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Estos primeros dibujos, que bien podr�an clasificarse como surrealistas, de una u otra forma desnudan su alma, y nos dan la mirada de una mujer en un mundo de hombres hecho para hombres; de ah� sus Femme-Maison. Mujeres que no s�lo portan la casa a cuestas sino que se identifican a tal punto con ellas que llegan a reemplazar a sus rostros. Y es que su obra siempre ha estado marcada por una permanente b�squeda de la identidad de la mujer, en el buceo de su propia psique; b�squeda que se ha acentuado en los �ltimos a�os, cuando la muerte la acecha en cualquier lugar de su apartamento. Ella misma dice: "Mi cuerpo se convierte en la materia prima y yo expreso lo que siento a trav�s de �l". Al mismo tiempo que crea la serie mujer-casa, defiende el rol de la mujer, sin que se haya considerado nunca una feminista comprometida. Yo dir�a m�s bien que ha sido una feminista consciente del rol que le ha tocado jugar a la mujer en la sociedad de todos los tiempos; lo que la hace, a mi modo de ver, mucho m�s feminista que las radicales que han contribuido a crear un ambiente de desconcierto y rechazo en la sociedad actual.

A finales de los "60 crea "Personajes". T�tems que recuerdan los personajes de su infancia, marcados por el fantasma del exilio y que no hubiesen podido ser concebidos en su pa�s de origen: "Yo no hubiera sobrevivido en Francia en el caos de la celda familiar", explica la artista.

Es una obra compuesta aproximadamente de 80 esculturas, cada una con una identidad bien definida. Son esculturas fr�giles, con un equilibrio precario y que recuerdan un poco a las obras de Brancusi. Algunas de ellas siguen con el tema ya explorado de la Mujer-Casa; los rascacielos que la encierran y que la ahogan, pero cuyos techos le permiten respirar. No en vano es en la terraza del edificio donde vive, donde instala por primera vez su taller. Otro de sus temas recurrentes en esta serie, es la soledad. Al respecto la artista dice: «Al principio hac�a figuras solitarias que no ten�an ninguna libertad… Ahora hago grupos de objetos que se relacionan entre ellos… Pero todav�a existe el sentimiento que me movi� al principio: el drama de uno entre muchos».

En los a�os "60, se muestra como "l"enfant terrible" que ha sido desde siempre, al desafiar el puritanismo radical de la sociedad americana al crear "La abstracci�n exc�ntrica". Un serie de falos desproporcionados, algunos colgando del techo, otros emergiendo de superficies que recuerdan los drapeados de Bernini. Es cuando crea "Fillete" (Ni�ita). Un inmenso falo con el que posar� orgullosa para el fot�grafo Robert Mapplethorpe en 1982. Una vez m�s surge la Louise Bourgeois que quiere bucear en el inconsciente. Ella misma dice: «toda mi obra est� basada en mi infancia». Por lo que para llegar a arrullar un falo proverbial y tomarse una foto con �l debajo del brazo, como si se tratara de una baguette, con una sonrisa de mujer realizada sexualmente y sin tabues a la hora de gozar del sexo, tuvo que haber librado primero una lucha consigo misma del tama�o de una catedral g�tica. Sobre todo para expresar su sentimiento con respecto a "Fillette": "Cuando yo cargo un peque�o falo en mis brazos, me da la impresi�n de cargar un objeto amable, no un objeto al que yo le har�a da�o".

Es en esta d�cada que su obra alcanza dimensiones extraordinarias, sus temas abarcan todo el mundo femenino: el coito, el embarazo, la crianza, amamantar, el cuerpo de la mujer en el espacio, el dolor, sobre todo el dolor humano; y estos temas son representados con todos los materiales que est�n a su alcance: Bronce, m�rmol, yeso, l�tex, madera. En cuanto al exorcismo se refiere, ella misma dice: "El exorcismo es algo sano. Cauterizar, quemar con el objetivo de sanar. Es como cortar las ramas de los �rboles. He aqu� mi talento".

En 1974 crea la serie a la que hac�a alusi�n anteriormente, "La destrucci�n del padre". Por una parte quiere aniquilar la imagen paterna y por otra deshacerse del dolor que le ha infligido la muerte del marido. Es una instalaci�n turbadora. Es una gruta concebida como un peque�o teatro, donde la artista, junto a su familia, se dispone a darse un gran fest�n, a todas luces antrop�fago. La figura del padre amado y a la vez odiado, surge, en esta su primera instalaci�n, como "ဦUna pieza claustrof�bica, demasiado claustrof�bica, sin que ofrezca ninguna salida", tal y como lo expresa la propia artista.

El gran escultor Richard Serra, y quien expone actualmente en el Grand Palais de Par�s, dice al respecto: "La fuente del dolor, el coraz�n y la ansiedad de esta obra son indescifrables, no obstante despierta en m� recuerdos de experiencias personales que yo preferir�a olvidar". En esta obra, como en muchas otras no es tanto la materia prima la protagonista como el color; sobre todo el rojo. El rojo puede significar pasi�n pero tambi�n violencia, desastre, caos, aniquilaci�n, rabia y olvido. Y por supuesto el negro, muerte, tragedia, llanto, duelo. No es sino hasta el a�o de 1982, con la retrospectiva que se realiza en el Museo de Arte de Nueva York, que esta artista prodigiosa comienza a ser conocida en el �mbito internacional y a ser nombrada al lado de genios como Picasso o el mismo Giaccometti.

En 1980 Louise Bourgeois se traslada a vivir a un gran loft. Lo que parecer�a una an�cdota sin importancia se convierte en uno de los ejes fundamentales de la obra que comienza a tomar forma a partir de ese momento. Son las Cell, o Celdas, donde la artista comienza a recrear todo el universo de su infancia. Sillas, brocados, tapices, miembros colgando, juguetes. En los "90 recrea las habitaciones de sus padres y la suya propia. Al observarlas, el espectador no puede escapar a la sensaci�n de opresi�n y de ahogo que le invade. Las puertas, las ventanas, los laboratorios, las habitaciones �ntimas, invitan al voyeur que abriga en cada uno de nosotros a fisgonear, l�ase bucear, las obsesiones que dieron lugar a tan extraordinarias instalaciones. El s�mbolo de la tragedia y de la desesperanza est� magistralmente representado en este ambiente traum�tico que cuenta, sin decirlo expl�citamente, el abuso del que posiblemente fue v�ctima en su ni�ez. El buceo y la b�squeda de los recuerdos se hace a�n m�s intenso, todo el pasado se despierta y grita para no ser olvidado ni ignorado. Luego vendr�an las Cell encerradas por una inmensa ara�a. Homenaje a su madre, a quien ve como a alguien que trabaja permanentemente, que teje y desteje como la eterna Pen�lope. Desteje no para destruir sino para restaurar. No hay que olvidar que su oficio era restauradora de tapices antiguos. Ella misma dice: Yo vengo de una familia de restauradores. La ara�a es una restauradora. Si destruyes su tela, ella no se desespera. Ella teje y repara". Al mismo tiempo sus ara�as quieren hacer un homenaje a la madre que cuida, que protege, que ama. Entre las dos hab�a un lazo muy fuerte, hasta el punto que cuando la madre muere, Louise Bourgeois intenta suicidarse. Ella misma ha manifestado en varias ocasiones que su madre era su mejor amiga.

En los �ltimos a�os, hablo de la presente d�cada, la artista, ya nonagenaria, ha encontrado nuevos canales de expresi�n. Lejos de sentarse en una butaca a esperar que la muerte le toque la espalda, se ha dedicado a crear las cabezas y t�tems utilizando burdas telas y tapices antiguos: "Yo necesito mis recuerdos. Ellos son mis documentos. Me paso la vida mir�ndolosဦ y estoy profundamente celosa de ellos". El trabajo de su madre, el de tejedora, aparece nuevamente en sus manos y al igual que ella se convierte en otra Pen�lope. Como toda su obra es un trabajo inquietante, un grito que sale de sus entra�as para recordarle el embarazo, el parto, la crianza de los hijos, el hijo problema, el amor de madre. Ya no sale de su apartamento, recordemos que ha alcanzado la edad de 97 a�os y a�n sigue creandoဦ No en vano Louise Bourgeois no ha dejado de repetir a lo largo de estos a�os que "el arte es una garant�a de salud mental", a lo que yo agregar�a: una garant�a de sentirse vivo.

*Nota: Tanto los nombres de las obras como las citas bibliogr�ficas han sido traducidas del franc�s al espa�ol por la autora del art�culo.

BIBLIOGRAF�A

BADER, Cristhine. Louise Bourgeois, Scultura e opera grafichi. Suisse 2006.

CLAIR, Jean. Cinq notes sur l"oeuvre de Louise Bourgeois. Envois L"�choppe. 1999.

Louise Bourgeois. Por Simonne Sauren (B�squeda por Internet).

Louise Bourgeois: decir lo que no se puede decir. Por Sara Rivera (B�squeda por Internet).

Publicaciones del Centro Pompidou:

Louise Bourgeois. Folleto de la exposici�n del Centro Pompidou. 2008.

Louise Bourgeois au Centre Pompidou. Beaux Arts. 2008. Este cat�logo contiene los siguientes art�culos:

  • "Indiferente � tout ce qui n"est pas art". Entretien avec Marie-Laure Bernadac et Jonas Storve. Commisaires de l"exposition.
  • Ch�re Louise, lettre d"amour. Par Marie Darrieussecq.
  • Magistrale marginale, Louise Bourgeois dans l"art contemporain. Par Itzhak Goldberg.
  • L"Album de 1945 � nos jours. Par Emmanuelle Lequeux.
  • Au nom du p�re, l"art comme th�rapie. Par Eveline Grossman.
  • Les fils de l"araign�e. Robert Gober, Mike Kelley, Tracey Eminဦ Par Emmanuelle Lequeux.
  • Face cam�ra. Entretien avec Brigitte Cornand. Propos recueillis par Bernard Blistene.

Louise Bourgeois. Connaissance des Arts. Centre Pompidou. 2008. Este cat�logo contiene los siguientes art�culos:

  • Naissance et rennaissances de Louise Bourgeois. Entretien avec Marie-Laure Bernadac, par François Legrand.
  • Roman de famille. Par Myriam Boutoulle.
  • Être sculpteur. Par Jerôme Coignard.
  • Quand les mots deviennent formes. Par Françoise Monnin.
  • Dans la peau de Louise Bourgeois. Oeuvres comment�es par Guitemie Maldonado.

 

 

Autora:

Berta Lucia Estrada E.


NOTAS BIOGR�FICAS

Berta Luc�a Estrada E. realiz� estudios de literatura en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogot�-Colombia), una Maestr�a y un DEA en el Institut des Hautes Etudes de l'Am�rique Latine, Sorbonne III (Par�s- Francia) y una Especializaci�n en Docencia Universitaria en la Universidad de Caldas (Manizales- Colombia). Se ha desempe�ado como docente universitaria. Durante 10 a�os trabaj� como funcionaria en la Unidad de Cultura adscrita a la Alcald�a de su ciudad de origen, dictando capacitaciones a las bibliotecarias y docentes de primaria en la animaci�n de lectura infantil y juvenil. Ha publicado cinco libros en papel, "Un regalo para la abuelita" (literatura infantil) y "Las cuatro estaciones" (poes�a). L�eme una poes�a con la luz apagada, un manual de literatura infantil y juvenil, de ninfas, hadas, gnomos y otros seres fant�sticos, F�minas o el dulce aroma de las feromonas. Es colaboradora asidua de Papel Salm�n, la separata dominical del diario La Patria de Manizales (Colombia). Desde enero 2008 ha sido invitada a publicar en Letras Uruguay. En monografias.com ha publicado varios art�culos. Y regularmente publica en su blog: beluesfeminas.blogspot.com

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