Introducción
Algunos estudiosos de la conducta humana
encuentran pequeñas diferencias en el uso de las palabras
ética y
moral. Esto se debe a que ambas prácticamente tienen
el mismo significado y se relacionan entre sí. A saber, la
palabra ética proviene del griego "ethos"
(carácter, temperamento, hábito, modo
de ser) y la palabra moral se deriva del latín
"mos, moris" (costumbre, hábito). Ambas palabras
(ethos y mos) se ubican en el terreno de la ética y
hacen hincapié en un modo de conducta que es
adquirido por medio del hábito y no por disposición
natural. Por su definición etimológica, la
ética es una teoría
de hábitos y costumbres. Comprende, ante todo, "las
disposiciones del hombre en la
vida, su carácter, sus costumbres y, naturalmente
también la moral."
(Aranguren).
El concepto
ética en este escrito se analizará desde el punto
de vista de Fagothey (1991) que establece que ésta "es
el
conocimiento de lo que está bien y de lo que
está mal en la conducta humana" (2). A diario se enjuicia
moralmente un acto y se afirma que es o no es ético, o sea
bueno o malo, si este acto está a favor o en contra de la
naturaleza y
dignidad del
ser humano.
Según Escobar (1992) "la
ética nos ilustra acerca del porqué de la conducta
moral y los
problemas que
estudia son aquellos que se suscitan todos los días en la
vida cotidiana, en la labor escolar o en la actividad
profesional" (1).
Necesidad de la ética
Todo trabajador tiene o debe desarrollar
una ética
profesional que defina la lealtad que le debe a su trabajo,
profesión, empresa y
compañeros de labor. Villarini (1994) describe que "la
ética de una profesión es un conjunto de normas, en
términos de los cuales definimos como buenas o malas una
práctica y relaciones profesionales. El bien se refiere
aquí a que la profesión constituye una comunidad
dirigida al logro de una cierta finalidad: la prestación
de un servicio"
(53). Señala, además, que hay tres tipos de
condiciones o imperativos éticos profesionales:
(1)
competencia – exige que la persona tenga los
conocimientos, destrezas y actitudes para
prestar un servicio
(2)
servicio al cliente – la
actividad profesional sólo es buena en el sentido moral si
se pone al servicio del cliente
(3)
solidaridad – las relaciones de
respeto y
colaboración que se establecen entre sus
miembros.
Para lograr en los empleados una
conciencia
ética profesional bien desarrollada es que se establecen
los cánones o códigos de ética. En
éstos se concentran los valores
organizacionales, base en que todo trabajador deberá
orientar su comportamiento, y se establecen normas o
directrices para hacer cumplir los deberes de su
profesión.
En virtud de la finalidad propia de su
profesión, el trabajador debe cumplir con unos deberes,
pero también es merecedor o acreedor de unos derechos. Es importante
saber distinguir hasta dónde él debe cumplir con un
deber y a la misma vez saber cuáles son sus derechos. En
la medida que él cumpla con un deber, no debe preocuparse
por los conflictos que
pueda encarar al exigir sus derechos. Lo importante es ser
modelo de lo
que es ser profesional y moralmente ético. Por ejemplo, un
deber del profesional es tener solidaridad o
compañerismo en la ayuda mutua para lograr los objetivos
propios de su empresa y, por consiguiente, tener el derecho de
rehusar una tarea que sea de carácter inmoral, no
ético, sin ser víctima de represalia, aun cuando
esto también sea para lograr un objetivo de
la empresa. Al
actuar de esa manera demuestra su asertividad en
la toma de
decisiones éticas, mientras cumple con sus deberes y
hace valer sus derechos. Además, demostrará su
honestidad, que
es el primer paso de toda conducta ética, ya que si no se
es honesto, no se puede ser ético. Cuando se deja la
honestidad fuera de la ética, se falta al código
de ética, lo cual induce al profesional a exhibir conducta
inmoral y antiética.
Hay tres factores generales que influyen
en el individuo al
tomar decisiones éticas o antiéticas (Ferrell,
87-96), los cuales son:
- Valores individuales – La
actitud,
experiencias y conocimientos del individuo y de la cultura en
que se encuentra le ayudará a determinar qué es
lo correcto o incorrecto de una acción. - Comportamiento y valores de
otros – Las influencias buenas o malas de personas
importantes en la vida del individuo, tales como los padres,
amigos, compañeros, maestros, supervisores,
líderes políticos y religiosos le
dirigirán su comportamiento al tomar una
decisión. - Código oficial de
ética – Este código dirige el comportamiento
ético del empleado, mientras que sin él
podría tomar decisiones antiéticas.
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