Los componentes de origen vegetal en la dieta y su efecto protector en el cáncer
Resumen
En Cuba, el
cáncer constituye la segunda causa de muerte en la
mayoría de los grupos de edades
y fundamentalmente en la población mayor de 60 años.
Más de la mitad de todas las neoplasias malignas ocurren
en este grupo que
representa sólo el 12 % de la población cubana. Se
ha visto que uno de los componentes que más
relación guarda con la etiología o
patología de más de cien enfermedades diferentes,
entre las que se encuentran distintos tipos de cáncer,
enfermedades cardíacas y vasculares, diabetes y
desórdenes neurovegetativos.
Muchos de los alimentos
vegetales contienen sustancias químicas, las cuales no son
consideradas nutrientes y que proporcionan al alimento unas
propiedades fisiológicas que van más allá de
las nutricionales propiamente dichas. Dentro de este grupo de
sustancias podemos encontrar a los compuestos fenólicos de
las plantas,
sustancias terpenicas como los carotenoides y sustancias
azufradas como los glucosinolatos y los compuestos azufrados de
las Alliaceas, muy utilizadas como condimento en la
elaboración de muchas preparaciones culinarias. El
aparente efecto protector de estos constituyentes de origen
vegetal en enfermedades crónicas como el cáncer,
aun se desconocen aunque la evidencia apoya el poder
antioxidante y con su efecto detoxificador
Palabras clave:
Cáncer, fotoquímicos, polifenoles, sustancias
terpénicas, componentes azufrados,
Introducción
El cáncer es una enfermedad correlacionada con el
envejecimiento, casi el 70 % de las muertes por cáncer se
producen en personas mayores de 60 años. Sin embargo,
algunos tumores están sobresaliendo como causa de
mortalidad prematura en los adultos, y ello va relacionado con
cambios de estilo de vida
incorporados en el presente siglo (1). En Cuba, el cáncer
constituye la segunda causa de muerte en la mayoría de los
grupos de edades y fundamentalmente en la población mayor
de 60 años. Más de la mitad de todas las neoplasias
malignas ocurren en este grupo que representa sólo el 12 %
de la población cubana (2).
Se ha visto que uno de los componentes que más
relación guarda con la etiología o
patología de más de cien enfermedades diferentes,
entre las que se encuentran distintos tipos de cáncer,
enfermedades cardíacas y vasculares, diabetes y
desórdenes neurovegetativos(3,4) son los radicales libres
de oxígeno, ya que pueden causar
daño
oxidativo celular. Un radical libre (RL) es cualquier
molécula que contiene uno o más electrones no
pareados. En las células
aeróbias existen diversas vías que conducen a la
producción de radicales libres derivados
del oxígeno.
Las fuentes
principales son las enzimas asociadas
al metabolismo
del ácido araquidónico, como la cicloxigenasa, la
lipoxigenasa y la citocromo P-450. Los radicales inestables
atacan componentes celulares causando daño sobre los
lípidos,
proteínas y ADN, los cuales
pueden iniciar una cadena de eventos que dan
como resultado lesión celular (2). Estos procesos
pueden ser acelerados por la presencia de metales de
transición como el Fe y el Cu y enzimas
específicas, como las monoxigenasas y ciertas oxidasas
(5). Esto puede conllevar a un estado de
estrés con
consecuencias innumerables a largo plazo. El término
estrés ha entrado a formar parte del lenguaje
popular. Para algunas personas es la sensación de verse
apremiado y contraído porque tiene que hacer muchas cosas
en un corto período, o la irritación que se siente
cuando chocamos con dificultades de la vida diaria, pero en
realidad el estrés puede considerarse como una respuesta
del organismo humano ante situaciones que significan algo
importante para él y que poseen el carácter de amenaza, desafío o
sobrecarga.
El organismo humano está expuesto a muchas sustancias
tóxicas que pueden provocar estrés en el mismo y
sin lugar a dudas uno de los vehículos más
importantes de llegada de estos tóxicos son los alimentos.
Por otra parte también a través de los alimentos
llegan otras sustancia químicas muy activas denominadas
antioxidantes
que evitan que se produzcan daños tisulares por radicales
libres, al reducir su formación o eliminarlos una vez
originados.
Estos compuestos con poder antioxidante se encuentran
diseminados en la naturaleza,
pero los alimentos juegan un papel importante en la
incorporación de los mismos al organismo para la
prevención de enfermedades crónicas como el
cáncer.
El
cáncer
El cáncer se caracteriza por ser un proceso
microevolutivo que requiere la acumulación de
múltiples eventos. El material genético almacena
las características hereditarias en las células
germinales o en las somáticas. Cuando se afecta el ADN de
las células somáticas, se producen alteraciones que
no son transmisibles a otros individuos descendientes del
primero, pero que son transmisibles a las células hijas
(8). Los eventos por los cuales se desarrollan las células
cancerigenas comprende tres estadios (6,7): Iniciación que
corresponde con la inducción de mutación en el ADN de
una célula
somática, la promoción que consiste en la
estimulación de la expansión tumoral del clon
mutado y la Progresión que no es más que la
malignización del tumor.
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