- El problema de la
indiferencia y la insensibilización de la sociedad
moderna - La
globalización ¿Gobierno de los ricos y
poderosos? - La felicidad y el
bien humano - La buena voluntad
y el buen actuar - Reflexión
final - Citas
textuales – Bibliografía
Introducción
“Puesto que yo soy imperfecto y
necesito la tolerancia y la
bondad de los demás, también he de tolerar los
defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me
permita ponerles remedio.” Mahatma Ghandi
Nuestra sociedad al
estar sumergida en un proceso de
globalización se ve afectada por el ingreso
masivo de competidores, pertenecientes a diversas culturas, se
envuelta en un caos expresado por el alejamiento social, el
incremento de la distancia entre ricos y pobres, la falta de
tolerancia y “bondad” hacia los demás, la
indiferencia ante los acontecimiento ajenos. A veces, ser moderno
lleva unos matices que se nos escapan de las manos. Matices como
que se llame violencia de
género
cuando el género es lo que compro en el mercado, no es
nada relacionado con el hombre y
la mujer, para
que luego nos preguntemos qué tipo de igualdad es la
que queremos entre hombre y
mujer, porque
siempre seremos seres distintos que se necesitan para crecer. El
cuento con su
moraleja dice aproximadamente así: Los nazis vinieron a
por los judíos,
como yo no era judío, no hice nada.
Después vinieron a por los homosexuales. Como yo
no era homosexual no hice nada. Después vinieron a por los
gitanos. Como yo no era gitano no hice nada. Después
vinieron a por los comunistas. Como yo no era comunista no hice
nada. Después vinieron a por mí. Pero como
sólo quedaba yo, ya no pude hacer nada.
En el afán por ser los primeros y querer al resto
luego, hemos cambiado al mundo y a la vez cambiado de rumbo, nos
alejamos los unos de los otros aunque aún no del todo. Lo
que quiero lograr con toda esta investigación es una reflexión sobre
si aun se puede recuperar la felicidad o por lo
menos llegar a indagar en que momento dejamos de ser amigos estar
unidos y empezamos a vivir con miedo estando en libertad. Ya
no conozco esta sociedad en la que no tomamos en cuenta a todo
aquel que piensa distinto a nosotros, porque no darnos la mano,
ser como hermanos, si todos somos seres humanos. Aquí no
hay nada que perder ni ganar simplemente hay que observar si nos
podemos amar. De aquí nace la idea del nepotismo y el
amiguismo, el favorecer a los conocidos sin darle la oportunidad
a los demás de mostrar su valía, solo por el hecho
de ser diferentes.
Puede que mis planteamientos suenen idealistas y
utópicos, pero son una buena forma de empezar a observar
que tanto se cree en la equidad dentro
y fuera de la ley. Ya que en la
sociedad actual el racismo y la
discriminación abierta son rechazados pero
individualmente aceptados, por ser parte de los prejuicios y
estereotipos con los que crecemos en determinados ambientes, esto
se puede observar en las mismas universidades preguntando a los
alumnos lo que piensan de los miembros de otra universidad.
“No debemos perder la fe en la humanidad que es como el
océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas
estén sucias.”Ghandi
Al los propios movimientos pacifistas,
aún cuando se les desconoce y banaliza se le reprocha su
falta de respuestas ante los conflictos
armados y tampoco sus protestas parecen incorporar pautas de una
acción
definida. Y creo que la toma de conciencia nos
permitirá un cambio de
actitud que se
verá reflejada en un cambio de actuación política, todo esto
alineándome con kant a favor de
la reflexión de las experiencias para su posterior
aplicación.
1.
El problema de la indiferencia y la
insensibilización de la sociedad
moderna
“Lo propio de nuestra cultura es la
distracción, la insensibilización”, dijo
David Greenfield, psicólogo especializado en problemas
derivados de la alta tecnología. “No
hay un momento para la autorreflexión, para quedarse
quieto. Es absolutamente agotador”.
(www.clarin.com/diario/2005/12/22/)
En este tránsito de una sociedad industrial a una
post industrial se han producido avances, pero también han
surgido dificultades y paradojas. Son ejemplos cotidianos de las
últimas el incremento simultáneo que experimentan
las dualidades: tecnología y aumento del ocio; devaluación del trabajo y
progreso material, carencias educativas y tolerancia
intercultural, aumento de los radicalismos y autonomía
individual, burocratización excesiva en el trabajo y
las relaciones con las instituciones,
etc. Cada vez se entabla un lucha por la propia supervivencia,
visto de otra manera la idea de que “vivimos
compitiendo tu golpeas, yo golpeo” (Nach Scrath,
compite), lo cual va a generar represalias por parte de las
personas menospreciadas o discriminadas siendo esto causa de
paros, marchas, levantamientos, etc.
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