- Introducción
- Métodos
Eléctricos - Métodos
geoquímicos - Objetivos de la
exploración geoquímica - Conceptos
básicos - Método
radioactivo - Fundamento del
método
radiactivo - Utilidades/aplicaciones
del método radiactivo - Generalidades sobre la
radiactividad - Conclusión
- Recomendaciones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
INTRODUCCIÓN
Desde la antigüedad
el hombre
siempre se ha interesado por comprender todos los
fenómenos que ocurren en la tierra,
surgiendo de esta manera muchas ciencias que
se han dedicado a su estudio, entre ellas esta los métodos de
exploración que se dedica a comprender los
fenómenos naturales y no naturales, mediante
métodos e instrumentos que miden las ondas
sísmicas, el magnetismo
terrestre y la fuerza de
gravedad.
Desde su inicio los
métodos de exploración ha alcanzado grandes
éxitos en la búsqueda de yacimientos efectuando
algunos descubrimientos espectaculares de depósitos de
minerales, y
gracias a los avances
tecnológicos se han perfeccionado y transformados con
el fin de lograr un mejor desarrollo y
bienestar de la humanidad. No obstante, los métodos de
exploración de prospección radiactiva no siempre
son capaces de encontrar directamente los depósitos, por
lo que su éxito
depende de localizar estructuras
geológicas favorables para encontrar yacimientos de gran
valor
económico.
En general, al aplicar
los conocimientos de las prospección geofísica se
deben hacer todos los estudios respectivos que aseguren el
hallazgo de posibles depósitos, valiéndose para
ello de varios métodos geofísicos:
magnéticos, gravimetritos, eléctrico,
electromagnético, sísmico y el método
radiométrico, los cuales se van aplicar dependiendo de
ciertas propiedades física de la materia.
MéTODOS
ELéCTRICOS
En la búsqueda y
aplicación de métodos para detectar las posibles
acumulaciones de minerales e hidrocarburos,
los científicos e investigadores no cesan en sus estudios
de las propiedades naturales de la tierra con
este fin han investigado las corrientes telúricas,
producto de
variaciones magnéticas terrestres o han inducido
artificialmente en la tierra corrientes eléctricas,
alternas o directas, para medir las propiedades físicas de
las rocas.
De todos estos intentos, el de
más éxito data de 1929, realizado en Francia por
los hermanos Conrad y Marcel Schlumberger, conocido
genéricamente hoy como registros o
perfiles eléctricos de pozos, que forman parte esencial de
los estudios y evaluaciones de petrofísica, aplicables
primordialmente durante la perforación y
terminación de pozos. Básicamente el principio y
sistema de
registros de pozos originalmente propuesto por los Schlumberger
consiste en introducir en el pozo una sonda que lleva tres
electrodos (A, M, N). Los electrodos superiores M y N
están espaciados levemente y el tercero, A, que transmite
corriente a la pared del hoyo, está ubicado a cierta
distancia, hoyo abajo, de los otros dos. Los electrodos cuelgan
de un solo cable de tres elementos que va enrollado en un tambor
o malacate que sirve para meter y sacar la sonda del pozo, y a la
vez registrar las medidas de profundidad y dos
características de las formaciones: el potencial
espontáneo que da idea de la porosidad y la resistividad
que indica la presencia de fluidos en los poros de la roca.
La corriente
eléctrica que sale de A se desplaza a través de
las formaciones hacia un punto de tierra, que en este caso es la
tubería (revestidor) que recubre la parte superior de la
pared del pozo. El potencial eléctrico entre los
electrodos M y N es el producto de la corriente que fluye de A y
la resistencia (R)
entre los puntos M y N.
La influencia del fluido de
perforación que está en el hoyo varía
según la distancia entre M y N. Si la distancia es varias
veces el diámetro del hoyo, la influencia queda mitigada y
la resistividad medida es en esencia la resistividad de la roca
en el tramo representado.
El ensayo
puede realizarse en forma de sondeo eléctrico, buscando la
variación de la resistividad con la profundidad. Para ello
se hacen diferentes medidas variando la distancia entre los
electrodos y manteniendo el centro de la alineación de los
cuatro electrodos en un punto fijo.
Al incrementar la distancia aumenta
la profundidad alcanzada por las líneas de corriente,
englobando, por tanto, una mayor profundidad de suelo. Si la
resistividad crece, puede concluirse que hay un estrato profundo
de mayor resistividad, sucediendo lo contrario si la resistividad
decrece al aumentar la separación. La profundidad hasta la
que puede aplicarse es de unos 20 metros.
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