El auge petrolero y su influencia en las crisis económicas de México
Antecedentes
La producción petrolera ha contribuido a la
solución de los problemas de
México
otorgando confianza a los gobiernos beneficiados con el alza de
los precios
internacionales; sin embargo, son el preludio de crisis
internacionales y posteriormente nacionales cuando los precios
alcanzan el equilibrio en
el mercado
mundial.
Después del auge petrolero por el alza de los
precios internacionales de 4 a 38 dólares el barril, la
crisis mexicana a finales de los 70´ inicia con el desplome
de los precios del petróleo, fuga de capitales, creciente
deuda externa,
altas tasas de
interés, bajas reservas internacionales, exagerado
déficit de la balanza
comercial como consecuencia de un peso sobrevaluado y alto
déficit presupuestal producto de un
gasto
público indisciplinado.
La crisis 2007 inicia con el alza de los precios en el
mercado mundial por la escasez de crudo
y sus derivados afectando a todas las economías
importadoras. México se beneficia con el alza de los
precios, sin embargo la abundancia de dólares que ingresan
a la nación
por este concepto, el
superávit de la balanza comercial de las maquiladoras, el
flujo de recursos de
migrantes en EUA y las inversiones
extranjeras en México han provocado una dependencia
importante de la producción de bienes de
consumo
extranjeros. Los precios internacionales de los bienes
intermedios y de capital se ven
reflejados en los costos de
producción de las empresas
nacionales impactando los precios internos.
La exportación de mercancías se ve
afectada por la limitada capacidad competitiva de las empresas
nacionales y por un peso sobrevaluado que ofrece el consecuente
subsidio de gobierno a los
importadores mexicanos. Las estrategias de
las empresas multinacionales y sus gobiernos están
orientadas a proteger el mercado interno y ante el descenso de la
demanda
mundial, la apertura de sus mercados a las
empresas extranjeras solo es posible si mejoran sus estrategias
de penetración con calidad, precios,
oportunidad de entrega, diferenciación y valor agregado
superior al de la competencia. A
estos problemas, se agrega uno más en el mercado nacional,
el descenso de la producción petrolera como estrategia para
promover la inversión privada en PEMEX.
El presente trabajo tiene
como objetivo
analizar el impacto del petróleo
en las crisis de los 70´s y la actual, destacando
similitudes y diferencias que contribuyan a establecer
estrategias de acción
sobre las políticas
económicas nacionales.
Crisis de los 70´s
Como nación
productora de petróleo México podría no
verse afectado por las crisis mundiales, sin embargo, la
abundancia de dólares que ingresan al país
deterioran la capacidad de producción doméstica,
agravando la dependencia del exterior, por el descuido de la
producción agrícola e industrial.
1977 es el inicio del auge petrolero en México
con la promesa del presidente José López Portillo
de contar con recursos financieros suficientes para dar riqueza y
abundancia a todos los mexicanos
Las reservas probadas en el país de 10 mil
millones de barriles pasaron en este año a 70 mil millones
situando a México como uno de los países
exportadores más importantes en el mundo. El
descubrimiento de nuevos yacimientos petroleros y la presencia de
crisis energética mundial lleva los precios del barril de
petróleo de 4 dólares a principios de los
setenta hasta los 38 dólares por barril en el año
1979 Evidentemente el derroche fue la característica
fundamental de este sexenio, con un auge petrolero favorecido con
precios internacionales a la alza y prometedoras oportunidades de
extracción del petróleo frente a las costas de
Veracruz y Tabasco. Los dólares fluyeron a raudales a la
economía mexicana donde el principal
objetivo fue administrar el derroche
La euforia petrolera fue pasajera, ya que los precios
internacionales, antes de que terminara el sexenio del Lic.
López Portillo, empezaron a bajar complicando los
problemas financieros de la nación. El abuso en las
importaciones y
el déficit creciente de la Balanza comercial impulsado por
la sobrevaluación del peso frente al dólar,
dejó vacías las arcas del Banco de
México preparando el escenario para una inminente devaluación como política necesaria
para frenar la fuga de capitales. No obstante la abundancia
prometida, López Portillo concluye su sexenio con una
deuda externa de 80 mil millones de dólares, 4 veces mayor
a la que le heredó el Lic Luis Echeverría
Álvarez. Entrega una infraestructura industrial
condicionada al mercado exterior y una demanda interna atendida
en forma creciente con bienes de consumo importados.
En este sexenio el
petróleo incrementó progresivamente su
participación en las exportaciones de
la balanza comercial y alcanzó para 1982 el 74%, limitando
la presencia de la industria
nacional al 16%. Se acelera la dependencia agropecuaria del
mercado exterior, favorecida por un peso sobrevaluado que
garantiza a los intermediarios nacionales mayores beneficios en
la compra de bienes importados con el consecuente deterioro
agrario.
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