El uso de las grabaciones como instrumento de ayuda en el aprendizaje dentro del aula de clase
- Introducción
- Las
características de audio - Discos
compactos (CD) - Grabación
de audio
Ventajas que pueden aportar los medios sonoros- Conclusión
- Referencias
bibliográficas
INTRODUCCION
La educación se está convirtiendo en
una frontera del
pensamiento.
Ahora hay que enfrentar los abrumadores retos planteados por la
actual urgencia de impartir una enseñanza excelente a la
polifacética y creciente población estudiantil. Con normas anticuadas
no se resuelven los nuevos problemas.
Educadores progresistas están probando nuevos y no
menos alentadores programas y
procedimientos
para mejorar las escuelas en una forma fundamental. Una saludable
inconformidad los ha inducido a pensar que las escuelas no pueden
ser significativamente mejores si no son, ante todo,
sustancialmente distintas. Y de ahí que se esté
haciendo una intensa revaloración lo mismo de la esencia
que de la forma de la instrucción pública.
Mientras los periodistas critican, los eruditos teorizan y los
filósofos escudriñan la
educación, los maestros deben actuar. Para individualizar
la enseñanza, los educadores deben saltar de la teoría
a la práctica. Y los alumnos, por su propio bien, deben
aceptar una responsabilidad mayor. La
investigación intelectual tiene que ser una labor
ininterrumpida, total y absorbente.
El progreso de la enseñanza no siempre proviene de un
aumento de maestros, libros, cursos
o dinero. El
mejoramiento positivo viene del empleo
original del escaso talento humano, del precioso tiempo y de
nuevos métodos.
Las nuevas corrientes dinámicas pueden ser distinguidas
con facilidad en la educación tanto primaria como
secundaria. Algunos cambios están relacionados con los
programas y, otros, con el modo en que se imparte la
instrucción. Hasta una época reciente, por lo
regular se hacía hincapié en el contenido; por
ejemplo, de la matemática
moderna y de los nuevos materiales
científicos. Pero éstos piden nuevos métodos
y de ahí que el foco haya comenzado a desplazarse hacia
otro punto. Directores y maestros están haciéndose
preguntas penetrantes: ¿Cómo se puede conseguir que
las escuelas ofrezcan una enseñanza mejor?,
¿Cómo se puede acentuar la competencia
individual del maestro? ¿Cómo se podría
individualizar la instrucción? ¿Cómo se
podría mejorar la enseñanza?
El paso de la teoría a la práctica ha dado lugar
a nuevas ideas. Los programas al margen de graduaciones, el
tamaño variable de las clases, el estudio independiente,
la programación flexible y el fomento de
programas especiales de corrección y desarrollo
tienen la mira común de individualizar la
instrucción. Todos estos progresos obligan al estudiante a
usar más materiales instructivos de los que
tradicionalmente se han empleado en las escuelas regulares.
El establecimiento de un almacén de
información ya no resulta adecuado. Ahora,
cada escuela debe
contar con un laboratorio de
materiales que contenga una amplia gama de información,
así como equipo y espacio para que los alumnos puedan
estudiar por separado o en grupos chicos. A
esa instalación podemos llamarla Centro de Medios
Instructivos (CMI).
Enseñar y hablar ya no se consideran sinónimos.
Los nuevos métodos educativos fijan una mayor
responsabilidad al estudiante. Como parte de esa responsabilidad,
los alumnos tienen que usar distintos enfoques y desarrollar
diversas actividades. Unas veces tendrán que leer y otras,
consultar con un maestro, escuchar explicaciones grabadas o
relatos de hechos reales. Las escuelas tienen que almacenar
más información de la que se pensaba. Actualmente
hay que ofrecer a la juventud
libros de ideas distintas, problemas intelectuales.
Los folletos, libros a la rústica y revistas ya no son
adornos sino artículos indispensables, películas,
recortes cinematográficos, grabaciones
magnetofónicas, discos, idiomas, diapositivas, diagramas,
computadoras,
programas de estudio y conferencias grabadas son elementos
indispensables del proceso
educativo. Ya ningún texto es "la
Biblia". Los maestros emplean una gran variedad de auxiliares
tecnológicos: proyectores, cintas magnetofónicas,
televisión y diálogos en lenguas
extranjeras. Pero conviene organizar y emplear dichos elementos
auxiliares en una forma sistemática. Para ello, debemos
comprender que el Centro de Medios Instructivos (CMI) es algo
más que un simple depósito de libros y otros
materiales de enseñanza.
Entre los medios didácticos más eficientes
se encuentran las grabaciones sonoras. Destacan dos de ellas: las
discográficas y las magnetofónicas. Las grabaciones
de discos requieren una técnica excesivamente elevada como
para pretender que entren dentro de las posibilidades de nuestras
escuelas y colegios; puede, sin embargo, aprovecharse todo lo que
existe ya grabado y que tenga valor
pedagógico en cada momento; basta para ello disponer de un
tocadiscos. Existen excelentes discos con canciones infantiles y
narraciones de cuentos para
los primeros grados. Respecto de los otros medios auditivos
quizá sea el tocadiscos el de posibilidades más
limitadas; la grabación en la cinta magnetofónica
ofrece un campo de acción
más extenso. El magnetófono puede prestar gran
ayuda en la enseñanza del Lenguaje,
recitaciones, dramatizaciones, enseñanza de idiomas, etc.;
de la Música,
cantos escolares, coros, conciertos, etc.; de la Historia, pasajes y
diálogos históricos; de la Religión, narraciones
de Historia Sagrada, ejercicios devotos, etc.; y en otras
ocasiones. La grabación educativa deberá tener
estas características: no durará más de 20
ó 25 min.; claridad en la expresión de las voces; series
concretas, prescindiendo de lo accidental; fuerte dosis
dramática que mantenga el interés;
crítica
formativa final y utilización de efectos sonoros para
ambientar las escenas.
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