En la primera sección del libro "Soleen
e Ideal" el autor define un sentimiento, el "soleen", que es el
hastío, el tedio, que
incluye el asco a sí mismo, y que se ha descrito como una
inmóvil e impotente desesperación que
llevaría al hombre a la
destrucción y la muerte.
"El tedio, fruto pálido del desinterés, toma las
proporciones de la inmortalidad"
El aburrimiento aparece como cansancio de vida, voluntad de
muerte, de
destrucción.
El Tedio adquiere proporciones de inmortalidad: el miedo de la
vida obliga a refugiarse al romántico en ese no vivir del
tedio.
Sin embargo si bien el tedio lleva a la muerte, ésta
tiene un lugar especial en la obra de Baudelaire, el
capítulo final de la misma, titulado "La Muerte".
Aquí, como al final de una tragedia, mueren los
protagonistas de la obra, los amantes, los pobres, los artistas,
para quienes la muerte son los pasos hacia la inmortalidad y
hacia "cielos ignorados".
"El Viaje" es el último poema de la obra y es una
especie de conclusión.
Se estructura en
base a la vieja metáfora del viaje, del hombre como ser
esencialmente pasajero, a través del espectáculo
del mundo.
éste poema finaliza con una invocación a la
muerte:
"OH Muerte, capitán, ya es tiempo!
Desanclen!"
El tono es enérgico, con fuerza. La
Muerte, personificada, es un viejo capitán que debe
conducir por un cielo y mar oscuros.
El destino de éste último viaje es el fondo del
abismo, y su finalidad es, más allá del cielo o del
infierno, lo desconocido.
Con este poema finaliza "Las Flores del Mal" obra con la que
también podría decirse que culmina el Romanticismo. Sin
embargo en esta obra hay también magníficos
comienzos, como por ejemplo el Simbolismo.
De esta manera "Las Flores del Mal" se constituye en una
verdadera encrucijada poética donde convergen las grandes
temáticas románticas y el culto formal a la belleza
del parnasianismo ("arte por el
arte") y de donde parte la concepción simbolista de la
poesía
que incorpora estados subjetivos, brumosos. Es una poesía
hermética, misteriosa, elegante y oscura.
Sin embargo, quien logró la síntesis
definitiva entre lo parnasiano y lo simbolista fue Rubén
Darío, líder
del movimiento
literario conocido como Modernismo,
que se inicia con su libro "Azul…".
El Modernismo es un parte aguas entre lo anticuado y lo
actualizado. Se renueva el léxico, las metáforas,
la versificación.
En el Modernismo y en Darío hallamos temas paganos
exóticos, legendarios, cosmopolitas y también la
intimidad doliente.
Es en el Libro "Cantos de vida y esperanza" donde aparecen el
dolor, la muerte, en fin esa intimidad doliente de la que
hablábamos.
Para definir este libro basta remitirnos a las propias
palabras del poeta:
"Si Azul… simboliza el principio de mi primavera, y
Prosas Profanas mi primavera plena, Cantos de Vida y Esperanza
encierra las esencias y savias de mi otoño".
Tras el exteriorismo de sus libros
anteriores en éste sus versos se vuelcan definidamente
hacia "El Reino Interior".
Aunque nunca hay en Darío una gran Tragedia, fue
siempre aquel niño grande que le tuvo miedo a la muerte,
pero un miedo físico.
Desde "Azul…" se vislumbra su preocupación por
el gran misterio de la vida.
"Creo en Dios; me atrae el misterio, me abisman el
ensueño y la muerte"
En "Cantos de Vida y Esperanza" la muerte lo obsesiona ahora
como cosa concreta que pondría fin a los goces de la
carne.
En este libro la temática se diversifica y se hace
más grave.
Esto lo vemos claramente en el poema "Lo Fatal" que es una
reflexión angustiada del dolor de vivir y el sentido
de la vida humana, en contraste con la certeza de la muerte.
En este poema se muestra el dolor
del hombre por ser consciente, frente a los demás seres de
la creación.
"Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo
y más la piedra dura porque ésa ya no siente
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser
vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente"
Con dos frases: "Ser y no saber nada" y "Y el espanto seguro de estar
mañana muerto" Rubén Darío expresa la
angustia ante la incertidumbre de la vida, en contraste con la
certeza de la muerte.
A la vez también aparecen dos polos opuestos de la vida
del hombre; la vida tentadora con sus placeres: "la carne tienta
con sus frescos racimos"; y la muerte que nos espera como supremo
dolor: "la tumba que aguarda con sus fúnebre ramos".
En la última estrofa utiliza el paralelismo y la
antítesis para
resumir la falta de sentido, de rumbo, de la existencia
humana.
Como vemos, Rubén Darío poetizó con
incomparable elegancia el gozo de vivir y el terror de la muerte,
pero sin duda el poeta que se caracterizó por su
poesía llena de sufrimiento, dolor y muerte fue
César Vallejo.
Mucho se ha dicho y escrito sobre la obra de este poeta
peruano.
Fue un artista muy complejo y completo.
La Muerte es tan importante y determinante en su
poética como lo fue la reformulación estética que produjo a nivel lenguaje.
En su primer libro de poesía "Los Heraldos Negros" el
asedio del dolor se hace por distintas vías, tanto a
través de afirmaciones apodícticas como la
siguiente "¡Hay golpes en la vida tan fuertes, yo no
sé!"; como por descarnadas expresiones de sufrimiento ante
lo inevitable del destino.
En este primer poema aparece la palabra Muerte y hay una
personificación de la misma: "Serán tal vez los
potros de bárbaros atilas, o los heraldos negros que nos
manda la Muerte"
Aquí la muerte está lejos, nos manda esos
"heraldos negros", pero no nos toca de cerca.
En este libro la muerte es sólo una palabra. No hay
conciencia de
muerte, está la muerte como una evocación.
"Los Heraldos Negros" es en mayor medida nostálgico.
Los dos poemas que le
dan sentido a la obra son "Los Heraldos Negros" donde el hombre
aparece inerme ante los golpes de la vida, y el último
"Espergesia" donde el poeta nos advierte: "Yo nací un
día que Dios estuvo enfermo, grave".
Y esto que Vallejo siente se intensificará hasta la
obsesión, porque más de una vez se cruzará
por su vida la enfermedad, el dolor, la agonía.
Si bien esta obra es una extensión del modernismo ya se
ve la particular grafía, el ritmo, las palabras y el
camino que marcará a "Trilce", donde rompe los lazos con
cualquier tradición poética anterior (lo que vemos
por ej. a través del título que es una palabra
inventada).
Si la Muerte caminaba implícita en "Los Heraldos
Negros" en "Trilce" será un hecho.
"estáis muertos
que extraña forma de estarse muertos, quienquiera
diría que no lo estáis.
Pero en verdad, estáis muertos."
Sin embargo en "Trilce" no encontramos la manera obsesiva de
tratar la muerte como en su segunda etapa poética, en
París.
Vallejo está más preocupado por ser el
revolucionario, por desacostumbrar la palabra a su forma
habitual. La ruptura formal, la tan particular manera de utilizar
las palabras a su antojo es más importante que la propia
temática.
En "Poemas Humanos" Vallejo inicia su segunda y definitiva
etapa, en la que irá muriendo poco a poco.
Sin embargo su debilidad personal,
logró convertirla en fortaleza poética. Mientras
él más se debilitaba, más se
fortalecía su poesía. La Muerte ahora si es
conceptual, ya no es más una palabra.
Esta obra como su título lo demuestra está
más cercana a los hombres, y aquí Vallejo empieza a
descubrir y vivir su propia muerte.
"Pero cuando yo muera
de vida y no de tiempo"
(Epístola a los transeúntes)
"Es para eso que morimos tanto?
para solo morir,
tenemos que morir a cada instante?"
(Sermón sobre la muerte)
El dolor en estos poemas está presente.
Es en Francia donde
Vallejo comienza a vivir su muerte, y no en su Perú
natal.
No volverá jamás a Perú, pero sin embargo
él vuelve la mirada a su país y pronuncia la
conocida frase:
"Sólo volveré a Perú cuando quede piedra
sobre Piedra"
Y escribirá luego su poema más famoso y
memorable "Piedra negra sobre una Piedra blanca"
La mayoría de los Poemas Humanos son amargos, y a
medida que nos adentramos en el libro esa sensación amarga
y dolorosa aumenta.
Muchos dijeron que Vallejo vivió tan cerca de la muerte
que ésta pasó a ser su "confidente".
"Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy de otoño"
La poesía de Vallejo surgió siempre desde el
fondo mismo del dolor humano, ya sea del propio como del
ajeno.
Los Poemas que componen "España,
aparta de mí este cáliz" expresan el sufrimiento
del pueblo español
(en plena guerra civil)
ante el cual el poeta es profundamente solidario.
En este libro los poemas de Vallejo bajan a la realidad, y
ésta es dolorosa. Son poemas con sangre, donde hay
una constante afirmación del horror de la guerra.
"Y horrísima es la guerra, solivianta
lo pone a uno largo, ojoso;
da tumba la guerra, da caer
da dar un salto extraño de antropoide"
La muerte es mostrada en su presencia abominable en el Poema
V. Adquiere el peso de algo concreto,
camina, grita, devora:
"Ella camina exactamente como un hombre entre las fieras",
"Gritó su grito roto, sensorial", "porque se come el
alma del
vecino"
Sin embargo a diferencia de otras obras, el dolor en
"España, aparta de mi este cáliz" es redentor, es
un dolor esperanzado:
"¿Batallas?, ¡no!, pasiones. Y pasiones
precedidas de dolores con rejas de esperanzas, de dolores de
pueblos con esperanzas de hombres!, ¡muerte y pasión
de paz, las populares!."
Vallejo murió como predijo una tarde lluviosa en
París. Su obra fue breve pero intensa y estuvo marcada de
manera determinante por el dolor y la muerte.
Sin duda la Muerte ha sido un tema recurrente en la historia de la
poesía, se ha tratado de muy diversas formas y por los
más diversos autores.
Si bien ya no hay tantas supersticiones alrededor del tema
continúa teniendo mucha incidencia a la hora de
escribir.
Hoy en día es habitual que la poesía nos llegue
a través de la música y muchas de
las canciones que oímos hablan acerca del dolor y de la
muerte.
Sin embargo las posturas siguen siendo diversas.
En la canción "Caída
Libre" de la banda de rock uruguaya La
Trampa encontramos la siguiente expresión:
"Prefiero el salto que esperar, a decidirme"
Aquí vemos una presencia implícita de la Muerte.
Se nos muestra como, muchas veces la falta de objetivos y
metas, o las indecisiones que abordan a un individuo, es
decir ese aburrimiento o hastío de la vida al que en su
momento hizo mención Baudelaire, llevan muchas veces a que
el individuo opte por terminar con su propia vida, es decir que
opte por el Suicidio.
En este caso la Muerte es tomada como un refugio al que
recurre el hombre para terminar con el dolor de su vida. Es una
posición bastante controvertida pero real.
Por otro lado también encontramos una posición
totalmente opuesta:
"Que la reseca Muerte no me encuentre,
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente"
En estos versos de la canción "Solo le Pido a Dios" del
argentino León Greco vemos en primer lugar una
personificación de la Muerte.
En este caso vemos como el hombre muchas veces trata de
escapar en cierto modo de la Muerte. Ese escapar de la muerte es
relativo, se refiere sobre todo al hecho de que el hombre no
quiere pasar por el mundo sin dejar su huella en él.
El hombre es un ser pasajero y su destino, aunque no lo quiera
así, es morir. Sin embargo el hombre puede dejar sus ideas
pues, si bien los hombres pasan, las ideas quedan.
La poesía es una de las mejores y más antigua
forma de plasmar las ideas del hombre, por lo que en definitiva
podemos concluir que pese a que el hombre es un ser mortal, la
mejor herramienta que tiene para alcanzar la "inmortalidad" es la
poesía.
Autora:
Yéssica Santos
6º de Derecho.
Parcial de Literatura: La poesía en la historia:
Romanticismo-Modernismo-Vanguardias-Actualidad unidos a
través de un tema central.(en este caso la muerte y el
dolor).
Liceo José Alonso y Trelles (Tala-Canelones-Uruguay).
15/08/08
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