En la actualidad, el aeróbic, es uno de los
deportes
más practicados en todo el mundo. Ya no sólo
mujeres que sienten un especial interés
por moldear su cuerpo eliminando una parte de su peso graso, sino
en muchas de todas las edades (hombres incluidos), que tratan de
beneficiarse de los atractivos del aeróbic, un deporte que permite obtener un
buen nivel físico sin una intensidad de trabajo
elevada y ayuda a sentirse mejor.
Es ideal practicarlo a la misma hora, con el fin de
crear hábito al cuerpo y darle tiempo a
recuperarse. Lógicamente al menos los tres primeros meses
no es conveniente practicarlo todos los días, sino tres
veces por semanas, y más adelante ir aumentando
paulatinamente la frecuencia.
También precisa de sus momentos más
idóneos del día: o bien por la mañana, con
lo que se logra una buena inyección de energía para
el trabajo
cotidiano, o bien al terminar la jornada, lo que ayuda a la
relajación y a disfrutar de un sueño tranquilo y
reparador. No es conveniente comer antes de realizar el
ejercicio, o por lo menos dejar pasar una hora y media desde la
última comida. De lo contrario es posible que se sufra
calambre, o lo que es más grave un corte de
indigestión. El lugar para realizar su práctica
debe estar bien aireado y, de ser posible delante de un espejo
así se pueden apreciar errores y así poder
perfeccionar paulatinamente. El calzado puede ser zapatillas de
deporte, éstas deben ser ligeras, o descalzos en terrenos
con amortiguación donde no existen vestigios algunos de
piedras, vidrios que puedan dañar al ejecutante; ha habido
varios estudios que implicaron la utilización del calzado
en la etiología de las lesiones de los corredores, un
escenario especial para la ejecución de la práctica
de la Gimnasia
Aeróbica son los tatami de los deportes de combate,
en cuanto al vestuario debe de ser confortable que deje una
libertad total
de movimientos sin tirante y cinturones metálicos, el
tejido no debe de ser sintético sino de algún
material que permita respirar libremente a los poros y que, a la
vez, sea absorbente del sudor. Hay que concentrarse mentalmente
en los grupos musculares
que se están trabajando, se empieza poco a poco, subiendo
paulatinamente de intensidad y terminando igualmente, poco a
poco. El mejor método es
practicar los ejercicios es practicarlos encadenados y si parar y
sin parar respirando perfectamente; los ejercicios de
calentamiento y los de relajación son igualmente
importantes. Al finalizar es conveniente tomar una ducha, no
demasiado caliente y sin dar tiempo a que el sudor se seque en la
piel.
Se le aplicó a la muestra
seleccionada, un entrenamiento a
largo plazo el cual se planificó de manera que los
practicantes evitaran la fatiga muscular y la rutina,
cambiándose diariamente el tipo de ejercicio,
alternándose con las distintas tendencias del
aeróbics actual, combinándose estas con una
música
variada y con diferentes pulsaciones.
El lugar para la realización de dicha actividad
se escogió un tatami de los deportes de combate el cual
está confeccionado de aserrín con un grosor de 30
centímetros de espesor, un fieltro, una lona, dos
alfombras y por ultimo una lona más, el cual tiene una
superficie blanda que amortigua los ejercicios de
alto impacto protegiéndose las extremidades inferiores
hasta la columna vertebral. Se exigió que su
ejecución fuera descalza para poder llevar a cabo el
estudio, se desarrollaron los ejercicios aeróbicos 5 veces
a la semana y los anaeróbicos 3 veces
semanales.
Quizá los atletas no entrenen más por
tierra debido
a la falta de caminos y pistas de tierra acondicionadas en las
ciudades; podríamos decir que detectamos cierto miedo a
entrenar sobre el asfalto, debido a las contraindicaciones
existentes en la mayoría de los libros del
abuso de esta superficie para la salud del deportista. La
pista es seleccionada mayoritariamente como un buen lugar para
los entrenamientos del atleta, al igual que la variedad en el
terreno. Es ideal practicarlo a la misma hora, con el fin de
crear hábito al cuerpo y darle tiempo a recuperarse.
Lógicamente al menos los tres primeros meses no es
conveniente practicarlo todos los días, sino tres veces
por semanas, y más adelante ir aumentando paulatinamente
la frecuencia, para adaptar al organismo al aumento gradual de
las cargas.
La torcedura de tobillos es la lesión deportiva
aguda más frecuentemente reportada, y el 90-95% de esas
lesiones por inversión causa la ruptura parcial o
completa del ligamento talofibular anterior y ocasionalmente del
ligamento calcaneoperoneo (Robbins y Cols 1995; Stacoff y Cols
1996).
Se sostiene que la utilización de calzado
incrementa el riesgo de tales
torceduras, tanto al disminuir la percepción
sobre la posición del pie proporcionada por retroalimentación a través de mecano
receptores cutáneos plantares en contacto directo con el
suelo (Robbins
y Cols 1995), como por medio del incremento del brazo de palanca
y consecuentemente el torque de giro alrededor de la
articulación subtalar durante un tropiezo (Stacoff y Cols
1996).
Siff y Verkhoshansky (1999, p. 452) reportaron que
el calzado de carrera siempre reduce la sensibilidad
táctil y propioceptiva, el uso de tapetes de goma espuma
de alta densidad estando
descalzo en el gimnasio preserva la sensibilidad
propioceptiva.
Robbins y Cols (1989) consideraron que los
comportamientos inducidos por medio de las sensaciones
táctiles plantares brindan una mejora en el equilibrio
durante el movimiento, lo
cual podría explicar la preferencia de muchos gimnastas y
bailarines de ejecutar sus rutinas
descalzos.
Una de las lesiones crónicas más comunes
en los corredores es la fascitis plantar, o la inflamación del ligamento que corre a lo
largo de la planta del pie. Hay alguna evidencia de que
normalmente la fascia plantar inflexible actúa como
soporte del arco longitudinal medial, y que esa carga sobre la
inserción proximal de la fascia durante el ataque del pie
al correr es la que conduce a la fasciitis plantar (Robbins y
Hanna 1987). El correr sin calzado puede inducir a una
adaptación que transfiere el impacto a la musculatura
flexible, y por lo tanto protegiendo la fascia, lo que da cuenta
de la baja incidencia de fasciitis plantar en las poblaciones que
no utilizan calzado (Robbins y Hanna 1987).
Cuando se corre sin calzado sobre superficies duras, el
corredor compensa la falta de amortiguación bajo los pies
mediante una flexión plantar de pie en el momento del
contacto, lo que produce un apoyo más suave (Frederick
1986). Los corredores que no utilizan calzado también
apoyan medio pie, incrementando el trabajo de las estructuras de
apoyo de tejido suave, por lo cual incrementan la fuerza de
estos y posiblemente reduzcan el riesgo de lesión (Yessis
2000, p. 124). Fortalecedora será la sección de
entrenamiento del aeróbics descalzo sobre un tatami de
deportes de combate, contribuyendo al fortalecimiento de las
estructuras naturales del pie.
Aquellos que utilizan calzados deportivos costosos
promocionados por proporcionar una correcta pronación y
una mayor amortiguación son los que experimentan un mayor
predominio de las lesiones relacionadas a la carera en
comparación con aquellos que utilizan un calzado menos
costoso (Robbins y Gouw, 1991).
En otro estudio, el calzado deportivo costoso dio cuenta
de más del doble de lesiones que el calzado barato, un
hecho que llevo a Robbins y Waked (1997) a sugerir que la
propaganda
engañosa sobre el calzado deportivo (e.g.,
"amortiguación del impacto") puede representar un riesgo
para la salud pública.
Anthony (1987) reporto que el calzado para correr debe
considerarse como un dispositivo protector (contra objetos
peligrosos y dolorosos) más que un dispositivo corrector,
ya que su capacidad para la absorción del impacto y para
el control de la
sobre pronación es limitada. El calzado para correr
moderno y las zapatillas generalmente reducen la
retroalimentación sensorial, aparentemente sin disminuir
las lesiones inducidas por el impacto, un proceso que
Robbins y Gouw (1991) describieron como "la ilusión
perceptiva" del calzado deportivo. Una falsa sensación de
seguridad puede
contribuir al riesgo de lesión (Robbins y Gouw,
1991).
Yessis (2000, p. 122) sugirió que una vez que las
estructuras naturales del pie son debilitadas por la
utilización a largo plazo de calzado deportivo, las
personas tienen que contar con el soporte externo del calzado,
pero que este soporte no iguala al proporcionado por el buen
funcionamiento del pie.
Las mediciones de la componente vertical de la fuerza de
reacción contra el suelo durante la carrera no provee de
respaldo a la noción de que el calzado para correr reduce
el impacto. Robbins y Gouw (1990) reportaron que el calzado para
correr no redujo el impacto durante una carrera a 14 km/k sobre
cinta. Bergmann y cols (1995) hallaron que las fuerzas que
actúan sobre la articulación de la cadera fueron
menores en aquellos que trotaron descalzos que en aquellos que
los hicieron con varias clases de calzado. Clarke y cols (1983)
no observaron cambios substanciales en la fuerza de impacto con
un incremento del 50% en la amortiguación del talón
en el calzado de corredores bien entrenados. Robbins y Gouw
(1990) sugirieron que la sensación plantar induce una
respuesta protectora de la superficie plantar por la cual los
corredores alteran su comportamiento
para reducir el impacto.
 El calzado menos amortiguador permite que
se sienta el incremento del disconfort plantar y por lo tanto que
se modere, un fenómeno que es llamado "ajuste del
impacto". El calzado con gran amortiguación aparentemente
provoca una brusca reducción en el comportamiento que
modera el impacto, por lo cual se incrementa la fuerza de impacto
(Robbins y Hanna 1987, Robbins y cols 1989, Robbins y Gouw 1990).
Otras características del calzado, tales como
soportes de arco y ortesis, pueden interferir con el
comportamiento que modera el impacto y probablemente impida la
deflexión descendente del arco medial que absorbe el
impacto durante el apoyo (Robbins y Hanna 1987). Estas
características según se informa reducen la
pronación y la supinación u ofrecen soporte lateral
y soporte para el arco. Este calzado puede ayudar a algunas
personas con patologías en el pie, pero los beneficios
para los corredores con pies sanos son dudosos (Yessis, 2000, p.
121).
La utilización de calzado incrementa el costo
energético de la carrera. Burkett y cols (1985) hallaron
que el consumo de
oxígeno
durante la carrera se incrementaba a medida que se incrementaba
la cantidad de masa adicionada al calzado; el calzado y las
ortesis que representan el 1% de la masa corporal incrementan el
consumo de oxígeno en un 3.1%. Flaherty (1994)
halló que el consumo de oxígeno durante una carrera
a 12 km/h fue 4.7% mayor utilizando un calzado con una masa de
~700g por par que cuando se corría sin calzado. Un
incremento en el consumo de oxígeno de ~4% es de poca
importancia para el corredor recreacional, pero el atleta de
elite notará una efecto mayor sobre la velocidad de
carrera.
El incremento en el consumo de oxígeno con
calzado para correr podría tener varias causas. Una
posibilidad obvia es el costo energético de acelerar y
acelerar continuamente la masa del calzado con cada zancada. De
acuerdo con Webb y cols (1988), otra posibilidad es que el
trabajo externo realizado para comprimir y flexionar la planta
del pie y en la rotación de la planta del pie contra el
suelo llega a ser del 13% del realizado al caminar. Frederick
(1986) reportó que el consumo de oxígeno se
incrementaba sustancialmente con la utilización de calzado
más grueso durante una carrera en cinta. No es
sorprendente que los materiales
utilizados para la amortiguación absorban energía,
y que las suelas rígidas deberían producir una
ahorro de
energía del 2% en comparación con las suelas
normales (Stefanyshyn y Nigg, 2000). Finalmente, el calzado
probablemente comprometa la habilidad de la extremidad inferior
de actuar como un resorte. Con los pies descalzos, la extremidad
devuelve ~70% de la energía acumulada en ella, pero con
calzado para correr la devolución de energía es
considerablemente menor (Yessis. 2000, p. 123).
Una sesión de aeróbic debe ser divertida y
atractiva, pero esto no resta al trabajo esfuerzo y gran rigor,
ya que de lo que se trata es de hacer ejercicio aeróbico
para lograr una mejora de la forma física, en la que el
incremento de la Una sesión de aeróbic debe ser
divertida y atractiva, pero esto no resta al trabajo esfuerzo y
gran rigor, ya que de lo que se trata es de hacer ejercicio
aeróbico para lograr una mejora de la forma física,
en la que el incremento de la capacidad cardiorrespiratoria tiene
un papel fundamental.
El complemento de este tipo de ejercicios es el
relacionado con los destinado a la elongación o
estiramiento muscular que acondicionan y mejoran la movilidad
articular y la elasticidad
muscular. La práctica de este tipo de ejercicios se
relacionan con la prevención de lesiones, lo que no
está demostrado científicamente y menos aún
cuando los programas de
salud se caracterizan principalmente por una movilidad articular
dentro de rangos normales.
Como podemos ver, este fenómeno de integración fisiológica durante el
ejercicio físico es digno de estudio y gracias a la
investigación científica, la
medicina
moderna puede utilizar al ejercicio físico como un
eficiente método para aumentar la capacidad funcional de
órganos y sistemas, por
ende resulta un excelente método preventivo de enfermedades, promueve la
salud y mejora la calidad de vida
del ser humano.
Aplicamos el método de observación participante y el de entrevista en
profundidad, para obtener los datos necesarios
y llegar a las conclusiones del estudio.
Entrevista:FueronÂ
aplicadas a practicantes sistemáticas de la Gimnasia
Aeróbica que se ejercitan en un lugar no adecuado es decir
en pisos de cemento y a
las que lo realizaban en pisos con amortiguación. Se
utilizó con el objetivo de
conocer el conocimiento
de los entrenadores relacionados con el trabajo de la
práctica de la Gimnasia Aeróbico de
forma descalza y sobre superficies óptimas.
Observación:
PermitióÂ observar en los entrenamientos y los
logros que se presentan en el entrenamiento
descalzo.Â
CONCLUSIONES
Los riesgos de
torceduras durante la práctica de la Gimnasia
Aeróbica descalza disminuyeron significativamente ya que
se fortaleció el arco plantar de manera progresiva, al
igual que el riesgo de fasciitis
plantar u otras lesiones crónicas de la extremidad
inferior por medio de la modificación de la transferencia
del impacto hacia los músculos y a las estructuras de
soporte.
Se redujo el consumo de oxígeno en un tanto por
ciento al realizar el aeróbico sin calzado.
El rendimiento en los entrenamientos  podría
verse mejorado por una cantidad similar.
Hay que estar atentos en  la superficie por
donde se practica la Gimnasia Aeróbica, se le debe prestar
mucha atención, ya que a lo mejor algunos casos
de lesiones en atletas pudieron se debidos a la superficie del
terreno.
Como norma general y para una actividad deportiva
óptima sin riesgo alguno se ha de buscar siempre una
superficie plana, semiblanda, consistente, con capacidad
absorbente de líquidos y uniforme.
A la hora de llevar a cabo cualquier planificación del entrenamiento de un
atleta; bien sea con objetivos
recreativos, salud o rendimiento; se ha de conocer qué
factores pueden influir en la elección de la superficie de
entrenamiento. Esto es un aspecto muy interesante y bastante
descuidado por los entrenadores. Hay que decir que en una carrera
de 30 minutos a un ritmo medio (4 minutos 20 segundos el
kilómetro) el pie impacta con el suelo aprox. unas 5000
veces; si a esto añadimos que el valor de cada
impacto del pie sobre el suelo es entre 2 y 5 veces el peso de
nuestro cuerpo (McKenzie y cols., 1985; Subotnick, 1985);
imagínense lo realmente importante que supone una
óptima planificación de la superficie de
entrenamiento, comportándose de igual forma en un
entrenamiento de Gimnasia Aeróbica, por lo que hacemos un
llamado a aquellos practicantes y entrenadores que no tienen en
cuenta estos aspectos tan esenciales en el logro del mejoramiento
de la calidad de
vida de la población.
Llegando a la conclusión de que los mejores
resultados se obtienen en la ejecución de la
práctica de la Gimnasia Aeróbica de
Salón es en aquellos lugares donde las condiciones del
terreno sean las propicias como en este estudio,
fortaleciéndose de esta manera y en un plazo no muy largo
las extremidades inferiores como son los tobillos, sin tener que
hacerse gastos
económicos con las compras de
zapatillas que debilitan la articulación y el eje plantar
del pie, provocando lesiones, así como tener presente que
las superficies duras van en contra de la calidad de vida a
alcanzar.
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2000.
Autor:
Lic. Kenia González Acosta
Facultad de Cultura
Física
Matanzas.
Enero 2008
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