Introducción
La corona de sonetos es una
pasión antigua.
La estructura
difícil se convierte en un desafío para el
poeta.
Es una joya de la poética
italiana incorporada a la literatura española
por los escritores del Renacimiento.
Consiste en una serie de catorce
sonetos derivados del soneto madre.
SONETO
MADRE
El bulín se quedó junando
ausencia;
la poesía
rimando en un cajón;
la viola apoliyando en el
rincón.
Un silencio de parla y
confidencia.
El berretín se impuso a la
conciencia.
Marcó tu alejamiento y mi
bajón.
En la vitrola Manzi, el
Milongón.
Un llanto gris sin ritmo ni
cadencia.
El recuerdo de días de
fandango
afilando al arrullo de un
gotán;
de bohemia, de vento y de
champán;
de vidas trajinadas entre el
fango.
Hoy estoy ya fané y
abandonada
sin fe, sin vos, sin mí, sin
sueños. Nada.
SONETO Nº 1.
El bulín se quedó junando
ausencia
aquella tarde que te di el
espiante.
Te fuiste con tus pilchas y al
instante
me estaba haciendo falta tu
presencia.
Por fanega no quise, y por
decencia,
por posar de finoli y
elegante,
rogar que te quedaras,
¡qué ignorante!
Y me banqué la mala con
paciencia.
Así quedé, pagando mi
locura,
y por este beguén que aún
me dura
de una se me piantó la
inspiración.
Hoy veo los papeles y me
borro
y mientras piola, me gana el
atorro,
la poesía rimando en un
cajón.
SONETO Nº2.
La poesía rimando en un
cajón
espera que se pase la
modorra.
Yo temo que te agarre una
cachorra
mientras lloro tu ausencia de
varón.
Ya sé que sos un langa
barrigón,
que al laburo le gana tu
pachorra,
que hacés pinta
calzándote la gorra
de cotelete y ya sos un
gavión.
Yo estoy tan sola y triste y
achacosa.
Nada dejaste que te atara a
mí:
un pañuelo, una foto, cualquier
cosa
¡Ma qué sorpresa!
¡Atenti corazón!
Al abrir el ropero estaba
allí.
La viola apoliyando en el
rincón.
SONETO Nº
3
¡La viola apoliyando en el
rincón!
Yo sé que la querés
más que a una mina.
Que, compinche, te
acompañó a la esquina,
al burdel, al boliche, al
bodegón.
Aquí te hago el aguante. La
ocasión
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