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El Kururu (sapo) en la cultura guarani y paraguaya (página 2)



Partes: 1, 2

               
A partir de lo expuesto se deduce que el Guarani y luego
el
paraguayo rural aprendieron a diferenciar a los
animales silvestres casi siempre peligrosos o
perjudiciales
(aguara = zorro, jaguarete = tigre, guasu =
venado, ka"i = mono, mborevi = tapir, kapi"yva = carpincho, etc)
de los animáles domésticos habitualmente mansos
y útiles
(jagua = perro, mbarakaja = gato, vaka =
vaca, kavaju = caballo, ovecha = oveja, kavara = cabra, kure =
cerdo, ype = pato, etc). Asimismo, aprendió a reconocer y
convivir con algunos animales de
condición semidoméstica, como el sapo y la
rana; y digo esto porque las viviendas -tanto Guarani como
paraguayas- se asentaban en la proximidad o costa de algún
río o arroyo, donde estos pequeños animales siempre
abundaban; y fue así como empezó la relación
entre los anfibios y los humanos de la Región
Guaranítica
(Paraguay y zonas
de Argentina, Brasil, Bolivia y
Uruguay). Hoy
esos espacios naturales (bosques y montes) prácticamente
han desaparecido y la sociedad
paraguaya se ha vuelto urbana, sin embargo las
características y los nombres de esos animales y plantas
permanecen aún en la retina y en la mente de los abuelos y
padres, que alguna vez vinieron del campo a la ciudad. En la
actualidad los jóvenes y niños
que viven en los centros urbanos, por ejemplo, ya no conocen al
ju"i pakova o al kururu pytâ. En todo caso habría
que exhibirles alguna imagen o
vídeo acerca de los mismos para que aprendan a
reconocerlos; cosa que sus abuelos y padres -"antes"- observaban
diariamente en su entorno y los distinguían con gran
facilidad.

               
El hecho de haber vivido mucho tiempo en un
ambiente
natural, permitió tanto al Guarani como al Paraguayo,
agudizar su poder de
observación. Muchas de las locuciones tradicionales
(creencias, supersticiones, usos, costumbres, leyendas,
refranes, etc) estuvieron y están siempre ligadas a las
plantas, los animales y los minerales. En
síntesis, el habitante de esta
región siempre fue sensible y conocedor de su
entorno natural.

  • DESARROLLO

               
En la tradición paraguaya, el kururu o sapo, es el
más recurrente (con relación al ju"i o rana) en las
diferentes circunstancias cotidianas; en otras palabras, se
menciona o se recuerda más al sapo en un sinnúmero
de acontecimientos. En algunos casos, el kururu inspira
temor o se lo utiliza para inspirar temor, así cuando
alguna criatura se porta mal o no quiere dormir se suele decir:
"Cháke, kururu oúta ndéve… =
Cuidado, que el sapo te vendrá a…"
. En otras
ocasiones, el kururu resultó gracioso, o
sirvió o sirve para causar risa a partir de su aspecto
poco estético. Al respecto hay un ñe"ênga
(dicho popular) que sentencia: "Nde arriero molde vai kururu
ñembo"y = Hombre
desmoldado semejante a un sapo parado"
. Asimismo, cuando las
criaturas sacan la lengua a
algún amiguito o a algún adulto, inmediatamente se
le dice "kururu" o "sapo" y se suele agregar "solamente
los sapos sacan la lengua"
, esa actitud (sacar
la lengua) se considera como un acto de mala
educación
, pues los niños no deben sacar la
lengua a nadie
, eso solamente lo hacen los sapos… que
son mal educados.

  1.                
    León Cadogan -profundo conocedor de las tradiciones de
    los Guarani- recopiló en su obra Ayvu Rapyta el
    mito del
    kururu o sapo, quien fue -en el principio de la
    humanidad- el proveedor del fuego, primer elemento
    facilitado a los moradores de la tierra.
    En efecto, Ñande Ru Tenonde (Nuestro Primer Padre)
    envió a su hijo Papa Mirî a la tierra y
    éste consideró que la primera necesidad era el
    fuego y en ese propósito pidió a su
    mensajero, su hijo: sapo, que atrapara en la boca la
    mayor cantidad de fuego. Este así lo hizo y deposito
    el fuego en un gajo de aju"yjoa (variedad fofa de
    laurel, empleado hasta hoy por los Mbya Guarani para producir
    fuego por esfregadura). En otra versión de este mito,
    kururu trató de engañar a Papa
    Mirî
    , queriendo guardar un pedacito de brasa para
    su propio uso, por cuyo motivo fue convertido en
    batracio
    , tal cual lo conocemos hoy. Concretamente, de
    este mito se deduce el valor que
    el kururu tiene para los Guarani, ya que fue uno de
    los primeros animales de toda la creación, responsable
    -nada más y nada menos- de la provisión del
    fuego a la tierra. Por lo expuesto, es que el sapo goza de
    gran respeto entre los Guarani.

  2. El
    kururu entre los Guarani

                   
    Entre los Totobiegosodes (Ayoreos) existe una leyenda
    que trata de Ahoâi, el hijo de las nubes; en cuya trama
    unos niños traviesos tenían la costumbre de
    burlarse de Ahoâi, una nube mansa. A ella le tiraban
    con palos, hecho que un día molestó grandemente
    a Ahoâi, que se convirtió en una enorme nube
    negra y empezó a llover días y semanas, hasta
    cubrir toda la tierra. Los niños traviesos se ahogaron
    y se convirtieron en sapos, y pese a ello,
    seguían tentándose en el
    lenguaje de los sapos.

  3. El sapo en otra
    comunidad
    indígena, no Guarani, que habita el Paraguay

                   
    En la cultura
    popular paraguaya, existen dos afecciones que supuesta
    y concretamente "se pueden curar" con el kururu o
    sapo
    : la erisipela y el
    cáncer.

                   
    2.3.1. Isípula
    (Erisipela):

    Esta afección es causada
    por la picadura de un ácaro. El paraguayo cura
    la isípula fregando el vientre de un sapo vivo
    contra la pierna afectada, mediante movimientos de arriba
    hacia abajo o de abajo hacia arriba. Según la
    tradición el sapo absorbe la fiebre y
    el paciente se cura. Sin embargo, para que la cura sea
    verdaderamente efectiva, el sapo o los sapos utilizados deben
    ser enterrados hacia donde entra el sol.

                   
    2.3.2. Cáncer:

    De un tiempo a
    esta parte se hizo muy popular en el Paraguay, una especie de
    jarabe o preparado, conocido con el nombre de kururu
    caldo
    o sopa de sapo. En efecto, una familia de la
    Ciudad de Coronel Oviedo fue la pionera en esta
    práctica; a la que se sumó posteriormente una
    monja de una congregación religiosa Asuncena.
    Básicamente, este "remedio" se prepara
    hirviendo sapos con algún otro ingrediente que
    nosotros no conocemos. La resultante de ese hervido es un
    líquido cristalino, transparente que debe
    administrarse a las personas que padecen cáncer en
    cualquiera de sus presentaciones. Mucha gente que
    probó esta medicina dice que ella es
    efectiva…

                   
    2.4. El
    kururu y el paje (magia)

                   
    Así como la magia vudú y la macumba brasilera,
    en el Paraguay se practica una forma de hechicería o
    magia conocida con el nombre de paje. Dionisio
    González Torres en su libro
    Folklore del Paraguay cita los "ingredientes"
    que utiliza el pajeséro o brujo; así, y a modo
    de ejemplo: tierra de cementerio, velas, cientas de distintos
    colores,
    agujas y alfileres, y también cuero o piel de
    kururu o sapo
    . De hecho, vale la pena destacar que
    la raíz "kuru" sugiere -en el Guarani indígena-
    la idea de algo mágico, con poder sobrenatural o
    virtud portentosa
    . Así, a los amuletos, reliques o
    talismanes en Guarani se los denomina kurundu. Por
    otra parte, los indígenas echan hojas del árbol
    conocido como kurupa"y (Piptadenia macrocarpa Benth;
    P. communis; P. rígida. Leguminosas mimosáceas)
    en el fuego que preside sus rituales religiosos,
    causándoles alucinaciones. Dionisio González
    Torres en su libro Catálogo de Plantas
    Medicinales usadas en Paraguay
    dice que el Kurupa"y
    es rico en tanino, hasta 25%. De sus semillas se ha aislado
    la bufotenina o bufonina. Esta droga derivada del
    indol
    , es la 5-hidroxi-N.N.-dimetil-triptamina
    componente que además se encuentra -coincidencia
    llamativa e interesante- en las secreciones glandulares de
    sapos del género
    Bufo
    .

  4. El kururu y las enfermedades
  5. El
    kururu y los dichos populares
    (ñe"ênga)

               
Entre los ñe"ênga (dichos populares), por
ejemplo, existen varios que refieren al kururu o sapo, a
saber:

  • 2.5.1.- Kururu ra"ýnte oñembyasy,
    porque isy naikámai (El renacuajo se aflige, porque su
    madre no tiene teta)
  • 2.5.2.- Ju"i opurahéi jave, okýta
    (cuando la rana canta es porque lloverá)
  • 2.5.3.- Amangýpe kururu osêva (con la
    lluvia el sapo acostumbra salir)
  • 2.5.4.- Aguapyhápevoi aju he"i kururu
    oñeme"êrô chupe apyka oguapy hagua (Sentado
    vine dice el sapo cuando le invitan a sentarse)
  • 2.5.6.- Amanova"erâ che kapríchope, he"i
    kururu ohasárô rúta (En mi capricho
    moriré dice el sapo al cruzar la ruta)
  • 2.5.7.- Esto es lo que me revienta he"i kururu
    ohechárô tractor (Esto es lo que me revienta dice
    el sapo cuando observa al tractor avanzar hacia
    él)
  • 2.5.8.- Esto es vida he"i kururu ohórô
    avión-pe (Esto es vida dice el sapo cuando viaja en
    avión)
  • 2.5.9.- Esto me revienta he"i kururu
    ohasárô hi"ári rupi kamiö (Esto es lo
    que me revienta dice el sapo cuando un camión le cruza
    encima)
  • 2.5.10.- Igusto korócho, he"i kururu
    pirépe oñehe"ÿiva"ekue
    (¡Que gusto! Dice quien se rasca con el cuero de un
    sapo)
  • 2.5.11.- Iporâva ndaipo"ái he"i kururu
    osêrô rútape (Las criaturas bellas como yo
    no tienen suerte dice el sapo al entrar a una ruta)
  • 2.5.12.- Kóvape ajokáta che rye he"i
    kururu ohechárô kamiô ilu rendy oúvo
    (Con estos reventaré mi panza dice el sapo cuando a lo
    lejos ve venir un camión con las luces encendidas,
    pensando que se trata de insectos)
  • 2.5.13.- Jahápy ñambope he"i kururu
    osêrô rútape (Vamos pues a aplastar dice el
    sapo cuando sale a la ruta)
  • 2.5.14.- Mitâ"i ipo"áva che, he"i kururu
    osêrô rútape (Soy un chico con suerte dice
    el sapo cuando sale a la ruta)
  • 2.5.15.- ¡Nde jajúra! he"i kururu ha
    ha"e ndaijajúrai (¡Por tu cuello! dice el sapo
    pese a no tener cuello)
  • 2.5.16.- Kóva ivai he"i imemby kururúva
    (Este sí que es feo dice quien tuvo un hijo
    sapo)
  • 2.5.17.- Kururu rekakáicha hû (Es tan
    negro como el excremento del sapo)
  • 2.5.18.- Kururúicha hopepi ruru (Como el sapo
    tiene los párpados hinchados)
  • 2.5.19.- Typychápe kururúicha
    oñemosê (Fue echado como el sapo es expulsado con
    la escoba)
  • 2.5.20.- Kuña ryeguy ro"ysâ kururu
    (Mujer que
    tiene el vientre frío semejante al sapo)
  • 2.5.21.- Mitâ rye chigua kururu petáka
    (Niño barrigón semejante al sapo
    retacón)

               
Estos ñe"ênga (dichos populares) son productos de
la constante y puntillosa observación que el paraguayo hace de toda
la figura del sapo, sus defectos, virtudes y costumbres.
Después de mencionar estos ñe"ênga queda
absolutamente claro que el paraguayo siente una
atracción especial hacia este animal,
dedicándole una extraña atención, casi inusual.

               
2.6. El
kururu y los apodos o marcantes

               
Por otro lado, la afición del paraguayo por los
kururu se demuestra en los distintos apodos, sobrenombres
o marcantes que le pone a prácticamente todos sus
semejantes. En Paraguay es difícil encontrar una persona que no
tenga un apodo, sobrenombre o marcante y una gran cantidad de
ellos están relacionados al sapo. Así:

2.6.1.- Kururu – Se dice a quien es petiso, gordo y de
cuello corto

2.6.2.- Kururu pelóta – Se dice a quien no
tiene una figura esbelta y es bajo de estatura

2.6.3.- Kururu pire – Se dice a quien tiene la piel de
la cara granulosa y áspera, parecida al cuero del sapo.
Este sobrenombre se aplicó a uno de los más
tenebrosos torturadores que "sobresalió" durante la
dictadura
stronista. La sola mención de dicho sobrenombre causaba
pánico
en la gente.

2.6.4.- Kururu rekaka – Se dice a la persona morena o de
piel oscura y petisa.

2.6.5.- Sapo Cancionero – Es el sobrenombre del gran
artísta paraguayo César De Brix (músico,
compositor y cantante), ya fallecido.  

               
2.7. El
kururu y los alimentos

               
El nombre kururu por semejanza se aplica al pan o galleta
mojado en agua y
endulzado ligeramente con azúcar
o miel. Del mismo modo, dícese de la galleta o pan
sumergido en algún caldo o sopa. Asimismo, se aplica esa
denominación al pan o galleta sumergido en la leche, el
café o
cocido. En los tres casos mencionados, el pan o galleta se
hinchan semejando al sapo.

3.
CONCLUSIÓN

               
Después de este recorrido cultural en el cual rescatamos
algunas circunstancias vinculadas al kururu o sapo, queda
visto que dicho animal siempre fue el centro de atención
del Guarani y del paraguayo. El kururu siempre
llamó la atención de la gente de esta
región, por encima de varios otros animales; siendo
además protagonista indiscutible del quehacer cotidiano
del ser humano.

               
El kururu prácticamente estuvo y está
presente en todas partes junto a la gente de este lugar;
así, en la religiosidad, la medicina, las
creencias y las costumbres populares; en otras palabras, el sapo
es un como un mítico ser omnipresente, pues
está en la costa del arroyo o del río, en el
pastizal, bajo la sombra de algún árbol o entre las
ramas del mismo, en la lluvia; en la calle, ruta, empedrado o
asfaltado; en la pieza o bajo la cama de algún paraguayo;
su "croar" es tan conocido como el ladrido del perro o el
maullido del gato, sin ser propiamente un animal
doméstico
; ya que ni en los textos escolares goza de
la reputación de animal doméstico.

               
Sin embargo, ese ser con cuerpo rechoncho, ojos saltones,
extremidades cortas y piel verrugosa provista de glándulas
mucosas y granulosas
siempre atrajo la atención
del Guarani y del paraguayo. En algunas ocasiones inspirando
temor, en otras causándole gracia y simpatía, y en
otras dándole buena suerte. En la actualidad, entre
las piezas cerámicas más vendidas en Paraguay, se
encuentra la pareja de sapos, que debe ocupar un
lugar preferente en el jardín o en la casa, a fín
de asegurar la buena suerte a sus propietarios.

               
Ese es pues el kururu o sapo… peculiar, misterioso
y mágico animal que varias veces fue sacrificado -o dicho
de otro modo, "dio su vida o su cuero"- a favor del Guarani y del
paraguayo, ya que siempre tuvo varias "utilidades" en
diversas circunstancias, algunas de ellas difíciles y
desesperadas
.

                                                                                                                                                        

Autor:

David Galeano Olivera

Datos del autor:

Presidente (Director General) del ATENEO DE LENGUA Y
CULTURA GUARANI. Profesor,
Licenciado y Magíster en Lengua y Cultura Guarani. Docente
universitario. Escritor bilingüe. Traductor
público.

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