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La guerra en Mesoamérica en el siglo XVI (página 2)



Partes: 1, 2

Ante esta perspectiva y a una distancia de cuatrocientos
ochenta y cinco años de inicio de la invasión
europea y posteriormente conquista,
muchos se preguntaran: ¿Porqué fueron derrotados
los ejércitos mesoamericanos y sobre todo el ejercito
mexica, que como el ejercito romano, también era una
maquina de combate?

En primera instancia podemos decir que la derrota se
debió a la diferencia tecnológica de las armas de fuego,
la efectividad de la caballería, la creencia que tuvieron
los mesoamericanos sobre el origen de los hombres blancos y
barbados; y sobre todo por los efectos que tuvieron las epidemias
sobre los habitantes mesoamericanos en donde murieron miles de
guerreros, niños,
mujeres y ancianos). Pero en realidad la derrota se debió
a otros motivos. Ya los ejércitos mesoamericanos, sobre
todo el mexica, habían iniciado los ajustes necesarios
para superar esa diferencia tecnológica. Aun con creencia
mítica de que eran dioses o representantes o inclusive el
mismo Quetzalcoatl. Como lo narra Bernal Díaz del Castillo
cuando escribe "… y tres soldados atravesados los gaznates
de lanzadas… ya habían muerto sobre cincuenta
soldados…" durante su batalla en Potonchan. Muertos que
fueron abandonados en el campo de batalla a merced de los
zopilotes por los españoles en su huida a su nave para
ponerse a salvo. Además, de los soldados tomados
prisioneros, los cuales, deben de haber sido sacrificados.
Ningún dios puede ser muerto por un mortal, diría
el filósofo.

Como es de suponerse, los ejércitos mesoamericanos
pudieron haber superado la brecha de la diferencia
tecnológica al lograr neutralizar la superioridad de la
caballería y desechar el mito de los
hombres blancos y barbados por los hechos ya narrados; podemos
suponer que hacía ese punto se inclinaban los resultados
de los combates posteriores. Inclusive la epidemia de viruela la
hubieran superado.

Lo que no lograron superar los ejércitos que pelearon
del lado del ejercito mexica en defensa de su patria y su
libertad fue
la traición o negativa de los tlaxcaltecas y de otros
pueblos para cumplir con el tratado de defensa y ayuda mutua
firmado por ambos pueblos años antes; al decidir formar
una coalición indígena-español
para combatir a los mexica y sus aliados con la promesa de
Hernán Cortés de obtener su "libertad". Para cuando
ellos se dieron cuenta del engaño era demasiado tarde.
Miles y miles de guerreros tlaxcaltecas fueron usados como "carne
de cañón" frente al ejército mexica y sus
aliados. Los que lograron sobrevivir se encontraron amarrados y
marcados y en ruta de una encomienda española y su perica
victoria sobre los mexica se desvaneció en una profunda
tristeza y amargura.

El fin de esta monografía
es describir la
organización militar, la táctica, la estrategia, la
logística y los objetivos de
la guerra en
mesoamérica; a la llegada de los europeos. Para los otros
ejércitos mesoamericanos podemos suponer como sucede en la
actualidad, los ejércitos de los pueblos sujetos ya sea
políticamente, económica o social al imperio en
turno, son una copia de acuerdo a las necesidades del
ejército imperial.

José Lameiras en su obra "Los Déspotas Armados"
cita la definición de Clausewitz sobre la guerra: "la
guerra es una formula para la realización de la política cuando la
conducción pacífica de ésta se torna
imposible". No vamos a entrar a una discusión sobre si es
moral o (no),
el uso de la guerra para resolver los problemas.
Como prueba de ello tenemos en la actualidad la guerra de
Irak, en donde
el imperio ante su fracaso de aplicar su política en dicho
país, tomo la vía armada para imponer su
visión del mundo. Lo mismo sucedía con el imperio
mexica, cuando un pueblo se negaba a pagar tributo a Tenochtitlan
por la vía pacífica, se decidían por el uso
de las armas. Y en ambos casos, el pretexto era lo de menos, no
importaba si éste fuera lógico, moral o verdadero.
Y los motivos en los dos casos para ir a la guerra, eran por
razones económicas: petróleo o tributos
respectivamente).

Esta ocasión no veremos cuales eran estas necesidades
económicas que tenía el Imperio Mexica para ir a la
guerra, porque sería salirnos del tema, ya en otra
ocasión lo trataremos con detalle. Por lo pronto veamos
como estaba organizado el ejercito mexica.

Organización del Ejercito
Mexica

Como todo ejercito tenia un objetivo que
era: Obtener de la guerra todo lo necesario para ella; armas,
trajes de guerrero, adornos, insignias, banderas, prestigio,
riquezas y otros bienes
materiales.

El ejército se encontraba organizado por divisiones. Y
cada miembro de la Triple Alianza, tenía que presentar su
división o divisiones según las necesidades de la
guerra que se iba a emprender: Tenochtitlan presentaba cuatro
divisiones, Texcoco dos, Tlacopan una, lo mismo que los aliados
de la Triple Alianza. En total ocho divisiones.

El tamaño definitivo del ejército
dependía en última instancia del tipo de
campaña a emprender y las facilidades que se tuvieran para
abastecer al ejército de pertrechos, alimentos y
medios de
alojamiento. Ya que a mayor distancia la logística de
abastecimiento del ejercito se complicaba (armas, municiones,
alimentos y otros materiales de combate). A pesar que las
provincias sometidas al Imperio Mexica tenían la
obligación de proporcionar lo necesario para llevar a cabo
la campaña.

La base del ejercito era la unidad, compuesto de cien hombres
o guerreros a las ordenes de un capitán del ejercito
(Yaotachcauh). Cuatro de estas unidades formaban un
Escuadrón (cuatrocientos guerreros) a las órdenes
de un comandante (Centenamitl)

Cinco escuadrones a su vez formaban una compañía
(dos mil hombres). Cuatro compañías formaban un
Xiquipilli (División. Ocho mil guerreros). Cinco
Xiquipilli integran una Unidad del Ejército (cuarenta mil
guerreros).

Las unidades recibían apoyo logístico, sanitario
y administrativo de otros cuerpos del ejército, aun cuando
se desconoce la forma y el modo de hacerlo:

Unidad de Sanidad.- Era la responsable en lo referente a la
medicina
interna, Cirugía, Pediatría y Obstetricia. Esta
unidad era atendida por médicos generales y cirujanos.
Dentro de la unidad de sanidad se encontraba un escuadrón
especial de personal
especializado en recoger a los heridos y sacarlos de la zona de
combate para trasladarlos al hospital de campaña, en donde
recibían los primeros
auxilios.

Unidad de Intendencia.- Esta unidad era la responsable de
coordinar la entrega y transportación de los materiales
necesario para llevar a cabo la campaña. Para ello
debía de avisar a los Calpixque (Funcionario
administrativo encargado de los almacenes) por
donde pasaría el ejército para que tuviera listo la
ayuda de guerra: combatientes, armas y víveres. Al inicio
de la campaña cada guerrero recibía " en la forma
de bizcocho, maíz
tostado, harina de maíz para elaborar tamales (puchas),
fríjol molido, sal, chile, pepitas de calabaza,
ollas, platos, metates, petates y materiales para construir "el
real" del ejercito" (Durán 1967, I: 157). Además,
los pueblos dominados estaban obligados a proveer de alimentos y
armas al paso y durante la estancia del ejército en
misión
de guerra. El cuerpo de intendencia iba por delante del
ejército para preparar los aposentos y armar las tiendas,
ordenar las chozas y cuarteles para cuando llegara el
ejército se fueran directamente a ellos a descansar.

Unidad de Inteligencia
Militar.- Era la encargada de llevar a cabo el espionaje en el
campo enemigo y en el territorio de imperio, también se
encargaba del contra espionaje. Para llevar a cabo el espionaje
se valía de: Personal especializado (conocido como
ratones). Como es comprensible para llevar a cabo su
misión los "ratones", debían de conocer el idioma y
las costumbres del lugar; se vestían, se cortaban el pelo,
se pintaban el rostro como se acostumbra en la provincia en donde
estaban operando. Reconocían el terrero en su totalidad.
Podían decir cuantos ríos, entradas al territorio,
ciénagas o pantanos tenia la provincia y en donde se
encontraban. Con que fuerza militar
(armas y pertrechos) contaba el enemigo. Se trataba de poner
agentes disfrazados de comerciantes en la zona o lugar de
interés. Los comerciantes del comercio exterior
(Pochtecas) también realizaban esta tarea, sobre todo
cuando iban a tierras lejanas. Se tenía el presentimiento
entre los pueblos de mesoamérica, que detrás de los
pochtecas o comerciantes, venia el poderoso ejército del
imperio. Por tal motivo si los pochtecas eran identificados,
significaba la muerte.

Unidad de zapadores.- Eran los encargados de abrir caminos al
ejercito, construir puentes, zanjas, resguardos y demás
protecciones para salvaguardar al ejercito y al imperio.
También construían las fortalezas.

Unidad de Comunicaciones.- Para llevar a cabo cualquier
acción
o hacer del conocimiento
general de un acontecimiento es necesario disponer de un medio de
comunicación. No se diga en caso de un
ejército que dispone de varias unidades y miles de
hombres. El ejército de la Triple Alianza contaba con
varios medios para llevar a cabo dicho cometido.

Par ello se valían de señales
y de mensajeros. Por lo que corresponde a las señales,
están eran por medio de fogatas durante la noche y de humo
durante el día. De esta forma todo el Valle de México se
encontraba comunicado todo el tiempo;
bastaban unos cuantos minutos para que cualquier acontecimiento o
disposición tomada por el gobierno central,
se conociera por todo el valle. De la misma forma el Imperio se
encontraba comunicado en todo el territorio. Cualquier victoria
obtenida por el ejército era conocida de esta forma mucho
antes de que este llegara de regreso a
México-Tenochtitlan, dando pauta para que el pueblo y los
gobernantes salieran al encuentro del ejército para darles
la bienvenida.

Otro medio que utilizaban para las comunicaciones eran los
mensajeros. Entre esta especialidad se contaba con diversos
grados: el mensajero que se encargaba de llevar alguna noticia
escrita, ya fuera dentro de la misma ciudad, de un funcionario a
otro, o de una ciudad a otra, o de un señorío a
otro. "Para este efecto había hombres de grandísima
ligereza… que iban y venían y desde muchachos los
criaban en el ejerció de correr… de suerte que
pudieren subir una cuesta muy grande, corriendo, sin cansarse"
Acosta: Hist. Natural…: 388) También contaban con
Mensajeros o embajadores (Titlantli) o Embajador o Mensajero de
grandes Señores (Tlatocantitlantli).

También durante los combates era necesario comunicarse
entre los integrantes de un escuadrón, tanto entre ellos
como con el Cuartel General; además de los ya comentados,
disponían de: viva voz; tambores; caracoles marinos;
silbatos; otros medios.

Unidad de Flecheros. (La artillería de la
antigüedad)- Tlanima (tirar con arco). El arco y la flecha
es una de las armas que se usaron tanto para cazar como para la
guerra. Desde luego que el arma tuvo que adaptarse para el
combate, ya que no es lo mismo lanzar una flecha a un ave, que
enviársela a una persona.
Torquemada en su obra Monarquía Indiana dice referente a esta
arma:" fue el arma entre aquellas gentes la más
común y usada desde sus principios…y es de creer, que la necesidad
de la guerra, y de mantenerse de la caza, habrá sido el de
descubrir ese arte, y bien
podía los indios andar desnudos… pero no
será posible que anden sin arco y flecha…"
(Torquemada, Editorial Porrúa. 1969 II: 539).

Las puntas de las flechas podían ser de pedernal o
diente de tiburón.

Sobre la efectividad del arma sobre la infantería y la
caballería, Bernal Díaz del Castillo nos da la
crónica: "y estando en ello (persiguiendo a unos
espías tlaxcaltecas) viene muy presto y con gran furia un
escuadrón de tlaxcaltecas, que estaban en celada, de
más de tres mil de ellos, y comenzaron a flechar en todos
los nuestros de a caballo, que estaban juntos todos, y dan una
refriega de flechas y varias tostadas (lanzas con la punta
endurecida al fuego), y con sus montantes hacían
maravillas (Bernal Díaz:. Historia Verdadera…
Porrúa. 1962 Pág. 99 – 100).

Unidad Atlatl.- Según Chimalpahin, en sus Relaciones
dice: "… es este mismo año de 8 – Caña fue
cuando cumplieron los mexica 4 años de estar en
Atlacuihuayan, en donde dieron a conocer el uso del aparato
lanzador de dardos para guerrear en vez de valerse de arcos y
flechas (Chimalpahin. Relaciones… FCE. 1965
Pág.53).

Unidad Cuauhueuhuetl.- Formado por guerreros distinguidos.
Orden secreta. Salían siempre a combatir con sus
insignias. Acompañaban y protegían a los guerreros
novicios. Habían tomado varios prisioneros.

Unidad Quachic (No había que volver pie atrás o
morir).- Guerreros valientes y rudos hasta la temeridad. Ponen
gran ánimo, osadía y confianza a los suyos.
Hiriendo, matando y tomando prisioneros al enemigo.

Unidad Otomitl.- Contingente cuya posición era la
vanguardia y
de ahí iniciaban el combate. También eran
exploradores, escarabuceros y encabezaban pequeños
cuerpos, desde 4 a 20 hombres y aun divisiones mayores.

Unidad Cuauhtl (Águilas).- Formado por guerreros
distinguidos. Orden secreta. Salían siempre a combatir con
sus insignias. Habían tomado varios prisioneros.

Unidad Ocelotl (Jaguar).- Formado por guerreros distinguidos.
Orden Secreta. Salían siempre a combatir con sus
insignias. Habían tomado varios prisioneros.

Unidad de Fortificaciones (Yaocalli).- Era la encargada de
darle resguardo y defender a ciertas ciudades y a las
fortificaciones construidas en todo el Imperio; sobre todo a las
que se encontraban en la frontera del
Imperio y ha éste mismo.

Se desconoce el número y el lugar exacto en donde
había colonias-guarniciones; es posible que están
se encontraban en: puntos estratégicos; provincias
sojuzgadas o rebeldes o no pacificas; fronteras. Bernal
Díaz del Castillo dice que había en: Soconusco,
Guatemala,
Chiapa, Guazacualco, Mechoacan y Panuco. Mientras Carrasco en su
obra sobre la Triple Alianza dice que existían en:
Cuauhtochco, Quecholtetenanco, Huaxyacac, Itzyocan, Zozollan,
Poctepec, Oztoman, Atzaccan, Atlan, Xoconochco y Tetzapotitlan
(Carrasco, 535, Cuadro XXX.1

El objetivo de las mismas era: que no fueran tomados los
guerreros por sorpresa; brindad protección a los no
combatientes; ayudar a los defensores en su retirada; constituir
el punto inicial de avance al campo de batalla y resguardar las
rutas comerciales y la integridad del Imperio.

Las fortalezas estaban hechas de cal y canto o de betún
muy recio, "que con los picos de hierro era
mala de deshacer, y hecha de tal modo, que para defensa y ofensa
era hasto recia de tomar" (Bernal Díaz del Castillo I:
187).

En el resguardo de su territorio los mesoamericanos utilizaron
barrancas, ríos y acequias reforzados con muros, torreones
y pretiles. También construyeron albarradas y excavaron
trincheras para cerrar valles, caminos y accesos a cerros. Y no
solo las construían, les daban también mantenimiento,

Las unidades del ejército se distinguían entre
sí, por el uso y la posición de las plumas de
diversos colores: blancas,
encarnadas, azules y amarillas.

Al frente de las unidades iba un comandante que llevaba atado
a la espalda la insignia de su unidad, de tal forma que solo
haciéndolo pedazos podrían quitársela.

Todas ellas mantenían un orden estricto y muy
marcial

Armas del Ejército
Mexica

El ejército del Imperio Mexica disponía de
diversas armas ofensivas y defensiva para llevar a cabo su
cometido.

Por lo que corresponde a las armas ofensivas Bernal
Díaz nos dice en su obra que Moctezuma tenía dos
casas (Tlacoch calli) llenas de armas, algunas de ellas ricas con
oro y
pedrería. En ellas se encontraban rodelas grandes y
chicas, macanas, espadas a dos manos, engastadas con navajas de
pedernal "que cortaban mejor que nuestras espadas, y otras
más largas que no las nuestras con una braza de cuchilla,
engastadas en ellas muchas navajas, que aunque den con ellas en
un broquel o rodela no saltan, y cortan en fin… y
tenían muy buenos arcos y flechas y varas de a dos gajos y
otras de una, con sus tiraderas… hondas y piedras rollizas
hechas a mano… (Escudos altos, con los que un soldado se
cubría todo el cuerpo) que son de arte que los pueden
enrollar arriba cuando pelean, porque no les estorbe, y al tiempo
del pelear, cuando son menester, los dejan caer y quedan
cubiertos sus cuerpos de arriba a bajo" (Bernal Díaz del
Castillo I: 273).

En resumen podemos decir que las armas ofensivas con las
cuales contaba el ejército mexica son: Arco (Tlahuitolli),
Flecha (Mitl) y Carcaj (Micomitl) (Un arquero experimentado
podía disparar 12 flechas por minuto); Honda (Tematlatl).-
Un disparo efectivo podía herir al oponente desde una
distancia de 100 metros; Lanzadera (Atlatl); Espada (Macuahuitl),
especie de sable de madera
endurecida de un metro de largo con afiladas hojas de obsidiana;
porras pesadas y recias (Cuauhololli); lanzas largas a modo de
picas (Teputzopilli), de 2 a 3 metros de longitud para atacar pie
a pie o cuerpo a cuerpo; lanzas ligeras para arrojar (jabalinas):
dardos (Tlacochtli); varas tostadas, para ser lanzadas con el
Atlatl); lanza Tridentada (Huinacachalli), para ser lanzada con
el Atlatl; fisgas, arpón de tres dientes para pescar,
adaptado para la guerra; mazas (Quauhopilli), bastón de
madera rematado en una gran esfera; hachas; cuchillos (Tecpatl);
navajas de Ixtle, para el combate marítimo; espada corta
(Macuahuitzoctli), bastón más corto que el
Macuahuitlzoctli y con menos navajas; macanas, especie de clava o
rompecabezas, las llevaban colgadas de la cintura, los guerreros
que portaban el Tepuztopilli; panales de abejas, eran lanzados
como si fueran bombas o granadas
de mano; usadas para distraer al enemigo; espada de dos manos,
espada de madera engarzada con varias navajas de pedernal.

Por lo que se refiere a las armas defensivas, estas se
componían de las siguientes: Escudo (Chimalli), fabricado
con cuero hervido
y bambú, adornado con dibujos de
tótem, ricamente labrados por fuera con plumas de muchos
colores de manera diversa; armadura (Ichcahuipilli), podía
detener una flecha disparada a 10 metros, cubría el cuerpo
del guerrero; escudos plegadizos de forma oblonga que
protegían al portador de cabeza a los pies; casco
(Quaxicalli), existían diversos cascos elaborados de
madera, cartón o hueso, pero todos ellos muy elaborados
con plumas de colores por fuera; adargas, escudos ovalados o de
forma de corazón de
caña mojada, utilizado en combates marítimos o
pantanosos; caclis, sandalias con suela de piel provista
de talón alto y atadas con lazos de cuero que
subían hasta la rodilla.

Como es de suponer el material utilizado para la
elaboración de las armas tanto ofensivas como defensivas
tenían un origen animal, textil o mineral; ya que este
podía ser el nervio de algún animal, madera
resistente o navajas hechas de obsidiana, espinas de pescado o de
hueso, etc.

Los mandos del ejército eran diversos como puede
suponerse por la cantidad de unidades y guerreros que lo
componían, entre los cuales destacan: Huey Tlatoani, Gran
Señor Principal.- El mando más alto del
ejército mexicano o comandante supremo. Cuando Huey
Tlatoani no participaba directamente en la guerra, estaba
representado y ocupaba su lugar el Tlacatecuhtli, y por lo tanto,
era escogido directamente por él. Para Manuel Moreno en su
obra: "La organización política y social de
los aztecas",
sostiene que el Jefe Supremo del Ejército es el
Tlacatecuhtli. Otros puestos que destacan en el ejercito son:
Tlacatecatl, Tlacochcalcatl, Huitznahuatl, Tecoyahuacatl,
Cihuacoatl; Tlacochtecuhtli y el Tlacochcalcatl.

Orden
de Avanzada del Ejercito

El ejercito mexica cuando salía a una campaña
seguía un orden y una disciplina en
su avance a tierras enemigas. Este orden era el siguiente:

  1. Guías: Los guías al frente de una patrulla
    exploraban sin cesar montes, valles, lagunas y llanuras hasta
    una gran distancia del avance del grueso del ejército.
    Por las noches si las condiciones lo permitían
    encendían hogueras y en todos los casos los centinelas
    se relevaban cada dos horas. Los guías eran capaces de
    descubrir y decir el tiempo exacto transcurrido de cuando
    habían pasado hombres o animales, por
    el simple estado de la
    huella dejada.
  2. Detrás de los guías iban los guerreros
    más valientes y parte de los jefes. Todos ellos con los
    informes de
    los guías y teniendo en cuenta el comportamiento del enemigo hacían un
    análisis y estudio del terreno,
    elaboraban tácticas y formaciones más
    convenientes para el ejército.
  3. A una distancia de un día: seguían los
    sacerdotes y los portadores de los dioses.
  4. A la distancia de un día de los sacerdotes: iba el
    grueso del ejercito:

    1. Tropa de Tenochtitlan;
    2. Tropa de Texcoco;
    3. Tropa de Tlacopan.

Las mujeres se adelantaban al ejército para preparar
los alimentos que tomaban los guerreros al final de la
jornada.

A la hora de la batalla se quedaban en la retaguardia sin
emitir ningún ruido, aun
cuando vieran caer al esposo o al hijo; lloraban en silencio. La
idea es que el guerrero no se acordara de ellas.

Campo de
batalla

Cuando la batalla era contra un señorío o pueblo
cercano normalmente se seleccionaba un lugar en un terreno
intermedio y favorable, llamado Yatlalli o Quiauhtlalli, en los
lugares cercanos.

En las batallas lejanas se buscaba uno favorable. Los
propietarios del terreno, o sea, los agredidos, salían a
esperar a sus enemigos.

Antes de entrar en combate, los guerreros se preparaban: se
vestían y pintaban, se colocaban sus armaduras.

Antes de iniciar la batalla daban una gritería
espantosa; producían ruidos tremendos con caracoles,
atabalejos y silbidos. Todo esto tenía como fin darse
valor y
asustar a sus enemigos.

La señal de inició la daba el Capitán
General que a su vez era el porta estandarte. La señal se
dada por medio de un caracol o con un atabalejo. Su
posición era muy importante, porque si caía frente
a sus soldados, estos huían.

Tácticas de
batalla

"La estrategia es la táctica de organizar diversas
operaciones
bélicas; la frecuencia y sucesión de operaciones de
combate, la selección
de puntos y formas de ataque en conjunto y las maneras de
utilizarlas para el hostigamiento del enemigo que deben alternar
con treguas y negociaciones previstas de antemano con el objeto
de lograr las finalidades de una campaña militar."
(Lameiras 1994:36).

El plan
estratégico de guerra: comprende los movimientos de
acciones
efectivas: combates; batallas; escaramuzas; celadas; espionaje;
observación de la conducta del
enemigo y otras acciones que tengan como fin conducir a una serie
de enfrentamientos que estén de acuerdo a una estrategia
previamente convenida.

Táctica de combate: esta parte tiene que ver con la
logística que consiste en: desplegar, proveer de armas,
alimentos y otros tipos de asistencia para el ejército en
el campo de batalla…

Los cronistas que participaron en los combates desde que
tuvieron contacto con los pueblos mesoamericanos los narran en
sus obras. Sobre todos los que tuvieron participación en
las batallas contra el ejercito mexica. Las tácticas de
combate que utilizaba el ejército imperial eran diversas y
los cronistas nos lo narran:

Antes de iniciar la batalla, los combatientes emitían
diversos ruidos de viva voz; modulando los gritos agudos, ya que
su sonido
dominaba el tumulto. Los guerreros lanzaban gritos ensordecedores
para atemorizar al adversario. Con el mismo fin producían
unos ruidos ensordecedores por medio de tambores, caracoles
marinos y otros instrumentos. Se daban órdenes cuando se
estaba frente al enemigo soplando los caracoles o silbatos de
hueso.

A continuación:

Lanzaban varas, dardos propulsados con lanzadores (atlatl),
flechas y piedras con honda y a mano. Los que utilizaban armas
arrojadizas se colocaban aproximadamente a una distancia del
enemigo de entre cuarenta y cincuenta metros. Torquemada comenta
en su obra (1969, II: 538-539). "Los primero que hacían
era jugar con hondas y varas, como dardos, que sacaban con
jugaderas, y las echaban muy recias, también arrojaban
piedras a mano. A estos seguían los de espada y rodela; y
con ellos iban arrojadores de arco y flecha y allí
gastaban su almacén."

Al inició de la batalla lanzaban una nube de piedras y
flechas usando las hondas y el arco. Bernal Díaz del
Castillo, en su Historia Verdadera…, atestigua que los
flecheros y los montantes, eran sumamente mortíferos y
efectivos para la infantería y la caballería
hispana. Después se acercaban e intervenían los
lanzaros de jabalina y, luego la pelea de cuerpo a cuerpo

En la lucha de cuerpo a cuerpo usaban espadas, mazas y
rodelas. Contaban con el apoyo de flecheros protegidos. Cuando
los flecheros tiraban su dotación (municiones). Se
iniciaba una especie de pega y corre, es decir, pequeñas
escaramuzas.

Existía alternancia de diversos cuerpos del
ejército como para conjugar acciones de ataque de
acción global, estaba en relación con el armamento
y su complementariedad.

La alternancia entre cuerpos del ejercito obedecía a
una táctica variable de acuerdo a situaciones y tiempos de
batalla, y al uso de las diversas armas, las combinaciones y los
efectos eran múltiples durante la misma acción,
actuaban por un lado los flecheros y tiradores de varas, por otra
los guerreros de espadas, macanas y montantes; o ataques de
espaderos y rodeleros; flecheros y tiradores de atlatl o lanceros
en acciones separadas… pero combinado el conjunto en sus
efectos.

La misma arma efectuaba ataques "pintando" al enemigo: los
flecheros debían de retirarse de la batalla para
reaprovisionarse y para tener distancia para accionar el arco y
los del atlatl para hacer efectivo el tiro, Así
sucesivamente.

Los ataques podían romper en formación cerrada o
en grupo
compacto. Bernal Díaz del Castillo comenta en su obra como
iniciaban los combates: "Pues como comenzaron a romper con
nosotros, ¡que granizada de piedras de los honderos!, pues
flecheros, todo el suelo hecho parva
de varas tostadas de a dos gajos, que pasan cualquier arma y las
entrañas a donde no hay defensa; y los de espada y rodela,
y de otras mayores que espadas, como montantes y lanzas…
qué braveza se juntaban con nosotros y con qué
grandísimos gritos y alaridos" (Bernal, 1960, I:194).
Torquemada comentaba que antes de romper con el enemigo andaban
primero como escaramuceando, se iban y volvían, prendiendo
e hiriendo a los enemigos postreros que los seguían. De
esa forma andaban un rato. Cuando un escuadrón se cansaba,
era remplazado por otro de refresco. Esta táctica tiene
como fin apartar pequeños grupos de la
fuerza principal y de su fortaleza.

Atacaban de frente sin romper unos contra otros, se
volvían y daban la espalda, haciendo como si huían
y luego volvían, acometiendo al enemigo que los
había seguido. En otras ocasiones se quedaban un rato
hasta que se cansaban y, el retiro era para que entrara en
acción la tropa de refresco. Cuando luchaban salían
armados con lanzas y espadas de navajas de obsidiana, las que
llevaban sujetas por medio de una cinta de cuero para evitar su
perdida. Los escuadrones que participaban en el combate
aprovechaban estas salidas para descansar y reaprovisionarse de
armas y alimentos. Esta acción podían sostenerla
por días, dando descanso a sus tropas y tratando de agotar
al enemigo. Un ataque final definía la batalla.

Las unidades del ejército se podían dividirse en
componentes más pequeños para combatir. La gente de
vanguardia no era la más diestra, gastaban y gastaban
buena parte de las "municiones" (piedras, flechas, varas, dardos,
etc.). Las unidades del ejército podían
salir… con diversas armas según la necesidad de la
estrategia y del jefe del ejército.

Otra táctica era efectuar emboscadas al enemigo, sobre
todo para los que les seguían cuando aparentemente
salían huyendo o se retiraban. Y los mexica, eran expertos
para preparar todo tipo de emboscadas. Hacían hoyos en el
suelo que cubrían con ramas y hojas. Esto lo hacían
principalmente en la noche. Enviaban un contingente a provocar a
los enemigos, y cuando llegaban al lugar de la emboscada,
salían estos. Dicen que era raro el que lograba salvarse.
Bernal Díaz del Castillo narra un combate en el Cabo
Catoche en donde dice: "…que salieron escuadrones de
indios de guerra que estaban al acecho para matarlos y a una voz
los escuadrones se vinieron con gran furia y presteza y los
comenzaron a flechar, de tal suerte que en la primera roseada
hirieron a quince españoles; los guerreros traían
armadura de algodón
que les daba a las rodillas y como armas: lanzas y rodela y arco
y flechas; y al juntarse pie a pie con los españoles, y
con las lanzas a batiente nos hacían mucho mal".(Bernal
Díaz del Castillo, 1960, I:46).

La formación de combate utilizado por lo regular por
los ejércitos del imperio mexica era:

Quachic

Cuauhuehue (con novatos)

Flecheros Cuerpo del ejercito Quachic

Lanzadores

Otomitl (exploradores)

Quachic

Cada escuadra tiene una bandera en lo alta, todos deben de
concurrir allí tras aquella bandera y señal.

La dirección de las maniobras del
ejército, el avance o repliegue y animar a los guerreros,
se llevaba a cabo con los siguientes recursos: con voz
viva; por medio de tambores, caracoles marinos y otros
instrumentos.

Los oficiales para dar órdenes e instrucciones en
combate y poder vencer
el ruido ensordecedor de la batalla, usaban: Silbatos;
Tamborcillo que traían a la altura del pecho. Sobre el
cual hacían sonar señales convenidas previamente.
Bernal Díaz del Castillo dice "todos los capitanes…
traían grandes penachos, a tambores y trompetillas, y las
caras almagradas…" (Bernal Díaz 1960, I: 113)

Las unidades del ejercito mexica eran capaces de realizar:
celadas, ardides, trampas, emboscadas y otras maniobras
parecidas; fingían retirada y después que el
enemigo los seguía, realizaban un contra ataque;
utilizaban en estos casos guerreros enanos agazapados,
camuflagiados y atacaban al enemigo por atrás, llevaban a
cabo ataques nocturnos cuando la estrategia y la táctica
lo recomendaban; además, de observar una estricta
disciplina

Al final del combate, cuando la batalla se inclinaba hacia su
lado y el enemigo huía, se le perseguía hasta que
se ponían a salvo o se hacían fuertes en
algún punto. Los perseguidores iban incendiando y
saqueando lo que encontraban a su paso.

Para detener el saqueo y los incendios era
necesario negociar la paz. Los vencidos convencían a su
Señor e inclusive lo llegaban a matar para negociar la
paz. En este momento se detenía la quema y el saqueo y
había que conformase con lo logrado.

Batallas navales

Los combates navales eran con canoas o barquillos bien
aderezados. Usaban también en los pantanos, unos palos
largos y fuertes cuyas puntas eran tostadas al fuego;
éstas las usaban como lanzas contra el enemigo y como
sostén para saltar de una canoa a otra, usaban durante el
abordaje unos cuchillos de ixtle.

La estrategia y táctica del combate naval que
efectuaban los mexica se refería al uso de canoas de dos
tamaños, una chica y otra grande que podía ser
blindada con una efectividad que los escopeteros y ballesteros
españoles que venían con Cortés, no
podían causarles daño.

Estas venían armadas de talabardones de madera "e
detrás de los talabardones, guardábase bien y
nuestros soldados, viendo que no aprovechaba cosa ninguna y no
podían actuar…" nos narra Bernal Díaz del
Castillo en su obra Historia verdadera de la conquista de la
Nueva España.
Los arqueros se colocaban detrás de las defensas que
llevaban las canoas y lanzaban una lluvia de flechas desde ellas,
infligiendo un gran daño al enemigo.

Por lo que se refiere a los ardides marinos que utilizaban
para engañar al enemigo, se encuentran los mismos que
utilizaban en los combates terrestres: colocaban trampas bajo la
superficie del agua para
hundir las canoas o fingir que huían para minutos
después regresar con más bríos sorprendiendo
al enemigo.

En los combates con los pueblos costeros los mexica combinaban
el ataque terrestre con la infantería y por medio del agua
con la armada. Como parte de la estrategia el ejército
siempre consideraba la participación de la armada en los
combates que llevaba a cabo. Al grado que Ross Hassing, un
tratadista de la guerra en Mesoamérica, nombro a la armada
con el termino nahuatl Chimalacalli.

Por medio de las canoas los mexica transportaban a los
soldados, pertrechos militares (flechas, dardos, etc.),
bastimento (alimento, ropa y armaduras para el ejército) y
las armas. De esta forma solucionaban el problema
logístico y minimizaban los costos de
transporte y
tiempo (elemento tan importante en los ataques por sorpresa o
para una reacción rápida).

Antes de esta solución táctica los pertrechos,
suministros y demás elementos de guerra se hacían
por tierra,
transportándolos por los mismos guerreros y por los
portadores (tameme).

"La armada mexica colocaba afiladas estacas ocultas bajo la
superficie del lago con el fin de hundir las canoas enemigas al
clavarse en ellas sus canoas.

Otro ardid que usaba la armada cuando tenía
ocasión; era la destrucción de diques y provocar
inundaciones para hacer huir al enemigo hacia tierras más
altas, en donde los esperaba el ejército.

Aun cuando no era costumbre del ejército mexica pelear
de noche… cuando esto era necesario por táctica lo
hacía. Inclusive podía pelear día y noche
intercambiando batallones frescos de las diferentes armas.
Podía atacar en completo silencio en unas ocasiones y en
otras con un griterío y ruido ensordecedor.

También acostumbraban la guerra psicológica al
producir durante la noche un ruido infernal. Este ruido lo
producían con gritos, alaridos, atabales, cornetas,
huehuetl (tambor grande) y caracoles.

Mientras unos combatían en tierra, otros se
subían en barquillos bien aderezados y se arrojaban
violentamente contra el enemigo, atacando con el cuchillo de
ixtle y ayudados con la lanza en el agua

Funerales de los
caídos

"Cuenta la leyenda, que los guerreros muertos en combate;
retornaban como colibríes, para ir a la Casa del Sol."

(Humberto Miguel Jiménez. Jaguar de Jade)

Los funerales de los caídos podían ser divididos
en dos procesos o
forma de llevarlos a cabo:

  1. Baja condición social: Eran dejados en el campo de
    batalla para los zopilotes. Les quitaban la quijada y la
    limpiaban de toda carne, poniéndola en el brazo y
    hacían grandes ofrendas a
    los despojos.
  2. Otros: Eran recogidos por los padres para llevarlos a casa,
    según la distancia, eran quemados en el lugar de la
    batalla o en el Cuauhxicalco o en el Tepochcalli en
    Tenochtitlan, Tetzcoco o Tlacopan, según a donde
    pertenecían. Las cenizas de ambos eran guardadas o
    sepultadas.

Las honras que se hacían eran en función a
sus merecimientos y valor.

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Humberto Miguel Jiménez

Tlalnepantla Edo. México.
México

2008

Partes: 1, 2
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