El nacimiento del euro que cotizó a 1,10 frente al peso
argentino, no fue fácil: se dio en el marco de una puja
entre Francia y
Alemania por
la designación del titular del nuevo Banco Central
Europeo, a cargo del promisorio panorama financiero y
económico.
El Banco Central Europeo, finalmente con sede en Frankfurt,
tendrá por misión
«el mantenimiento
de la estabilidad de los precios»
o sea controlar la inflación, para lo cual debe definir y
poner en práctica la política
monetaria única.
El euro es la moneda común que acordaron adoptar once
países de la Unión
Europea: Alemania, Francia, Italia, España,
Bélgica, Holanda, Irlanda, Portugal, Austria, Finlandia y
Luxemburgo. Todos ellos sujetos a cumplir estrictas metas en
materia de
déficit fiscal,
inflación, tasas de
interés y deuda
pública.
Tendrá vigencia desde el 10 de enero de 1999 pero
sólo para una serie de operaciones que
no requieran la presencia física de monedas y
billetes.
El reemplazo de las denominaciones en papel y metálico
comenzará tres años después, al iniciarse el
alío 2002, y durante seis meses coexistirán el euro
y las monedas nacionales hasta su extinción el 10 de julio
del 2002.
A partir de la creación del euro, la responsabilidad de la política monetaria de
la Unión Europa
corresponderá al Sistema Europeo
de los Bancos Centrales,
que comprende el principal organismo ejecutivo, el Banco Central
Europeo y, como entidades operativas, a los distintos bancos
centrales de los once países que participan en la moneda
común.
Capítulo IV
Ventajas y Desventajas
de la Integración Económica
1.- Ventajas derivadas de la
Integración
Económica.
1.1.-) Avances en el proceso de
industrialización y obtención de economías
de escala.
Durante mucho tiempo
América
Latina ha exportado al "mercado
internacional productos
primarios. Prácticamente sólo productos primarios,
pues la teoría
económica ortodoxa determinaba que esa era la
especialización que correspondía a nuestra
región, conforme a sus ventajas comparativas en la
división internacional del trabajo. Pero
la demanda
mundial de productos primarios crece muy lentamente por varias
razones: la inelasticidad al crecimiento de la demanda de esta
categoría de productos, el crecimiento menos
dinámico menos dinámico de los países
industriales, las innovaciones tecnológicas que van
sustituyendo algunos de los productos primarios clásicos,
y últimamente, la protección de los países
industriales de su propia producción primaria.
El resultado es un estancamiento de los ingresos por
exportaciones, o
en todo caso, un crecimiento más lento que los egresos por
importaciones
necesarias de productos industriales.
Era entonces necesario abrir el camino a una segunda
etapa, en la cual el desarrollo del
aparato productivo permitiera las exportaciones de bienes
industriales y nuevas importaciones para mantener la
producción sustitutiva en condiciones de eficiencia, y
ampliar y mejorar el espectro industrial (bienes intermedios y de
capital).
Aumentar las dimensiones de un mercado nacional
reducido, significa obtener acuerdos con otros países que
tienen similares limitaciones y proyectos, para
lograr un solo espacio económico ampliado con el objeto de
lograr las ventajas de una economía de escala.
Las ventajas cuantitativas de una economía de
escala son evidentes: se amplía el número de los
recursos y de
consumidores dentro del espacio ampliado.
Más importantes aún son las ventajas
cualitativas: las diferencias entre un mercado estrecho y otro
ampliado en cuanto a las condiciones de producción,
circulación, competencia y
consumo. La
demanda global del conjunto se modifica y permite que los
costos
medios se
reduzcan. El incremento de la cantidad potencial de consumidores,
permite obtener rendimientos crecientes, los cuales a su vez,
posibilitan la recepción e introducción de innovaciones
tecnológicas para mejorar la producción. Esta a su
vez requerirá e inducirá una creciente
calificación de obreros y empleados, como así
también estimulará al perfeccionamiento de la
producción ya no sólo por el progreso
técnico, sino por la presión de
una concurrencia más elevada en virtud de las nuevas
oportunidades de inversión que se
presentarían.
1.2.-) Atenúa tensiones de los
países limítrofes.
Los procesos de
integración anudan innumerables vínculos en la
medida en que ganan en intensidad y extensión. Estos
vínculos no son sólo económicos, sino
también sociales, culturales y políticos. De tal
modo se refuerzan las tendencias a la cooperación y la
solidaridad, y se
debilitan las conflictivas.
Además, en la medida en que se profundiza la
integración, los terceros participantes del esquema,
tienen más autoridad y
más instrumentos para disuadir a quienes se apartan de las
reglas básicas de convivencia.
1.3.-) Incrementa la capacidad de
negociación conjunta.
El sistema económico internacional está
muy lejos de lo previsto por la teoría clásica del
comercio
internacional: oferentes y demandantes de bienes, servicios y
factores productivos concurren a los mercados a
través de la competencia, logrando como resultado la
optimización del sistema, al hacer que cada uno de los
factores obtenga un beneficio proporcional a su aporte al proceso
productivo.
La realidad es que el mercado internacional está
plagado de imperfecciones y contradicciones. Varios países
industrializados han establecido altas barreras proteccionistas y
subsidios a su producción y sus exportaciones en desmedro
de las exportaciones de América
Latina y Caribe.
Además de las medidas proteccionistas, aquellos
países acuden cada vez con mayor frecuencia, al bilateralismo,
a la adopción
de prácticas comerciales, medidas unilaterales y
discriminatorias contrarias a los compromisos contraídos,
incluidas medidas económicas fundadas en motivaciones
políticas.
La inestabilidad e incertidumbre imperantes en las
relaciones comerciales, derivan en su mayor parte de las
frecuentes violaciones de los compromisos y obligaciones
multilaterales por parte de los países
industrializados.
En tales condiciones las posibilidades de acceso
individual a los mercados de los países industriales es
cada vez más difícil, razón por la cual si
bien cada país de la región desea participar en el
comercio
internacional, tratará de no incurrir en los costos
derivados de abrir mercados unilateralmente.
Por lo demás, los ingentes esfuerzos para servir
la deuda externa a
través de políticas de ajuste, dejan la
sensación de qué distinto hubiera sido el resultado
de haberse avanzado en el proceso de
integración.
Los esfuerzos por aumentar el poder de
negociación son necesarios, no por ánimo de
confrontación con los grandes países industriales,
sino para resguardar los intereses legítimos de
América Latina y Caribe.
La Comunidad
Económica Europea, como organismo de integración de
los países europeos, ha logrado una fuerza y poder
de negociación que ninguno de ellos hubiera logrado por
sí mismo; en cambio, los
países de la región han actuado separados, y en
distintos foros, con el resultado a la postre, de tener que
acudir – con distinta suerte- a la buena voluntad de los
poderosos.
Las negociaciones multilaterales, se han segmentado por
producto, por
grupos o
subgrupos, impidiéndose así un enfoque global e
integrado de los problemas
monetarios, del comercio y las finanzas, de
los productos básicos, las manufacturas, los bienes de
capital, la tecnología y los
servicios.
Solamente América Latina como un conjunto de
países integrados, tendría el poder para lograr
negociaciones globales exitosas.
1.4.-) Impulsa la tendencia a la
unificación.
El mundo marcha hacia la constitución de espacios
geopolíticos y económicos de gran dimensión
y/o bloques de países: los europeos en la CEE (Comunidad
Económica Europea), los países socialistas en el
CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica), el Bloque
Árabe, Estados Unidos,
China y
Japón.
Esta tendencia sufre algunos altibajos pero la línea
tendencial es clara.
América Latina y Caribe no pueden escapar a esa
tendencia, en realidad no deben si quieren tener alguna presencia
en el mundo. La viabilidad misma de muchos de los países
de la región está puesta en duda.
La integración multiplica las relaciones
comerciales, económicas, políticas y culturales, la
cooperación, la interdependencia y aun la solidaridad,
conformando así el hábitat
de las tendencias hacia la unidad.
Además, en muchos de nuestros países
regiones que están débilmente integradas al resto
de su propio país y que en cambio tienen mejores
posibilidades de hacerlo con alguna región próxima
del país vecino por facilidades de transporte y
comunicaciones
o complementariedad de sus economías, o por mejores
posibilidades de acceso a terceros mercados, etc.
1.5.-) Fortalece los procesos
democráticos.
La integración, además de proveer
resultados económicos, crea condiciones para el desarrollo
y la participación. Más aún, es
difícil concebir un estado
avanzado de integración sin una participación
intensa no sólo da los sectores económicos, sino
también de los sociales, políticos y
culturales.
Ningún país con régimen autoritario
o totalitario podría formar parte de la Comunidad
Económica Europea. Si no existieran otras razones para
mantener la democracia,
aquella condición sería de por sí una
razón suficiente. Tendría mucho que perder un
país que dejara de pertenecer a la CEE.
Cuando América Latina tenga un proceso de
integración de tal grado de desarrollo que para los
países miembros signifiquen oportunidades y beneficios
esenciales, la democracia estaría fortalecida y tal vez
consolidada.
2.- Logros de la
Integración
2.1.-) Incremento cuantitativo y
cualitativo del comercio, de las comunicaciones y el
transporte.
La magnitud y composición del comercio entre los
países miembros de un proceso de integración
constituye uno de los indicadores
más evidentes respecto al estado del proyecto que lo
vincula. Un comercio intenso y diversificado, con una
participación similar de todos los miembros resulta
auspiciosa y permite ganar en extensión y profundidad en
otras áreas del proceso; en cambio, cuando el comercio
interregional no es significativo cuantitativa ni
cualitativamente, las perspectivas de la integración se
ponen en duda.
2.2.-) Incremento de la capacidad de
negociación.
Las condiciones insoportables derivadas de la
imposición de políticas de ajuste recesivas y del
contexto de la crisis
internacional, provocó la realización de la Primera
Conferencia
Económica Latinoamericana, celebrada en Quito en enero
de 1984. De esta Conferencia surgen la Declaración de
Quito y el Plan de Acción.
Este comprende definiciones y acciones
programáticas en los temas de financiamiento, comercio, cooperación
energética, servicios y seguridad
alimentaria.
Mediante esta acción, los países de la
región han tratad de definir en forma colectiva, un marco
más equitativo para la negociación de la deuda
externa, que tomara en cuenta las particularidades de cada uno, y
permitiera al mismo tiempo, una respuesta general a un problema
común de la región.
Después del mensaje conjunto, en Londres, en
junio de 1984, de los Presidentes de siete países
latinoamericanos a los lideres de los siete países
industriales (Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino
Unido, Francia, Italia y Canadá), se reunieron en
Cartagena los cancilleres y ministros responsables del
área financiera de once países latinoamericanos:
Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile,
Colombia,
Ecuador,
México,
Perú, República
Dominicana, Uruguay y
Venezuela.
En esta reunión, conocida como el Consenso de
Cartagena, se formularon una serie de preguntas relativas al
tratamiento político de la deuda y a las renegociaciones,
las relaciones comerciales, la actitud de la
banca acreedora y
el papel de los organismos financieros
internacionales.
El resultado fue que en la tercera ronda de
reprogramaciones se lograron varias mejoras:
La banca privada internacional no mantuvo en todos los
casos su insistencia de condicionar el acuerdo de
reprogramación a la firma previa, por parte del
país deudor, de un programa de
ajuste convenido con el Fondo Monetario
Internacional, requisito éste que había exigido
en todas las refinanciaciones anteriores (salvo Cuba y
Nicaragua)
Un considerable aumento de los montos de las
amortizaciones reprogramadas.
Reprogramación en algunos casos de las
amortizaciones correspondientes a períodos mucho
más largos que en las rondas anteriores.
Condiciones más favorables en materia de plazos,
tasas de interés y
comisiones.
Aunque estos logros indudables sean aún
insuficientes, indican que la acción conjunta de
América Latina es el más importante medio de
presión para mejorar la capacidad de negociación
hasta lograr soluciones
realmente satisfactorias y viables.
2.3.-) Avances en la creación de
mecanismos e instituciones
de integración y cooperación.
A lo largo del desarrollo de los procesos de
integración y cooperación de América Latina
y Caribe, se han puesto en funcionamiento una gran cantidad de
mecanismos e instituciones de las más variadas
áreas.
Se ha adquirido una amplia experiencia en los esquemas
de integración intentadas y en curso, creándose
significativos vínculos entre los países y se han
desarrollado múltiples acciones de cooperación que
han ayudado a resolver problemas concretos y a generar una trama
cada vez más extensa e intensa de nexos e intereses
comunes.
A título enunciativo deben
mencionarse:
a. Instituciones financieras regionales
y subregionales.
BID (Banco Interamericano de Desarrollo); BCIE (Banco
Centroamericano de Integración Económica); FELABAN
(Federación Latinoamericana de Bancos); ALIDE
(Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras
de Desarrollo); BDC (Banco de Desarrollo del Caribe); CAF
(Corporación Andina de Fomento); FONPLATA (Fondo
Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata); FAR (Fondo
Andino de Reservas) BLADEX (Banco Latinoamericano de
Exportaciones) y Corporación de Inversiones
del Caribe.
b. Sistemas de
compensación de pagos.
El Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALADI,
Cámara de Compensación Centroamericana y Sistema
Compensatorio Multilateral de Pagos del Caribe.
c. Mecanismo de financiamiento y
seguro de
crédito
a las exportaciones.
Además del BLADEX ya mencionado, operan el
Sistema Andino de Financiamiento del Comercio y la
Asociación Latinoamericana de Organismos de Seguro de
Crédito a las Exportación.
d. Algunas instituciones de la
ALADI.
El Consejo de Ministros de relaciones Exteriores, la
Conferencia de Evaluación
y Convergencia, el Comité de Representantes y la
Secretaría General.
Además, existen grupos de trabajo
intergubernamentales y consejos de las más variadas
áreas.
e. Algunas instituciones y organismos de
cooperación del MCCA
El Consejo Económico Centroamericano, el Consejo
Ejecutivo (luego el Foro de Ministros Responsables de
la Integración Económica Centroamericana) y la
Secretaría Permanente de Tratado General de
Integración Económica Centroamericana (SIECA); el
Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), el Fondo
Centroamericano del Mercado Común, el Instituto
Centroamericano del Mercado Común, el Instituto
Centroamericano de Administración
Pública (ICAP), el Instituto Centroamericano de
Investigación y Tecnología
Industrial (ICAITI), el Instituto de Nutrición de
Centroamérica y Panamá
(INCAP), la Coordinación Educativa y Cultural
Centroamericana (CECC), el Consejo Superior de Universidades de
Centroamérica (FUPAC) y el Parlamento Centroamericano que
es una reciente creación.
f. Algunas instituciones y organismos de
cooperación del Grupo
Andino.
La Comisión y la Junta del Acuerdo de Cartagena
(JUNAC); la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Fondo
Andino de Reservas (FAR) ya mencionados; los Convenios Sociales:
Andrés
Bello, Hipólito Unanue y Simón Rodríguez
y el Sistema José Celestino Mutis; la Asociación de
Empresas
Estatales Andinas de Telecomunicaciones (ASETA); el Consejo Andino, el
Parlamento Andino; el Tribunal de Justicia y el
Sistema Andino de Información Tecnológica
(SAIT).
g. Algunas instituciones y organismos de
cooperación de la CARICOM y la OECO.
La Conferencia de Jefes de Gobierno, el
Consejo del Mercado Común, la Conferencia de Ministros de
Salud, y los
Comités Permanentes de Ministros de Relaciones Exteriores,
Educación,
Trabajo, Agricultura,
etc.
La CARICOM es rica en órganos y actividades
comunitarias tales como el Instituto de investigación y
Desarrollo Agrícola del caribe, la Corporación
Alimentaria del Caribe, el Instituto de Alimentación y
Nutrición del Caribe, el Centro de Epidemiología
del Caribe, el Instituto de Capacitación Aeronáutica del Caribe,
el Centro de Investigación, y Desarrollo de Turismo del Caribe
Oriental.
3.- Desventajas, Retrasos y Problemas
derivados de la Integración.
3.1-) Decaimiento del comercio e
incumplimiento de compromisos.
Como se verá al examinar cada esquema de
integración en particular, el comercio interregional
cayó fuertemente a partir de 1982.
Esto ha sido resultado fundamentalmente, de la crisis
del sector externo. En efecto, la necesidad de logar saldos
favorables en la balanza
comercial para servir a la deuda externa, llevó a los
países de la región a tratar de incrementar las
exportaciones, y a comprimir intensamente las
importaciones.
Esta, que sería una decisión de
políticas económica factible cuando la practica un
país por un lapso razonable, deja de serlo cuando la toman
todos los países al mismo tiempo. Qué es lo que
ocurrió en la región: las importaciones totales se
redujeron en más de un 40% entre 1981 y 1983-
manteniéndose guarismos análogos en los años
siguientes, y las exportaciones totales recuperaron su nivel de
1981 recién en 1984, para decaer nuevamente en
1985.
En este contexto, los países de la región
han limitado las importaciones desde el interior de la misma,
acudiendo inclusive a restricciones no arancelarias de los
programas de
integración.
3.2-) Heterogeneidad de las estructuras
económicas de los países de la región y
falta de equidad en la
distribución de costos y
beneficios.
Los países de América Latina y Caribe
tienen una gran diversidad en cuanto a la población, dimensión
geográfica, dotación de recursos
naturales y grado de diversificación de sus
estructuras productivas.
Esta heterogeneidad dificulta el inicio, y sobre todo el
avance de la integración por las diferencias de capacidad
potencial y real para aprovechar las oportunidades que
proporciona el mercado ampliado.
Todos los países que ingresen a un esquema de
integración o deciden constituirlo, esperan que
obtendrán beneficios de él para lo cual tratan que
la orientación y funcionamiento del esquema responda a sus
necesidades o conveniencias.
De tal modo, si consideramos un continuo que abarque
grados de desarrollo industrial y de comercio, aquellos miembros
de mayor diversificación industrial tratarán de que
el esquema se encamine a constituir una zona de libre comercio o
unión aduanera con el objeto de contar con un gran mercado
cautivo para colocar sus manufacturas y bienes de
capital.
En cambio, los países de menor desarrollo
relativo, con una industria
insignificante o incipiente, tratarán de obtener el
establecimiento de nuevas industrias de
integración en su territorio, o saldos favorables en su
balance comercial, u otras compensaciones que les permiten
avanzar en el proceso de industrialización.
Esto ha producido que a lo largo de la vida de los
procesos, se fueran acumulando saldos negativos en su comercio
interregional, sin contrapartidas de radicaciones de nuevas
industrias ni de compensaciones adecuadas. No puede
extrañar entonces la decepción de algunos
países y su desinterés por los esquemas
vigentes.
Este tal vez sea uno de los problemas más
relevantes de los procesos de integración, el cual
requiere abordarlo con clara visión política de
solidaridad y con instrumentos técnico-económicos
adecuados.
No se trata de obtener igualdades matemáticas, pero si América Latina
y Caribe están pidiendo un trato equitativo con los
países industrializados, no puede en su interior dejar de
organizar un sistema que resulte equitativo para todos los
países, especialmente para aquellos de menor desarrollo
relativo.
3.3.-) Heterogeneidad de los
regímenes políticos durante los procesos y falta de
estabilidad en las políticas económicas.
En el origen de los procesos de integración
había regimenes políticos con ciertas orientaciones
que no se mantuvieron a lo largo de las mismas. Además,
también fueron cambiando las políticas
económicas, razón por la cual carecieron del
mínimo de estabilidad requerida para proyectos de
inversión y de desarrollo de los procesos de
integración. Inclusive los proyectos nacionales quedaron
afectados.
Particularmente nociva en la región ha sido la
irrupción neoliberal. Los esquemas de integración
tienen un sentido industrialista, en algunos casos, expreso y en
otros implícito. Esto implica un cierto nivel de
protección y el empleo de la
planificación como un instrumento relevante
de política
económica. La corriente neoliberal, dominante en
aquellos de cuño dictatorial, se pronunció por la
integración directa en el mercado mundial, eliminando
protecciones y confiriendo al mercado la misión de ser el
único instrumento para la asignación de
recursos.
De tal modo las incompatibilidades de objetivos y
políticas económicas se expresaron por dos
vías: rompimiento con algún esquema de
integración (caso de la salida de Chile del Grupo Andino),
o el mantenimiento en otros esquemas, pero sometiéndolos a
negociaciones paralizantes o estériles.
3.4.-) Falta de suficiente apoyo
político.
La breve historia de los procesos de
integración de América Latina y Caribe, está
llena de declaraciones de algunos gobernantes y funcionarios de
gran contenido integracionista y latinoamericana. Sin embargo, la
comparación entre la profusión de discursos
promisorios y la puesta en práctica en hechos concretos,
ha dado resultados magros para la integración.
Esto hay que tenerlo en cuenta, porque una nueva etapa
de la integración, debe saber que las iniciativas
deberán lidiar también contra cierto escepticismo
acumulado.
No se ignora que en algunos casos los instrumentos no
son los más adecuados o tal vez son insuficientes para
fortalecer los procesos de integración, pero cuando se
alude a la falta de voluntad política se expresa
precisamente la falta de decisión política ante los
problemas cruciales de la integración o a la falta de
consecuencia entre la expresión verbal de voluntad y la
voluntad de seguimiento y de cumplimiento de los objetivos o
decisiones expresadas.
3.5.-) resistencia a
entregar atribuciones a entes supranacionales de
integración.
A los procesos de integración les ha faltado
contar con entes supranacionales con atribuciones directas en
cada uno de los países miembros, con el objeto de influir
en forma determinante en los casos de conductas disfuncionales o
incumplimiento de normas de los
esquemas.
Esta resistencia de los países a entregar
atribuciones supranacionales, llega a congelar durante
años cualquier diferencia que se presente, o lo que es
peor, cualquier incumplimiento unilateral tiene sólo como
respuesta otro incumplimiento que puede a su vez provocar otros
en cadena.
3.6.-) Insuficiente participación
de la población en la integración y falta de
consideraciones en los planes nacionales.
Los esquemas de integración se han gestado y
desarrollado con muy poca participación del mundo de la
cultura, del
sistema
educativo formal y de los trabajadores
organizados.
Solamente algunos empresarios han tenido cierta
participación. La consecuencia ha sido un insuficiente
interés y motivación de gran parte de la
población en general y de los sectores sociales
organizados en particular, unido al desconocimiento de las
realidades de la integración y de su enorme
potencial.
Otra insuficiencia de gravitación en todos los
esquemas, ha sido la disociación de éstos con
relación a las principales políticas
económicas y planes de desarrollo nacionales, los cuales
en general no consideraron la integración o sólo
era mencionada en forma incidental.
En tal virtud, los funcionarios gubernamentales con
responsabilidad en el área económica o financiera y
los agentes económicos privados, se desinteresaron de la
integración puesto que ésta no era considerada una
variable de importancia en la definición y
aplicación de políticas o planes de desarrollo
nacionales.
3.7.-) Situaciones fronterizas o
subregionales conflictivas.
La guerra entre
Honduras y El Salvador,
el enfrentamiento bélico entre Perú y Ecuador, el
proceso de conflicto
prebélico entre los gobiernos militares de Argentina y
Chile, la situación de Bolivia-Chile con recurrentes
tensiones, el enfrentamiento entre varios países
centroamericanos, fueron (algunas lo son aún) conflictos que
afectaron con distinto grado de intensidad a los esquemas de
integración
Es muy difícil mantener conflictos o situaciones
conflictivas entre países y al mismo tiempo las acciones
de cooperación o la voluntad para mantener el esquema de
integración al que pertenecen.
Sin embargo, el espíritu amplio con que
últimamente Honduras y El Salvador
han resuelto avanzar hacia la terminación de sus
diferencias y el Tratado de Paz y Amistad entre
Argentina y Chile, abren nuevos marcos de cooperación
entre pares de países que en su momento constituyeron
graves problemas para la comunidad latinoamericana.
3.8.-) La crisis de la deuda.
Aunque éste es un factor principalísimo en
cualquier listado de problemas de la integración que se
intente, en realidad no ha sido el problema de la deuda el
causante de las otras, sino más bien un actor acumulativo
de problemas preexistentes.
Cuando se exterioriza la crisis económica global
ya el esquema ALALC se había agotado, razón por la
cual fue suplantado por el de ALADI; ya se habían
producido notorios incumplimientos en el Grupo Andino y en el
MCCA; ya se habían dado la heterogeneidad de las
estructuras económicas y la falta de equidad en la
distribución de costos y beneficios; la falta de equidad
en la distribución de costos y beneficios; la falta de
estabilidad en las políticas económicas y de
suficiente apoyo político a los procesos; ya se
había constatado la resistencia a entregar atribuciones a
entes supranacionales de integración; ya habían
ocurrido o se estaban dando situaciones fronterizas o
subregionales conflictivas.
Lo que sí debe destacarse, es que la magnitud de
la deuda y de sus servicios, al obligar a los países de
América Latina y Caribe a restringir sus importaciones
para producir saldos favorables en sus balanzas comerciales,
afectó en sumo grado al comercio
intrarregional.
El servicio de la
deuda externa se incrementó en general en
proporción de los ingresos en divisas
percibidas de las exportaciones mientras los bancos
internacionales privados continúan restringiendo nuevos
financiamientos a la región.
Vale decir que nuevamente- quinto año
consecutivo- existe una transferencia neta de recursos desde
América Latina hacia los países
industriales.
Conclusión
Luego de finalizado el presente trabajo y una vez
profundizado en el concepto de
Integración Económica como objeto de estudio del
mismo, podemos afirmar, en teoría, que los procesos de
integración debieran seguir una lógica
bastante clara, partiendo desde lo que denominamos como una zona
de libre comercio, hasta llegar a lo que se conoce como una
unión económica y monetaria, para posteriormente
dar un paso bastante mas difícil hacia lo que sería
la unión política, lo que implica entre otras cosas
la creación de instituciones supranacionales, es decir,
con la atribución de dictar normas obligatorias para los
Estados y cuya aplicación sea inmediata y prevalente,
producto de una voluntad de ceder grados de soberanía, siendo esto ultimo una de los
aspectos polémicos y que hace difícil el avanzar en
la integración.
Es necesario reconocer que la integración es
posible gracias a una voluntad manifiesta o explícita por
parte del poder político de cada uno de los Estados que se
hacen partícipes de un proceso de integración. Lo
anterior nos lleva a afirmar que la integración es un
proceso esencialmente político -por tanto una de sus
características es la presencia del conflicto-, siendo
este último un elemento que está presente durante
todo el proceso integrativo independientemente del grado al que
se llegue o se quiera llegar.
Si bien el elemento político es de gran
importancia, no es posible considerarlo como una variable
aislada, ya que, de manera obligada debemos considerar otros
factores que complementan lo que hasta ahora hemos
dicho.
Complementario a la voluntad política, creemos
necesario el surgimiento de un sentido de identidad que
emane desde la sociedad
-desde el ciudadano común hasta las cúpulas de
poder- para con el proceso y las nuevas estructuras que
éste vaya creando -recordemos que a medida que se avanza
en la integración, se debieran crear órganos
supranacionales encargados de la coordinación de las
políticas comunes de la comunidad que se ha formado-; esta
identidad o en cierta medida traspaso de lealtades, produce que
los grupos opositores al esquema de integración,
estén menos dispuestos a atacar de manera frontal la
evolución del proceso, permitiendo que
éste sea más dinámico.
Asimismo, importante también es destacar que un
proceso de integración, ya sea en sus aspectos tanto
políticos como económicos, se hace mucho mas
difícil en presencia de factores como la asimetría
económica entre las partes del proceso -el ejemplo
más cercano es el caso de América Latina con el
MERCOSUR-, el
subdesarrollo
como complemento de lo anterior y por tanto la inestabilidad
producto entre otras cosas del descontento social que se
manifiesta en forma de violencia, la
escasa capacidad de adaptación a los cambios y la
incapacidad de las élites de llevar a cabo un proyecto
común de integración. Lo anterior visto desde una
perspectiva funcionalista, se constituye en un obstáculo
al proceso de derrame que supone la integración
funcionalista. En este sentido nos es fácil entender el
porqué del éxito
en el proceso de integración de Europa, ya que
precisamente los Estados que iniciaron el proceso y los que
posteriormente se fueron integrando, en su mayoría se
caracterizan por ser países industrializados, con
economías más o menos simétricas, con una
alta capacidad de adaptación por su condición de
países desarrollados y por último con una
élite que es capaz de complementarse y alcanzar
acuerdos.
Ahora, no deja asimismo de ser cierto que el desarrollo
del derecho de integración en América Latina no ha
tenido el éxito de la integración europea, la cual
está examinando temas más profunda que las temas
considerados en las regiones interamericanas. Estas temas son una
moneda unitaria para Europa, la armonización de la
fiscalización, y otras programas del mercado común
de Europa, además de una estructura
superestatal ya establecida. América Latina carece de esta
organización y
unificación.
Las razones por el cual América Latina carece del
desarrollo del derecho de integración como lo hemos
estudiado en Europa son abundantes. Europa tiene una
evolución histórica distinto a América
Latina, la cual ha resultado en una filosofía desigual de los Estados y
particulares en Europa. En las últimas tres
décadas, la integración regional nunca ha tenido
una ubicación como prioridad para la independencia
nacional. No ha funcionado como guía para la macroeconomía de los países
americanos, a despecho de las promesas oficiales y las
manifestaciones a su favor. Condiciones especificas, tanto
políticas como económicas, siempre prevalecen sobre
las experiencias de construir una comunidad común en
América Latina. Los intereses nacionales, como las
protecciones, subsidios, y reservas, han dominado la
política internacional en la región. Los
éxitos en América Latina para el derecho de
integración se han limitado a tratados
bilaterales o multilaterales, como el MERCOSUR.
Sin embargo y ya por terminado este trabajo, el grupo
considera que efectivamente son distintos los factores que pueden
influir en cuanto a que los procesos de integración entre
los diversos países puedan ser alcanzados de la mejor
manera posible con miras a que cada uno de los Estados miembros
puedan alcanzar ventajas reciprocas y comunes, creemos asimismo,
que estas aspiraciones se pueden tornar entorpecidas cuando tras
la firma de un tratado o acuerdo -en este caso económico-,
se esconden aspiraciones que impliquen desequilibrios o alcance
de beneficios que aprovechen sólo a una parte de los
contratantes. De manera y con sujeción a lo que establece
nuestra Constitución en materia de acuerdos y tratados
internacionales, el fin que debería de perseguir estos
no debería ser otros que, como su propia texto lo
indica: "La
República podrá suscribir tratados
internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para promover
el desarrollo común de nuestras naciones, y que garanticen
el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de sus
habitantes".
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"Integración Económica". (Documento
en Línea) Disponible:http://www.eswikipedia.org/wiki/integraci%C3%B3n_econ%C3%B3mica
"La Integración Económica y la
globalización". (Documento en
Línea) Disponible:
http://www.portalplanetasedna.com.ar/integracion.htm
Autora:
Astrid A. León Field
Estudiante de 3er año de derecho de la
Universidad José María Vargas
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