
en permanente construcción. Consideramos que se trata
de una tarea fundamentalmente educativa y como tal,
inmersa en un proceso dinámico de enseñanzas
compartidas y aprendizajes significativos mutuos.
El acercamiento que hacemos, a través de este
documento, con las supervisoras de campo, denominadas
también supervisoras institucionales, o supervisoras
directas, intenta demostrar el interés que tenemos por
vincular en este proceso a todas(os) las(os) profesionales que
con responsabilidad cumplen esta importante y trascendente
función de acompañar la tarea de formar nuevas
profesionales.
Deseamos compartir con ustedes, queridas(os) colegas, las
dudas, dificultades y experiencias que encontramos en esta
función. Conocer sus propuestas y sugerencias. Nuestro
objetivo es y seguirá siendo trabajar por una
formación de profesionales, creativos(as), innovadores,
responsables en la construcción de un país
democrático, solidario, inclusivo que respete los derechos
humanos de todos y todas.
2. PAPEL DE LA
SUPERVISIÓN EN TRABAJO SOCIAL
Algunas personas suponen que el hecho de supervisar significa
ejercer algún poder, convertirse en vigilante de tareas y
personas, imponer tareas verticalmente, es todo lo contrario.
Acerquémonos un poco a la supervisión y conozcamos
en qué consiste.
La supervisión en trabajo social es un proceso
educativo cuando se centra en la formación profesional del
Trabajador(a) Social y es un proceso administrativo cuando su
foco de atención es el ejercicio profesional del Trabajo
Social.
Es un proceso que orienta la acción de
manera coherente – en contraposición al
espontaneísmo- y la reflexión
científica de su praxis social.
La función educativa de la supervisión
ocurre tanto dentro del aula como dentro del centro
de práctica donde realiza la acción profesional. De
ahí la importancia de vincular los objetivos de la
formación profesional que se imparte en la universidad con
los objetivos de los campos de acción profesional donde
participan las los profesionales de trabajo social y donde
participarán las(os) estudiantes. En este sentido,
como señala Nidia Morera y Carmen M. Castillo "quien
supervisa es corresponsable del proceso de aprendizaje y del
proceso de atención de los problemas y necesidades
sociales, sean éstas individuales o colectivas."[1]
La supervisión debe estimular la
reflexión, la iniciativa, la creatividad, facilitar
espacios para suscitar la discusión de problemas. Preparar
a las supervisadas para vincular sus conocimientos intelectuales
con una comprensión profunda de la realidad y de sus
actores.
La supervisión comprende dos aspectos sumamente
importantes: el aspecto pedagógico y el aspecto
administrativo, que interrelacionados nos permiten entender a
la supervisión como un proceso educativo.
3. ASPECTO PEDAGÓGICO
DE LA SUPERVISIÓN
Siendo la supervisión una tarea de enseñar y
aprender a descubrir, así como de dar una intención
clara de las acciones, se trata de realizar un adiestramiento
permanente en el campo teórico como en el técnico
instrumental, integrándolos ambos.
En esta actividad se perfecciona el manejo de técnicas
e instrumentos de investigación, de planificación y
de ejecución dentro de un marco teórico referencial
que guía la acción.
Como acción educativa, la supervisión supone
partes involucradas en el proceso de enseñanza –
aprendizaje, en un intercambio dialogante. En este sentido el
Supervisor desarrolla una actitud pedagógica, su
comportamiento como tal puede ser aprendido, en consecuencia
factible de ser transferido a otras personas, lo que no niega que
existan algunos factores personales que hacen más o menos
efectivo a un supervisor.
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