§ Tomografía computarizada
(también llamada escáner CT o CAT)
– procedimiento de
imágenes diagnósticas que utiliza una
combinación de radiografías y tecnología
computarizada para obtener imágenes transversales (a
menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como
verticales. Una TC muestra
imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo,
incluidos los huesos, los
músculos, el tejido adiposo y los órganos. Las
tomografías computarizadas muestran más detalles
que las radiografías generales.
El pie afectado puede ser flexible, y se lo denomina
"pie zambo posicional". Este tipo de pie zambo flexible se
produce debido a la posición del bebé en el
útero. Sin embargo, se puede colocar fácilmente en
una posición neutra (no curvada) en forma manual. El
verdadero pie zambo, en cambio, es
rígido y muy difícil de manipular.
Los síntomas del pie zambo pueden parecerse a los
de otros trastornos médicos del pie. Siempre consulte al
médico de su hijo para obtener un
diagnóstico.
4.5. TRATAMIENTO
El tratamiento específico para el pie zambo
será determinado por el médico del niño
basándose en lo siguiente:
· la edad de su hijo, su estado general
de salud y sus
antecedentes médicos
· la gravedad del trastorno
· la tolerancia de su
hijo a determinados medicamentos, procedimientos o
terapias
· las expectativas para la evolución del
trastorno
· Su opinión o preferencia.
El objetivo del
tratamiento es enderezar el pie para que pueda crecer y
desarrollarse normalmente. Entre las opciones terapéuticas
para lactantes podemos mencionar:
a)tratamiento no
quirúrgico
Existen varios métodos de tratamiento no
quirúrgico para los bebés que tengan pies zambos.
Entre estos métodos se encuentran la manipulación
en serie, el uso de férulas y vendajes, la fisioterapia y
el entablillado, así como el uso de una máquina que
ofrece movimiento
pasivo continuo. Un tratamiento no quirúrgico
debería ser la primera opción de tratamiento para
los pies zambos, independientemente de la gravedad de la
deformidad.
Debido a que el pie zambo puede volver a aparecer, se
utilizan aparatos ortopédicos (abrazaderas) durante varios
años para evitar la reincidencia. Al principio, las
abrazaderas se deben usar durante 23 horas al día y hasta
3 meses, y luego durante la noche durante 2 a 4
años.
b)cirugía
Puede ser necesario el tratamiento quirúrgico de
los pies zambos en los siguientes casos: cuando el tratamiento no
quirúrgico no logra corregir la deformidad, o cuando la
deformidad reaparece y no responde al tratamiento no
quirúrgico. El procedimiento quirúrgico
específico y el alcance de la cirugía
dependerán del tipo y alcance de la deformidad.
Después de la cirugía, se pueden usar alambres
quirúrgicos, ganchos y/o yesos para mantener la
posición correcta del pie hasta que se corrija.
También puede ser necesario entablillar durante varios
meses o incluso algunos años después de la
cirugía.
5. PIE PLANO CONGÉNITO
5.1. DEFINICIÓN
Es una deformidad no muy frecuente, pero representa la
deformidad más grave del pie. Fue descrita por HENKEN en
1914 y en un 50% de los casos se asocia a otras deformidades en
diferentes órganos o sistemas.
Es deformidad caracterizada por:
o Su etiología y patogenia es desconocida
o coexistir en un 50% de los casos con otras
anomalías
o Diagnóstico clínico sencillo
o Tratamiento complejo.
Figura 1.56. Pie Plano
Congénito
5.2. CAUSAS
Es desconocida y se han propuesto diferentes
hipótesis:
· Compresión intrauterina por un
oligohidramnios.
· Detención del desarrollo
embrionario
· Origen neurológico.
· Origen neuromuscular
· Origen genético con diferente
penetración y formando parte de síndromes
complejos.
5.3. ANATOMÍA PATOLÓGICA
Se trata de una deformidad contraria al pie cavo
formando los huesos tarsianos una angulación de
vértice plantar. Las alteraciones se encuentran a varios
niveles:
a) Anomalías óseas y
articulares, con el escafoides desplazado en el
dorso del astrágalo, sobre el cuello y estando éste
deformado en forma de cuña con hipoplasia de su mitad
plantar.
b) Alteraciones ligamentosas, estando
menos desarrollados los ligamentos de la cara medial y plantar,
tal como el ligamento deltoideo o medial del tobillo y el
calcáneo- escafoideo. Los ligamentos dorsales y externos
están hipertróficos y acortados.
c) Alteraciones músculo-tendinosas con
retracción del tríceps, tibial
anterior, extensores de los dedos y peroneo lateral
largo.
5.4. DESCRIPCIÓN
El pie presenta una superficie plantar convexa, formando
una deformidad del pie en mecedora o secafirmas y
palpándose el astrágalo en la cara medial y plantar
del pie. El retropié o calcáneo está en
fuerte equino y valgo con una intensa retracción del
tendón de Aquiles, mientras el antepié está
en fuerte flexión dorsal. Mirando el pie por su cara
plantar se observa un signo inequívoco de esta deformidad
y es la desviación del antepié en
abducción.
La deambulación del niño no se retrasa,
pero la marcha se hace dificultosa por no apoyo del talón
en el suelo y la
intensa desviación en valgo que presenta.
La deformidad es intensamente rígida a todo intento de
manipulación.
5.5. TRATAMIENTO
El fin del tratamiento es restablecer las relaciones
entre el astrágalo, escafoides y calcáneo. Para
ello existen gran cantidad de técnicas publicadas en la
literatura.
Actualmente se recomienda:
En la etapa precirugía, durante los primeros
meses de vida pueden utilizarse yesos correctores seriados con
objeto de intentar elongar los tejidos acortados
(piel,
tendones, etc.) pero no es posible obtener la corrección
total.
6. PIE CAVO
6.1. DEFINICIÓN
Esta denominación se refiere a la
exageración del arco longitudinal como consecuencia de la
presencia de un equino del antepié respecto al
retropié. El retropié puede estar en varo, neutro o
valgo.
Figura 1.57. Pie
Cavo
6.2. CAUSAS
Puede ser de origen:
a) Neuromuscular(50-60% de los casos) y
es la causa más frecuente y provoca un desequilibrio en la
musculatura intrínseca y extrínseca del pie. Puede
obedecer a las siguientes causas:
ü Lesiones de N. periféricos, tal como
Charcot-Marie-Tooth, polineuritis.
ü Lesiones astas anteriores medulares, como
mielomeningocele, poliomielitis
ü Lesiones haces espinocerebelosos, tal como la ataxia de
Friedrich
ü Síndromes piramidales y extrapiramidales,
tal como la parálisis cerebral
ü Tumores medulares
b)Congénito,acompañando
a secuelas de pie zambo o a la artrogriposis
c) Idiopático, aquéllos
en los que no se descubre causa alguna pero se sospecha puedan
ser parálisis mínimas no detectables.
6.3 TIPOS
Existen diferentes tipos que reciben diferente
denominación:
§ Cavo simple o Plantaris, se
trata de la presencia de un equino de antepié con
caída en flexión plantar del primero y quinto
metatarsianos y retropié neutro o valgo. Es por debilidad
de los dorsiflexores y presencia de un músculo
tríceps insuficiente.
§ Cavo varo, en
el que el equino de antepié es asimétrico
presentando más caída o flexión plantar en
el I metatarsiano que en el V metatarsiano. Se produce por la
presencia de un músculo tibial anterior débil.
Siempre existe un varismo de retropié. Para averiguar si
la deformidad es rígida se realiza la prueba o test de COLEMAN
consistente en apoyo del pie dejando sin apoyo al primer
metatarsiano. Si con ello aparece el valgo de retropié es
que la deformidad se limita al antepié y el tratamiento
debe ir dirigido a cirugía en esta
región.
§ Calcáneo
cavo,producido por una
parálisis del músculo tríceps (secuelas de
polio o espina bífida) que hace que el calcáneo se
verticalice y se produzca un pie cavo posterior conocido como pie
en pistola.
6.4. DIAGNÓSTICO
Los pacientes suelen acudir por presentar problemas con
el calzado, notar frecuentes fallos de tobillo o dolor bajo las
cabezas metatarsianas (metatarsalgia).
*Exploración.- Deben
investigarse antecedentes familiares, realizar un balance
muscular, examen neurológico, examen
electrodiagnóstico y solicitar radiografías de
raquis para descartar patologías neurológicas
asociadas.
7. PIE CALCÁNEO VALGO (PIE TALO)
7.1. DEFINICIÓN
Es de los más frecuentes de este grupo de
deformidades. Hay dos tipos con diferente pronóstico:
o Pie calcaneovalgo postural, más frecuente.
o Pie calcaneovalgo paralítico (meningocele,
mielomeningocele)
El primero de ellos se produce por una mala
posición fetal y es producido por excesiva presión
uterina, siendo más frecuente en primíparas. El
segundo es frecuente en niños con mielomeningocele cuando
quedan afectas las raíces sacras y queda el músculo
tríceps paralítico.
Figura 1.58. Pie
Talo
7.2. DESCRIPCIÓN
Es muy llamativa la deformidad. El pie está en
flexión dorsal máxima, muchas veces contactando su
cara dorsal con la cara anterior de la tibia. Existe
además un intenso valgo del retropié
(calcáneo). Las estructuras
dorsales, incluida la piel están francamente acortadas y
puede ser uni o bilateral. No obstante, pasivamente es posible
mediante unas manipulaciones suaves conseguir la flexión
plantar aunque esté limitada en un comienzo.
Conviene descartar su asociación con:
incurvación posterolateral de la tibia, mielomeningocele o
luxación congénita de cadera.
7.3. TRATAMIENTO
En casos ligeros bastan manipulaciones pasivas forzando
la flexión plantar y en casos intensos se utilizan yesos
correctores seriados con cambio semanal o cada 2 semanas hasta
conseguir de forma paulatina la deformidad.
En caso de pies talos paralíticos el tratamiento
será ortesis correctoras, transferencias
músculo-tendinosas y cirugía estabilizadora tipo
triple artrodesis.
8. PIE EQUINO VARO
8.1. DEFINICIÓN
Consta de la combinación de cuatro deformidades:
equino, varo, adductus y supinado. Las dos primeras
refiriéndose a la situación en la que se encuentra
el retropié y las dos últimas a las del
antepié.
Se produce con una frecuencia del 1-2 por cada mil
recién nacidos vivos y es más frecuente en
niños que en niñas, aunque en estas últimas
suelen ser tipos más graves. Es bilateral en un 50-60% de
los casos.
Figura 1.59. Pie
Equino varo
8.2. CAUSAS
Es desconocida y parece ser que lo más admitido
es que su origen es hereditario de origen genético y con
diferente tipo de penetración. No obstante se han
enunciado diferentes hipótesis:
· Considerada como una detención del
desarrollo del pie (Hüter y Böhm 1929)
· Anomalía en la inserción
músculotendinosa (Ippolito y Ponseti 1980)
· Anomalía muscular con
desproporción entre fibras tipo I y II (Isaacs
1977)
· Defecto mesodérmico (Shapiro y Glimcher 1979,
Irani y Sherman 1963)
Recientemente Bensahel (1994) piensa que su origen es
extrínseco, es decir que sus causas son ajenas al pie y
cree que el menor espacio en la cavidad uterina, oligohidramnios
y la postura fetal influyen para que exista menor movilidad fetal
de los miembros inferiores, quedando el pie en
equino-varo-adductus. Esta posición fija hace que se
produzca una alteración del balance muscular.
8.3. DESCRIPCIÓN
El pie presenta unas características
típicas como son el que se trata de un pie pequeño
de tamaño con el retropié o talón en varo y
el antepié en adductus y supinado. En el borde externo la
piel es atrófica y en el borde medial no se palpa la
cabeza astragalina. El volumen de la
pantorrilla está disminuida, atrófica y destaca
cuando el niño es algo mayor. Un 50% de los casos la
deformidad es bilateral.
Hay que descartar otras anomalías que pueden ir
asociadas tales como artrogriposis, mielomeningocele o
luxación congénita de cadera.
8.4. TRATAMIENTO
El tratamiento debe iniciarse precozmente, si es posible
en los primeros días del nacimiento y nunca catalogar un
pie como rígido sin haber realizado previamente
tratamiento conservador mediante manipulaciones
suaves.
§ Tratamiento
Ortopédico.-Dicho
tratamiento consta de:
ü Manipulaciones suaves que van dirigidas hacia el
estiramiento de los tejidos blandos retraídos e intentando
reducir el escafoides hacia la cabeza astragalina.
ü Inmovilización en vendaje adhesivo o bien
enyesado, según el grado de rigidez que presente y
cambiándolo cada semana.
ü Una vez alcanzada la corrección de las
deformidades (2 meses) proseguir con la inmovilización
durante 3 meses adicionales.
ü Dispositivos ortopédicos tales como
férula de Denis-Brown, CRS, Seringe para mantener la
corrección hasta la edad de marcha.
9. METATARSO ADDUCTUS, METATARSO VARO
9.1. DEFINICIÓN
Es una deformidad limitada al antepié y que
consta de dos deformidades asociadas, adductus de los
metatarsianos y ligera supinación. El retropié es
totalmente normal. Se produce con una frecuencia del 1% de los
recién nacidos vivos y es ligeramente más frecuente
en niñas. Es una deformidad benigna.
Figura 1.60. Metatarso
Varo
9.2. CAUSAS
Su etiología se ha relacionado con una
inserción anómala del tendón del Tibial
Posterior en el I metatarsiano que lo desvía en
aducción y supinación.
9.3. DESCRIPCIÓN
La deformidad está presente desde el nacimiento,
adquiriendo el pie mirándolo desde la planta una forma de
habichuela. Borde externo convexo y el interno cóncavo y
en su parte media un pliegue en la piel. El retropié no
presenta deformidad alguna. El dedo gordo se separa del segundo
dedo por el predominio del músculo aductor.
Bibliografía
- . Pérez Aytés A. Bases para la
identificación clínica en Dismorfología
(XIX Congreso Nacional de Pediatría. Lima, Setiembre
1995). - ML Martínez-Frías, E Bermejo
Sánchez, E Rodríguez Pinilla, A. Villa. Bajo peso
al nacimiento como una indicación más para el
estudio cromosómico. Editorial Panamericana,
México D.F. - Delgado A. Patología Prenatal. Grandes.
Síndromes en Pediatría. Volumen 7. Bilbao
Editorial 1998.
Malformaciones congénitas 2001;16(1):[23
páginas]. Disponible en:
URL:http://www.universitaria.cl/libros/malformaciones,
Consultado Julio 12, 2008.
- Dr. Manuel Piloto Morejón,1 Dra. María
I. Sanabria Chocontá2 y Dr. Reinaldo Menéndez
García3. DIAGNÓSTICO PRENATAL Y ATENCIÓN
DE LAS MALFORMACIONES
CONGÉNITAS Y OTRAS ENFERMEDADES
GENÉTICAS
2001. Rev Cubana Obstet Ginecol 2001;27(3):233-40
Disponible en: URL:http://scielo.sld.cu/pdf/gin/v27n3/gin11301.pdf,
Consultado Julio 12, 2008
ANEXOS
ANEXO I
Revista Cubana de Ortopedia y
Traumatología
ISSN 0864-215X versión impresa
Rev Cubana Ortop Traumatol v.12 n.1-2 Ciudad de la Habana
ene.-dic. 1998
Complejo Científico Ortopédico Internacional
"Frank País". Ciudad de La Habana.
Anomalías congénitas de la mano:
análisis exploratorio de los datos
DR. NELSON CABRERA VILTRES, DRA. TANIUSHKA A. MIRANDA
LOURO, DR. LUIS OSCAR MARRERO RIVERÓN, DRA. XIOMARA
REMÓN DÁVILA Y DR. EMILIO CRUZ SARMIENTO
Cabrera Viltres N, Miranda Louro TA, Marrero
Riverón LO, Remón Dávila X, Cruz Sarmiento
E. Anomalías congénitas de la mano: análisis
exploratorio de los datos. Rev Cubana
Ortop Traumatol 1998;12(1-2):47-51.
Resumen
Se realizó un estudio retroprospectivo de 86
pacientes ingresados en el Complejo Científico
Ortopédico Internacional "Frank País" entre enero
de 1990 y diciembre de 1994, por presentar anomalías
congénitas de la mano.
De estos pacientes, 47 (54,65 %) pertenecían al
sexo masculino
y 39 al femenino; 29 pacientes presentaban anomalías
bilaterales, por lo que el cómputo total de manos
ascendió a 115. El 83,72 % de los pacientes se trataron
antes de los 3 años de edad. La anomalía más
frecuente fue la sindactilia (48,83 %). Fue necesario un promedio
de 3 intervenciones quirúrgicas para lograr una mano
funcional. Ciudad de La Habana aportó el 46,51 % del total
de afectados.
Descriptores DeCS: DEFORMIDADES CONGÉNITAS DE
LA MANO/cirugía.
Las anomalías o deformidades de la mano son
afecciones que se presentan de diferentes formas. Deformidad, por
definición, es la alteración de la forma de un
órgano o parte de éste a consecuencia de lesiones
tróficas, traumatismos o vicios funcionales ocurridos en
el feto en
vías de desarrollo (congénitas) o en el individuo
adulto (adquiridas).
Dentro de las anomalías se observan muchas
combinaciones extrañas como presencia rudimentaria,
ausencia total o parcial de una parte, duplicación,
sinostosis, dislocación, contracturas y otras, motivo por
el cual el tratamiento se torna extremadamente complejo,
constituyendo en algunos casos verdaderos retos difíciles
de vencer, que pueden traer como consecuencia -en más de
un caso- resultados no satisfactorios.
La mano es un órgano muy pequeño pero
estructuralmente muy complejo, cualidades que provocan una
elevada incidencia de anomalías congénitas
altamente incapacitantes en muchos casos, no obstante, la mano
continuará siendo el órgano fundamental de trabajo del
hombre, por lo
que lograr su buena función en forma temprana constituye
un objetivo primordial.
Métodos
Se realizó entre enero de 1990 y diciembre de
1994 un estudio longitudinal retroprospectivo de 86 pacientes
ingresados en el Complejo Científico Ortopédico
Internacional "Frank País" por presentar anomalías
congénitas en la mano (115 manos).
Se analizaron las variables
sexo, edad, raza, diagnóstico, localización de la
afección, edad a la primera consulta y al acto operatorio,
número de intervenciones quirúrgicas y provincia de
procedencia.
La incidencia de anomalías congénitas de
la mano se determinó utilizando la siguiente
fórmula:
Incidencia = Nº de casos
nuevos tratados/Total de
casos tratados *1000
Discusión
La composición por edades (fig. 1) nos muestra
que 82 pacientes (95,34 %) fueron atendidos antes de los 10
años de edad, hecho que concuerda con las
estadísticas de Simün y que es
representativo de la gran accesibilidad y cobertura de nuestros
servicios
médicos.
FIG. 1. Edad a la primera consulta.
Las anomalías congénitas de la mano se
presentan con mayor frecuencia en el sexo masculino, llegando en
ocasiones a existir una relación de 2:1. En nuestro
estudio 47 pacientes eran masculinos y 39 femeninos (fig.
2).
FIG. 2. Distribución según
sexo.
La figura 3 muestra la distribución de los casos
según el color de la piel;
aproximadamente tres cuartas partes pertenecen a la raza blanca
(74,41 %). Por el alto grado de mestizaje de la población
cubana es difícil establecer las diferencias raciales, no
obstante la distribución observada está en
correspondencia con las características étnicas de
nuestra población.8 Además, excepto para
la polidactilia no existen pruebas
suficientes ni diferencias significativas para establecer
categóricamente el predominio racial.
FIG. 3. Distribución según color de la
piel.
Según la frecuencia de aparición (fig. 4)
en primer lugar aparece la sindactilia (42 pacientes; 48,83 %),
seguida de la mano zamba (10 pacientes; 11,62 %), las bridas
constrictivas (8 pacientes; 9,30 %). En cuarto lugar aparece la
polidactilia (6 pacientes; 6,97 %), le siguen en orden
decreciente la macrodactilia, la clinodactilia, la agenesia de
los dedos, el pulgar bífido, el dedo en resorte, la mano
hendida y las deformidades en aducción y flexión
del pulgar.
FIG. 4. Diagnósticos.
Al nivel internacional se considera a la sindactilia
como la más frecuente de las anomalías
congénitas de la mano nuestro estudio coincide con lo
antes expuesto, no obstante, Borbolla plantea que la
anomalía más encontrada en recién nacidos
cubanos es la polidactilia.
De forma general se observó predominio de la
localización derecha, seguida de la izquierda y la
bilateral. Si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de
nuestra población es diestra, entonces, es cada vez
más necesario obtener una rápida y útil
incorporación del paciente a la sociedad.
La sindactilia fue la única anomalía en la
que la mayoría de los casos se presentaron en la mano
izquierda y de forma unilateral (52,38 %), lo que coincide con
otros autores. La mano zamba se presenta de forma bilateral en la
mitad de los niños que acuden a la consulta, el resto es
unilateral, con predominio derecho.
Las bridas constrictivas son de aparición
esporádica, no hereditaria y más frecuentemente de
forma bilateral pero asimétrica; en nuestro estudio no
hubo una localización específica.
La polidactilia tuvo idéntica frecuencia para los
casos bilaterales y los unilaterales, sin embargo
Borbolla plantea que es más frecuente de forma
bilateral y Barsky que predomina en una sola
mano.
La clinodactilia se reportó más
frecuentemente de forma bilateral,resultados con los cuales
coincidimos.
Finalmente la macrodactilia, la mano hendida y el pulgar
bífido se presentaron en la mano derecha en todos los
casos.
El 97,6 % de los pacientes (fig. 5) fueron sometidos a
tratamiento quirúrgico. Sólo 2 casos no fueron
operados: una agenesia de 4to. y 5to. dedos derechos y una brida
constrictiva del 5to. dedo, por negativa familiar. Nuestros
métodos de tratamiento, de forma general, coinciden con
los mundialmente empleados.
FIG. 5. Tratamientos empleados.
La edad promedio a la primera consulta estuvo por debajo
de los 5 años, con un promedio general de 1,27
años, de igual forma se comportó la edad del acto
quirúrgico, con un promedio general de 3,07 años.
Se aprecia que medió un corto período entre el
diagnóstico y el tratamiento quirúrgico.
Los parámetros de tratamiento quirúrgico
seguidos internacionalmente plantean que la polidactilia debe ser
operada alrededor del año de nacido; las bridas
constrictivas de forma temprana; la sindactilia a partir del
primer año de vida, en dependencia del tipo de
presentación;7 la clinodactilia, al no ser
incapacitante, puede esperar hasta la adolescencia;10 la macrodactilia,
independientemente del momento de la operación,
entraña enormes dificultades para su
corrección.
El 66,66 % de los casos de polidactilia y la totalidad
de los de pulgar bífido, dedo en resorte, pulgar aducido y
pulgar rotado y en flexión, necesitaron de una sola
intervención quirúrgica. El 22,62 % de la muestra
requirió de 2 intervenciones quirúrgicas y el mayor
número (30,33 %) de 3. Fueron operados en más de 3
oportunidades 12 pacientes (14,28 %), destacándose 9 casos
de sindactilia bilateral en más de 1 dedo.
Del total de 86 casos, 40 pertenecen a la capital,
seguidos por los de la provincia de La Habana (11,62 %), el resto
de la muestra se halla distribuido por todo el país en
porcentajes pequeños. Esto se debe a que nuestro centro
atiende fundamentalmente a los pacientes de las provincias
habaneras y casos muy complejos del resto del
país.
Con los datos estadísticos antes expuestos y
conociendo el número de pacientes atendidos en nuestro
centro entre los años 1990 y 1994, se calculó que
la incidencia de anomalías congénitas de la mano en
el Complejo Científico Ortopédico Internacional
"Frank País" fue de 0,32 por 1 000 habitantes.
ANEXO II
Revista Cubana de Ortopedia y
Traumatología
ISSN 0864-215X versión
impresa
Rev Cubana Ortop Traumatol v.14 n.1-2 Ciudad de la Habana
ene.-dic. 2000
Artículos originales
Hospital Pediátrico Docente "William
Soler".
Ciudad de La Habana
Enfermedad del desarrollo de la cadera
Dr. Jorge Riaño Echenique, Dra. Elsa M.
García Estrada y Dr. José Manuel González
Gil.
Riaño Echenique J, García Estrada EM,
González Gil JM. Enfermedad del desarrollo de la
cadera. Rev Cubana Ortop Traumatol 2000;14(1-2):7-11
Resumen
Este trabajo analiza una casuística de 200
niños con signos
clínicos y/o radiológicos de displasia
congénita de cadera, lo que supone el 2,20 % de los
recién nacidos. En los resultados se evidencia una mayor
frecuencia entre los hijos de madres jóvenes, un
predominio entre las de origen rural, un porcentaje alto de
presentaciones de nalgas, una incidencia elevada entre las de
edades gestacionales superiores a 39 sem., predominante en el
sexo femenino, mayor afectación unilateral con predominio
evidente de lesión en el lado izquierdo y un número
relativamente bajo de
malformaciones asociadas. Las formas
anatomorradiológicas halladas por orden de frecuencia
fueron, displasia subluxaciones y luxaciones con una
proporción alta de asociación unilateral de
anomalías. El tratamiento fundamentado en Harnes de
Pavlick para la displasia cefálica y acetabulares sin
subluxaciones y con ellas y yeso en posición de centraje
en la luxación, así como tenotomías en casos
de abducción limitada dio resultados francamente
favorables.
DeCS: LUXACIÓN CONGÉNITA DE LA
CADERA/genética; LUXACIÓN CONGÉNITA DE LA
CADERA/cirugía; RECIÉN NACIDO; ENFERMEDADES
FETALES.
La displasia congénita de la cadera es un
problema importante que plantea serias dificultades
diagnósticas y terapéuticas de las que son
responsables el pediatra y el ortopeda infantil.
El primero, por la necesidad que tiene de hacer el
diagnóstico y el segundo, porque ha de instaurar el
tratamiento adecuado al tipo, grado y momento del proceso, ambos
conjuntamente han de resolver no sólo la situación
inmediata, sino también el porvenir definitivo de la
cadera en crecimiento para evitar secuelas mediante
métodos preventivos o reparadores y si ello no es posible
se recurrirá a la cirugía ortopédica
paliativa o protésica en la adultez.
En los últimos años hemos tenido la
oportunidad de revisar una gran cantidad de trabajos
clínicos y experimentales sobre la conocida enfermedad del
desarrollo de la cadera los que han aportado un voluminoso caudal
de conocimientos sobre las condiciones anatómicas y
fisiológicas que predisponen o favorecen al desarrollo de
la enfermedad, así como la participación de
factores genéticos y ambientales en el desencadenamiento
de la anomalía que han tenido gran utilidad
práctica y han permitido el establecimiento de pautas y
modelos
diagnóstico y tratamientos precoces.
En este trabajo, nos proponemos analizar la
casuística de niños afectados por esta
anomalía con el objetivo de comprobar si es que existe
diferencias en nuestro estudio como se señala en
bibliografías revisadas de otras poblaciones y de ser
así, cuál era su tipo y frecuencia, así como
su origen genético, étnico o ambiental, si el
pesquisaje sistemático de la disciplina
luxante de la cadera era adecuado y si las pautas
terapéuticas seguidas daban los resultados
esperados.
Métodos
El material humano comprende 200 niños con signos
clínicos y/o radiológicos de enfermedad
congénita de la cadera en el período comprendido
desde marzo de 1993 a 1999. En todos los casos en que
existían manifestaciones clínicas de la enfermedad
se obtuvo una radiografía simple en proyección
anteroposterior (rótula al Cenit) y una radiografía
en proyección frontal a 45o de abducción
(proyección en rana).
Los criterios diagnósticos siguieron pautas
establecidas y fueron de orden clínico (signo de ortolani,
prueba de Barlow, asimetría de pliegues, acortamiento y
movilidad anormales de las caderas) y radiológicos
(defectos en los núcleos de osificación y/o cavidad
cotiloidea, así como desplazamiento de la cabeza
femoral).
Pautas terapéuticas
1. Niños con signos clínicos de enfermedad
congénita de cadera y hallazgos radiológicos
negativos: Observación.
2. Niños con signos clínicos de enfermedad
congénita de cadera y radiológicos de displasia
cefálica y/o acetabular, así como
subluxación de la cabeza femoral: Uso de correas de
Pavlick y nuevo control cada 3
ó 4 meses.
3. Niños con signos de enfermedad
congénita de cadera y radiológicos de displasia
cefálica y/o acetabular con luxación de la cabeza
femoral: Ingreso hospitalario con tracción de partes
blandas al Cenit con abducción progresiva por 2 ó 3
semanas, según control radiológico periódico
(cada 7 días), tenotomías del psoas ilíaco y
utilización de yeso en posición de centraje
(posición humana) y controles evolutivos clínicos y
radiológicos cada 4 meses.
4. La valoración de los resultados obtenidos se
hizo clínica y radiológicamente.
Resultados
De acuerdo con criterios clínicos la incidencia
de esta enfermedad fue de 200 niños entre 9 000
recién nacidos (2,22 %).
En la figura 1 agrupamos los datos que recogen la
procedencia de las madres de nuestros enfermos y resulta que el
64,5 % es del medio rural y el 33,5 % de origen
urbano.
Fig. 1. Distribución de casos
según procedencia de la madre.
Eran 24 madres menores de 20 años para 12 %; el
57,5 %, que equivale a 115 casos, son madres con edades que
oscilan entre 21 y 25 años mientras que entre 26 y 30
años encontramos 37 madres que corresponden a 18,5 % en
esta casuística (tabla 1).
Tabla 1. Distribución de edades
de las madres de los pacientes
Edad madre (años) | No. madres | % |
< 20 | 24 | 12 |
21-25 | 115 | 57,5 |
26-30 | 37 | 18,5 |
31-40 | 20 | 10 |
> 40 | 4 | 2 |
La distribución según el número de
gestaciones de las madres se refleja en la figura 2, donde se
observa que 147 madres, que equivale a 73,5 %, son
nulíparas.
Fig. 2. Distribución de
casos según el número de
gestaciones.
En los tipos de presentaciones fetales es de destacar
que existió cierto grado de similitud entre ambas
presentaciones, pues 51 % (102 madres) tuvieron
presentación de nalgas, mientras 49 %, que equivale a 98
madres, sus fetos venían en posición
cefálica.
Se pudo notar un aumento en el número de
cesáreas de estos recién nacidos que corresponde
con 119 casos, para un 59,5 %, mientras que los partos
fisiológicos fueron 81 para un 40,5 %.
En edades gestacionales de 40 semanas se registra el
porcentaje absoluto mayor de enfermedad congénita de
cadera, mientras en las pretérminos la incidencia es
mínima.
Encontramos un predominio de enfermedad congénita
de cadera en el sexo femenino con una frecuencia de 69,5 % (139
casos) y en el masculino 61 para el 30,5 %.
La enfermedad congénita de cadera fue unilateral
en 168 casos (84 %) y bilateral en 32 (16 %). De las formas
unilaterales la cadera afectada con mayor frecuencia fue la
izquierda en 144 casos (72 %) y la derecha en 24 lo que se
corresponde con el 12 % (tabla 2).
Tabla 2. Distribución de
los casos según formas
anatomorradiológicas
Formas anatomorradiológicas | No. de casos | % |
Unilateral | 168 | 84 |
Bilateral | 32 | 16 |
Unilateral izquierda | 144 | 72 |
Unilateral derecha | 24 | 12 |
El número de malformaciones asociadas en nuestra serie
es muy bajo (tabla 3).
Tabla 3. Distribución de
los casos según malformaciones
asociadas
Malformaciones | No. de casos | % |
Pie equinovaro | 3 | 1,5 |
Pie calcáneo valgo | 4 | 2 |
Luxación congénita rodilla | 2 | 1 |
Artrogriposis | 2 | 1 |
Síndrome Down | 2 | 1 |
Sindactilia | 2 | 1 |
Tortículis congénita | 1 | 0,5 |
En nuestro estudio se trazaron diferentes pautas
terapéuticas según la forma de presentación
de la enfermedad.
De los 200 niños que presentaban signos
clínicos de enfermedad congénita de cadera y
hallazgos radiológicos de displasia cefálica y/o
acetabular:
1. En el primer control al indicarse Harnes de Pavlick
al año de edad, la totalidad de los niños
tenían normalidad clínica y radiológica,
solamente en 11 niños hubo la necesidad de continuar con
una optesis de Ponsetti durante 4 meses hasta su total
recuperación.
2. Valorados 12 niños con signos clínicos
de enfermedad congénita de cadera y radiológicos de
displasia acetabular con subluxación de la cabeza femoral
a los cuales se les indicó Harnes de Pavlick y durante el
tercer y cuarto control, 8 de ellos estaban completamente
normales, en 4 sus cabezas femorales estaban centradas y
estables, pero sus techos
3. permanecían displásicos, por lo que se
decidió mantener con optesis de Ponsetti durante 2
controles de consulta hasta que sus techos quedaran completamente
horizontalizados.
4. De los niños con clínica de enfermedad
congénita de cadera y signos radiológicos de
displasia cefálica y/o acetabular con luxación
evolucionaron bien 3 a los 14 meses de edad; en otros casos se
les realizó tetomía del psoas ilíaco y
reducción manual con anestesia seguido de
inmovilización en posición de centraje
(posición humana); este proceder se realizó cada 4
meses con controles clínicos y radiológicos en el
salón; se revisó la estabilidad de la cabeza
femoral al tomar como patrón pronóstico la zona de
RANCE y así 41 niños alcanzaron su normalidad
clínica y radiológica al cabo de 2 años de
tratamiento.
5. Fue necesario realizar 4 osteotomías del hueso
innominado (Salter) debido a la gran verticalización del
techo acetabular y por supuesto, al alto grado de inestabilidad
de la cadera.
Discusión
La frecuencia encontrada por nosotros de recién
nacidos con signos clínicos de enfermedad congénita
de cadera e incluso al limitarse a los que presentaban hallazgos
radiológicos positivos es muy alta en comparación
con la fijada en la literatura médica que se ha cifrado
entre 1,55 1 000 y 1,7 1 000 nacidos
vivos2,4,5 lo que si bien puede estar justificada por razones
raciales y geográficas ligadas a distintos factores
genéticos y ambientales, estas dependientes de las
costumbres de llevar a los lactantes en posición con las
caderas extendidas y en abducción y el alto porcentaje de
niños afectados de otros colectivos que no se diagnostican
en el período neonatal inmediato,2,3,6 todo ello viene a
poner en evidencia que la metodología diagnóstica
por nosotros seguida
en la enfermedad luxante de la cadera es efectiva. Otro
aspecto a considerar justificativo de las diferentes
estadísticas es el momento de la exploración, pues
se ha comprobado que 58 % de las caderas inestables al nacer se
han curado a los 4 días, 60 % de la primera semana y 88 %
en los primeros meses.1,8,12 Lo que sí se afirma y
nosotros compartimos es que si queremos conseguir resultados
adecuados y evitar tratamientos penosos de una cadera ya luxada,
tenemos que diagnosticar la luxabilidad lo más precozmente
posible por signos clínicos al tener en cuenta que la
positividad de ellos da una seguridad del 100
% en los diagnósticos y que los signos radiológicos
antes de la aparición del núcleo de la cabeza
femoral dificultan esta exploración en el recién
nacido donde es frecuente no descubrir signo o simplemente
ningún dato de alarma.1,13
El alto número de deformidades presentes en el
momento del nacimiento vendrían a comprobar que es una
malformación congénita en su origen2,3,9 y que se
desarrolla intraútero, en contra de los que sustentan que
la mayoría de los casos se producen en etapa
posnatal.14
El predominio de madres del medio rural es evidente sin
que podamos encontrar explicaciones razonables, debido a la gran
diseminación de la salud pública y la asistencia
médica en todos los rincones de nuestro
país.
Al ser el útero de las primíparas el de
mayor tono muscular que el de las multíparas, hay una
mayor frecuencia de compresiones y malposiciones y una menor
cantidad del líquido amniótico que restringe el
movimiento fetal e impide la versión cefálica, todo
ello justifica que la enfermedad luxante congénita de
cadera sea más frecuente en primogénitas como de
hecho se refleja en nuestra casuística y que explica a su
vez que coincida con madres jóvenes de
edad.2,7,10,12.
De acuerdo con el tipo de presentación hemos
visto una similitud entre las presentaciones cefálicas y
pelvianas, cuestión esta que no coincide con otras
bibliografías revisadas, en las cuales se han notado un
mayor porcentaje de recién nacidos con luxación
congénita de cadera que tienen antecedentes de
malposición de nalgas.2,9
El hecho de que la pelvis del feto sea aprisionada
dentro de la pelvis de la madre, lo que fuerza las
caderas a una posición de extrema flexión e impone
que la cabeza femoral provoque que partes sin cubrir distiendan
la cápsula lo que se asocia a veces con la
extensión de la rodilla1,4,11 con tensión de los
músculos izquiotibiales que empujan la cabeza femoral
contra el reborde posterior del cótilo
deformándolo, al tiempo que la
presión del trocante menor y de la cara interna del cuello
femoral aplastan la parte anterosuperior del rodete acetabular
forzándolo en eversión y otros en inversión
para llegar así a las distintas formas de enfermedad
congénita de la cadera.
La presentación de nalgas impide al feto cambios
de posición que conllevan a que no pueda sustraerse de
esta peligrosa posición y que las fuerzas deformantes
actúen constantemente sobre el rodete
acetabular.
El mayor número de niños afectados durante
las 40 semanas o con posterioridad, lo interpretamos como
consecuencia lógica de su mayor tamaño y peso lo
que lleva a un aumento en el número de presiones sobre el
cuerpo fetal.
Se encontró que es más frecuente la
enfermedad congénita de cadera en el sexo femenino que en
el masculino. Esta predominancia es menor que la registrada por
diferentes autores13,14 cuyas cifras oscilan entre 80 y 90
%
de predominio en el sexo femenino, discrepancia que se
ha relacionado con la influencia de factores hormonales en la
producción de la enfermedad,1,8 ya que durante el segundo
y tercer trimestre es cuando la estrona y progesterona entran en
circulación fetal, pero en caso de que el metabolismo
hepático fracase, estas estimularían el
útero y producirían relaxina que al pasar a la
circulación fetal causaría laxitud
capsuloligamentosa.5,9 Argumento contrario a este se halla en la
teoría que señala como causa primaria la
hiperlaxitud ligamentosa que es más frecuente en la
hembra.
La mayor incidencia de afección unilateral de
cadera es semejante a la descrita por otros autores. Se ha fijado
que la lesión en la cadera izquierda es 40 veces
más frecuente que en la derecha para unos investigadores,
mientras que en otros estudios la proporción señala
2:1;2,4,5 en nuestra serie la diferencia es significativa (168
casos para un 84 %).
Se ha demostrado que la cadera izquierda comprimida
contra el promontorio sacro de la madre en la posición de
nalgas podría ser la razón para la
asociación entre las luxaciones del lado izquierdo y la
presentación de nalgas.
En contraste con la mayoría de trabajos
publicados que hacen hincapié en la relativa frecuencia de
malformaciones asociadas a la enfermedad congénita de
cadera, nosotros hemos observado un número limitado, pero
el tipo de malformaciones es el mismo.2,4,9
En relación con el tratamiento de los
niños con signos clínicos de enfermedad
congénita de cadera y radiológicos de displasia
acetabular y/o cefálica, la utilización de los
Harnes de Pavlick en principio se ha
mostrado ser un método corrector suficiente y en
aquellos casos limitados que sobrepasaron los 13 meses de edad,
convenimos usar la optesis de Ponsetti en abdución y se
logró así su total solución.
Todas las observaciones que clínica y
radiológicamente presentaban subluxación
evolucionaron de forma satisfactoria bajo tratamiento con los
Harnes de Pavlick por lo que el empleo de este
procedimiento queda justificado; si bien sería preciso
recurrir a la tenotomía de aductores y psoas en el caso de
que existiese flexión y abducción
limitada.
El empleo de yeso en posición humana previa
tenotomía del psoas y aductores, así como la
hospitalización para el tratamiento a través de la
tracción progresiva en abducción, pudiera
evidentemente ser sometido a crítica a partir de la base
de que cuando el centrado manual es fácil sería
más que suficiente la colocación de una
férula en abducción que resultaría menos
molesta y que permitiría más fácilmente la
limpieza del niño y daría además más
libertad de
movimientos activos sin
salirse de los límites prescritos, pero es que dada las
condiciones ambientales en que nos movemos y el grado de
instrucción de los familiares, queremos asegurar la
constancia en la fijación de la abducción para
así evitar ulteriores procedimientos
quirúrgicos.
Referencias bibliográficas
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congenital dislocation and subluxation of the hip. J Bone Joing
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2. Rachio KH. Simultaneuos open reduction and salter
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hip. J Bone Joint Surg 1996;78B47:1-6.
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tratamiento de la displasia congénita de cadera. Rev
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5. Clin Pauvvels F, Osborne GV. Norteam Dislocations of the
Hip Joint 1997;v.2:173.
6. Álvarez Cambras R. Tratado de Cirugía
Ortopédica y Traumatología. La Habana, Editorial
Pueblo y Educación 1986;t2:110.
7. Chapchal G. Cirugía ortopédica y
traumática de la cadera. 1968;p357. Diagnóstico de
la displasia de cadera. Ed. Revolucionaria. La Habana.
8. Klave K, Durmin CW. A clinical presentation of
dysplasia of the Hip. J bone Joing Surg (B)
1991;73B:423-9.
9. Gangloff S. Chiari pelvic osteotomy technique and
indication. Pediatr Orthop 1994;3:68-75.
10. Terje T. Ultrasound measurement of femoral anteversion. J
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11. James F. Mooney brachial plexus palsy as a
complication of Pavlick Harnes. Use J Pediatr Orthop
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12. Gaborda GM. Renshaw TS. Reduction of congenital
dislocation of the Hip. J Bone Joing Surg (AM)
1992;74:624-31.
13. Barlow T. Early diagnosis and treatment of
congenital dislocation of the hip. J Bone Joing Surg
1962;44B:292.
14. Ransey PL. Laser congenital
dislocation of the hip. Use of the Pavlick Harnes in the child
during the first 6 month of life. J Bone Joing Surg
1990;58:1000-4
Recibido: 24 de noviembre de 1999. Aprobado: 20 de enero
del 2000.
Dr. Jorge Riaño Echenique. Hospital
Pediátrico Docente "William Soler". San Francisco y Perla.
Boyeros. Ciudad de La Habana, Cuba.
ANEXO III
Escoliosis
Congénita Infantil. Reporte de un caso
Infant Congenital scoliosis. A case Report.
Marino Ruiz de la Paz (1), Pedro Reyes Milián
(2), Lourdes Montero Álvarez (3), Raisa Montero
Álvarez (4).
Resumen
Las anomalías de la columna vertebral constituyen
uno de los problemas musculoesqueléticos no
traumáticos más frecuentes en pediatría.
Pueden manifestarse en el nacimiento o desarrollarse durante la
infancia o la
adolescencia. Algunos de ellos se agravan con el crecimiento y
pueden dar como resultado un aspecto físico inaceptable,
alteraciones de la función pulmonar y una artrosis
degenerativa precoz de la columna. En nuestro trabajo se presenta
una niña de 20 meses de edad con escoliosis
congénita infantil por hemivértebras que fue
admitida en el servicio de
pediatría del Hospital General Provincial Docente de
Morón. Se destacan las manifestaciones clínicas y
radiológicas, así como la importancia de los
estudios imagenológico para realizar un diagnóstico
precoz y un tratamiento rápido como pilar esencial en la
evolución de la deformidad congénita de la
columna.
Palabras Claves: ESCOLIOSIS, COLUMNA
VERTEBRAL, HEMIVÉRTEBRA.
1-Especialista de primer grado en
Pediatría.Intensivista.
2-Especialista de primer grado en
Psiquiatría.Instructor.
3-Especialista de primer grado en
Pediatría.Intensivista.
4-Especialista de primer grado en
Anestesiología.
INTRODUCCIÓN
Las alteraciones de la alineación normal que se
produce en el plano frontal reciben el nombre de escoliosis. Casi
todas las deformidades escolióticas son
ideopáticas, sin embargo, algunas son congénitas,
asociadas a trastornos o síndromes neuromusculares o
compensa- doras de discrepancias de la longitud de las
extremidades inferiores o de anomalías intrarraquideas
(1). Las anomalías del desarrollo vertebral durante el
primer trimestre del embarazo
suelen provocar deformidades estructurales de la columna que son
visibles ya en el nacimiento o que se manifiestan durante la
primera infancia. La escoliosis congénita puede
clasificarse en : 1) falta total o parcial de formación de
una vértebra (Vértebra en cuña o
hemivértebras), 2) falta de segmentación total o
parcial (Columna no segmentada), 3) mixta (1). El 20% de los
niños con escoliosis congénita padecen
también malformaciones Genitourinario, de los que la
más frecuente es la agenesia renal unilateral, aunque
también duplicaciones de los uréteres,
riñones en herradura y anomalías genitales.
Además del 10 al 15% de los niños con escoliosis
congénita tienen cardiopatía congénita (2)
Las hemivértebras pueden o no producir deformidades
importantes, dependiendo de su localización y de su
potencial de crecimiento.
El 25% de los pacientes con escoliosis congénita
no sufren progresión de la curva y no necesitan
tratamiento, sin embargo, en un 75% restante existe cierta
progresión y alrededor del 50% necesitan tratamiento (2).
Teniendo en cuenta lo importante de un diagnóstico precoz
y un tratamiento rápido, como elementos esenciales en la
evolución de las deformidades congénitas de la
columna nos hemos motivado en la presentación de un caso
de escoliosis congénita infantil en una transicional de 20
meses que fue admitida en el servicio de pediatría del
Hospital General Provincial Docente de
Morón.
REPORTE DE UN CASO
Es una transicional de 20 meses, femenina, blanca, que
tiene antecedentes de haber nacido producto de un
embarazo de riesgo, madre
añosa, hipertensa, obesa, diabetes
gestacional, parto
distócico por cesárea anterior, a término(40
semanas), buen peso al nacer(3590g), buen apgar 9/9,
líquido amniótico claro. Por hipogalactia materna
recibió lactancia
natural durante el primer mes, después lactancia
artificial con leche
evaporada. Tiene antecedentes de tres episodios de urosepsis en
el período de la lactancia, lo cual requirió
hospitalización para estudio y tratamiento.
La mamá notó a partir del tercer mes de
vida que la niña lateralizaba la cabeza hacia el lado
derecho y desde el sexto mes de vida cuando se sentaba con apoyo
observó también un descenso del hombro derecho en
relación al izquierdo. Cuando la niña inició
la marcha hacia los 14 meses notó que además de lo
anterior existía una desviación oblicua del surco
interglúteo, con elevación de la cadera derecha y
cierta "joroba" de la columna a nivel torácico, esto
motivó una consulta con el facultativo especializado y se
indicó estudio imagenológico de la columna total,
llegando al diagnóstico de escoliosis congénita
infantil por hemivértebras congénita de D12 y L5.
Al examen clínico se pudo constatar: niña
eutrófica. Mucosas húmedas y coloreadas. Impresiona
pequeña para su edad. Piel sana y con buena
coloración. Tórax normoconfigurado .Murmullo
vesicular normal. FR: 24/min. Tonos cardiacos rítmicos y
normales. No tiene soplo. Pulsos llenos y fuertes. Relleno
capilar rápido. FC: 120/min. TA: 100/70 mmHg. Abdomen
globuloso, suave, no distendido, no visceromegalia. Ruidos
intestinales normales. Genitales externos normales. El examen de
la columna vertebral de pie en la región dorsal
mostró asimetría a nivel de los hombros, en la
línea de la cintura y en la distancia entre flancos y
codos. Se encuentra curvatura dorsal hacia la derecha.
Exámenes complementarios.
· Hemograma: Hb 120g/l
· Glicemia: 3.5mm/l
· Creatinina: 48mmol/l
· Urocultivo: negativo (sin crecimiento
bacteriano)
· Estudios imagenológicos
· Ecografía renal: riñones de
tamaño normal, con buen parénquima. No
pielocaliectasia.
· uretrocistografía miccional: uretra y
vejiga normal. No reflujo.
· Rx de columna total, lateral, postero-anterior
en bipedestación: se observa curvatura dorsal a la
derecha, y hemivértebras congénitas en D12 y
L5
DISCUSIÓN
Clínicamente el lactante escoliótico
manifiesta una tendencia a mantener el tronco y la cabeza girados
hacia el lado de la concavidad. En la posición
de decúbito prono se apreciará la curva
existente e incluso, si la deformación es importante,
puede apreciarse ya una cierta gibosidad. Si son varias las
vértebras afectadas existe riesgo de grandes deformaciones
(3,4). En el caso que presentamos se pudo observar en el periodo
de la lactancia cierta tendencia a girar la cabeza y cuello hacia
el lado de la concavidad, observando también
asimetría de los hombros con descenso del hombro del lado
de la concavidad, hallazgos estos que coinciden con lo descrito
en la literatura revisada (3,4). La espalda se explora con el
paciente de pie y visto desde atrás.
El primer signo que hay que valorar es si la pelvis
está nivelada. Las discrepancias de longitud de las
extremidades inferiores producen una oblicuidad pelviana que
simula un aspecto clínico de escoliosis(5).La
visión tangencial de la columna con el explorador situado
detrás del enfermo permite a éste determinar la
simetría de la espalda.
La presencia de una joroba o asimetría es la
clave de la deformidad escoliótica. Es típico que
el área opuesta a la joroba esté deprimida. Estas
jorobas y valles se deben a la rotación de la columna. En
la convexidad de la curva, las costillas rotan hacia atrás
y en la concavidad lo hacen hacia delante (6,7). Es indispensable
realizar a los pacientes afectos de escoliosis, no solo un examen
de la deformidad esquelética, sino un examen general que
permita llegar al diagnóstico diferencial del tipo de
escoliosis que presenta, así como de otras afecciones y
deformidades asociadas que acompañan a dicha deformidad
(6,7).
Dedicatoria: A Dios por cuidar de
mí,A mis padres por su inmenso amor,A los docentes que
me dieron los conocimiento
necesarios para la realización efectiva de esta
monografía.
Agradecimiento: Agradezco a mis padres
que siempre estuvieron y están en mis éxitos y
fracasos, a mis más leales amigos.
A mi hermana que con su alegría y
comprensión cada día soy mejor. También
agradezco la labor brindada del personal de
biblioteca de la
Facultad de Medicina
Finalmente agradecemos a todos mis fieles
compañeros de promoción, por su apoyo, tiempo e
información compartida.
Autor:
Rocío Elizabeth Santos
Julián
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
TRUJILLO
FACULTAD DE CIENCIAS
MÉDICAS
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE
MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MORFOLOGÍA
HUMANA
SECCIÓN EMBRIOLOGIA
DOCENTES : Dr. Rodil Cruzálegui Henríquez
Dr. Luís Florián Zavaleta
Dr. Javier Álvarez Carrillo
Dr. Guillermo Fonseca Risco
Trujillo, Julio del 2008
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