Dar definiciones de poesía
es muy fácil y muy difícil, se pueden dar cientos,
y todas van a ser muy diferentes.
En lo personal
considero a la poesía una forma de expresar emociones,
sentimientos, ideas y construcciones de la
imaginación.
La poesía es revelación, es vida en esencia.
Nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido,
porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo.
La poesía es dar vida a la muerte y
más vida a la vida.
Trata temas que son cotidianos a veces y otras tantas
controvertidos, y su significado no siempre es explícito.
Por el contrario la poesía verdaderamente interesante (en
mi opinión) es aquella que sugiere las cosas, en lugar de
decirlas directamente.
Esta poesía se verifica en el encuentro con cada lector
que otorga nuevos sentidos al texto
escrito.
Los orígenes de la poesía se encuentran en la
expresión comunitaria, asociada con el canto y el
espíritu religioso.
En la antigüedad el poeta era considerado un ser
superior, un intermediario entre Dios y el público. Esto
lo vemos claramente en la obra de Homero, "la Iliada",
que comienza de la siguiente manera: "Canta oh diosa, la
cólera
del Pélida Aquiles". Aquí vemos cómo el
poeta se considera a si mismo un intermediario entre los dioses y
su público.
Actualmente, aunque no con ese carácter religioso, seguimos viendo a quien
hace poesía como alguien superior, o al menos distinto,
tocados por un don especial.
El poeta logra plasmar en su obra los distintos aspectos de la
vida del hombre, y
aunque con el tiempo la
poesía ha cambiado los temas que trata siguen vigentes,
seguimos hablando, pensando y discutiendo sobre ellos, lo que le
da a la poesía esa permanencia que la caracteriza.
Sin duda uno de los temas más recurrentes en la
poesía es una cuestión inevitable y
característica de todo hombre: la Muerte.
Este tema fue abordado a lo largo de la historia de la poesía
de distintas maneras, dependiendo sobre todo del poeta y de la
sociedad a la
que se dirigía el mismo.
En la época medieval el tema de la muerte aparece
ligado, en muchos casos, al amor.
Un claro ejemplo es el Romance del Enamorado y la Muerte.
Aquí el mismo título nos induce sobre el contenido
del romance.
La Muerte aparece personificada en el título, por lo
que se convierte en un personaje más, antagonista del
Enamorado. A su vez en uno de sus versos se alude a la muerte con
una metáfora "vi entrar señora tan blanca".
La relación de la muerte con el amor se da
casi al final del romance donde el enamorado recurre a su amada
considerando que su amor es la única forma de evitar ese
destino fatal: "junto a ti vida sería". Sin embargo ni el
amor puede con la muerte y al final del Romance la fragilidad de
la vida es simbolizada comparándola con un cordel de seda
que se rompe: "la fina seda se rompe".
Con la venida del Renacimiento la
rígida y mesurada solemnidad del arte medieval
desaparece y cede lugar a un lenguaje
formal, alegre, claro, y bien articulado, dándole
más importancia a otros temas como el progreso del hombre,
dejando así de lado la muerte y el dolor.
Después del Renacimiento el arte europeo pasó
por distintas etapas: el Manierismo, el Barroco, el
Clasicismo, llegando así al Siglo XVIII, Siglo de las
Luces, en el que se estaba formando un movimiento
intelectual para desafiar las ideas de la
Ilustración: el Romanticismo.
Con este movimiento se vuelve la mirada hacia la poesía
medieval y se acentúa la emoción, el sentimiento y
la imaginación sobre la razón. El romanticismo tuvo
su inicio en Alemania con
el movimiento "Sturm und Drang" título de una obra que se
traduce como "Tormenta y Pasión" Un importante modelo
romántico fue la novela del
escritor alemán Goethe llamada "Las Desventuras del Joven
Werther", novela en la que la presencia de la Muerte se
manifiesta a través del suicidio del
personaje a causa de un amor no correspondido.
Esta novela muestra el lado
sensible del hombre, y que tanto hombres y mujeres pueden sufrir
por amor. Resume amor y muerte en una misma obra y establece un
tono y un estado de
ánimo imitado por los autores románticos, tanto en
sus obras, como en su vida personal. Una tendencia al
frenesí, a la melancolía, al hastío del
mundo y a la autodestrucción que se conoció como el
"Mal del Siglo".
Uno de los autores románticos tocados por este mal fue
Baudelaire,
cuya obra más importante "Las Flores del Mal" es
considerada una de las obras más maduras del
movimiento.
En esta obra vemos como el tema de la Muerte y el sufrimiento
del hombre aparecen de modo exaltado.
Baudelaire en su compleja personalidad
cobijó la eterna fascinación entre el bien y el
mal. Desde sus primeros versos el poeta deja entrever su
fijación por la muerte, el triunfo del mal en su acción
de doblegar la voluntad humana y el hacer el mal sin
arrepentimiento.
Esto último lo vemos claramente en el poema "Al lector"
a través de la ambigüedad de las expresiones "amables
remordimientos" y "volvemos alegres al camino fangoso". Donde nos
quiere mostrar como el hombre se
complace en el pecado.
La principal obsesión de Budelaire, se convierte en el
leit-motiv de este poemario, es la brevedad del tiempo y el
avance del hombre hacia la muerte.
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