Necesidad de fortalecer la identidad nacional en los estudiantes del programa nacional de formación de educadores en el marco de la municipalización de la educación
RESUMEN
La presente investigación tiene como objetivo
fortalecer la Identidad
nacional en los estudiantes del Programa Nacional
de Formación de Educadores de la Misión
Sucre, en la misma se utilizan procedimientos
propios de diferentes modelos de
investigación, por lo cual se sustenta en el
paradigma
emergente por ser éste mas abierto, flexible,
holístico y ecológico y exige de todos una
transformación fundamental de nuestros pensamientos, de
nuestras percepciones y valores, lleva
consigo un cambio de
mentalidad, una profunda modificación en la mayoría
de las relaciones sociales y en las diferentes formas de
organización. En este orden de ideas, es
importante mencionar que con el triunfo en Venezuela de
la Revolución
Bolivariana se viven cambios trascendentales en el campo
social, económico, político, cultural, religioso y
educativo este ultimo es considerado como el proceso
fundamental, para alcanzar la justicia, la paz y el bienestar del pueblo.
Se realiza un recorrido histórico, en cuanto o la enseñanza–aprendizaje, a la
caracterización del programa de educación y su
encargo social, la participación del pueblo en el logro de
la Identidad
Nacional y la construcción de la nacionalidad.
También se hace referencia al papel de las universidades,
pues ellas deben tener como propósito la formación
eficaz y eficiente de los estudiantes comenzando con
preparación en el ámbito de la Identidad Nacional
como herramienta para hacer frente a las amenazas de las grandes
potencias del orbe.
INTRODUCCIÓN
El mundo de hoy se mueve bajo un constante flujo de información basado en la transmisión
de hechos que pueden llegar a los más diversos lugares de
ese mundo. .
El dominio del
poder es
la base de las naciones industrializadas para mantener sin frenos
las ambiciones de control sobre los
pueblos, sin importar las condiciones en que la mayor parte de la
humanidad vive. Ardes (2000) expresa que los nuevos
mecanismos de dominación se basan principalmente en la
tecnología, la informática, las comunicaciones
a gran escala y la
ruptura de los esquemas nacionalistas económicos, muchas
veces encubiertos en los supuestos de democracia.
En tal sentido, el proceso de la posmodernidad
como modelo
cultural, económico, filosófico y social se ha
fundamentado en la partición de las ideologías
humanas, puntualizando que las mitologías y el mundo de
los ideales han caído y que las sociedades
deben caminar por un único sendero luminoso que le es
impuesto desde
las redes
hegemónicas del poder mundial. Hecho que, naturalmente
genera una sociedad cada
vez más débil para contrarrestar los efectos de los
referidos movimientos filosóficos en los grupos humanos
tercermundistas.
En otras palabras no se ha logrado la construcción de
alternativas de respuestas en los escenarios educativos frente a
la magnitud con que son anquilosados y planeados los impactos
sociales desde los emporios industrializados.
Ya en el siglo XXI, el valor
económico es la base del crecimiento para muchos
habitantes de la tierra,
desdeñando las virtudes de los valores
humanos y la importancia de la identidad propia de cada
pueblo. Asimismo, el nuevo paradigma tecno-productivo, basado
fundamentalmente en la sociedad del conocimiento y
en los procesos
telemáticos comunicacionales, parece que está
contribuyendo al cambio voluntarioso de las reglas del pensamiento y
de las formas de hacer las cosas.
Marco que en lo estructural y en lo dinámico afecta a
las organizaciones
universitarias por ser éstas las instituciones
académicas en las que recae en alto grado la responsabilidad, no sólo de formar los
profesionales emprendedores sino además en las de
constituirse en los centros productores de conocimientos a
través de la investigación científica,
tecnológica y humanista, que sea capaz de impactar
favorablemente la problemática económica y social
del país ( Buendía, 2001), al mismo tiempo en que
los conocimientos pudieran ser fronteras dentro del mundo
globalizado actual.
En razón de esto, las universidades deben tener como
uno de sus propósitos fundamentales la formación
eficaz y eficiente de los estudiantes comenzando con la
preparación en el ámbito de la identidad nacional
como herramienta para hacer frente a los procesos que emanan los
países industrializados y en especial las naciones
imperialistas.
Así el estudio del término Identidad Nacional
expone una interacción e identificación del
ciudadano con sus propias raíces socio-históricas,
económicas y culturales, que básicamente se
adquieren mediante el contacto del hombre con
estas manifestaciones, a través de la participación
en eventos de
índole cultural o mediante la internalización
cognitiva que se puede originar desde el seno educativo. De tal
manera que la educación constituye un medio indispensable
para alcanzar una verdadera eficiencia en
este sentido.
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