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término piratería - Propiedad
intelectual - Delitos contra la
propiedad intelectual - De Derecho de
Autor a dominio público - La
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piratería - Tipos de
piratería - La enemiga y
amiga piratería
PIRATERÍA
La piratería es un
término popularizado para referirse a la copia de obras
literarias, musicales, audiovisuales o de software efectuada sin
el consentimiento del titular de los derechos de autor o, en su defecto, sin
autorización legal.
La expresión correcta para referirse a estas
situaciones sería copia ilegal o
copia no autorizada y, en términos
más generales, infracción al derecho de
autor. El término "piratería" se aplica también a la
venta ilícita de dicho material reproducido
ilegalmente. Estos actos comenzaron a denominarse
piratería como metáfora del robo de la
propiedad del otro, acto que realiza un pirata en
el mar.
Algunos diccionarios
tienen las siguientes definiciones de piratería:
· Delito contra la propiedad
física o
intelectual, robo, contrabando,
etc.: el pirateo informático está penado por la
ley.
· Plagio, pillaje, despojo, saqueo,
robo, hurto
· Robo o destrucción de los
bienes de
alguien.
· Apropiación y reventa de la
propiedad privada
· Reproducción y distribución ilegal de bienes
intangibles.
HISTORIA DEL
TÉRMINO PIRATERÍA
La voz pirata viene del griego (…)
que a su vez viene del verbo (…) que significa "esforzarse",
"tratar de", "intentar la fortuna en las aventuras".
El término moderno “piratería”
fue utilizado por primera vez en el siglo xv. Se aplicó
inicialmente a individuos apátridas (1)
que se apoderaban en alta mar de las mercancías
transportadas por embarcaciones de compañías del
Estado o
respaldadas por este. Aunque puede parecer que el uso actual del
término es lo suficientemente diferente como para
garantizar apartarlo totalmente de su sentido marítimo,
existen varios vestigios de este uso inicial que aún
persisten.
El antiguo concepto de
piratería marítima fue, en parte, una idea
desarrollada y promovida por poderosas empresas privadas
que buscaban la protección legal del Estado para legitimar
sus propios intereses materiales.
Por consiguiente, incluso durante el apogeo del saqueo en alta
mar, el uso del término dependía completamente de
la posición que se tuviera. Por ejemplo, fue muy
importante la distinción legal británica entre
“corsarios”, que eran barcos o individuos reconocidos
o patrocinados por un Estado europeo cualquiera otro; y los
“piratas”, que no pertenecían a ningún
Estado.
El concepto de piratería se arraigó de
forma tan intensa en el supuesto de un derecho a la
dominación comercial, que a menudo las naves europeas
consideraron legítima su propia depredación de los
comerciantes locales. En otros términos, la única
diferencia entre “pirata” y “corsario”
era que este último poseía una carta del
gobierno que
lo autorizaba a saquear.
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